En la esencia de las izquierdas o el progresismo, en sus diferentes graduaciones, no está o no debe estar la pretensión de negar la realidad, acomodarla a las conveniencias partidistas circunstanciales y mucho menos agredir y difamar movimientos sociales derivados de hechos presentes, vigentes, innegables, como lo es la agresión incesante, cada vez más bárbara, de grupos o personas relacionadas con el crimen organizado contra ciudadanos a los que someten al implacable cobro de piso, al reclutamiento forzoso, al despojo de propiedades, al secuestro, la tortura y el asesinato, sin que el Estado (es decir, las instituciones públicas, los tres poderes federales y los correspondientes a los estados, los organismos autónomos como las fiscalías) sea capaz de garantizar seguridad pública, protección a los ciudadanos, respeto a las leyes, procuración e impartición de justicia verdadera.
Es, desde luego, Enrique Alfaro el principal señalado como corresponsable de primer nivel. Durante su gobierno se dedicó a encubririrregularidades y abusos criminales de fuerzas policiacas y la fiscalía estatal. Siempre dispuesto al choque con la crítica de los medios y a las preguntas que le resultaban irritantes, embarazosas, se esmeró en mantener un estatus de connivencias, llegado a límites mayores, en una entidad que es asiento de uno de los principales poderes del crimen organizado nacional e internacional. La fiscalía jalisciense de justicia que nunca se enteró de lo que sucedía en Teuchitlán fue protegida por Alfaro, quien impulsó en su momento la titularidad de ese órgano.
Ciertamente, a las instancias jaliscienses correspondía dar seguimiento a la irrupción de la Guardia Nacional en septiembre de 2024, cuando detuvieron a 10 personas, liberaron a dos y dieron cuenta del hallazgo de armas y equipo táctico en el citado Rancho Izaguirre. Pero, además de la vigilancia, aseguramiento y continuidad de las autoridades de esa entidad en la atención de lo sucedido, hay corresponsabilidad de las instancias federales (Guardia Nacional, Defensa, Semar, Centro Nacional de Inteligencia, entre otras) que a pesar de las varias denuncias sociales sobre lo que sucedía en Teuchitlán, y los reportajes de algunos medios sobre desapariciones en Jalisco y la central camionera de Guadalajara como eje de ellas, no dieron el seguimiento adecuado.
Es evidente que personajes de la oposición partidista y electoral tratan de aprovechar las circunstancias, con oportunismo tan inocultable como merecedor de rechazo, y que los halcones del trumpismo están prestos a utilizar, para sus hasta ahora contenidos afanes intervencionistas directos, todo aquello que se sume al discurso unilateral de un narcoestado”. Pero ello no justifica el recurso de la política del avestruz desde la izquierda y sus actuales ámbitos de poder institucional.
Teuchitlán es una expresión de lo que sucede en varias partes del país, en tales tér-minos que la nueva administración federal ha entrado en una espiral de detenciones, decomisos y acciones contra el crimen organizado, en acuerdo con Estados Unidos y por presión de Donald Trump, que en realidad es una especie de acta oficial de reconocimiento de esa realidad.
Y, mientras quienes destaparon el caso Teuchitlán denuncian que la FGR los excluye de observar las nuevas investigaciones que ahí se hagan, ¡hasta mañana!
X : @julioastillero,. Facebook: Julio Astillero, juliohdz@jornada.com.mx
Creo que fue en la emisión pasada que presenté ante ustedes la impresionante cantidad de $96,700 millones de dólares, como el total de las contribuciones impositivas que pagaban al fisco los trabajadores mexicanos indocumentados (registro a 2022). Esta cantidad representa una cuarta parte de sus ingresos, que se distribuyen así: 59 mil 400 millones (61 por ciento) a impuestos federales y 37 mil 300 millones (39 por ciento), que fueron a dar a las arcas estatales y locales.
Los propios reportes oficiales reconocen que en 2022 los indocumentados contribuyeron en total con 8 mil 889 dólares por persona y que su carga impositiva supera, en muchos casos, a la que paga un ciudadano estadunidense de clase media. Pero entonces, si el problema de los migrantes indocumentados no es de carácter económico, ¿de qué se trata? Si hay reconocimiento público sobre lo que representa para la fortaleza de la economía estadunidense, el trabajo de miles de seres humanos de las más diversas etnias, que con sus arduas jornadas laborales le hacen posible a millones de american citizens el espejismo del american dream, ¿será que renace la enfermedad vergonzante del racismo en uno de los países fundamentales para su derrota en 1945?
La persecución, el hostigamiento, las penas corporales, emocionales, el trato inhumano y flagrante hacia los migrantes (hombres, mujeres y niños) es absolutamente violador de los más elementales derechos. Es apenas concebible que a tantos años de distancia, muchos de los herederos de los grandes terratenientes dueños de horca y cuchillo, poseedores de las inmensas propiedades que ocupaban antes de la Guerra de Secesión, no llegaban con sus esclavos a una brutalidad y un desprecio como el que impera en los enormes ranchos, ahora en manos de los herederos. Ya los veo con sus biblias en la mano, recitando versículos a la menor provocación y, por supuesto, con una asiduidad inviolable a los servicios religiosos de cada semana. Después de todo, con seis días de arduo trabajo ajeno les basta para seguir acrecentando sus inmensas fortunas.
Y ya que estamos hablando de las remesas que nuestros paisanos nos remiten desde Estados Unidos y que nos son vitales para mantener a flote nuestro barco común, esta acuciosa columneta les trae una información poco divulgada. Pues resulta que nuestro país no sólo es receptor de divisas, sino también emisor de éstas. El año pasado, por ejemplo, las remesas sumaron mil 308 millones de dólares, según reporta el Consejo Nacional de Población: 602 para Estados Unidos y 239 para Colombia. Cualquier duda al respecto, comunicarse con don Néstor Jiménez, que es el autor de esta información y colaborador involuntario de la columneta.
El resultado neto (utilidades y pérdidas) de la banca comercial totalizó 288 mil 340 millones de pesos, 1.47% real sobre 2023. De esta cifra, los tres grandes acumulan 57.9% de las utilidades, los cinco medianos 21.5% (restando la pérdida de -1.1% de Citi México), y el resto acumulan 20.6%
El total de recursos (uso/destino) y de obligaciones (fuente/origen) de la banca fue en 2024 de 28.127 billones de pesos, 9.8% real sobre 2023 (gráfico 2). En ambos casos las operaciones con instrumentos financieros sintéticos representaron 45.7% aproximado del total. En el uso de recursos, la cartera de crédito sólo representa 26.8% y las inversiones en valores 12.7%; en la fuente de los recursos; la captación total representa 30.9 y operaciones interbancarias por reporto, 9.3%
La cartera de crédito vigente al cierre de 2024 fue de 6.417 billones de pesos, 4.3% más sobre 2023 (gráfico 3). De este total, al sector privado fue 85.3% (empresas, 39.3% y hogares/personas, 46%); al sector financiero, 6%; al sector público, 8.2%, y a entidades externas, 0.5%.
Las tasas de interés siguen por las nubes. Con una inflación de 4.2%, el BdeM apenas bajó su tasa objetivo (de referencia) a 10% en 2024 (un margen real de 5.8%) (gráfico 4). La TIIE a 28 días cerró en 10.24%, la tasa real (CAT) del crédito hipotecario en 13.86%, y la tasa efectiva promedio para tarjetas de crédito en 53.7% (oct).
UNIDAD TÉCNICA DE ECONOMÍA, SA de CV. CDMX Tel./fax 555135 6765 unite@i.com.mx
el reparto masivo de tierra ha concluido, y dijo:
quien afirme que todavía existen millones de hectáreas por repartir está mintiendo a los casi 2 millones de solicitantes de tierra y a los más de 4 millones de jornaleros agrícolas, pero (a ellos) tenemos que darles una respuesta. ¿Y cuál fue? El neolatifundismo, vía el defenestrado ejido, que complementó otro de los circuitos de la propiedad de la tierra en nuestro país, disfrazada de concesiones mineras, a pesar de que la Constitución (artículo 27, fracción XV) ordena que
en los Estados Unidos Mexicanos quedan prohibidos los latifundios.
Fue tal el cinismo de Salinas al privatizar el ejido que instruyó a
su entonces secretario de Agricultura, Carlos Hank González, para que
modificara la historia nacional con la flexibilidad
que ameritaba la ocasión y diera un pequeño giro
a la bandera zapatista Tierra y Libertad
,
dados los crecientes reclamos por tal decisión. Así, el profesor –uno
de los hijos predilectos de la revolución institucionalizada– afirmó,
sin sonrojarse, que dicha consigna no es la correcta
, pues según él, lo que el nativo de Anenecuilco en realidad dijo fue: Trabajo y Libertad
, de tal forma que los cambios a la Constitución promovidos por el presidente de la República no sólo respetan su ideario, sino que lo promueven
. Todo para justificar otro de los execrables despojos del innombrable.
