Después de la reunión de la Organización del Tratado de Seguridad
Colectiva (CSTO) –5 estados de la ex-URSS: Bielorrusia, Kazajistán,
Kirguistán, Rusia y Tayikistán– en Astana (Kazajistán), el presidente
Putin comentó que Trump no se encuentra a salvo de otro intento de asesinato
, ya que sus oponentes “son peores que los gángsteres y el crimen organizado (https://bit.ly/41hoJWG)”.
Putin alabó los intentos de paz de Trump para finiquitar el
contencioso entre Rusia y Ucrania y explayó el azorante poder del misil
hipersónico Oreshnik, que tiene la misma capacidad de un arma nuclear
sin serlo, ya que alcanza 4,000 grados Celsius, equivalentes a la
temperatura solar:es como un meteoro
.
Comentó que su uso inminente será en represalia a los ataques del régimen de Kiev
,
provisto de misiles de largo alcance por EU/Gran Bretaña/Francia y
concluyó que el misil hipersónico Oreshnik “no tiene contrapartes en el
mundo (https://on.rt.com/d1eq)”.
En sincronía con la más reciente advertencia de Putin a Occidente (Whatever that means)
,
Rusia colocó en estado de alerta al misil balístico Intercontinental
que transporta 10 ojivas nucleares, el más letal de la Vía Láctea, el
Sarmat (https://bit.ly/4fGFbUZ), bautizado por la OTAN como Satán II, susceptible de alcanzar cualquier punto de EU (https://bit.ly/3VbXn0s.
Llama la atención que el rotativo globalista británico The Telegraph(https://bit.ly/4fGB4s1) haya publicado que el comediante jázaro (https://bit.ly/3QqemJr) Zelensky, bajo fuerte presión de Trump –quien acaba de nombrar a su emisario especial para Ucrania: el ex general de 80 años de edad Keith Kellogg–, aceptaría la cesión de territorio con Rusia para finiquitar la guerra.
¿Efecto Oreshnik o efecto Sarmat/Satán II? En el mismo tenor, The Economist, revista globalista de los banqueros Rothschild, conjetura sobre “el menor mal acuerdo para Ucrania: cómo hacer un éxito de las charlas de paz (¡mega-sic!) con Vladimir Putin (https://bit.ly/4fODmoX)”.
A propósito, apareció muerto el banquero William Rothschild, tras un
incendio muy extraño en su mansión de California, feudo de
Soros/Kamala/Nancy Pelosi (https://bit.ly/3OyXqzM). Reuters, oráculo de los cinco ojos
de la anglósfera, como en forma simpática los denomina China –que, en realidad, serían 6 ojos
con Israel–, conjetura que un ataque nuclear es improbable (¡mega-sic!), pese a las advertencias de Putin
, según la evaluación de las “agencias de espionaje de EU (https://bit.ly/41hrkQqx).
A juicio del rotativo galo Le Monde, “el momento es crítico (sic) para ucranios y europeos atentos a decisiones cada vez menos legibles (¡mega-sic!) de EU (https://bit.ly/4idJpoQ)”. Para calmar los nervios de la retórica bélica nuclear, la Casa Blanca comentó a la revista Newsweek, en respuesta a las advertencias del ex presidente ruso y del hoy vicepresidente del Consejo de Seguridad, Dmitry Medvedev, que EU “no planea equipar a Ucrania con armas nucleares (https://bit.ly/4eRqAor)” que, en realidad, significa un rotundo desmentido a las especulaciones o quizá flagrantes fake news del NYT al respecto (https://bit.ly/4fP8vJ3). Cabe todavía la posibilidad de un error de cálculo al borde del Armagedón nuclear.
A mi juicio, la guerra de EU/OTAN/Unión Europea en Ucrania contra Rusia forma parte de una guerra híbrida
multidimensional (https://bit.ly/3IvtfGt) cuando arreció la guerra geofinanciera
contra el rublo (divisa rusa), que periclitó a 113 por dólar después de
la serie de medidas asfixiantes de la secretaria del Tesoro, la jázara
Janet Yellen, quien apretó las sanciones contra Gazprombank, tercer
principal banco de Rusia (https://on.rt.com/d1d7). Por cierto, también en nado sincrónico, EU propició fuertes devaluaciones de las divisas de dos miembros del BRICS: Brasil y Bolivia.
La guerra en Ucrania puede cesar, pero proseguirá la guerra híbrida
de Occidente, que ahora se ha transmutado al campo de batalla geofinanciero.
http://alfredojalife.com, Facebook: AlfredoJalife
Otras capitales europeas como París, Londres o Madrid podrán ejercer también un especial atractivo; pero tienen una población mucho mayor; por ejemplo, la francesa ronda los 12 millones, la británica los 10 y la española 7 millones de habitantes.
Para muchos, Berlín es la más atractiva en este momento. La oferta cultural es desbordante y las diferentes cabeceras municipales, tanto en lo que era la parte occidental como oriental, cuentan con una propia, además de la de tipo comercial; de ser necesario moverse a una zona más lejana, resulta manejable en comparación con los traslados en otras capitales europeas.
Los precios de la vivienda aún son accesibles, si se compara con París o Londres, y es sabido el atractivo que Berlín ofrece a los jóvenes creadores de todo el mundo. Las dificultades de la lengua alemana, de difícil acceso, son resueltas al comunicarse en inglés y el área de servicios, que es la mayor fuente de trabajo, es ocupada en buena parte por jóvenes que hablan este idioma.
Hay más de 170 museos e innumerables galerías. También el arte urbano le da carácter, pues el visitante se detiene a observar las grandes esculturas. Una, en pleno centro se ubica a pocos pasos de la Iglesia de la Memoria del káiser Guillermo –llamada así por quedar con los restos del templo que prácticamente fue destruido tras los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial–.
Es imposible que esta obra pase desapercibida por su magnitud y altura. Se trata de los eslabones rotos de una enorme cadena, como se le conoce; sin embargo, el nombre oficial es simplemente Berlín.
Fue puesta allí en 1987 para conmemorar los 750 años de la ciudad, que en ese entonces no era la sede del gobierno, título que ostentaba Bonn. Fue realizada por la pareja de artistas alemanes Brigitte y Martin Matschinsky-Denninhof. Se trata de cuatro tubos de acero que se rodean pero no alcanzan a tocarse y dan la impresión de cercanía y lejanía al mismo tiempo.
De esta forma, los artistas pretendían mostrar de manera abstracta la división de Berlín, pues en ese entonces existía aún el muro, como parte del castigo de las fuerzas aliadas (Estados Unidos, Gran Bretaña, la Unión Soviética y Francia) que derrotaron en 1945 al gobierno nazi.
No sólo se dividió el país en dos. Al encontrarse Berlín en la parte oriental, las potencias no renunciarían a dejarla bajo el control absoluto de la Unión Soviética, que dominaría el este del país. Fue entonces que Berlín del Oeste se convirtió en una especie de isla.
