12/08/2024

Columnas y opinión del periódico La Jornada domingo 8 de diciembre de 2024


Desplome del globalismo neoliberal: desde Francia hasta Sudcorea
Emma Ashford, de Foreign Policy, comenta que “desde Francia hasta Sudcorea los aliados democráticos (¡sic!) de EU confrontan caos político (https://bit.ly/4g7krWQ)”.

En casi toda Europa, los verdes globalistas (¡un oxímoron!) naufragan en la ingobernabilidad: Alemania adelantó la elección y prohíbe a sus anatemizados partidos soberanistas (https://bit.ly/49xHDuQ)”, mientras en Rumania, los palafreneros de la plutocracia del Foro Económico Mundial (FEM) de Davos y la OTAN/Unión Europea(UE)/G-7 cancelaron, bajo el pueril pretexto de injerencia rusa, la elección presidencial, donde el soberanista Călin Georgescu era el aplastante favorito (https://bit.ly/3ZqjbXn).

Breitbart, portal antiglobalista y pro-Trump, titula “¡Bye Bye Barnier! El gobierno francés colapsa debido a la convergencia de Le Pen con el bloque de izquierda para defenestrar al primer globalista (¡ mega-sic!) sobre su “presupuesto tecnocrático (https://bit.ly/41if4PV)”. Hoy las elecciones en Occidente se han vuelto geopolíticas ante todo.

Según Le Figaro, “Michel Barnier es el primer jefe de gobierno censurado desde George Pompidou en 1962 y es el más efímero premier de la V República (https://bit.ly/3ZhiLT6)”. Las sádicas fiscalistas imposiciones neoliberales, las estériles maromas politiqueras y las posturas bélicas contra Rusia, del globalista presidente Macron, ex empleado (literal) de la banca Rothschild, han llevado a Francia a la ingobernabilidad, sin curación en el corto plazo. El diagnóstico del mismo The Economist, propiedad de los Rothschild, es demoledor. Las llamadas izquierda y derecha –dos denominaciones totalmente caducas para el siglo 21 ante el advenimiento del nuevo orden mundial multipolar/ecuménico/civilizatorio–, exponen que, más que la obsoleta definición horizontal topográfica que proviene del siglo XVII en Inglaterra y el XVIII en Francia, la verdadera dicotomía del siglo XXI es hoy vertical entre los globalistas de la OTAN/UE/G-7 en caída libre y el ascenso fulgurante de los soberanistas del BRICS+, debido al cataclismo que provocaron la globalización financierista y sus vapuleados epígonos unipolares del FEM de Davos. A nivel horizontal, los partidos soberanistas de izquierda y derecha de Francia se unieron por su supervivencia biológica contra la verticalidad asfixiante de los globalistas (Nacionalismo contra globalismo.Dicotomía del siglo XXI antes de la inteligencia artificial https://bit.ly/46irEyl).

John Joseph Chin y Joe Wright, de Asia Times, con sede en Hong Kong, argumentan que el “intento de ‘auto-golpe’ del presidente de Sudcorea es parte de una tendencia global (https://bit.ly/4f7wLVJ)”. El presidente Yoon Suk-yeol (YSY), repudiado popularmente con un humillante 13 por ciento de aprobación, aplicó una ley marcial de emergencia, inventando que los poderosos partidos de oposición constituyen una amenaza de las “fuerzas antiestatales a favor de Norcorea (¡ mega-sic!)” –lo cual se sincroniza con los fake news de la anglósfera sobre la presencia de norcoreanos (¡sic!) en Kursk, donde combaten alucinantemente (jajaja) contra los ucranios–. El tirano megacorrupto (con su esposa) YSY buscó infructuosamente propinar una segunda ley marcial cuando su primer intento sólo duró 6 (sic) horas que fue desechado por su valiente Parlamento (https://bit.ly/3VtN485), lo cual llevó a la renuncia de su maquiavélico ministro de Defensa. Un intenso escenario versa sobre la renuncia y/o defenestración de YSY, que presagian la derrota geopolítica de EU, su principal aliado, y a fortiori un mayor acercamiento con Rusia y China.

¿Es ya ingobernable cuan ilegítima la seudodemocracia globalista: una genuina plutocracia disfrazada? La guerra de propaganda de la anglósfera, que incluyen las fake news electorales y bélicas sobre Rusia y Norcorea, no está funcionando en la fase de la desglobalización y el ascenso del soberanismo. Los travestis demócratas globalistas van a recurrir cada vez más a los golpes de Estado para eternizarse en el poder, en contra de la soberanista voluntad popular.

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La leyenda del krampu

Resulta interesante constatar que las tradiciones de esta época en algunos países de Europa central como Austria, Alemania, Suiza o Luxemburgo difieren de otros. Para los más pequeños, radica en portarse bien y ser recompensado, o mal y ser acreedor a una sanción.

El 5 y 6 de diciembre se celebra el día de San Nicolás; Nikolaus es un preámbulo a los esperados regalos del legendario personaje Papá Noel o Santaclós, que reparte regalos a los niños el 24 y 25, según si en la lista se aparece entre los niños buenos o malos.

De hecho, la figura estadunidense fue inspirada en San Nicolás, quien con un atuendo rojo y blanco se documenta que fue un obispo, Nicolás de Bari o de Mira, nacido en el siglo IV en Turquía. Se dice que al heredar la fortuna de sus padres la repartió entre gente de bajos recursos, además de otros milagros que lo elevaron a santo por la Iglesia católica.

Cada año, en la festividad del Nikolaus el 5 de diciembre, los pequeños colocan en la noche un zapato que debe estar limpio o boleado para recibir el 6 fruta, nueces o algunas golosinas. Hasta aquí la tradición de los buenos, pero con el mal viene la leyenda de unos personajes macabros sirvientes y que acompañaban a San Nicolás que personifican lo contrario del bondadoso santo, los krampus.

Se trata de figuras diabólicas con largo pelaje, cuernos, pezuñas, amenazantes dientes con una cabeza que simula una mezcla entre un cabra y un diablo adornados con algunos ruidosos elementos de metal sobre la espalda. Su labor es reprender o castigar a los pequeños que se portaron mal. Cuenta la leyenda que también portan una vara de abedul con la que amenazan con azotarlos e incluso llevárselos en un saco para después devorarlos.

De hecho, en Austria existe una tradición: durante un día entero –el 5 o 6 de diciembre– se celebran desfiles de estas figuras en los que los participantes se disfrazan y en una lúdica atmósfera amenazan al público con sus garras y afilados dientes, aunque también posan para las numerosas cámaras que buscan una instantánea.

Esta tradición se practica desde hace varios siglos, especialmente en la región de Tirol, al oeste de Austria, por lo que se ha convertido en una atracción turística; durante la primera semana de diciembre la gente recorre las calles con estos tenebrosos atuendos que suelen ser sofisticados y realizan amenazantes movimientos con los que pretenden aterrar a los asistentes.

Sus orígenes están ligados a los pueblos en los Alpes de Suiza, Austria, Alemania o el norte de Italia. La Iglesia católica rechazó mucho tiempo esta leyenda; sin embargo, recientemente ha ganado popularidad; reportajes, videos o programas de televisión dedican tiempo, hasta se rodó en Austria una película.

Incluso se celebra la noche de los krampus antes del 6 de diciembre en varios pueblos alpinos. En Italia, en la región de Pontebba, se les dedica un día entero. Las opiniones son diversas, aunque en esencia se intenta enviar a los pequeños un mensaje de que un mal comportamiento traerá consecuencias y, de manera implícita, la disciplina y la obediencia a las reglas.

