3/09/2013

No al expolio de nuestros cuerpos, no al expolio de nuestras vidas




Madrid: Manifiesto de las mujeres de Comisión Feminista 8 de Marzo

Redacción AmecoPress

Madrid, 05 mar. 13. AmecoPress.- El 8 de Marzo de 2013, salimos gritando, seguimos luchando contra el expolio de nuestros cuerpos, de nuestras vidas.

Mujeres diversas y comprometidas ocupamos juntas nuevamente las calles este día tan importante, el día internacional de las mujeres para continuar el proceso de la lucha y reivindicaciones feministas por nuestros derechos.

Salimos una vez más de Jacinto Benavente, porque nos afianzamos en nuestra lucha histórica feminista. Con este nuevo recorrido visibilizamos los reforzados ataques contra los derechos de las mujeres.

Protestamos contra el heteropatriarcado capitalista que se apropia de nuestros cuerpos y nuestras vidas, los somete, explota y controla. Denunciamos el brutal retroceso de nuestros derechos.

La avalancha de recortes económicos y políticas de ajuste y restricciones de derechos ante su generada crisis financiera son únicamente una excusa para dar otra vuelta de tuerca hacia el refuerzo y fijación cada vez más voraz del sistema Neoliberal Heteropatriarcal. Sistema jerárquico, sexista, racista y clasista que explota tanto a las personas como a la naturaleza con la única finalidad del enriquecimiento de unos pocos, cuya consecuencia directa es el aumento de la feminización de la pobreza.

Denunciamos

- El desmantelamiento del ya deficiente estado del bienestar, el brutal retroceso de los derechos laborales, la progresiva privatización y recortes de servicios públicos: sanidad, educación, servicios sociales y atención a la dependencia que deriva los costes hacia las mujeres relegándolas nuevamente al espacio privado y empeorando nuestras condiciones de vida, aumentando nuestra pobreza y acrecentando la desigualdad entre hombres y mujeres.
- Los recortes y ataques específicos a las políticas de igualdad y en particular a las ayudas, servicios y prestaciones para la erradicación de las violencias machistas, para garantizar el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos y de la Interrupción voluntaria del embarazo. Rechazamos la anunciada vuelta atrás en la legislación sobre la salud sexual y reproductiva e interrupción voluntaria del embarazo planteada por el Ministerio de Justicia.

- Este ataque general a las condiciones de vida, afecta de un modo más virulento a las mujeres migrantes, gitanas, familias monomarentales, mujeres con diversidad funcional…

- Con la excusa de la crisis se está silenciando la voz de las mujeres y de sus organizaciones consiguiendo que desaparezcan los ya escasos cauces de participación social y ciudadana.

Exigimos

- El rechazo unánime a un modelo heteropatriarcal de mujer única, privada y doméstica, así como la invisibilidad y explotación del trabajo reproductivo y de los cuidados.

- Una organización política, social y económica que ponga en el centro a las personas. La reorganización social de los cuidados y la apuesta por el bien vivir. NO DEBEMOS, NO PAGAMOS.

- El ejercicio de una sexualidad libre y diversa. Una educación afectivo-sexual no determinista, no biologicista e igualitaria que garantice el libre desarrollo de las identidades de mujeres lesbianas, bisexuales y transexuales, así como el mantenimiento de relaciones afectivas y sexuales elegidas, respetuosas, placenteras y saludables.

- El reconocimiento de todas las familias y modelos de convivencia, así como la creación de redes de afectos, apoyo mutuo y sororidad.

- El incuestionable derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos, afectos, sexualidad, y maternidades, siendo obligación del Estado garantizar el acceso libre, seguro y gratuito al aborto eliminando cualquier restricción legislativa. Instamos la salida inmediata del aborto del código penal excepto cuando se practique en contra de la voluntad de la mujer.

- Un Estado laico, que garantice los derechos humanos y la pluralidad de todas las personas. ¡FUERA LOS ROSARIOS DE NUESTROS OVARIOS!

- La garantía por parte de los poderes públicos de una vida libre de todas las violencias machistas y discriminaciones para todas las mujeres.

SEGUIMOS LUCHANDO CONTRA EL EXPOLIO DE NUESTRAS VIDAS Y DE NUESTROS CUERPOS

Foto: Archivo AmecoPress. 

Las mujeres son más longevas que los hombres, pero ellas no tienen mayor calidad de vida


marzo 4, 2013

Carme Valls Llobet, es Especialista en endocrinología, profesora de la Universidad de Barcelona, España. Pertenece a la ONG Centro de análisis y Programas Sanitarios cuyo objetivo es investigar poner en evidencia las diferencias del género en la salud y en los servicios sanitarios y proporcionar a las mujeres el aceso a la unformación y los recursos para mejorar su calidad de vida. Es autora de varios libros de divulgación médica.
 C.Cruz de Garibay *

Cuando nuestra entrevistada estudiaba Medicina en Barcelona, España, dice que en la Facultad se mantenía el principio  de que el cuerpo del hombre y la mujer eran iguales  lo masculino. Así constató por primera vez que las mujeres somos invisibles para la Ciencia, algo que ha denunciado en numerosas ocasiones y que ha recogido en su libro “Mujeres invisibles”.Dra_Carme

Hoy en día, la sociedad admite que la salud de las mujeres depende de factores biológicos, psíquicos y sociales, pero desde hace muy pocos años la ciencia médica ha pasado por alto hay patologías, factores de riesgo y  de motivo de consulta que, en el caso de las mujeres, merecen una atención terapéutica diferente.

“Mujer enferma”

¿El tópico “mujer enferma”, mujer eterna”, ¿ha servido de argumento a la ciencia médica para no tomar en serio algunas de las dolencias femeninas o incluso para considerarlas de carácter psicológico?
_Este tópico con otros, obedece más a una mirada patriarcal sobre las mujeres y por considerar poco importante e inferior todo lo que hacen, sienten o dicen. Las mujeres tienen una vida más larga que los hombres, pero no mayor calidad de vida.
_Esa longevidad y el hecho de que la mayoría de las patologías que presentan sean de carácter crónico, ha hecho minusvalorar el malestar de la mujer,  y tratar con ansióliticos y antidepresivos sus síntomas. ¿No es una psicologización, es convertir en psiquiátricos las dolencias de las mujeres?.

¿Esta costando mucho introducir la perspectiva de género para que cambie el enfoque tradicional de salud?.

_Sólo hace unos 20 años que en muchos países del mundo, incluido España, se realizarfon congresos y se fornmaron redes para visibilizar  los problemas de salud de las nujeres. Desde entonces a través de la REDCAP hemos estado en contacto profesionales de salud en todo el Estado, y desde hace más de 15 años   hemos colaborado con Emakunde (Instituto Vasco de la Mujer), que ha sido uno de los primeros institutos de la mujer que ya me invitó hace años para hacer formación a profesionales de salud  conperspetiva de género. La creación posterior del Observatorio de la Salud de la Mujer ha colaborado mucho en esas tareas.
Con la incorporación de las mujeres al mundo laboral, ¿se han detectado patologías o factores de “riesgos considerados “masculinos” exclusivamente hasta hace poco,  como el estrés o los infatos de miocardio?
_Sí, hemos visto que las condiciones de trabajo pueden provocar graves problemas de salud sin respetar la supuesta protección al infarto de las mujeres. Hace veinte años que ya se comprpróbo en las cadenas de montaje de la fábrica Volvo que las mujeres podían padecer infartos de miocardio igual que los hombres. Las exposiciones a sustancias químicas, o el estrés físico y mental actúan como disruptores endocrinos en el cuerpo de hombres y mujereso, pero estas ultimas son más vulnerables, porque alteran el ritmo menstrual y son un factor de riesgo para enfermedades como la fribromialgia y la sensibilidad qímica múltiple o no o para el cáncer de mama.

Mujer y trabajo

¿De qué manera influye en la salud de las mujeres el trabajo no remunerado, la doble jornada o la labor de cuidadoras de otras personas?

_Aumentado las condiciones de estrés físico y mental, con un aumento del dolor y de los problemas de músculos y articulaciones. En especial la contractura de músculo trapecio (que las personas confunden con el dolor de cervicales) hace que el dolor del cuello sea el primero que se pone de manifiesto en el estrés mental, en las profesiones que se ejercen en contacto con las personas (maestras, enfermeras, médicas). Cuando las jornadas son interminables, las hormonas de la glándula suprarrenal alteran su ritmo diario (circardiano) y altera  el ritmo la calidad del sueño, por lo que el reposo nocturno no permite la recuperación.

¿Y las condiciones medioambientales, afectan de la misma manera a mujeres y hombres?

_No de la misma forma porque la mayoría de productos que pueden ser tóxicos son liposubles, o sea, se depositan  las células grasas, y las mujeres por el hecho de tener un cuerpo preparado para dar la vida, tienen un 10% más de grasas que los hombres, absorben en su cuerpo más tóxicos, como ha sido el caso de los insecticidas. En exposiciones laborales de insecticidas preventivas, las mujeres han quedado más afectadas que los hombres en el sistema neurológico, endocrino, e inmunológico.

