hipócritas, en específico al segmento de los
calderonistas.
Decidí separar los temas
, dijo en su conferencia mañanera de
prensa de este lunes, en la que hizo una serie de anuncios importantes
en materia de reformas legales a escala federal y de acciones operativas
específicas para el caso Teuchitlán, Jalisco. En los enunciados destaca
este compromiso que el tiempo y los hechos evaluarán: nunca
ocultaremos nada. La verdad debe prevalecer siempre. En mi gobierno no
habrá construcción oscura de verdades históricas, nunca; desde el
gobierno no se tolerará la construcción de verdades a medias o
falsedades. Siempre estaremos con la verdad y con la justicia
.
El posicionamiento tiene especial relevancia a la luz de la tendencia desarrollada en ciertas declaraciones y en redes de Internet que han buscado desacreditar la causa de quienes buscan a sus desaparecidos, incluso con argumentaciones similares a las que la derecha clásica mexicana ha usado contra diversos movimientos sociales. Es de esperarse que las puntualizaciones de la Presidenta alienten a esos mecanismos a desmontar su metralla, sobre todo internética.
Una cosa es la lucha de quienes buscan a sus desaparecidos (en el
contexto de la salvaje realidad que se vive en varias partes del país) y
otra la lucha y denuncia de los oportunistas y presuntos desmemoriados
que hoy denuncian
y reprochan
, sin pizca de autoridad
moral, las consecuencias de lo que propiciaron desde posiciones de poder
(en efecto: el calderonismo, en la persona del titular ahora refugiado
en España y en su vertiente familiar persistente en México, además de
algunos de sus náufragos, como el ex secretario Javier Lozano).
Hoy, según se mencionó, en la mañanera se hablará de las campañas opositoras a la llamada Cuarta Transformación de quienes como buenos carroñeros, bastante hipócritas
construyen tales acometidas, compran
bots, meten mucho dinero a las redes sociales y construyen este
ambiente (...) son campañas que tienen mucho dinero y vale la pena
denunciarlas
.
Hay, desde luego, una responsabilidad específica de los gobiernos federales guinda respecto a lo que ha venido sucediendo desde 2018 en materia de seguridad pública, militarización y virtual intocabilidad de cárteles (política obradorista que el claudismo harfuchista ha ido revirtiendo de manera acelerada, en un abierto entendimiento con Estados Unidos y sus agencias). Pero, como en otros rubros de la vida política actual, los opositores a los poderes morenistas son náufragos a causa de las tormentas, omisiones y acciones que ellos generaron y en su momento justificaron.
Falta ver, desde luego, que la voluntad presidencial expresada en varias reformas legales y ajustes operativos en materia de desaparecidos pasen de la letra a la realidad y que no se quede atorada en los sabidos y comprobados vericuetos burocráticos, presupuestales y de arreglos políticos cupulares. Basta revisar lo sucedido en el anterior sexenio con el caso Ayotzinapa y los diversos organismos creados para indagar y castigar crímenes políticos del pasado y para fortalecer la búsqueda de desaparecidos; grandes discursos y expectativas, luego en hundimiento intencional desde la cúspide originalmente promotora y esperanzadora.
Y, mientras los discursos de Donald Trump y las filtraciones a medios seleccionados siguen siendo favorables a los esfuerzos
de México y a la eficacia de su Presidenta, al Golfo de México ha sido enviado un poderoso buque de guerra, el destructor USS Gravely, con la misión de interceptar, desde sus aguas territoriales, cargamentos de droga con rumbo a Estados Unidos, ¡hasta mañana!
X : @julioastillero, Facebook: Julio Astillero ,juliohdz@jornada.com.mx
En India, los intocables o dalits conforman la casta más baja de la sociedad, un grupo considerado impuro y que vive en la miseria. Se trata de un sector que padece discriminación, violencia y exclusión social. Este fenómeno que parece tan lejano a nuestra realidad se repite en México entre personas de la tercera edad que balbucean el español y que no logran integrarse a la sociedad.
Usted los puede ver a través de la ventana de su automóvil, en las paradas del transporte público o en medio de calles transitadas, sentados, casi sin moverse, con un niño dormido o drogado en brazos. Hombres de la tercera edad, pobremente vestidos, con sombrero o gorra de beisbol y mujeres de rebozo gris con el que se cubren parte de la cara.
Este grupo marginado, diferente a los niños de la calle, pasa
inadvertido para gobiernos de izquierda y de derecha. Al no contar con
identificación, como la credencial del INE o del Inapam, no pueden
demostrar políticamente que son mexicanos, aun cuando pertenecen a
grupos originarios
de este país. Por tanto, no reciben apoyos
institucionales ni mucho menos la seguridad social a la que tienen
acceso otros mexicanos.
Los intocables viven de la dádiva y son explotados por mafias que los acomodan en puntos estratégicos con un refresco y una torta para que sobrevivan mientras piden dinero. Forman parte de la economía de mercado, por el dinero que reciben y porque parte de los recursos se los quitan quienes los acarrean como ganado. A veces llegan a pie, otras veces en transporte, pero al final del día alguien les expropia el dinero que les entrega la población.
Se trata de un sector casi invisible porque pasa sin ser percibido para las buenas conciencias, que lo ven como una molestia al cruzar la calle. Si no se ha enterado de su miseria, simplemente salga a una avenida transitada y los verá en medio de la nada.
