4/14/2009

Periodistas pal café....



El pasado jueves 2, en las oficinas del Partido Verde Ecologista de México en la Cámara de Diputados, un volado decidió la suerte de un artículo de lo que se pretende sea una nueva ley de turismo. La decisión de dejar a la suerte un texto legislativo trascendente se tomó luego de que no se ponían de acuerdo los diputados allí presentes (Octavio Martínez Vargas, del PRD, quien preside la Comisión de Turismo; Lorenzo Ludlow Kuri, del PAN, y Armando García Méndez, de Alternativa) con los asesores del Verde Ecologista (tan cumplidos y profesionales los diputados de ese partido que ni siquiera asistieron a la reunión, y dejaron todo en manos de los citados consejeros ejecutivos). Fue el perredista Martínez quien propuso encomendar al azar la solución del caso, y uno de los asesores plenipotenciarios arrojó la moneda al aire. Martínez pidió una cara; los asesores, la otra. Todo, a puerta cerrada.
Para infortunio del medio ambiente, la redacción del artículo tercero de la iniciativa de Ley General de Turismo quedó como querían el citado Martínez y los otros dos diputados, de tal manera que, de aprobarse el texto avalado en comisiones mediante el vuelo numismático acotado, se establecerá en la fracción décima una interpretación del término “ordenamiento turístico del territorio” que, en pocas palabras, permitirá cambiar a “turístico” el uso de suelo de áreas de conservación y de actividades restringidas o de bajo impacto ambiental. Es decir, habrá manga ancha para derribar manglares y arrasar con zonas de importancia prioritaria para el medio ambiente, a fin de construir desarrollos turísticos.
Con igual irresponsabilidad relacionada con monedas, los diputados están por acelerar trámites para aprobar las leyes de turismo, ya mencionada, y la de Conservación y Aprovechamiento de los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura. A pesar de que les han enviado más de 6 mil firmas de ciudadanos altamente preocupados por las implicaciones de esos cambios legislativos, los diputados están empeñados en aprobarlas a la brevedad posible, con clara dedicatoria a determinadas empresas y, en ocasiones, cayendo en conflictos de interés. La propuesta de Ley General de Turismo fue elaborada a puerta cerrada, sin consulta pública, a partir de los puntos de vista de los miembros de dos comisiones, las de Hacienda y Turismo, en un auténtico fast track. Sólo por mencionar algunos peligros: pretende desarrollar proyectos turísticos depredadores en áreas naturales protegidas y permite que el Fondo Nacional de Fomento al Turismo siga actuando como agencia inmobiliaria subsidiada con recursos públicos. La segunda ley, relacionada con lo fitogenético, favorecería el saqueo de estos recursos y los pondría a disposición de grandes empresas trasnacionales. La primera iniciativa de ley es promovida por los tres diputados del volado, más las panistas Yolanda Garmendia Hernández y Martha Angélica Romo, el convergente José Luis Varela Lagunas y la perredista María Soledad López Torres. La segunda, por el priísta Héctor Padilla y la Comisión de Agricultura. En relación con ésta es conveniente recordar que, de aprobarse, infringiría los artículos 2 y 27 de la Constitución mexicana y el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, del que México es parte.
Pero a los diputados les urge aprobar ambas iniciativas de ley, aunque en su desesperación deban recurrir a volados o, como puede suceder hoy mismo o en estos días próximos, a dispensa de lecturas y votaciones al vapor.
Astillas
Un ciudadano que en su página de Internet había publicado imágenes y textos críticos de Acción Nacional recibió del sitio de Germán Martínez Cázares en Facebook la siguiente respuesta, titulada “Mediocre”: “Gente cómo (sic) tú detiene el avance del país, perdedores cómo (nuevamente, sic) tú impiden que los problemas se acaben, ve y pídele riquezas a tu presidente legitimo (sin acento, en el original), infeliz perdedor y frustrado”. El texto llegó a las cuatro de la mañana con cinco minutos de este lunes al perfil de Óscar A. García en la misma red social, Facebook, proveniente del espacio de Martínez Cázares (
www.facebook.com/pages/German-Martinez-Cazares/66863611406), que cuenta con medio millar de “partidarios” con los que mantiene comunicación personal (aunque es sabido que en muchas ocasiones las “respuestas” o los “comentarios” de los ocupados titulares de esas cuentas proselitistas corren por cuenta de administradores a sueldo). En el espacio del dirigente de Acción Nacional hay mensajes de panistas de los estados, con señalamientos y observaciones respecto a candidatos y campañas y, sobre todo, al pleito directo con el PRI, a más de menciones de presuntos apoyos desde ultratumba como, por ejemplo, el enviado el pasado 6 por Ángeles Terrazo Blanco, que así dice, (casi) todo en minúsculas y sin acentos: “hola german soy geli mama de juan camilo El te esta echando la mano ya veras como la gente se da cuenta de que somos la mejor opcion tu triunfo es nuestro triunfo estamos contigo”. El ciudadano García considera que “lo que aparentemente desató la furia de Martínez en Facebook, y provocó la agresiva y madrugadora reacción del panista, fue una imagen publicada en mi perfil, tomada desde la página de Facebook del senador y ex candidato a la Presidencia de la República, Francisco Labastida Ochoa, en la que puede verse el borde del emblema nacional panista, pero en vez de las siglas del partido aparece la swástica nazi y la frase: ‘La Acción responsable es no votar por el PAN’, para rematar diciendo: ‘Ya en serio, ¿Qué ha hecho el PAN por ti?’”. A esas imágenes y textos correspondió el envío de las palabras germánicas contra alguien que se atrevió a poner en sus páginas lo que le dio la gana... Y, mientras el IFAI, con su nueva presidenta, remonta o consolida el descrédito generado por quien al pasar a la SEP demostró haber estado siempre al servicio de su cuate Felipe, ¡hasta mañana, en espera de nuevos datos económicos de Calderolandia!
Fax: 5605-2099 •
juliohdz@jornada.com.mx