La mujeres peor calidad de vida

“Los siete a diez años que las mujeres viven más que los hombres se viven con peor calidad de vida quelos hombres. Por ello nuestras investigaciones y programas (CAPS) se han centrado en estudiar todas las patologías que pueden emperorar la calidad de vida de las mujeres” (Carme Valls Llobet) www.caps.cat.
FUENTE*Revista Emakunde. Instituto Vasco de la Mujer. Primavera 2012

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Mujer(8)


La violencia contra las mujeres es estructural; el Estado, responsable: Carolina Grajales




Por Andrea García Vázquez Estudiante de Ciencias de la Comunicación

'No nacemos mujeres, nos enseñan a serlo', y es así como desde pequeñas, a las niñas se les va entrenando mediante el juego a ser mamás, a preparar la comida; estigmas que la sociedad impone y que en la mayoría de veces resulta en violencia de género.


Foto: Andrea García Vázquez/MujeresNet


México, D.F. /MujeresNet.-Durante la XXXIV Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, se llevó a cabo el 23 de febrero en el salón "Manuel Tolsá", la conferencia "La liberación de la mujer y de toda la humanidad", a cargo de la socióloga y maestra de la UNAM Carolina Grajales Valdespino, quien dijo sentirse agradecida por la presencia de un auditorio lleno ya que el tema de la violencia a muchos les resulta indiferente. Estuvo acompañada de Ángel Sandoval Hernández, y como moderadora María Esther Navarro Lara.
La violencia contra las mujeres se cree tan normal que hasta llegamos a encontrarla en refranes, canciones, y justificada con argumentos como "pues mira cómo se viste, ella tiene la culpa", "lo cual es una completa aberración ya que tenemos el derecho de vestir como se nos pegue la gana", expresó la socióloga Grajales Valdespino.
La violencia contra las mujeres no es social ni cultural únicamente, la ponente explicó que se trata de algo estructural, ya que se encuentra en lo económico, en lo social, en lo institucional, político y cultural, lo que se traduce en desigualdad, discriminación, exclusión y violación de sus derechos.
La ponente comentó que lo único que hace diferentes a las mujeres de los hombres es la composición biológica u órganos sexuales; pero que se han ido adquiriendo atribuciones y asignaciones sociales de que las mujeres tienen que ser "lindas, tiernas y coquetas", mientras que los hombres "rudos, violentos, mandones", características que sólo son aprendidas pero que han contribuido a la desigualdad y violencia contra las mujeres.
De acuerdo a la Ley General de Acceso a una Vida Libre de Violencia, todo acto de violencia basado en el género del que resulte un daño físico, psicológico, privación arbitraria de la libertad, se considera violencia contra la mujer.
La ponencia fue enfocada hacia el feminicidio como violencia extrema hacia las mujeres, recordando a las asesinadas de Juárez, donde debería existir, expresó la ponente, "un monumento en memoria de lo que no cumplió el Estado mexicano", lo que se traduce en impunidad e incumplimiento de las leyes porque "no pasa nada si alguien mata a una mujer". El Estado es responsable de feminicidios cuando éste no les da garantías a las mujeres ni mucho menos crea las condiciones seguras para su desarrollo en cualquier ámbito.
Para concluir, se resaltó que se debe de exigir eficacia por parte de las autoridades, quienes son también las encargadas de promover los derechos humanos, la cultura de igualdad y de la diversidad; y ante la violencia, hacer valer la ley y la justicia. "Por la vida, las libertades y los derechos de las mujeres".

Mujeres ante una crisis de representación


Joan Erakit entrevista a JULIE BURTON, del Women’s Media Centre

NACIONES UNIDAS, 4 mar (IPS) - Que las mujeres estén poco representadas en la industria de los medios de comunicación debería sorprender a pocos. La severidad de este desequilibrio y sus consecuencias, sin embargo, son menos obvias. Estas desigualdades fueron objeto de una investigación del Women’s Media Centre (WMC).
El informe anual 2013 del WMC, "The Status of Women in the U.S. Media" (El estatus de las mujeres en los medios de Estados Unidos) también sugiere maneras de abordar estas disparidades.

El reporte fue compilado por Diana Mitsu Klos, estratega de medios, y debería servir como "un llamado de alerta para la industria de los medios, y para los consumidores, en cuanto a que no estamos viendo, oyendo o leyendo la historia completa", dijo a IPS la presidenta de WMC, Julie Burton.

La entidad que dirige considera que, para proteger la cultura democrática, las audiencias tienen que entender la gravedad de este problema, y que una representación desigual de mujeres en el periodismo y las demás áreas de la comunicación hace más difícil brindar perspectivas justas y diversas sobre los hechos.

WMC trabaja para superar la persistente brecha de género, capacitando a mujeres para que estén listas para trabajar en los medios, controlar el sexismo y las prácticas injustas, además de organizar campañas y peticiones para que quienes están en el poder asuman su responsabilidad.

Burton dialogó con IPS sobre las conclusiones del informe y sobre los desafíos que enfrenta la industria de los medios de comunicación.

IPS: ¿Qué relación hay entre diversificar los medios de comunicación y construir una democracia sana?

JULIE BURTON: Sabemos que las mujeres constituyen más de la mitad de la población, pero en los medios no las vemos ni las oímos en igual cantidad que a los hombres. Hay una crisis de representación para las mujeres. Esto también ocurre con las personas que no son de raza blanca, que para el año 2050 también serán mayoría en este país.

Al decidir quién habla, los medios definen la historia que nos transmiten. También presentan una imagen de cuál es nuestro rol en la sociedad. Queremos que los medios relaten la historia completa, y que todos nos beneficiemos de eso. También es una cuestión de credibilidad. Si queremos una democracia sana, nuestros medios y nuestra sociedad deben representar plenamente las voces y las contribuciones de todos y todas.

IPS: Cuando una mujer se gradúa de la universidad y obtiene un título de periodista pero no consigue trabajo en esa área, ¿qué cree usted que está ocurriendo? ¿Se alienta a las mujeres a postularse a empleos periodísticos?

JB: El informe muestra que las mujeres están obteniendo empleos en relaciones públicas y publicidad, y eso es una buena noticia. Pero en lo relativo a los puestos en la sala de prensa, el desafío continúa. La inserción laboral no solo tiene que ver con el talento, sino también, a veces, con a quién conoces. Esos contactos y redes importan.

Tenemos la esperanza de que las mujeres jóvenes no se desalienten demasiado y continúen buscando oportunidades en el periodismo. Además, la industria de las noticias en su totalidad se está reduciendo, dado que cada vez más personas se informan electrónicamente. Pero las mujeres de todos modos continúan esforzándose por lograr la igualdad en las plataformas de medios en Internet.

IPS: La actual industria mediática, ¿es diversa y apoya a las mujeres?

JB: En este momento, 96 por ciento de todos los puestos influyentes en las empresas estadounidenses, incluidos los medios, son ocupados por hombres. Podemos y debemos mejorar ese aspecto. Hemos avanzado, pero todavía queda mucho por hacer.

Los medios de comunicación son una de las fuerzas más poderosas en nuestra cultura y nuestra economía. Nos dicen quiénes somos y qué podemos ser. Necesitamos asegurarnos de que quién defina nuestra historia, quién la cuente y de lo qué se trate represente a mujeres y hombres por igual.

IPS: ¿Cree usted que nuestra sociedad toma más en serio la opinión de un hombre que la de una mujer? ¿Es cuestión de credibilidad o de preferencia?

JB: La semana pasada celebramos la presentación del documental "Makers – Women Who Make America" (Hacedoras: Mujeres que hacen Estados Unidos), que relata cómo las mujeres han moldeado a Estados Unidos en los últimos 50 años y habla de las mujeres visionarias y revolucionarias que escribieron nuestra historia colectiva.

Hemos logrado avances, pero tenemos un largo camino por recorrer. La mala noticia a propósito de mujeres y medios es que, aunque sabemos que ellas constituyen más de la mitad de la población, no las vemos ni oímos en igual cantidad que a los hombres.

Esto implica divisiones según el género, y se reflejan en las fuentes citadas en los reportes, en las mujeres que están delante y detrás de cámara.

A las mujeres nos llevó 144 años de duras luchas obtener el derecho al voto. Como dijo Frederick Douglass, "el poder no concede nada sin una demanda". Y los hombres han ostentado prácticamente todo el poder en nuestra sociedad durante mucho tiempo. Eso está cambiando, pero con demasiada lentitud. El Women’s Media Centre trabaja se esfuerza mucho para que el statu quo valore por igual las voces de mujeres y hombres. 

Día Internacional de la Mujer Trabajadora: las costureras

MONEDERO
LABORAL
   

Especial | Retomada del sitio losandes.com.ar
Por: Carmen R. Ponce Meléndez*
Cimacnoticias | México, DF.- 

“A la pregunta de ‘¿y si se enfermaba?’, de inmediato exterioriza que el enfermarse era un lujo que no podía darse. Iba a trabajar aunque tuviera problemas de salud, pues no le pagaban las incapacidades.

“Durante la segunda entrevista, cuando narró cómo se sintió durante el trabajo y al salir de él para llegar a la segunda jornada que las mujeres no pueden evadir y expresaba su percepción de estar siempre todo el tiempo apresurada.