En uno de sus informes de gobierno, un sonriente Salinas de Gortari afirmó que el
nuevo artículo 27 constitucional y sus leyes reglamentarias en materia
de propiedad y aprovechamiento de la tierra, así como de aguas y
bosques, recogen la experiencia, demandas y aspiraciones de los
campesinos. Protegen a ejidatarios y comuneros, ampliando, no
restringiendo, sus libertades. Les dan certeza en sus derechos y
respetan sus decisiones sobre sus tierras y sobre su asociación para así
poder superar los graves defectos del minifundio. Es una reforma de
libertad, vinculada a la democracia en las asambleas ejidales. Es una
reforma de justicia al reconocer a los campesinos como actores del
cambio y al responder con apoyos a sus demandas. Da certidumbre en la
posesión de la tierra y termina simultáneamente con el engaño de
promesas de reparto, ya físicamente imposibles, y de invasiones de
tierras, jurídicamente sancionadas
.
Pues bien, a 33 años de distancia el resultado concreto de la liberación
de los ejidatarios el panorama resulta terrorífico: tierras, aguas y
bosques han sido acaparados por unas cuantas familias multimillonarias
dedicadas a la agroindustria, la minería, el turismo y otros sectores
productivos, como el inmobiliario (sin olvidar a las del crimen
organizado), más políticos y ex funcionarios, mientras los campesinos liberados
se mantienen en miserables condiciones.
Muestra de eso es lo publicado por La Jornada (Jared Laureles) en su edición de ayer: “sólo 36 personas poseen más de 39 mil hectáreas en alrededor de 63 mil ejidos de propiedad social que se encuentran en zonas turísticas de alto valor comercial, bosques y selvas, así como áreas naturales protegidas del país, terrenos que son destinados al mercado inmobiliario para construir fraccionamientos y viviendas de alta plusvalía o proyectos mineros, de acuerdo con una investigación del Registro Agrario Nacional; se trata de un ‘expolio de la propiedad social’, define el documento, el cual se enfocó ‘a los grandes acaparadores de tierra de propiedad social… Ese poder económico casi siempre está ligado al poder político local, y en algunos casos al nacional. No se puede entender la actuación impune si no existió algún tipo de colusión con quienes pueden tener acceso a los trámites’. Entre estos terratenientes figuran políticos, ex funcionarios y empresarios, quienes a partir de la falsificación de documentos, contratos leoninos, prestanombres, cooptación y amenazas a las asambleas ejidales y la complicidad de funcionarios de los tres niveles de gobierno, han acaparado grandes extensiones de tierra aprovechando la tendencia privatizadora salinista de 1992 en el campo” (otras fuentes hablan de más de 200 mil hectáreas en unas cuantas manos).
Pero lo anterior apenas es una muestra del brutal despojo promovido y autorizado por el régimen neoliberal.
Las rebanadas del pastel
El gobierno federal y la Fiscalía General de la República deben meter el acelerador a fondo en las investigaciones, no sólo en Teuchitlán, Jalisco, sino en toda la República. El castigo debe ser ejemplar.
Twitter: @cafevega cfvmexico_sa@hotmail.com
Por un lado recupera la expresión unilateral de su poder en torno a propuestas de conquistas o ataques a futuro: de Groenlandia de una manera u otra
, retomar
el Canal de Panamá, convertir a Canadá en el estado 51 de la Unión, convertir a Gaza en una riviera
trumpiana, bombardear Yemen, cometer asesinatos de enemigos en el
extranjero y hasta recuperar sus viejas ambiciones imperiales
extraterrestres: plantaremos la bandera de Estados Unidos en Marte
, proclamó el nuevo presidente.
Por otro lado, el nuevo régimen retira al superpoder de su dominio de entidades multilaterales que el propio Washington propició (agencia de la ONU, Organización Mundial de la Salud, Acuerdo de París, Comisión de Derechos Humanos, reducir el compromiso con la OTAN) y desmantela algunos de sus programas internacionales (Usaid, posiblemente la NED, el cierre de Voz de América y otros programas de propaganda internacional).
No les da ninguna pena expresar abiertamente sus ambiciones
imperiales. “Sé que Groenlandia tiene un derecho de autodeterminación…
pero la conseguiremos de una manera u otra”, dijo Trump en su discurso
ante el Congreso hace un par de semanas. Quien se atreva a oponerse o
criticarlo es amenazado, descartado o humillado –lo ha hecho ante el
asombro de Europa con Zelensky, y con su vecino Trudeau. Vale resaltar
que no se ha atrevido a burlarse de la presidenta Claudia Sheinbaum ni
invitar a México a ser otra estrella más en la bandera estadunidense.
Sin embargo, su gobierno sigue asumiendo que tienen el derecho de lanzar
un ataque militar unilateral contra los cárteles de droga en México, a
los que acaba de designar terroristas
. A la vez, renuevan la doctrina de paz por fuerza
–empleada ahora para el bombardeo de los hutíes en Yemen–, que
justifica el uso de la fuerza militar estadunidense en cualquier parte
del mundo.
A la vez, como parte del este esquema imperial, el nuevo régimen ha
reciclado viejas leyes –como la de Enemigos Extranjeros de 1798, usada
sólo en tres ocasiones desde entonces– y otras medidas más modernas para
facilitar la deportación masiva de los invasores
. El macartismo de los años 50 se mezcla con elementos de su antecesor, el susto rojo
de Woodrow Wilson justo después de la Primera Guerra Mundial (su
víctima más famosa fue Emma Goldman), con el fin de ofrecer una
justificación para la expulsión de inmigrantes antiestadunidenses
y otros extranjeros peligrosos
, incluyendo críticos de la política estadunidense acusados de ser criminales
.
Trump ganó su primera elección como un aislacionista
que propuso que el país se retirara del mundo y se escondiera detrás de
un muro fronterizo. Pero ahora ya se confundió, o cambió de opinión, o
no sabe bien qué hacer al regresar a los principios
tradicionales
expansionistas del imperio estadunidense con eso de Canadá, Groenlandia
(no es la primera vez que se expresa ese deseo: el gobierno de Truman
ofreció comprar esa isla en 1946), Panamá y más, con esa antigua idea de
que la libertad
es equivalente a la expansión ilimitada del
país; por eso cualquier desafío se calificaba de amenaza a la libertad.
De repente otra vez están de moda el viejo Destino Manifiesto y la
Doctrina Monroe, entre otros conceptos nostálgicos.
Ahora no queda claro cuál es la nueva doctrina imperial. Por un lado,
Trump renueva la afirmación de que su país tiene que y debe ser el
poder dominante del mundo. Por otro, el retiro de Washington de partes
claves del sistema internacional
y el aparente desmantelamiento
de alianzas políticas, económicas y militares pone en duda la
arquitectura imperial. ¿Hay una nueva propuesta o ya es sólo el
deterioro y fin del viejo orden?
Tal vez es hora de ofrecer una contrapropuesta desde afuera antes de que el nuevo Washington imponga un consenso más. Tal vez habría que invitar a los marcianos a colaborar antes de que sean otra estrella más en esa bandera.
Mumford & Sons/Jon Batiste. Awake my soul. https://www.youtube.com/watch?v=PjM6Jbd__Qc y House of Rising Sun. https://www.youtube.com/watch?v=1K0QN8xy1kM
Se trata de Tongzhou, que abarca un área de 906 kilómetros cuadrados donde convergen la cultura milenaria y la modernidad. Sede de lo que fue un puerto marítimo y de la primera pagoda para ingresar a la Ciudad Prohibida, ahora también es un lugar que alberga diversas empresas que crean inventos tecnológicos, que van desde pantallas de última generación que son tan nítidas que parece que se pueden tocar los relieves de las obras de arte que muestran, hasta drones que vuelan para limpiar ventanas de edificios.
El plan de desarrollo coordinado de Tongzhou arrancó en 2016 con una visión de mil años. El Centro Administrativo Municipal de Pekín ha mantenido una inversión anual de más de 100 millones de yuanes, además de diversos capitales privados en sectores como la construcción.
En 2024, el valor bruto de la producción de las grandes empresas industriales en Tongzhou creció 52.9 por ciento, lo que representa 99.6 billones de yuanes. Al momento suman mil 200 compañías de alta tecnología en este lugar.
Apenas un año después de implementar el plan, las autoridades confirmaron la designación del distrito como el centro administrativo de Pekín.
El lugar también es sede de viviendas, escuelas, museos, parques y hospitales, del Centro de Artes Escénicas, y de la biblioteca de Pekín cuya arquitectura emula un bosque, y que en su interior posee la sala de lectura más grande del mundo y una sala de inteligencia artificial donde las personas pueden estar en un metaverso, que es un espacio virtual donde pueden interactuar.
