1/07/2012

Los periodistas pal café...




Entre las calles 117 y 2ª, en el corazón de El Barrio al Este del Harlem, Nueva York, un mural de la lucha zapatista refiere la conexión del Movimiento por Justicia en el Barrio (MJB) con los indígenas de Chiapas. El Movimiento es parte de la otra campaña. Son ellos los zapatistas en esta ciudad en la que desde el 17 de septiembre pasado se despliega la iniciativa Ocupa Wall Street.
Las vinculaciones no son pocas. El movimiento zapatista, el de El Barrio y el Ocupa son parte de 99 por ciento del planeta, es decir, integran el mundo de los excluidos. En el seminario de movimientos antisistémicos que se realizó este fin de año en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, en ocasión del 18 aniversario del levantamiento del EZLN, confluyeron las tres luchas: El MJB presentó una declaración de apoyo a los zapatistas, firmada por más de mil integrantes de la asamblea de Ocupa Wall Street, quienes a su vez hablaron sobre la influencia zapatista en las asambleas que se organizan frente al centro financiero más importante de Estados Unidos.
En el pronunciamiento, hecho llegar desde La Plaza de la Libertad, se denuncian los ataques contra las comunidades indígenas de San Marcos Avilés, San Patricio, y Rancho La Paz y se exige respeto por la autonomía y autodeterminación de los pueblos zapatistas.
A casi cuatro meses de iniciado, el movimiento Ocupa se ha extendido a más de mil ciudades de Estados Unidos y a decenas de países en el mundo. En esta lucha, señala Merlina, activista de Ocupa Wall Street: Hay mucha gente que ha sido fuertemente influida por los zapatistas. En entrevista con la revista virtual Desinformémonos. Merlina explicó que lo que mucha gente del movimiento Ocupa está tratando de hacer es romper la relación entre el capital y el hombre, porque mientras ésta siga igual, las personas tendrán que seguir vendiendo sus vidas y su alma a la maquinaria capitalista y no serán capaces de vivir en comunidades autónomas y autosustentables. Añadió: Los zapatistas han dado mensajes muy claros e inspiradores que han ido llegando a las conciencias de los estadunidenses. El hecho de que estas comunidades continúen luchando por ellas contra el mundo, es fuente de fuerza, guía y sabiduría para quienes ahora se movilizan en Estados Unidos.
La autonomía zapatista, advierten en la declaratoria neoyorquina impulsada por el MJB, les da coraje a los sirvientes del sistema capitalista. En México, indican, los gobiernos federal, estatal y municipal utilizan a sus fuerzas policiacas y militares y a sus grupos de choque paramilitares para intentar destruirla.
losylasdeabajo@yahoo.com.mx. - http://desinformemonos.org


Creer en Dios y entrar en una iglesia ortodoxa, en los tiempos soviéticos, no solamente era mal visto, sino podría poner una cruz –en su sentido menos religioso y más punitivo– en la carrera profesional o en los estudios de cualquier ruso.
Ahora, tan sólo 20 años después, nadie sufre represalias por seguir siendo ateo, pero son pocos –aparte de los musulmanes y creyentes de otras religiones que habitan en Rusia– los que no llevan un crucifijo colgado con una cadena de oro a la altura del pecho.
El fervor religioso se manifiesta con especial énfasis en días como Nochebuena, ayer viernes o Navidad este sábado, según el calendario juliano que sigue marcando los días de la Iglesia ortodoxa, mayoritaria en Rusia.