Alia Lira Hartmanns en Austria y la dualidad de las tradiciones navideñas
De policultivos o viabilidad alimentaria
Cuando hace más de 500 años, la conquista de los ibéricos sobre nuestros territorios mesoamericanos deformó las sociedades ya milenarias, compuestas en ocasiones por distintas comunidades que mantenían relaciones comerciales y compartían manifestaciones culturales y concepciones religiosas, no las desaparecieron, pues los invasores ibéricos no sólo no se asimilaron con los nativos, sino que los discriminaron y diezmaron con notable crueldad, tanto contra los habitantes como con sus símbolos con incendios, destrucción, saqueo de sus riquezas materiales, y asesinatos, torturas, violaciones físicas y morales…

Pero los nativos del continente eran tan inteligentes como los invasores y el desprecio de estos permitió que los nativos conservaran lenguas y religiones, modos alimenticios y solidaridad comunitaria; en una palabra, que conservaran sus respectivas culturas, porque los iberos no se mezclaron masivamente con las y los indígenas, de modo que la única simbiosis religiosa dio la imagen de un Dios y una Virgen, que rápidamente revistieron a otras deidades respetadas. Gracias a esto, los invasores, sin proponérselo, protegieron habitantes –hombres, mujeres y niños– para explotarlos de una u otra manera, sin saber que en ellos protegían a la vez ancestrales culturas que habrían desaparecido del planeta, y nosotros, los mestizos, no sospecharíamos siquiera lo que fueron nuestras raíces.

Porque al final, fue la fuerza de las culturas prehispánicas la que venció a los invasores en el tiempo, tanto por la riqueza material e inmaterial de la vida cotidiana de las poblaciones originales, como por su moral social igualitaria y comunitaria basada en una base económica sustentada por las milpas, las cactáceas y los animales de corral, el tequio (trabajo comunitario) y la figura femenina poderosa.

¿Por qué resistirnos, si hemos bien-nacido en estas tierras, a acotar el neoliberalismo a su lugar, y continuar siguiendo el modelo de agricultura impuesto por Europa, cuando sus monocultivos sólo a ellos conviene?

Es urgente que la 4T haga lo históricamente correcto: recuperar los policultivos ancestrales de cada región de nuestro territorio, para provocar una reacción en cadena virtuosa a través del mundo, en Asia, África y América meridional y andina. Recuperar los riquísimos policultivos del arroz, los tubérculos farináceos y del maíz, levantando una barrera ante la expansión de los monocultivos de Triticum con que la cultura occidental deshizo nuestros suelos, pues impuso este modelo de cultivo a todos los frutos de la tierra, cambió nuestras respectivas dietas, nos discriminó y acomplejó, haciendo creer a millones de personas ser inferiores para inculcarles el antihumanismo que enarbola un Occidente prepotente y suicida.

http.cruzadaporlamilpa.org.mx

La Plaza México anuncia una feria de aniversario congruente con su voluntarismo de siempre
Si algo distingue a la actual empresa de la Plaza México es su congruencia, si no con el impulso de la fiesta de los toros, búsqueda de nuevos valores y respeto por la afición capitalina, sí con su propósito inicial de hacer siempre su santa voluntad tras haber alcanzado, hace años, su nivel de incompetencia.

Es mi dinero, parecen decir, y lo invierto como se me pegue la gana sin considerar un mínimo rigor de resultados, tanto financieros como taurinos. Con esos criterios, se desentendieron de mejorar su oferta de espectáculo y de asistencia al coso, conformándose con una fiesta para los cuates –ciertos ganaderos y toreros– y un público reducido pero bueno para beber. Un antitaurino no lo haría peor.

Juzgue el lector la mentalidad que sustenta esta rumbosa Feria del 79 Aniversario: nueve festejos en total, siete corridas de toros, una novillada nocturna y una corrida femenina mixta, entre el 19 de enero y el 9 de marzo de 2025, que para prever el futuro, esta empresa se pinta sola, aunque no tanto como las pintarrajeadas bardas del otrora prestigiado inmueble, cuyos pasillos se saturaron de bares y puestecitos, no de salas de conferencias y exposiciones, menos un museo, mientras las esculturas de Alfredo Just son vandalizadas y el mural de Ramón Reveles se decolora, sin que a nadie le importe un carajo. Es su manera de blindar lo que va quedando de la fiesta antes del puntillazo incruento de los dóciles legisladores.

Empeñada en ofrecer carteles cerrados, la empresa anuncia: 19 de enero, toros de José Garfias para Juan Pablo Sánchez, Borja Jiménez y Luis David. 26 de enero, reses de De La Mora para Fermín Rivera, Alejandro Talavante y Leo Valadez. 2 de febrero, toros de La Estancia para el rejoneador español Guillermo Hermoso de Mendoza, Diego San Román e Isaac Fonseca. Lunes 3 de febrero, astados de Xajay para Joselito Adame, Andrés Roca Rey y Arturo Gilio. Miércoles 5, toros de Los Encinos para Enrique Ponce, que por fin se despide, Diego Silveti y Alejandro Adame, que confirma su alternativa.

El viernes 7 a las 20 horas, novillos de Carranco para Emiliano Osornio y Bruno Aloi, mano a mano. Domingo 23, encierro de Las Huertas para el rejoneador español Andy Cartagena, José Mauricio y Ernesto Javier Calita. 2 de marzo, ganado de Rancho Seco para Angelino de Arriaga, Jesús Enrique Colombo y Juan Pedro Llaguno, que confirma la alternativa. Y el domingo 9 de marzo, dos de Marrón para la rejoneadora Stefanía Uribe, y cuatro de Campo Hermoso para la matadora Paola San Román y la novillera Rocío Romero.

¿Qué tal la camaradería empresarial? Primero los amigos y luego lo demás. Urgida nuestra fiesta de diestros que apasionen, ¿quién ordenó importar dos rejoneadores en vez de aprovechar a dos espadas mexicanos que interesen? Y si el gusto por el caballito es incontrolable, ¿qué les impidió poner a Emiliano Gamero y a Jorge Hernández Gárate? ¿Por qué no se anunció de nuevo a ganaderías que triunfaron en la desafortunada temporada novilleril? Como si metieran gente, ¿no hay quien obligue a los que figuran a torear hierros exigentes?

En lugar del brody Talavante, ¿no pudieron traer a Perera, Luque, David Galván, Escribano, Ginés Marín, repetir a Juan Ortega o contratar al colombiano Juan de Castilla? ¿Por qué incluir a diestros nacionales que hace tiempo dejaron de decirse y de decir? Por seguir anunciando carteles cerrados, los diestros que triunfen en esta feria ya no podrán repetir aunque la gente quiera volver a verlos. Y como dijo una aficionada: se ve que los que hicieron los carteles no van a la plaza.

EDITORIAL
Al cierre de esta edición, agencias de noticias reportan que el gobierno de Bashar al Assad fue derrocado, tras apenas una semana de una ofensiva sorpresa por parte de grupos armados financiados por Turquía, vieja enemiga del mandatario depuesto. Según informaron voceros de las milicias que ahora parecen estar al mando en Siria, poco antes de que se apoderasen del aeropuerto de Damasco, Al Assad partió en un vuelo con rumbo desconocido, lo que supondría el final de medio siglo de su familia en el poder.

Lo más desconcertante en esta cadena de sucesos es el desmoronamiento súbito del ejército sirio, cuando parecía fortalecido por años de relativa estabilidad de los frentes, control sobre las principales ciudades y baja intensidad de los combates intermitentes. La rapidez con que se ha desvanecido el gobierno, sin que sus tropas hicieran ningún esfuerzo creíble por sostenerlo, obliga a preguntarse si detrás de los acontecimientos hay una traición de los altos mandos, convenios secretos entre las partes, una insólita ineptitud de las agencias de inteligencia que no supieron –o no informaron– nada sobre los preparativos para un alzamiento de estas dimensiones, una corrosión silenciosa pero inexorable del régimen o una combinación de varios de tales factores.

Con independencia de las valoraciones que se hagan del gobierno de Al Assad, su inesperada caída deja más dudas que certezas, más inquietudes que esperanzas para quien se plantee seguir los acontecimientos de Medio Oriente con objetividad y empatía hacia las mayorías que sufren la guerra sin tener participación ni responsabilidad alguna en ella. A primera vista, los únicos ganadores en el desenlace del conflicto que inició en 2011 y que parecía congelado desde 2016 son Occidente, el régimen genocida de Benjamin Netanyahu y el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, no menos impresentable que el depuesto mandatario sirio. Del bando de los perdedores se ubican Moscú y Teherán, principales valedores del baazismo, así como los palestinos, que ahora padecerán a un Tel Aviv reforzado y envalentonado. Que el pueblo sirio deba clasificarse de un lado o del otro dependerá de si la fulgurante revuelta lleva al establecimiento de un gobierno de unidad, estable, fuerte y dispuesto a someterse al imperio de la ley y a la soberanía popular, o si deriva en uno de dos posibles males: una interminable lucha de facciones o un régimen tan despótico como el anterior, pero con el agravante del extremismo religioso que practican las milicias victoriosas.

En este sentido, vale recordar que el baazismo sirio se emparentaba con el iraquí del asesinado Saddam Hussein, en su peculiar manera de conjugar el autoritarismo político con una tolerancia religiosa escasa en la región. De hecho, con la caída de Al Assad, ahora todos los países de Medio Oriente son estados confesionales de iure o de facto, lo que no augura nada bueno para la tolerancia y la vigencia de los derechos humanos. La única excepción es Líbano, donde la correlación de fuerzas ha mantenido la coexistencia de hasta 18 credos, aunque con deplorables episodios de violencia sectaria.

La instalación de un régimen títere de Occidente, encabezado por los millonarios, activistas, aventureros, conspiradores y vendedores de humo que viven exilios dorados en Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea convertiría a Siria en una cuña más de esas potencias en la región, a semejanza de Israel. Este camino supondría un riesgo para la soberanía de todos sus vecinos y podría desembocar en el sometimiento de la región a un sistema neocolonial, como Washington, Londres, Tel Aviv y otros han anhelado durante décadas. Pero este escenario dista de estar garantizado, pues las lealtades de las facciones armadas resultan imprevisibles, incluso para Ankara. Erdogan, quien ya había ocupado una amplia franja de territorio sirio con el pretexto de combatir a los militantes del separatista Partido de los Trabajadores de Kurdistán, debe ser consciente de que lo que hoy cobra la apariencia de un triunfo puede llevar a una onda expansiva de inestabilidad perjudicial para sus intereses.

El mayor riesgo para el pueblo sirio, para sus vecinos e incluso para quienes celebran abierta o veladamente el fin de Al Assad es que el país árabe siga el destino de Libia: fragmentación territorial, surgimiento de señores de la guerra ajenos a cualquier ley, expolio sistemático de sus recursos, empobrecimiento generalizado y, en suma, la desaparición del Estado a todo efecto práctico.

Conmemoran a Diego Rivera

Este domingo se conmemora el natalicio de Diego María de la Concepción Juan Nepomuceno Estanislao de Rivera y Barrientos, conocido como Diego Rivera (1886-1957). Él, además de ser el muralista mexicano más reconocido a nivel mundial fue uno de los fundadores de El Colegio Nacional.

Su primer mural La creación, de 1922, fue realizado en la Escuela Nacional Preparatoria, por comisión del entonces secretario de Educación Pública, José Vasconcelos. Después, en 1929, se casó con la talentosa Frida Kahlo. Aunque su matrimonio duró hasta 1939, volvieron a unirse en 1940.

Entre las obras más recordadas de Rivera destacan: El hombre controlador del universo, de 1934; Epopeya del pueblo mexicano, de 1935; La vendedora de flores, de 1942, y Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, de 1947.

Javier Rivera R.

Critica la desmedida concentración de riqueza
Qué curioso, se anuncia 12 por ciento de incremento al salario mínimo para el próximo año y no se escucha la voz de los trabajadores ni sindicatos festejando, pero sí y fuerte la del sector empresarial, para elogiar dicho aumento que todavía no recupera el salario que correspondía en 1976.En voz del CCE escuchamos decir que la medida demuestra que en el sector privado viven tiempos con dimensión social. Se suma a esta estrategia con sentido humano.La mayor alza de multimillonarios en LA se dio en México, pasando de 14 a 22, y en 2023-2024, su fortuna llegó a 199 mil mdd, 18 por ciento más. Desde el gobierno se dice que a todos les ha ido bien y nosotros decimos que a los pocos muy bien y a los más, medio bien, pues la desproporción de beneficios no deja duda y resulta en una desmedida y criminal concentración de riqueza que hay que combatir con incrementos al salario, y con una reforma fiscal progresiva, impuesto especial a grandes fortunas, impulso al sector social de la economía, proyectos productivos al campo con créditos blandos a ejidos, comunidades, y pequeños y medianos productores, y no sólo repartir el presupuesto a los pobres, sino los medios de producción que dan la riqueza. Es tiempo de que en la izquierda real preguntemos si hasta ahora vamos por el camino correcto hacia una Cuarta Transformación o terminemos la obra negra para que el edificio del cambio no se ladee. La carrera del trabajo contra el capital por hoy está perdida, pues el primero viaja en Fórmula 1 y el segundo en autobús de segunda.
Benito Mirón Lince

Entrevista a Lennon, de magno contenido
Hace 44 años, John Lennon fue baleado en New York. En diciembre de 1970, 8 meses después de la terrible separación del cuarteto, concedió una entrevista a Rolling Stone. Realizó la entrevista el editor de ésta, Jann Wenner. El músico estaba en un periodo de reconciliación consigo mismo. Había negado todo, incluso a The Beatles, solamente creía en Yoko y en sí mismo. The Dream is over expresó en la canción God contenida en su primer álbum como solista John Lennon/Plastic Ono Band.En 1971, Tariq Alí y Robin Black-burn tuvieron con Lennon y Ono, una premonitoria conversación. La entrevista está contenida en el libro Street Fighting Years y fue publicada de manera original en la revista Counterpunch. La Jornada Semanal 941 otorgó un gran regalo a los beatlemanos, publicando la entrevista, por primera vez en español. Una conversación que se aleja del plano musical, para dar paso a un John intelectual y político. El músico despliega toda su sapiencia cultural para hablarnos de las represiones que sufrimos en la escuela como en la vida, la decrepitud del sistema capitalista, el horror de la guerra y los conceptos de la revolución.Lennon atisba en su pasado perteneciente a la clase obrera. La pregunta final puede ser extensiva a todos los pueblos del mundo: ¿Cómo piensas que podamos destruir el sistema capitalista aquí en Gran Bretaña, John?.Pienso que la única forma es que quienes trabajan entiendan bien la posición tan infeliz en que están. Muchos piensan que viven en un maravilloso país. Con automóviles y teles, no piensan que hay algo más. Están dispuestos a dejar que los patrones los manejen, y a que la escuela joda a sus hijos. Están soñando el sueño de alguien más.
Arturo García Alcocer

Invitación
Alto agresión a Palestina
Hoy domingo estaremos en plantón en el Ángel de las 14 a las 16 horas, por la agresión y el genocidio contra el pueblo palestino perpetrado por Israel. Convocamos a todas y todos a solidarizarnos con esta lucha. No dejes de hablar de Palestina. Te esperamos.Gilberto García Mora, Silvia Ramos, Oscar Rojas, Fabiola Rodríguez, Héctor Cifuentes y otros.

En la mañanera del miércoles 27 de noviembre, Altagracia Gómez, la joven asesora empresarial de la presidenta Claudia Sheinbaum, dio a conocer la conformación del Consejo Asesor de Desarrollo Económico, Regional y Relocalización de Empresas, cuyo objetivo, se dijo, será promover la estrategia nacional de relocalización de empresas (el fantasmal nearshoring) así como las acciones del sector privado para concretar inversiones, generar empleo y promover el desarrollo regional.