También es considerado un lugar turístico, pues alberga una sede de Universal Studios. Y su Gran Canal, de unos 40 kilómetros de largo, se utiliza para paseos en barco y competencias deportivas; el lugar cuenta con un parque urbano que es similar al de La Mexicana, en Santa Fe, en la Ciudad de México.
Tongzhou sigue creciendo, actualmente está en una segunda fase de desarrollo. En los próximos años se espera inaugurar un centro de transporte subterráneo que conectará con el aeropuerto de Daxing en Pekín.
Entre las invenciones que han tenido origen en este lugar están una especie de losas o azulejos con diversos diseños que se colocan en las fachadas de casas o edificios pero que en realidad son paneles que proporcionan energía solar.
También destaca un brazo robótico que se instala en un dron y que puede cargar hasta 15 kilogramos de peso, este aparato se puede utilizar para dar mantenimiento a paneles solares ubicados a varios metros de altura, para inspeccionar infraestructura, e incluso para logística aérea y agricultura.
Sea como sea la falacia tiene, de todas todas, fecha de caducidad, muere tarde o temprano y algunas veces consigue su propósito, causar un daño a quien se le aplica.
En los tiempos que corren, el engaño es un arma política, se quiera o no. Se miente como estrategia, como negocio, pero también como la primera piedra en la construcción de un discurso que busca mantenerse como verdad única el mayor tiempo posible.
Y para que la mentira viva, es necesario alimentarla, por ejemplo, del horror. Se llega al extremo, hay que decirlo, de lapidar la verdad hasta convertirla en algo poco o nada creíble, en un rumor menor frente al horror que impacta, que se queda en la memoria como lo único real, por más que se demuestre lo contrario.
La semana antepasada concluyó con una fotografía angustiante. Este diario publicó en su primera plana la imagen de una pila de zapatos cuyos dueños, se presume, fueron muertos por la infinita crueldad de los miembros de uno de los cárteles más peligrosos del país, el de la Nueva Generación.
Se dijo entonces que los dueños de aquel cúmulo de tenis eran jóvenes que habían sido calcinados en un horno crematorio que se utilizaba en un rancho, de una hectárea de superficie en donde se les tenía secuestrados, y donde nadie metía la nariz por miedo a las represalias que pudieran ejercer sus habitantes, en contra de quienes se dieran por enterados del horror que sucedía en aquel terreno.
Junto a la monstruosidad del horno crematorio, se dijo que los cancerberos del lugar eran un león y un cocodrilo que se encargaban de impedir que cualquiera de los jóvenes que habían sido víctimas de una leva, pudieran escapar. Las declaraciones que afirmaban tal crueldad recorrieron el mundo.
No había testigos de tales cosas, el relato era de uno que,
supuestamente, se habría fugado –burló al león y al cocodrilo–, y contó a
los representantes de una ONG la verdad
dolorosa, inquietante,
sobre todo en los momentos en los que en Estados Unidos se declaraba que
violar el suelo nacional, la soberanía, para acabar con los cárteles,
era una opción no descartada.
No obstante, junto con las imágenes de los zapatos y de las mochilas, se mostraban otras fotografías aéreas del predio en el que no se veía ninguna construcción que se pudiera identificar como un horno crematorio y de los cuidadores feroces, nada ni rastro, pero el asunto ya estaba torcido y ahora resulta que ninguna verdad es tan grande como la mentira.
Y no sólo eso, ahora resulta que el crimen organizado secuestra jóvenes para matarlos y no para que formen parte de sus grupos de muerte. La paradoja no nos habla de un sistema de leva, que por otro lado sí existe, sino de unos enfermos mentales cuyo pasatiempo es matar jóvenes y no hacerlos militantes, esclavos del negocio del terror. No se trata, a final de cuentas de favorecer o atacar a nadie, es innegable que ahí existió, por lo menos, un campo de entrenamiento de los jóvenes, y seguramente ahí murieron algunos, pero esa verdad esta muy lejana al rumor al que se le dio crédito, pero ¿a quién favorece el manejo del horror?, eso deberíamos preguntarnos ahora.
De pasadita
Bueno, y para variar, cuando creíamos que el Congreso de la ciudad no podría ir más abajo en su labor, llega la nueva Legislatura y nos muestra que estábamos equivocados y que todavía hay camino por recorrer, hacia lo más profundo del abismo.
Así que mientras los grandes y graves problemas de esta capital se siguen sufriendo por las mayorías, la discusión se centra en el ser o ser de las corridas de toros.
Que no se malinterprete y se lancen por eso los argumentos a favor de prohibir este tipo de eventos y se nos tache de insensibles, pero hay problemas tan graves como la crítica situación del Metro que no se ha podido solucionar y nuestra discusión se centra en lo bueno o malo de ese espectáculo al que asisten cada vez menos personas, por malo y porque a nadie le importan.
Los tapatíos no están solos. Hay otro equipo que está haciendo el ridículo de peor manera, es el hazmerreír. El Monterrey, igual que el año anterior en la Leagues Cup, fracasó. Es más grave su caso en proporción al dineral gastado en jugadores que van en el segundo o tercer esfuerzo de sus carreras y cuyo rendimiento es incierto. La directiva dilapida una cifra exorbitante en todo, empezando por las cabezas, como Duilio Davino o José Antonio Tato Noriega, quienes contratan futbolistas por lo mucho que brillaron hace lustros, y los becan de lujo.
Los directivos rayados fueron mareados como novatos por el promotor
Lucas de Vicente, quien en agosto del año pasado les encajó al técnico
Martín Demichelis. El apodado Micho vino sin ganas, forzado y entristecido. Suspiraba por el River Plate, club del que salió (en junio) llorando como un chico
por tener que alejarse de una plantilla a la que se sentía muy ligado
sentimentalmente. Eso dijo el propio De Vicente… Aterrizó en Monterrey,
cierto, pero dejó su corazón y alma en el barrio de Belgrano. Acá no
rinde.
Tras duros sopapos, Demichelis intenta reaccionar cuando la guillotina amenaza. El equipo que le paga está convertido en una caricatura, tras ser exhibido por el canadiense Vancouver, que lo echó de la Concachampions con todo y su arsenal. Nueve foráneos alineó el argentino, y ni así pudo. Desde luego, Monterrey no es candidato a ganar el Mundial de Clubes, que comienza el 14 de junio, pero era el ideal para oponer resistencia al América e inyectarle algo de emoción a la Liga Mx. Esa tarea recayó en el Léon, que empieza a flaquear.
Ya dio cuenta del Guadalajara, ahora el América –flamante superlíder del torneo casero–, afila garras para la trilogía frente al Cruz Azul, el cual intenta sacudirse una humillante paternidad. El escenario serán los cuartos de final del torneo regional y el partido del Clausura 2025... Como el negocio manda, arranca el tejemaneje entre los organizadores del certamen de clubes de la Concacaf, lo ideal es hacer llegar a la final a los más taquilleros, en este caso las Águilas contra el Inter de Miami, de Lionel Messi.
Destituir al técnico es la única manera que dirigentes sin
capacidad, resultadistas, encuentran dizque para salvarse del bochorno,
cierran los ojos frente a sus erráticas gestiones y prefieren decir un
sinsentido: El hilo se rompe por lo más delgado
… Tras Gustavo
Lema, Óscar García y Veljko Paunovic rodó otra cabeza: Juan Carlos
Osorio fue despedido de Xolos después de confiarse cuando parecía tener
una gran ventaja frente al Atlas. El colombiano murió con la suya, dando
oportunidad a los jóvenes, pero se equivocó al considerar que la
victoria era irreversible.
El jueves, en la semifinal de la Liga de Naciones de Concacaf, el seleccionador Javier Aguirre tiene oportunidad de borrar el mal sabor que dejó su anterior choque ante Canadá.
Fue en septiembre, era apenas el segundo partido del Vasco Aguirre en su tercera etapa con el Tri; envió a sus pupilos a ensuciar el encuentro, a tirar patadas y a no dejar jugar al rival. Empataron sin goles. Esta vez optó por un cuadro juvenil, bien puede ser que el tan cacareado recambio generacional va en serio, o quizá se está curando en salud ante un posible revés. Siempre es agradable ver caras nuevas.
La exigencia no baja, la meta es llegar a la final del certamen ante el ganador de la serie entre Estados Unidos y Panamá… Si les apetece, el Coloso de Santa Úrsula puede ser rebautizado cada minitorneo, pero para la gente ha sido y seguirá siendo el estadio Azteca…
Tras la frustrada contienda para gobernar la Ciudad de México en 2018, y luego reclutado por la Federación Mexicana de Futbol, Mikel Arriola tendrá la oportunidad de desplegar sus dones como político al ser nombrado representante de Norteamérica en el Consejo de Concacaf… algo es algo.
