6/20/2015

El PT mexicano podría transformarse de socialdemócrata a socialista dignificando su programa y acciones

Pedro Echeverría V.

1. No milito en partido registrado alguno ni nunca, desde 1958, he votado en elecciones nacionales o locales porque siempre he tenido la convicción que lo único que tiene validez para revolucionar México es la lucha social de los trabajadores en los campos, las fábricas, los barrios, las calles; es la lucha la que puede crear la conciencia social de clase contra la explotación, la opresión y la desigualdad. Sin embargo, tampoco se puede dejar de mirar y analizar los procesos electorales en el país por el enorme papel de mediatización y control de masas que ejercen.

2. Después de dar mi artículo acerca de los resultados electorales del pasado siete de junio, me he puesto a observar y pensar acerca del Partido del Trabajo (PT) que, según se ha publicado, está a punto de perder su registro y el financiamiento que entrega –como a todos partidos- el Estado. De todos los partidos es con el PT con el que he tenido alguna relación inicialmente porque entre sus fundadores tenía a decenas de amigos de la UNAM que venían del maoísmo, espartaquismo y demás. Hice muchos amigos más, pero estoy cada vez más lejos de los partidos.

3. Cuando leí el programa del PT hace 25 años me dí cuenta que era el único partido, el único que tenía en su programa como objetivo la lucha por el socialismo mientras el PRD no se atrevía a declararse de izquierda.  A pesar de que siempre me negué a pertenecer, fui invitado en 1999 a varios estados del norte como profesor de Marxismo y Revoluciones en la escuela de cuadros y posteriormente a escribir en la prensa central del PT: me ha publicado dos o tres artículos quincenales durante 15 años (de 2000 a 2015), por colaboración, sin recibir pago alguno.

4. Dos cosas importantísimas del PT que he aprovechado: a) Su Seminario Internacional  anual (va en el número XIX) al que asisten alrededor de 200 socialistas, marxistas, activistas de unos 50 países del mundo a analizar y discutir la situación mundial y, b) la edición de decenas de libros de marxismo clásico y otros marxistas para distribuir cada seminario. Me pregunto: ¿Será que el Estado haya encontrado en el PT a un abierto difusor de izquierda en lo internacional y lo esté castigando para que entre al redil como todos los demás partidos sin posiciones definidas?

5. Quizá "con el castigo de la pérdida de su registro" ahora tenga la oportunidad el PT de estar más cerca de transformar su práctica socialdemócrata a una práctica socialista muy comprometida con los movimientos sociales, tal como originalmente está escrito en su programa; al mismo tiempo revisar aquel principio de que todos los militantes deben estar o pertenecer a organismos de masas como fueron Tierra y Libertad, política popular, y otros de los años setenta y ochenta que se extendieron en La Laguna, Torreón y Chihuahua.

6. Mucho se ha escrito y hablado acerca de la creación del PT al iniciarse los años noventa siendo presidente de la República Carlos Salinas. Se ha hablado de la estrecha amistad en la escuela de Economía de los funestos Carlos y Raúl con el dirigente del PT Alberto Anaya. Pero la pregunta podría ser, ¿Qué partido político no se ha creado en las mismas condiciones? El PRI se creó en 1929 por Calles y su grupo; el PAN se creó en 1939 por empresarios, clero y la derecha más recalcitrante; el PRD como hijo del priísmo; el PST, el PMT y el echeverrismo, el Verde, Movimiento Ciudadano… 

7. Parece importante saber los orígenes, pero lo esencial es lo que cada quien ha hecho en las luchas sociales en los últimos siete u ocho años, que es lo que define. Conozco a más de una treintena de izquierdistas originales que ahora son del gobierno, de la derecha o viven gozando de enormes riquezas y comodidades. Pero también a muchos derechistas y clericales (así lo han declarado) que al abrazar la Teología de la Liberación son ahora más izquierdistas en la práctica que mil auto calificados de "avanzada".

8. El PT tendrá que comenzar a pagar cuotas, ahorrar en viajes por avión, en comidas de restauran, en pago de hoteles, en gastos de comisiones, en viajes al extranjero. Tendrá que reeducarse en principios socialistas, como plantea en su programa; le urge participar de manera amplia y masiva en el movimiento social y confrontar en serio a la burguesía. La otra vía, la burguesa, es pedir perdón a Peña por no firmar el Pacto, prometer no divulgar principios socialistas y ser lamebotas como parte de la alianza con partidos oportunistas. ¿Podrá cambiar en serio? (20/VI/15)


Programa Tiempo de Mujeres en CFRU la radio universitaria de Guelph sabado 20 junio 2015


Desde cfru 93.3 fm la Radio de la Universidad de Guelph
en Ontario, Canadá
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MUJERES POR LA DEMOCRACIA

Bienvenida al programa de hoy
Noticias de Género en la Red



Género en la mira con

 Daniela Villegas
la columna esta en pausa por motivos academicos

- Una deportación paralizada en España por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, mejor decisión judicial del 2015-
siempre creemos en que habrá justicia, siempre pensamos que los encargados o encargadas de impartirla tienen la obligación de que así sea, pero no siempre sucede, como seres humanos también hay errores, es por eso que existen organizaciones como Women’s Link Worldwide que organiza Los Premios Género y Justicia al Descubierto, éstos fueron creados para identificar las mejores y peores decisiones o pronunciamientos relacionados con la equidad de género, hechas en inglés o español dentro de un proceso judicial. Cada año, desde 2009, un jurado conformado por reconocidas personalidades selecciona las decisiones que han tenido los efectos más nocivos para la justicia de género, y les otorga el “garrote” de oro, plata y bronce; así mismo, concede el “mallete” de oro, plata y bronce para aquellas que más hayan promovido la equidad de género. También se otorgan premios a las mejores y peores decisiones que hayan recibido más votos del público. De la misma manera, los premios ayudan a monitorear continuamente el estatus de la justicia de género en las cortes alrededor del mundo, a identificar jueces y juezas que tengan un claro compromiso con la justicia de género que queremos promover en cortes internacionales de derechos humanos; a aumentar el número de activistas y juristas que suman contenido al observatorio y a inspirar a una nueva generación de activistas que se comprometan con el avance de la justicia de género a través del uso creativo del derecho. Los premios Género y Justicia al Descubierto pueden ser rastreados en sus páginas de Facebook y Twitterhoy tenemos que  
Y qué necesitamos para no cometer delitos, para respetar y tolerarnos como sociedad, para vivir en armonía y sin frustraciones, la situación de crisis económica y la paulatina pérdida de derechos de las personas y comunidades, pone en evidencia la urgente necesidad de cambiar el modelo vigente. Las personas están cada vez más insatisfechas, infelices y ‘estresadas’, por lo que se cuestionan el sentido de la vida. La movilización social global incrementa, y también surgen iniciativas locales que buscan caminos para volver a la madre tierra, simplificando la vida para un mayor disfrute en equilibrio y armonía. El Buen Vivir es una propuesta personal, comunitaria, local y al mismo tiempo global, que nos presenta alternativas para la transformación de la aldea planetaria. Buen Vivir – Vivir Bien viene de las palabras indígenas Sumak Kawsay (en quechua) – Suma Qamaña (en aymara), que significan vida en plenitud, en armonía y equilibrio con la naturaleza y en comunidad, por lo que también se le llama el Buen Convivir. El pensamiento ancestral del Buen Vivir, es un viejo-nuevo paradigma, que propone una vida en equilibrio, con relaciones armoniosas entre las personas, la comunidad, la sociedad y la madre tierra a la que pertenecemos, hace poco se realizó en la Ciudad de Buenos Aires la 1º marcha de Mujeres Originarias por el Buen Vivir. Centenares llevaron al Congreso de la Nación la voz de las 36 etnias que habitan el territorio del Estado argentino, visibilizaron la situación que viven en particular las mujeres como consecuencia del avance de las grandes corporaciones extractivistas y la expulsión de sus territorios ancestrales

Y por qué es tan necesario volver a nuestras raíces ? Tan simple porque la violencia se incrementa y violencia genera violencia, en todo el mundo los defensores de la tierra y los recursos están siendo asesinados por motivos de intereses económicos que solo sirve al pequeño grupo que detenta la riqueza y el poder, despojos, desplazamientos, persecusiones para criminalizar la defensa de la tierra y sus recursos, con la tierra nos roban la identidad, la cultura y la espiritualidad

y continuamos con el programa de nuestra querida amiga María Néder y sus Mujeres de Puerto Almendro, un espacio para conocer de las mujeres latinoamericanas instrumentistas, compositoras y cantautoras a lo largo del tiempo hoy nos presenta a Lorena Astudillo

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América Latina por el Buen Vivir


 

Por Belén Spinetta

COMUNICAR IGUALDAD- La visión que proponen las mujeres originarias que habitan dentro del Estado argentino ya fue incorporada a las constituciones de Ecuador (Buen vivir) y Bolivia (Vivir bien). Se trata de dos países de América Latina con población mayoritariamente indígena.

El Estado ecuatoriano reformó su constitución en el año 2008 incorporando los principios del “buen vivir”.  Así en su preámbulo afirma la decisión de construir “una nueva forma de convivencia ciudadana, en diversidad y armonía con la naturaleza, para alcanzar el buen vivir, el sumak kawsay (…) Una sociedad que respeta, en todas sus dimensiones, la dignidad de las personas y las colectividades”. En kichwa, el sumak kawsay es la cosmovisión ancestral que plantea la armonía con la naturaleza, considerando a las personas como parte de la Pachamama (madre tierra).  Bajo esta premisa, la constitución ecuatoriana  establece al agua y la alimentación como derechos fundamentales del buen vivir comprometiéndose a “promover la soberanía alimentaria”.  Los otros derechos contemplados como “derechos del buen vivir” son: a un ambiente sano, comunicación e información, cultura y ciencia, educación, hábitat y vivienda, salud, trabajo y seguridad social.

Asimismo, en su apartado VII refiere al “régimen del buen vivir”, señalando en su artículo 341 que: “El Estado generará las condiciones para la protección integral de sus habitantes a lo largo de sus vidas, que aseguren los derechos y principios reconocidos en la Constitución, en particular la igualdad en la diversidad y la no discriminación, y priorizará su acción hacia aquellos grupos que requieran consideración especial por la persistencia de desigualdades, exclusión, discriminación o violencia, o en virtud de su condición etaria, de salud o de discapacidad”.

En tanto, en el año 2009 se dictó la “Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia”, reconociendo la marginación histórica de los pueblos originarios remarcando, en palabras de Evo Morales, “que en el nuevo modelo de país los pueblos indígenas tendrán una profunda participación civil, política y económica”.  La constitución boliviana señala que “el Estado asume y promueve como principios ético-morales de la sociedad plural: ama qhilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas mentiroso ni seas ladrón), suma qamaña (vivir bien), ñandereko (vida armoniosa), teko kavi (vida buena), ivi maraei (tierra sin mal) y qhapaj ñan (camino o vida noble)”.  En su Preámbulo establece que el Estado estará basado en el “respeto e igualdad entre todos, con principios de soberanía, dignidad, complementariedad, solidaridad, armonía y equidad en la distribución y redistribución del producto social, donde predomine la búsqueda del vivir bien; con respeto a la pluralidad económica, social, jurídica, política y cultural de los habitantes de esta tierra; en convivencia colectiva con acceso al agua, trabajo, educación, salud y vivienda para todos”.

Consejo de Mujeres Originarias por el Buen Vivir

El proyecto de ley para la creación de un Consejo de Mujeres Originarias por el Buen Vivir, presentado en abril en el Congreso de la Nación, recoge los postulados del Buen Vivir sumándole la dimensión de género. “Como resultado de la colonización, hay machismo también dentro de nuestras comunidades y a veces nuestros propios compañeros nos violentan e impiden el acceso a los anticonceptivos” se analiza en el texto, y luego: “Nosotras identificamos y denunciamos la violencia racista y sexista del patriarcado que estratifica la valorización de la mujer a partir de un patrón de belleza Colonizador-Europeo”.

Por Belén Spinetta

margarita 2COMUNICAR IGUALDAD- Al concluir la marcha del 21 de abril, se presentó oficialmente en el Congreso de la Nación el proyecto de ley para la constitución de un Consejo de Mujeres Originarias por el Buen Vivir. Aquí un extracto de sus fundamentos. El proyecto completo puede consultarse aquí

El territorio como casa: “Cuando pensamos en nuestra casa, la queremos en armonía, limpia y ordenada (…) en cada casa, en todas las casas, se fijan prioridades porque nuestra casa tiene que identificarnos y tener lo que necesitamos para vivir en armonía (…) Tenemos que garantizar agua para todos y pensar sistemas de almacenamiento (…) Hay que buscar energías alternativas que no contaminen, que sean accesibles para todas y exigir que se cumplan los acuerdos de las cumbres climáticas. Nuestro territorio nos asegura nuestro alimento y sin territorio no hay soberanía alimentaria ni posibilidad de tener una dieta variada. En el campo y en la ciudad tenemos que tener espacio para tener casas dignas, para criar nuestros animales, para cultivar lo que comemos. Los transgénicos nos enferman. Hay que hacer bancos de semillas orgánicas (…).”

El territorio como cuerpo: “(..) Como resultado de la colonización, hay machismo también dentro de nuestras comunidades y a veces nuestros propios compañeros nos violentan e impiden el acceso a los anticonceptivos.(…) Nosotras identificamos y denunciamos la violencia racista y sexista del patriarcado que estratifica la valorización de la mujer a partir de un patrón de belleza Colonizador-Europeo. No somos reconocidas para esta sociedad ni siquiera en la categoría de mujeres. Por eso el buen vivir para el cuerpo pasa por recuperar y valorar el conocimiento ancestral y la medicina tradicional; ejercer el derecho sobre nuestros cuerpos según nuestras prácticas espirituales y culturales, aunque no haya una división entre lo espiritual y lo cultural.”