“Se convierte en una necesidad ocultar las enfermedades o no atenderlas, hacer caso omiso de malestares para no tener que dejar de trabajar; porque de hacerlo disminuirían sus ingresos, que en su situación era impensable: ella debía sostener a su familia”.

Es la historia de Magaly, costurera del Distrito Federal, pero también de muchas otras trabajadoras del país. Su entrevista fue recabada y analizada por la doctora Margarita Pulido, autora del libro “El lujo de enfermar. Historia de vida y trabajo”, editorial Miguel Ángel Porrúa/CEAPAC.

Estudio que representa una aportación importante a varios temas: la problemática de salud de las mujeres trabajadoras con el caso emblemático de las costureras.

También es una contribución a los estudios de género, y los relativos a la dupla mujer-trabajo, muy a propósito del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, su lucha de resistencia y sus reivindicaciones, en las que destaca el derecho a la salud.

En su condición de género padecen la enorme distancia que provoca el doble mandato: la exigencia de ser modernas, pero al mismo tiempo se les apremia a seguir los roles tradicionales:
cuidadoras de los miembros del hogar, trabajo doméstico no remunerado y ser productivas en el empleo, sin contar con una infraestructura que las apoye, pero eso sí,  una supraestructura ideológica que permanentemente las somete, evalúa y las condena.

Son la Iglesia, el Estado y la familia los núcleos donde esta ideología patriarcal refuerza el papel masculino dominante, su finalidad de producir mujeres dóciles y sometidas en la casa y en el trabajo remunerado.

Un escenario donde siempre está presente la violencia. Magaly narra que fue objeto de una violación sexual, la familia la condena y le quita a su hijo como castigo, obvio ella es la culpable.

Magaly calla y asume su culpabilidad como algo “natural”, el entorno social protege al violador y a ella la condena; las cifras del silencio.

Ocultar la percepción del sufrimiento, de insatisfacción con las condiciones de trabajo y de vida llega a formar parte indisoluble de la forma de enfrentar la dominación resistiendo.

El callar, el ocultar el dolor es lo habitual en el intento de no derrotarse totalmente, de no sucumbir… la necesidad de “actuar con una máscara” en la presencia del poder produce una presión equivalente que no se puede contener indefinidamente.

Magaly ha interiorizado que la vida de una mujer es valiosa sólo en función de los otros, de vivir para otros, los hijos y en general los miembros de su familia; trasgredir el mandato de la maternidad sólo se les permite a los hombres.

Ella se explica su situación por la forma en que la sociedad y la familia han construido su identidad, cuando en realidad ha sufrido un doble despojo. La vergüenza, la culpa y la impotencia ante este hecho minaron su salud; el estrés está presente.

Las enfermedades crónico-degenerativas –como el cáncer, la hipertensión arterial o la diabetes mellitus– son los padecimientos más frecuentes y constituyen las causas principales de muerte en el país. Están estrechamente relacionadas con el estrés y su origen se ubica con mayor frecuencia en el trabajo. Magaly refiere un cáncer cérvico uterino.

El estrés está implícito en su entorno laboral. El trabajo a domicilio y el desempleo son el marco en el que se desenvuelven las y los trabajadoras de la costura.

Las demandas relacionadas con el tiempo; ellas deben trabajar a ritmos intensos para poder entregar a tiempo las prendas elaboradas; realizar tareas parcializadas y muy repetitivas, la productividad que los productos deben tener lo exige así; aceptar un sistema de pagos injusto, dada la situación de desempleo y la competencia entre sus iguales, esto les impide realizar una negociación justa de la remuneración por su trabajo.

Así, los principales padecimientos que presentan las trabajadoras de la costura son conjuntivitis crónica, várices, lumbalgia, trastornos músculo-esqueléticos, fatiga crónica, cefalea tensional, ansiedad, trastornos del sueño y sordera.

Debe tomarse en cuenta que la forma de pago es a destajo, lo que significa que cualquier demora en la productividad implica tensión, ya que los ingresos dependen del número de prendas producidas, intensificando las jornadas y con ello más daño a la salud.

Cuando supuestamente están “descansando”, y se sientan a ver la televisión aprovechan para remendar la ropa gastada de sus familiares o elaboran manteles y otro productos con lo que esperan obtener ingresos extras para su familia, pero no, ellas no “trabajan”, dicen, “sólo ayudan al esposo”, al padre, al hermano.

El trabajo a domicilio que realizan estas mujeres se caracteriza por la remuneración pequeña e irregular y por carecer de los beneficios de la seguridad social. Quienes desempeñan estos trabajos se encuentran aislados entre sí, con escasas posibilidades de organizarse y constituirse en asociaciones que los representen.

La mayoría de las trabajadoras no disponen de verdadero tiempo libre para desarrollar actividades recreativas, permanecen bajo la influencia de los medios masivos de comunicación como la televisión, que para colmo difunde mensajes muy estereotipados de las mujeres, y todo aquello que permita continuar con el orden social vigente.

Las mujeres que trabajan y perciben un sueldo pueden transformar su vida, sus relaciones podrían enriquecerse, participar más en la toma de decisiones y mejorar sus condiciones de vida.

Sin embargo, la cultura de subordinación femenina en la familia sigue teniendo un peso importante y repercute en el doble esfuerzo que realizan las mujeres que desempeñan un trabajo remunerado, no pueden abandonar el rol de ama de casa asignado por la cultura dominante.

Twitter: @ramonaponce

*Economista especializada en temas de género.

Nosotras y Ellas cada 8 de marzo






Por Elvira Hernández Carballido
Doctora en Ciencias Políticas y Sociales con orientación en Comunicación. Profesora investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, fue jurado en el reciente Premio Nacional de Periodismo.

La columnista nos presenta, a propósito de este 8 de marzo, una reflexión de cómo las mujeres, desde las prehispánicas hasta las actuales, han ido construyendo la historia feminista y son ejemplo e inspiración para seguir avanzando. 8 de marzo exige un recorrido cronológico que obliga a evocar a las mujeres prehispánicas que nacían con un destino ya escrito que solamente cantaba a sus bendiciones femeninas y no a sus posibilidades humanas. Que requiere citar a Sor Juana Inés de la Cruz y su certeza de que las mujeres no estudiaban para saber más, sino para ignorar menos. Obliga a mencionar a Leona Vicario, que defendió su prestigio de heroína al afirmar que "no solo el amor es el móvil de las acciones de las mujeres y los deseos de la gloria no le son unos sentimientos extraños". Invita a recordar a Laureana Wright, periodista mexicana del siglo XIX quien preguntó y respondió: " ¿Qué necesita la mujer para llegar a la perfección? Fuerza de voluntad, valor moral, amor a la instrucción y sobre todo, amor a sí misma". Incita volver a la lectura del semanario de principios de siglo XXI denominado La mujer mexicana, publicación autodenominada feminista en la que sus colaboradoras advirtieron: "Si el siglo XIX fue el siglo de los grandes inventos, el siglo XX es el de la mujer".

8 de marzo exige un repaso por todo ese siglo XX y no olvidar a María Ríos Cárdenas que fundó en los años veinte la revista Mujer y aconsejó a sus contemporáneas para ser la mujer que deseaban ser. Y solicita muy formalmente trazar una galería de mujeres insumisas y transgresoras como Antonieta Rivas Mercado, Lupe Marín, María Izquierdo, Lola Álvarez Bravo, Nahui Ollin y Frida Kahlo, todas ellas mujeres que escribían, se divorciaban, amaban, se desvestían y se hacían autorretratos para delatar la pasión y no necesitaban los "pies para correr porque tenían alas para volar". Y en los años treinta surge la presencia femenina nacional organizada como en ningún momento de la historia de México. El Frente Único Pro Derechos de la Mujer se caracterizó por reunir a miles de mujeres que no dejaron de insistir en que tenían derecho a ser ciudadanas.

Y justo a mitad del siglo XX, por primera vez una mujer mexicana reflexiona desde la filosofía sobre el ser mujer, Rosario Castellanos cuestiona la existencia de una cultura femenina. En su poema "Meditación en el umbral" delata que "debe haber otro modo, otro modo de ser humano y libre". Es importante enumerar que en la década de los setenta apareció la revista FEM , primera publicación feminista en México que durante casi treinta años abrió sus páginas a todas las mujeres que escribían sobre sí mismas o sobre las otras. Así estaba la leída columna "Querido Diario" de Marcela Guijosa que declaró: "Mi feminismo siempre ha sido una indignación, una rebeldía. También, claro, las otras cosas: la búsqueda de nuevas formas de vivir, la solidaridad con las otras mujeres, el análisis y las críticas, la lenta pero inexorable aceptación y conciencia de tu lugar en la sociedad, con tu cuerpo y tus broncas y tus sentimientos de mujer..." Y es necesario acentuar el surgimiento en 1987 del suplemento Doble Jornada , dirigido por Sara Lovera. Durante 10 años denunciaron y explicaron la vida de las mujeres mexicanas.

La década de los ochenta abre espacios a las mujeres y permite expresiones maravillosas como la de la poeta Kira Galván que pregunta: "Contradicciones ideológicas al lavar un plato ¿No?/ Y también quisiera explicar/ Por qué me maquillo y por qué uso perfume/ Por qué quiero cantar la/ belleza del cuerpo masculino/ Quiero aclararme bien ese racismo que existe/ Entre los hombres y las mujeres/ Aclararme por qué cuando lavo un plato/ O coso un botón/ Él no ha de estar haciendo lo mismo".