Es claro que las deportaciones ordenadas por Trump tienen un
fundamente legal sumamente endeble, por decir lo menos: la Ley de
Enemigos Extranjeros de 1798, que da al jefe del Ejecutivo libertad para
emprender en tiempos de guerra acciones como expulsiones masivas de
personas del territorio estadunidense. Lo cierto es que oficialmente
Estados Unidos no le ha declarado la guerra a nadie, por más que el
magnate neoyorquino afirme que la organización delictiva de origen
venezolano Tren de Aragua está en guerra con Estados Unidos
y describa como invasión
la presencia de integrantes de esa banda en territorio estadunidense,
una hipérbole carente de toda razón jurídica y, desde luego, militar.
Estos hechos permiten confirmar el desprecio por las leyes que caracteriza a la presidencia trumpista, la cual no sólo emprende acciones sin más base que el tremendismo metafórico de su titular, sino que ignora resoluciones judiciales como la aquí referida y convierte las acciones de su política xenofóbica y racista en hechos consumados.
El asunto tiene una faceta igualmente grave: el que Bukele haya asumido, a cambio de unos millones de dólares, la condición de carcelero de Estados Unidos. El hecho no sólo representa un trato humillante para El Salvador, sino que coloca a individuos cuya culpabilidad ni siquiera ha sido establecida en juicio en el ámbito del infierno penitenciario construido por el presidente salvadoreño con total desprecio por los derechos humanos de los internos.
Cabe recordar que con el argumento de la lucha contra la violencia de los grupos delictivos, Bukele realizó grandes redadas policiales que llevaron a la prisión a unos 80 mil individuos, muchos de ellos sin haber cometido más delito que el de tener, a juicio de la policía, una apariencia física de pandillero. Con ello, El Salvador se convirtió en el país con más población encarcelada en el mundo: mil 86 por cada 100 mil habitantes. Adicionalmente, el gobierno del país centroamericano erigió una megaprisión en la que se hacinan unas 25 mil personas. Quienes tienen la desgracia de caer en los reclusorios de Bukele pierden automáticamente todo derecho, incluido el de un proceso penal, visitas de abogados y familiares y una alimentación mínimamente digna. Bukele incluso ha sometido a la población carcelaria a malos tratos como forma de presión explícita a las pandillas para que disminuyan sus actos de violencia.
En tales circunstancias, el hecho de que los gobiernos de ambos países hayan establecido un pacto comercial de reclusión de personas constituye una indignante violación internacional y binacional de los derechos humanos y debiera llevar a Naciones Unidas y a gobiernos democráticos del mundo a denunciar y repudiar tan denigrante negocio.
La unidad nacional no es un asunto sólo de la coalición de partidos políticos que gobiernan bajo escrutinio propio y ajeno, sino de todos los mexicanos que exigen honestidad, eficiencia y justicia en el diseño y práctica de políticas públicas encaminadas a mejorar el bienestar general.
Resulta chocante cuando usted en sus discursos grita o la va de macho cruel, irónico sin elegancia, violento y burlón, o cuando ordena que los esbirros de su empleada Bullrich apaleen a los viejos, los estudiantes y los trabajadores, todos los cuales tienen, como tenemos, todo el derecho a protestar por la vida de mierda que su gobierno le viene imponiendo desde hace 14 meses al pueblo argentino. Ese machismo de menor cuantía es falso como moneda de cuatro pesos, y es tan repudiable como cualquier machismo lo es, sólo que, además y para colmo, en el caso de usted es de mal gusto.
El problema que plantean estas líneas, presidente, es, por si no lo entiende, personal con usted. Porque igual que cualquier otro ciudadano, quien esto escribe ignora sus gustos o elecciones personales, que pueden ser taras que también a la inmensa mayoría del pueblo argentino le importen poco y nada. Por eso esta columna sostiene, entonces, que si es un asunto personal suyo lo que está mal es que eso perturbe a un pueblo que es bueno, trabajador, tranquilo y solidario.
Cierto que también protestón y que la pifia cada dos por tres cuando vota, pero bueno, es un pueblo mucho más decente que chorro, y paciente como buey en campo. No somos malas personas, entiéndalo, Milei. Somos casi 50 millones de laburantes familieros, futboleros, musicantes, artistas y sensibles, por lo tanto, cualidades matan maldades. De donde uno se pregunta, con calma y sinceridad, ¿por qué tanta maldad hacia ellos? ¿Por qué hacerle pagar al pueblo argentino el resentimiento que usted tiene? Y digo más: ¿por qué odia al pueblo argentino? Eso es lo verdaderamente inexplicable, presidente.
Porque usted bien podría ser chorizo y jefe de banda, como algunas veces parece, y está visto que es capaz de hacer cochinadas increíbles, que le rompen la vida a más de medio país. Como hizo ahora con el afano de las criptomonedas, donde parece obvio que se le fue la mano; sí, señor, se le fue. Y tan se le fue que ahora usted mismo no sabe cómo salir del bolonqui. Y no va a salir, Javier. Porque ésta que se mandó es de las inocultables e inolvidables.
Por eso, a mí me parece, dicho sea con todo respeto hacia su investidura, que acaso tiene usted problemas que no importan en absoluto, desde ya, eso es cosa suya, pero si son causa de efectos horrorosos, como vienen siendo, entonces la cosa cambia. Uno –que viene a ser este redactor– todo lo que quiere es, nuevamente, entender por qué tanta maldad. Y sobre todo, por qué, si a usted ya le debe sobrar la guita. Esa guita que parece que algunos le pagan para que usted los atienda, según dicen los gringos. No son maledicencias locales. Y si se suma la cantidad de peajes que se dice que usted le cobra a cipayos y chupamedias, esas porquerías de gente que usted parece que atrae como moscas a la leche, bueno, Javier, usted ya ha de estar sobrado de guita. ¿Por qué no se calma un poco, entonces? No hay mucha gente en el mundo que pida cientos o miles de dólares para charlar un ratito. No hay chupamedias como para tanto.
Y además, estoy respetuosamente enojado, sí, le confieso. Como tantos que me atrevo a decir que están cabreros y recontracalientes. Millones de argentinos y argentinas que lo putean porque creyeron en usted y sus promesas. Y no digo sólo la enorme gilada que le creyó el cuento de las cosifai ésas que llaman criptomonedas y con el que se mandaron un choreo fenomenal.
Los que laburamos toda la vida no simpatizamos con los especuladores, ¿sabe? Nuestro idioma es la decencia y el amor a la familia, a los hijos e hijas, a la patria y al prójimo que labura y no se corrompe.
Yo no sé si usted entiende este idioma, pero le explico: el decente es el que no se corrompe, o sea el que vive de su laburo y cuida la salud moral y espiritual de su familia. Y ama a la patria y hasta daría la vida por ella. El decente verdadero, digo, ése que no se rompe ni se dobla.
Y gran parte de los cuales le creyeron a usted, Javier. Le creyeron. ¿Sabe lo que es eso? Y hoy se sienten estafados, porque de buena fe participaron de la timba que usted inventó con bandidos afines.
Fulero todo eso, presidente, mejor váyase. No termine de arruinar la vida de casi 50 millones de personas. Renuncie y váyase a Estados Unidos, o a Inglaterra, o a alguna isla maravillosa al pedo. O sea, no joda más a nuestro pueblo. Que está cansado, adolo-rido y sufriente porque no acaba de entender por qué ni cómo llegó a este punto. Y gran parte del cual, seguramente la mayoría, lo votó a usted. Que quizá ya está bien forrado de guita mala. Porque nadie le va a creer que con los criptochoreos usted salió perdiendo plata.
Guarda que tanto veneno no lo infecte, Javier, presidente. Mejor váyase y disfrute afuera de lo que seguramente ya embolsó, y no joda más, no siga perturbando la vida de un pueblo trabajador, mayoritariamente honesto y futbolero, pero ahora contrariado, atemorizado y desesperado cuando no hay puchero ni buenas perspectivas para hijos e hijas. No joda con la vida de 47 millones de compatriotas, Milei, de veras, amaine el odio y mejor rejunte lo choreado y rájese y deje laburar aquí a los patriotas que sólo quieren paz, pan, educación y trabajo decentes, y ver cómo recuperamos la salud y la alegría de vivir. No hace falta, no es necesario, es estúpidamente maligno seguir haciendo daño. Córtela, Javier, de onda se lo pido, lo digo y escribo. El pueblo argentino ya empezó a odiarlo. Imposible que lo quiera, ni ahora ni jamás, pero no provoque más. A ver si un día de éstos algún colifa de uniforme se levanta y empeora todo.
De manera que córtela, viejo. Que el mundo es ancho y ajeno, y en una de ésas usted ya amarrocó millones en algún banco mundial.
Se lo pido por favor y de buena onda, como simple provinciano sin prontuario, como escritor y periodista decente y laburante. Cuelgue los botines, Javier, y váyase bien lejos y que Dios lo perdone. Si puede y quiere, aunque yo creería que no va a querer.