La noche del 9 de noviembre de 1989 caería el emblemático Muro de Berlín, que representaba la división del país para dar un vuelco en la historia moderna de Alemania que concluiría con la reunificación.
Alia Lira Hartmann, corresponsal
El problema detrás del debate sobre las corridas de toros –señalaba Caballero– es la ignorancia. Los enemigos de la fiesta de los toros, sean animalistas sinceros o politiqueros sin escrúpulos, no saben de qué están hablando… No saben por qué se torea ni por qué se va a los toros. Pero en vez de intentar averiguarlo se inventan un porqué: por sadismo, dicen, por amor a la sangre violentamente derramada; por placer en el dolor y la muerte de bellos animales; por complacencia morbosa en la tortura. De nada sirve que toreros y aficionados les expliquemos que no es así, y que si ésos fueran los elementos que constituyen el toreo y la afición no seríamos ni toreros ni aficionados a los toros.
El también autor de Los siete pilares del toreo añadía: En Colombia un magistrado propone algo tan difícil como la cuadratura del círculo: corridas de toros en que se proscriban y eviten los sufrimientos, dolores y malos tratos a los animales como seres sintientes
.
Es decir, sin combatir con los toros. Sin herirlos: ni con la puya del
picador (habrá que suprimir el tercio de varas); ni con las banderillas
de los peones (habrá que suprimir el tercio de banderillas); ni, desde
luego, con el estoque del matador (habrá que suprimir el tercio de
muerte). ¿Cómo se hará para eliminar los tres tercios de la corrida sin
eliminar la corrida? El magistrado da una solución: Como se hace en Francia y Portugal
.
La idea viene, como sucede con los antitaurinos, de una información
inventada: la de que en esos países no se mata a los toros. Al
magistrado le habría bastado con informarse mejor. En todas las plazas
de Francia se mata a estoque a los toros… Y en Portugal se los mata
también, pero no a estoque: se los apuntilla fuera de la vista del
público, en los corrales...
Pero tampoco eso daría satisfacción a los antitaurinos, que lo que quieren no es que no se mate a los toros sino que no se los toree. Que no se les lleve en camión del campo a la plaza, lo cual los somete a un cruel estrés; que no los asuste el griterío del público; que no los fatiguen las incitaciones y los engaños de la capa y de la muleta. En resumen: que las corridas de toros se hagan sin toros.
Lo cual tiene, curiosamente, un precedente en el anecdotario taurino-musical. Hace un siglo el gran torero Rafael Guerra, Guerrita, ya retirado y rico, era el dueño del único teatro que había en la ciudad de Córdoba. Llegó allí en una gira de conciertos el famoso pianista Arturo Rubinstein y Guerrita, que de su juventud borrascosa recordaba el piano como un instrumento propio de burdeles, se negó a prestar su teatro, que era un recinto decente. Acudieron a su vergüenza torera: Rubinstein, le dijeron, también era un artista, como él. Y Guerrita cedió, magnánimo, diciendo: “El señor Rubinstein puede dar su concierto… pero sin piano”.
maravillosa economíaestadunidense a los integrantes del BRICS+ o a cualquier otro país que intente remplazar al dólar en sus intercambios internacionales.
BRICS, fundado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, pero ahora ampliado con la inclusión de Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán, trabaja desde hace tiempo en diversas alternativas para comerciar entre sí y con otros estados usando sus propias monedas, y también contempla la posibilidad de crear un sistema de pagos internacionales independiente del SWIFT debido a la instrumentación de éste y del dólar como armas de extorsión y aniquilación financiera por parte de Washington.
En este sentido, los amagos del magnate no hacen sino reforzar entre los miembros de ese bloque y entre otros observadores la percepción de que la superpotencia es un socio inestable, indigno de confianza, y que en todo momento sus vínculos económicos pueden cortarse por el afán imperialista de dictarle al resto del mundo cómo debe gobernarse, con quién puede establecer relaciones diplomáticas o mercantiles y hasta en qué moneda ha de pagar transacciones que nada tienen que ver con productos o empresas estadunidenses.
Trump exhibe también una profunda incomprensión, que parece común a los inquilinos de la Casa Blanca, acerca de los cambios en las correlaciones de fuerza y de la pérdida de capacidad de influencia de Washington conforme abusa de su actual posición de dominio en el sistema financiero global. Por ejemplo, amenaza a Moscú, que ya está completamente desconectado de todos los circuitos comerciales con Occidente y que es golpeado todos los días por armas de fabricación occidental, y a Pekín, al que ya le impuso aranceles arbitrarios, intentó quebrar a una de sus firmas tecnológicas más emblemáticas, bloqueó de la industria de semiconductores, y cuya economía intenta descarrilar explícitamente. Decirles que se plieguen a exigencias a países que ya tienen poco o nada que perder sólo los convencerá de redoblar sus esfuerzos para librarse de la prepotencia imperial de Occidente. Asimismo, amenazar a economías tan importantes y diversificadas como la india o la brasileña delata la histórica dificultad estadunidense para comprender las dinámicas globales. Es difícil anticipar la velocidad y la dirección de los proyectos impulsados por el bloque BRICS para crear un mundo multipolar, pero parece claro que la postura trumpista acelerará la tendencia a buscar nuevas redes de intercambio.
Para México, la embestida estadunidense contra sus rivales
geopolíticos se ha traducido en acusaciones de facilitar la entrada de
productos manufacturados en China y su traslado hacia el norte del río
Bravo. Pero hasta ahora esas denuncias han sido retórica sin sustancia:
el Banco de México (BdeM) explicó que, de acuerdo con la evidencia
disponible, el porcentaje de mercancías chinas exportadas a Estados
Unidos desde nuestro país es muy bajo para justificar las acusaciones de
que México actúa como trampolín
de las empresas asiáticas a fin
de evadir las sanciones impuestas por Washington. De hecho, el estudio
del BdeM muestra que Estados Unidos recibe más productos de origen chino
con la intermediación de otros de sus socios comerciales.
En suma, si el próximo mandatario desea proteger los intereses de su país debe comenzar por la identificación de los verdaderos desafíos a su competitividad, como la falta de mano de obra que el magnate empeorará si cumple la baladronada de expulsar a los millones de migrantes que sostienen sectores estratégicos de su economía.
En 1859, en tiempo de guerra con los conservadores se firma el tratado McLane-Ocampo –que afortunadamente no fue ratificado por el Senado norteamericano– y después con la invasión de los franceses y la llegada de Maximiliano en el 64, el presidente Juárez hizo alianza en ambos casos con Estados Unidos para salir avante en estas guerras.
Sólo habían pasado 11 años desde que, obligado por las circunstancias, el presidente Manuel de la Peña y Peña firmó el Tratado de Guadalupe Hidalgo con el que nos robaron la mitad de nuestro territorio los vecinos del norte. La patria estaba en peligro, se vivía una situación de guerra y Juárez no tuvo más remedio que optar por el mal menor.
Hoy las cosas son diferentes, México no está en peligro ni en guerra, por eso nuestra posición debe ser firme ante las embestidas y habladurías de Trump, y no aceptar la dicotomía de Estados Unidos o China. Ambos son importantes para nuestro desarrollo y entender que, más allá de la revisión del tratado, Trump impondrá una política proteccionista en favor de su país y nosotros debemos actuar en función de nuestros intereses y no los de ellos.
No hagas cosas buenas que parezcan malas, dice el dicho; qué bien el
operativo llevado a cabo en Izazaga 89 contra los productos de
contrabando asiático, pero en este momento hará creer a los malpensados
que es un mensaje de subordinación hacia Trump, igual que mencionar a Xi
Jinping por parte de nuestro gobierno que se da prioridad a sus principales socios comerciales, Estados Unidos y Canadá
.El mundo globalizado nos exige tratar de acuerdo a nuestras necesidades con todos los países y tener presente que China es ya la principal economía del planeta.
Benito Mirón Lince
Las características más notorias, evidentes y obvias del señor Trump son harto ofensivas, y se sustentan en sus actitudes de falta de respeto, violencia verbal, arrogancia, soberbia, prepotencia, abuso, irascibilidad, espíritu dominante y carencia de buenas maneras. Su discurso para con México y para con las y los mexicanos ha sido muy bélico y tan atroz que hasta genera miedo y obliga a pensar muy bien el diseño y la operación de la estrategia que el gobierno mexicano deberá establecer y dirigir frente a él y su gobierno, precisamente para no dejar lugar a dudas, confusiones ni omisiones. Al gobierno que encabezó Andrés Manuel López Obrador el presidente Trump le exigió colaboración forzosa para detener o por lo menos para atenuar el flujo migratorio del sur de la frontera mexicana, no obstante que quedó demostrado que durante el sexenio de Enrique Peña Nieto y durante los dos primeros años de AMLO la migración mexicana disminuyó, aunque volvió a resurgir durante los cuatro años restantes, lo cual demuestra que el reparto de dinero como parte de los programas sociales del gobierno federal no ha contribuido plenamente a que el flujo migratorio mexicano disminuya, sino que se ha acrecentado, y ese apoyo no basta para mitigar las necesidades más sentidas de la población; por ello, nuestros compatriotas siguen buscando irse a residir en Estados Unidos, por necesidad y en busca de mayores ingresos.
El anterior sexenio de México tuvo que ceder ante la amenaza trumpiana de establecer aranceles a los productos exportables mexicanos, y por eso se vio obligado a enviar a la frontera sur a más de 20 mil integrantes de la Guardia Nacional, quienes integraron una especie de muro humano contra el flujo migratorio. Por esa decisión se logró que la amenaza no se cumpliera.
Como presidente electo, Donald Trump ha vuelto a las andadas y ha hecho públicas amenazas y definiciones, entre las que destacan el establecimiento de aranceles (25 por ciento) a los productos mexicanos, la expulsión masiva de migrantes (habló de un millón en la primera deportación), el cierre de la frontera con México y la invasión territorial, con el propósito de venir a capturar a los que allá califican de narcoterroristas; más la revisión del T-MEC. Todos estos asuntos están en el debate binacional, y ahora hasta contra Canadá arremetió el futuro mandatario estadunidense en el tema de los aranceles, lo cual obligó al primer ministro de ese país a trasladarse a Florida a entrevistarse con Donald Trump durante una cena celebrada en su famosa residencia.
La exigencia actual para México es que el gobierno que encabeza la doctora Claudia Sheinbaun sea eficaz en el combate al narcotráfico, especialmente contra los traficantes de fentanilo y que contribuya más a detener la migración hacia Estados Unidos, ignorando, al parecer, el informe de las estadísticas del gobierno de Joe Biden en el sentido de que el flujo migratorio que cruza nuestro país procedente del exterior se ha reducido en más de 70 por ciento durante los últimos dos años. Este dato, al parecer no le importa a Mr. Trump, o al menos gusta dar la impresión de que lo ignora o no le interesa. En la víspera de la asunción como sucesor del presidente Biden, el empresario neoyorquino muestra que va en serio con sus advertencias y amenazas, sobre todo a partir de los anuncios que ha hecho respecto de quiénes serán sus colaboradores en el gobierno: todos los nombres dados a conocer señalan a personajes de línea muy dura y muy radical ubicados en la ultraderecha estadunidense, quienes se han caracterizado por ser enemigos verbales, mediáticos y también amenazantes hacia nuestro país y especialmente contra quienes migran, y también presionando al gobierno del segundo piso de la 4T, lo cual es un presagio ominoso que anuncia futuras y funestas tempestades diplomáticas, económicas y sociales con intenciones intervencionistas.
Ante ese arrojo no hay duda de que la soberanía de México debe respetarse y defenderse, siempre. Con Donald Trump no debe haber lugar para la ingenuidad ni para sorpresas, dado el odio manifiesto y las ideas tan negativas de él y de su futuro equipo de colaboradores. En lo personal no pienso que el futuro presidente estadunidense cumpla al pie de la letra sus dichos y anuncios amenazantes. Considero que va a presionar haciendo planteamientos y propuestas exigentes muy radicales y de enorme dureza ante el nuevo gobierno mexicano, y seguramente algo logrará, pues su estilo es presionar, amenazar, asustar y alarmar hasta lograr algo del propósito buscado.
Tampoco calculo que Trump cerrará la frontera con México como lo ha
anunciado, pues ello sería antieconómico para su propio país y para
México. Sí me parece que expulsará abusivamente a cientos de miles de
migrantes, pero pienso y deseo que no lo hará con el millón de personas
que ha expresado. Seguramente buscará la declaración de narcoterrorismo, pero
no considero que invadirá nuestro país para capturar narcotraficantes
en territorio mexicano, pues violentaría la soberanía nacional mexicana y
el derecho internacional, pero en cambio en ese contexto sí podrá
lograr –basado en la presión– un acuerdo y la autorización respectiva
para que un mayor número de agentes actúen de manera legal
en nuestro país.
En mi opinión el amago del arancel de 25 por ciento a los productos nacionales es un juego sicológico de presión política, y lo más probable es que sea una medida que no se pondrá en operación, pero a cambio podría lograr algo para reducir la migración y para asumir medidas conjuntas más efectivas y eficaces contra el narcotráfico y el crimen organizado. Al parecer, al futuro presidente de Estados Unidos no le preocupa que con los supuestos aranceles se encarecerían los productos y las mercancías que consume su mismísima población; tampoco reconoce que con la expulsión masiva de migrantes se encarecerá la mano de obra que usan las empresas de su país. Me parece que las primeras reacciones de la Presidenta mexicana han sido correctas al responder con firmeza, contundencia y con buenas maneras las amenazas del vitriólico vecino, pero el gobierno mexicano no debe confiar y en cambio debe defender con efectividad y realismo los intereses nacionales.
Celebro que el sector empresarial mexicano esté respaldando la política gubernamental en estos menesteres, pero se requiere más. Esperemos que muy pronto se lleven a cabo encuentros civilizados e institucionales entre ambos presidentes y con los dos equipos de gobierno. Lo deseable es que surjan y se firmen acuerdos en los que las dos partes cedan en algo aceptable para ambas naciones, a la luz de que México es el principal socio comercial de Estados Unidos. La firmeza y la prudencia en medio de la terca realidad persistente han de ser buenos consejeros para ambos gobiernos, pero siempre habrá que estar alertas, atentos y prestos para reaccionar a las amenazas dadas a conocer con tanta virulencia.
No hay razón ni tiempo que perder. Son tiempos para no pestañear o para no descuidarse ni un segundo frente al agresor. Las y los mexicanos debemos hacer votos para que nuestro país salga razonablemente victorioso y para que el forcejeo se atenúe. Expuesto lo anterior, lo que es incomprensible es el por qué la mayoría de los electores de origen mexicano y latino –sabiendo muy bien lo que le espera a sus congéneres indocumentados– votaron mayoritariamente por Donald Trump para presidente de Estados Unidos. Ahora, ante tantas amenazas del futuro presidente estadunidense a Canadá, también es de esperarse un acuerdo previo de la presidenta Claudia Sheinbaum con el primer ministro de ese país, Justin Trudeau, para articular un plan conjunto de defensa de los intereses de México y de Canadá.
Sin embargo, no se han perdido las esperanzas de fortalecimiento ni las posibilidades de encontrar mejores tecnologías y dar pasos más acelerados en el rescate ambiental. No sólo se trata de reciclar o de remodelar las ideas. Es importante contar con un acervo de información clave que nos permita estar un paso adelante de los acontecimientos que, día a día, determinan nuestra forma de vida.
La mentalidad colectiva, tan diversa, complicada, y predecible, tiene un común denominador: el reto de avanzar. Ningún ser humano, hasta donde se conoce, ha permanecido en un mismo lugar, no obstante, los fuertes lazos territoriales si éstos ya no le garantizan la subsistencia. Buscar, indagar, caminar hacia mejores metas, son el principio de nuestra conducta.
Esa necesidad de avanzar y el hecho de contar con las posibilidades para hacerlo, nos convierte a los seres humanos en los promotores naturales del deseo por aprender, de acuerdo con especialistas en el tema, éste es un instinto primario. Coloquialmente, se le llama curiosidad.
Uno de estos científicos dedicados al misterio del aprendizaje, fue el sicólogo y pedagogo Hans G. Fürth quien señaló en su libro El conocimiento como deseo. Un ensayo sobre Freud y Piaget, que el deseo de conocer, es una necesidad esencial del ser humano.
Está más que comprobado que la ciencia y la tecnología son el soporte de la vida en el planeta. Dependemos de ambas para la subsistencia humana. Lamentablemente, ninguna se escapa de la cultura del consumismo. Sin embargo, ningún pretexto debería cerrar las puertas al desarrollo de aquellas técnicas que ofrecen las posibilidades energéticas que necesitamos. Hablamos de la energía nuclear.
En cuanto al tema, insistimos en él porque ésta es una de las alternativas que más resultados positivos han arrojado y que mayor ahorro económico han demostrado en los países que optaron por la energía nuclear para el abasto de electricidad. No sería conveniente, para el grado de soberanía al que aspiramos, que México quedara al margen del presupuesto federal, o que se le negara el apoyo institucional.
Se están buscando, como ya lo hemos manifestado en este espacio de La Jornada, las técnicas que ayuden a desarrollar y promover más ampliamente la ampliación de la industria nuclear. Ya es posible aprovechar los residuos de la utilización del uranio de los reactores termoeléctricos de otros países (China, Rusia, India). Los inconvenientes están disminuyendo. Hacemos hincapié en que, reducir los riesgos para la salud y controlar los residuos tóxicos, es una obligación de todos los países, no sólo en el área nuclear, sino en todas las fuentes de energía que conocemos en la actualidad. El compromiso es reducir la huella del dióxido de carbono (CO2) y que, ninguna empresa y ninguna nación, se queden atrás. Ésta es la meta obligada y no existe otra más importante que la recuperación de la salud mundial.
Afortunadamente, la motivación para seguir una carrera de
investigación en el área de la ciencia física no ha disminuido y,
esperemos que esto no suceda, pese a las condiciones desfavorables, por
ejemplo, en las que realiza su trabajo la mayoría del plantel docente de
la Facultad de Ciencias de mi alma máter. Hacemos votos para que la
llamada burocracia dorada
, injusta, neoliberal y depredadora de todas las facultades de nuestra UNAM, pronto sea relevada.
En consecuencia, felicitamos a dos integrantes de la comunidad científica nuclear por los premios recientemente recibidos. Miguel Alcubierre Moya ha sido premiado con la medalla Pro-Conciencia 2024-2025, que otorga la Asociación Mundial Pro-Conciencia, AC. Su trayectoria como investigador y docente, además de divulgador de la ciencia, lo ha destacado. El doctor Alcubierre ha realizado importantes estudios en cuanto a la relatividad numérica relacionados con el espacio-tiempo. Por su parte, el doctor Roberto León Montiel, integrante del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN), ha sido reconocido con la distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos (RDUNJA) 2024, en la categoría de Investigación en Ciencias Exactas. Además de ser galardonado por su amplia labor como investigador del ICN.
Los apoyos y los reconocimientos deben multiplicarse no sólo en la UNAM, sino en todos los centros de investigación del país. Talento existe, vocación también. Hace falta mayor reconocimiento de las autoridades para que la productividad científica siga dando frutos sin limitaciones ni estigmas.
Queremos seguir avanzando en el desarrollo de la energía nuclear. Grandes personajes de la ciencia han dado al país prestigio y motivaciones. Necesitamos ampliar la divulgación del historial científico nacional para que esta información no sea exclusiva de un círculo reducido de la sociedad. El pueblo de México debe ejercer el derecho incondicional e inalienable al desarrollo intelectual, todos los sectores de la población lo merecen (art. 4, 21, 27 y 28 constitucionales). Es justo que las generaciones venideras cuenten con un futuro asegurado dentro del ámbito de la ciencia.
(Colaboró Ruxi Mendieta)
Veinte años después, un nuevo Congreso ha dado por terminada las encomiendas del Consejo, entre éstas, la medición de la pobreza iniciada en 2008. Se trató de una metodolgía que, sin haber satisfecho a todos, considera(ba) congruentemente una perspectiva multidimensional para entender y combatir consistentemente a la pobreza: los ingresos, el rezago educativo, el acceso a servicios de salud y a la seguridad social, la calidad y servicios básicos en la vivienda, el acceso a la alimentación y el grado de cohesión en las comunidades y regiones estudiadas.