Enrique Galván Ochoa: Dinero

En las últimas dos semanas han aparecido en esta sección las protestas de trabajadores que son víctimas de empresas outsourcing. Se calcula que cuando menos un cuarto de millón de hombres y mujeres están sometidos a este esquema corrupto. El Servicio de Administración Tributaria (SAT), a cargo de Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, anuncia un programa de fiscalización para atraparlas. Según estimaciones conservadoras evaden el pago de 3 mil 400 millones de pesos anualmente. Ya se han abierto 500 expedientes y se está actuando en coordinación con IMSS e Infonavit. Las outsourcing, como hemos visto en los días recientes, son contratadas por corporaciones –bancos, armadoras de automóviles, aseguradoras– que desean aligerar su nómina. Pagan salarios miserables, no otorgan seguridad social, no reparten utilidades ni suman antigüedad para efectos de jubilación. Uno de los esquemas más perversos consiste en presentarse con la fachada de cooperativas, de suerte que los empleados figuran como supuestos socios de la empresa, mas sólo se hace para aprovechar las ventajas de esa forma de organización.
Supersalario
El presidente de Exxon Mobil Corp, Rex Tillerson, percibió un paquete de salario, estímulos y prestaciones por 23.9 millones de dólares, como pago a sus servicios durante el año pasado. Representa 10% de aumento. La compañía registró ganancias récord: 45 mil millones de dólares. 2008 fue el año en que los precios del petróleo rozaron 150 dólares por barril. Algunos accionistas de la principal petrolera de Estados Unidos dicen que Tillerson no merecía el aumento, ya que no tuvo nada que ver con el alza de los precios. ¿Y a cuánto ascenderán los ingresos totales del director general de Pemex, Jesús Reyes Heroles? Se ha columpiado muchos años entre el sector público y el sector privado, así que contactos no le faltan. El problema es que a los ciudadanos les está vedado conocer el patrimonio de sus servidores.
Cuba, telecomunicaciones
El 22 de agosto de 1996, Elena Gallegos y David Carrizales escribieron en La Jornada: “El grupo mexicano de telecomunicaciones Domos anunció hoy que mantendrá sus inversiones en Cuba, a pesar de las amenazas de Estados Unidos de cancelar los visados a sus directivos, en aplicación de la ley Helms-Burton”. El ambicioso proyecto de Domos finalmente fracasó, porque a la presión estadunidense se sumaron dificultades financieras. Dos años antes había presentado una propuesta de compra de 49% de las acciones de la empresa cubana ETECSA, por mil 500 millones de dólares. Washington acaba de anunciar que levanta la prohibición a sus compañías de telecomunicaciones para que operen en Cuba. Se aguardaba ayer la reacción oficial de La Habana. ¿Y la ley Helms-Burton?


n el desvarío total, urgido de difundir buenas noticias” aunque sean falsas, el inquilino de Los Pinos celebró los “signos alentadores en nuestra economía”, producto, dijo, de su exitosa “política anticíclica”, los cuales “demostró” con dos “recuperaciones” contundentes”: a) “del empleo” y b) “del tipo de cambio”. Y no es broma, así lo dijo ayer.
Sobre la primera: “mientras en el resto del mundo se sigue observando una pérdida neta de puestos de trabajo, mientras en la economía se ha observado ya una caída de millones de empleos en los últimos meses, producto de la crisis financiera internacional; durante el mes de marzo, y esta es una buena noticia, durante el mes de marzo en México no sólo no hubo una pérdida neta de empleos, sino que hubo una creación neta de casi 4 mil empleos formales, registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social”.
Sobre la segunda: “gracias al manejo responsable de nuestra economía, México cuenta con el reconocimiento y confianza de las instituciones financieras internacionales (…) eso se ha traducido, por ejemplo, que en poco más de 30 días, únicamente, el tipo de cambio en México haya pasado de 15.65 a poco más de 13 pesos por dólar, 13 con 15 centavos (13.57 en realidad); lo cual significa una recuperación sólida y clara de la moneda mexicana en un entorno de gran volatilidad”.
Recuperar, explica el Diccionario de la Lengua Española, tiene las siguientes acepciones: volver a tomar o adquirir lo que antes se tenía; volver a poner en servicio lo que ya estaba inservible; trabajar un determinado tiempo para compensar lo que no se había hecho por algún motivo; aprobar una materia o parte de ella después de no haberla aprobado en una convocatoria anterior; volver en sí; y dicho de una persona o de una cosa: volver a un estado de normalidad después de haber pasado por una situación difícil. Obvio es que ninguna de ellas sustenta el discurso calderonista.
Pues bien, ¿cómo explicaría el michoacano eso de los “signos alentadores en nuestra economía”, cuando en los últimos cinco meses se cancelaron alrededor de 600 mil empleos formales, permanentes 92 por ciento de ellos? Muy simple: celebrando “una creación neta de casi 4 mil empleos registrados en el IMSS” en marzo pasado. Es la felicidad del cínico: por cada 150 empleos cancelados, el inquilino de Los Pinos aclama la generación de uno. Sin duda, es válido querer ser feliz, pero otra cosa es querer ser distraído, porque la misma estadística oficial reconoce que en el primer trimestre de 2009 se cancelaron alrededor de 226 mil plazas laborales permanentes.
Si el inquilino de Los Pinos quiere ser una u otra cosa, o ambas, mejor hubiera recurrido a la estadística de la Secretaría del Trabajo (también con base en la información del IMSS, la que utiliza el inquilino de Los Pinos), la cual asegura que en marzo pasado (el mismo mes presumido por Calderón) se crearon no 4 mil sino 33 mil nuevos empleos, todos ellos eventuales, aunque reconoce que en igual mes se cancelaron 20 mil plazas laborales permanentes.
De cualquier suerte, el balance del “presidente del empleo” es aterrador: desde que lo instalaron en Los Pinos, le generación neta de empleo formal en el país es de menos cero. De hecho, la tasa oficial de desempleo abierto pasó de 3.58 por ciento de la población económicamente activa a 5.3 por ciento al cierre de febrero pasado. Aún así, Calderón celebra que “durante el mes de marzo se haya frenado la caída de empleos formales en el país, e incluso, se registre una cifra positiva, modesta, pero positiva al fin, en la creación de empleo formal; en estas circunstancias, es una buena noticia. Y las buenas noticias también cuentan”.
Sobre la otra “recuperación”: a estas alturas, el tipo de cambio del peso frente al dólar reporta una devaluación de 37 por ciento entre la fecha de menor precio (9.91, el 7 de agosto) y el cierre de ayer (13.57, según el Banco de México). Si se consideran los 10.98 pesos por dólar del pasado 6 de octubre (cuando en Los Pinos el “catarrito” comenzó a llamarse “crisis externa”), entonces a la fecha la depreciación es de 24 por ciento. Entonces, para hablar de “recuperación”, como lo hace Calderón, la cotización de la vapuleada moneda nacional tendría que ser igual a 9.91 de los nuestros por uno de los de aquellos, o cuando menos de 10.98 por uno. Cierto es que el billete verde se llegó a vender a 15.37 pesos (4 de marzo de 2009) y que de allí se ha reducido a 13.57, pero ello de ninguna manera cancela la devaluación, mucho menos permite celebrar una falsa “recuperación clara y sólida”, sobre todo cuando por todos es conocido y padecido que ha sido a golpe de quemar reservas internacionales, pedir préstamos y negociar “líneas” de crédito para el gran capital como el gobierno calderonista ha aminorado el ritmo devaluatorio, es decir, que ha pagado, paga y seguirá pagando un elevado precio por alquiler un tipo de cambio ficticio y “reducido”.
Entonces, dos “buenas noticias” aunque sean falsas, porque lo importante es que el inquilino de Los Pinos sea feliz o distraído, o ambos, sobre todo cuando, al igual que sus antecesores, decidió incrementar la deuda per cápita a los mexicanos (los pagadores) para que el gran capital y sus enormes consorcios (los beneficiarios) tengan dólares baratos y en abundancia, y así cubran sus excesos para que continúen medrando. A cambio, esos ya famosos pagadores no sólo sacrificarán aún más su bienestar social para tapar el nuevo débito, sino que deberán hacerlo en la desocupación, porque esos grandes consorcios, de la mano del “presidente del empleo”, han practicado una verdadera masacre de plazas laborales. Negocio redondo, aunque obvio es que para los de siempre.
Las rebanadas del pastel
¡Felicidades! La selecta comunidad especulativa que opera en el país, nacional y extranjera, ya celebra el “éxito” de Cemex, consorcio al que el gobierno calderonista “salvó” mediante generoso “rescate” con dólares abundantes y baratos, que como siempre pagarán los mexicanos. La euforia, ayer en la Bolsa Mexicana de Valores, cuyo índice de precios y cotizaciones reportó un alza espectacular: 6.37 por ciento… El Servicio de Administración Tributaria (SAT) “descubrió” que evaden al fisco algunos equipos de futbol. Y también ciertas televisoras, telefónicas, cementeras, bancos, etcétera, etcétera, todos tamaño oligopolio.
cfvmexico_sa@hotmail.com - mexicosa@infinitum.com.mx