Esta analogía cabe en momentos en que Trump inventa día con día medidas para construir un Estado a la medida de su ego. Paulatina, pero consistentemente, convierte su estilo de gobernar en un desaguisado que tiene poco o nada que ver con el gobierno de una sociedad moderna. En esta serie de ocurrencias, la más reciente corresponde a la desaparición de la Secretaría de Educación.
La autonomía para que cada estado organice su propio sistema educativo es una norma constitucional. Hay, sin embargo, algunas normas aplicables a toda la nación de forma homogénea; la Secretaría de Educación Pública es responsable de administrarlas. Una de ellas es la partida en el presupuesto federal para garantizar el apoyo a los estudiantes de menores recursos económicos, y los que padecen alguna limitación física o mental. Para estos últimos existen apoyos directos que se canalizan a los sistemas escolares de cada estado.
En el caso de los estudios de educación superior, la responsabilidad de administrar esos fondos recae en la Secretaría de Educación Pública. Trump pretende eliminar del presupuesto esta institución por considerar que maneja una función que la educación privada puede realizar más eficientemente. Gracias a los fondos que el Estado les garantiza, las universidades públicas y algunas privadas son sede de los descubrimientos científicos que han permitido a la sociedad salir de las tinieblas en innumerables campos de la vida cotidiana.
En sus aulas y laboratorios se han gestado descubrimientos, motivo de innumerables premios Nobel. No menos importante para la salud social es que en sus recintos se ha defendido la libre expresión y el apoyo al movimiento en favor de los derechos humanos. A Trump y sus exégetas les disgusta esta función social, y pretenden acallarla eliminando la secretaría responsable de apoyar la educación pública.
Por razones sociales y culturales, hay un legítimo reclamo en algunos sectores de la población, derivado de los privilegios que muchos de quienes han egresado de la educación superior gozan, y por su abandono o distanciamiento paulatino de quienes, al fin y al cabo, han pagado con sus impuestos esa formación privilegiada. Tal vez en ese reclamo no aparente se albergó un resentimiento en contra de las administraciones demócratas, que pudo ser uno de los factores que influyó en el voto a favor del Partido Republicano.
Hay que recordar que entre los temas predilectos de su campaña estaba la crítica a las élites educadas en las universidades de las costas este y oeste del país, cuyas mayorías anidan en el Partido Demócrata. En una entrevista, Michael Roth, presidente de la Universidad Wesleyan, líder en la innovación de programas en educación superior, expresa la importancia de defender el derecho a la libre expresión frente a la acometida de Trump, en su afán de atemorizar a las autoridades universitarias a expresar su oposición a las políticas del presidente.
Pero también destaca la importancia de privilegiar el diálogo entre corrientes de diferentes ideologías, estratos sociales y económicos, en el que tengan cabida todos como un medio para integrar a aquellos que no pertenecen a las élites académicas, a la corriente democrática. Entenderlo, para los demócratas, será una oportunidad para recuperarlos y una lucha para evitar que Trump continúe demoliendo su Estado, tal como fue concebido hace 200 años.
Mientras tanto, en una más de las declaraciones insólitas, el secretario del Tesoro insinúa que los rebeldes hutíes son un factor de la inflación.
Como observamos ya, conquistas que muchos creían ganadas para siempre hoy se han extinguido, erosionado o están en tela de juicio. Los derechos sociales, como el acceso a la educación, la salud y la seguridad social, ya no son de acceso universal en varios países, en otro momento regidos por el paradigma del Estado de bienestar y publicitados como tierra de oportunidades.
Hoy el concepto de fraternidad universal, o cuando menos de globalización y autocontención para evitar la autodestrucción total, está rebasado. El mundo de la posguerra que construyó la Organización de Naciones Unidas (ONU) y redactó la Declaración Universal de los Derechos Humanos está colapsando. Las viejas alianzas están rotas, y los equilibrios tejidos por ocho décadas ya no existen.
La paz mundial pende de dos o tres poderes autárquicos y prácticamente de uno solo. Por una parte, la guerra Rusia-Ucrania no cesa, y hoy está sujeta al sometimiento de una de las partes, Ucrania, a un tercer actor que ha puesto como condición la renuncia a la soberanía sobre sus minerales; mientras el otro actor, Rusia, debe también ceder en aspectos sensibles de su política energética, comercial y geoestratégica, que no se ve fácil que entregue a su adversario histórico.
La ruptura de la alianza histórica de Estados Unidos con la Unión Europea termina con el orden mundial surgido de la Segunda Guerra Mundial, alianza militar, política y económica quebrantada por la guerra de los aranceles, y abre un periodo de incertidumbre para esa parte del mundo y para los demás bloques de poder de una nueva geopolítica en construcción y sin destino cierto.
El conflicto en Oriente Medio tampoco tiene una solución garantizada, y mucho menos estructural, con la pretensión de hacer de la franja de Gaza un lugar para el esparcimiento turístico, después de que históricamente ha sido manchado por un baño de sangre, con la pérdida de miles de vidas humanas, que no alcanzaron el sueño de dos patrias, dos soberanías territoriales.
Por otra parte, el paradigma dominante de un libre comercio global, con reglas claras para todos los actores, con defectos graves que nosotros hemos denunciado, pero en general con un efecto de suma positiva, en donde todos los países ganan, ese esquema está trastocado, y una guerra comercial está en marcha. Abundan las voces calificadas que denuncian que la guerra de aranceles, impulsada por un nacionalismo exacerbado y ajeno a las reglas que han hecho funcional a la economía mundial, es un despropósito monumental que terminará afectando a todos, con una recesión global que dañará a todas las economías nacionales, comenzando por sus promotores.
Los principales mercados financieros ya acusaron el golpe, un golpe absurdamente autoinfligido la semana pasada. El índice S&P 500, que incluye a las mayores empresas estadunidenses, cayó 2.69 por ciento, mientras el Dow Jones perdió 2.08 por ciento. El Nasdaq se hundió 4 por ciento al cierre de las operaciones, su mayor desplome diario desde 2022, y hubo fuertes pérdidas en otros mercados, con las acciones tecnológicas sufriendo las mayores caídas.
Ha sido una jornada brutal en Wall Street, una jornada bursátil demoledora y con caídas generalizadas en todos los sectores
,
resumió Erin Delmore, corresponsal de negocios en América del Norte de
BBC News. En el terreno de la democracia plural y los derechos humanos,
hay una clara ofensiva de la ultraderecha para dinamitar las bases del
estado de derecho, debilitando las instituciones democráticas para
implementar una agenda autoritaria. Al mismo tiempo, socavar el
movimiento feminista y las diferencias personales, ajenas al formato
binario, y sobre todo, intensificar la hostilidad hacia la migración,
especialmente la procedente de América Latina, África y los países
islámicos.
Esta embestida neofascista ha llegado incluso al subcontinente latinoamericano, con Javier Milei, en Argentina; los resabios del movimiento de Jair Bolsonaro en Brasil, y las pretensiones de la agrupación Patria y Familia, de constituirse primero en partido político con registro oficial, y luego asaltando el poder con apoyo en la derecha estadunidense, hoy empoderada.
Lo relativo al daño generado por el empoderamiento de la derecha conservadora y la ultraderecha a la salud y aun la viabilidad del planeta, lo analizaremos en la próxima colaboración.
En suma, estos son tiempos de regresión histórica, de pérdida de lo ganado, de amenaza para lo que aún se tiene, pero también tiempos para defender las conquistas de la humanidad en materia de paz estable, instituciones democráticas, libre comercio con reglas claras para todos y, sobre todo, derechos humanos de las minorías, comenzando por los migrantes.
Dos días antes, Putin había anunciado que la provincia de Kursk está
bajo control ruso, por lo que las tropas ucranias sólo tendrían dos
vías: rendirse o morir
. Luego, tras el encarecido
pedido de Trump para que les perdone la vida
, el ruso señaló que en
caso de que depongan las armas y se rindan, se les garantizará la vida y
trato digno conforme al derecho internacional y las leyes de la
Federación de Rusia
. Pero advirtió que los soldados ucranios cometieron numerosos crímenes contra civiles en la zona de invasión
, clasificados en Rusia como terrorismo
.
También recordó que los mercenarios extranjeros no están protegidos por
la Convención de Ginebra de 1949, que refiere al trato debido a los
prisioneros de guerra. A la vez, enfatizó que para implementar
eficazmente el pedido humanitario
de Trump, es necesaria la
orden correspondiente del liderazgo político-militar de Ucrania para que
sus unidades militares depongan las armas y se rindan
.