Esperemos que tal plan se nos presente pronto y dé lugar a un riguroso esfuerzo deliberativo sobre los objetivos nacionales a mediano y largo plazo, lo que no hemos tenido en esta un tanto equívoca Cuarta Transformación. Habrá que esperar también una mayor y más detallada información de las tareas de este nuevo consejo asesor, pero no debíamos olvidar la experiencia del gobierno del ex presidente López Obrador quien, en noviembre de 2018, anunció que dueños de medios de comunicación y empresarios habían conformado un consejo asesor “(…) porque quieren apoyar y ser consejeros del próximo presidente de la República y les tomé la palabra” ( La Jornada Maya, 16/11/18). Poco supimos de tal consejo a partir de entonces, más allá de las periódicas invitaciones presidenciales a tomar los sagrados alimentos a palacio, en no pocas ocasiones previa cooperación voluntaria o compra de boletos para alguna rifa solicitadas por el propio presidente.

Ignoro si el rififí fiscal y jurídico protagonizado en estas semanas por el empresario Ricardo Salinas es prueba eficiente de que el tal consejo se estrelló con todo y unos tamales de chipilín, pero es claro que los modales del capitalista y los no modales de los funcionarios responsables nos hablan de una fehaciente falta de educación en estas materias, tanto con Salinas como con el ex presidente que no dejaba de presentarlo como su amigo y posible colaborador. Pero, más allá de la anécdota y retomando el punto, habrá que estar atentos al papel, el alcance y las acciones que tendrá el nuevo consejo asesor, porque si algo nos urge es dejar atrás nuestro mal desempeño económico: precariedad laboral; inversión bruta insuficiente; incapacidad del sistema productivo para crear los empleos suficientes y bien remunerados que la población de jóvenes y adultos jóvenes demanda; una desigualdad económica que determina la social, regional y cultural y a la que se une una penuria material de miles de mexicanos que carecen de los ingresos necesarios para cubrir los satisfactores elementales.

Si se va a hablar en serio de crecimiento y desarrollo, hay que asumir estas imágenes que recogen nuestras realidades más hirientes. Antes que imaginar consensos en las muchas materias que resumen el nombre y el apellido del consejo, es indispensable que sus miembros se hagan cargo de la tarea central del Estado que Altagracia Gómez quiere poner al día: articular voluntades, intereses y visiones de los distintos sectores y regiones para arriesgarse a proponer objetivos que puedan traducirse en políticas económicas y sociales, pero sobre todo en una planeación y una programación que incluyan el gran propósito abandonado de una reforma hacendaria.

Recuperar el papel del Estado, una vez recuperada la sensatez histórica perdida en la globalización liberista, tanto en lo que tiene que ver con la renovación y reorientación económica y productiva como con su necesaria reforma social, serían las avenidas de una misión como la sugerida al anunciar la conformación del referido consejo. De ahí podría aspirarse a la (re)construcción de un clima social cooperativo que articule duraderos pactos para el desarrollo y, desde luego, entender que la pobreza fiscal del Estado no lo exenta de atender cabal y dignamente los derechos sociales consagrados en la Constitución y ofrecer un régimen de protección social universal.

Requerimos consensos, no consejas y el consejo abre la oportunidad de caminar en esa dirección. Hay que apostar ya por un Estado social, democrático de derecho y de derechos, con la capacidad de convocar(nos) a un gran contrato social, como primer escalón que nos permita alcanzar pronto una gran reforma fiscal tributaria y redistributiva que estimule la inversión, el empleo, la igualdad y el crecimiento sostenible.

Restablecer los canales de diálogo, construir un foro creíble para la presentación y confrontación de visiones económicas, políticas y sociales de los diversos colectivos y comunidades económicas, políticas, académicas y sociales que conforman la República. Una clara y comprometida renovación de prácticas de participación y planeación.

No se trata de grandes ilusiones ni invenciones, sino de recuperar experiencias y memoria: redefinir la economía mixta, fortalecer el sector público y crear nuevos vínculos entre el Estado y las fuerzas económicas, políticas y sociales. Redefinir objetivos y con ellos prioridades y acciones; regresarle a la política el mando.

Con frecuencia hemos fantaseado con el hecho de contar, todavía, con ese gran país que fue la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Con sus grandes aciertos, pero también con irrefutables errores y omisiones. Tuvimos durante muchos años el respaldo social y político, incluso económico, para algunas naciones, que nos ayudó a enfrentar las constantes bravatas del llamado primer mundo, que no eran otra cosa que un grupo de países imperialistas, voraces y represores, con Estados Unidos al frente.

Con la remembranza de la extinta URSS, no quiere decir que vivimos de la nostalgia, al contrario. Seguimos buscando con anhelo ese movimiento social, organización o política pública que rencauce la lucha revolucionaria por el socialismo, primero, y por el comunismo en un futuro, esperemos, cercano.

Hace aproximadamente siete años tuvimos la oportunidad de leer un artículo de la revista cubana digital Tizza, que se ha encargado de contribuir a difundir la memoria histórica de las distintas experiencias revolucionarias en el mundo, sus opciones, aciertos, errores y aportes fundamentales a la cultura de la resistencia y al pase a la ofensiva.

Esto último, acerca de la resistencia y el paso a la ofensiva, nos permite reflexionar que, en realidad, la lucha de la sociedad se ha estado llevando a cabo como una agenda cotidiana de la mayoría de las organizaciones que han tomado el rumbo de la izquierda.

Nuestras organizaciones llamadas revolucionarias y de izquierda, también cuentan con un historial muy grande. El paso de la resistencia a los años neoliberales, después de un enorme desgaste de aquellas agrupaciones que han transitado por todas las etapas para su consolidación, es decir, que han cumplido su cuota en clandestinidad, persecución, represión, ninguneo, consolidación y, en diversos casos, su desaparición, van quedando en la memoria colectiva. Así es la dialéctica de la vida.

Sin embargo, este permanente movimiento de la vida social y política de nuestra humanidad es lo que nos mantiene en la lucha por la vida, en todos los sentidos.

Hoy, contamos con un movimiento social y político en el poder. No abundamos en el análisis de quiénes lo conforman, si es bueno o malo. Simplemente, existe y se irá consolidando, si es que los pasos que se den a futuro se realizan con firmeza absoluta, sin simulacros y con el espíritu revolucionario inclaudicable, como el que logró el extinto Partido Comunista Mexicano. Es importante para la preparación política de cada militante, la revisión de la historia de las organizaciones que han surgido en nuestro país.

¿Qué pasó entonces con la URSS? El conflicto interno ya había hecho el daño final. Su desaparición se veía venir. Tal vez no con la dimensión de un daño mundial irreparable como lo fue ese derrumbe. Simplemente, se apagaba, por el momento, la esperanza llamada sociedad rumbo al socialismo.

El sentimiento colectivo de aquel julio de 1990, una vez realizado el 28 Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética, el PCUS, admirado por muchos y temido, también, por otros tantos, fue claro: estaban llevando a cabo el último encuentro de los comunistas soviéticos.

El desenlace también fue muy claro: regresaba el capitalismo. Se impuso el aspecto mercantil de la vida social y fracasó el esfuerzo por la creación de una sociedad más humanitaria y libre de ataduras materiales. Quedó demostrado que la semilla de la oligarquía rusa no desapareció con la fundación del Estado soviético.

El análisis del editorial de Tizza fue el siguiente: ya en 1989, en Polonia, Solidaridad había vencido al POUP en las elecciones, y tras el derrumbe del muro de Berlín, la reunificación alemana, que se consagraría finalmente en octubre de 1990, era inaplazable. Otra media docena de estados liderados por partidos comunistas habían comenzado sendas transiciones. En la propia URSS, incidentes en 1986, en Kazajistán, y 1988, en Nagorno Karabaj, daban cuenta de tensiones dentro de la Unión, así como de la proliferación de fracturas dentro del propio partido según un eje de conflicto territorial. Así estuvieron las cosas.

