CR les niega visa y deben pagar más; acusan desinformación
Por: Nelson Rodríguez, corresponsal
Cimacnoticias | Managua.- Aproximadamente unas 50 personas, de las cuales la mitad eran mujeres, se quejaron en las inmediaciones del consulado de Costa Rica (CR) en la capital nicaragüense, aduciendo que pagaron los 32 dólares de la visa (cerca de 420 pesos mexicanos) y se las negaron debido a incumplimientos en los requisitos de ingreso al país vecino.
Isayda Rodríguez, habitante de Managua, dijo que desde diciembre del año pasado a la fecha ha tenido que pagar la visa cuatro veces y que esto le afecta a su bolsillo, ya que su salario en CR en un restaurante es de 150 dólares quincenales (poco más de mil 900 pesos mexicanos) y regresar constantemente a Managua a solicitar la visa implica gastos en el viaje y cansancio a sus 48 años de edad.
Isayda es madre de un adolescente de 17 años de edad y está considerando que éste sea su último viaje debido a que su hijo está saliendo mal en clases por andar en las calles y no atender las orientaciones de su abuela que lo cuida.
Para Isayda, el gobierno de Nicaragua debería tener oficinas de información para orientar sobre los requisitos para emigrar a otros países, porque si bien en el consulado costarricense les informan, esto lo hacen hasta que la o el solicitante ha pagado su visa.
“Es prácticamente un robo”, dijo Ileana Morales, presidenta de la Asociación de Trabajadoras Domésticas (Astradom) de Nicaragua, que trabaja a favor de los Derechos Humanos de las y los migrantes nicaragüenses en CR.
El Estado nicaragüense es responsable de esta migración, ya que muchas mujeres se ven obligadas a viajar al país vecino en busca de trabajo, debido a la falta de oportunidades. Además las autoridades han mostrado poco interés en la suerte de las y los migrantes nicaragüenses en el exterior, criticó Morales.
La agregada de Prensa de la embajada de CR en Nicaragua, Carolina Rodríguez, dijo que no tenía el dato exacto de a cuántas personas se les negó la visa este año, pero que en todo caso se debía a incumplimientos en los requisitos migratorios.
A las personas que se les ha negado la visa ha sido principalmente porque ya han estado en CR, a donde llegaron con visa de turista por un mes pero se quedado más tiempo de forma irregular, explicó la funcionaria costarricense.
“Lamentablemente muchas nicaragüenses, al llegar a Costa Rica, se despreocupan de los trámites migratorios por falta de recursos o de información”, dijo Ileana Morales, quien urgió a una campaña informativa de parte de las autoridades de ambos países.
Los dos países se benefician con el trabajo de las y los migrantes y por tanto debería ser un tema de agenda entre los Estados, pero no ocurre así, reiteró Morales.
Mientras no exista información clara y al alcance de las y los migrantes esto va a continuar afectando el bolsillo de estas personas, en su mayoría gente humilde que hace sacrificios para conseguir el dinero del pasaje y de la visa, añadió la activista.
Juliana María Ortega es otra mujer afectada por falta de información. Ella es originaria de la isla de Ometepe, ubicada en el gran lago de Nicaragua. Lleva siete años viviendo en CR y esta semana tuvo que regresar a Managua dos veces a solicitar la visa, debido a que en su reciente viaje, a pesar de que contaba con permiso para residir durante un mes, las autoridades de migración costarricense sólo le permitieron 15 días.
Juliana está casada con un costarricense y está iniciando los trámites para su residencia, pero tuvo que pagar 200 dólares (2 mil 600 pesos mexicanos) en una oficina de Migración de CR, y debe hacer otras gestiones con sus documentos en Managua, lo que para ella es desgastante económica y emocionalmente.
Ella es madre de tres hijos, dos de los cuales viven con ella en CR y otro en la isla de Ometepe, por lo que en cada temporada de vacaciones regresa a Nicaragua a ver su hijo y al resto de su familia.
Para Juliana es necesario que el Estado nicaragüense invierta en la generación de empleos para que la gente evite emigrar a otros países, donde muchas migrantes sufren discriminación, pero además es importante la apertura de oficinas informativas que orienten sobre los requisitos de viaje y la manera de regularizarse.
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