El territorio viaja con cada persona: “El territorio es más que lugar físico y viaja con nosotras. Por eso nos sentimos parte y no dueñas de la tierra en los distintos lugares en los que estamos, y necesitamos comunicarnos espiritualmente con ella (…) pedimos que se respeten nuestros espacios ceremoniales, que nos reconozcan espacios de expresión de nuestra espiritualidad aunque estemos lejos del lugar donde nacimos. Por eso no renunciamos a nuestra identidad en los espacios urbanos. Tampoco en las cárceles.”

Por la libre determinación de los pueblos:(…) el Buen Vivir requiere pensar en cómo cohabitamos nuestras comunidades como pueblos originarios, pero también cómo cohabitamos con los diferentes integrantes de la sociedad no indígena, y cómo hablamos con el estado y las empresas que sólo buscan ganar más, sin que les importe nada cómo dañan la naturaleza y la vida de las personas. Ellos quieren vivir con ciertas cosas y las sacan así nomás, pero nosotros también necesitamos y queremos ciertas cosas. Si nadie de afuera puede mandar en nuestras casas, entre todas tenemos que ver cómo compartimos el patio, lo cohabitamos y cuidamos, y qué hacemos con los que lo ensucian y lo rompen (…) Necesitamos volver a ponernos de acuerdo sobre cómo queremos vivir juntas respetando el buen vivir de todas.”

Foto: Belén Spinetta

Una deportación paralizada en España por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, mejor decisión judicial del 2015


Premios Género y Justicia al Descubierto

Gana el Premio Mallete del Público con más de 1.800 votos de la gente que votó a través de la página web


La organización internacional Women’s Link Worldwide anuncia las decisiones ganadoras de los Premios Género y Justicia al Descubierto, una iniciativa que pone al descubierto los pronunciamientos judiciales más progresistas o retrógrados para la igualdad de género.

La séptima edición de los Premios terminó con alrededor de 100.000 visitas, una media de 10.000 votos y 67 decisiones nominadas de 28 países diferentes: Argentina, Botswana, Colombia, España, Estados Unidos, Filipinas, Honduras México, Namibia, Reino Unido, entre otros. En el caso de España se nominaron en total seis decisiones judiciales, tres para los Premios Mallete y otras tres para los Premios Garrote.

El Premio Mallete del Público ha sido para la deportación paralizada en España por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).

Dicho Tribunal adoptó medidas provisionales en el caso de una mujer camerunesa víctima de matrimonio forzado cuya expulsión a su país de origen pondría en riesgo su vida e integridad. El caso tuvo una media de 12.000 visitas y 1.836 votos. La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) fue la organización responsable del litigio ante el TEDH.

El Garrote del Público lo ha ganado el Juzgado Quinto Penal del Circuito en Colombia

Por aceptar un preacuerdo a un padre que abusó sexualmente de sus hijas menores de edad, en el que se le reconoce al abusador la circunstancia de “marginalidad e ignorancia extremas”. Este caso ganó con 452 votos emitidos por el público a través de la página web de los Premios y obtuvo 3.347 visitas.

El resto de premios los otorgó un jurado internacional, que este año estaba formado por Manjula Pradeep, directora de Navsarjan, organización que lucha por los derechos humanos en la India; Claudia Paz y Paz, ex-Fiscal General de Guatemala y candidata al Premio Nobel de la Paz en el año 2013, y Junot Díaz, novelista y ganador del Premio Pulitzer en 2007.

Ganadoras del Premio Garrote (Decisiones judiciales negativas para la igualdad de género)

El Garrote de Oro se lo lleva la decisión de la Corte Superior del Condado de St. Joseph, en Estados Unidos, que condenó a 20 de años de prisión, por feticidio y negligencia, a una mujer que sufrió un aborto y acudió con urgencia al hospital.

El Garrote de Plata es para el tribunal especial de vía rápida de Dwarka en la India que sostuvo que una mujer no puede ser abusada sexualmente por su esposo ya que las relaciones sexuales forzadas dentro del matrimonio no se consideran violación.

El Garrote de Bronce ha sido otorgado a la decisión del Tribunal de Sentencia de Honduras que condenó a 18 meses de prisión a la defensora de los derechos de las mujeres Gladys Lanza, por “difamación y calumnia”, en un contexto de criminalización a las defensoras de derechos humanos.

Ganadoras Premio Mallete (Decisiones judiciales positivas para la igualdad de género)

El Mallete de Oro es para la decisión de Corte Suprema de Justicia de Colombia que por primera vez reconoce el feminicidio como delito, esto es, el homicidio de una mujer por razón de género, y hace énfasis en que este delito no es “un crimen pasional”. 

El Mallete de Plata lo ha ganado a la decisión del Tribunal Superior de Botswana por permitir la constitución de LEGABIBO, una organización de derechos para la comunidad LGBT, indicando que negarlo viola los derechos constitucionales a la igualdad de protección.

El Mallete de Bronce es para la decisión de la Corte Superior de Irlanda que determina que a una mujer con 18 semanas de embarazo y con muerte cerebral se le podía retirar el sistema de soporte vital, de acuerdo con los deseos de su familia, ya que continuar con el tratamiento le niega el derecho a una muerte digna y somete a su familia a una angustia inimaginable.

“Los Premios buscan mostrar el importante papel que tienen los jueces y las juezas en la vida de las personas, y en general en las sociedades, pues sus decisiones generan impactos positivos o negativos que pueden ser monitoreados y vigilados por personas de todo el mundo, con miras a que los pronunciamientos judiciales sean justos, igualitarios y no discriminatorios”, sostiene Tania Sordo Ruz, coordinadora de los Premios Género y Justicia.

Foto: archivo Amecopress 

Instalación “Zapatos Rojos”: reflexión contra violencia de género


Artista Elina Chauvet ha expuesto su obra en 7 países

Elina Chauvet estudió Arquitectura en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, en Chihuahua. Su formación inicial en artes fue de manera autodidacta, luego tomó diversos cursos y talleres sobre pintura, dibujo, cerámica, gráfica, medios alternativos y fotografía.

 
Actualmente la artista cuenta con ocho exposiciones individuales desde 1996 a 2013, y más de 40 exposiciones colectivas presentadas en Sinaloa, Chihuahua y Estados Unidos.
 
“Zapatos Rojos” es su más reciente trabajo. Se trata de una instalación pública que invita a la reflexión sobre las desapariciones y asesinatos de mujeres. El proyecto inició en 2009; ha recorrido ciudades de México y el extranjero.
 
Mónica Vázquez Delgado (MVD): ¿El arte puede producir cambios sociales?

Elina Chauvet (ECH): Desde mi perspectiva, sí; el arte es una herramienta o vehículo que transmite ideas y permite reflexiones, además de conectar emociones en los seres humanos. Utilizado de manera masiva, creo que sí puede tener alguna repercusión social si el tema que se aborda es un tema en común.
 
–MVD: ¿El género es una temática central en sus proyectos?

–ECH: Es un tema personal y que afecta a millones de mujeres, jóvenes y niñas en todo el mundo; este es un tema que toco muy a menudo, pero no exclusivo de mi obra, ya que también abordo otros temas sobre violencia, problemas sociales y políticos.
 
“El tema de la violencia de género está desde muy temprano presente en mi obra; con el tiempo mi lenguaje discursivo ha cambiado y ha emigrado de la pintura al volumen y de la galería al área pública, pasando del ámbito privado al público y al colectivo”.
 
–MVD: Acerca de su proyecto, la instalación pública “Zapatos Rojos” ¿cómo nació?

–ECH: Nace en Ciudad Juárez en 2009 con 33 pares de zapatos donados por mujeres juarenses. La primera instalación la realicé en avenida Juárez, la cual se conecta con Estados Unidos, un área donde se han suscitado desapariciones de jóvenes. El color rojo representa la sangre, pero también el corazón de la esperanza.
 
MVD: En la Ciudad de México, ¿también se presentó en el Palacio de Bellas Artes, no?

–ECH: En Bellas Artes no fue una instalación realizada por mí, sino por el equipo de grabación de una cadena de televisión estadounidense; la hicieron sin mi consulta.

RED DE SOLIDARIDAD   

“‘Zapatos Rojos’ viaja conceptualmente y se reproduce con todo su proceso en cada nueva ciudad que la alberga, creando una red de solidaridad. Los países en los que hemos estado son México, Italia, Argentina, Chile, Ecuador, España y Reino Unido.   

“Las instalaciones se prolongarán en los países interesados en el proyecto, pues mientras la violencia hacia las mujeres no sea un tema urgente en los espacios legislativos, ‘Zapatos Rojos’ continuará indefinidamente, ya que hemos conseguido que nuestro proyecto sea un símbolo de reflexión ante la violencia”.  

 –MVD: ¿El arte puede formar parte de ese medio para visibilizar la violencia hacia las mujeres? 

–ECH: Visibilizar la violencia hacia las mujeres en las sociedades machistas en las que vivimos es despertar la conciencia de los hombres y de las mujeres, es ir en contra de cánones, roles preestablecidos y aceptados, a pesar de la terrible desigualdad.   

“Yo desde mi espacio sólo pongo un grano de arena e invito a la reflexión; se necesitan millones de mujeres en todo el mundo trabajando desde sus espacios para lograr vislumbrar en algún futuro sociedades equitativas y pacíficas”.  

 –MVD: ¿En el extranjero, cuál es el tratamiento mediático acerca de la violencia hacia las mujeres en México? 

–ECH: Mi trabajo es nota internacional desde 2009; curiosamente en todos los países sucede lo mismo. En el extranjero es más visible la situación de México.   

*Este artículo fue retomado de la página Pikara Magazine.

Por: Mónica Vázquez Delgado*

Cimacnoticias | Madrid, Esp.- 

Argentina le pidió perdón a una joven originaria


 

Liz Noelia tenía 15 años cuando fue violada por tres jóvenes “criollos” en la zona del Impenetrable chaqueño.  Sus verdugos fueron absueltos por un tribunal de la ciudad de Presidente Roque Sáenz Peña que, entre otros argumentos para liberarlos, dijo que ella tenía “experiencia sexual previa”. El caso llegó a la ONU y más de diez años después el Estado Argentino reconoció su responsabilidad.

Por Belén Spinetta

COMUNICAR IGUALDAD- La reparación llegó para Noelia, quizás tarde, pero llegó. El Estado Argentino le pidió disculpas públicas, reconociendo su responsabilidad en las múltiples violencias que sufrió la joven qom. De esta manera dio cumplimiento a un dictamen del Comité de Derechos Humanos de la ONU de septiembre de 2011.

LNP, como la conocimos desde que se hizo público su caso, tenía 15 años cuando fue violada por tres jóvenes “criollos” en un pueblito del Impenetrable, en el Chaco.  La violación múltiple fue perpetrada por Humberto Darío Rojas, Lucas Gonzalo Anriquez y Leonardo Javier Palavecino, quienes para liberarla le hicieron prometer que no diría nada. Ella no eligió el silencio, eligió denunciar: durante más de tres horas la policía la tuvo de pie sin un/a intérprete que pudiera entender su llanto.  En el puesto sanitario, el médico de guardia se limitó a revisarla y la mandó de regreso a su casa. Pero las violencias no terminaron ahí para la muchacha; durante el proceso judicial, la investigación giró en torno a su experiencia sexual previa y tomando como uno de los fundamentos que no era virgen al momento de ser violada, un tribunal de la ciudad Presidente Roque Sáenz Peña absolvió a los acusados.

Finalmente, 12 años después, el Estado Argentino le pidió disculpas. Fue en un acto, encabezado por la Secretearía de Derechos Humanos de la Nación que se realizó el pasado 15 de mayo en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso.

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“Estoy muy contenta de estar aquí, agradezco a todas las personas… especialmente a Susana Chiarotti, Gabriela Felini y a las otras mujeres que me acompañan. Eso nada más, agradecida”, fueron las palabras que en su lengua originaria dirigió Noelia y que emocionaron a los presentes. Luis Alén, Subsecretario de Derechos Humanos de la Nación, fue el encargado de pedir perdón a la joven remarcando que “sobre la impunidad no se construye la democracia”. Lo propio hizo la titular de la Unidad de Coordinación Nacional para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, Victoria Montenegro: “Venimos a pedirte perdón a nombre del Estado (…) te agradecemos a vos y a tu familia la valentía que tuvieron de seguir adelante, de reclamar justicia, de no resignarte, y pararte desde donde te parás, no únicamente desde el lugar de haber sido víctima de esta violencia, sino desde un lugar desde el que multiplicás con el ejemplo”.

“No vamos a tolerar más la impunidad”

También estuvieron presentes en el acto Susana Chiarotti del INSGENAR  (Instituto de Género, Derecho y Desarrollo) y Gabriela Filoni de CLADEM (Comité de América Latina para la Defensa de los Derechos de las Mujeres). Ambas organizaciones  acompañaron a Liz Noelia durante todo el proceso que llevó su caso ante las Naciones Unidas y que terminó en la condena al Estado Argentino obligándolo a tomar medidas de reparación específicas para la joven, y otras en su misma situación, tendientes a evitar que hechos de este tipo se repitan.