Por otro lado, los aspectos del deterioro económico fueron de gran peso para la desaparición del gigante comunista, fundado por grandes personalidades entrañables como lo fueron Lenin y los bolcheviques. La fluidez del dinero entre la población se complicaba. Entre 1989 y 1990 el PIB descendió entre 2 y 6 por ciento, causando gran inestabilidad económica. La situación del empobrecimiento acelerado de la gente se asemejaba cada vez más a las carencias de la época de guerra. Caldo de cultivo infalible para debilitar al Estado de los comunistas, otrora fuerte y casi invencible.

El pasaje histórico de nuestros camaradas soviéticos, cuyo país admiramos y que, también, en el fondo, añoramos, nos permite mirar alrededor y analizar a profundidad aquellos pasos que debemos dar como sociedad comprometida con un futuro más digno y duradero para nuestro país.

Se vale añorar, se vale soñar y, por supuesto, se vale dar todo lo que nos queda de fuerzas y de voluntad política, para lograr las mejores metas, que después de años de lucha hemos podido diseñar en conjunto.

Quienes quieran ser parte del cambio que propone la 4T, que trabajen al ritmo necesario y, quienes no, pues que propongan una solución para que la gente vea que también el neoliberalismo es fuente de inspiración. Algo muy difícil.

(Colaboró Ruxi Mendieta)

X: @AntonioGershensantonio.gershenson@gmail.com

Por fin, luego de 25 larguísimos años, el pasado viernes 6 de diciembre, el Mercosur y la Unión Europea llegaron a un amplio y sólido acuerdo. La previsión ahora es que a lo sumo dentro de veinticuatro meses –léase dos años– los puntos del acuerdo ya estén vigentes.

En Brasil se comenta que es el mayor acuerdo del mundo. Aun dejando a un costado la habitual tendencia de los brasileños a la exageración, es inevitable destacar la inmensa importancia de lo que fue logrado.

¿Y por qué atribuir a Lula buena parte del éxito de las negociaciones? Por varias y sólidas razones.

En primer lugar, porque en ningún momento dejó de empeñar todos sus esfuerzos en alcanzar el éxito al que ahora se llegó. Y, además, porque a lo largo de esos veinticinco años, él presidió el mayor, más poblado y más rico país del Mercosur a lo largo de una década: ocho en sus dos primeros mandatos, y ahora va por la mitad de su segundo. Además, tuvo a su sucesora, Dilma Rousseff, del mismo Partido de los Trabajadores (PT), presidiendo por otros seis: cuatro del primer mandato y dos del segundo, hasta ser defenestrada por un golpe.

Llama la atención que el conservador matutino de Río de Janeiro O Globo, que ni por un minuto nutrió siquiera vestigios de admiración por Lula da Silva y sus gobiernos, haya calificado el acuerdo como un momento histórico.

Jamás será demasiado reiterar que el anuncio, realizado en Montevideo durante la reunión en la capital uruguaya entre los dos grupos, Mercosur y Unión Europea, alcanza unos 700 millones de personas y reúne un producto interno bruto (PIB) que sumado supera 22 billones de dólares. Se trata de algo cercano a 25 por ciento del PIB global.

Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, brazo ejecutivo de la Unión Europea, no ocultó su satisfacción por el resultado.

Ya el ultraderechista mandatario argentino, Javier Milei, pese a haber firmado el acuerdo, insistió en su tonada. En el mismo día en que asumió la presidencia del grupo –toca el turno a Argentina por un semestre– dijo que el Mercosur es una prisión, para en seguida desfilar una larga hilera de fracasos que, en su opinión, el bloque padece. Y no ocultó en ningún momento su verdadera intención, que es negociar acuerdos bilaterales con Estados Unidos, especialmente ahora, cuando asumirá la presidencia del país más poderoso del mundo su amigo e inspirador Donald Trump.

Las reglas del Mercosur impiden acuerdos que no reúnan a los cuatro, o sea, ningún país puede, de manera aislada, actuar en este sentido.

Brasil se mantendrá riguroso para que se cumpla todo lo que está previsto como regla innegociable dentro del Mercosur. Por eso, se esperan momentos de tensión con Milei.

Y nadie en el gobierno nutre la más tenue esperanza de que se logre avanzar en áreas sociales, de derechos humanos, de protección ambiental, temas que provocan en el argentino una fuerte reacción alérgica.

La principal expectativa está relacionada a lo que Milei intentará hacer. Y de cómo Donald Trump tratará el bloque, donde se abriga –aunque sin ninguna comodidad– aquel que sea quizá su más ardoroso fan fuera de Estados Unidos.

El pasado 2 de diciembre vse celebró en Madrid un foro organizado por una fundación de nombre Neos, donde participó Felipe Calderón, quien emitió una anodina perorata para resaltar la hermandad entre México y España, con base en lugares comunes que, más o menos, cualquier mexicano aprende en la educación básica.

Pero muchas veces, como sucede a un biólogo analizando un virus, no hay que enfocarse en el sujeto, sino en lo que lo rodea, para entender mejor la situación. Lo importante del discurso de Calderón no fue su contenido, sino su entorno. Y ahí resalta que el objetivo de la fundación Neos es promover las pulsiones básicas de la ultraderecha católica: la subyugación de la vida pública al puritanismo religioso (pues se oponen a los derechos reproductivos), la incapacidad de entender la pluralidad humana (pues se oponen a la diversidad sexual) y una visión conspirativa de la realidad (pues se oponen, como cualquier antivacunas, a una supuesta Agenda 2030).

Calderón estuvo rodeado de personajes reveladores, donde destacó la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, del Partido Popular, quien también exaltó los lazos con México con una salmodia grisácea, cuya parte memorable fue un gesto de risible ignorancia, porque acusó que “los gobiernos que odian lo español terminan convirtiéndose en tiranos o narcoestados”, o cosa parecida. Quizá nadie le informó que el último gobierno plenamente documentado al servicio de un cártel en México fue el de Calderón, ahí a su lado, cuyo brazo derecho recién fue sentenciado a décadas de cárcel por narcotráfico.

El foro de Neos fue una reacción malinformada contra la reciente postura del gobierno mexicano, tanto de AMLO como de Claudia Sheinbaum, que solicitaron a España restañar simbólicamente heridas en un pasado común. Pero en ese acto despuntó más la esencia de Neos, que es la misma que la de varios movimientos reaccionarios desde la Revolución Francesa: la tesis insostenible de que Europa debe ser un espacio blanco y cristiano.

En la misma semana del foro de Neos se celebró también otra edición de la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), en Buenos Aires, Argentina, espacio donde también hubo presencia mexicana, con el actor Eduardo Verástegui (representante de ese sector social que parece querer lavar culpas personales mediante la imposición de una moralina intransigente) y con Ricardo Salinas Pliego, representante de una especie de derecha libertaria en nuestro país, cuya prioridad en la posguerra fría es dar la batalla cultural, es decir, promover la contracultura reaccionaria (o sea misoginia, racismo, loas a la desigualdad) y bravatas anti-Estado, que no son más que pulsiones conservadoras pero enmascaradas de rebeldía mediante la denominación de incorrección política.

No extrañó que Salinas Pliego omitiera en su arenga las vías por las cuales se ha hecho millonario, y que son haber recibido a la mala una ex televisora estatal y, al igual que su padre, confeccionar vías para evadir impuestos. Así se puede entender mejor lo que este grupúsculo entiende por libertad, que no es más que exigir complacencia ante el abuso.

Sin embargo, al igual que Calderón en Madrid, lo importante no fue el contenido del discurso de Salinas Pliego, sino el contexto de su foro, donde destacó la participación de Javier Milei. El mandatario argentino retomó la definición de batalla cultural, lanzó una estrambótica diatriba contra el socialismo e insinuó un encasillamiento ahí a los últimos 100 años de historia argentina y, como corolario, expelió una prédica geopolítica maniquea contra los gobiernos zurdos –desde Boric hasta Maduro–, tesis que complementa otra dicha previamente por el histrión argentino, cuando el 15 de noviembre planteó la necesidad de una alianza entre Estados Unidos, Italia, Argentina e Israel (o sea el xenófobo Trump, la posfascista Meloni, el sanguinario Netanyahu y él) contra los peligros de la izquierda y la custodia del legado occidental.

