5/10/2014

Claroscuros ante la evaluación de los 20 años de la CIPD


LA VOZ DE LA COALICIÓN
  


: César Martínez López
Por: Ipas-México*
Cimacnoticias | México, DF.- 

A 20 años de aprobado el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo de El Cairo, conocida como CIPD y que transformó el paradigma de la población y el desarrollo, las organizaciones civiles que hemos impulsado su implementación nos mantenemos atentas a su cumplimiento y vigilantes de que a través de las políticas públicas no se dé ni un paso atrás en el ejercicio de los Derechos Humanos (DH) en nuestro país.

Se han realizado varios procesos de evaluación de la CIPD, el último, del 7 al 12 de abril de 2014, fecha en la que se desarrolló la Sesión 47 de la Comisión de Población y Desarrollo en la sede de la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York para analizar el estado de ejecución de dicho proceso.

Allí nos dimos cita decenas de activistas de todo el mundo. Desde la región de América Latina (AL) nuestro propósito era posicionar el Consenso Regional de Montevideo, documento que avanza sustancialmente en el reconocimiento de todos los DH.

Estábamos conscientes de que el contexto geopolítico es extremadamente complejo. Presidió la mesa de sesiones Uruguay, que con la cooperación de Senegal y Japón, intentó mantener un espíritu progresista.

Los temas de mayor conflicto, como es tradición en las negociaciones de Naciones Unidas, se centraron en la plena ratificación de los derechos sexuales y la salud sexual y reproductiva de las y los adolescentes; el aborto, la orientación sexual y la identidad de género siguen siendo temas poco discutidos y rechazados de antemano.

La resolución finalmente aprobada ratifica el Programa de Acción de la CIPD de El Cairo, y enuncia el enlace con la agenda post 2015. Sin embargo, a juicio de la sociedad civil progresista, el mundo, la región y México en particular, perdieron una oportunidad preciosa de avance.

Es de destacar en un balance, aun precipitado y sin terminar de procesar, lo que en esos cinco días con sus noches ocurrió:

–Se reconoce el derecho al desarrollo como un derecho universal y como parte fundamental de los DH; además se reconoce que la persona es el centro del desarrollo.

–Se hace un claro vínculo entre los derechos y la salud sexual y reproductiva como fundamentales para la realización de la justicia social y el logro de compromisos para el desarrollo sostenible, y como una extensión de la aplicación del Programa de Acción de la CIPD, que todavía debe ser abordado adecuadamente por los gobiernos.

–Se reconocen los progresos realizados y la experiencia adquirida en los últimos 20 años de implementación de la CIPD en la agenda de desarrollo post 2015.

–Se menciona la importancia de reducir las brechas en la implementación del Programa de Acción de la CIPD, haciendo un llamado para abordar la violencia basada en el género, particularmente la violencia contra mujeres y niñas, aunque sin mencionar la creciente necesidad de servicios para sobrevivientes de violencia de género.

–Se incluyó la eliminación de la violencia y la discriminación sin distinción alguna de raza, incorporando con mucha fuerza los temas de migración y pueblos indígenas.

–Se reconoce la necesidad de contar con una educación integral basada en la evidencia sobre sexualidad humana, bajo premisas de respeto a la privacidad y confidencialidad, particularmente en población adolescente.

–Se hace referencia al acceso y a la calidad de los servicios para la atención del aborto, ya sea de sus complicaciones en contextos legalmente restringidos, como del aborto seguro y accesible en contextos de legalidad.

Las organizaciones de la sociedad civil tenemos por delante asegurar que la Plataforma de Acción, las medidas clave y las conclusiones convenidas este año en Nueva York se incluyan en la agenda post 2015, con prioridad en los temas estructurales relevantes para AL:

–Agenda económica para las mujeres.
–Reconocimiento del trabajo doméstico no remunerado asociado al desarrollo.
–Salud, derechos sexuales y derechos reproductivos.
–Transparencia y rendición de cuentas.
–Plena realización de la igualdad de género y de los DH de las mujeres.
–Recolección robusta de datos desglosados que den cuenta de las diferentes brechas dentro de los países.

México, después de muchos años de gobiernos que descuidaron estos temas, necesita retomar su liderazgo y fortalecer su tradicional compromiso con el espíritu de El Cairo, avanzando sin ambigüedades en el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva sin discriminación alguna.

*Ipas-México es parte de la Coalición por la Salud de las Mujeres, una red de organizaciones civiles con trabajo en salud y derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
 

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