Opinión

Cuba-EU: perspectivas de acercamiento
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ordenó ayer el levantamiento de las restricciones a los viajes y los envíos de dinero a Cuba para los ciudadanos estadunidenses que tengan familiares en la nación caribeña. Tales restricciones, vigentes desde hace décadas, se habían recrudecido durante el gobierno de George W. Bush, quien en 2004 limitó el número de viajes permitidos a la isla a uno cada tres años –con una estancia máxima de 14 días– y restringió a 50 dólares el gasto máximo por día de cada visitante. Adicionalmente, ayer mismo Obama autorizó a las compañías estadunidenses el establecimiento de conexiones de fibra óptica y servicios satelitales, así como el ofrecimiento de servicios de telefonía celular en Cuba.
Las medidas anunciadas por el mandatario de Estados Unidos representan el más reciente e importante de una serie de cambios en las posturas y las acciones de Washington hacia La Habana. Estos cambios ocurren, a su vez, con el telón de fondo de un viraje en la política exterior de la mayor potencia del planeta, a poco menos de tres meses de que Barack Obama asumió el cargo. De tal forma, los anuncios hechos ayer por el político afroestadunidense evidencian una desviación en la postura tradicional de la Casa Blanca hacia la isla y, por ese solo hecho, deben ser saludados y valorados en su justa dimensión: se trata de avances reales y significativos, que parecieran enfilar hacia un acercamiento entre ambas naciones.
Sin duda, las posibilidades de tal aproximación diplomática se encuentran obstaculizadas, en el momento presente, por la persistencia del bloqueo comercial que Washington mantiene contra Cuba desde hace 47 años. No obstante la desaprobación casi unánime de la comunidad internacional, hasta ahora el gobierno de Obama no parece dispuesto a poner fin a ese embargo que, además de ser inefectivo en tanto que instrumento de presión política para el gobierno castrista, resulta profundamente injusto, inhumano y hasta contraproducente para Estados Unidos.
Al día de hoy, la persistencia de ese bloqueo no sólo desoye un reclamo legítimo del gobierno y el pueblo cubanos, sino que es además inconsistente con las medidas recién anunciadas por el actual ocupante de la Casa Blanca. En particular, no puede entenderse que se pretenda insertar a Cuba en el panorama global de las telecomunicaciones y que no se contemple, por ejemplo, que esa nación pueda adquirir créditos, víveres, equipos médicos y otros bienes necesarios para su población. Tampoco puede entenderse que se permita a las compañías estadunidenses de telefonía e Internet acceder al mercado cubano y que esa misma posibilidad se cancele para las empresas de otros ramos de la economía. Ante las consideraciones mencionadas, lo obligado sería que el gobierno de Obama avanzara, de conformidad con los cambios emprendidos, hacia la finalización de una medida unilateral que ha causado un terrible y prolongado sufrimiento al pueblo cubano.
Por lo demás, las medidas anunciadas ayer por el político afroestadunidense plantean sin duda un reto para las autoridades cubanas que, acostumbradas a lidiar con la hostilidad de Washington, tendrán ahora que mostrar capacidad de respuesta ante el cambio en el discurso y las acciones de la Casa Blanca, y ante las implicaciones que ello pudiera tener en los ámbitos político y económico en la isla.
En suma, cabe esperar que las determinaciones tomadas ayer por Obama sean el inicio de cambios más profundos que terminen por sentar las bases de una nueva relación con Cuba.