“No se trató de una historia aislada, sino que reproduce un patrón de impunidad en estos casos; existen muchas LNP, muchas Noelias, a las que la justicia no es capaz de reparar el haber sido víctimas de un delito de violencia sexual”, afirmó Filoni.  La representante de Cladem agregó que “lo relevante de este caso es la valentía de Noelia quien con su decisión y tan solo 15 años de edad se animó a realizar la denuncia, y a pesar de un fallo adverso de la justicia pudo cambiar la historia y no sólo la suya, sino la de muchas mujeres”. Finalmente, mirando a la joven, aseguró que nada de este largo y productivo camino hubiera sido posible sin la valentía de Noelia y del acompañamiento de su familia y de su comunidad que la apoyaron durante estos 12 largos años. Nosotras hemos aprendido muchísimo de Noelia y quiero aprovechar la oportunidad para darle las gracias por habernos ayudado a ser mejores, a construir una ciudadanía mejor”.

A su turno, Susana Chiariotti de INSGENAR, enfatizó que esto tiene que ser también una alerta para los jueces “porque no vamos a tolerar más la impunidad”.  Recordó que “vamos a cumplir 30 años desde que se ratificó la CEDAW,  21 de que se incorporó a la Constitución y también 21 de que se firmó la convención de Belén Do Pará (…) es hora de que los jueces la apliquen, es hora de que se estudie en las facultades de derecho”. Luego de que su intervención fuera aplaudida por el auditorio, reclamó por “planes federales para contrarrestar la discriminación contra las mujeres, planes que tengan un presupuesto al lado y que estén basados en estadísticas serias; así vamos a poder eliminar el síntoma de la discriminación que es la violencia contra la mujer porque la violencia contra la mujer es un síntoma de una sociedad discriminatoria”.

Con este acto, el Estado Argentino avanzó en el camino de reparación de Noelia. Muchas jóvenes originarias como ella aún son invisibilizadas… resta mucho por hacer, pero las mujeres originarias van abriéndose paso y haciéndose escuchar.
Foto: de izquierda a derecha Liz Noelia y Victoria Montenegro.
Gentileza CLADEM.

Violencia de género como tortura


QUINTO PODER
Por: Argentina Casanova*

Costó mucho tiempo para que la sociedad empezara a reconocer la violencia de género contra las mujeres y esperamos que no cueste tanto, y que el tramo avanzado en legislaciones, sentencias y en los protocolos para juzgar con perspectiva de género promovidos por la Suprema Corte y otros organismos nacionales e internacionales, sean suficientes para empezar a promover sanciones contra la violencia como una forma de tortura que se ejerce contra las mujeres, mediada fundamentalmente por la parte más oscura: la omisión del Estado.

 
Hace unos días en Chihuahua se dio a conocer una nota en la que se informaba de la detención de dos mujeres, una por la comisión de un aborto, y la otra por ayudarla a cometerlo.
 
La noticia por sí misma constituye una de las formas que las recomendaciones de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) reconocen como situaciones que generan violencia contra las mujeres al no brindarles recursos hospitalarios para el acceso a la interrupción legal del embarazo.
 
A eso se suma una serie de factores que directamente tienen que ver con la omisión, la acción y la aquiescencia del Estado en la serie de violaciones a los Derechos Humanos (DH) de las mujeres, pero también a la comisión del delito de tortura, con la exhibición pública al ser obligadas a participar bajo coacción de servidores públicos en actos autoincriminatorios.
 
Se violó cualquier posibilidad de presunción de inocencia, se violó su derecho a un juicio y fueron exhibidas como responsables de un delito mostrando sus rostros, y peor aún, en las notas informativas que dan cuenta de su liberación de nueva cuenta se exhiben sus rostros.
 
En el país esta situación dio origen a acciones diversas, desde las organizaciones de defensa de DH de las mujeres en Chihuahua, hasta acciones organizadas por la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en México (Ddeser), que convocó en el DF a reunirse y manifestarse contra el gobierno de Chihuahua.
 
Cuando se habla de la violencia de género como una forma de tortura, algunas posturas asumen que se trata de una “exageración más”, una “aberración jurídica”, incluso hay quienes se oponen directamente a que incluso esto sea considerado en los casos de feminicidio cuando hay responsabilidad por omisión del Estado, pero en el caso que abordamos las condiciones nos permiten señalar directamente cómo y cuándo se ejerce la tortura contra las mujeres por el mismo Estado y en forma de violencia de género.
 
Este caso paradigmático comprueba lamentablemente todos los elementos de la tortura y ofrece las características para una interpretación progresiva hacia la prevención, y para establecer los elementos para garantizar la reparación integral del daño que han sufrido las dos mujeres víctimas de este hecho, conforme a los estándares internacionales.
 
La detención, acusación, coacción y exhibición de las dos mujeres corresponde completamente a un caso de violencia de género que es tortura, reúne los tres elementos de sufrimiento físico y mental para ambas mujeres por acción y también por la omisión del Estado al no proteger la identidad de ambas.
 
Presenta también la intencionalidad del acto, es decir, las y los servidores públicos que intervinieron en el proceso tenían claramente el objetivo de exponerlas para contribuir a un juzgamiento público.
 
Y el propósito de conseguir algo de ellas fue obligarlas a autoinculparse al ser presentadas ante los medios de comunicación como responsables de los hechos, autoincriminándose y además de no respetar los elementos fundamentales del Sistema Penal Acusatorio, violando la presunción de inocencia y mostrándolas de frente y en conferencia de prensa, como consta en las fotografías difundidas en los medios de comunicación.
 
La tortura se da por omisión al no otorgar la infraestructura o las condiciones para la realización del aborto, lo cual constituye por sí mismo una forma de tortura para las mujeres al criminalizarlo, la acción del Estado representado por las y los servidores públicos que intervinieron en el proceso de detención y coacción para la presentación como responsables de un delito, y por último la aquiescencia del Estado al colocarlas de frente a las cámaras de los medios, con la pena infamante al ser expuestas a la vergüenza pública para extender y prolongar así la tortura al plano psicológico, el honor y las posibilidades de continuar su vida cuando concluya el proceso.
 
Hay también otras formas de violencia de género que son también tortura, como ocurre con las omisiones en los casos de feminicidio, el trato inhumano y cruel que reciben las mujeres que se atreven a denunciar o buscan justicia, además de la violencia sexual como tortura, y ya hablaremos de esas otras formas.
 
*Integrante de la Red Nacional de Periodistas y del Observatorio de Feminicidio en Campeche.



CIMACFoto: César Martínez López
Cimacnoticias | Campeche.- 

Qué les toca a las diputadas?


A las nuevas diputadas, en la próxima legislatura, les toca vigilar que se cumpla con los derechos humanos y políticos de las mujeres, se haga justicia de género y que el presupuesto sea suficiente y se ejerza de manera eficaz, responsable y honrada.

Hay que explicar que además de su tarea primigenia de perfeccionar y crear nuevas leyes, las 209 diputadas que ocuparan a partir del próximo 1 de septiembre una curul en San Lázaro, como se decía en mis tiempos, van a acceder a la “más alta tribuna de la nación” para representar al pueblo  con dignidad y ética política.

