1/21/2018

¿Huesos sí, principios no?


Antonio Gershenson

Tal parece que lo que persiguen los candidatos más conocidos no es, ante todo, el triunfo de sus principios o de un programa de interés de la gran mayoría, sino ganar los mayores huesos posibles, en primer lugar la Presidencia.
Bueno, del precandidato del PRI en el gobierno, José Antonio Meade, no digamos. Sería una continuación del desastre que ese partid y en especial el actual gobierno, ha traído a México.
El candidato del PAN, Ricardo Anaya, con el apoyo también del PRD, que algún día fue de izquierda y ahora apoya a ese mismo candidato de derecha, y un tercer partido, pequeño, ligado a ellos. A cambio de esa coalición, lo más visible es que el PAN apoya a la candidata del PRD para la Ciudad de México. Se negociaron los posibles huesos.
El tercer candidato es Andrés Manuel López Obrador, también conocido por sus iniciales, AMLO.
En el periódico El Financiero, en el artículo La guerra por el segundo lugar, del pasado jueves 18, página 34, se publicaron resultados de una reciente encuesta, en cuanto a los votos que se esperan para los tres mencionados. Se señala que este resultado es después de más de 12 sondeos de preferencia. A Anaya del PAN y asociados, le toca 21 por ciento de los votantes.
A Meade, futuro candidato del PRI y mini-asociados, le alcanzó para 20 por ciento de los sufragios. Y a AMLO, de Morena y socios, le correspondió 32 por ciento del total. Conforme a la ley y a la Constitución mexicanas, gana el partido o asociación o candidato que tenga más votos. Esto fue porque el PRI mantenía la Presidencia por mucho tiempo sin tener más de la mitad de los votos.
En el artículo antes mencionado, el autor da por hecho que AMLO y Morena van a tener el primer lugar. Por esa razón su trabajo se refiere a la guerra por el segundo lugar que las otras dos coaliciones, la del PRI-Movimiento Ciudadano y la del PAN-PRD ya están llevando a cabo.
En el ánimo de tener más votos, ya vimos que el PRI y el PAN se aliaron con cualquiera, claro, bajo sus candidatos presidenciales respectivos. Pero al mismo tiempo hay alianzas de Morena, con la aceptación de apoyos con premio, pero que han despertado el descontento incluso de integrantes de su partido.
Procedente del PAN, Tatiana Clouthier, hija de quien fuera candidato presidencial de este mismo partido y durante largo tiempo miembro suyo. Es del Tec de Monterrey y de la Universidad Autónoma de Nuevo León, tradicionalmente derechistas. Ella coordinará la campaña electoral de quien la nombró, AMLO. Hay otros nombramientos y alianzas que han despertado el descontento de varios de sus seguidores.
Dentro de lo que debería estar en el programa para el proceso electoral y el futuro gobierno del ganador, se encuentra la reversión de la llamada reforma energética del gobierno actual. En realidad, es la gradual desnacionalización y entrega del petróleo (incluido el gas). Y varias organizaciones, incluidas las asociaciones progresistas relacionadas con el petróleo, están contra esta falsa reforma, en realidad contrarreforma. Se propone en todos los casos que ésta se eche atrás.
Ninguno de los candidatos que hemos mencionado lo plantea. Debemos de luchar porque ese criminal retroceso se derogue.
El 18 de marzo próximo se cumplen 80 años de la expropiación petrolera. Será una buena fecha para avanzar y rescatar plenamente esa expropiación, que ahora está siendo revertida.
El hecho de que candidatos a la Presidencia den preferencia a esos puestos políticos sobre los principios y sobre el programa que los represente y el que votemos por el menos peor no quiere decir que nosotros dejemos de sostener a esos principios y a ese programa como lo más importante.

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