Así, el discurso del libertario de la nueva derecha no difiere de las ansiedades paranoicas que rigieron el pensamiento conservador desde el siglo XVIII, salvo por algo: su alabanza al actual gobierno de Israel, acaso por dos razones: el protagonismo de la islamofobia en el imaginario de las derechas tras el 11/09/2001, y porque las hermanan con el sionismo religioso de Netanyahu dos premisas deshumanizadas: el supremacismo y la crueldad.

Ahí, Milei dejó en claro que en Neos y la CPAC rige un denominador común: la noción maniquea de un Occidente cristiano acosado por, sucesivamente, los bárbaros o los árabes, más otros enemigos, y que cruzó el atlántico para civilizar –o sea, colonizar– América, como hizo España con México.

¿Qué distingue, pues, a las derechas de Neos y de la CPAC? Sólo formalidades: mientras en Madrid se reunieron las derechas partidistas tradicionales, en Argentina lo hicieron las que se creen outsiders sin serlo, pues sin alianzas con los miembros de la casta o el Estado se mantendrían en la marginalidad. La cercanía de ambos foros parece dar cuenta de lo que distingue a las derechas clásicas de las radicales: el grado de intransigencia para defender un proyecto antigualitario similar y a que las segundas –con exabruptos estilo zurdos de mierda o viva la libertad, carajo– dicen lo que las primeras piensan pero aún no se atreven a azuzar en voz alta.

*Autor del libro Las raíces del Movimiento Regeneración Nacional

Si observamos la evolución de la economía estadunidense en una perspectiva de larga duración, identificaremos –lo hemos comentado en anteriores ocasiones– algunos movimientos esenciales.

Primero uno de descenso gradual, pero sostenido de la rentabilidad general de la economía, desde la posguerra hasta el inicio de los años ochenta. Y luego, de este inicio de los años ochenta –pese a cierta variabilidad en algunos momentos– un estancamiento del nivel de rentabilidad general de la economía vecina.

Además –y por ello mismo–, una mayor pugna por el monto de excedente económico –las famosas profits– entre los agrupamientos corporativos, tanto financieros como no financieros. Y esto –también lo hemos comentado en otros momentos– se acompaña con un segundo movimiento de larga duración. Sí, un estancamiento salarial de 1979 a 2024, acompañado de una baja relativa del salario mínimo respecto al salario promedio. Esto se observa en que los mínimos de nuestros vecinos son cada vez más malos en términos de poder adquisitivo de los trabajadores. Se acompaña, por lo demás, con una creciente dispersión salarial,fundada en circunstancias de edad,sexo, raza, origen y, sin duda,educación.

Este deterioro salarial absoluto y relativo se manifiesta en el irreversible aumento de las ganancias de las corporaciones financieras, en detrimento de la baja relativa de las ganancias corporativas no financieras y como si fuera efecto de esta pugna , hay un tercer movimiento de larga duración que se reconoce en un deterioro creciente de las condiciones de trabajo, en una mayor precariedad laboral.

¿Cuál sería el cuarto movimiento de larga duración? Unos impuestos crecientemente cargados en las remuneraciones de trabajadores y empleados. ¿Y el quinto? Justamente –hoy lo introducimos– un persistente y creciente déficit gubernamental.

Luego del terrible periodo de la Segunda Guerra con tremendos déficits de 1942 a 1948 (números negativos de 12.4, 26.9, 21.2, 20.9 y 7 del producto, respectivamente), se logró el mayor superávit de la historia, 4.3 por ciento en 1948. Un superávit que nunca más se ha alcanzado. Más aún, de 1949 hasta nuestros días, el deterioro fiscal ha ido aumentando. En todo el largo periodo de 75 años el gobierno no ha reparado en incurrir en déficit en 65 de esos 75 años.

Sí, nuestros vecinos tienen un gobierno con deterioro fiscal secular. Un deterioro que no les asusta ni parece preocupar, como si nos acontece a nosotros. De otra manera no tendrían ese persistente déficit, que en 2020 y 2021 alcanzó 11.8 y 14.7 por ciento del producto y que este año alcanzará –según los últimos registros oficiales– casi 8 por ciento del producto anual.

¿Cuál es la explicación oficial del déficit? Muy simple. Que el déficit y su tamaño están influenciados por la salud de una economía y por las políticas e ingreso y gasto de los gobiernos. Así de simple. Y tratan –a decir de nuestro admirado profesor Duncan Foley de la New School de Nueva York– de superar momentos de colapso o crisis y restablecer cierto equilibrio. A veces bajando las tasas de interés, otras inyectando liquidez a la economía o, finalmente, con un gasto incrementado merced a la ampliación del déficit.

Pero esto, a su decir, tiene dos problemas: que la economía se resista a componerse con esas medidas o que la crisis sea más de orden estructural y no se resuelva con ninguna de esas tres acciones: bajar tasa de interés, incrementar liquidez o aumentar el déficit.

Da la impresión, entonces, de que el persistente déficit estadunidense refleja más un problema estructural de fondo que una crisis pasajera. De eficiencia y productividad. Profundizaremos en ello. De veras.

NB: Gustosa celebración en nuestra querida Sala Nezahualcóyotl de los 95 años de nuestra admirada Facultad de Economía. ¡Honor a quien honor merece! A sus estudiantes. A sus trabajadores. A sus profesores. A sus investigadores. Y agradecimiento a nuestra Ofunam por el concierto de celebración. De veras.

El soberbio Colegio de San Ildefonso alberga un banquete de exposiciones alrededor de la arquitectura como medio para recuperar las ciudades. La ambiciosa muestra se enmarca en el Festival Mextrópoli 2024.

Reparar la ciudad presenta seis exposiciones, diversas entre sí, que exploran formas de pensar, diseñar, habitar y reparar nuestras urbes, uno de los grandes inventos de la humanidad.

Comienza con un recorrido por la obra del notable arquitecto Abraham Zabludovsky, con motivo del centenario de su nacimiento. La retrospectiva nos brinda una visión integral de su trabajo que incluye museos, vivienda, auditorios, alcaldías, bancos y corporativos que han marcado la identidad urbana de México de la segunda mitad del siglo XX.

Sigue la exposición Vivienda industrializada + cooperativa en Barcelona. Destacan, como ejemplo, la vivienda cooperativa y la construcción industrializada que están en pleno desarrollo en la pujante ciudad española, enseña modelos nuevos de vivienda más flexibles, eficientes y participativos en paralelo a modelos de construcción tradicionales.

La tercera muestra es Interferencias inesperadas, una inmersión en el universo de la luz, con obras de Maurici Ginés que transforman el espacio y nuestra percepción del mismo a través de geometrías que cobran vida ante nuestros ojos.

Particularmente interesante es Cinturón volcánico: visión futura-reforestación y restauración hídrica. El ambicioso trabajo aborda la importancia ambiental del cinturón volcánico, región que se extiende desde Veracruz hasta Nayarit y se caracteriza por su rica biodiversidad. Esta zona llega a tener precipitaciones pluviales que superan los mil milímetros anuales y alberga algunas de las ciudades más pobladas, con cerca de 50 por ciento de los habitantes de México.

Sin embargo, padece graves problemas ambientales como la urbanización desmedida, la expansión agrícola y severa deforestación.

Las reflexiones son de los integrantes Taller de Arquitectura X, con la guía de Juan Cordero y Alberto Kalach, dos arquitectos que llevan décadas estudiando el tema y proponiendo soluciones.

Verdaderamente importante me pareció la exposición Laboratorio Acapulco, que aborda el impacto devastador del huracán Otis, que azotó el puerto el 25 de octubre de 2023 y causó graves daños a dos terceras partes de la población y a más de 7 mil hectáreas.