El pinpón diplomático entre EU y Rusia estuvo precedido por las negociaciones
entre el enviado especial de Trump, Steve Witkoff, y el gobierno de
Ucrania en Yedá, Arabia Saudita, el día 11, donde Kiev aceptó un alto al
fuego temporal de 30 días con Rusia. EU, por su parte, reanudó la
asistencia militar y de inteligencia a Ucrania. Un día después, el
secretario de Estado, Marco Rubio, confirmó que en Yedá se planteó, que
como parte de cualquier acuerdo de paz, Kiev tendrá que ceder territorio
a Rusia y Europa deberá decidir sobre las sanciones y los activos rusos
congelados e involucrarse en la disuasión
contra futuros ataques a Ucrania.
No es baladí el señalamiento de Tucker Carlson, ex presentador de Fox
News que integra hoy el círculo íntimo de Trump, quien en un video el
lunes 10 argumentó que la capacidad de EU de proyectar poder
a través de sus fuerzas armadas era menor de lo que se pensaba. Dijo: No pudimos ganar [la guerra] a Rusia. Ellos vencieron
. Agregó que muchos senadores de EU aseguraron que Rusia era una gasolinera con armas nucleares
, y nos pasaron por encima
. Según Carlson, Rusia superó en municiones a EU y la OTAN cuatro a uno, y tras tres años, por el deseo de la política exterior estadunidense de estar en guerra con Rusia
, Ucrania está destruida.
Fue significativo que, cuando el 12 de marzo Putin se reunió en la
línea del frente en la provincia de Kursk con el jefe del Estado Mayor
del ejército y viceministro de Defensa ruso, Valeri Guerásimov, vestía
de militar. Según el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, el atuendo era
una señal de la determinación
de Putin de liberar la región a
corto plazo. Por su parte, Aleksandr Dugin, cercano al mandatario,
señaló que el uniforme militar es símbolo de cómo serán las negociaciones con Washington
.
A su juicio, dado que EU está en guerra con Rusia (a través del régimen
de Zelensky), si quiere firmar la paz, es positivo que el enviado de
Trump a Moscú, Witkoff, haya escuchado las reiteradas posiciones de
Putin: cambio de régimen en Kiev y reconocimiento de los territorios
constitucionales. Asimismo, juzgó como movimiento agresivo y fuerte
desde el punto de vista militar, aunque políticamente débil
, la reanudación de ayuda en inteligencia y armas de Trump a Ucrania. Dugin dijo que el Kremlin ya estaba en guerra con EU hasta el último ruso
, que el país está movilizado y que la vestimenta militar de Putin confirma que Rusia aún no ha comenzado a luchar en serio
.
Hace siete meses, los estrategas de EU, Gran Bretaña y la OTAN sobre
el terreno en Ucrania, habían diseñado la sorpresiva invasión de las
tropas de Kiev mil 200 kilómetros adentro en la provincia de Kursk, como
punto de partida estratégico para su uso posterior como moneda de
cambio en las posibles negociaciones con Rusia. Según Zelensky, uno de
los objetivos era intercambiar después territorios ocupados. Ese
objetivo fracasó y 10 mil soldados ucranios están hoy rodeados. Como
dijo Trump, el corrupto
Joe Biden metió a EU en un lío
con Rusia.
Peskov aseguró que Crimea, Sebastopol, Jersón, Zaporozhie, Donietsk y
Lugansk, son regiones de Rusia, inscritas en la Constitución. A su vez,
tras dialogar con Witkoff, Putin reiteró que cualquier propuesta de paz
debe tener en cuenta la situación militar real sobre el terreno; lo que
ratificó el 16 de marzo a ABC News, Mike Waltz, asesor de Seguridad
Nacional de Trump, al defender la diplomacia itinerante
de su
jefe, atacada en Europa. Putin también demandó garantías para Rusia en
cuanto al cumplimiento de la tregua, si se concreta. Y formuló preguntas
que, dijo, pueden ser analizadas juntos
(entre él y Trump,
cuando telefoneen esta semana): ¿cómo se usarán los 30 días del alto al
fuego? ¿Los militares ucranios (rodeados en Kursk) se retirarán sin
combatir y debemos dejarlos ir tras cometer infinidad de crímenes contra
la población civil? ¿Se usará la tregua para que Ucrania se rearme y la
movilización forzada siga en curso? ¿Para que los nuevos soldados se
entrenen? ¿Cómo y quién verificará que se respete el cese de
hostilidades en un frente de casi 2 mil kilómetros?
La portavoz de la cancillería rusa, María Zajarova, afirmó que Moscú no aceptará bajo ninguna circunstancia
,
el despliegue de militares de otros estados en Ucrania bajo cualquier
bandera, ya sean bases militares o un contingente extranjero para
mantenimiento de paz. El 15, Peskov advirtió que la propuesta de Putin
(para que los ucranios se rindan) seguía siendo válida, pero su tiempo se agota
. Trump tiene ahora la palabra. Pero lo único seguro es que no habrá otro Minsk 3
para engañar a Rusia; Moscú sabe que EU no cumple los acuerdos.
el Estado es muy mal administrador, mejor la iniciativa privada, ellos sí saben como hacerlo. Bajo ese dogma, prometieron mayor riqueza, mejores salarios, menores costos de los servicios y una gestión responsable de las empresas que se privatizarían. Decían que
como el Estado no tenía dinero para gastar en esos servicios, mejor privatizarlos y recibir impuestos en lugar de gastar, un ganar-ganar. A más de 40 años de que se implementó este experimento, el Instituto Nacional de Investigación Social y Económica (NIESR, por sus siglas en inglés) advirtió la semana pasada, que RU ya no podría considerarse un país rico y que los estándares de vida se habían desplomado. De acuerdo con la Oficina Nacional de Estadística, en los últimos 20 años, los salarios reales no han aumentado, al mismo tiempo la inflación y el costo de los servicios básicos ha aumentado de manera descomunal, en específico, aquellos que se privatizaron.
Empecemos con el sector energético. RU tiene el menor grado de
electrificación de las economías más grandes. Sólo 24 por ciento de su
energía es electricidad. Contrasta con Francia (que tiene un sector
público fuerte), donde 44 por ciento de su consumo de energía es en
forma de electricidad. Está demostrado que el consumo eléctrico está
directamente relacionado con el nivel de calidad de vida (para ahondar
en ello, recomiendo el libro Electricidad y la riqueza de las naciones).
Las empresas del sector energético han tenido ganancias de unos 420 mil
millones de libras en los últimos cinco años. Al mismo tiempo 6
millones de hogares (22 por ciento del total) no pueden cubrir sus
necesidades a pesar de que el gobierno ha destinado 66 mil millones de
libras para subsidios energéticos en los últimos tres años. A pesar de
eso, las tarifas continúan aumentando. Gran parte de los subsidios
terminan siendo esquemas de garantías de ganancias para las grandes
empresas. Un gran ejemplo es lo que pasa con las turbinas eólicas. RU
paga casi mil 500 millones de libras (https://bit.ly/41zMN61) para que las turbinas eólicas dejen de producir cuando su electricidad ya no cabe
en el sistema eléctrico. Una de las razones por las que no cabe su
electricidad, además de la nula planeación del sistema, es por la
constante subinversión de las empresas eléctricas de RU. Subinversión, a
pesar de tener ganancias multimillonarias, e incrementos en las tarifas
de 80 por ciento en los últimos cinco años. Esto ha llevado a que RU se
desindustrialice a un ritmo mayor que incluso Alemania. De 2021 a la
fecha, la producción industrial se ha reducido en 13 por ciento.
Otro sector que se privatizó fue el agua, el resultado fue
peor que el eléctrico. Cuando los neoliberales decidieron privatizar
este sector, los empresarios
exigieron que se les dieran las
empresas en las mejores condiciones. Por eso, RU pagó la totalidad de
las deudas del sector (15 mil millones de libras) antes de
privatizarlas. A la fecha, el sector acumula 74 mil millones de libras
de deuda. La tarifa del agua ha incrementado en 360 por ciento, mientras
la inversión ha disminuido 15 por ciento. ¿A dónde se han ido los
incrementos brutales en la tarifa? A pagar dividendos, claro. A la
fecha, 83 mil millones de libras han sido pagados a inversionistas
internacionales. El ejemplo del mal manejo, saqueo y rentismo que la
privatización de sectores esencial provocó es Thames Water, compañía que
da el servicio al área metropolitana de Londres. Con 16 mil millones de
libras de deuda, la empresa presentó un plan de restructura al
regulador que incluía aumentar 59 por ciento las tarifas en los próximos
cinco años, aceptar un crédito especial de 3 mil millones de libras a
una tasa de interés de 9.75 por ciento (excesiva a todas luces) y pagar
898 millones a consultores en seis meses. Todo eso, al mismo tiempo que
pagó casi 200 millones de libras en dividendos en el primer semestre de
2024. El plan hoy se encuentra en litigio. Renacionalizar el sector
sería favorable para los ciudadanos. Ejemplo: Escocia tiene un sector
propiedad del Estado, han invertido 35 por ciento más en el sistema y
sus usuarios tienen una tarifa 25 por ciento menor.