La utilidad de ese ejercicio, inspirado en variadas experiencias internacionales, era y es clara: proporcionar una información robusta que diera sostén a la construcción de políticas sociales que concitaran consenso, respeto político y social, a más de inteletual, y contribuyeran a superar la pobreza, en primer término la llamada pobreza extrema, y también a reducir la vulnerabilidad de millones de mexicanos.
Los informes del Coneval han permitido tener una radiografía
aceptable del estado de nuestra cuestión social, pero no han sido bien
vistos por los grupos dominantes y sus gobiernos quienes, como es
posible inferir, hubieran preferido que las fotografías
fueran
tomadas desde otros ángulos. Algunos, buscaron maquillar las cifras para
edulcorar un inaceptable rezago histórico, como lo es nuestra perenne
desigualdad o, bien, no alterar el camino tomado del cambio globalizador
por considerarlo libre de fallos. Lo demás, nos decían sería lo de
menos, siempre y cuando tuviéramos paciencia.
El gobierno anterior, junto con el actual, no ha ofrecido una explicación, muchos menos satisfactoria, a la desaparición del Coneval, y el Congreso se ha manchado de vergüenza política e institucional al aprobar, sin chistar, las propuestas del gobierno. Esta operación de demolición no ahorra nada y desde luego ni borra las condiciones precarias y fragiles de la existencia de millones de mexicanos, ni evita que siga el deterioro de nuestras estructuras sociales, educativas, culturales, regionales.
Más que haber votado la desaparición del organismo, sin argumentos válidos, deberíamos, gobierno y sociedad organizada, haber dado paso a discusiones de fondo, en el Congreso, los medios y la academia, no sólo sobre el Consejo, cuya utilidad no debería soslayarse, sino sobre nuestra deteriorada y descuidada, no atendida integralmente, cuestión social. Así podríamos contar con una buena evaluación de los programas sociales puestos en acto en estos veinticinco años. Una ocasión privilegiada para plantear(nos) con seriedad el impulso a un nuevo curso de desarrollo que recupere la centralidad de la justicia social y, desde ahí la actualización y recuperación del Estado y del propio desarrrollo económico y social.
Como pocas veces en nuestra historia contemporánea, muchos sentimos y sufrimos la falta de un Estado con capacidad de ver el todo y de ponerlo en perspectiva; un Estado que diseñe e impulse políticas capaces de rearticular demografía y economía, responsabilidad ambiental con capacidades productivas y fortalecimiento de la convivencia social dentro de marcos democráticos. Un Estado dispuesto a convocar a una amplia reforma del Estado, fiscal y hacendaria para ser efectivamente redistributiva y que tenga en el centro la justicia social.
El desaparecido Coneval nos proveía de mediciones que daban cuenta de los avances, retrocesos y estancamientos de las políticas públicas orientadas a superar el gran rezago histórico de la desigualdad, que nos cruza y se aloja en una pobreza masiva inicua. Estas mediciones no deben quedar a la deriva. Urge recogerlas y protegerlas.
No es tarea de unos cuantos ni será fruto de la curiosidad generosa de los investigadores que, en buena medida gracias al Coneval, maduraron y adquirieron conocimientos y destrezas. Es una tarea política fundamental para orientarnos y no perdernos entre transformaciones y globalizaciones abigarradas, sin memorias ni reflejos históricos. Esperemos que haya tiempo.
La segunda gran expulsión fue la operación Espalda mojada, de 1954, que sacó de ese país a más de un millón de mexicanos que habían ido a trabajar de manera indocumentada y de forma paralela al convenio Bracero. Fue una operación, eficiente, de corte militar, ejecutada por el gobierno de Dwight Eisenhower. El problema es que una vez que concluyó, se tuvo que abrir nuevamente la puerta a los braceros contratados para que levantaran las cosechas.
En la actualidad se estima una población de 11 millones de indocumentados, de los cuales la mitad serían mexicanos. Por tanto, la probabilidad de que deporten a un buen número de connacionales es muy alta, no sólo por su magnitud, también por la vecindad, el menor costo y la facilidad que supone contar con 50 cruces fronterizos. Para la otra mitad, la expulsión es mucho más costosa, lenta y complicada, porque debe ser por vía aérea.
Dado el personal encargado por Trump para manejar la deportación, hay que pensar mal, y en ese sentido podría darse una especie de limpieza étnica, dirigida especialmente a los mexicanos, por ser fácilmente deportables. Ahora bien, de los 5.5 millones de estos deportables, podrían ser, hipotéticamente 10, o más, los expulsados si contamos a los acompañantes forzados, porque al sacar a un jefe de familia le siguen el cónyuge y sus hijos menores.
Según el demógrafo Juan Diego Terán, la población de niños estadunidenses que llegó con sus padres deportados registrada en el censo de 2020, fue de cerca de medio millón. Por tanto, hay prever una deportación de tipo familiar y no tanto de personas. Otro agravante es la antigüedad de la migración irregular mexicana, una mayoría muy amplia tiene más de 15 o 20 años viviendo en Estados Unidos, lo que implica una integración al lugar de destino y una desconexión inexorable con México y su lugar de origen.
Lo que nos puede enseñar la historia es que las deportaciones masivas son un evento y que luego los flujos migratorios siguen su curso. No obstante, después se dan cambios significativos en las políticas migratorias y la composición de los flujos. Las expulsiones de la década de los 30 tuvieron como objetivo deportar a familias enteras, sobre todo las que se ubicaban en los estados industrializados del norte y que ya eran parte de la clase obrera. En la de 1954, la finalidad era romper con el flujo de migración irregular que corría paralelo al convenio bracero y que trabajaba fundamentalmente en la agricultura.
Deportar migrantes irregulares no soluciona el asunto. Hay 3.7 millones de solicitantes de asilo en espera, que teóricamente no podrían ser sacados de manera inmediata, también hay medio millón más de personas con estatus temporal protegido; a esto hay que sumar unos 800 mil dreamers que tienen protección. El costo estimado para deportar a un millón de indocumentados en un año es de 88 mil millones de dólares, unos 880 dólares por persona, pero la infraestructura disponible es totalmente insuficiente y también el personal para realizarlo.
Por otra parte, las ciudades santuario e infinidad de iglesias e instituciones ya se preparan para hacer una defensa cerrada y coordinada contra la deportación masiva. Las demandas judiciales van a entorpecer el proceso; sin embargo, no todos los migrantes irregulares están en la misma situación. Los mexicanos y luego los centroamericanos serán los más perjudicados. Los haitianos, comegatos, como diría Trump, tienen cierta protección y es difícil sacarlos por el caos y la violencia que impera en ese país. Los cubanos, siempre privilegiados, ahora tienen la protección de Marco Rubio como secretario de Estado. Los venezolanos, al parecer podrán ser expulsados y aceptados a cambio de que las empresas petroleras estadunidenses puedan trabajar en Venezuela. No sabemos qué podría pasar con los nicaragüenses y si van a ser aceptados por su país; tampoco con los asiáticos y africanos, a los que resulta complicado y costoso deportar.