8 de marzo debe ser un espacio para reconocer que al finalizar el siglo XX otras mujeres escriben desde la filosofía, la historia, la antropología o la sociología para explicarnos y explicarse. Así, la filósofa Graciela Hierro marcó el cambio de la domesticación a la educación femenina. Marcela Lagarde denunciaba los cautiverios de las mujeres: las madresposas, las locas, las putas, las monjas y las presas. Marta Lamas reflexionaba sobre el feminismo. Elsa Muñiz sobre el cuerpo construido.

El 8 de marzo debe ser un breve alto en el camino pero nada más para confirmar que las mujeres del siglo XXI sabemos que todavía queda mucho por hacer, que somos diferentes, pero que deseamos ser nosotras mismas por decisión propia. Las mujeres del siglo XXI agradecemos a las que nos abrieron camino y avanzamos cada vez con más seguridad en nostras mismas.

¡Mi cuerpo, mis derechos!: nueva ciber acción de Amnistía Internacional en favor de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres


8 de marzo: Día Internacional por los derechos de la Mujer

Millones de mujeres y niñas ven violados sus derechos sexuales y reproductivos en todo el mundo

Madrid, 07 mar. 13. AmecoPress.- Millones de jóvenes y niñas en todo el mundo son obligadas a casarse, sufren violencia sexual, se les niega el acceso a anticonceptivos, no pueden prevenir el SIDA y sufren otras muchas violaciones en sus derechos a la salud reproductiva y sexual, que tienen graves consecuencias para su vida.
Amnistía Internacional, en la víspera del Día Internacional por los derechos de la Mujer que se celebra el 8 de marzo, hace un llamamiento a la comunidad internacional para que respeten los derechos sexuales y reproductivos de las niñas y las mujeres, impulsando políticas que las protejan de estas vulneraciones de sus derechos humanos.
La organización lanza una ciberacción, ¡Mi cuerpo, mis derechos!, a través de su centro de activismo en Internet: www.actuaconamnistia.org, con una petición dirigida a los líderes mundiales con este objetivo.
Entregará las firmas recogidas como medida de presión en la próxima reunión de Naciones Unidas en la que se aborde la cuestión de los derechos sexuales y reproductivos a lo largo de este año 2013.
Testimonios sobrecogedores
Latifah, una niña indonesia de 14 años, fue acusada de adulterio por la policía local cuando acudió a denunciar que había sido violada. Louisa, una joven de Burkina Faso, fue insultada y abofeteada mientras daba a luz en un hospital local. A Marta, una empleada doméstica indonesia de 30 años, le negaron anticonceptivos en un centro de salud de Yakarta porque aún no había tenido hijos. Elena, una niña de 10 años violada por un sacerdote en Nicaragua, sufrió presiones para que guardase silencio y no denunciase el abuso antes de que el violador fuese por fin procesado y condenado a 30 años de cárcel.
Los nombres de estas mujeres son ficticios, pero sus historias son reales y muestran las consecuencias de la arraigada discriminación que sufren millones de mujeres y niñas de todo el mundo, simplemente debido a su género.
Para Amnistía Internacional, cuando las mujeres y niñas carecen de acceso a los servicios de salud efectivos y de información sobre ellos, las consecuencias son a menudo catastróficas. En muchos países, la falta de autonomía y capacidad decisoria suele constituir un impedimento adicional para las mujeres y las niñas.
La ONU ha denunciado recientemente que cada día mueren en torno a 800 mujeres por causas relacionadas con el embarazo y el parto, y que, por cada una de ellas, otras 20 soportan sufrimiento durante toda la vida como consecuencia de lesiones, infecciones, enfermedades o discapacidades derivadas del embarazo, el parto o abortos practicados en condiciones de riesgo.
“De Indonesia a Perú, de Sierra Leona a Estados Unidos, millones de mujeres y niñas pagan con su vida las políticas de salud fallidas, la atención insuficiente, y las leyes discriminatorias. Muchas sufren discriminación y violencia en sus familias y comunidades, con poca o ninguna esperanza de obtener justicia o recibir apoyo de sus gobiernos”, ha afirmado Marianne Mollmann, asesora general de política de Amnistía Internacional.
El coste de ser pobre
En muchos países, a las mujeres y las niñas les resulta casi imposible acceder a información y servicios básicos de salud sexual y reproductiva.
En algunos casos se debe a que los gobiernos no dan prioridad a esta cuestión ni invierten recursos en ella. En otros, cuando sí existen servicios de salud, suelen estar concentrados en zonas más prósperas, limitando así el acceso para muchas mujeres que viven demasiado lejos o no pueden permitirse el coste del desplazamiento hasta allí.
Amnistía Internacional ha documentado que las mujeres que viven en la pobreza, aunque consigan llegar a los centros de salud, a veces son objeto de maltrato por parte de profesionales de la salud que no entienden sus necesidades y que, en ocasiones, ni siquiera hablan su idioma. No sólo ocurre en países del Sur del mundo. En Estados Unidos, por ejemplo, muchas mujeres migrantes afirmaron que las habían echado del centro de salud justo después de dar a luz porque no tenían dinero suficiente para pagar el tratamiento.
“Cada año, millones de mujeres y niñas se encuentran con obstáculos casi insalvables para acceder a la atención a la salud más básica, especialmente cuando se trata de su salud sexual y reproductiva. Se les niega sistemáticamente el acceso a información, anticonceptivos, servicios obstétricos de emergencia, e incluso a reparaciones por la atención de baja calidad”, ha afirmado Mollmann.
“La trágica realidad es que muchas muertes y lesiones relacionadas con el embarazo y el parto son evitables.”
Falta de información
Tras examinar la disponibilidad y calidad del acceso a la atención a la salud en más de una decena de países, Amnistía Internacional asegura que una de las principales causas de muerte de las mujeres es la falta de información sobre los servicios de atención a la salud disponibles.
En Indonesia, por ejemplo, las mujeres entrevistadas por la organización afirmaron que no se les proporcionaba información adecuada sobre su derecho a acceder a anticonceptivos.
La falta de información, unida a las restricciones en el acceso al aborto, supone que muchas mujeres jóvenes no tienen más remedio que seguir adelante con un embarazo no deseado o someterse a un aborto clandestino, que suele practicarse en condiciones poco seguras.
Según estimaciones de la ONU, de los aproximadamente 19 millones de abortos inseguros que se llevan a cabo anualmente en los países del Sur, 2,5 millones se practican a adolescentes, y el 70 por ciento de las hospitalizaciones derivadas de abortos en condiciones de riesgo, son de niñas de entre 10 y 19 años.
En 2011, ONUSIDA informó de que solo el 34% de la juventud de los países del Sur era capaz de responder correctamente cinco preguntas básicas sobre el VIH y cómo prevenirlo. Actualmente, en esa misma población se registra el 41 por ciento de todos los nuevos casos de VIH.
Foto: Archivo AmecoPress. 

3/08/2013

Día Internacional de la Mujer Trabajadora: las costureras

MONEDERO
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Especial | Retomada del sitio losandes.com.ar
Por: Carmen R. Ponce Meléndez*
Cimacnoticias | México, DF.- 

“A la pregunta de ‘¿y si se enfermaba?’, de inmediato exterioriza que el enfermarse era un lujo que no podía darse. Iba a trabajar aunque tuviera problemas de salud, pues no le pagaban las incapacidades.

“Durante la segunda entrevista, cuando narró cómo se sintió durante el trabajo y al salir de él para llegar a la segunda jornada que las mujeres no pueden evadir y expresaba su percepción de estar siempre todo el tiempo apresurada.

“Se convierte en una necesidad ocultar las enfermedades o no atenderlas, hacer caso omiso de malestares para no tener que dejar de trabajar; porque de hacerlo disminuirían sus ingresos, que en su situación era impensable: ella debía sostener a su familia”.

Es la historia de Magaly, costurera del Distrito Federal, pero también de muchas otras trabajadoras del país. Su entrevista fue recabada y analizada por la doctora Margarita Pulido, autora del libro “El lujo de enfermar. Historia de vida y trabajo”, editorial Miguel Ángel Porrúa/CEAPAC.

Estudio que representa una aportación importante a varios temas: la problemática de salud de las mujeres trabajadoras con el caso emblemático de las costureras.

También es una contribución a los estudios de género, y los relativos a la dupla mujer-trabajo, muy a propósito del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, su lucha de resistencia y sus reivindicaciones, en las que destaca el derecho a la salud.

En su condición de género padecen la enorme distancia que provoca el doble mandato: la exigencia de ser modernas, pero al mismo tiempo se les apremia a seguir los roles tradicionales:
cuidadoras de los miembros del hogar, trabajo doméstico no remunerado y ser productivas en el empleo, sin contar con una infraestructura que las apoye, pero eso sí,  una supraestructura ideológica que permanentemente las somete, evalúa y las condena.

Son la Iglesia, el Estado y la familia los núcleos donde esta ideología patriarcal refuerza el papel masculino dominante, su finalidad de producir mujeres dóciles y sometidas en la casa y en el trabajo remunerado.

Un escenario donde siempre está presente la violencia. Magaly narra que fue objeto de una violación sexual, la familia la condena y le quita a su hijo como castigo, obvio ella es la culpable.

Magaly calla y asume su culpabilidad como algo “natural”, el entorno social protege al violador y a ella la condena; las cifras del silencio.

Ocultar la percepción del sufrimiento, de insatisfacción con las condiciones de trabajo y de vida llega a formar parte indisoluble de la forma de enfrentar la dominación resistiendo.

El callar, el ocultar el dolor es lo habitual en el intento de no derrotarse totalmente, de no sucumbir… la necesidad de “actuar con una máscara” en la presencia del poder produce una presión equivalente que no se puede contener indefinidamente.

Magaly ha interiorizado que la vida de una mujer es valiosa sólo en función de los otros, de vivir para otros, los hijos y en general los miembros de su familia; trasgredir el mandato de la maternidad sólo se les permite a los hombres.

Ella se explica su situación por la forma en que la sociedad y la familia han construido su identidad, cuando en realidad ha sufrido un doble despojo. La vergüenza, la culpa y la impotencia ante este hecho minaron su salud; el estrés está presente.

Las enfermedades crónico-degenerativas –como el cáncer, la hipertensión arterial o la diabetes mellitus– son los padecimientos más frecuentes y constituyen las causas principales de muerte en el país. Están estrechamente relacionadas con el estrés y su origen se ubica con mayor frecuencia en el trabajo. Magaly refiere un cáncer cérvico uterino.

El estrés está implícito en su entorno laboral. El trabajo a domicilio y el desempleo son el marco en el que se desenvuelven las y los trabajadoras de la costura.

Las demandas relacionadas con el tiempo; ellas deben trabajar a ritmos intensos para poder entregar a tiempo las prendas elaboradas; realizar tareas parcializadas y muy repetitivas, la productividad que los productos deben tener lo exige así; aceptar un sistema de pagos injusto, dada la situación de desempleo y la competencia entre sus iguales, esto les impide realizar una negociación justa de la remuneración por su trabajo.

Así, los principales padecimientos que presentan las trabajadoras de la costura son conjuntivitis crónica, várices, lumbalgia, trastornos músculo-esqueléticos, fatiga crónica, cefalea tensional, ansiedad, trastornos del sueño y sordera.

Debe tomarse en cuenta que la forma de pago es a destajo, lo que significa que cualquier demora en la productividad implica tensión, ya que los ingresos dependen del número de prendas producidas, intensificando las jornadas y con ello más daño a la salud.

Cuando supuestamente están “descansando”, y se sientan a ver la televisión aprovechan para remendar la ropa gastada de sus familiares o elaboran manteles y otro productos con lo que esperan obtener ingresos extras para su familia, pero no, ellas no “trabajan”, dicen, “sólo ayudan al esposo”, al padre, al hermano.

El trabajo a domicilio que realizan estas mujeres se caracteriza por la remuneración pequeña e irregular y por carecer de los beneficios de la seguridad social. Quienes desempeñan estos trabajos se encuentran aislados entre sí, con escasas posibilidades de organizarse y constituirse en asociaciones que los representen.

La mayoría de las trabajadoras no disponen de verdadero tiempo libre para desarrollar actividades recreativas, permanecen bajo la influencia de los medios masivos de comunicación como la televisión, que para colmo difunde mensajes muy estereotipados de las mujeres, y todo aquello que permita continuar con el orden social vigente.

Las mujeres que trabajan y perciben un sueldo pueden transformar su vida, sus relaciones podrían enriquecerse, participar más en la toma de decisiones y mejorar sus condiciones de vida.

Sin embargo, la cultura de subordinación femenina en la familia sigue teniendo un peso importante y repercute en el doble esfuerzo que realizan las mujeres que desempeñan un trabajo remunerado, no pueden abandonar el rol de ama de casa asignado por la cultura dominante.
 
Twitter: @ramonaponce

*Economista especializada en temas de género.

Kinsey Report de Rosario Castellanos


Aportacion de Laura E Quiroz Rios 


KINSEY REPORT

              1

—¿Si soy casada? Sí. Esto quiere decir
que se levantó un acta en alguna oficina
y se volvio amarilla con el tiempo
y que hubo ceremonia en una iglesia
con padrinos y todo. Y el banquete
y la semana entera en Acapulco.

No, ya no puedo usar mi vestido de boda.
He subido de peso con los hijos,
con las preocupaciones. Ya ve usted, no faltan.

Con frecuencia, que puedo predecir,
mi marido hace uso de sus derechos o,
como él gusta llamarlo, paga el débito
conyugal. Y me da la espalda. Y ronca.
Yo me resisto siempre. Por decoro.
Pero, siempre también, cedo. Por obediencia.

No, no me gusta nada.
De cualquier modo no debería de gustarme
porque yo soy decente ¡y él es tan material!

Además, me preocupa otro embarazo.
Y esos jadeos fuertes y el chirrido
de los resortes de la cama pueden
despertar a los niños que no duermen después
hasta la madrugada.

              2

Soltera, sí. Pero no virgen. Tuve
un primo a los trece años.

Él de catorce y no sabíamos nada.
Me asusté mucho. Fui con un doctor
que me dio algo y no hubo consecuencias.

Ahora soy mecanógrafa y algunas veces salgo
a pasear con amigos.
Al cine y a cenar. Y terminamos
la noche en un motel. Mi mamá no se entera.

Al principio me daba vergüenza, me humillaba
que los hombres me vieran de ese modo
después. Que me negaran
el derecho a negarme cuando no tenía ganas
porque me habían fichado como puta.

Y ni siquiera cobro. Y ni siquiera
puedo tener caprichos en la cama.
Son todos unos tales. ¿Qué que por qué lo hago?
Porque me siento sola. O me fastidio.

Porque ¿no lo ve usted? estoy envejeciendo.
Ya perdí la esperanza de casarme
y prefiero una que otra cicatriz
a tener la memoria como un cofre vacío.

              3

Divorciada. Porque era tan mula como todos.
Conozco a muchos más. Por eso es que comparo.

De cuando en cuando echo una cana al aire
para no convertirme en una histérica.

Pero tengo que dar el buen ejemplo
a mis hijas. No quiero que su suerte
se parezca a la mía.

              4

Tengo ofrecida a Dios esta abstinencia,
¡por caridad, no entremos en detalles!

A veces sueño. A veces despierto derramándome
y me cuesta un trabajo decirle al confesor
que, otra vez, he caído porque la carne es flaca.

Ya dejé de ir al cine. La oscuridad ayuda
y la aglomeración en los elevadores.

Creyeron que me iba a volver loca
pero me estaba atendiendo un médico. Masajes.

Y me siento mejor.

               5

A los indispensables (como ellos se creen)
los puede usted echar a la basura,
como hicimos nosotras.

Mi amiga y yo nos entendemos bien.
Y la que manda es tierna, como compensación:;
así como también la que obedece
es coqueta y se toma sus revanchas.

Vamos a muchas fiestas, viajamos a menudo
y en el hotel pedimos
un solo cuarto y una sola cama.

Se burlan de nosotras pero también nosotras
nos burlarnos de ellos y quedamos a mano.

Cuando nos aburramos de estar solas
alguna de ios dos irá a agenciarse un hijo.

¡No, no de esa manera! En el laboratorio
de la inseminación artificial.

             6

Señorita. Sí, insisto. Señorita.

Soy joven. Dicen que no fea. Carácter
llevadero. Y un día
vendrá el Príncipe Azul, porque se lo he rogado
como un milagro a San Antonio. Entonces
vamos a ser felices. Enamorados siempre.

¡Qué importa la pobreza! Y si es borracho
lo quitaré del vicio. Si es mujeriego
yo voy a mantenerme siempre tan atractiva,
tan atenta a sus gustos, tan buena ama de casa,
tan prolífica madre
y tan extraordinaria cocinera,
que se volverá fiel como premio a mis méritos,
entre los que el mayor es la paciencia.

Lo mismo que mis padres y los de mi marido
celebraremos nuestras bodas de oro
con gran misa solemne.

No, no he tenido novio. No, ninguno
todavia. Mañana.


¿Y a las defensoras quién las defiende?

NACIONAL
DERECHOS HUMANOS
   Llaman activistas de DH a reforzar medidas de protección

Marusia López, coordinadora de Asociadas por lo Justo e integrante de la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos de México | CIMACFoto: César Martínez López
Por: Anayeli García Martínez
Cimacnoticias | México, DF.- 

Defender los Derechos Humanos (DH), denunciar la complicidad entre autoridades y criminales y ser mujer es motivo suficiente para enfrentar discriminación por género, amenazas y el riesgo de ser agredida sin que el Estado haga algo para evitarlo.

En el marco del 8 de marzo Día Internacional de la Mujer y ante las constantes agresiones contra las activistas, la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos de México llamó a fortalecer los mecanismos nacionales e internacionales de protección.

En conferencia de prensa, Marusia López, coordinadora de Asociadas por lo Justo e integrante de la Red, afirmó que es de particular preocupación el riesgo que corren las mujeres que defienden los recursos naturales, los derechos sexuales y reproductivos, o que denuncian el feminicidio.