En los sectores ferroviario, telecomunicaciones y salud, la historia es la misma. El servicio ha empeorado, las tarifas han aumentado de manera descomunal, las empresas han acumulado deudas masivas, y los inversionistas han tenido ganancias descomunales. Los resultados son impresionantes. La expectativa de vida se encuentra en el nivel más bajo en una década, y los niveles de vida han disminuido significativamente llevando a los ciudadanos a demandar la renacionalización de sectores. Una encuesta de YouGov en 2024, indica el apoyo a la renacionalización de sectores entre la población, 87 por ciento para el de salud, 82 por ciento para el del agua, 76 por ciento para el ferroviario y 71 por ciento para el energético.
Este deterioro ha llevado a que 20 millones de personas, 30 por ciento de su población, dependa de la seguridad social para sobrevivir; los salarios no alcanzan; 75 por ciento de los ciudadanos no tienen forma de jubilarse y deberán trabajar hasta la muerte. RU debe ser una advertencia, debemos dejar atrás esa ideología y recuperar los sectores esenciales; en manos privadas, sólo benefician a unos cuantos, son extractivas y destruyen el bienestar de la población.
X: @aloyub
Existen cientos de páginas dedicadas a explicar la condición de la nación y llevaría no años, sino décadas escarbar en la bibliografía sobre lo que históricamente han sido, lo que políticamente se ha hecho con ellas y lo que imaginariamente se ha proyectado que sean para el futuro. Pero si entendemos a la nación a la manera de la dupla Karl Marx y René Zavaleta, es decir, como una fuerza productiva, las actuales corrientes reaccionarias en el poder, no tienen algo que ver con ella, antes bien, son antinacionales.
En su toma de postura que daba apertura a Sociología del imperialismo,
el marxista egipcio Abdel-Malek alababa la condición militante de la
obra de Rosa Luxemburg, pero criticaba su incomprensión de la dimensión
nacional. Para él, la gran marxista alemana había partido del horizonte
alemán sobre la acumulación de capital y lo había querido universalizar
teóricamente. Algo similar sucede hoy con la búsqueda conceptual por
comprender las importantes variaciones del capitalismo, hasta ahora la
categoría que se ha instalado es la de tecnofeudalismo
y si bien
ésta responde a una condición innegable del peso de la producción
vinculada a la tecnología, no deja de ser una deriva bastante reducida
del globo. Por ello quizá esa más útil acudir críticamente a la noción
de capitalismo caníbal que propone Wendy Brown. Si bien sus
preocupaciones son, esencialmente, la de las izquierdas de Estados
Unidos, Brown sigue una línea argumental proveniente de Marx, en cuyo
centro se encuentra la idea de que el capital destruye sus condiciones
mismas de posibilidad.
Y es que la nación fue un requisito para el despliegue del capital en los grandes centros europeos; sin embargo, no cumplió esa misma función en la mayor parte del mundo, donde se organizaron las principales relaciones sociales antes de la existencia de las naciones. El siglo XX en buena medida fue una gran travesía de las mayorías del globo por conquistar la nación y hoy, el capital de nuestros días, tecnológico al extremo, avanza con la espada de la automatización desenvainada y con el imperio del mercado como escudo, socavando a la comunidad nacional.
Al arremeter contra la migración son disgregantes de la comunidad real, destrozando, de hecho, cualquier sentido de nación. Con sus acciones y llamados violentos contra los otros, atomizan, disgregan, dispersan, envenenan el vínculo social: en ese escenario, la función en tanto fuerza productiva de la comunidad nacional, está vedado. No puede haber nación donde asustados e iracundos oligarcas gobiernan llamando a expulsar al otro.
Más aún, en las actuantes fuerzas derechistas la invocación a la
comunidad nacional es una farsa porque lo suyo es el imperio del
mercado, sin cortapisas ni regulaciones. Ya el Marx de los Grundrisse de
1857 alertaba sobre el poder del dinero, aquel que disolvía todos los
lazos comunitarios existentes. Ese es el programa político de las
actuales fuerzas derechistas. Si seguimos a Rudolf Rocker, crítico por
excelencia del nacionalismo de la centuria anterior, lo que miramos es
que estas corrientes no asumen un fanatismo estatal
(que sería el componente esencial del nacionalismo del siglo XX), sino un más bien un fanatismo mercantil-capitalista.
Como toda forma de organización humana, la nación seguramente se evaporará y será sustituida por otras. Pero ahora estamos lejos de ese sendero. Antes bien, recobrando una tradición política del mundo periférico, es pertinente evocar que la nación es un artilugio siempre incompleto, pues evoca el sentido de una comunidad que se reinventa. Como campo de disputa, no está prefigurada su función, y en su origen no se encuentra el secreto de su trayecto. Más aún, como lo han mostrado las experiencias nacional-populares, ésta puede ser de un carácter abierto, tendiente a la protección de la comunidad, solidaria, y convocante a la integración, es decir, no excluyente. Al ser el principal espacio donde se puede cultivar la soberanía popular es proactivamente antioligárquica. La nación es algo muy importante para las pugnas del presente y del futuro, no hay que ceder a las fuerzas derechistas ni un ápice de ella.
*Investigador UAM
Trump elogió la formación jurídica de Zeldin y ser un luchador por las políticas de Estados Unidos primero
. Agregó que garantizará decisiones desreguladoras justas y rápidas que liberen el poder de las empresas estadunidenses
,
pero manteniendo las normas ambientales más estrictas en la calidad del
aire y el agua, que serán las más limpias del planeta”.
Pero no habrá tal calidad de esos dos elementos claves, ni Estados
Unidos logrará el crecimiento económico sin depredar. La política de
Trump y sus aliados financieros tiene como objetivo eliminar las normas
ambientales que consideran estrictas
, so pretexto de que frenan
el crecimiento económico y restan a muchas ramas de la industria la
capacidad de producción. Algunas normas se relacionan con la
contaminación del aire y el agua y fueron aprobadas durante el gobierno
de Joe Biden.
Fiel a Trump, Zeldin no tiene los conocimientos para llevar a buen puerto los asuntos ambientales del país. Su misión es dar vía libre a la explotación a gran escala de los hidrocarburos, para garantizar el dominio energético de Estados Unidos; impulsar la fabricación de vehículos que consumen hidrocarburos y convertir a su país en líder mundial en inteligencia artificial. Sostiene que logrará todo eso sin contaminar el agua y el aire.
La reacción de los grupos ecologistas y los científicos por la designación de Zeldin fue muy clara: no tiene la capacidad para desempeñar el cargo y su misión es reducir el trabajo regulatorio de la EPA. Recuerdan que como congresista votó contra los trabajos de la EPA destinados a regular a las compañías petroleras; por no otorgar incentivos a las energías verdes; contra la protección del agua y el aire limpios, y las medidas para evitar la contaminación por metano.
También Zeldin criticó a la administración anterior por cancelar el propuesto oleoducto Keystone XL, el cual transportaría millones de litros de petróleo desde Canadá a refinerías en Estados Unidos; y por reincorporar a su país al Acuerdo Climático de París, que Trump retiró en su primer mandato.
Prueba de su ignorancia del tema ambiental la dio durante su
audiencia de confirmación en el Senado. No supo responder las preguntas
de los legisladores sobre el papel de la EPA en la reducción de la
dependencia estadunidense de los combustibles fósiles. Pero en un giro
inesperado, reconoció que el cambio climático es real y una amenaza.
Algo que durante la primera administración de Trump, él y los encargados
de la EPA calificaron de engaño
.
Los legisladores recordaron a Zeldin la resolución de la Corte Suprema (en 2007), por la que le concedió a la EPA toda la autoridad para regular los gases de efecto invernadero, además la Ley de Aire limpio, que busca garantizar la salud y el bienestar de la población.
En el Senado Zeldin mostró su inclinación por el uso de todo tipo de energías, pero sin sofocar la economía
.
Y eludió responder sobre la agenda ambiental de Trump, que comenzó con
la orden ejecutiva para retirar nuevamente a Estados Unidos del Acuerdo
de París. Será con Irán, Libia y Yemen los únicos que no forman parte de
dicho Acuerdo. Además, firmó otras órdenes donde prioriza la energía
fósil frente a la renovable y retirar a su país de cualquier acuerdo
relacionado con el ambiente, pues “éstos obligan a enviar el dinero de
los contribuyentes estadunidenses a países que no lo necesitan, o merecen
.
Además, dejó sin efecto el compromiso de su antecesor de que Estados Unidos se comprometía a reducir las emisiones de gases que causan el calentamiento global entre 61 por ciento y 66 por ciento para 2035 respecto a 2005.