Para México es indispensable tener información precisa y amplia sobre los expulsados, sus datos demográficos básicos, si vienen con familiares, si dejaron parientes, si vienen ciudadanos estadunidenses, lugar en que habitaron, tiempo de residencia, dónde trabajaron, habilidades aprendidas, manejo del inglés, etcétera.
Van a expulsar migrantes, pero también Estados Unidos va a perder un capital humano impresionante, que podemos aprovechar y potenciar en beneficio de ellos y sus familias, pero también del país. Pero para eso hay que tener información precisa y confiable.
En consecuencia, desde inicios de 2025 haremos foros y todos los diálogos pertinentes sobre los problemas de la agricultura (como la severa crisis climática, la impostergable transición hacia una agricultura agroecológica y los graves problemas del deterioro ambiental), así como qué debemos cambiar en la educación de los futuros agrónomos.
Volver a los orígenes. En primer término, abrevemos en el ideario del
acta de la inauguración de la Escuela Nacional de Agricultura de 1923,
aprendamos y enseñemos con los pequeños agricultores: ... esta
escuela preconiza un ideal humano de sencilla cooperación y de reposado
compañerismo entre los hombres que labran la tierra sin que trate de
empujarlos hacia la pendiente de la grande explotación agrícola...
Esto nos lleva, en segundo término, a regresar a otro origen fundamental, la sabiduría campesina e indígena para cultivar su milpa de manera natural, cuidando el suelo para tener una comida saludable. Así pues, en un diálogo de saberes, busquemos la integración de conocimientos, los de ellos y de nosotros.
Después del análisis de la problemática de la agricultura y de la educación actual, trazaremos la ruta de las reformas educativas necesarias. Sin duda, en todos los programas educativos de carreras y posgrado, en los centros e institutos de investigación, hay profesores muy competentes y dispuestos a compartir sus saberes con las comunidades campesinas. Para hacer vinculación con los agricultores pequeños, contamos con los universitarios del campus central en Chapingo y además con un sistema de centros regionales, ubicados en Sonora, Zacatecas, Veracruz, la región central, Michoacán, Jalisco, Oaxaca y Yucatán. Dicho sistema cuenta con el conocimiento y la experiencia de haber trabajado por décadas con campesinos en las diferentes regiones del país y ha establecido tres carreras, una maestría y un doctorado. Ahí están adscritos 548 alumnos y 135 académicos.
Establecida la ruta haremos las adecuaciones pertinentes a la estructura académica, y democráticamente adecuaremos el actual estatuto universitario.
Para llevar a cabo el anterior proceso, tenemos que resolver un escollo importante que han planteado el rector y el H. Consejo Universitario, al acordar hacer un plebiscito –no en un sólo día, como es la práctica común, sino en seis, a partir del 28 de noviembre, excluyendo sábado y domingo– para aprobar su propuesta de reforma al estatuto de la Universidad Autónoma Chapingo. Ésta fue publicada apenas el 19 de noviembre de manera digital, sin folletos escritos y violando el artículo 161 del estatuto universitario vigente, que los obligaba a llevar a cabo el plebiscito 30 días después de su publicación, esto es, el próximo 19 diciembre. Y no sólo eso, no fue revertida a la comunidad la propuesta de actualización del estatuto de la Universidad Autónoma Chapingo, elaborada por una comisión representativa de la comunidad, y avalada con más de 33 por ciento de miembros de la comunidad, violando los artículos 160 y 161 del estatuto vigente.
Se alzaron muchas voces solicitando al Consejo Universitario que se recalendarizara el proceso porque no se tiene conocimiento de las propuestas.
Se negó, y ahora sólo queda la única opción para que se recalendarice: no votar, y al no obtener el quorum, se verá obligado a recalendarizar. Si se votara y hubiera quorum, se aprobaría –entre otras cosas– que desapareciera el sistema de centros regionales universitarios y su dirección. Esto sería un retroceso para la universidad. Disgregados los centros, cada uno de ellos gestionará el presupuesto con el Consejo Universitario y con menos fuerza.
* Integrante de la Comisión Reglamentadora de 1978 que elaboró el Estatuto de la UACh vigente. Profesor adscrito al Centro Regional Universitario del Anáhuac
A mi entender, la respuesta es clara: 40 años de neoliberalismo han dejado a Estados Unidos con una desigualdad sin precedente (https://on.cfr.org/4g6Ubey),
un estancamiento en la mitad del espectro de ingresos (y peor para los
que están por debajo) y una caída de la expectativa de vida (https://bit.ly/3CK7Ycz) promedio (subrayada por las crecientes muertes por desesperación
(https://bit.ly/4fVAGGb). Al Sueño Americano
lo están asesinando y, aunque el presidente Joe Biden y la
vicepresidenta Kamala Harris se distanciaron del neoliberalismo con su
abrazo a políticas industriales, como representantes del establishment dominante, siguieron asociados a su legado.
La economía del momento resultó relevante, pero es necesario entender los indicadores mensuales de empleo e inflación en un contexto histórico más amplio. Como destacó la administración Biden en la víspera de la elección, la economía parece fuerte, especialmente si se la compara con otras economías del G-7. Pero esto no fue suficiente. Los estadunideneses no han olvidado que los demócratas dieron rienda suelta al sector financiero (Clinton), luego rescataron a los bancos mientras los propietarios de viviendas y los trabajadores que perdieron sus empleos en la Gran Recesión cargaron con el costo (Barack Obama). Asimismo, fue Clinton quien desencadenó la globalización, creyendo tácitamente en una economía de goteo que terminaría beneficiando a todos. La única diferencia real entre demócratas y republicanos en este sentido es que los demócratas decían sentir la angustia de los que salían perdiendo.
La tragedia es que los norteamericanos parecen haber votado más por la mera perturbación que por cualquier otra cosa. Acosados por la precariedad económica y el espectro de una movilidad social descendente, decenas de millones de ciudadanos votaron por Trump como una manera de “aferrarse al establishment”, y porque muchos parecen creer que les cubre las espaldas.
Pero no es así. El primer mandato de Trump y su campaña electoral de 2024 dejaron muy en claro que no tiene ninguna intención de promulgar el tipo de políticas que necesitan los estadunidenses de a pie. Está a favor de recortes fiscales (https://bit.ly/4fPUhYr) para los multimillonarios y las empresas, del fin de la Ley de Atención Médica Accesible (Obamacare) (https://n.pr/3B7Sij0) y de aranceles (https://bit.ly/3CSfHFA) arrolladores, que en la práctica son un impuesto a los consumidores y a las empresas estadunidenses. Lo más probable es que los aranceles estén plagados de excepciones corruptas, compradas mediante aportes de campaña, y, en cualquier caso, es seguro que provocarán medidas de represalia y una pérdida de puestos de trabajo estadunidenses.
Trump también generará déficits presupuestarios masivos, que derivarán en tasas de interés elevadas y en una menor inversión en el futuro de Estados Unidos. Si él y los republicanos del Congreso siguen adelante con la derogación (https://bit.ly/3Ztd45T) de la Ley de Reducción de la Inflación (que incluye estipulaciones para reducir los precios de los medicamentos bajo receta) (https://bit.ly/41aiZOL) y Obamacare, los ciudadanos encontrarán que tienen un menor acceso a la atención médica y costos más altos.
Todo esto es peor que el neoliberalismo, que al menos pretendía promover mercados competitivos y no distorsionados. Trumponomics
es un capitalismo sucedáneo, dirigido por y para los poderosos, y según
el principio de que el dinero importa por encima de todo. Los
estadunidenses, al parecer, han perdido confianza (https://bit.ly/417JW5p)
en sus instituciones y la creencia de que el gobierno los beneficiará.
Es el resultado previsible de 45 años de campaña republicana (y
demócrata neoliberal), empezando por el famoso comentario (https://bit.ly/414LMUO)
de Ronald Reagan de que “las nueve palabras más aterradoras de la
lengua inglesa son: ‘Formo parte del gobierno, y estoy aquí para
ayudar’”.
Las guerras culturales (https://bit.ly/41a14HW) también han ejercido un papel importante en la victoria de Trump. Su campaña transmitió con éxito el mensaje de que los demócratas están obsesionados con el género, la raza y otras cuestiones sociales en un momento en el que la mayoría de las personas sólo intentan salir adelante. Muchos votantes llegaron a la conclusión de que Trump invertiría, o al menos ralentizaría, el ritmo de los cambios desorientadores que han desafiado jerarquías y roles sociales establecidos desde hace tiempo.
Como los nacionalistas en todas partes, Trump culpa de los problemas
de Estados Unidos a fuerzas externas, desde la inmigración hasta el
comercio injusto
. Pero si bien es cierto que ninguna de estas dos
cuestiones se ha gestionado muy bien, las soluciones que propone serían
desastrosas para la economía norteamericana y para el mundo. No está
claro hasta qué punto lo han entendido sus votantes. La mayoría parece
haberse sentido atraída al teatro político. Querían enviar un mensaje de
insatisfacción y ahora lo han hecho.
Para los demócratas, ese mensaje debería ser claro: abandonen el neoliberalismo y regresen a sus raíces progresistas en las presidencias de Franklin D. Roosevelt y Lyndon B. Johnson. El partido necesita ofrecer una nueva visión de una sociedad que brinde educación y oportunidades para todos; donde los mercados compitan para producir mejores productos que mejoren el nivel de vida, en lugar de diseñar mejores maneras de explotar a los trabajadores, a los clientes y al medio ambiente; donde reconozcamos que hemos pasado de la era industrial a una economía orientada en torno a los servicios, el conocimiento, la innovación y la atención. Una nueva economía necesita nuevas reglas y nuevas funciones para el gobierno.
Existe una gran diferencia entre esa nueva visión y los retoques ofrecidos por la campaña de Harris (un poco más de financiación de la educación por aquí y unos pocos dólares para ayudar a los compradores de primera vivienda por allá). Articular un programa sólido no será fácil, y ponerlo en marcha sería aún más difícil. Pero el futuro de Estados Unidos depende de que se haga.
*Joseph E. Stiglitz, ex economista en jefe del Banco Mundial y ex presidente del Consejo de Asesores Económicos del presidente de Estados Unidos, es premio Nobel de Economía y autor, más recientemente, de The Road to Freedom: Economics and the Good Society (W. W. Norton & Company, Allen Lane, 2024).
Copyright: Project Syndicate, 2024www.project-syndicate.org
Una enorme imagen en barro de la mítica deidad ocupa el lugar principal en el Centro Histórico de Metepec, lindo pueblo mágico ubicado en la zona metropolitana de Toluca.
Pueblo alfarero desde tiempos prehispánicos, es famoso por sus árboles de la vida de diferentes tamaños y temáticas, que se pueden encontrar en una enorme variedad en el Centro de Exposición y Venta Artesanal.
Ahí se congregan 90 familias artesanas que trabajan piezas tradicionales de barro policromado, vidriado, natural o pigmentado, artículos de piel, cuero, vitrales y cestería.
Uno encuentra los objetos más bellos y sorprendentes que se pueda imaginar; los famosos árboles de la vida van de piezas miniaturas a grandes esculturas cada una diferente, por lo que podría formar una rica colección en una sola visita. También hay cazuelas, comales, jarros, candeleros, jarrones, macetas, soles, lunas, calaveras, tlanchanas y mucho más. Tanta riqueza dio lugar al Museo del Barro donde se exhibe, entre otras piezas extraordinarias, la cazuela más grande del mundo
Metepec tiene varios sitios interesantes, entre los que destacan la capilla del Tepeyac, que se encuentra en lo alto del cerro de los Magueyes, dedicada a la la Virgen de Guadalupe. Se llega por un camino de terracería en pendiente. En la fachada frontal lucen unas flores de tezontle que encierran simbolismos de la cosmovisión prehispánica; la parte posterior muestra una representación en relieve de la aparición de la guadalupana. Era un sitio de descanso y referencia de arrieros y viajeros.
Otros lugares de interés son la iglesia de San Juan Bautista, con su hermoso templo en estilo barroco y su atrio con una triple arquería con columnas románicas de tezontle.
A un lado se conserva el antiguo convento franciscano que fue uno de las primeros que se construyeron para evangelizar la región. En sus claustros sobreviven murales que cuentan la historia de varios mártires y santos. El lugar guarda un misticismo que se acentúa por las celebraciones religiosas que periódicamente se realizan. También se utiliza para eventos culturales como el Festival Internacional de Arte y Cultura Quimera.
Hay más que ver, pero el tiempo corrió muy rápido y teníamos una invitación a comer con el editor y promotor cultural Jorge Luis González Santana y su mujer, la poeta Flor Cecilia Reyes, una pareja de amigos queridos oriundos del lugar, donde viven en una casona antigua que no es exagerado calificar de museo.
Obras de arte por doquier, tanto en cuadros como mobiliario, antigüedades y diversas artesanías, muchas, que por su calidad y belleza, se pueden considerar verdaderas obras de arte popular. Ahí disfrutamos una abundante botana con un tequilita.
Aun nos esperaba otra sorpresa. La casa era parte de una hacienda del siglo XVIII que tenía su troje. La creativa pareja decidió convertirla en un restaurante con cocina tradicional mexicana y creaciones propias con ingredientes de temporada. Así, entre paredes de adobe, pisos y techos de madera, y una terraza con vista al patio central y su fuente, se disfrutan sabrosos platillos acompañados del vino de la casa –Hilo Negro– que elabora el dueño en un viñedo que comparte con amigos; muy recomendable. La Troje se encuentra en Paseo San Isidro 26, Barrio de Santiaguito.
