5/10/2014

Gobierno salvadoreño fomenta migración femenina



   Mujeres son constantes en sus remesas y ayudan al desarrollo

Por: Begoña Barbera Orozco, corresponsal
Cimacnoticias | San Salvador.-

Según datos del Banco Central de Reserva (BCR) de El Salvador, durante el primer trimestre de 2014 las y los salvadoreños residentes en el exterior enviaron 989.1 millones de dólares en concepto de remesas.

La cifra representa 71.8 millones de dólares más de lo recibido durante el mismo periodo de 2013, un incremento de 7.8 por ciento.

Las remesas constituyen el 16.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país centroamericano y son la principal fuente de ingreso de divisas.

De acuerdo con el BCR, de los 2.9 millones de salvadoreñas y salvadoreños que radica en el exterior, 2.7 millones vive y trabaja en Estados Unidos.

Al respecto, Cimacnoticias entrevistó a Julia Evelyn Martínez, economista feminista que además es profesora investigadora en el departamento de Economía de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) de El Salvador.

También entre 2009 y 2010 fue directora ejecutiva del Isdemu (Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer), institución responsable de formular, dirigir, ejecutar y vigilar el cumplimiento de las políticas públicas a favor de las mujeres en El Salvador.

Evelyn Martínez ha analizado el fenómeno migratorio desde una perspectiva de género como parte de diversas investigaciones acerca del impacto del neoliberalismo en la sociedad salvadoreña y, en especial, en la población femenina.

POLÍTICAS PÚBLICAS FAVORECEN A LOS HOMBRES

–Cimacnoticias (CN): Las condiciones en las que se emigra no son las mismas para mujeres y hombres. ¿Generan también una situación económica diferente la migración masculina y la femenina?

–Julia Evelyn Martínez (JEM): Hace unos años, a través del estudio de algunos casos para elaborar el Informe de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), se determinó que si bien los hombres envían por lo general remesas familiares de un monto mayor, las mujeres son más constantes.

“Las personas que dependen de esas remesas tienen mayor certeza de que se va a mantener a lo largo del tiempo. Los hombres puede que manden una vez y luego después de tres meses y luego después de seis meses. Esto hace que haya menos estabilidad. Esto se debe a muchas razones.

“Una es que tienden a tener rápidamente otra pareja, a diferencia de las mujeres, y otras obligaciones familiares. También porque tienden a ver por la satisfacción de sus propias necesidades y porque algunos empleos dirigidos a hombres en EU se están volviendo más inestables, como la construcción. En cambio, la demanda para las mujeres, como el trabajo del cuidado o servicio doméstico, no ha disminuido.

“Eso es a nivel micro. A nivel macroeconómico, las políticas públicas son neutrales al género pero terminan favoreciendo más a los hombres. Por ejemplo, las de desarrollo agropecuario establecen que, para ser favorecidas, las personas tienen que ser propietarias de la tierra. Los datos indican que en 2010 sólo el 15 por ciento de las propietarias de la tierra eran mujeres”.

–CN: ¿Y cuál es el papel de la migración aquí?

–JEM: Lo perverso de la economía salvadoreña es que sigue funcionando fundamentalmente a partir de las remesas. Es necesario tener un flujo constante de dólares y la única forma de conseguir dólares es a través de exportaciones y remesas.

“Las remesas familiares representan la segunda fuente de ingresos de divisas a El Salvador, después de las exportaciones que provienen principalmente de las maquilas, basadas en la sobreexplotación y violación sistemática de los derechos laborales de las mujeres, que son entre el 80 y el 85 por ciento de las trabajadoras.

“Las remesas en El Salvador el año pasado fueron de 3 mil 910 millones de dólares, casi el 16 por ciento del PIB del país. Esa cantidad nos permite mantener el equilibrio macroeconómico.

“Por eso, nuestro gobierno, nuestras élites gobernantes y las clases dominantes no están interesadas en parar este flujo de migración, porque eso puede significar parar esa entrada de divisas que mantiene estable financieramente el país.

“Sin embargo, qué cruel e injusta es una economía que, para poder lograr estos equilibrios macroeconómicos, tiene que crear condiciones para que la población se vaya a buscar oportunidades laborales fuera de las fronteras sabiendo que sus derechos van a ser pisoteados y violados. Y las mujeres sufren todavía más violaciones y más violencia durante ese proceso de migración.

“No es que la remesas financien las políticas, sino que este margen que tiene el gobierno para hacer políticas públicas depende, en gran parte, de la estabilidad macro, de la estabilidad financiera que aseguran las remesas, y esas remesas son aportadas por mujeres y por hombres”.

INVERSIÓN SOCIAL

–CN: A nivel directo y micro, ¿cómo afecta el envío de remesas de mujeres y hombres?

–JEM: Las mujeres envían remesas fundamentalmente a quienes están a cargo de sus hijas e hijos. Casi el 100 por ciento de las remesas que envían las mujeres están destinadas al consumo básico, a la subsistencia.

“Los hombres mandan remesas a sus parejas, pero establecen que una parte de las remesas esté destinada a la compra de bienes inmuebles, inversiones que más adelante les generarán patrimonio.

“Las mujeres van al día a día y muchas, cuando regresan al país deportadas o voluntariamente, sienten que no han hecho nada porque la gente dice que regresa como se fue, pero no se toma en cuenta que, durante todo ese periodo, han contribuido a que sus hijas e hijos tengan educación, se hayan vestido, se hayan alimentado, no hayan caído en las ‘maras’ (pandillas juveniles). A eso se le llama inversión en capital humano, inversión social.

“En cambio, los hombres regresan con vehículo o ya tienen terreno o una casa, en el mejor de los casos. A veces, los hombres prefieren mandar las remesas para comprar ese patrimonio a sus familias y no a su pareja, para que las propiedades sean tituladas a su nombre.

“Cuando regresa puede compartirlas o no con su pareja. En otros casos, formaron otra familia, deciden quedarse allá y venden la propiedad en El Salvador. Ese recurso financiero se va para él, mientras que su pareja y sus hijas e hijos ni cuenta se dieron que hizo esas transacciones”.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario