187 votos contra 3
Eduardo Ibarra Aguirre
Por primera vez en 18 años consecutivos, los 192 países que integran la Organización de las Naciones Unidas se pronunciaron frente a la resolución Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba. Ninguno se ausentó, como lo hicieron El Salvador e Irak, el año pasado.
La resolución obtuvo los votos favorables de los representantes de 187 Estados, la cifra más alta en 18 años; en contra votaron Estados Unidos, el infaltable Israel y Palau, en tanto que se abstuvieron Islas Marshall y Micronesia.
También por primera vez, los gobiernos de América Latina y el Caribe asumieron una posición unánime frente la política que la Casa Blanca aplica hacia la mayor de las Antillas a lo largo de prácticamente medio siglo.
La votación de la Asamblea General de la ONU se produjo por primera ocasión bajo el mandato presidencial de Barack Hussein Obama y su compromiso de cambiar la relación entre Washington y La Habana como parte de su política de un “nuevo comienzo” en las relaciones interamericanas.
Pero las novedades introducidas en la conflictiva relación bilateral son valoradas por el gobierno cubano, en voz de Bruno Rodríguez Parrilla, como “positivas, pero extremadamente limitadas e insuficientes”, porque no varían las “más brutales restricciones”.
El canciller fue más allá al sentenciar: “desde la elección del presidente Obama, no ha habido cambio alguno en la aplicación del bloqueo económico, comercial y financiero”. Y la razón es que “pareció atrapado en el pasado cuando el 11 de septiembre prorrogó otro año la aplicación del bloqueo”.
Nadie mejor que el exsenador por Illinois conoce porque padece los embates de los poderes fácticos que son la razón de ser del imperio y de las fuerzas políticas que bloquean políticas y programas de gobierno, lo que genera, además, desencanto entre sus otrora numerosos partidarios tanto en la Unión Americana como en la aldea global.
El brutal aislamiento de las políticas del bloqueo estadunidense contra Cuba, su obsolescencia por el fracaso cosechado a pulso, hacen más comprensible la argucia del Departamento de Estado, conducido por Hillary Rodham Cinton –la señora que desde el conservadurismo le enmendó la plana más de una vez a su jefe institucional--, cuando su embajadora ante la ONU postuló que EUA “tiene el derecho soberano de conducir su relación económica con otros países”. Bella frase que no puede ocultar que Washington aplicó medidas en contra de 56 Estados soberanos que invierten, importan o exportan en, de y para la isla.
Con todo y el apoyo de Israel, Susan Rice formuló el alegato de al ladrón, cuando acusó al canciller cubano de presentar “afirmaciones hostiles” y un discurso propio “de la guerra fría”. Justamente el bloqueo es el subproducto más antiguo y acabado de la confrontación Este-Oeste, de la que emergió triunfante EUA, pero no tanto como para someter a sus intereses y voluntad a quien se le ponga en gana, y menos dos décadas después en que la multipolaridad llegó para quedarse, entre otras razones porque gana crecientes y vigorosos espacios en detrimento de la añorada unipolaridad ejercida por la potencia imperial aún más poderosa, pero inmersa en un ciclo de dominación decreciente.
En medio de una derrota política, moral y ética propinada por toda la comunidad internacional, la señora que como su gobierno subestima aquellos valores, escupió al cielo al decir: “Ya pasó la hora de que esta entidad (sic) proceda más allá de las posturas retóricas del pasado, y reconozca la situación en Cuba por lo que es hoy día, y alentar el progreso hacia un cambio genuino”.
Y el “cambio genuino” quiere decidirlo, 50 años después, “soberanamente” la Casa Blanca.
Acuse de recibo
Yolanda García Bustos comenta Mercadolatría y censura (30-X-09): “Excelente artículo, calificación ’10’". De sí misma dice: “Cumplo diez años caracterizándome de La catrina de Azcapotzalco y de La dama de blanco de la Casa de Cultura”… En tanto que el diputado federal Jesús María Rodríguez Hernández estima “interesante su artículo”… Y Luis Enrique Torres Prieto añade: “Más claro ni el agua, por eso pretenden desaparecer a la gloriosa UNAM y quieren hacer su universidad del narco o del chupe y si no pregúntenle a Calderón y a Lozano, que si no coopelan, cuello”… El certificador del tiraje de periódicos y revistas, Raymundo Rosas Pérez, recuerda: “Hoy leo en primera plana de periódicos nacionales el crimen de Margarito Montes Parra. Recordé su última visita al Grupo María Cristina, donde por tu encomienda dirigí el agradecimiento. Lo vi en Veracruz en diciembre y lo relaciono con el futuro de México y Francisco Canudas. Mi pésame para todos y un recuerdo de quien tenía una visión social de México”… Una década después recobró su libertad Jacobo Silva Nogales… Comisión Federal de Electricidad, “empresa de clase mundial”, fue incapaz de brindar servicio de la 1:30 a las 9:20 horas del sábado 31, en una parte de la colonia Nueva Santa María.
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