Este lugar puede ser el remate de un feliz paseo dominical para los capitalinos. Es muy cerca, la carretera es buena y bonita y como ya vimos, Metepec tiene muchos atractivos.
A lo largo de los años, José Agustín aparecía en los periódicos un
día sí y otro también con la llamada literatura de la Onda y el desafío a
Fuentes y a Octavio Paz. Recuerdo que una vez, en una de esas visitas a
los onderos
, en Cuautla, María Luisa Puga, quien vivió en
Acapulco, se echó un clavado en la piscina de José Agustín mientras
nosotros bebíamos unas chelas. Eran los años de las chelas, los
años de la risa y de la irreverencia; los años de un Acapulco asoleado y
una Cuernavaca irreverente y poblada de visitantes famosos, como
Barbara Hutton, la mujer más rica del mundo, the poor little rich girl
. y
el sha de Irán… Hoy, a mis casi 93 años, considero a José Agustín un
gran amigo de juventud como consideré a Parménides García Saldaña y a
Gustavo Sainz, quien levantó un altar a Octavio Paz y a Carlos Fuentes
en su biblioteca, al lado del Instituto Francés de América Latina. A lo
largo de los años seguíamos viéndonos, porque yo iba feliz a Cuautla,
hasta que recibí la pésima noticia de su muerte, el 16 de enero de 2024.
De vez en cuando visito a Margarita y a su hijo José; es una dicha
escucharlos y comer con ellos. Cuando por alguna razón vienen de Cuautla
a la Ciudad de México también nos vemos, y hoy, José, el pintor, llega a
la casa en Chimalistac con una magnífica pintura que de inmediato
cuelgo en un muro de la sala.
Doy gracias a toda la corte celestial por la amistad y el talento de José Agustín, quien además era un hombre de cultura, que sabía hablar de literatura (en inglés y en francés) y la reverenciaba, a pesar de sus desplantes, que algunos consideraron insolentes. Esta amistad con la familia de José Agustín ha durado más años de los que voy a vivir, y ver a Margarita y a José siempre ha sido una felicidad, porque los amores de mis primeros años como periodista son siempre los más fuertes, por la propia juventud, la de la risa y la admiración por la literatura.
–José –pregunto al hijo menor de José Agustín–, ¿cuándo fue la primera vez que te diste cuenta de que tu papá era una voz inesperada en la literatura que jalaba a los jóvenes?
–Soy José Agustín Ramírez Bermúdez –responde José muy serio y como si esperara un 10. Creo que mis primeras impresiones se dieron a raíz del día en que oí a mi padre dar una conferencia. No me impactó tanto que fuera mi padre arriba en el escenario como la reacción de sus oyentes a su lucidez, su fuerza, su encanto, sobre todo a su risa, a su forma de no tomarse en serio, lo que provocó aplausos y carcajadas. Me di cuenta de que muchos chavos estaban muy contentos.
–Tu papá siempre tuvo auditorios llenos, incluso en Francia, donde lo oí, y no se diga en Estados Unidos…
–Su inteligencia me marcó y decidí seguirlo cada vez que venía a la
Ciudad de México, y me di cuenta que muchísima gente joven y hasta vieja
permanecía de pie o en los pasillos en la sala Ponce o en cualquier
otro sitio, cuando antes me había dado cuenta de que no todos se
quedaban hasta el final de la conferencia de otros intelectuales… En
muchas ocasiones vi que los impuntuales en la sala Manuel M. Ponce
permanecían de pie afuera y como me llamó la atención, empecé a
preguntarme: Pues ¿quién es mi papá?
–Un rockstar de la literatura.
–José Agustín era totalmente rockstar. ¿Por qué viene tanta gente?
Ahora, cuando asisto a algunas actividades literarias y veo la sala semivacía reflexiono: Oye, mi papá tenía un poder de convocatoria muy tremendo
.
“Yo era el clásico niño latoso que va y viene, y como que quería entender, y era muy frustrante, pero alcancé a comprender que muchos oyentes miraban a mi papá con devoción y le ponían más atención a él que en misa. Entonces dije: ‘Mi padre tiene algo especial’. También en la escuela, al dar mi nombre en clase, me preguntaban: ‘¿Eres algo de José Agustín?’ Muy pronto nos mudamos toda la familia a Cuautla y ya vivimos entre libros.”
–José, recuerdo haberlos ido a visitar a Cuautla cuando eran chiquitos. Alguna vez me acompañó María Luisa Puga, quien se tiró a la alberca porque era una gran nadadora. Jugaron carreras y ganó tu papá.
–Mi papá nos llevó a vivir a Cuautla, que era un municipio indígena y
casi todos los niños hablaban náhuatl, y yo venía llegando de Estados
Unidos, donde mi padre enseñó durante varios años en algunas
universidades, entonces yo hablaba inglés y mis hermanos también. Al
llegar a la casa de Cuautla, mis padres decidieron mandarme a la escuela
y los chavitos me preguntaban: ¿Qué hace tu papá?
, y yo les respondía: escribe novelas
. ¿Cómo novelas? ¿Qué es eso? ¿Qué son las novelas?
. Libros
.Como si no supieran qué era un libro, insistían: “¡Ah, como las telenovelas! Como Cuna de lobos, y volvían a preguntarme: ¿cuáles telenovelas ha escrito tu papá?
–¿Entonces te diste cuenta de que tu papá era muy importante?
–Al principio, él mismo me prohibió leer La tumba, me decía: hasta que tengas 18
; creo que lo consideraba un libro existencial, nihilista. Además, soy el más chavo de los tres.
–¿Un cochinito lindo y cortés? –como cantaría Cri-cri.
–Mi hermano Andrés es editor de muchos libros, entre otros los de mi papá, que ahora publica Penguin Random House. Mi hermano Jesús es neurosiquiatra; él heredó la genialidad de mi padre. Nuestro hermano Jesús, ahora que estamos aquí, y no en Cuautla, nos dejó hospedarnos en su casa; él vive aquí en Chimalistac, muy cerquita de tu casa caminando, por la estación Viveros del Metro. Tengo más amistad con Jesús que con Andrés, creo que por la edad o porque tuvimos pláticas infinitas sobre temas irrelevantes, y las seguimos teniendo.
“Ahora estamos haciendo esta película en honor a mi padre, porque es un personaje importantísimo que conjuga muchas cosas de la cultura o la contracultura mexicana creativa, talentosa. Aunque soy un turista en esto de la literatura, la verdad he hecho teatro experimental después de asentarnos definitivamente en Cuautla, y eso me va a ayudar.
Él tenía una conexión muy fuerte con México, y era lógico que
regresara a escribir las tragicomedias. Mi papá hablaba muy bien inglés y
le encantaba esa cultura. Monsiváis dijo que era el primer
estadunidense nacido en México, o algo así. A mi papá sí le fascinaba el
rock, toda la música, pero también le encantaba todo lo mexicano.
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