Fernando del Paso /I: La censura travesti

omo ciudadano y como escritor, como amante de la cultura, me siento calificado para dar una opinión sobre los cambios que ha sufrido –sufrido es la palabra exacta– el canal que durante 50 años se llamó Canal Once, y hoy Once TV México. Pero hay algo más que me autoriza: durante 14 años trabajé en agencias de publicidad, en las cuales no sólo aprendí cómo se manipula la conciencia del consumidor: también los secretos y trucos de la mercadotecnia y, con ella, de las estrategias mediáticas de la radio y la televisión. Durante dos de esos años fui uno de los tres escritores de un programa que producía la agencia Walter Thompson para el Servicio de Información de la embajada de Estados Unidos, llamado El mundo en marcha, que se transmitía todos los sábados a las ocho de la noche por la XEW. Fue entonces que también aprendí cómo se manipulan las noticias, un conocimiento que tuve oportunidad de ampliar y profundizar con creces durante otros 14 años, que fueron aquellos en los que trabajé como periodista, locutor, traductor y productor de noticieros y programas en el Servicio Latinoamericano de la BBC de Londres y, durante un año más, en Radio Francia Internacional. Otra cosa me enseñó este oficio: la importancia de los horarios de transmisión, un elemento que puede también manipularse al gusto para darle mayor importancia a un determinado programa, o para relegarlo al olvido en la mente de quien lo escucha o lo ve. Esta segunda posibilidad es un ejemplo clásico de lo que se conoce como censura disfrazada. Una censura travesti.
Y es el caso de Conversando con Cristina, un programa de entrevistas que, como saben bien los lectores, ha sido conducido por Cristina Pacheco durante 11 años, transmitido en vivo todos los viernes a las ocho de la noche por el Once. Por este programa ha desfilado medio México, o México y medio: toda clase de personalidades de la música –clásica y popular– y de las letras, del mundo del arte y del folclor, del periodismo, del espectáculo y de la farándula, de la ciencia y la cultura: todos han caído en las redes de una de las mejores y más inteligentes, más hábiles y simpáticas periodistas del país. Y con ellos y sus palabras México se ha enriquecido. Ahora resulta que la dirección del Once decidió cambiar este programa para los domingos a las seis de la tarde. Cristina se opuso pero, como donde manda capitán no gobierna marinero, prefirió renunciar. Leí en Proceso que este capitán, Fernando Sariñana, declaró que el nuevo horario ofrecido tenía un mejor rating. Se necesita graduarse de ingenuo y diplomarse de ignorante para comulgar con esa rueda de molino. Parece que Sariñana no sabe que en nuestro país la gente comienza a comer, los domingos, a las cuatro o cinco de la tarde. ¿Quién va a tener ganas, por Dios, de interrumpir la comida a las seis para ver un programa de entrevistas? Y en lo que al invitado o invitados del programa concierne, ¿quién o quiénes estarían dispuestos a sacrificar su descanso y su reunión familiar para presentarse en domingo en un canal a esas horas? Ah, para esto, Sariñana tuvo una propuesta: grabar el programa con anticipación. Parecería que Sariñana nunca ha visto Conversando con Cristina, pero yo sí, 100 veces, y como otra infinidad de personas sé que este programa está vivo en dos sentidos: uno, porque ocurre cuando se ve; otro, porque durante su curso Cristina y su invitado o invitados reciben numerosas llamadas por teléfono de un público que espera una respuesta para una interrogante o una reacción ante sus opiniones. Y suele obtener ambas. Dice Sariñana: los espacios no son de las personas, son de la televisión pública. Éste es el criterio que correspondería más a una televisión comercial que a una televisión cultural. No, señor Sariñana: cuando un canal se respeta, y respeta a su público, sabe muy bien que los espacios son del teleauditorio. Y algo más: ya es tiempo que usted aprenda a distinguir entre el rating de cantidad de público y el rating de calidad del público.
Otro escándalo, y ejemplo también de una censura travesti, es el cambio de horario del programa Primer plano, que se transmitió durante muchos años a las diez de la noche de cada lunes por el Once. Quien lo ha visto sabe muy bien que éste es uno de los espacios más inteligentes y con mayor libertad de toda la televisión que se ve en este país. Sus participantes son personas cultas y bien informadas, brillantes, que expresan sus puntos de vista sobre los asuntos nacionales e internacionales de actualidad. No escapa a su crítica, cuando así lo consideran pertinente, ningún partido político y tampoco ningún personaje de la política. Se entiende así que su franqueza pueda molestar a algunos de esos políticos, e incluso, en ocasiones, a los empresarios con vocación partidista o intereses en el gobierno. Desde luego, ésta es, en un país como México, una razón suficiente para cambiar su horario y transmitirlo ahora a partir de las 11 de la noche. Por supuesto, no se necesita ser un experto para estar de acuerdo con Virgilio Caballero: se corre el riesgo de que Primer plano pierda una gran parte de su auditorio: todos aquellos –miles– que tienen arraigado el hábito, más por necesidad que por gusto, de dormirse a las 11 de la noche, ya no volverán a ver el programa. Yo seré uno de los primeros desertores. El Once anuncia que también, a esa hora, se transmitirán de martes a viernes otros programas de opinión. Sabia medida: mientras más tarde pasen, menos público tendrán.
Por último, el noticiero de Adriana Pérez Cañedo también recibió un golpe bajo. La creación de nuevos espacios destinados a las noticias no justifica la mutilación del noticiero más visto y más completo del día, que pasó, de durar una hora, a 30 minutos. Pero quizás lo más grave es que esa media hora que le dejaron comienza no a las nueve de la noche, sino a las nueve y media. Es lógico prever que un gran número de sus televidentes anteriores, entre aquellos que tienen Cablevisión –y que también pueden ser miles–, acostumbrados a ver las noticias a las nueve de la noche, se pasen al noticiero de CNN en español que comienza a esa hora, llamado México-Perspectivas, y que no sólo contiene una información muy amplia sobre nuestro país y el resto de Latinoamérica: también, gracias a sus recursos –que entre otras cosas le permiten tener corresponsales en todo el mundo–, una información internacional rica en detalles y en imágenes. No es de suponerse que este auditorio interrumpa a la mitad este noticiero, que dura una hora, para pasar a las 21:30 al noticiero del Once.
Creo que vale la pena recordar que en los años 50 del siglo pasado, el periodista Edward Murrow protagonizaba, en la cadena televisiva estadunidense CBS, el programa Good night, good luck –Buenas noches, buena suerte–, en el que atacaba con razón y con ferocidad al senador McCarthy y con él al siniestro macartismo. Cuando las presiones políticas contra el programa se volvieron insoportables, el director de la emisora no lo sacó del aire. Lo redujo de una hora a media hora y lo cambió de horario y de día: lo puso los domingos en la tarde. Y así acabó con él.

