6/21/2014

Peeping Terry Richardson

Daniela Villegas 

¿Terry Richardson, artista o depredador? se pregunta en su más reciente número New York Times Magazine, el suplemento dominical del periódico The New York Times, evidenciando no sólo su postura binaria y reduccionista sobre el famoso fotógrafo de moda sino también el engañoso titular que pone en duda las acusaciones de abuso sexual de las que ha sido denunciado en los últimos años por distintas modelos.

Benjamin Wallace, el autor del perfil del fotógrafo estadounidense -quien ha tenido bajo su lente a celebridades como Lady Gaga, Lindsay Lohan, Kate Moss, Rihanna, Miley Cyrus e incluso el presidente Barack Obama- resaltó la infancia desatendida, adolescencia aparentemente sin rumbo de Richardson y maestría fotográfica, dando poca importancia a las agresiones sexuales cometidas por el fotógrafo y pasando por alto una de las principales demandas presentadas contra el fotógrafo en 2005, la de la modelo rumana Gabriela Johansson.

Johansson denunció que Richardson publicó fotos de ella desnuda sin su consentimiento haciendo apropiación indebida del material, incumplimiento de contrato y abuso hacia su persona al presionarla a desnudarse completamente cuando la sesión de fotos sólo era en top-less.

Otros casos incluyen a Jamie Peck, Rie Rasmussen, Sara Hilker, Felice Fawn y más recientemente Anna Del Gaizo quienes han abiertamente denunciado el abuso sexual y comercial de sus imágenes por parte del polémico fotógrafo.

Rie Rasmussen, la famosa supermodelo danesa, productora y directora de cine encaró a Terry Richardson en 2010 al acusarle de explotar a jóvenes modelos. “Él utiliza chicas jóvenes, las manipula para que se quiten la ropa y les toma fotos de las cuales ellas se sentirán avergonzadas. Están completamente atemorizadas de decir no porque su agencia las mandó a hacer la sesión de fotos y son muy jóvenes para posicionarse y valerse por sí mismas”, señaló Rasmussen.
La fama, contactos y aparente personalidad bromista del fotógrafo suele atraer a las jóvenes mujeres, quienes después de participar en algunas sesiones fotográficas en donde Richardson llega a participar desnudo, supuestamente para que las modelos se sientan más cómodas al posar sin ropa, descubren que las intenciones son más pornográficas y abusivas de las estipuladas al principio, donde incluso las presiona a que toquen sus genitales como en el caso de Jamie Peck quien fue presionada para que lo masturbara, de esta manera arrebatándoles la dignidad a través de diversas manipulaciones disfrazadas de un agrio sentido del humor.
Como refiere el texto de New York Times Magazine en algunas entrevistas ha dicho cosas tales como: “Yo era un chico tímido, y ahora soy este sujeto poderoso con esta erección, dominando a todas las chicas”.
Sin embargo pese al más que evidente abuso y las muchas denuncias contra Richardson continúa teniendo much@s seguidor@s e incluso defensor@s entre los cuales se encuentran algunas mujeres como su asistente Alex Bolotow quien ha aparecido en varias fotografías de la serie TerryWorld, practicándole sexo oral.

Bolotow al ser entrevistada señala que le tiene muy poco respeto a las modelos que han denunciado a Richardson: “Creo que ser una mujer fuerte es ser dueña de las decisiones que has hecho en tu vida”, afirmó, “tratar de responsabilizar a otra persona por tus propias decisiones es muy cobarde y deshonesto”.
Pero, ¿acaso son las decisiones de las mujeres? El hecho de que Richardson tiene un historial de trabajo con modelos que no son conscientes de que van a ser invitadas a posar desnudas o a tocar sus genitales evidencia que no son las decisiones de las mujeres fotografiadas las que hablan por ellas.
Al volver a la pregunta con que abre el artículo redactado por Wallace me parece que la pregunta no sería si Richardson es un artista o depredador, ya que no se pone en duda que lo es, un depredador sexual, sino que nos tendríamos que preguntar por qué si muchas mujeres ya lo han denunciado se sigue poniendo en entredicho el que sea un manipulador y abusador sexual.
Quizá el hecho de que mujeres como Bolotow, que ha participado en varias de sus sesiones en prácticas sexuales explícitas con el fotógrafo, validen el sometimiento al que se ven sujetas en una supuesta decisión propia y empoderada, en una evidente adherencia al sistema patriarcal que trivializa los abusos a las mujeres y al final las culpa a ellas mismas de las agresiones contra ellas tanto en el plano físico como mental, les resta legitimidad para denunciar la violencia que han vivido.
Al referirse a las fotografías en que realiza sexo oral a Richardson ella señala “Oh, estoy totalmente expresándome a mí misma, y esto es genial. " "Me encanta esa foto, y estaba como, "Me veo tan sexy en esta foto”, pero ¿Por qué tanta felicidad en convertirse en mujer-objeto?
Es un autoengaño el que hace la asistente de Richardson al señalar que una de las imágenes en que se encuentra practicándole sexo oral al fotógrafo con la frase SLUT (prostituta) pintado en su frente ha sido de su total invención, como si el hecho de que ella misma se cosifique restara la sujeción y la misoginia a la puesta en escena.
Parece que se ha educado mediante diversos dispositivos culturales para que las mujeres gocen de su propia subordinación, de que otro sea superior a ellas y que disfruten de una sexualidad engañosamente libre al posicionarse como objetos.
No me extraña que Richardson dijera a los medios: “No tengo ningún remordimiento sobre el trabajo, pero obviamente nunca he querido que alguien se sienta así. Nunca fue mi intención. Pero la gente hace cosas y luego se arrepiente y eso no tiene nada que ver conmigo”
Como señalara la escritora y cineasta francesa Virginie Despentes: “Voluptuosa y excitante, resulta también perjudicial: que nos atraiga lo que nos destruye nos aparta siempre del poder”.

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