¿Tendrá solución este grave problema económico y social que afecta a un creciente grupo de la población mexicana?
Deslindey privatización
findel
reparto masivo de tierraen el país (léase la privatización de la propiedad social de la tierra), apenas comienza a documentarse (al menos públicamente, como lo hizo La Jornada) el surgimiento del neolatifundismo, amparado éste en una decisión de uno de los personajes más nefastos de la historia reciente de México.
Valgan dos ejemplos: Durante el porfiriato, las compañías
deslindadoras, unas 50, deslindaron 63 millones de hectáreas, a razón de
más de 2.3 millones por año; en compensación, recibieron 21 millones de
hectáreas, más de 10 por ciento del territorio nacional, con un
promedio de 420 mil cada una. Las 42 millones de hectáreas que se
entregaron al gobierno federal para su enajenación, salvo algunas
excepciones, fueron adquiridas por los hacendados, las empresas mineras y
las ferrocarrileras
(Luis René Guerrero Galván, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM).
Y el otro: por decreto de Salinas de Gortari, a partir de 1992 y de un plumazo, se liberaron
alrededor de 99 millones 500 mil hectáreas del territorio nacional (51 por ciento del total), catalogados como propiedad social
, es decir, una proporción 1.6 veces mayor al despojo porfirista en más de tres décadas, aunque los destinatarios del deslinde
en uno y otro periodo son prácticamente los mismos, es decir, los
integrantes de la mafia de siempre (políticos, barones, funcionarios, ex
funcionarios, capital extranjero y conexos).
Este delicado asunto fue abordado fugazmente en la mañanera de ayer, cuando un colega recordó que en
1992 (el citado decreto) hubo un gran golpe a la Revolución Mexicana,
al pacto social que emergió de ese movimiento social, precisamente, con
los campesinos; me refiero a la reforma al artículo 27 de la
Constitución, que hizo posible la disolución de ejidos y la
privatización de propiedad social de la tierra
y mencionó que hay
411 políticos, prácticamente de todos los partidos, porque muchos de
ellos, incluso, en un origen siendo priístas y panistas, al cuarto para
las 12 también se pasaron ya algunos de ellos a Morena
.
Pues bien, la mandataria se limitó a responder: Pues qué bueno que
lo denuncias; vamos a decirle a Edna Vega, secretaria de Desarrollo
Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), que lo revise y lo presentamos
aquí, el resultado de la investigación. Lo que sí es el acaparamiento y
vemos; si hay delitos, que se presenten las denuncias
. Y a otro tema.
En vía de mientras, la propia Sedatu divulgó el Atlas de la propiedad social de la tierra en México 2024), elaborado por el Registro Agrario Nacional, en el que se detalla que en México existen más de 32 mil núcleos agrarios registrados, de los que casi 30 mil son ejidos, distribuidos en toda la República, en una superficie aproximada de 82 millones 229 mil hectáreas, mientras las comunidades suman 2 mil 424 en 17 millones 364 mil hectáreas y se ubican en 29 entidades, destacando su ausencia en Baja California Sur, Campeche y Quintana Roo.
Las entidades federativas con mayor número de núcleos agrarios son Veracruz y Chiapas, con una superficie conjunta que representa cerca de 7.2 por ciento de la propiedad social. Respecto a la propiedad ejidal, Chihuahua es la entidad que cuenta con mayor superficie (11.4 por ciento del total nacional). Por número de ejidos, Veracruz registra 12.4 por ciento. En la distribución de bienes comunales dentro del territorio nacional, Oaxaca alberga la mayor cantidad de núcleos agrarios (754) y representa 31 por ciento del número de comunidades y 33.7 de la superficie comunal del país.
La Sedatu detalla que 50.8 por ciento de la tenencia de la tierra se
considera propiedad social (ejidos y comunidades), 42 por ciento es
propiedad privada y 7.2 por ciento se distribuye en terrenos nacionales,
colonias agrícolas y ganaderas, entre otros. Al abarcar la propiedad
social más de 50 por ciento de la superficie nacional, es de vital
importancia conocer su distribución y ubicación, así como las
características principales que relacionan a sus habitantes con el
espacio geográfico
.
Entonces, si ya tienen todo ese registro, sólo queda poner el cascabel al gato.
Las rebanadas del pastel
Más allá de lo químico, la fórmula legal es sencilla: fentanilo = farmacéuticas gringas, las cuales registran ingresos de ensueño, en un mercado cuyo consumo (100 mil muertes anuales por sobredosis) e ingreso (más de 17 mil millones de dólares) crecen a paso veloz.
Más allá de lo que nos pueda decir la fiscalía y de las medidas que anunció la Presidenta, como equiparar para su castigo la desaparición y el secuestro, habrá que llamar la atención en algo que es verdaderamente preocupante: la difusión de la falacia comprobada.
Muchas veces la mentira parece no causar daño, nace y muere en un instante, no hay quien le dé crédito, por ejemplo, pero hay otras que se difunden profusamente aunque no tengan soportes de certeza, ninguna prueba que las apoye y, sin embargo, viajan impunes como verdades probadas para causar algún daño bien definido.
¿A quién le conviene la leyenda del rancho Izaguirre? ¿A quién le conviene advertir con la verdad
del rancho que el gobierno de México es un gobierno débil al que se le
tiene que ayudar? ¿Quién ha perdido privilegios en los asuntos del narco con la llegada de la 4T?