Magdalena Gómez: Estado plurinacional: Bolivia emblemática

El proceso boliviano orientado hacia la refundación del Estado libra en estos días una batalla más para avanzar en la aplicación de la nueva Constitución, cuya aprobación significó un triunfo popular y una nueva ratificación del respaldo al presidente Evo Morales.
Son diversas las aristas para acercarnos a este proceso; prefiero hacerlo desde la relativa al campo del derecho de los pueblos indígenas, intrínsecamente ligado a la definición del nuevo Estado con carácter plurinacional. A mi juicio, en Bolivia se juega, entre otras cuestiones, la posibilidad de lograr que los pueblos indígenas sean artífices activos de ese nuevo Estado incluyente que trascienda a la mera colocación de parches de reconocimiento constitucional retórico sin que se afecte la naturaleza del Estado, cuestión más que probada en otros países de América Latina.
Hasta ahora se ha mostrado la fuerza del pensamiento popular expresado electoralmente: lo pusimos al Evo. Y así lo entiende este singular dirigente político y hombre de Estado que en estos días decidió utilizar la huelga de hambre, acompañando a dirigentes sociales de la Coordinadora Nacional por el Cambio y la Central Obrera Boliviana en la misma postura. Obviamente, el impacto de una decisión así ya generó una intensa movilización en todo el país, de manera que el Senado, liderado por sectores conservadores, tendrá que s1opesar el camino de la negociación con el presidente-movimiento o con el movimiento-presidente.
Es interesante detenernos en el motivo de la huelga de hambre: exigir respeto a la Constitución y la aprobación de la Ley Transitoria Electoral en el Senado, retrasada durante meses para sabotear las elecciones previstas para el próximo 6 de diciembre.
Se trata de incorporar mecanismos legales para que el proceso de transformación profunda se mantenga en los cauces institucionales y pacíficos. La ley en cuestión contiene diversos puntos polémicos, como son el voto en el extranjero, el cual plantea la necesidad de realizar un nuevo padrón, y el relativo a la representación indígena. Así lo dijo el presidente y líder al anunciar la decisión que tomó: Cuando hablaban también de densidad de población para garantizar circunscripción especial, en el fondo es para que no exista. Pues este esfuerzo es también en defensa de las circunscripciones especiales del movimiento indígena.
Este tema generó debates en el movimiento indígena y los sectores del gobierno, especialmente la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente de Bolivia y el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu, no estuvieron de acuerdo con la propuesta de sólo 14 circunscripciones especiales para pueblos indígenas en minoría.
Sólo para marcar el contraste sobre las experiencias que se están viviendo señalamos algunos ejemplos: en Perú, según dio a conocer la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana, dio inicio una paralización indefinida (huelga) a partir del 9 de abril pasado, para exigir la derogación de los decretos legislativos lesivos a los derechos de los pueblos nativos.
Como se recuerda, tras una serie de protestas, encabezadas por los pueblos indígenas amazónicos, el Congreso peruano derogó los decretos legislativos 1015 y 1073 que afectaban recursos forestales; hoy se movilizan por la ley 1090 y la recientemente aprobada Ley de Aguas, así como por el cumplimiento del convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Por su parte, la Organización Fraternal Negra Hondureña, a mediados de diciembre del año pasado, presentó ante la Corte Suprema de Justicia un recurso de inconstitucionalidad sobre el Capítulo III de la Ley de Propiedad, por las violaciones cometidas al artículo 6 del Convenio 169 de la OIT y el artículo 173 de la Constitución de la República. O el caso reciente de indígenas guatemaltecos de poblados fronterizos con México, que tomaron pacíficamente las instalaciones de la refinería francesa Perenko y de la española Unión Fenosa, que distribuye energía eléctrica, para demandar la construcción de una carretera y rebajas en las tarifas. Y qué decir de nuestro país, donde día con día se incrementan los procesos de resistencia frente a la biopiratería o contra la empresa Minera Cuzcatlán, en Ocotlán, ambos en Oaxaca.
Por lo pronto, en Bolivia es previsible que se logre la aprobación en el Senado de la Ley Transitoria Electoral, con lo cual se propiciará la continuidad y profundización de este inédito proceso que recoge la vertiente estructural ausente en otros países de la región.
Lo dicho: si no cambia el Estado, los pueblos indígenas no tienen cabida en el modelo vigente de corte neoliberal con fuerte tendencia privatizadora, cuyo destino preferido resulta ser el de los territorios indígenas. El destino de la autonomía indígena en Bolivia está ligado al que tenga el proceso plurinacional en curso.

Luis Hernández Navarro: El regreso de Fuenteovejuna

Las expresiones de descontento social brotan por todo el país como si fueran burbujas en una olla de agua a punto de hervir. Ciudadanos rabiosos se enfrentan con la policía cada vez con mayor frecuencia. Se hacen justicia por su propia mano, en ocasiones, de manera violenta. El malestar aflora lo mismo en las ciudades que en el campo. Igual lo protagonizan mujeres que hombres; jóvenes y ancianos. Es el regreso de Fuenteovejuna.
En este clásico del teatro de Lope de Vega, escrito en 1612, el pueblo se levanta contra el abuso de poder de la autoridad. La multitud, harta del comportamiento abusivo del comendador, toma por la fuerza la casa de la Encomienda y asesina al funcionario. Su objetivo no es hacerse del gobierno, ni cambiar el sistema, sino reparar los agravios y hacerse justicia. Su fuerza nace de la indignación colectiva. La responsabilidad del ajuste de cuentas es de todos. Cuando, al final de la obra, el juez interroga buscando culpables, los pobladores responden: “¿Quién mató al comendador?/ Fuente Ovejuna, señor,/ ¿Quién es Fuenteovejuna?/ Todos a una, señor”.
La lista de pequeñas Fuenteovejunas, surgidas en meses recientes, es enorme. Enumero algunos de los episodios reportados por La Jornada tan sólo durante la semana pasada.
En Ecatepec, estado de México, 100 vecinos de la colonia Altavilla bloquearon la Vía Morelos con llantas incendiadas y se enfrentaron con la Policía Municipal para liberar a una persona que los uniformados se habían llevado. La patrulla en la que viajaban los agentes resultó dañada.
En Querétaro, 20 albañiles realizaron destrozos en las inmediaciones de un fraccionamiento donde laboraron. Fue su venganza. La empresa que los contrató les había ofrecido otorgarles mil 500 pesos semanales, pero sólo les pagó 55 pesos.
En Zimapán, Hidalgo, 100 integrantes del movimiento Todos Somos Zimapán trataron de impedir la entrada de los primeros camiones con residuos tóxicos para ser depositados en la planta de confinamiento de la empresa Bothiñá. Los vehículos fueron protegidos por elementos de la Policía Federal Preventiva que encañonaron a madres de familia. Desde hace tres años se encuentran en resistencia civil.
Pobladores de Santa María La Alta, comunidad enclavada en la sierra Negra, en Puebla, persiguieron con palos y piedras a policías municipales que buscaban rescatar a un presunto ladrón de autos al que habían retenido.
Policías judiciales y estatales reprimieron brutalmente con gases lacrimógenos y toletes a los habitantes de la comunidad, a pesar de que ya habían aceptado negociar la entrega del delincuente.
Detrás de estas manifestaciones de ira no hay partidos ni organizaciones políticas. Ninguna de ellas tiene un trasfondo electoral. No hay líderes reconocidos. Usualmente son espontáneas. Con frecuencia carecen de continuidad. Expresan situaciones en que la abierta expresión de desobediencia ha sido antecedida por la silenciosa e invisible acumulación de rencor social.
El politólogo estadunidense Barrington Moore proporciona una clave muy importante para explicar el surgimiento de situaciones como éstas en su libro La injusticia, bases sociales de la obediencia y la rebelión. Allí se pregunta por qué y en qué condiciones seres humanos con enorme capacidad para soportar sufrimiento de repente se rebelan. Responde diciendo que, agraviados moralmente y convencidos de tener derecho a algo, rompen los lazos de obediencia porque la autoridad ha violado el contrato social (que, explícita o implícitamente, sostiene todo ordenamiento humano).
La regularidad, extensión y profundidad de estas explosiones de descontento muestran el nivel de deterioro de la cadena mando-obediencia en nuestro país. A los que están acostumbrado a mandar ya no los obedecen los que fueron educados para obedecer. Un desgaste perceptible puede observarse también en la enorme cantidad de movimientos sociales que chocan con las autoridades gubernamentales de todos los signos políticos por demandas elementales que no son atendidas por los funcionarios responsables.
Agravio sobre agravio, no es descabellado imaginar un escenario donde en el corto plazo converjan estas expresiones de descontento popular espontáneo con las movilizaciones sociales promovidas por sectores contestatarios organizados.
México vivió una situación parecida en 2006, cuando, teniendo como telón de fondo una polarizada campaña electoral, confluyeron conflictos sociales de una radicalidad inusitada en Lázaro Cárdenas, Oaxaca y Atenco, junto con choques espontáneos de la población con la policía en varios estados de la República.
El coctel es explosivo. La descomposición y el desprestigio de la clase política es cada vez mayor. La severa crisis de seguridad pública ha enterrado la poca credibilidad existente en leyes e instituciones encargadas de proporcionarla. El desempleo, la carestía de la vida y la caída de las remesas hacen que la lucha por la sobrevivencia cotidiana sea cada vez más difícil. En esas circunstancias es sumamente factible que quienes estaban acostumbrados a obedecer dejen de hacerlo. El regreso de Fuenteovejuna no está lejos.

Enrique del Val Blanco

¿Dónde está la ética?

Los nombres de candidatos a las elecciones para conformar la Cámara de Diputados, la Asamblea Legislativa y las delegaciones del Distrito Federal siguientes son una clara demostración de la profunda crisis de valores morales o éticos, fomentada principalmente por los diversos partidos políticos.
Los partidos tiene la obligación de entregar al IFE su declaración de principios y demás documentos básicos, a los cuales supuestamente deben comprometerse los candidatos de cada instituto político.
Lo que estamos contemplando en varios casos es que los partidos han optado por hacer candidatos a personas que no son miembros de su organización, que han sido candidatos de otra e incluso de varias otras en elecciones anteriores. Con estos movimientos la ciudadanía desconoce en realidad cuál es la ideología —si es que tienen alguna— de los candidatos o el caso de ¡miembros de un partido que llaman a votar por otro!
También lo que estamos viendo es que se trata de una competencia entre los diferentes organismos políticos por hacer candidatos a personas que tienen una imagen pública digamos popular, por lo que andan en busca de artistas, deportistas, etcétera, o tratan de convencer a quienes en sus partidos de origen no los tomaron en consideración.
El caso más claro es el del líder sindical del IMSS, que siendo rechazado por el PRD, se la otorgó el PRI y finalmente prefirió aceptar la que le ofreció el PAN. ¿Podremos algún día saber cuáles son las preferencias ideológicas de dicho líder, más allá de sus ambiciones personales? ¿Los miembros de ese sindicato votarán por el partido que les diga el líder?
De igual forma se dan casos en los que se ha mencionado a precandidatos con un pasado dudoso, como haber sido dirigentes de organizaciones porriles. Y podríamos seguir ejemplificando con casos y casos que están apareciendo en los medios de comunicación todos los días.
¿Cómo se pretende que los mexicanos, fundamentalmente los jóvenes, crean en partidos políticos cuyos valores morales son dejados atrás en aras de conseguir votos, que indudablemente les proporcionarán ingresos y puestos, independientemente de los ideales que sostienen? ¿Qué significa hoy la política para los dirigentes de los partidos? Simplemente un mercado, podríamos decir “negro”, de votos y dinero, pues este es hoy el único valor que respetan.
Cómo votar por un partido político que entre sus candidatos tiene a ex miembros de otros partidos, artistas o deportistas que en su vida no han tenido una sola actividad política, únicamente porque tienen una imagen pública labrada no en la política, sino en sus actividades profesionales o generada por la cara, el copete, su físico o por la publicidad mediática.
Para el país el momento económico es grave, pero quizá es más profunda la crisis de valores que existe en la política mexicana y de la cual ningún partido ni el gobierno se preocupan ni se escapan. Como dice el rector de la UNAM, “el país no tiene quien le hable y menos quien le escuche”.
Analista político y economista