Según información de la Red, de 2009 a 2012 hubo 26 asesinatos de defensoras de DH, y fueron desaparecidas las activistas Eva Alarcón, en Guerrero; Gabriela Sánchez Morales, en Chiapas, e Isela Hernández Lara, en Chihuahua.

Además tan sólo en 2012 hubo 64 casos de amenazas, difamación u hostigamiento contra defensoras.

López señaló que las activistas, además de ser amenazadas al igual que sus pares varones por defender una causa, las mujeres deben enfrentar los señalamientos de una sociedad que las cuestiona por abandonar su rol tradicional de género, y además son vulnerables ante posibles agresiones sexuales.

Las defensoras –expuso– padecen agresiones que alcanzan a sus familias, pero que por la “cultura de permisibilidad” del Estado ningún caso se resuelve y fomenta que continúen.

Ejemplo de la violencia contra las defensoras de DH es Obtilia Eugenio Manuela, presidenta de la Organización del Pueblo Indígena Tlapaneco, quien desde 1988 ha sido amenazada en múltiples ocasiones.

La única forma que ella encontró para salvaguardar su vida fue salir en 2009 de Ayutla de los Libres, Guerrero, donde vivía, a fin de buscar refugio en otra ciudad, sin embargo a principios de este año consideró que podía regresar a su comunidad a dar seguimiento a las acciones de su organización.

El 5 y 21 de febrero pasado Obtilia recibió un anónimo en su casa en el que se hacía alusión a su trabajo y a las medidas de protección que recibía por parte del Estado desde 2009.

“Dijeron que eso no sirve, que no protege de las armas. Que algún día tiene que pasar”, relató la líder indígena de la Montaña de Guerrero. 

Por ello interpuso una denuncia por amenazas, pero acusó que la respuesta de las autoridades es la misma de siempre: “Ellos dicen que eso no es un delito porque es un anónimo, es un papel”.

Pero ese papel que algún desconocido dejó en su casa ha hecho que la defensora no pueda caminar libremente por la calle, y ante esto advirtió que el gobierno “no mata con sus armas sino que hace todo por generar temor hasta que un día nos cansemos de denunciar, dejemos de ejercer nuestros derechos y nos quedemos callados”.  

“Llega el Día Internacional de la Mujer ¿y de qué sirve? Si no estamos contentas haciendo fiesta. No sabemos cuándo van a venir a matarnos. Si aparecemos muertas en las calles será culpa de los narcos. Así lo decimos porque así lo sufrimos”, exclamó.

Esa es la realidad de Obtilia en Guerrero, pero de acuerdo con la Red escenarios similares se viven en otros estados de México, como Chihuahua, entidad emblemática por el activismo de mujeres organizadas que denuncian el feminicidio en Ciudad Juárez.

Imelda Marrufo, coordinadora de la Red Mesa de Mujeres de Ciudad Juárez, señaló que aunque pareciera que la salida más fácil para las defensoras son las medidas de protección que otorga el Estado, en realidad a ellas no les gusta sentirse vigiladas por policías o tener una patrulla afuera de su casa.

La activista juarense explicó que ellas se ven obligadas a solicitar esas medidas cuando no hay otra opción y cuando es inminente obligar al Estado a cumplir sus responsabilidades de promover y proteger los DH y a quienes los defienden.

Apuntó además que en el caso de Juárez las defensoras deben sortear las acusaciones y difamaciones en su contra, muchas de las cuales vienen del gobierno o de algunas personas que las acusan de lucrar con las familias de las mujeres desparecidas.

Además se han generado campañas en su contra de quienes las señalan por no haber erradicado el feminicidio, pese a llevar años trabajando a favor de las víctimas de violencia.

En este contexto la Red, que también es parte de la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos, una agrupación de Honduras, Nicaragua, El Salvador, Honduras y Panamá, pidió defender los mecanismos de protección a nivel nacional e internacional.

Las agrupaciones civiles pidieron el apoyo de la sociedad para fortalecer a la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, organismos internacionales que tienen la facultad de otorgar medidas de protección a las víctimas de violaciones de DH o a las activistas en riesgo.  

“Regala” gobernador a mujeres tipificación del feminicidio

ESTADOS
VIOLENCIA
   Tras ola de asesinatos en Hidalgo presenta iniciativa

Archivo | CIMACFoto
Por: Aída Suárez Chávez, corresponsal
Cimacnoticias | Pachuca, Hgo.- 

En un aparente intento por acallar la protesta social ante la ola de feminicidio que azota al estado de Hidalgo, el gobernador de la entidad, Francisco Olvera Ruiz, anunció con bombo y platillo que este viernes 8 de marzo Día Internacional de la Mujer, presentará una iniciativa para tipificar este delito.

El anuncio ocurre luego de que en semanas recientes organizaciones civiles de mujeres en Hidalgo exigieron que se decretara la Alerta de Violencia de Género (AVG) en la entidad ante los imparables asesinatos de mujeres en varios municipios del estado.  

La AVG es un mecanismo estipulado en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, para que las autoridades de los tres niveles de gobierno tomen medidas urgentes para atender el feminicidio.

En enero pasado, activistas advirtieron que en seis meses se habían registrado ocho asesinatos de mujeres tan sólo en el municipio de Tula.

En su momento, Adriana Jiménez Patlán, integrante de la Colectiva Feminista Hidalguense, precisó que de 2005 a enero de 2013 se habían registrado y documentado 221 homicidios de mujeres, y que en la mayoría de los casos los cadáveres presentaban huellas de tortura.

La activista mencionó que hasta ahora esos crímenes siguen impunes y se han cometido en municipios como Atotonilco el Grande, Pachuca, Pachuquilla, Tizayuca, Zempoala y Tula.

A pesar de esta situación, funcionarios del gobierno de Olvera Ruiz, como el ex presidente de la Comisión de Derechos Humanos del estado y actual procurador de Justicia, Alejandro Strafford, se han opuesto a la tipificación del feminicidio por considerarla “innecesaria”.

ACCIONES TARDÍAS

En su anuncio oficial, Francisco Olvera consideró que se impulsan mecanismos para evitar actos que signifiquen un riesgo para las hidalguenses.

Explicó que la iniciativa para tipificar el feminicidio es resultado de las aportaciones de la Comisión Interinstitucional, en el marco del “Plan de Intervención Inmediata”, integrada por distintas instancias y organizaciones civiles, para reformar los códigos Penal y de Procedimientos Penales del estado.

En su discurso, el gobernador definió a la violencia de género como “un problema grave y complejo que conlleva disgregación social y lesiona los Derechos Humanos de ellas”.

Abundó que las reformas al Código de Penal ampliarán el concepto de reparación del daño y retoman los parámetros establecidos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Olvera Ruiz dijo que dependencias e instituciones de la entidad se integrarán al Sistema Estatal para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer.

Entre otras medidas anunciadas está la conformación de un grupo policiaco para proteger y sancionar todas aquellas acciones delictivas en perjuicio de las mujeres, así como la “intervención y atención inmediata en el ámbito de la procuración de la justicia”.

Igualmente, la capacitación a operadores del transporte público y sensibilización para que ofrezcan servicio de calidad, respeto y acorde a la equidad de género. Quienes no lo hagan, serán sancionados, advirtió el mandatario estatal.

Incluso Olvera dijo que habrá “contratación más rápida” de madres solteras por parte del sector empresarial.

Discurso de buenas intenciones de Lorena Cruz ante la ONU

NACIONAL
VIOLENCIA
   Titular de Inmujeres dice que México “ya aprendió la lección”

Especial | Flickr UN Women
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.- 

México se comprometió ante los Estados miembros de Naciones Unidas a detener los distintos tipos de violencia contra las mujeres en nuestro país.

En la 57 sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW, por sus siglas en inglés), Lorena Cruz, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), declaró en Nueva York que México se une a la iniciativa de ONU Mujeres “Nos comprometemos”, a fin de aplicar medidas efectivas e integrales contra la violencia de género.

Durante su intervención en el debate general de la CSW, Cruz aseguró que en la nueva administración federal las mujeres tendrán carácter de prioritario dentro de la política social, económica, educativa y de justicia.

Afirmó que el gobierno mexicano está “preocupado” por la violencia permanente que se ejerce contra las mujeres defensoras de Derechos Humanos (DH), cuyo trabajo reconoce y valora, por lo que se tienen planeados mecanismos de protección integrales.

La titular del Inmujeres –quien llegó al cargo bajo acusaciones de feministas de haber sido “impuesta” por Enrique Peña Nieto– informó que se proyecta la construcción de centros de justicia para mujeres en varios puntos del país, a fin de que accedan a la justicia “de manera real” y no haya más agresiones contra ellas.

Lorena Cruz agregó que el Estado mexicano “había aprendido la lección” sobre el acceso a la justicia y la impunidad en los casos de feminicidio en el país.

Por lo que deseó que los mecanismos encargados de impartir justicia sean más eficaces para que México no vuelva a ser ejemplo de impunidad.

La funcionaria se refirió a los asesinatos de mujeres ocurridos en 2001 en Ciudad Juárez, Chihuahua, por los que el Estado mexicano fue condenado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH) en 2009. Cabe destacar que hasta el día de hoy esta sentencia permanece sin ser cumplida en su totalidad.


No obstante, Cruz responsabilizó a las anteriores administraciones federales (encabezadas por el PAN) por el fallo contra México, aunque en Chihuahua desde 1998 y hasta la fecha gobierna su partido, el PRI.

COMPROMISO DE PAPEL

Lanzada el pasado 25 de noviembre –Día internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres–, la iniciativa “Nos comprometemos” busca obligar a los gobiernos a implementar de manera real los convenios contra la violencia de género que hasta la fecha hayan sido ratificados.

Durante la presentación de la iniciativa, Michelle Bachelet, directora ejecutiva de ONU Mujeres, consideró que las promesas que hacen los Estados a nivel internacional se deben traducir en medidas concretas a nivel nacional.

Por lo que, a través de la iniciativa, se propone que los gobiernos que se sumen expidan nuevas leyes en materia de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia, o en su defecto, mejoren las que ya se tienen, e implementen planes de acción que incluyan servicios integrales de atención para las víctimas de violencia.

También se busca la creación de programas educativos basados en una lógica de igualdad, DH y perspectiva de género. Al mismo tiempo, los Estados que se unan a la iniciativa deben mejorar o crear organismos encargados de hacer valer la ley, procurar la paz  y la igualdad de oportunidades.

México ha ratificado y aceptado todas las recomendaciones de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), así como la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, mejor conocida como Belém do Pará.

La 57 reunión de la CSW, instancia del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, se lleva a cabo desde el pasado lunes y concluye el próximo 15 de marzo.

La sesión tiene como objetivo emprender rutas concretas y elaborar marcos normativos que garanticen un cambio global para eliminar la violencia contra mujeres y niñas.

Exigen llevar paridad de género a la Constitución

NACIONAL
POLÍTICA
   Siguiente paso, lograr igualdad política entre mujeres y hombres

Por: Adriana Franco Rosales
Cimacnoticias | México, DF.-

Defensoras de los derechos políticos de las mujeres y funcionarios se pronunciaron porque en la Constitución, y no sólo en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe), se estipule la paridad de género en todos los cargos públicos.

En el foro “Las cuotas de género y los caminos de México hacia la igualdad sustantiva”, organizado por el Instituto Federal Electoral (IFE), las y los participantes coincidieron en que el siguiente paso es garantizar en la Carta Magna la cuota de género, la cual –propusieron– debe pasar del actual 40 al 50 por ciento.

La coordinadora de la Red Mujeres en Plural, Silvia Hernández, advirtió que las cuotas de género corren el riesgo de ser “eliminadas”, toda vez que no están estipuladas en la Constitución.

Recordó que tan sólo en la actual Legislatura federal se han presentado 17 iniciativas para eliminar la cláusula del Cofipe que permite a los partidos evadir a través de procesos internos “democráticos”, el 40 por ciento de candidatas al Congreso de la Unión.

En ese tenor, María de la Paz López Barajas, representante de ONU Mujeres en México, recordó que nuestro país tiene una recomendación del Comité de expertas de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), para que se modifique el artículo 219 del Cofipe que incluye el candado para incumplir la cuota de género.

El magistrado presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), José Alejandro Luna Ramos, aseveró que aunque en el pasado proceso electoral se lograron cifras históricas de representación femenina en el Congreso, es necesaria la “equidad real” entre mujeres y hombres.

Destacó que se superó el 30 por ciento de diputadas y senadoras –al lograr 187 y 42 curules femeninas, respectivamente–, y que con ello México se posicionó en el séptimo lugar de la región en participación política de las mujeres.

No obstante, Luna Ramos enfatizó que se deben analizar nuevos caminos para transitar del reconocimiento formal de los derechos políticos de las mexicanas a su ejercicio real, a fin de acabar con el llamado “techo de cristal” –que les impide llegar a cargos de poder– y construir “un piso firme para la paridad”.

Las y los ponentes calificaron como un “precedente histórico” la sentencia 12624 del TEPJF, que obligó a los partidos políticos a registrar sin excusas 40 por ciento de candidatas a la Cámara baja y el Senado, para las elecciones federales de 2012.

Marcia de Castro, representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México, apuntó que el porcentaje alcanzado de mujeres legisladoras es insuficiente, y remarcó que para hablar de “igualdad sustantiva” es necesaria una cuota de género 50-50 en todos los niveles de gobierno.

Subrayó que para ello las cuotas deben dejar de ser medidas especiales de carácter temporal, y convertirse en acciones definitivas de paridad en todos los cargos de elección y de toma de decisiones en los niveles federal, estatal y municipal.

De Castro demandó que las cámaras legislativas sean presididas por mujeres, que en los congresos locales se respete su participación –la cual en algunos estados es de sólo 10 por ciento, acotó–, y que en los municipios se utilice el presupuesto para formación política a fin de que las indígenas no sean excluidas.

Marta Subiñas Abad, académica de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, señaló que se debe reformar el Cofipe para evitar la violencia de género en la política que obliga a las mujeres a renunciar a los cargos de elección obtenidos.

El consejero presidente del IFE, Leonardo Valdés Zurita, se comprometió a que el instituto impulsará la obligatoriedad de la paridad de género en política, y evitar así retrocesos en el número de legisladoras alcanzado en 2012.

Millones de niñas y mujeres mueren por malas políticas de salud

INTERNACIONAL
   AI llama a Estados a respetar derechos sexuales y reproductivos

Por: la Redacción
Cimacnoticias/AmecoPress | Madrid.- 

Millones de jóvenes y niñas en todo el mundo son obligadas a casarse, sufren violencia sexual, se les niega el acceso a anticonceptivos, no pueden prevenir el VIH/Sida, y sufren otras muchas violaciones en sus derechos a la salud reproductiva y sexual.

En la víspera del 8 de marzo Día Internacional de la Mujer, Amnistía Internacional (AI) llamó a la comunidad internacional a respetar los derechos sexuales y reproductivos de niñas y mujeres, impulsando políticas que las protejan de estas agresiones a sus Derechos Humanos (DH).

AI lanzó en su página www.actuaconamnistia.org la campaña “¡Mi cuerpo, mis derechos!”, para firmar una petición dirigida a los líderes mundiales.

Las firmas recogidas se entregarán como medida de presión en la próxima reunión de Naciones Unidas, en la que se abordarán las medidas a favor de los derechos sexuales y reproductivos para 2013.

La organización humanitaria dio a conocer testimonios de niñas y mujeres a quienes se les violentaron esas garantías.

Latifah, una niña indonesia de 14 años, fue acusada de adulterio por la policía local cuando acudió a denunciar que había sido violada.

Louisa, una joven de Burkina Faso, fue insultada y abofeteada mientras paría en un hospital local.

A Marta, una empleada del hogar indonesia de 30 años, le negaron anticonceptivos en un centro de salud de Yakarta porque aún no había tenido hijos.

Elena, una niña de 10 años violada por un sacerdote en Nicaragua, sufrió presiones para guardar silencio y no denunciar el abuso antes de que el violador por fin fuera procesado y condenado a 30 años de cárcel.

AI dijo que los nombres de estas niñas y mujeres son ficticios, pero que sus historias son reales y muestran las consecuencias de la arraigada discriminación que sufre la población femenina en el mundo por su género.

Para AI, cuando las mujeres y niñas carecen de acceso a los servicios de salud efectivos y de información sobre ellos, las consecuencias son a menudo “catastróficas”.

En muchos países, la falta de autonomía y capacidad de decisión suele constituir un impedimento adicional para las mujeres y las niñas.

Según la ONU, cada día mueren unas 800 mujeres por causas ligadas al embarazo, parto y puerperio, y por cada una de ellas otras 20 sufren toda su vida por las lesiones, infecciones, enfermedades o discapacidades derivadas del embarazo y el parto o por abortos inseguros.

“De Indonesia a Perú, de Sierra Leona a Estados Unidos, millones de mujeres y niñas pagan con su vida las políticas de salud fallidas, la atención insuficiente, y las leyes discriminatorias. Muchas sufren discriminación y violencia en sus familias y comunidades, con poca o ninguna esperanza de obtener justicia o recibir apoyo de sus gobiernos”, aseguró Marianne Mollmann, asesora general de política de AI.

EL COSTO DE LA POBREZA

En muchos países, a las mujeres y las niñas les resulta casi imposible acceder a información y servicios básicos de salud sexual y reproductiva.

En algunos casos se debe a que los gobiernos no dan prioridad a esta cuestión ni invierten recursos en ella. En otros, cuando sí existen servicios de salud, suelen estar concentrados en zonas más prósperas, limitando así el acceso para muchas mujeres que viven demasiado lejos o no pueden pagar el desplazamiento.

AI ha documentado que las mujeres que viven en la pobreza, aunque consigan llegar a los centros de salud, a veces son maltratadas por el personal de salud que no entiende sus necesidades, y en ocasiones ni siquiera habla su idioma.

Lo anterior no sólo ocurre en países del sur del mundo. En EU, por ejemplo, muchas mujeres migrantes afirmaron que las habían echado del centro de salud tras un parto, debido a que carecían de dinero para pagar la atención.

