5/07/2014

Publican historia de impunidad por asesinato de holandesa en Ciudad Juárez


NACIONAL
   Arséne van Nierop denuncia el feminicidio de su hija Hester
En la obra, Arséne van Nierop retrata la historia de impunidad de las autoridades mexicanas en su búsqueda de justicia por el asesinato de su hija Hester | CIMACFoto: César Martínez López
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.- 

“Cuando me dieron la noticia de que mi hija había sido asesinada en Ciudad Juárez, Chihuahua, aunque el dolor me consumió y supe que mi vida ya no sería la misma, tenía plena confianza en la policía mexicana, pensé que todo se resolvería en cuestión de días, no pasó mucho tiempo para que me diera cuenta de que la policía en México no funciona”, dijo la holandesa y ahora activista Arséne van Nierop, al relatar el infierno que vivió tras el asesinato de su hija Hester.

Hoy, al presentar en la Casa Lamm en esta capital el libro “Un grito de socorro desde Juárez. Crónica de un asesinato impune”, Van Nierop recordó cómo en su camino de exigencia de justicia pudo constatar que su historia era la misma que la de cientos de madres mexicanas, con la diferencia de que “ella podía hablar y contarla en otras partes del mundo con la certeza de ser escuchada, y las mexicanas no podían atreverse a denunciar ni siquiera en su propio estado”.

En la obra publicada por editorial Grijalbo, Arséne van Nierop retrata la historia de impunidad e inacción de las autoridades mexicanas en su búsqueda de justicia por el asesinato de su hija Hester, cometido el 19 de septiembre de 1998 en un hotel de la urbe fronteriza.

En “un libro que no debió ser escrito”, la creadora de la Fundación Hester relata que en julio de 1998 su hija de 28 años era una recién egresada de arquitectura “que tenía el mundo a sus pies”. Dejó Holanda para encontrarse con su hermana, quien participaba en un proyecto de protección de tortugas en la costa del Pacífico mexicano.

Tras pasar unas semanas con ella, Hester decidió continuar con su plan de ir a Estados Unidos y buscar empleo temporal como arquitecta.

Por consejo de sus padres que pensaban “que en una ciudad que estaba en medio del desierto nada malo podía pasar”, la joven eligió la ruta de Ciudad Juárez para llegar de México a EU. Tres días después, un hombre la golpeó, violó sexualmente y asesinó en un cuarto de hotel de la ciudad fronteriza.

Durante la presentación del libro, Arséne van Nierop sostuvo que “en Holanda cuando alguien es asesinado, las autoridades investigan el caso hasta encontrar al culpable; cuando por fin decidí trasladarme a Ciudad Juárez me preguntaron el nombre de mi abogado, me dijeron que de no tenerlo nadie atendería mi caso; ahí me topé con la realidad de inseguridad e injusticia que se vive en México y mi confianza en las autoridades se perdió.

“En el camino encontré a cientos de mujeres que me compartieron sus historias de dolor; me di cuenta de que no era la única madre que lloraba y buscaba justicia, pero mi condición de extranjera me permitió ver las diferencias entre las autoridades de un país y otro”.

Tuvieron que pasar 15 años de viajes, denuncias, exigencias y de llamados internacionales, para que finalmente el supuesto asesino de su hija fuera “encontrado” en una cárcel de EU y extraditado por las autoridades mexicanas a Holanda en enero de 2014.

El proceso en su contra aún está en marcha y el asesino presentó un amparo ante su detención, “lo que abre la puerta para que la historia de impunidad” continúe.

“Escribí el libro para compartir el inmenso dolor que se vive cuando asesinan a tu hija, pero también para decir que se puede sobrevivir a ello, para acompañar a las madres que se enfrentan a una situación similar”, finalizó Van Nierop.

Al comentar la publicación, María de Luz Estrada, coordinadora del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), recordó que el caso de Hester ayudó a visibilizar la escalada de asesinatos en México ante el Parlamento Europeo (PE) y el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

Agregó que éste es sólo un reflejo del dolor intenso al que no sólo son sometidas las víctimas del asesinato de mujeres, sino también el resto de su familia, y que deriva en que muchas madres o hermanas se conviertan en defensoras, activistas y hasta en las propias investigadoras de los casos.
 

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