Ricardo Rocha

Detrás de la Noticia

Galeano y la Pascua
Sirvan estos días para reflexionar sobre lo que me dijo Eduardo Galeano. Ese escritor uruguayo, latinoamericano y cada vez más universal. Cada vez más sabio, cada vez más valiente… y cada vez más niño.
Autor del clásico Las venas abiertas de América Latina, el tema es, pues, inevitable. Así que le pregunto si le sigue doliendo, si le sigue asombrando: “Es la fuente principal de fiesta y de penas… todo a la vez. Por suerte hemos nacido en una región del mundo que tiene una capacidad incesante de renacimiento; es inverosímil la tenacidad de la alegría en medio de tanta desdicha”.
¿Y cómo describe este tiempo que nos tocó vivir?, le pido: “Es la realidad humillando a la imaginación; en verdad que la realidad es prodigiosa, en sus horrores y también en sus maravillas; en sus cosas hermosas y en su capacidad infinita de sorpresa; quién iba a decirlo, un presidente negro en la Casa Blanca es una buena sorpresa de la historia”.
¿Qué le gusta y no de él? “Yo le doy la bienvenida, porque le toca enfrentar una crisis muy grave; me gustan las intenciones que proclama, pero no me gustan los hechos que pone en práctica; no me gusta que haya aumentado el presupuesto de guerra y que siga hablando de la voluntad mesiánica de Estados Unidos, como si Dios o el Diablo los hubiera designado para salvar a la humanidad”.
¿No sólo el policía sino el sumo sacerdote? “O el policía disfrazado de sacerdote, que es todavía peor. Tienen un Ministerio de Guerra que hipócritamente llaman Secretaría de la Defensa… defenderse de quién si —salvo la incursión de Pancho Villa— llevan dos siglos sin ser atacados; en cambio, ellos han invadido medio mundo y no hay guerra que tenga la honestidad de confesar: matamos para robar”.
En contraste hablamos de su libro más reciente: Espejos, una historia casi universal, una abigarrada y contrastante colección de relatos espléndidamente escritos y tan breves como intensos: “Es un homenaje al arcoiris de la diversidad humana. Y es que el arcoiris terrestre es mucho más fulgurante y hermoso que el arcoiris celeste”.
Finalmente —era obligadísimo— hablamos de su otra pasión que es el futbol, que ya no es lo que era antes: “Es ahora la industria más lucrativa y un trampolín político, como el caso de Berlusconi y el Milán en Italia. Afortunadamente todavía quedan algunos que juegan por el placer del juego y no sólo por el dinero”.
Al concluir me cuenta que un día vio un partido callejero entre niños en un barrio junto a las vías del tren en Barcelona. Cuando terminó, los vencedores y los vencidos se fueron de vuelta a casa abrazados y canturreando: “¡Ganamos, perdimos, igual nos divertimos!”. “Qué lindo sería vivir así —me dice Galeano—, ¡ganamos, perdimos, igual nos divertimos!”.


Javier Corral Jurado

Reforma educativa: ¿podrá Lujambio?

Alonso Lujambio, reconocido académico e investigador, es el nuevo miembro del gabinete del presidente Felipe Calderón. Transitó del IFAI, en el que se desempeñaba como presidente, a ser el titular de la SEP. Relevo sui géneris por el momento en el que acontece, y por la forma horizontal en que está concebido dentro de la administración federal el órgano de la transparencia gubernamental.
El nuevo secretario cuenta con la capacidad y el perfil que se necesita para llevar a cabo las tareas que la ley orgánica confiere a la SEP; prestigio tampoco le falta, tiene acreditada una conducta honesta y hasta ahora no parece haber supeditado su existencia a su cercanía y amistad con el Presidente de la República.
No es en las credenciales donde debiéramos atisbar los retos que se le imponen, sino más bien en las motivaciones bajo las cuales aceptó. La pregunta es simple: ¿para qué llega Lujambio? ¿Para administrar de mejor manera las relaciones del gobierno con Elba Esther Gordillo? ¿O para entrarle definitivamente a una reforma educativa? Para lo primero, basta con la cercanía y la confianza que existe entre Lujambio y el presidente Calderón; para lo segundo se necesita además el coraje propio y la voluntad política.
Si hay una reforma que, con sentido democrático y con objetivos de productividad, calidad, desarrollo personal y social, necesita el país, es la educativa. Está en el fondo de muchos de nuestros males, incluida la inseguridad y la falta de competitividad internacional. México está rezagado en la economía del conocimiento y precisa de un nuevo modelo educativo. Hemos avanzado y la cobertura en alfabetización alcanza casi el 100%. Pero se requieren cambios en la estructura, funcionamiento, evaluación y descentralización de la educación, para lograr una verdadera calidad educativa.
Los resultados de nuestro sistema educativo son similares a los de Ghana o Kenia. El promedio en matemáticas es escalofriante: 97% de los niños tiene menos de 6.6 de calificación. El 99% tiene menos de ocho en escritura y lectura.
La primaria no motiva pensadores ni está creando lectores. ¿Cómo queremos que haya electores? ¿Cómo queremos que haya ciudadanía participativa? El modelo está destinado a crear empleados, no innovadores, empresarios. Se desperdicia un cúmulo formidable para el país: 34% de la población son estudiantes.
Hay que reformar el sistema educativo. Y esa decisión pasa por la acción decidida del poder público, tanto del Ejecutivo como del Congreso. Debemos obligar auténticos sistemas de evaluación de la educación, y que la carrera magisterial sea fruto de una rigurosa revisión del resultado del docente, en la que por supuesto participe el sindicato como par, pero no como ahora, como definidor de las plazas y sus permanencias.
Tan importante como lo anterior es una reforma pedagógica. Ya no se puede mantener un modelo desde el escritorio del profesor hacia los alumnos, que después se traduce en una concepción autoritaria en la organización social. No podemos continuar con el método memorístico.
Es necesario redefinir facultades entre los estados y las Federación. La reforma de 1992 trasladó infraestructuras a los estados, pero no la gestión de servicios educativos. La Federación puede y debe mantener la evaluación de estándares, indicadores, pero a las entidades federativas debe otorgarles mayores responsabilidades, así como a los municipios.
Obviamente, todo esto pasa por desmantelar el corporativismo sindical; no el sindicalismo magisterial, sino promover su democratización, su transparencia, la necesaria rendición de cuentas que deben a la sociedad. Y he aquí el asunto que requiere del coraje y la voluntad política.
Basamento conceptual hay, y de sobra. Desde 1946, en su primera plataforma presidencial, el PAN afirmó la libertad sindical. Exigió verdadera democracia en la creación y el funcionamiento de los sindicatos y de las demás organizaciones del trabajo: “La proscripción radical de la utilización fraudulenta de los sindicatos como instrumento o como pretexto de medro personal o político”. Ahí está el reto para Lujambio.
Profesor de la FCPyS de la UNAM