Con Zeldin en la EPA, la gran potencia contribuirá, más que hoy, al cambio climático.
Confusión, desorden o un estado amorfo e indefinido, que puede referirse a situaciones impredecibles y desorganizadas. Hoy esa noción expresa de modo preciso la situación de inestabilidad e incertidumbre que se ha desencadenado en el mundo.
El gobierno estadunidense está alterando deliberada y abruptamente las condiciones del juego en las relaciones internacionales, lo que provoca gran inestabilidad e incertidumbre. En apenas 56 días de gobierno ha conseguido imponer una serie de medidas y anunciar otras en asuntos muy diversos de alcances local, nacional y mundial.
Las partes que conforman el sistema, precariamente global todavía, no tienen ya el mismo orden; las reglas del juego van cambiando rápida y significativamente. El sentido declarado es reposicionar la hegemonía política, económica y militar de Estados Unidos en el ámbito internacional. Las fricciones que se producen en esta etapa inicial del proceso exigen una reacción de los gobiernos para buscar un acomodo en medio de la turbulencia predominante. Ésta es una etapa que se despliega aún de modo tentativo, pero cuya dirección apunta a un entorno crecientemente conflictivo.
Para aproximarse a la situación se impone una perspectiva realista de la política. Cómo se diría en la calle: las cosas son como son, no como se quiere que sean. El realismo político parte de la idea de que el poder es el objetivo principal de la acción política. En las relaciones internacionales enfatiza las condiciones de la competencia y el conflicto. Contrasta con las nociones del liberalismo y del idealismo, que se inclinan hacia los escenarios de la cooperación. Errar en las consideraciones sobre las consecuencias del enfrentamiento que está en curso, sea para acomodarse o para confrontarse, es arriesgado. El aislamiento no es una opción.
Esta cuestión permite encuadrar la dimensión de lo que está ocurriendo. Pone en entredicho abierta y expresamente el sistema internacional que de un modo u otro se ha sostenido durante 80 años: un régimen liberal imperfecto, como toda situación humana y toda conformación social y que amerita una consideración histórica razonada. Eso sería conveniente y necesario para vislumbrar y comprender mejor las posibilidades en el futuro cercano, si no es que el inmediato. Las condiciones para el rompimiento están ya en la mesa.
Lo que pudiera venir después y el proceso mismo de creación de otro sistema, el modo y las consecuencias de su conformación son un asunto que amerita reflexión, consistencia intelectual y, también, responsabilidad.
Sobre el régimen que está en cuestionamiento habrá necesidad de pensar en términos más originales que aquellos que se han hecho costumbre. Tendrán que contraponerse con el modelo que se está desplegando desde hace ya mucho tiempo y que se exhibe cada vez de manera abierta y desinhibida: el autoritarismo como la base del poder y la organización social. Se forjan nuevas alianzas entre las potencias políticas y económicas que redefinen los espacios de la confrontación. Estamos en un momento de quiebre que, por definición, es impredecible.
Debe superarse tanto la demagogia de la derecha, crecientemente
radical, como la de la izquierda. Un primer paso es considerar hasta
dónde puede llegar la descomposición del régimen actual, frontalmente
cuestionado, mientras se impone el tránsito a algo distinto. Es la
metáfora de la viuda embarazada
planteada por el pensador ruso Alexander Herzen.
La experiencia del periodo de las dos guerras mundiales entre 1914 y 1945 no debe desestimarse. En Europa hay una guerra prolongada en Ucrania. Esa zona fue devastada por Stalin entre 1932 y 1933, provocando, según estimaciones demográficas, la muerte de 3.9 millones de habitantes rurales mediante el Holodomor, la muerte infligida por hambruna, aunque podrían haber sido muchas más. Alemania invadió la Unión Soviética en junio de 1941, una brutal campaña política y militar que hizo de Ucrania una de las zonas más devastadas de Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Fue el principal campo de batalla del frente oriental, con decenas de millones de muertos. Hoy Putin está abiertamente enfrentado con la Unión Europea y el impulso armamentista resurge, alterando las premisas políticas establecidas en 1945.
Las coordenadas del conflicto están siendo demarcadas. Una referencia literaria, el testimonio del corresponsal y diplomático Curzio Malaparte, sirve bien de elemento para la reflexión de lo que es, siempre, una posibilidad: la barbarie. Ahí están, aún plenos de actualidad dos de sus libros El Volga nace en Europa y Kaputt; hay que sacarles provecho.
Como pronto pudo comprobar Weschler mientras admiraba y rumiaba los cuadros de Vermeer, no era esta serenidad lo que apuntaba Cassese, sino su contrario. Nacido en 1632, el artista creció, maduró y pintó en un país desgarrado por guerras y epidemias, en crisis de identidad nacional, religiosa, lingüística, política, en un continente convertido en polvorín violento y mortífero. Durante la guerra contra Inglaterra, su propia ciudad sufrió una terrible explosión en 1654 que mató a centenares, incluso amigos suyos. Después, la guerra contra Francia devastó los Países Bajos y hundió a Vermeer, muerto prematuramente en 1675, a los 42 años.
En un país sitiado, asaltado, hambriento y diezmado, Vermeer pintaba escenas contemplativas e inventaba una nueva manera de capturar la luz interior procedente del exterior. Su arte es de ventanas. Esa ciudad, y esas mujeres −como La chica de la perla, en el misterioso ir o venir de su rostro− habitan un mundo terrible. Cuando leen o escriben una carta, ¿es acaso de, o para, el novio o esposo en el campo de batalla? ¿A quién esperan la ciudad transparente y sus mujeres laboriosas?
Son apenas las primeras interrogantes que despierta Tríptico balcánico, del libro Vermeer en Bosnia (Vintage, 2005). Lawrence Weschler buscó también al Shakespeare de Enrique V en los mataderos de Srebrenica, y a Aristóteles en Belgrado. Bajo los mismos aires, Susan Sontag había montado Esperando a Godot, de Samuel Beckett, en Sarajevo sitiado.
Ensayemos una transición espacio-temporal para posar la mirada en
México y ver adonde no queríamos ni quisiéramos hacerlo. ¿Cómo juzgar
con gentileza la vida pública, y tantas veces la privada, revulsionadas
entre el deslavado optimismo del País del Relajo y el horror de
mataderos y ergástulas clandestinas no sólo en Jalisco y Tamaulipas?
Tantos años de desapariciones
, y la conmovedora experiencia buscadora
de miles de personas, madres y esposas sobre todo, sólo podían concurrir en lo que se empieza a develar. Nadie desaparece
. Las evidencias son brutales, y lo que sugieren, todavía más. Que la derecha haga su festín mediático con ello, no cambia nada.
El trauma de Ayotzinapa fue nacional porque nos puso ante el
espejo de un crimen mayor; los 43 muchachos tragados por la represión y
el secuestro nunca se desvanecerían. Cada fosa, bodega, barranca, rancho
o tiradero descubierto prueba que las desapariciones
se nos seguirán apareciendo. Teuchitlán añade su nombre a la creciente toponimia mexicana del horror y la vergüenza.
¿Qué país somos, que hay personas organizadas
para cometer
reiteradamente tan detestables crímenes? Y las autoridades de todo nivel
chiflan en la loma hasta que ya no pueden negarlo y salen al paso entre
justificaciones, matices y eufemismos.
Explicablemente, aunque sólo sirvan como referencia de la bestialidad humana, muchos comentarios actuales remiten a Dachau, Auschwitz o Buchenwald, pero lo que vemos aquí no es eso, sino esto. Además, algo hay de inquietante que sí remite a los campos nazis de exterminio: los vecinos (los alcaldes, los policías, la gente), ¿no se daban cuenta de que en tal rancho pasaba algo feo, hubiera o no cremaciones? Teuchitlán es un municipio pequeño cerca de Guadalajara, y hasta turístico: allí se localiza la extraña pirámide circular de Guachimontones.
George Steiner reprochaba a Martin Heidegger haberse hecho pendejo
frente al humo de los asesinados mientras leía con devoción la poesía de
Hölderlin. También le montaron pleito con ardiente lucidez su discípula
Hannah Arendt y el poeta Paul Celan, salvado de Auschwitz, quien
extrajo de sí la piedra de la locura para encarar al filósofo buscando
una palabra en el corazón de alguien que piensa
. Bertolt Brecht se preguntaba cómo escribir poesía en tiempos cómo ésos, y Celan respondió más allá del silencio.
No podemos no ver. Lo de Heidegger era convicción, aun si cobarde; el
silencio de los vecinos de Teuchitlán es miedo. En 1919, previendo lo
que se venía, Hugo Ball, fundador del dadaísmo alemán y el Cabaret
Voltaire, resumió: la barbarie es la incapacidad para sufrir y tener conmiseración de los demás
. Es hora de volver a la película Sin señas particulares (Fernanda Valadez, 2020). Ahí hemos llegado.
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