Sí, usted le atinó. Ellos estaban en el país haciendo todo lo posible, y lo imposible, por mantener el cúmulo de dólares del presupuesto que les enviaban, y para eso podían secuestrar, surtir de armas y corromper autoridades, entre otras linduras, siempre bajo el manto de la impunidad que les brindaban ciertos acuerdos inconfesables con algunos miembros de la clase política mexicana.
Sí, sí, para ellos y para algunos mexicanos bien identificados hacer sentir que el gobierno de Sheinbaum es un gobierno débil es crucial, es el argumento con el que apoyan sus intenciones de intervención, con el que pretenden volver por sus fueros, por eso el infundio, por eso la mentira.
Pero lo peor es que ya se encontró la forma de crear confusión y caos, o cuando menos incertidumbre en la total impunidad bajo el amparo de la palabra mágica: libertad de expresión. Nada ni nadie que la contravenga, por eso desde ahí se pueden lanzar cualquier tipo de horrores que, a base de campañas incesantes, convenzan a muchos de que la mentira es la verdadera verdad.
No, que nadie se llame a confusión, no se trata de atacar la libertad de expresión, se trata de impedir la difusión de versiones dolosas, montadas en tiempos de amenaza. Hoy más que nunca se trata de entregar información cierta, comprobada, y no dichos de terceros que no tienen la intención de ser verdades.
Lo que diga Gertz será muy importante para todos, pero principalmente para una realidad que ha sido contaminada por relatos que pudieran ser falsos y muy mal intencionados.
De pasadita
Nos llegó la información, ojalá no sea cierta, de que es tanta la confusión de quienes están al mando de los canales de televisión pública, que en el canal Once se contrató al español Pablo Iglesias y a la periodista Inna Afinogenova para realizar un programa desde esa estación de tv.
Aunque de la periodista que trabajó como subdirectora de RT en español, un canal de noticias de propiedad rusa, no hay mucho que decir, más allá de la entrevista que tuvo con López Obrador, el caso de Iglesias es diferente.
Iglesias es un político español fundador del partido Podemos, quien ha sido diputado, vicepresidente segundo y ministro de derechos sociales del gobierno de España, metido en el periodismo que vendrá a colonizar a la izquierda mexicana, como dice el doctor Marcos Roitman. ¿Será?
La parte medular del mensaje presidencial consistió en el anuncio de seis acciones inmediatas para acabar con el flagelo de la desaparición forzada: el fortalecimiento institucional y tecnológico de la Comisión Nacional de Búsqueda; la incorporación de protocolos que permitan emitir alertas de búsqueda inmediata en todas las corporaciones y entidades del país; la equiparación del delito de desaparición al de secuestro, con penas y procedimientos de investigación homologados en todas las fiscalías estatales y la fiscalía federal; la publicación mensual de las cifras de carpetas de investigación sobre desapariciones, y el refuerzo de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas. Adicionalmente, este jueves se enviará al Congreso una serie de iniciativas de reforma a fin de consolidar el Certificado Único de Registro de Población como la fuente única de identidad de las personas que permita cruzar con todos los registros administrativos que existen en el país; crear la Base Nacional Única de Información Forense; crear la Plataforma Nacional de Identificación Humana, y fortalecer el Centro Nacional de Identificación Humana, encargado de gestionar la plataforma homónima.
A su declaración de principios y su programa de acción, la presidenta Sheinbaum añadió un mensaje político dirigido a la oposición que ha manipulado los acontecimientos para lanzar campañas cargadas de amarillismo e hipocresía, como denotan los intentos de erigirse en voces contra la desaparición por parte de antiguos integrantes y aliados de gobiernos represores durante los cuales estalló la crisis de violencia que azota al país. Estas burdas tentativas de instrumentalizar el dolor de las víctimas indirectas y la justa rabia de las familias y su entorno deben condenarse no sólo por estar construidas a partir de rumores, verdades a medias y pornografía de la tragedia, sino porque alejan en lugar de acercar la verdad y la justicia. Cabe preguntarse de dónde provienen las tergiversaciones y operaciones de golpeteo politiquero, así como instar a los ciudadanos exasperados por la situación a mantenerse al tanto de la información oficial y no caer en tergiversaciones.
Es necesario saludar las medidas anunciadas por la titular del Ejecutivo y urgir a que se pongan en práctica, pues el drama de las personas desaparecidas es una herida real que mantiene en la zozobra a decenas de miles de familias ante el desconocimiento del paradero de sus seres queridos y el fundado temor a que hayan encontrado un final terrible a manos de grupos delictivos. Cualquier avance para poner fin a esta tragedia requiere frenar a organizaciones privadas y a miembros del Poder Judicial que se han confabulado para sabotear la creación de un documento de identidad y un registro de cuentas de telefonía celular, elementos indispensables para localizar a los criminales, interceptar sus comunicaciones y establecer de manera expedita la identidad de las personas localizadas sin vida, sin lo cual se perpetúa la insoportable incertidumbre de las familias y se vuelve imposible actualizar las bases de datos de desapariciones.
Finalmente, debe reiterarse que las manipulaciones de grupos e individuos inescrupulosos no puede usarse para negar el comprensible dolor y la exasperación de los familiares de los desaparecidos, quienes durante mucho tiempo han sido los principales encargados de revelar las ubicaciones de los centros de inhumación clandestinos del crimen organizado. Es de esperarse que las medidas anunciadas por la Presidenta sirvan tanto para el esclarecimiento y la impartición de justicia como para garantizar la no repetición de este delito abominable por el sufrimiento que causa a comunidades enteras y que representa un agravio mayúsculo para todo el país.
Hoy se cumple un nuevo aniversario de la histórica gesta nacional encabezada y ejecutada por decreto del general Lázaro Cárdenas del Río: la expropiación petrolera. Se celebra, en particular, con un presente invaluable para el pueblo de México: el estreno en masa de la película 1938. El año que el petróleo fue nuestro, del finado escritor Carlos Montemayor y del cineasta Sergio Olhovich, quien, valiente y tenazmente, logró culminar con éxito la realización del proyecto.
De parte del Foro Petróleo y Nación, nuestro más amplio cariño, felicitación y reconocimiento por este trascendental logro a don Sergio.
Juan José Dávalos López
Mientras exista el mundo no acabarán la fama y la gloria de México-Tenochtitlan, aquella ciudad en el lago fundada, dice el mito, hace 700 años y una semana. Crecí en esa tradición cultural. En las visitas a ese museo, cuyo discurso y estructura reafirmaban nuestra visión de Tenochtitlan como pináculo de Mesoamérica y antecedente directo de nuestra nacionalidad. Crecí creyendo que descendíamos de los mexicas y con la contradictoria sensación del odio a los españoles que
nos invadierony
destruyeron nuestra cultura. Y esas ideas traían aparejadas, a la vez, la admiración por las hazañas de Cortés y sus 400 valientes. En mi adolescencia leí a Cortés, Bernal y León-Portilla, que reforzaron esas creencias.
Cuando digo creencias me remito a José Ortega y Gasset, quien sentenció que las ideas se tienen, en las creencias se está
,
para distinguir dos clases de pensamiento. Aunque difiero con muchas
partes de aquel ensayo clásico, coincido en la distinción central que
hace entre las ideas, que a uno se le ocurren o adopta y que, correctas o
erróneas, requieren reflexión, articulado lógico y fundamentos, frente a
las creencias, que nos vienen dadas, forman el continente de nuestra
vida y no solemos discutirlas: las aceptamos cual nos las legaron y se
nos confunden con la realidad misma. Pierden, por tanto, su carácter de
ideas. Decía Ortega y Gasset: “las ideas las producimos, las sostenemos,
las discutimos, las propagamos, combatimos en su pro y hasta somos
capaces de morir por ellas… Con las creencias propiamente no hacemos
nada, sino que simplemente estamos en ellas”.
Por eso no solemos formular ni cuestionar nuestras creencias: están ahí y guían nuestra forma de estar en el mundo… hasta que, añado, las hacemos conscientes y, por tanto, podemos formularlas lógicamente y, entonces, cambiarlas si queremos. En el penúltimo capítulo de mi libro La batalla por Tenochtitlan cuento qué discusiones, qué lecturas me llevaron a abandonar aquellas creencias y cambiarlas por otras ideas, pero puedo mencionar que fueron muy importantes los libros de Guy Rozat, Matthew Restall, Serge Gruzinski, Jaime Montell y otros autores.
Ellos me ayudaron a entender que la raíz simbólica de lo mexicano
centrado en Tenochtitlan se construyó ideológicamente desde 1520, cuando
Cortés inventó que era la capital de un poderoso imperio cuyo monarca
se había sometido a España, para así legitimar la dominación española
sobre todo el supuesto imperio. En realidad, muy pocos de nosotros
descendemos de aquellos legendarios guerreros y muchísimos menos, casi
nadie, de los 2 o 3 mil españoles que estuvieron por acá en 1519-1521.
De modo que he buscado, trataré de seguir buscando no lo mexicano
y mucho menos el ser del mexicano
,
sino los muchos Méxicos: la pluralidad de Mesoamérica y Aridoamérica,
de matices infinitos, la permanente rebeldía de mixes y mayas, el
indómito orgullo de los chichimecas y apaches, la resistencia cultural
subterránea de purépechas y otomíes, y también el arte de las catedrales
barrocas o las misiones de Sierra Gorda, el humanismo de los misioneros
franciscanos y jesuitas. Y para rechazar la idea del mestizaje
a la que el porfiriato y el PRI quisieron reducir lo mexicano
añadir que también somos españoles de todas las Españas, moros y judíos
sefardíes, africanos esclavizados y cimarrones; sirio-libaneses; a lo
que añadimos en el siglo XX a los españoles que huían de Franco, judíos y
otros europeos que huían de Hitler, latinoamericanos que huían de
Trujillo, Somoza, Videla y Pinochet… y también recordar que mientras los
recibíamos, nuestras fuerzas armadas asesinaban a campesinos en
Guerrero, a maestros en Chihuahua, a estudiantes en Tlatelolco, porque
eso también es México, como lo son el racismo y la exclusión y opresión
de los indígenas y los campesinos.
Y sin embargo, me sigue gustando y también es mío el mito de aquellos nómadas que partieron de Aztlán y tras prolongado peregrinar encontraron al águila sobre el nopal y el 13 de marzo de 1325, según la Crónica Mexicáyotl de Fernando Alvarado Tezozómoc, fundaron la ciudad sobre el lago, en el lago. El mito es parte de nosotros, como escribió Alfredo López Austin:
“¡Prodigiosa historia la de los mitos! Se mide por milenios, porque la mitología es una de las grandes creaciones de los hombres. El mito, oral por excelencia… se cristaliza en la médula de los libros sagrados. Vivo, activo, refleja en sus aventuras divinas las más hondas preocupaciones, los más íntimos secretos, las glorias y los oprobios.”
Por ello no deja de ser mía aquella Visión de Anáhuac, de Alfonso Reyes: Dos
lagunas ocupan casi todo el valle: la una salada, la otra dulce. Sus
aguas se mezclan con ritmos de marea, en el estrecho formado por las
sierras circundantes y un espinazo de montañas que parte del centro. En
mitad de la laguna salada se asienta la metrópoli, como una inmensa flor
de piedra, comunicada a tierra firme por cuatro puertas y tres calzadas
.
Esa es la imagen de aquella ciudad que asombró a los recién llegados y
que daba cuenta del poderío de ese Culúa que pensaban someter. Si
transcribiéramos las descripciones de Hernán Cortés, Bernal Díaz y sus
amigos, a los actuales neoimperiales racistas (como preceptora del rey
de España) debería caérseles la cara de vergüenza (pero no tienen) cada
vez que descalifican a Mesoamérica como primitiva o bárbara. Bernal
resume: y decíamos que parecía a las cosas de encantamientos que
cuentan en el libro de Amadís, por las grandes torres y cues y edificios
que tenían dentro del agua
.
Las brigadas médicas cubanas que llegaron a Italia y a África durante esas crisis son tan sólo unas de las múltiples instancias en que Cuba ha colaborado tanto con países afectados por desastres naturales, como con aquellos cuyo propio personal médico no labora en regiones remotas, como con naciones donde simplemente hacen falta galenos. En 60 años Cuba ha enviado unos 605 mil trabajadores médicos a 165 países, cantidad mayor a la sumada de los países del G-8. Habría que añadir otra igual de impresionante: la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), inaugurada en 1999, ha graduado más 31 mil médicos de 122 países.
Esta historia de solidaridad cubana representa lo que Noam Chomsky caracterizó como la amenaza del buen ejemplo
.
Por qué es, preguntaba Chomsky en 1992, que son los países más pobres y
débiles que tan frecuentemente suscitan la más grande histeria. Entre más débil y pobre sea un país, más peligroso es como ejemplo.
Explicaba Chomsky que, si un país pobre puede mejorar la condición de
vida de su pueblo, otros lugares con más recursos tarde o temprano
preguntarán: ¿por qué nosotros no?
Desde el triunfo de la revolución en 1959, el sistema de salud cubano ha ejemplificado esta amenaza del buen ejemplo. Al mantener que la salud constituye un derecho humano y al diseñar un sistema sanitario capaz de elevar los índices a, o por encima de, países ricos, Cuba mostró que la salud no tenía que depender de la riqueza. Pero Cuba fue más allá. Al extender al mundo sus prácticas sanitarias –enviando personal médico, donando equipo de tratamiento, fabricando fármacos y haciéndolos accesibles por debajo del precio de mercado y formando a médicos de otros países– ha desafiado normas que caracterizan el orden internacional.
Teóricos de relaciones internacionales se han esforzado por caracterizar esta política cubana. Los marcos tradicionales como diplomacia médica, ayuda humanitaria, soft power, capital simbólico, altruismo o caridad, no logran captar las dimensiones históricas ni el desafío a las estructuras de poder que conllevan la colaboración médica cubana. Ante la insuficiencia de estas categorías, el académico canadiense Robert Huish ofrece otra: la solidaridad.
La solidaridad internacional
, escribe Huish en texto publicado en 2014 en Public Health Ethics, es una acción intencional de cooperación entre dos naciones que produce beneficio a las dos.
Tiene el potencial de forjar relaciones que desafían estructuras de
opresión y genera una sensación de emancipación basada en lo que pudiera
ser (en este caso acceso a salud para todos) y no lo que es (acceso a
salud para quienes la pueden pagar). Es decir, con el mero hecho de dar
atención a quienes las estructuras hegemónicas se las han negado,
médicos cubanos o quienes hayan sido formados como médicos por Cuba,
crean una experiencia alternativa a los sistemas que mantienen una
inequidad basada en la negación de atención
.
Continúa Huish: aunque una colaboración solidaria beneficie a ambos
países, esto no implica que la relación sea puramente transaccional. Lo
más importante es la disposición de participar en un esfuerzo colectivo
que promueve la colaboración. A diferencia del altruismo, que es
unidireccional, la solidaridad implica –aunque no requiere– de
reciprocidad. Quienes participan en un acercamiento solidario
reconocen la vulnerabilidad de su vecino como una potencial
vulnerabilidad a sí mismos porque ambos están sujetos a fuerzas
estructurales similares.
Si comprendemos la colaboración médica cubana desde este marco de solidaridad es evidente por qué EU sigue empeñado en terminar con ella. Desde el programa de Medical Parole iniciado por George W. Bush, que promovía la deserción de médicos cubanos, a la campaña mediática que plantea que los galenos cubanos son mano de obra esclava, a la más reciente declaración de Marco Rubio: que habrá sanciones contra funcionarios en otros países que colaboren con misiones médicas, EU ha buscado minar, sabotear y terminar con esta solidaridad. Y es que no sólo representa la amenaza del buen ejemplo a un país donde la medicina es una mercancía y no un derecho (consecuencia de lo cual 100 millones de habitantes se encuentran seriamente endeudados). Representa además una colaboración en el Sur global cuando la cooperación regional pudiera aportar uno de los pocos frenos a los actuales asaltos imperiales.
* Profesora-investigadora del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Autora del libro Lecciones inesperadas de la revolución. Una historia de las normales rurales (La Cigarra, 2023)
Entre ellas destaca una, menos conocida que otras: la de ser nodo del archipiélago de los maoísmos mexicanos, la difusión del pensamiento de Mao Tse-tung y la promoción de la amistad entre China y México.
Su labor fue tan versatil como fructífera. Nacida en Tampico, Tamaulipas, el 22 de octubre de 1904, estudió medicina, se tituló en 1928, obtuvo una cátedra de microbiología y se especializó en laboratorio clínico. El presidente Lázaro Cárdenas la comisionó para dirigir el Comité de Ayuda a los Niños del Pueblo Español, rescatados de las garras del franquismo. Dirigió la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia.
Fue también fundadora del Frente Único Pro Derechos de la Mujer y presidenta del Consejo Nacional del Sufragio Femenino. Se desempeñó como Jefa de Prevención Social de la Penitenciaria Federal. Y, hasta su expulsión por apoyar a Pekín en el diferendo contra Moscú, militó en las filas del Partido Comunista Mexicano (PCM).
En 1928, contrajo nupcias con el doctor Ismael Cosío Villegas, jefe de la delegación mexicana en la Conferencia de Paz de las regiones Asia y Pacífico, en 1952, realizada en China. Divorciada en 1931, la médica fue parte del presidium de la jornada por la paz, efectuada en febrero de 1953 en el Teatro Arbeu, en la que, los delegados informaron sobre su travesía.
Se casó por segunda ocasión con el periodista Rosendo Gómez Lorenzo,
quien estuvo en la primera línea en el enfrentamiento contra las
fascistas Camisas Doradas del 20 de noviembre de 1935, y en un fallido
intento de asesinato de Trotsky. Según Óscar de Pablo en El capitán Sangrefría, su matrimonio terminó entre 1940 y 1941. Años después, en junio de 1947, el periódico trostkista Lucha Obrera (facilitado por Jaime Ortega) la acusó de ser una miserable sirvienta de la GPU
(servicio de inteligencia y policía secreta de la URSS), por los privilegios que tenía Ramón Mercader en la penitenciaría.
También fue, según el historiador Jesús Vargas, la persona mejor
relacionada y la que recibió la mayor confianza de los chinos; la que
más contribuyó a que los mexicanos interesados viajaran a ese país,
recibiendo las mejores facilidades que podía otorgar el gobierno
del dragón asiático.
No es exageración. Desde el 10 de septiembre de 1953, cuando se
anunció el nacimiento de la Sociedad Mexicana de Amistad con China
Popular (SMACHP), fundada, según su primer boletín, para promover la
amistad de China y México mediante el intercambio cultural en artes y
ciencias y obligar al reconocimiento de la China Popular por el gobierno
mexicano
, hasta su fallecimiento, el 14 de diciembre de 1970, al
frente de la SMACHP, su dedicación a esta causa de la revolución fue
infatigable. Ella dio vida en 1964 e instaló en su casa en la colonia
Narvarte a la nueva asociación, para acercar la revolución china a la
sociedad mexicana y mostrar la actualidad del maoísmo, en el marco de la
lucha contra la rígida hegemonía del Partido Comunista de la Unión
Soviética,
Como ella expresó al regresar de Oriente –en un texto recuperado por Jorge Octavio Fernández–: El
pensamiento del presidente Mao es un arma ideológica sin igual, y una
vez que los pueblos de América Latina tengan un dominio total de esta
arma, entonces dejarán de tener miedo y marcharán hacia adelante para
siempre, comenzando una lucha a muerte contra el imperialismo
estadunidense
.
Aunque la doctora Chapa fue maoísta de primera generación (la que surge de las rupturas al interior de los partidos comunistas), mucha de su labor al frente de la SMACHP se efectuó con los de la segunda, jóvenes impactados por la Nueva Izquierda, radicalizados por los movimientos estudiantiles e influidos por la Revolución Cultural.
Escribe Plutarco Emilio García en Memoria en el tiempo y un poco de historia: Durante
la segunda mitad de esa década (los 60), cuando yo militaba en la Liga
Comunista Espartaco (LCE), recibía de la doctora gran cantidad de
literatura marxista y maoísta, que era devorada por nuestros compañeros
.
Emilio recuerda las largas pláticas en su lecho de enferma de cáncer, en las que ella le contaba sus experiencias como militante del PCM por más de 25 años. Sus dirigentes –aseguraba– eran comunistas de discurso, pero en su práctica tenían muchas actitudes deshonestas y burguesas.
Según Ezequiel Flores, integrante de la Seccional Ho Chi Minh y ex preso político del 68, la doctora fue la pionera del maoísmo en México. Gracias a ella teníamos gran cantidad de materiales de difusión sobre la Revolución y China y el pensamiento de Mao.
De acuerdo con Uriel Velázquez, la doctora se convirtió en el puente para que el ingeniero Federico Emery Ulloa, fundador del Movimiento Marxista Leninista de México (MMLM), viajara en febrero de 1964 a China durante seis meses, para prepararse política y militarmente. La invitación –escribe– se hizo en una cena en la Ciudad de México con integrantes de la delegación china a la Exposición Económica, Industrial y Comercial de la República Popular.
Emery –puntualiza Roberto Fernández– es el primer militante mexicano en conocer a fondo la experiencia política, ideológica y militar del Partido Comunista Chino. Hasta sus últimos días –le contó el ingeniero–, la relación de la doctora con el MMLM fue muy estrecha y de gran simpatía. Ella les acercaba posibles simpatizantes.
La médica ayudó al escritor Sergio Pitol y a la traductora Adelia Harrel a ser los primeros expertos extranjeros de México que colaboraron en la enseñanza y aprendizaje del español en China. Su papel para que la agencia noticiosa Xinhua se estableciera en nuestro país fue clave.
Personaje de película, la vida y trayectoria política de la doctora Esther Chapa Tijerina bien merece recuperarse y estudiarse.
X: @lhan55
En 1973, según el libro de Michael Kranish y Marck Fischer (publicado por The Washington Post) Trump Revealed: an American Journey of Ambition, Ego, Money and Power, cuando Donald Trump hacía esfuerzos por saltar de Brooklyn a Manhattan, hizo hasta lo imposible para que lo admitieran en Le Club donde conoció a Roy Cohn, un abogado que se jactaba de sus relaciones con las más prominentes familias de la mafia italiana, cuyos tentáculos habían infiltrado a profundidad al poder judicial. Cuando el Departamento de Justicia demandó a Trump por prácticas discriminatorias al negarse a rentar departamentos a afroamericanos, Cohn lo ayudó contrademandar y se volvió su abogado favorito. Cohn asesoró al senador Joseph McCarthy y participó en la elaboración de una lista de 205 trabajadores del Departamento de Estado, acusados de ser simpatizantes comunistas. El comité del Senado inculpó a empleados gubernamentales, profesores universitarios, guionistas y actores de Hollywood por supuestamente pertenecer a células comunistas. Uno de los acusados, Julius Rosenberg, fue condenado a la silla eléctrica. Roy Cohn se jactaba de haber convencido al juez de enviar también a la silla eléctrica a su esposa Ethel Rosenberg.
Años más tarde, en 1981, cuando el magnate se propuso construir la Torre Trump, anunció la demolición del edificio Bonwit Teller. De acuerdo con el texto de Kranish y Fischer, los amantes del art deco reclamaron la supervivencia de las diosas semidesnudas, de 15 pies de altura, que flanqueaban su entrada. Robert Miller, dueño de una galería ubicada frente al Bonwit Teller y Penelope Hunter-Stiebel, curadora del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, hablaron con Trump y acordaron con él que donaría las esculturas al museo, a cambio de condonación de impuestos. Sin embargo, el 5 de junio de 1981, Miller telefoneó a Hunter-Stiebel para decirle que estaban demoliendo las esculturas. Stiebel, en ese entonces con un embarazo de nueve meses, salió corriendo del MET para impedirlo. Los trabajadores dijeron que tenían instrucciones del joven Trump de destruir las esculturas y comenzaron a golpear el cuello de las diosas con un martillo neumático hasta convertirlas en polvo en el viento.
La demolición del Bonwit Teller la realizaron inmigrantes polacos sin papeles. La llamada brigada polaca trabajó siete días de la semana, sin cascos, con jornadas de entre 12 y 18 horas. De acuerdo con Trump Revealed, los obreros de la construcción dormían frecuentemente en el suelo de la obra. Les pagaron menos de cinco dólares la hora. Incluso se les llegó a retribuir con vodka. A muchos les quedaron a deber varios jornales. Cuando los trabajadores exigieron sus pagos, los amenazaron con deportarlos. El caso fue a juicio. En 1990 Trump dijo desconocer que eran trabajadores sin permisos migratorios y culpó a Kascinsky & Sons. En 1999 la corte dijo que Trump mentía, pues era imposible que desconociera la situación de los migrantes que trabajaban en su torre y condenó al magnate.
En 1985 tras comprar su casa en Mar-a-Lago, Florida, Trump compró
también un terreno en Upper West Side, en Nueva York, y anunció el
proyecto Ciudad Trump, que costaría 4 mil millones de dólares, e
incluiría el edificio más alto del mundo, una torre de 150 pisos, en la
ribera del Hudson, flanqueada por 6 torres de 76 pisos. Time llamó al proyecto intento por besar el cielo
.
En contraste los vecinos calificaron el megaproyecto como auténtico
Gargantúa que devoraría todos los recursos, destruiría la escala humana,
impediría ver el horizonte y expulsaría a los artistas e intelectuales
que vivían a lo largo de Broadway y el Parque Central (Upper West Side Story Fighting Trump City
, The Washington Post,
4/3/90). Para impedir la construcción de la torre, los vecinos crearon
una organización llamada Westpride en la que participaron figuras como
la feminista Betty Friedan, autora de The Feminine Mystique, E. L. Doctorow, autor de novelas como La gran marcha, y el historiador Robert Caro, ganador de un premio Pulitzer. El arquitecto Steven Robinson creó el lema This building is too big
.