El brutal fenómeno meteorológico exacerbó el deterioro de un modelo turístico insostenible que agravó las desigualdades y potenció la violencia destrozando el tejido social.

Eduardo Vázquez, el talentoso y comprometido director del Colegio de San Ildefonso, con el apoyo de la UNAM, el ayuntamiento de Acapulco y diversas iniciativas académicas y comunitarias, busca fomentar una reflexión colectiva sobre cómo reparar y regenerar esta ciudad tan querida y profundamente lastimada.

En su visión, en lugar de centrarse únicamente en la reconstrucción, proyectan reimaginar Acapulco, resignificar su territorio y replantear el modelo de desarrollo hacia una mayor sostenibilidad.

Aquí vemos una perspectiva integral que complementa una visión histórica; abarca desde la época prehispánica hasta el impacto actual del devastador huracán. Hay elementos como objetos intervenidos por artistas locales, fotografías de archivos familiares, al igual que de destacados fotógrafos, como Rogelio Cuéllar, y una muestra de videos en torno al puerto guerrerense.

Se han organizado mesas de reflexión que acompañan la exposición que buscan resignificar Acapulco, imaginarlo de nuevo desde el arte, la cultura, la literatura, el medio ambiente, la resiliencia, la cultura de paz y la memoria. Afirman: Repensar para rehacer Acapulco es tarea de todos y todas, imaginar colectivamente otras maneras de habitar Acapulco.

Un rayo de esperanza para crear el nuevo Acapulco y para recordarlo vamos a Contramar, en Durango 200, que abrió en 1988. Ahora tiene varios hermanos por toda la ciudad, pero éste es mi favorito, y creo que también el de su creadora y chef Gabriela Cámara. Ya sabe, todo es con mariscos y pescado fresco de la temporada. Entre los favoritos, la tostada de atún, los tacos de camarón, de carnitas de pulpo o pescado al pastor y el inigualable pescado a la talla, que tantas veces comí en Puerto Marqués bajo la sombra de una palapa, con los pies enterrados en la tibia arena y gozando la vista de ese mar único de Acapulco.

La fastuosa ceremonia de la reapertura de Notre-Dame reanima, de inmediato en la memoria, las llamas que lamieron con voracidad las gárgolas y las paredes orientales de la catedral de París durante 15 horas de los días 15 y 16 de abril de 2019.

La tarde de ese 15 de abril era primaveral. El aire tibio invitaba al paseo. Al entrar en un café junto a mi casa, situado en una calle curva que desemboca frente al Sena, justo a los pies de la catedral de París, el patrón del establecimiento me dijo que había un incendio en Notre Dame. Sin prestar atención a sus palabras, imaginando unas cuantas llamas en alguno de los altares laterales de la catedral, donde los fieles encienden veladoras a sus santos preferidos, me dirigí a la mesa donde tengo costumbre instalarme. De reojo, vi en la pantalla de un televisor encendido las imágenes del incendio en Notre Dame. No terminé de sentarme cuando me erguí para correr en busca de Jacques, quien se había dado cita en otro café con un amigo. Como yo, cuando escuchó que la catedral ardía, no pudo imaginar el monumental y pavoroso incendio.

Al ver correr a muchas personas hacia el Sena, del lado sur de la rama del río donde se levanta Notre Dame, hicimos lo mismo. A la vuelta de una esquina, apareció la visión infernal, si se cree, como propone la tradición, que el infierno es una inmensa hoguera en la que arden los condenados. Cuando vi desplomarse la flecha de la catedral, corrí a casa. Creí anunciar el incendio de Notre Dame a La Jornada. Socorro contestó la llamada y me dijo que estaba viendo las imágenes de las llamas en la televisión: el mundo entero estaba al corriente del incendio que devoraba la catedral de París.

Restaurar Notre Dame, reconstruir y erigir la parte de su techo desplomada, para volver a levantar en él la flecha con su gallo en la punta, se presentaba como una obra titánica, en el sentido estricto de este vocablo inspirado en los titanes, hijos de dos dioses primordiales como son Urano y Gaia. El desafío fue lanzado y aceptado. Y cinco años después del trágico desplome, la apuesta ha sido ganada: la flecha se yergue de nuevo hacia el cielo con su gallo en la punta del astil.

El gallo galo es un símbolo alegórico y un emblema de Francia, ligado al comportamiento habitual de esta ave, a su penacho y su carácter. Aunque el simbolismo del gallo se remonta a la antigüedad, es una imagen cristiana que se levanta en los campanarios de las iglesias y también de valentía, erigida sobre numerosos monumentos a los muertos durante las guerras mundiales.

El gallo posee diferentes rasgos de carácter que se deducen de su comportamiento, entre los cuales sobresalen algunos elementos que lo distinguen: anunciante del día y del fin de la noche con su canto; orgulloso, conquistador, agresivo, siempre turbulento. La ley del 9 de abril de 1791, bajo la Revolución, lo califica de símbolo de vigilancia.

Cabe señalar que la restauración de la flecha se extendió a otras partes de este monumento que es Notre Dame y los visitantes que ya habían penetrado en la catedral quedarán sorprendidos ante la actual blancura, casi nívea, de sus paredes, sus columnas, sus estatuas.

La inauguración de Notre Dame, que abre sus puertas de nuevo a creyentes y no creyentes, es un verdadero espectáculo, una ceremonia y una fiesta única a la que asistirán las más diversas personalidades, como el futuro presidente estadunidense Donald Trump y su riquísimo amigo Elon Musk. Personajes cuyos nombres resonarán algún breve tiempo antes de ser olvidados: “¿Qué se fizo el rey don Juan / los infantes de Aragón qué se ficieron?”, mientras la catedral de París seguirá en pie a pesar de las llamas que lamieron sus muros, vidrieras, esculturas, lámparas, órgano.

¿La Resurrección no es el triunfo de la redención de los hombres gracias a la crucifixión del Hijo de Dios? Esta noche asistimos a la resurrección de Notre Dame bajo el cielo azul de París.

Fernando Alba Aldave es grabador, pintor, arquitecto, doctor en historia del arte y también maestro en la Facultad de Artes y Diseño, que conocíamos como ENAP, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Fernando Alba se fue al este de África para impartir cursos en Kenia y Uganda; también es maestro de grabado en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, y en la sala de la casa asevera con orgullo:

–Lo mío es el grabado. La ciencia, por supuesto, la viví con mi papá y mis tíos, que estuvieron en los comienzos del Instituto de Astronomía de Tonantzintla. Todos los científicos eran amigos, pero yo me interesé en el grabado. Empecé a hacer grabados cuando estaba en la prepa, en San Ildefonso. Imagínate estar estudiando ahí con los murales de Orozco, Rivera, Siqueiros, Revueltas y Fernández Leal. Mi maestro de dibujo en la prepa era grabador: Manuel Iturbide, quien me platicaba de grabado y de su especialidad: el grabado en lámina de metal.

–Como Leopoldo Méndez y todo el Taller de Gráfica Popular.

–Bueno, como todos quienes grababan en linóleo, aunque mi maestro era muy ajeno a la ideología del Taller de Gráfica Popular, porque él era muy conservador, grababa temas religiosos y hacía paisaje. Él se identificó con algunas temáticas de quienes hacían arte social y grabó trabajadores, campesinos, gente en la calle. Todavía le tocó la influencia del simbolismo. Y mi ingreso al grabado fue fantástico, porque de pronto todos mis amigos y yo estábamos fascinados con una niña de la escuela, y qué más hubiéramos querido que tener fotografías de Angelina Pérez, pero la dibujamos. Yo hice unos grabados de su cara, también la hice de cuerpo completo. Yo quería inscribirme en la Academia de San Carlos porque cuando le pedí a mi maestro Iturbide que me enseñara a grabar, me respondió: No, ve a San Carlos, ahí algo te enseñarán. Ese era mi plan, pero pues mi papá, científico, no creía que un artista pudiera sobrevivir y se negó.

–Tu papá era científico, como Guillermo Haro.

–Mi papá era investigador de física práctica en el Instituto de Física de la UNAM, pero había dado clase en el Palacio de Minería, aunque no existía la carrera de física, y se inscribió en la de ingeniería. Cuando iba ya a la mitad de su carrera de ingeniero civil, el doctor Baños creó la carrera de física, y a mi padre le validaron las materias que había cursado en ingeniería y entró al círculo del doctor Manuel Sandoval Vallarta. Obtuvo su primera plaza como profesor investigador en la UNAM. En eso, Luis Enrique Erro necesitaba un grupo de especialistas para el observatorio de Tonantzintla, mi papá se apuntó y se fue a Puebla. Él no había practicado astronomía hasta que conoció personajes como Guillermo Haro.

“Mi papá no me veía como artista, aunque yo dibujaba desde el kínder; los primeros años de primaria tenía yo cuadernos con dibujos. Él tenía unos cuantos libros de arte que me encantaban y luego, conforme fue viajando, compró reproducciones en el (Instituto) Tecnológico de Massachusetts. Le gustaba mucho el arte del Renacimiento y del barroco, y llenó la casa y nuestras recámaras con reproducciones. Después, en los 50, en Ginebra, tuvo acceso a otras muestras de la pintura española: Murillo; Giuseppe Ribera, el Españoleto; El Greco, por quien tenía gran fascinación y nuestra casa se convirtió en un museo, una maravilla. Pero a pesar de ese amor por el arte que él tenía, no me permitió estudiar artes plásticas.”

–¿Por qué?

–Porque me dijo: No, tú primero estudia una carrera formal y después, si quieres, estudias artes plásticas. Entonces, entre él y mi mamá eligieron para mí arquitectura: Ahí también vas a dibujar, no como tú quieres, pero vas a dibujar. A lo mejor ellos sabían que la carrera de arquitectura era la del futuro de México, porque se creó Ciudad Universitaria en 1954. En arquitectura, afortunadamente, tuve unos maestros que eran artistas espléndidos; por ejemplo, el maestro Vicente Mendiola, un acuarelista formidable y también arquitecto, porque él diseñaba los monumentos que Olaguíbel completaba: hicieron juntos la Diana Cazadora, el Monumento al Petróleo en Paseo de la Reforma. Era un gran artista mi maestro Mendiola; ahora me da gusto ver su obra en museos como el de la Acuarela, en Toluca. Tuve otros maestros de familias de artistas como José Luis Benlliure; su abuelo Benlliure era un artista muy reconocido en España; José Luis era maestro de historia de la arquitectura. Para mí también fue muy importante el maestro Pedro Medina Guzmán, que todos conocíamos como El Charro. Él era un pintor muralista cuyos temas eran de tipo religioso. Pintó una gran iglesia que está en la calle de Obrero Mundial, donde representó la guerra cristera en una ojiva. Eran dos paredes que iban subiendo y terminaban en un pico; pintó el muro del fondo y es la pintura, según he encontrado en varios libros, más alta que se haya hecho en México. Hicimos muy buena amistad. Yo veía al Charro en su casa y me permitía dibujar con sus modelos; entonces fue muy importante. Yo continúe viendo, cuando ya estaba en arquitectura, a mi maestro Iturbide, mi maestro de dibujo de San Ildefonso, y me hablaba maravillas de la Generación de 1907, de San Carlos, a la que él perteneció. Fue compañero de Orozco.

–¿Y Diego Rivera?

–No, Diego Rivera estaba fuera de México ya cuando él se inscribió. Al maestro Iturbide le tocó conocer, más tarde que ellos, a Siqueiros, pero cuando yo le preguntaba por él, no le decía Siqueiros, sino decía: Ah, Alfarito, sí, Alfarito, porque así lo conoció; era más chico que él. Cuando yo le preguntaba su opinión de los murales en la preparatoria en San Ildefonso, de los de Orozco decía: No, no, no: son puras caricaturas de gran formato. Él no es un pintor muralista. Le tenía cariño a Orozco porque fue su compañero y porque quería hacer grabados que no se enseñaban en esa época en San Carlos. Mi maestro fue ayudante cuando se reabrió el primer taller de grabado en San Carlos, y Orozco fue con él para pedirle que le enseñara a grabar. Cuando visitaba a mi maestro en su casa, me enseñaba un ropero lleno de materiales para hacer grabado de aguafuerte; era una lista que él le había hecho a Orozco para que trajera el material de Estados Unidos, porque había empezado a viajar allá. Finalmente, Orozco nunca fue a trabajar con ese material a casa de mi maestro ni a San Carlos.

–Nunca lo recogió.

–Ahí se quedó, se secaron las tintas, se secó todo. Orozco aprendió a grabar en metal con Carlos Alvarado Lang; él hizo prácticamente todos los grabados en su taller. Orozco lo que hizo en Estados Unidos fueron litografías, pero, bueno... Ya mi maestro no tuvo nada que ver en eso.

–¿Cómo es la litografía?

–Es un dibujo con un lápiz grasoso en una piedra calcárea. La piedra es como el mármol, pero lo traían de Alemania, porque esa piedra no tenía vetas; las vetas impedían que una línea se viera continua. Después se encontraron unas piedras estupendas por el rumbo donde colindan Puebla y Veracruz, ahí donde se han encontrado también unos fósiles muy bellos en las piedras, me parece que fue en Tehuacán. La litografía era una técnica que sí se aprendía a principios del siglo 20 porque se usaba para fines comerciales. Todas las imprentas hacían las etiquetas de bebidas, la propaganda para cualquier producto comercial.

–¿Y la arquitectura, Carlos? ¿Cómo lograste mantener vivo tu amor por el arte si tus papás decidieron tu futuro?

–En arquitectura, como te digo, tuve estupendos maestros, y muchos de ellos pertenecían al área de la historia de la arquitectura, como Benlliure o Juan Benito Artigas, que fue un gran restaurador. Tiene una placa en el convento de Santo Domingo, Oaxaca, porque fue el principal restaurador del convento, que es una de las obras maestras de la arquitectura del siglo XVI. Jesús Barba, Chuy Barbas para nosotros, era también un maestro de historia de la arquitectura y fue director del autogobierno. A mí me tocó la creación del autogobierno en arquitectura y di clase en cuanto me recibí. En uno de mis primeros años de arquitectura, cuando ya no nos exigían permanecer mañana y tarde en la escuela, dedicaba mi mañana a estar en Ciudad Universitaria y en la tarde-noche me iba a tomar talleres de pintura a San Carlos. Esto fue a principios de los años 60.

“Aprendí técnicas como temple, que es un poco sofisticada, porque se pinta con huevo y con pigmentos. Hay que preparar la pintura: no la venden como el óleo en tubos, hay que prepararla. Para mí fue una maravilla el sentir la atmósfera de San Carlos; yo quedé fascinado con su patio. Hasta la fecha no encuentro ningún lugar que me llene más visitarlo. Terminé mis estudios después de ocho años, porque como no me gustaba la carrera, reprobé mucho al principio. Me di cuenta de que podía ver la arquitectura como una escultura para vivir dentro de ella; ese fue el primer pensamiento que me hizo reconciliarme con la carrera. Entonces empecé a hacer diseños arquitectónicos que eran como esculturas. Yo quería estudiar con Félix Candela, porque de niño en casa de mis papás, en la colonia Vértiz Narvarte, está la iglesia de la Virgen Milagrosa que hizo Candela con sus primeros techos de paraboloides hiperbólicos.

Yo quedé fascinado con el trabajo de Félix Candela y cuando pude, ya en los últimos años de arquitectura, me inscribí con él y también con los maestros del grupo de historia de la arquitectura, que eran refugiados españoles o hijos de refugiados, y ahí tomé un gusto abierto, maravilloso, por la historia del arte y de la arquitectura.

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