“Cada año, millones de mujeres y niñas se encuentran con obstáculos casi insalvables para acceder a la atención a la salud más básica, especialmente cuando se trata de su salud sexual y reproductiva.

“Se les niega sistemáticamente el acceso a información, anticonceptivos, servicios obstétricos de emergencia, e incluso a reparaciones por la atención de baja calidad”, agregó Mollmann.

“La trágica realidad es que muchas muertes y lesiones relacionadas con el embarazo y el parto son evitables”, advirtió.

FALTA DE INFORMACIÓN

Tras examinar la disponibilidad y calidad del acceso a la atención a la salud en más de una decena de países, AI aseguró que una de las principales causas de muerte de las mujeres es la falta de información sobre los servicios sanitarios disponibles.

En Indonesia, por ejemplo, las mujeres entrevistadas afirmaron que no se les daba información adecuada sobre su derecho a acceder a anticonceptivos.

La falta de información, unida a las restricciones en el acceso al aborto, supone que muchas mujeres jóvenes no tienen más remedio que seguir adelante con un embarazo no deseado, o someterse a un aborto inseguro.

De acuerdo con la ONU, de los aproximadamente 19 millones de abortos inseguros que se realizan al año en los países del sur, 2.5 millones se practican a adolescentes, y el 70 por ciento de las hospitalizaciones derivadas de abortos en condiciones de riesgo, son de niñas y jóvenes de entre 10 y 19 años.

En 2011, ONUSIDA informó que sólo 34 por ciento de la juventud de los países del sur era capaz de responder correctamente cinco preguntas básicas sobre el VIH y cómo prevenirlo. Hoy, en esa misma población se registra 41 por ciento de todos los nuevos casos de infecciones por el virus.
 

17 años de una lucha incansable por la dignidad de migrantes centroamericanos



Las patronas

Alterinfos

Hay mujeres que luchan un día y son buenas; hay otras que luchan un año y son mejores; hay otras que luchan muchos años y son muy buenas. Pero hay las que luchan toda la vida: esas son las imprescindibles”. Mercedes Sosa (readaptación de Brecht).

“La gente que está más dentro de la iglesia es la que menos hace para cambiar el mundo, creen que a punta de oraciones van a llenar el estómago de los migrantes”. Bernarda, una de las patronas.

En las montañas del Estado de Veracruz, México, un grupo de 15 mujeres desde hace 17 años viene organizándose para trabajar en la defensa de la dignidad de la población migrante centroamericana que todos los días atraviesa de sur a norte el territorio mexicano, enfrentándose a una serie de violencias por el hecho de migrar ilegalmente.

Durante más de diez años su labor estuvo casi que en el total anonimato, hasta que en 2005, gracias a un documental que narraba su labor diaria en defensa de los y las migrantes, el proyecto de Las Patronas comenzó a llenar las páginas de internet, los períodicos, revistas, festivales de cine documental y hasta los museos. Comenzaron a recibir por lo menos una visita a la semana, de periodistas, defensores de derechos humanos y curiosxs que deseaban conocer y apoyar personalmente su labor.

Todas estas personas que nos hemos acercado a su comedor, ubicado en el poblado de La Patrona, hemos podido comprender porqué a pesar de tanta estigmatización tanto a lxs migrantes como a Las Patronas, ellas han seguido adelante con su proyecto, resignificándolo y añadiéndole nuevas tareas y objetivos, como por ejemplo, la concientización hacia la población mexicana, especialmente a jóvenes estudiantes cuyas universidades les ha abierto las puertas para que la defensa de la dignidad de la población migrante sea conocida, debatida y apoyada también desde las aulas.

“Nosotras no estamos para juzgar, nosotras estamos para concientizar”, afirmaron en más de una ocasión Las Patronas mientras tuve la oportunidad de conversar con ellas en compañía de un mate, refiriéndose al imaginario xenofóbico que predomina en México respecto a la población migrante proveniente de centroamerica: “ladrones, criminales, asesinos, profugos de la justicia, cáncer para México”, difundido y reforzado en parte gracias a la labor (des) informativa de los medios de comunicación oficiales.

El artículo publicado el 27 de diciembre en el diario conservador El Heraldo, de Saltillo, titulado “Otra de migrantes” [1] no solo estigmatiza y criminaliza a los y las migrantes que pasan por esta ciudad, sino que también arremete contra las iniciativas que buscan ofrecer ayuda gratuita a la población migrante, como lo es el caso del albergue que funciona en esta ciudad, que denominan como “cáncer para Saltillo”.

La estigmatización hacia Las Patronas también se ha hecho sentir: “locas, no saben ni a quien ayudan” son algunas de las palabras que utilizan desde los más católicos comprometidos con la iglesia (que va desde el padre hasta los feligreses de La Patrona) hasta los maridos de las mujeres que alguna vez quisieron apoyar este proyecto.

Sin embargo, estas quince mujeres en su corazón, mente y actos día a día van en contravía de esta criminalización al migrante que pasa por México, expresándose esta postura no solo en la comida diaria que les brindan a los más de doscientos migrantes que pasan en el tren, sino también en las visitas que realizan a las cárceles (que cada día más se llenan de los “no deseados” migrantes centroamericanos), a las universidades, albergues y en los talleres de derechos humanos que han realizado en varias ciudades mexicanas y de Estados Unidos.

Cualquiera de Las Patronas es muy clara en argumentar porqué no comparten el imaginario que asemeja al migrante como criminal, explicando las situaciones difíciles, como producto social, que motivan la migración de más de 200 centroamericanxs: el desempleo, la precarización laboral, la violencia, el desplazamiento forzado, el golpe de estado en Honduras que desde el 2008 hace que aproximadamente un 80% de los y las migrantes que atraviesan México provengan de este país, la violencia intrafamiliar, la homofobia y la lesbofobia, la falta de oportunidades, el deseo de unirse con sus familiares que residen en Estados Unidos, entre otros factores más.

Además de conocer estas razones que motivan la migración, otro de los motores de la labor de Las Patronas es la satisfacción que tienen todos los días al ofrecer los más de doscientos lonches diarios. Al estar en el comedor, pude percibir que el flujo de sentimientos comienza tres horas antes de la llegada del tren, cuando va saliendo de Medias Aguas, Veracruz, en donde la llamada de los encargados del albergue advierte a Las Patronas que está saliendo con cincuenta, cien, doscientos o más migrantes.

En este momento se agiliza la labor de organizar los lonches en las bolsitas, el agua en las botellas, el amarrado de los lazos entre las botellas y la organización de toda esta comida en las rejas y carretillas. Además, cuando se encuentran voluntarixs, son bastante enfáticas en explicar las precauciones para dar la comida mientras pasa el tren, para prevenir un accidente y para que en lo posible ningún migrante se quede sin comer. “Al pasar el tren agarra las botellas amarradas no desde el lazo, sino desde la punta de abajo de la botella”, es una de las instrucciones que repiten Las Patronas para evitar otro accidente como el que tuvo una monja de origen coreano, quien al ofrecerse a dar agua a los migrantes puso su dedo en medio del lazo que une a las dos botellas y en medio del afán de un migrante por agarrarlas una parte de su dedo salio volando.

Cinco minutos antes del paso del tren por La Patrona, Leonila, una mujer de 78 años, puede percibir el sonido estruendoso del tren que hace 17 años espera por lo menos dos veces al día, para dar comida a los migrantes que viajan en los techos de sus vagones. Inmediatamente corre al comedor y advierte ¡viene el tren, viene el tren!, como señal de alerta a Las Patronas que están de turno para que agilicen su labor y se dirijan con anticipación a los carriles del tren, a dos cuadras de la casa.

Debido a su avanzada edad, Las Patronas que son hijas de Leonila le recomiendan que ya no de más comida a los migrantes que pasan en el tren, pues podría perder el equilibrio y tener un accidente. Sin embargo, tras los diecisiete años de experimentar la satisfacción que implica dar un lonche a cualquier migrante, la mayoría de veces ella hace caso omiso y sigue entregando la comida.

El momento preciso en el que el tren de La Bestia pasa por La Patrona, marca una serie de sentimientos a cualquiera que tenga un lonche en su mano para entregar a los migrantes: nervios (si es la primera vez que lo hace), estrés (al escuchar el fuerte ruido del tren y al percibir su alta velocidad), emoción (al ver las manos de los migrantes estirarse para agarrar uno de los lonches), alegría (al escuchar las palabras de agradecimiento) y en algunas ocasiones rabia, al darse cuenta que no todos los migrantes pudieron tomar la comida.

Quien mejor que las mismas patronas para explicar la sensación que transmite el paso del tren: “Oír el tren es como escuchar el llamado de la vida dentro de la desesperanza y el miedo, pero esta parte que nosotras les damos es para quitarles siquiera un poco de lo feo y poner lo mejor de nosotras”, publicaron algunos meses antes en su portal de facebook, que ya cuenta con más de 3000 seguidores y que recibe más de cien “like” cada vez que publican algo.

Notas
[1] Pueden consultarlo en: http://www.elheraldodesaltillo.mx/acontecer/p2_articleid/63935.
Fuente: http://www.alterinfos.org/spip.php?article6022