Carlos Fernández-Vega: México SA
Nadie sabe de dónde provino el rayo misterioso que iluminó al afamadísimo doctor catarrito, que le recargó la neurona, pero el hecho es que, de repente, Agustín Carstens se dio cuenta de que la economía mexicana no crece lo suficiente para crear más empleo y abatir la pobreza al ritmo que sería deseable. Lento, pero seguro, por fin tomó nota de algo que los mexicanos registraron más de tres décadas atrás y que desde entonces padecen: el raquitismo económico, la falta de empleo y el crecimiento de la pobreza.
Resulta que el gobernador del Banco de México –empedernido defensor del modelito económico impuesto al país tres décadas atrás– está muy preocupado, porque el ritmo de avance del producto interno bruto es rotundamente insuficiente y no alcanza para prácticamente nada, al tiempo que el futuro inmediato no tiene nada de venturoso (no vamos a tener un entorno externo favorable en los próximos cinco años, cuando menos).
El doctor en economía (aunque su tesis más conocida es médica, la del catarrito por la crisis de 2008-2009) se reunió con un centenar de diplomáticos, ante los cuales presentó un amplio diagnóstico sobre la situación de la economía mundial y nacional para concluir que en 2012 este factor no nos deberá dar muchas sorpresas en el país. Pero fue enfático en que la asignatura pendiente es crecer no 3.5 o 4, sino 6 por ciento (anual), para cumplir con el objetivo final de crear mayor empleo y tener menos pobreza, y eso requiere más que la simple estabilidad financiera del país. Lejos de desarmar o debilitar los pilares de estabilidad que en esta época de turbulencia nos han servido, demandó detonar cambios estructurales que promuevan la competencia y atraigan la inversión a los sectores de comunicación y energético, donde mayor crecimiento se registra en el mundo. Desde la crisis de 1994-1995, durante el gobierno de Ernesto Zedillo, México ha logrado institucionalizar bien al país y tener la capacidad de navegar por aguas muy turbulentas de manera solvente, pero ese no es un objetivo en sí mismo, explicó el funcionario (La Jornada, Claudia Herrera).
El citado rayo iluminador de neuronas fue útil para que el doctor Carstens registrara algunos elementos negativos de la raquítica economía mexicana, pero no todos. Por ejemplo, en su arenga ante los diplomáticos mencionó tasas anuales de crecimiento económico de 3.5 o 4 por ciento, aunque éstas no tienen registro en los dos mandatos panistas. Con Vicente Fox la tasa anual promedio de crecimiento fue de 2.3 por ciento, y con Felipe Calderón, si bien va, será de 1.7 por ciento, es decir alrededor de la mitad de lo que el gobernador del Banco de México califica de insuficiente para generar más empleo y abatir la pobreza al ritmo que sería deseable.
De hecho, hace años, muchos, que México no crece lo suficiente, pues desde la imposición del modelo económico neoliberal el comportamiento económico mexicano ha ido de mal en peor, de menos a mucho menos, sexenio tras sexenio. De 6.55 por ciento como promedio anual en tiempos de José López Portillo, la economía nacional se desplomó, paulatina, pero sostenidamente, a 1.7 por ciento que a duras penas registrará el calderonato, una distancia cercana a cuatro tantos entre un periodo gubernamental y otro.
Como se ha comentado en este espacio, aferrados a un modelo económico que año tras año deteriora el nivel de bienestar de los mexicanos, cinco gobiernos al hilo han prometido el paraíso y un futuro venturoso, mientras el país se hunde más según se suceden los sexenios. La realidad ha sido inversamente proporcional al discurso, pero nadie mueve un dedo para alcanzar el equilibrio entra una y otra. De hecho, entre la autodenominada clase gobernante nadie parece interesado en modificar un ápice el estado de cosas, porque todos están con los ojos puestos en el próximo periodo electoral para renovar (así le llaman) al inquilino de Los Pinos.
Pues bien, más les vale que se apuren con sus grillas y enjuagues, porque la perspectiva económica y social para el país va de mal en peor. No es novedad, cierto es, que la estimación de la Cepal para el futuro inmediato de México en materia de crecimiento económico resulte inferior, por ejemplo, a la de Nicaragua, y ello es posible como resultado de un modelo económico-político que se niegan a modificar. En uno de sus análisis sobre la perspectiva latinoamericana, el organismo regional concluye que para el periodo 2010-2020 México disminuiría aún más su tasa de crecimiento con respecto a las dos décadas previas, producto, entre otros elementos, de la caída en el aporte que el empleo y la productividad total registrarían, algo que –se supone– es mucho más delicado y urgente que las grillas electorales.
La perspectiva mexicana se contrapone al crecimiento potencial de América Latina, el cual se ha incrementado sostenidamente en las pasadas dos décadas, desde tasas ligeramente superiores a 2 por ciento a inicios de los años 90 a tasas cercanas a 4 por ciento en años recientes. México, por el contrario, ha ido de más a menos, con ganas de empeorar.
En efecto, de acuerdo con la información oficial, la economía mexicana registró una tasa promedio anual de crecimiento superior a 6 por ciento durante cinco gobiernos al hilo (Adolfo Ruiz Cortines-José López Portillo), y de apenas 2 por ciento en los cinco subsiguientes (Miguel de la Madrid-Felipe Calderón).
Para no ir más lejos, en el sexenio de López Portillo la tasa anual promedio de crecimiento fue de 6.55 por ciento. Cambió el modelo económico, y Miguel de la Madrid desplomó esa tasa a 0.34 por ciento; con Carlos Salinas subió a 3.9 por ciento; con Ernesto Zedillo descendió a 3.5; con Vicente Fox se redujo a 2.3, y con Felipe Calderón a 1.7 por ciento, en el mejor de los casos. Felizmente está por concluir el sexenio calderonista, pero el problema se mantiene, porque la perspectiva y el potencial económicos del país van a la baja. A punto de montarse en el Ipiranga (mayo de 1911) Porfirio Díaz dejó tras de sí una década, la primera del siglo XX, con una tasa anual promedio de crecimiento económico de 3.31 por ciento. En la primera del siglo XXI, Fox-Calderón apenas llegaron a 1.2 por ciento, la primera década perdida de la temporada.
Las rebanadas del pastel
Entonces, nada tiene de novedoso lo expuesto por Agustín Carstens, aunque sí mucho de excepcional: tardó tres décadas en registrarlo, pero al final de cuentas lo hizo. ¡Felicidades!
cfvmexico_sa@hotmail.com




El Correo Ilustrado
A 105 años de los mártires de Río Blanco y a 20 de la represión en CIVSA
Mucho agradeceré la publicación de la presente con motivo del 105 aniversario de los Mártires de Río Blanco de 1907.

