Es la única película que representa a México en este encuentro
fílmico internacional, fundado por Robert Redford, el cual cada año se
lleva a cabo en Park City, Utah, Estados Unidos.
Hofmann –quien vuelve hacer mancuerna con el escritor y productor
Julio Chavezmontes, como ocurrió con Halley (2012)– manifiesta a Proceso
que Sundance permitirá llevar a su nuevo filme a más ciudades:
“Y quizá conseguir una mejor distribución en otros países e igual en
plataformas digitales, que ahora están de moda. Como que a partir de
Sundance nos empiezan a llegar ofertas interesantes. Este festival pone a
la cinta en la mira para que podamos llegar a un público más amplio.”
El realizador ubica a Tiempo compartido como una tragicomedia,
protagonizada por Luis Gerardo Méndez y Miguel Rodarte acompañados de
Andrés Almeida, Casandra Ciangherotti, Montserrat Marañón y el
estadunidense Roy Frank Mitte.
Platica que Rodarte y Méndez “se salieron de su zona de confort” en
este proyecto producido por México y Holanda, “porque realizan papeles
muy diferentes”. El director nacido en la Ciudad de México hacia 1980
adelanta:
“Es una película muy humana. La trama se desarrolla en una semana en
un hotel masivo, durante la temporada alta. Ahí, dos familias pasan por
una crisis personal en un ambiente en donde no pueden demostrar lo que
les ocurre, porque deben exteriorizar que la están pasando bien.”
Al instante, Hofmann especifica:
“Deseaba poner a estos personajes orgánicos en un ambiente
artificial. En estos grandes hoteles en donde estás un tanto obligado o
casi por contrato a pasarla bien, a sonreír y gozarla, tomar piñas
coladas, bailar en la alberca e ir a los bufetes, supuestamente todo es
felicidad…”
Por lo mismo, la cinta también es una crítica del consumismo y de la globalización, asienta.
–¿Cuál fue su intención con esta película?
“La intención mía y del coescritor ChavezMontes era justo empezar a
jugar con los tonos de comedia. La historia inicia con cosas muy a la
slapstick [payasada]y de pronto, empieza a tornarse más y más seria y un
poco más siniestra conforme avanza la trama. Empiezas riéndote y luego
ya no tanto. Mi finalidad es que el público termine reflexionando.”
Hofmann estudió la licenciatura en Artes Cinematográficas en el Arts
Center College of Design, en Pasadena, California. Halley recorrió más
de 50 festivales alrededor del mundo, entre ellos el 42 Festival
Internacional de Cine de Rotterdam, Holanda, y el 29 Festival de Cine de
Sundance.
La nueva ola del cine
–¿Qué diferencias existen entre Halley y Tiempo compartido?
–Muchísimas. Siempre me gusta tomar riesgos de proyecto en proyecto.
También soy un cineasta que va empezando su carrera, entonces me permito
cometer errores y me gusta jugar con el medio. Creo que es un salto
cuántico en todos los sentidos de Halley a Tiempo compartido.
“La segunda es una película con un presupuesto mucho mayor. Entonces
es más ambiciosa en todos los sentidos. Escribimos un guión más clásico
que invita a un público vasto. Halley es una película de tres
personajes, prácticamente muda; no tiene ni siquiera una historia, es
filosófica, grotesca. Es un largometraje que hice en otro periodo de mi
vida en donde estaba pasando por un momento mucho más oscuro
personalmente.”
Hofmann editó Tiempo compartido en Holanda, por lo que se le interroga por qué lo hizo en los Países Bajos, y platica:
“Es extraño, pero por alguna razón los holandeses tienen un gran
interés en la nueva ola de cine mexicano. Parte de la postproducción de
mi primer filme la pagó un fondo holandés que se llama Hubert Bals Fund
[HBF, ver https://iffr.com/en/hubert-bals-fund-0], que destina apoyo a
países en desarrollo.”
Advierte:
“Por cierto, creo que está a punto de quitar a México de esa lista…
Para Tiempo compartido el HBF nos apoyó con el guión. Yo estuve
prácticamente un año viviendo de este fondo en lo que escribía la
película con Julio. Luego nos invitaron al Festival Internacional de
Cine de Rotterdam a la parte del mercado y ahí conseguimos unos
coproductores holandeses de una casa productora que se llama Circe y
tuvimos apoyo de otro fondo de cine de Holanda, Netherlands Film Fund.
Sin la ayuda de los holandeses quizás seguiríamos buscando dinero para
la postproducción, que fue la más complicada, porque tenemos efectos
visuales. Se elaboró un tratado visual muy padre, bastante minucioso.”
La cinta es producida por Piano y Julio Chavezmontes y Eficine, y aún no tiene fecha para su estreno comercial en México.
“Nunca había trabajado en algo de esta escala, con tanta gente. Hubo
ocasiones que tuvimos 300 extras en escena. Llenamos salones, albercas… Y
también es la primera vez que hago una labor actoral tan profunda desde
los ensayos”, redondea.
Este texto se publicó el 14 de enero de 2018 en la edición 2150 de la revista Proceso.
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