11/05/2009

La vacuna mexicana contra la influenza

LUCIANO CAMPOS GARZA

MONTERREY, NL.- Durante el acto de presentación de los avances del procedimiento para crear una vacuna contra la influenza A/H1N1, efectuado el 19 de octubre último, investigadores del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) explicaron que su trabajo consiste en desarrollar un fármaco basado en ingeniería genética.

El director de la Escuela de Biotecnología y Salud de esa institución privada, Martín Hernández Torre, destaca que el objetivo es crear una vacuna que supere a las actualmente disponibles.

Hasta ahora, explica, diversos países se han dado a la tarea de crear su propia vacuna, pero el modelo mexicano posee una característica que lo hace viable: la posibilidad de producir cientos de miles de dosis en tan sólo 24 horas.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, la influenza A/H1N1 había infectado, hasta el lunes 26, a 50 mil 234 mexicanos, y las defunciones por esa causa ascienden a 328.

Entre los científicos que participan en la creación del antiviral se encuentran el director del Centro de Biotecnología FEMSA, Mario Moisés Álvarez, y el director de Ciencias de la Salud del ITESM, campus Monterrey, José Ramos Montemayor.

En entrevista telefónica efectuada el jueves 22, Hernández Torre comenta a Proceso que hay numerosas propuestas de vacunas, patentadas por varios países, para combatir la influenza estacional; sin embargo, precisa, únicamente investigaciones como las realizadas en México se enfocan en el virus A/H1N1.

Asegura que en la actualidad la vacuna contra la influenza humana tiene una disponibilidad muy limitada a nivel internacional, porque su producción es costosa y lenta. Y añade que, como el fármaco no se produce en México, es necesario pedir lotes al extranjero.

El investigador adelanta que el ITESM ya prepara, con apoyo del gobierno federal, la construcción de una planta para elaborar el producto a escala industrial.

Después de que se declaró la emergencia epidemiológica en Nuevo León, los investigadores decidieron organizarse en tres vertientes: la creación del Centro de Diagnóstico Molecular; de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica, y de la Unidad de Prevención contra Influenza para el Desarrollo de Vacuna Recombinante. La inversión inicial de particulares y de consejeros del ITESM fue de 15 millones de pesos tan sólo para gastos operativos.

Hernández Torre señala que si bien en un principio hubo escepticismo ante la eventual creación de un nuevo método que superara a los tradicionales para crear una vacuna, los avances logrados confirman que la ruta seguida es “la correcta”.

Precisa que, gracias a la información proporcionada por los gobiernos estatal y federal, así como por organismos internacionales, el equipo que encabeza pudo conocer rápidamente la secuenciación de virus A/H1N1, dentro de los estándares de la Organización Mundial de la Salud.

Y explica que tanto el método de diagnóstico molecular de Influenza A/H1N1/2009 recomendado por esa organización, como el desarrollado por el Tecnológico de Monterrey, están actualmente en uso y se utilizan para detectar enfermos. El procedimiento patentado por la institución mereció el Premio Novartis Biocamp 2009.

Ante la efectividad de este método, agrega, el gobierno federal evalúa la posibilidad de implantarlo en varios centros de detección del país, en tanto que el Tecnológico de Monterrey ofreció a la Secretaría de Salud federal la licencia gratuita de este protocolo, “en beneficio de México”.

Pruebas satisfactorias

Hasta ahora los investigadores del ITESM han planteado varias hipótesis para la elaboración de la que todavía es “candidata a vacuna”, pero aún deben realizarse pruebas para comprobar su eficiencia. El esfuerzo que realizan esos científicos se enfoca a la producción masiva del inmunizante, aclara Hernández Torre.

En el marco de la presentación del proyecto, se informó que, desde el 30 de agosto, el tecnológico estableció una Unidad de Vigilancia Epidemiológica para identificar a la población que estuvo expuesta al virus sin presentar síntomas visibles y que generó anticuerpos específicos contra la influenza A/H1N1.
Con ese propósito se prevé realizar un muestreo entre 5 mil regiomontanos. Los resultados se utilizarán para estimar con mayor certidumbre el grado de prevalencia del padecimiento en la ciudad. Mediante esa estrategia, sostienen los investigadores del tecnológico, Monterrey se convertirá en una de las primeras ciudades en el mundo en contar con información epidemiológica de esta índole. Los datos recabados se enviarán a la Unidad de Prevención donde se desarrolla la vacuna.

Hernández Torre dice que hasta ahora han sido satisfactorias las pruebas a nivel molecular y con líneas celulares e inmunológicas efectuadas con ratones y hurones, animales cuyo aparato respiratorio es muy similar al de los humanos, y por lo tanto lo es también su proceso de infección.

El especialista añade: Esos mamíferos pueden generar defensas mediante anticuerpos. Luego, ya vacunados, se les expone al virus para determinar qué los protege. Aquí es fundamental verificar los resultados con el fin de comprobar que la vacuna funciona en un modelo animal.

Cuando estos estudios se completen de manera satisfactoria, la Comisión de Investigación y de Ética de la institución pedirá a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios que autorice los estudios con humanos.

Refiere que lo que resta del proceso tardará entre cinco y seis meses. Cuando concluya, dice, la información será entregada a las oficinas reguladoras de salud a nivel federal. Y dependerá ya de esas instancias la rapidez con que pueda circular la vacuna entre el público. “Consideramos que debe haber celeridad en el proceso posterior porque es una prioridad nacional; sin embargo, eso ya no está en nuestras manos”, recalca.

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