También habría que decirles que han llegado hasta ahí, todas ellas y cada vez más, porque sus antecesoras, antiguas y recientes construyeron el andamiaje jurídico, social y político que ha dado lugar al perfeccionamiento de la ciudadanía de las mujeres.

Hoy, frente a la impunidad, toca desde esa curul y esa tribuna conseguir para las mujeres la justicia de género porque es inaceptable que en esta sociedad en la que hoy festejamos el avance político y la paridad, millones de mujeres sufran violencia, estén expuestas al hostigamiento cotidiano y muchas de ellas pierdan la vida. Por ello es su responsabilidad poner en la picota al poder judicial.

Desde su curul habrán de exigir buenas cuentas a quienes, teniendo los recursos para las políticas públicas que buscan prevenir, sancionar y erradicar la violencia; garantizar la educación y salud integral para niñas, adolescentes y mujeres, sacar de la miseria, la pobreza y el trabajo indecente de millones, no sólo los desvían y no los aplican, sino que con frecuencia inaudita, se los roban.

Y son responsables, por la vía del perfeccionamiento de las leyes y su cumplimiento, de ensanchar los caminos que permitan ir a la igualdad sustantiva o sea la igualdad de hecho, obstaculizada por las mentalidades retrógradas, en una ideología familista, religiosa y discriminatoria  que encuentra su justificación en lo que llaman cultura propia o costumbres.

No caminaremos en la igualdad sustantiva si esas mentalidades mantienen como aliados a los medios de comunicación, de la prensa antigua, al espacio digital, pasando por la radio y la televisión.

Las nuevas legisladoras habrán de examinar y perfeccionar las reformas constitucionales para los medios de comunicación.

La tarea les exige, como lo hicieron repetidamente sus ancestras, reconocer el valor de las alianzas, con generosidad política y sin dogmatismos, esa práctica entre mujeres nos han permitido ahora llegar a la paridad electoral y estar en el camino de la paridad horizontal –para los municipios-, nos falta paridad para todos los ámbitos de la vida.

También es urgente ir ahora por las alianzas con la sociedad plagada de buenas conciencias, capacidades académicas y organizativas.

Me dirán que es mucha la tarea. Bueno no están solas. Es evidente que las mujeres, consientes de cuál es el camino se encuentran por todas partes, en todos los distritos, municipios y ciudades. Y están, naturalmente las instituciones donde también hay muchísimas mujeres dispuestas a unir esfuerzos para que esta, la primera legislatura en donde las mujeres participaron en forma paritaria en la contienda, trabaje por el avance y el empoderamiento de millones de mujeres. Queremos igualdad y justicia de verdad.

http://www.alainet.org/es/articulo/170375  

La economía feminista y la soberanía alimentaria

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Hacia una comprensión del vínculo entre la economía feminista y la soberanía alimentaria

Sarai FARIÑAS AUSINA

UN DÍA IMPREGNADO DE LA PRÁCTICA DE LA ECONOMÍA FEMINISTA
Huerta de Alboraia (Valencia), seis menos diez de la mañana del 20 de diciembre de 1981. Amparo se despierta, busca las zapatillas palpando el suelo con los pies; los ojos aún cerrados; repasa de memoria las cosas urgentes antes de que sus dos hijas y su hijo se levanten: acabar de coser el vestuario para la obra de Navidad (las de pastoras están casi a punto pero al de rey Gaspar hay que coserle los bajos y acabar los puños); encender la cocina económica; dar de comer a las gallinas; preparar los desayunos y meter en la fiambrera la comida que preparó ayer para Vicent, su marido, que trabaja actualmente como asalariado temporero en la cosecha de la naranja y el resto del año en la cementera de Buñol. Después, cuando las niñas y el niño se hayan ido a la escuela, debe despertar a Isabel, su suegra, darle el desayuno en la cama, lavarla, peinarla y cambiar las sábanas. A las 9 tiene que estar en la consulta del médico para recoger las recetas, el 67 le deja cerca del consultorio y de paso puede comprar la sémola y las lentejas. A la vuelta hay que recoger del huerto las habas, las espinacas y las acelgas, también las coliflores, que están a punto. No debería dejar pasar de hoy para seleccionar las semillas de la alcachofa para la próxima siembra. Con eso, con los huevos de las gallinas y con los 6 naranjos de nável que tienen en la parcela, y que están llenitos, les va a dar margen para comer durante las Navidades y para vender lo que les sobre. Este año no hacen matanza en su casa porque decidieron no criar más cerdos, pero ella, junto a las mujeres de las alquerías vecinas va a encargarse de embutir, secar y conservar en frito toda la matanza de los Olivares, la familia vecina que aún conserva cerdos y vacas.

Por la tarde, ha quedado con su cuñada, que se acaba de separar de su marido y necesita un apoyo fuerte de alguien que sepa escuchar. Amparo es toda oídos. Después lavará la ropa (menos mal que han invertido en una Jata que le facilita muchísimo la vida) y preparará la cena y la comida para mañana. Ayudará a las dos mayores a acabar el último trabajo antes de vacaciones y se quedará tejiendo la chaqueta que estrenará su marido para Nochebuena. Mañana empieza otro día.
Un escenario común. Salvo algunas diferencias, podemos imaginar fácilmente la vida de una mujer en 2015, en Alboraia, Cochabamba, Cajamarca o Sodupe.
Esta economía doméstica del cuidado –a la que luego le dedicamos un pensamiento– es la que nos permite vivir una vida plena; nos lleva de la mano para poder llegar a ser seres dotados de las condiciones necesarias para poder transitar un mundo en el que la sostenibilidad de la vida sea la columna vertebral de nuestra existencia. Es una economía que produce bienes, servicios y cuidados, tanto materiales como emocionales que permiten satisfacer las necesidades fundamentales de las personas a lo largo de todo su ciclo vital. Por eso se habla de reproducción de la vida, son tareas que permiten que la vida siga adelante, sin parar.
 
INTRODUCCIÓN A LA COMPRENSIÓN HISTÓRICA DE LA ECONOMÍA FEMINISTA
Si retenemos el ejemplo de Amparo en Alboraia, no nos cuesta poner en evidencia que este trabajo ha sido históricamente feminizado –aquel atribuido histórica y socialmente a las mujeres– e indudablemente invisibilizado.
Durante muchos años en Europa –y actualmente en muchos contextos geográficos–, antes de la aparición y posterior desarrollo del capitalismo, los procesos de producción material y reproducción de la vida humana coexistían en un mismo espacio físico constituido por los hogares y las tierras colindantes de las que extraían el sustento alimentario familiar.
Cuando el capitalismo inunda con su lógica los procesos en los que se desarrolla la vida, se establece una separación entre el lugar destinado al trabajo para la producción del mercado, cuya productividad está marcada por el valor de cambio –que es el que posee una mercancía–, y el espacio destinado al trabajo para la reproducción de la vida (dentro de las paredes del hogar), cuyo motor es la creación de valor de uso –aquel que sirve para satisfacer una necesidad–.
Si nos detenemos en este punto, no nos costará llegar a la conclusión de que el primer trabajo (el destinado a la producción del mercado) es el que ha tomado un protagonismo clave en el pensamiento económico, pero también en nuestros propios imaginarios. Pensemos que la identificación de trabajo con dinero, ha supuesto la invisibilización de otro tipo de trabajos (los de cuidados) que además de sostener una vida digna de ser vivida, han contribuido a que el trabajo destinado a la acumulación de capital sea viable y posible.
Veámoslo con el ejemplo de Amparo y Vicent. "Ella no trabaja" podría ser una de las primeras sentencias que la lógica económica hegemónica y nuestra cosmovisión colonizada por el actual orden de las cosas daría por válida. Cuando hacemos la equivalencia de moneda por trabajo ocurren estos sinsentidos.
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Amparo mantiene diariamente un hogar en el que la vida renace cada día a base de esfuerzo físico, emocional y de su tiempo, que se estira tanto como la dignidad de la vida merece en cada momento. Ella, desposeída de cualquier insumo económico y de la propiedad de la tierra –que está a nombre de su esposo– no cuenta nada para el mercado. Sin embargo, su esposo, que trabaja por los meses de diciembre y enero en la recolecta de la naranja, aparece cada día lavado, planchado, almorzado, comido, cenado, con la madre limpia y sana, las hijas e hijo atendidos (en el más amplio concepto) y con la chaqueta que estrenará en Navidad a punto. ¿En qué medida contribuye ese trabajo feminizado que realiza su mujer para que la propia lógica del mercado siga funcionando como si nada?
Pues la crítica feminista al marxismo habla precisamente de esto. Al señor Carlos Marx se le olvida contabilizar cuánto han trabajado las mujeres de los obreros de las fábricas para que la lógica de acumulación capitalista pueda desarrollarse sin inconvenientes. En este sentido, se entendería que los únicos agentes económicos son las empresas, que producen bienes y servicios que luego llegan a los hogares y son los que permiten satisfacer las necesidades de la gente. Y aquí podríamos preguntarnos, al hilo de lo que cuestiona Amaia Pérez Orozco: cuando estos bienes y servicios llegan al hogar, ¿se transforman por arte de magia en vida, en personas sanas y saludables que todos los días funcionan?
La economía feminista, en una de sus múltiples vertientes, pretende recuperar todos los trabajos que están haciendo de vínculo entre esos procesos de mercado y la vida de facto
     Tanto la soberanía alimentaria como la economía feminista hacen patente la relación imposible entre la sostenibilidad de la vida y la actual lógica productivista.  

ECONOMÍA DE LOS CUIDADOS Y COSMOVISIONES CAMPESINAS
En este punto es interesante detenerse en uno de los conceptos que surge dentro de la economía feminista y que presenta su más resbaladizo lado cuando lo miramos en los espejos de la cotidianeidad: la economía del cuidado. No por casualidad, en los 70, este concepto se rechaza por muchas de las corrientes feministas, al sugerir que la idea de cuidado es muy fácilmente aceptada por visiones que feminizan e incluso maternalizan el cuidado, naturalizándolo como lo propio de las mujeres/madres. Cuando Clara Murguialday preguntaba abiertamente a un grupo de hombres en Nicaragua si sentían que sus mujeres hacían todo el trabajo de cuidados a cambio de amor, y porque les venía dado por naturaleza, la respuesta era contundente: “Sí”. Es en este punto donde la vida diaria nos invita a sentarnos en la silla de pensar: “¿Cómo recuperar el concepto de economía del cuidado para que sea liberador para todas aquellas mujeres cuidadoras que han intercambiado cuidados por afecto?”
Las mujeres campesinas, en sus múltiples identidades –como mujeres y como campesinas– han cumplido un mandato de género que tenía un pilar central: ser cuidadoras. Durante mi etapa en Guatemala, una mujer de Sipakapa me contaba cuál era su jornada laboral –ahora que un proyecto de cooperación le había “obsequiado” con paneles solares y habían conseguido consumirle hasta la última gota de su fuerza alargando la jornada laboral 2 horas más, que utilizaba para tejer–. Cada paso de esos exhaustos días que la compañera relataba tenía que ver con unos cuidados que ofrecía a fondo perdido a su familia y a su comunidad, y que permitían, en última instancia, sostener la vida. Es complejo intentar abordar este tema desde una pretendida neutralidad a la que me niego a acogerme porque creo que no existe, por eso os dejo con el interrogante: ¿Cómo tender puentes entre la certeza de que la mujer carga con los cuidados que deberían pertenecer a la totalidad de la comunidad y el respeto a cosmovisiones campesinas que imprimen un mandato de género que dicta que es la mujer quien debe cuidar?
 

ECONOMÍAS FEMINISTAS EN PLURAL
Es importante entender que la economía feminista es diversa y plural. Depende de quién escribiera este artículo, leería la vida de Amparo y Vicent de una forma muy distinta con soluciones dispares.
Desde la economía del género, que se conoce como el "añada mujeres y revuelva", podríamos decir que el trabajo es aquello que pasa dentro de la monetarización de la vida. Así que en este sentido, lo ideal sería que Amparo accediera al mercado laboral en igualdad de condiciones con Vicent. No cuestiona el sistema económico capitalista y heteropatriarcal y entiende el trabajo como aquello que se intercambia por el salario.
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La economía feminista más integradora le diría a Amparo: "Nena, tienes que lograr redistribuir el trabajo doméstico con tu marido", aludiendo al supuesto de que hay una actividad económica invisible dentro de los hogares, e instaría a Amparo a que se haga presente en el mercado laboral para adquirir poder de decisión vinculado a la remuneración.

