7/18/2019

México SA de Carlos Fernández-Vega


Pandilla financiera insatisfecha
Deuda de Pemex aumentó 574%

¡Lástima! A la pandilla financiera no le gusta el Plan de Negocios de Petróleos Mexicanos 2019-2023. Y tiene razón, porque, entre otras cosas, la ex paraestatal no contratará más deuda (se le cierra un jugoso filón a la banca privada que opera en el país y a sus matrices), excluye las asociaciones con capital privado (un negocio menos a costillas del petróleo nacional) e involucra mayor inversión del Estado (la particular brilla por su ausencia), y entonces así, pues qué chiste.
Lo llamativo de esto es que la banca privada, las calificadoras, los analistas y expertos en la materia subrayan que dicho plan pone en riesgo la recuperación de la producción petrolera y compromete las finanzas públicas, olvidando –por llamarle así– que los gobiernos neoliberales desplomaron la producción y comprometieron las finanzas públicas, al saquear fiscalmente a la ahora empresa productiva del Estado y endeudarla a más no poder.
¿Dónde estaban los expertos, analistas, calificadoras y banca privada cuando todo ello sucedió, especialmente cuando tales prácticas hicieron de Pemex la petrolera más endeudada del mundo?, pues alabando la insistencia privatizadora de seis gobiernos neoliberales y celebrando la cereza: la reforma energética con la que coronaron el proyecto desnacionalizador iniciado con Miguel de la Madrid.
Ahora califican al mencionado Plan de Negocios como mucho ruido y pocas nueces, sin considerar la titánica tarea que implica sacar a Pemex del hoyo financiero y productivo en el que lo hundieron seis gobiernos neoliberales.
Por ejemplo, los ahora inconformes no se quejaron del despilfarro que de los voluminosos excedentes petroleros hicieron los dos gobiernos panistas (Fox y Calderón), quienes, a pesar de contar con multimillonarios ingresos adicionales por exportación de crudo, endeudaron vertiginosamente a la ex paraestatal y, con ello, comprometieron las finanzas públicas a grado sumo, algo de lo que analistas, expertos , calificadoras y banca privada sólo hasta ahora se quejan y no precisamente por aumentar el débito, sino porque el gobierno del presidente López Obrador planea abatirlo.
Con Fox y Calderón en Los Pinos el saldo de la deuda de Pemex se incrementó la friolera de 227 por ciento, al pasar de 315 mil millones de pesos en 2001 (primer año de gobierno del mariguanero) a un billón 30 mil millones en 2012 (cierre del sexenio del esposo de Margarita), con todo y que los excedentes petroleros en ambas administraciones rozaron el billón de pesos. ¿Alguno de los expertos se quejó? Ninguno.
Ya con Peña Nieto y Videgaray en la residencia oficial, el saldo de la deuda de Pemex se duplicó, al pasar de un billón 30 mil millones de pesos al inicio de la administración a 2 billones 123 mil millones. Ello, aderezado con múltiples recortes al presupuesto de la empresa productiva del Estado, saqueo de sus finanzas, corrupción a galope y desplome de la producción. ¿Alguno de los analistas se pronunció en contra de esta práctica? Ninguno.
Con Fox, Calderón y Peña Nieto la deuda de Pemex aumentó 574 por ciento (a razón promedio anual de 32 por ciento, un ritmo 16 veces superior al crecimiento de la economía en el periodo), mientras caía la producción petrolera y se fortalecía el saqueo fiscal.
Cifras de Pemex revelan que, con esa tercia en Los Pinos, de las arcas nacionales salió un billón 20 mil millones de pesos para cubrir el costo financiero (prácticamente todo a intereses) de la deuda de la ahora empresa productiva del Estado. De ese total, 520 mil 400 millones correspondieron al sexenio peñanietista, es decir, el que prometió un Pemex más fuerte, moderno y competitivo, gracias a la reforma energética.
Las rebanadas del pastel
¿Qué pasó entonces?, analistas, expertos, calificadoras y banca privada aplaudieron a rabiar, pero hoy dicen que el Plan de Negocios de Pemex pone en riesgo la recuperación de la producción petrolera y compromete las finanzas públicas. ¡Olé!

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