Alberto Aziz Nassif

La importancia de la autonomía


Los órganos constitucionales autónomos son básicamente un mecanismo que se ha encontrado para construir confianza en las tareas del Estado. De forma coincidente durante este año se renovarán múltiples cargos en estos órganos, cuyo movimiento se hace de forma parcial y escalonada. Por las facultades de cada órgano, así como por sus funciones, es de suma importancia que las personas que sean seleccionados se desempeñen con autonomía real de los poderes que los designan, porque sin ello se desvirtúa completamente su labor.
Nuestra Constitución consigna las tareas de Estado que desempeñan estos órganos: el artículo 26 establece el Sistema Nacional de Información Estadística y Geografía, que toma forma en un instituto cuyas siglas son INEGI; el artículo 28 establece el contenido del banco central, Banco de México; el artículo 41, que ya es un código electoral, se refiere al IFE como la institución encargada de organizar comicios; la Fiscalía Superior de la Federación está en el artículo 79; y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en el artículo 102-B. A ellos se pueden sumar los tribunales del Poder Judicial y las universidades. Prácticamente todos los órganos tienen tres características básicas: autonomía técnica y de gestión, personalidad jurídica y patrimonio propio.
El diseño institucional establece los mecanismos para la designación, que en la mayoría de los órganos se trata de una combinatoria de dos poderes, uno propone y el otro ratifica, como una forma de mantener ciertos equilibrios. En otros casos, se hace por un solo poder, como en el caso del IFE, donde las fracciones parlamentarias eligen por una mayoría constitucional. En este diseño hay un problema de origen: muchas veces es el mismo sujeto a regular el que nombra a sus reguladores.
Pero, además del diseño, existe otro problema: la dinámica política de intercambios, cuotas y transacciones que establecen los partidos políticos para el reparto de las posiciones. Así se puede entender lo que ha sucedido con ciertas instituciones donde los órganos reguladores están capturados por los sujetos regulados, lo cual sucede porque las transacciones entre partidos establecen como prioridad la cercanía política, la afinidad ideológica o ciertos compromisos con los designados. De esta forma, lo que entró por la puerta, la autonomía y la independencia para tutelar intereses generales, regresa por la ventana partidista. El resultado es que volvemos a las representaciones partidistas en las funciones de Estado.
Se puede discutir sobre el diseño institucional y los procedimientos; sobre cuál debería ser el mecanismo más adecuado y el perfil más idóneo; sobre cuál debe ser la combinación más deseable entre conocimientos técnicos, independencia política, profesionalismo y valor civil. Sin duda, será difícil encontrar la suma de estas virtudes, pero de algo podemos tener la certeza: cuando se cumple la tarea con autonomía, se nota.
Considero que la principal característica que se debería buscar en los nombramientos de estas mujeres y hombres que asumirán los cargos —como las dos posiciones que se renovarán en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los consejeros de la Judicatura, el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, el auditor de la Federación, el gobernador del Banco de México y un largo etcétera— es la capacidad de ser personas políticamente independientes, con pensamiento propio y prestigio profesional.
A la combinación entre el diseño institucional para nombrar a los integrantes de estos espacios de autonomía y la dinámica política de transacciones partidistas, sobre todo entre dos partidos, el PAN y el PRI, podemos añadir un problema de cultura política que ha desarrollado con vehemencia la clase política en nuestro país: su aversión a la autonomía. Por ello no se busca a los perfiles que puedan desempeñar de mejor manera la función, sino a los más próximos, para que sepan que su puesto se lo deben no a su capacidad profesional e independencia, sino al que los designó.
De esta forma, los órganos constitucionales autónomos en México han entrado a formar parte del juego de la partidocracia, del que deberían estar lo más lejos posible.
Sin duda, una vía propicia que podría revertir la crisis de representación de las instituciones públicas sería le fortalecimiento de los órganos constitucionales autónomos. Para ello se tendrían que romper las inercias que la partidocracia ha impuesto sobre estos espacios.
Sin embargo, este buen deseo presenta grados de dificultad importantes. Lo que predomina en nuestro país son las inercias de poder que alimentan dos procesos: una dinámica de polarizaciones en tiempos electorales y transacciones facciosas en tiempos no electorales, con lo cual la autonomía queda completamente subordinada.
Optar por la autonomía sería una decisión estratégica de la clase política. Ayudaría a reconstruir y, en su caso, recuperar la confianza de la ciudadanía en las instituciones del Estado. Pero nada garantiza que esta sea la voluntad de nuestros políticos.
Investigador del CIESAS

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