Anthony Gliedman, empleado de Trump, dijo: están mal informados, será
un lugar hermoso, los turistas lo disfrutarán mucho, recuperaremos el
edificio más alto que perdimos frente a la torre Sears de Chicago. Las
movilizaciones obligaron a Trump a sentarse a negociar, hasta que aceptó
el plan de los vecinos y tuvo que reducir su torre a la mitad. Trump es
peligroso, pero no invencible, eso nos confiere una responsabilidad:
organizarnos, resistir, construir comunidad, reforzar la unidad
latinoamericana y recuperar nuestros propios poderes.
mexicanizar la literatura, emancipándola de toda otra.
Productiva, porque sus miembros enriquecieron, como pocos han hecho, la reflexión crítica de nuestro país. Se reunían en un aposento equívoco que participaba de gabinete y de celda, de cuarto colegial y de estudio
, a decir de Guillermo Prieto en sus memorias. Los cuatro jóvenes originales, dice el cronista, negado el mundo todo, se refugiaban en otro mundo intelectual
. En sillas vacilantes
, allí estaban, con sus capotes raídos
,
José María Lacunza, su hermano Juan Nepomuceno, Manuel Tossiat Ferrer y
el propio Guillermo Prieto. Celebraron la inauguración compartiendo una
piña en rebanadas.
Días después llegaron nuevos miembros, como Carlos María Bustamante, Lucas Alamán y José María Lafragua.
Uno de sus integrantes, Ignacio Ramírez, El Nigromante, ingresó a la academia el 18 de octubre de 1836, con una tesis incendiaria de apenas una línea: No hay dios; los seres de la naturaleza se sostienen por sí mismos
.
Escuchada esa frase ahora no inquieta a muchos, pero la pronunció en el
remoto siglo XIX, 15 años antes del nacimiento de Nietzsche, el más
popular filósofo ateo, quien cinceló su corrosiva frase, Dios ha muerto
, casi medio siglo después en La gaya ciencia, publicada en 1882. Es cierto que en el siglo XIX mexicano no tuvimos un Balzac, un Hugo, un Dickens, un Gógol, pero El Nigromante, con
su tesis de ingreso a la Academia de Letrán, marcó la vanguardia de la
que éramos capaces. José Emilio Pacheco atribuyó la ausencia de grandes
prosistas similares a los europeos al peso y a la vergüenza de la Colonia
, que marcó a nuestros escritores.
Quizás una de las aportaciones más importantes de la Academia de Letrán haya sido su natural aceptación de la pluralidad. En la habitación de José María Lacunza coincidían liberales y conservadores con un objetivo común: leer sus trabajos con los otros para mejorarlos. Sabían que más allá de las preferencias políticas, los cuentos, poemas y novelas, gracias a la crítica, eran perfectibles con la mirada de los otros.
En ese país inverosímil formado a tirones era claro que la cultura se
encontraba por encima de cualquier politiquería. Hasta los hombres
duros lo sabían. A causa de sus opiniones políticas, el poeta José
Joaquín Pesado fue desterrado por el gobernador de Zacatecas. Lo acogió
la Academia de Letrán sin reparo alguno. Pero el exilio duró poco, pues
el general José María Tornel, ministro de Guerra, levantó el castigo.
Tenía claro que el genio no tiene enemigos; los talentos deben ser respetados por las revoluciones
.
Después de la Academia de Letrán otros actores e instituciones han continuado esa sana tradición de hacer coincidir a los distintos para fomentar la crítica. El general Álvaro Obregón nombró secretario de Educación a José Vasconcelos, a un intelectual creyente, quien, para instrumentar su labor, no dudó en contratar a tres pintores no creyentes, dos de ellos comunistas. Sin esa conjunción de los distintos no tendríamos los murales de Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros. Muchos años después, El Colegio Nacional acogió a Octavio Paz y a Silvio Zavala como parte de sus miembros. Dos antípodas: Zavala intentó enjuiciar por traición a la patria a Octavio Paz, por haber renunciado a la embajada de México en India, como protesta por la matanza estudiantil de 1968. Un disparate malévolo que ningún bufet jurídico parisino aceptó llevar a cabo. Otro ejemplo de pluralidad crítica lo llevó a cabo Televisa con la barra En la Opinión De, en su noticiero estelar. Allí colaboraron los distantes y distintos y quienes compartían puntos de vista: Elena Poniatowska, Carlos Monsiváis, Carlos Montemayor, René Drucker, Jorge G. Castañeda, Héctor Aguilar Camín, Enrique Krauze y Carlos Fuentes, por citar algunos.
El espíritu crítico es la gran conquista de la edad moderna y el
mejor asidero de la democracia. Octavio Paz, al ingresar a El Colegio
Nacional, recordaba: nada hay sagrado o intocable para el pensamiento, excepto la libertad de pensar
. Sin crítica, sin rigor y experimentación no hay ciencia
,
ni una sociedad sana. El ejercicio de la crítica es el mejor sustento
de la democracia. No es casual que regímenes conservadores, como los del
primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, en 2010, o el de la primera
ministra italiana, Giorgia Meloni, en 2022, hayan buscado uniformar a
los medios públicos al llegar al poder. La tentación autoritaria busca
que todas las voces sean una: la del discurso oficial, la ruta del
pensamiento único.
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