 
Desde la economía feminista de la ruptura se plantea un crack con los conceptos de hombre y mujer. Esta economía le preguntaría a Amparo: "Cariño, ¿tú crees que eres mujer solo porque has nacido con dos tetas o crees que la sociedad te ha inculcado muchas cosas sobre cómo ser mujer?" Y nos iríamos a la mítica frase de Simone de Beauvoir: "No se nace mujer, se llega a serlo".
Desde esta perspectiva, también se plantea pensar en que el capitalismo ha hecho que veamos una diferencia entre trabajo y vida cuando, en realidad estas barreras no son obvias en contextos culturales distintos al nuestro. Y le preguntaría a Amparo: "¿Qué diferencia hay entre cuando estás haciendo mermeladas para vender a tus vecinas y cuando las estás haciendo para consumirlas en la casa? ¿Qué es trabajo y qué es vida?"
Además la economía feminista de la ruptura hace una pregunta básica: ¿qué lógicas reproduce el trabajo remunerado masculinizado y el trabajo no remunerado feminizado? Y le diría a Amparo: "Fíjate que el trabajo que tú haces –coser, cuidar de tu suegra, seleccionar las semillas para autoconsumo, recolectar los alimentos y transformarlos en comida, consolar a tu cuñada, etc.– ayuda a sostener una vida digna, no daña la naturaleza y es no remunerado, mientras que los trabajos que hace tu marido en la cementera de Buñol no ayudan de igual manera que el tuyo a sostener una vida digna, contribuyen a dañar la naturaleza y están remunerados".
Esta perspectiva, además hace hincapié en que los seres humanos somos interdependientes y ecodependientes.
EL DISCURSO Y EL LENGUAJE DE LA SOBERANÍA ALIMENTARIA
Por Mayté GUZMÁN MARISCAL

     El diccionario también ha sido asesinado
por la organización criminal del mundo.
Ya las palabras no saben lo que dicen.
Eduardo Galeano (Tomado del documental El orden criminal del mundo).
Las palabras construyen el entorno en que vivimos. Los intercambios del lenguaje, como explica P. Bourdieu, no son meros actos comunicativos, sino que encubren y reflejan relaciones de poder. De la misma manera, Foucault afirma que no solo existe una dicotomía entre el discurso aceptado y el discurso excluido o entre el discurso dominante y el discurso dominado, sino una multiplicidad de elementos discursivos que pueden actuar en estrategias diferentes.
El capitalismo ha conseguido acaparar el discurso cuando de manera sistemática "monopoliza" los conceptos y los "(di)simula" imponiendo una visión retórica y normalizada: por ejemplo, nos habla de crisis alimentaria para no evidenciar responsabilidades en el padecimiento del hambre, la pérdida de soberanía alimentaria, la especulación con los alimentos, los desplazamientos humanos y el acaparamiento de tierras o la desigualdad de oportunidades en el acceso a necesidades básicas.
La mirada ecofeminista también somete a revisión crítica conceptos que sostienen la cosmovisión occidental: ciencia, economía, trabajo, producción o explotación, frente a ideas fundamentales como vida, reproducción, diversidad, soberanía alimentaria, agricultura, resistencia colectiva, bienes comunes, justicia ambiental o derechos de la naturaleza.
En términos generales, el carácter transformador que emana de las propuestas discursivas de las economías feminista, social y solidaria y en particular, la propuesta discursiva del movimiento de la soberanía alimentaria, nos plantea también necesidad de una revisión continua del lenguaje que utilizamos, ya que el lenguaje es la condición para la constitución de personas políticas, y es lo que nos permite cambiar las prácticas del SABER y del HACER. 

ECONOMÍA FEMINISTA, SOBERANÍA ALIMENTARIA Y DEFENSA DEL TERRITORIO
Retomando la interdependencia y la ecodependencia nos preguntamos: ¿Qué tienen en común la economía feminista y la soberanía alimentaria?
Esta pregunta puede ser respondida de manera muy simple. Para la economía feminista hay una tensión permanente que tiene su origen en el conflicto capital-vida. Amaia Pérez Orozco lo explica con algunas claves de la economía marxista: para el capitalismo la máxima es la acumulación de beneficios y utiliza la vida como un medio para lograr su objetivo.
Es decir, una lógica que avala modelos de producción (también modelos de producción agrícola) que atacan sistemáticamente la vida porque su fin último es la acumulación. Y esta, en última instancia, se sostiene de la expoliación de los territorios y del trabajo invisibilizado de sujetos históricamente femeninos. Tanto la soberanía alimentaria como la economía feminista hacen patente la relación imposible entre la sostenibilidad de la vida y la actual lógica productivista.
Para desentrañar más la relación, nos ubicaremos en el epicentro de la Alboraia del 2015 para comprender a una Amparo que ha crecido unos años y que nos iluminará con un relato imaginario pero, como dicen las películas de tarde, basado en hechos reales.
La aprobación de un Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) está poniendo en jaque la supervivencia de las familias rurales de la huerta valenciana. Amparo, que ha tenido una vida dedicada a sostener un hogar digno –con todo lo que ello implica– no soporta ver cómo los intereses de unos pocos van a tirar por la borda toda una vida. Su casa y la huerta de la que tantos años han comido se puede venir abajo. Su imaginario relato nos pasea por el patio interior donde un armario cansado de soportar intemperies se abre para mostrarnos unos 40 botes de cristal que contienen semillas. Sin nombre. Dice ella que sería capaz de reconocer las semillas de los diversos tomates solo tocándolas. Entre lágrimas nos pregunta que dónde va a plantar ahora ella estas semillas que durante tantos años ha seleccionado. Ella es quien las ha escogido celosamente y ha conservado las especies de su tatarabuelo para que sus nietos continúen plantándolas. Habla bajo y vuelve a preguntar: "¿te crees que esto no lleva trabajo?" Un trabajo invisible, no remunerado, feminizado, que sostiene la dignidad, que alimenta a una familia y que pone en jaque la lógica productivista de la agricultura como simple negocio, ubicándola, con el delicado trabajo vital de Amparo, en el centro de una eco-economía (o economía de la vida) frente a la economía de la muerte del PGOU o –como dice mi compañero Horacio Machado– frente a la necroeconomía.
Pero Alboraia en 2015 es la hermana gemela de Cajamarca en este mismo año. Y el PGOU, el hermano gemelo de la minera Yanacocha. Como decíamos al principio, un escenario común. En esta provincia del norte del Perú, las transnacionales mineras están atacando sistemáticamente la vida, poniendo en peligro las cabeceras de cuenca y contaminando los acuíferos que garantizan la supervivencia de las familias campesinas en nombre de la lógica de producción. Amparo podría ser en este caso doña Blanca y nos encontraríamos con una campesina peruana que pone en práctica las recetas de la economía feminista para defender una soberanía alimentaria. Una campesina que se cuestiona en voz alta por qué el trabajo de las mujeres –que ha consistido desde que ella tiene razón de ser en proteger a la familia y a la comunidad con su trabajo en la chacra (huerto familiar)– nunca ha sido reconocido, ni con dinero ni con las gracias. Y al mismo tiempo levanta la mirada y con una voz dolorosa vuelve a preguntar: "¿Y por qué el trabajo que han hecho los hombres históricamente (y mira hacia la mina) ha estado tan bien pagado y, sin embargo, ha destruido a nuestra madre tierra y nos ha quitado los alimentos sanos para vivir bien?"
Blanca y Amparo nos dan la clave, pues, para comprender la soberanía alimentaria, la defensa del territorio y la economía feminista de la ruptura como tres claves íntimamente unidas para la derrota del capitalismo patriarcal.
Sarai Fariñas Ausina
Plataforma per la Sobirania Alimentària del País Valencià
Socióloga. Desarrollando la tesis doctoral sobre el papel de las mujeres en el conflicto minero conga. Cajamarca, Perú.
Ilustraciones: María Maraña