Miguel Concha: Actualidad del sermón de Antonio de Montesinos

El recuerdo en muchas partes del mundo de los 500 años del famoso sermón de la primera comunidad de religiosos dominicos en la isla de La Española (hoy Santo Domingo) el 21 de diciembre de 1511, en voz del enérgico fray Antonio de Montesinos, y su trascendencia para la barbarie que vivimos hoy en día, en el que se denunció la injusticia estructural de la encomienda y la inmoralidad de los conquistadores que cínicamente se autocalificaban como cristianos, tuvo en México, como no podía haber sido menos, un particular significado.

Gustavo Leal F*.: Ebrard. PRD. Salud en el GDF: proceso incompleto

Respecto a Cárdenas y AMLO, Marcelo Ebrard se desplaza al centro político y enfrenta los retos de su red metropolitana con Ángel-Programa de atención médica y entrega de medicamentos gratuitos a domicilio.


No somos anti-sistema. El sistema es anti-nosotros. Lo que el movimiento de los Indignados –que se inicia en España en marzo de 2011– trae a la política no es una novedad. El descontento extraparlamentario ha existido desde que hay parlamentos. Trae consigo algo que se extrañaba en la última década: un aire de sensatez. La idea de que el centro de lo político no es el consenso, sino la diferencia; no la negociación, sino la voluntad de valorar las antípodas que nos constituyen. Bajo el hábitat de la democracia liberal se crea un vacío casi maquínico (al menos abstracto) entre el horizonte de expectativas y el principio de realidad: el individuo se satura de su individualidad, encuentra en ella, una y una vez más, un círculo del fracaso.

Maciek Wisniewski*: El golpe de Estado made in USA

¿Por qué en Estados Unidos no hay golpes de Estado? Según el chiste que cuentan los latinoamericanos, porque allá no hay una embajada estadunidense.


El precandidato presidencial republicano Newt Gingrich (izquierda) es repudiado en Littleton por manifestantes del movimiento ocupa cuando abandonaba una casa de campañaFoto Ap
Bajo cualquier parámetro con que se mida, 2011 fue un buen año para la izquierda en el mundo –no importa lo amplio o estricto que se defina la izquierda mundial. La razón básica fueron las condiciones económicas negativas que sufrió casi todo el mundo. El desempleo era alto y creció aún más. Casi todos los gobiernos tuvieron que enfrentarse a elevados niveles de deuda con ingresos reducidos. Su respuesta fue tratar de imponer medidas de austeridad a sus poblaciones mientras que intentaban proteger a sus bancos al mismo tiempo.
El resultado fue un revuelta por todo el mundo que los movimientos que conformaron Ocupa Wall Street (OWS) llamaron el 99 por ciento. La revuelta ocurrió en contra de la excesiva polarización de la riqueza, contra los gobiernos corruptos, y contra la naturaleza esencialmente antidemocrática de estos gobiernos –sea que contaran o no con un sistema multipartidista.
No es que los OWS, la Primavera Árabe o los indignados consiguieran todo lo que esperaban. El hecho es que lograron cambiar el discurso mundial, y lo alejaron de los mantras ideológicos del neoliberalismo acercándolo a temas como la inequidad, la injusticia y la descolonización. Por primera vez en un largo tiempo, la gente común discutía la naturaleza misma del sistema en que vivían; ya no se les podía dar por hecho.

Gustavo Gordillo: ¿Cómo se rompe el equilibrio del status quo?

El eje autoritario de viejo régimen, se ha dicho, lo constituyeron la combinación de un hiperpresidencialismo más un partido hegemónico más la interacción entre reglas formales establecidas en la Constitución y las leyes secundarias, y un amplio abanico de reglas informales y facultades metaconstitucionales.


Bernardo Bátiz V.: El tamaño del Distrito Federal
El problema de la basura, que hoy agobia a la capital del país, es una muestra de que el territorio del Distrito Federal ya queda chico, ya no tiene el tamaño suficiente, no cuenta con los espacios que requiere alrededor de la mancha urbana, ni dispone siquiera de lugares para procesar sus desechos. Necesita más territorio y sólo puede tenerlo como lo tuvo al nacer: tomándolo de alguno de los estados limítrofes, del estado de México por lógica, o bien de los de Hidalgo y Morelos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario