11/06/2024

Ministros golpistas

 

 Fabrizio Mejía Madrid

“Norma Piña hizo una bonita paradoja: si el Congreso es soberano y no necesita de las dos terceras partes pero, si está constituido por dos terceras partes, entonces si tiene un límite que es precisamente tener las dos terceras partes”.


Siete personas quisieron sustituir a nuestra soberanía, a la Cámara de Diputados, de Senadores, a más de la mitad de los Congresos de los estados de la República, y a la Presidenta. Lo hicieron con un argumento fofo, incoherente y endeble: que hay una parte de la Constitución que ellos llaman “pétreo”, es decir, de piedra, es decir, inamovible. Hay, por tanto, otra, guanga, mollejuda, que no importa si se modifica o no. El primer problema es que nunca dijeron cuáles son esas partes de piedra o las otras flojas y guangochas. Si suponemos que la parte de piedra es que los juzgadores no deben ser electos, pues, ni siquiera ellos mismos, los ministros golpistas, lo consideraronn pétreo: en su propuesta, el ministro González Alcántara Carrancá dice que los jueces se elijan y que los ministros no. Es decir, dentro de lo pétreo hay una parte guanga también. Lo de piedra no lo es tanto, según estos siete  truhanes, porque son esos principios de la Constitutción son —dijeron— “intangibles”, no son normas escritas, no se les puede subrayar o ponerles un dedo para seguir su lectura. Según ellos, lo que es inamovible realmente no puede ser citado ni ponerle un número de artículo constitucional. Es como si la Constitución fuera Dios, un fantasma que recorre los pasillos de la Corte, el espectro sobrenatural que sólo esos siete han visto y dicen proteger. Para el resto, es decir, nosotros el pueblo y sus mayorías en el Congreso y el Ejecutivo, la Constitución es un libro aprobado en nombre de todos y que se tiene que obedecer. Para ellos es un espíritu chocarrero que habita en un lugar del que sólo ellos tienen llaves.

La discusión fue vergonzosa. En algún momento, el licenciado Aguilar Morales estableció que lo aprobado por todo mundo, menos por esos siete personajes, no era parte de la Constitución. Pero quizás el que se voló las bardas cargando una bolsa de fideicomisos ilegales, fue Ortíz Mena, el que se burló de nosotros con sus amigos de Harvard. Hizo una serie de diferencias de palabras para tratar de separar lo que no le gusta de lo que sí. Su función no es esa. No estamos en Master Chef, sino en el Pleno de una Suprema Corte. Pero él probaba sus cucharones e iba decidiendo que unas cosas eran reformas y otras destrucciones, a las que llamaba “sustituciones” y citaba leyes en Taiwán y en Perú, ese país tan democrático que, hasta la fecha, gobierna una señora que dio un golpe de Estado.

Dijo Ortiz Mena que la Constitución debe ser la misma antes y después de una reforma. O sea, que privatizar el petróleo no era, ni siquiera por el nombre, “pétreo”, y la Constitución siguió siendo la misma después del Pacto por México. O que la desaparición del ejido cuando Salinas, tampoco la modificó en su parte sustancial. Él habló de esencia, de identidad, como si la Constitución fuera una persona. Habló de independencia como si fuera un país. Luego se fue contra la idea de que los representantes no representan la soberanía popular. Le llamó a las dos terceras partes del Congreso y más de la mitad de los estados de la República, “poder constituido, no constituyente. Volvían los famtasmas, los espectros, que sólo pueden fluir en su “constituyencia” pero una vez quietos, en un constituído, ya no eran una “soberanía”, sino simplemente un pobre “poder reformador”. Según él, la soberanía popular es etérea, no se materializa en ningún artículo, ni siquiera en una institución, un poder, una estructura de autoridad. Es más dijo: “La identidad de la Constitución es un entretejido”. Pensemos un instante en su metáfora. La Constitución es una cobija y si se le descose una parte, pierde su identidad. En mi casa hay varias que ya dejaron de ser sí mismas, pero igual sirven. Qué suerte que no me tapo con la Constitución porque, con las reformas de Salinas, Zedillo, y el Pacto por México me estaría tapando con un kleenex.

El abogado sentenció: “La soberanía no es un órgano, es del pueblo”. Es decir que es una especie de olor que viene del pueblo pero que no tiene materialidad, que no puedes transportarlo a una Cámara de Diputados o Senadores, porque se evapora. Luego, dramáticamente argumentó: “La Constitución no es un pacto suicida”. ¡Ay, por ella brindo yo, déjenme llorar! Se reunieron las dos terceras partes del Congreso, la mitad de los congresistas locales, unas mil 700 personas en total, se vieron a los ojos, tomaron un cuchillo y se sangraron, como Xóchitl Gálvez, en un pacto suicida. Su carta de despedida es un transitorio. Sus motivos son tan incoherentes como los corazones pétreos de las cobijas entretejidas: son indescriptibles, inaccesibles, inmateriales. Quién sabe por qué los mil 700 legisladores quisieron matarse. Habrán sido deudas o mal de amores.

Ya entrado en la metáfora fallida, Ortiz Mena, quizás elaborando otro chiste para los de Harvard se atrevió a decir: “En México no existe el mandato imperativo”. Podemos pensar que emprendió una búsqueda del mandato y no lo encontró en ninguna región del país, en ninguna clase social, género ni nivel de escolaridad. Para él no es mandato que la elección de jueces haya sido una propuesta de la campaña de Claudia Sheinbaum y que esa propuesta ha sido la más votada en la historia del país: 36 millones de votos. No le parece un mandato que quien lo propuso haya sido electa Presidenta con dos terceras partes del Congreso para cambiar la Constitución. No lo encontró Ortiz Mena y dice que no existe en México.

Según él se puede “reformar” pero no “sustituir” y pasó a dar ejemplos de sistemas de justicia muy reconocidos en el Mundo como la India, Belice, y Colombia, aunque no explicó por qué los tomaba de ejemplos o yo no le entendí. Porque hay que decir que no es que no sepamos de derecho, sino que los ministros se expresan mal, no se dan a entender, viven en una oscuridad donde las frases, en vez, de iluminar, sueltan humo de camión.

Norma Piña dice que ningún órgano está por encima de la constitución, ningún consenso está facultado para derogar los principios fundamentales que nos definen como una república laica y federal. No dijo en qué momento elegir jueces le quita lo federal o lo laico al estado mexicano. Simplemente unió una cosa con la otra, sin siquiera ponerle engrudo. También Norma Piña hizo una bonita paradoja: si el Congreso es soberano y no necesita de las dos terceras partes pero, si está constituido por dos terceras partes, entonces si tiene un límite que es precisamente tener las dos terceras partes. No dijo por qué, si el Congreso de Morena y aliados tiene las dos terceras partes, no puede ser soberano. Le faltó ese pequeño detalle a su argumentación que fue pobre y lastimosa. No sé para qué tiene tanta gente trabajando en redactarle sus cosas. Que los corra.

Pero todo eso no tenía realmente qué ver con el primer punto que era el que se había puesto a discusión. Lo era, en cambio, si los partidos políticos podían impugnar una reforma constitucional que no tiene que ver con ellos. Norma Piña había dicho que sí, que electoral y partidista eran lo mismo. Es decir, aquí, en vez de separar, juntaron ambas cosas. Según la señora Piña todo lo electoral tiene que ver con los partidos. Así, Alito se podría meter en la elección del comité de padres de familia de tu escuela. Así de estúpido. Ortiz Mena fue más allá y habló de que todo lo democrático tiene que ver con los partidos. No, si por ellos fuera, la salud tendría que ver con los partidos. Imaginemos que la democracia sindical o universitaria donde se eligen rectores, por ejemplo, tuviera que ver con Alito y Marko Cortés. Pero, un momento, en Coahuila sí tenía que ver hasta con las notarías.

Cuando Pérez Dayán se pasó del lado de que no procedía que los partidos pidan anulaciones para cosas que no tienen que ver con las elecciones de partidos, Norma Piña sacó el as bajo la manga: ya no son ocho votos, son seis los que se necesitan. Incluso, aventándose una de Karam, propuso “pensarlo porque yo creo que estamos cansados”. La ministra Lenia Batres dijo:

—Wow! Seis votos para anular la Constitución, wow!

Después de un receso de una hora, en que esta columna tuvo que sacar a pasear al perro, hacer de comer, y lavar trastes, regresaron a discutir y a votar cuál es la mayoría de once. De verdad, regresaron a votar las matemáticas. Unos creen que son seis y otros que ocho. Yo, personalmente, creo que la mitad más uno de once es 7 porque no se puede dividir a un abogado por la mitad, pero sólo es mi opinión con las matemáticas que me enseñaron en la primaria. Los ministros tan estudiados en Harvard, a lo mejor opinan otra cosa. Y lo hicieron Ríos Farjat, Norma Piña y Laynez Potisek. Pero hay que decirlo. Los ministros golpistas perdieron. Ni las matemáticas los favorecieron. Aún así, no qusieron llamarle derrota. Dijo, dolido, Ortiz Mena que ya no se reía como en Harvard de todos nosotros: “Se desestiman los conceptos que plantearon las partes, por eso no es válido o inválido. Desestimar no es dar invalidez”. Lo sucedió el ponente, ese prohombre de las leyes y sus interpretaciones, Alcántara Carrancá quien dijo sin miedo a lo obtuso: “la reforma es válida sin necesidad de nuestro reconocimiento. El proyecto sólo proponía invalidar pero no reconocer la validez porque es válido”. Clarísimo, González Alcántara Carrancá. ¡Por ella brindo! ¡Déjenme llorar! En el mundo normal, cuando algo no es válido, pues es inválido, pero no en el mundo de estos jueces: sólo se desestima. No quisieron reconocer que la derrota de los partidos, de la Marea Rosa, del Junior Tóxico, de Xóchitl Gálvez, y de Piña les tocaba profundo en su corazón pétreo. Sólo hicieron un puchero y dijeron: se desestima, no porque sea válida o inváilda sino porque así duele menos. Visiblemente molesta, Norma Piña regañó a las ministras que ya se estaban despidiendo antes de que ella concluyera la sesión y tocara con su martillito para indicarlo. Estaba muy enojada porque la Constitución es la Constitución y no pudo hacer nada para hacerla pasar por un fantasma con la que ella y sus cinco ministros hablan por las noches y se mandan whattsapps.

Saliendo, Luis Aguilar Morales salió a agradecerles a los trabajadores huelguistas su apoyo. Se disculpó:  “Pero no se dieron las cosas. La verdad estamos triste porque tratamos de hacer más. No fue la suficiente. Son ustedes el alma del poder judicial y por tanto del México democrático e independiente”. Parecía futbolista al que no se le dieron los resultados. Quedaban atrás seis años de entorpecer al poder legislativo, de hacer desplantes en actos públicos, de querer estar por encima de los poderes electos. Quedaba atrás la huelga todo pagado de los trabajadores de los juzgados, los plantones que me hicieron perder tres citas de trabajo. Quedaba atrás la propia propuesta de Norma Piña, a destiempo, Quedaba atrás la propuesta de Alcántara Carrancá de que se eligieran unos y no otros. Quedaron a tras esos que dijeron que esa propuesta era un punto para negociar, cuando el tiempo de negociar había pasado en junio, en los foros a los que no quisieron asistir. Quedaba atrás todo el primer litigio del cambio de régimen en México. Quedaba, a fortunadamente, atrás. Pero no lo olvidaremos. El golpismo de medios, opinadores, jueces y ministros, queda ahí en juestra memoria colectiva, en aquellos meses en que quisieron suplantarnos porque nuestro voto quién sabe para qué lo dinos, nosotros los plebeyos, los que no deberíamos de hablar de derecho porque no somos doctores de Harvard. Atrás.

Fabrizio Mejía Madrid

Es escritor y periodista. Colabora en La Jornada y Aristégui Noticias. Ha publicado más de 20 libros entre los que se encuentran las novelas Disparos en la oscuridad, El rencor, Tequila DF, Un hombre de confianza, Esa luz que nos deslumbra, Vida digital, y Hombre al agua que recibió en 2004 el Premio Antonin Artaud.

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Octubre: La mejor cifra ocupacional

Utopía


 

Eduardo Ibarra Aguirre

 

Las fragmentadas oposiciones partidistas y sociales –no tanto las empresariales, mediáticas y religiosas– se dan de topes con la pared para asumir la nueva realidad del país a partir de la Cuarta Transformación y ahora con su segundo piso, prefieren ignorar o de plano tergiversar los datos y hechos más positivos a lo largo de casi seis años. Por supuesto que no sucede lo mismo con los desaciertos y omisiones y lo cual es natural, pues su tarea central es oponerse y proponer soluciones, alternativas.

Seguramente será la suerte que corra el significativo hecho de que en octubre de 2024, México alcanzó 22 millones 618 942 empleos, la cifra más grande desde que se comenzó a medir la ocupación laboral con la metodología actual, si nos atenemos al director del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoé Robledo, quien precisó que 9 millones de los puestos son ocupados por mujeres. En 2024 se crearon 595 000 empleos, de los cuales 55% los ocupan féminas. Esto es un logro de la presidenta Claudia Sheinbaum, aunque importa la dinámica de crecimiento que dejó el expresidente Andrés Manuel.

En la Mañanera del Pueblo, Zoé Alejandro desglosó el  panorama del empleo  y destacó que en 2018 el número de puestos de trabajo era de 20 millones 79 000. Con el crecimiento logrado, México tiene una de las tasas de desempleo más bajas de los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, con 2.9%, sólo superado por Japón. Mérito evidente de la política económica y laboral de López Obrador, pero no significa “casi pleno empleo” como lo llegó a enunciar.

Tan extraordinaria conquista laboral está asociada al rumbo de la economía nacional que tiene un valor total del producto interno bruto de 25.9 billones de pesos. Hay un incremento del 1% en términos reales respecto al segundo trimestre de 2023 y de 1.5% respecto al tercero. México está por encima de muchas de las proyecciones que se formularon y con el mejor crecimiento trimestral del PIB, desde finales de 2021. Y en la llamada aldea global ocupa el segundo lugar en crecimiento económico.

Naturalmente que nada es “de una vez por todas” en los procesos políticos, económicos y sociales; es preciso construir y acertar en forma diaria, porque con el uso y abuso de la frasecita se da margen a la confusión y a que se regateé los 22.6 millones de empleos debido a que una porción no son permanente, sino temporales; así es pero también son plazas laborales.

De acuerdo con lo informado por el chiapaneco de Tuxtla Gutiérrez, durante  el muy extrañado sexenio de AMLO, el Seguro Social dejó de percibir 120 000 millones de pesos por la subcontratación de millones de trabajadores que no fueron incorporados al IMSS y también porque estaban registrados con un salario inferior al que percibían. Esto era práctica ordinaria (¿o todavía es?) de muchos empleadores y no percibo que existan suficientes inspectores para abatir esta evasión que afecta no sólo a los trabajadores y sus familias, sobre todo a la hora de la jubilación y/o la pensión.

La enérgica voluntad política presidencial y la certera labor legislativa permitieron hacer frente a la subcontratación hasta prohibirla el sexenio pasado, lo que permitió que 3 millones de trabajadores que estaban contratados mediante este esquema irregular migraran hacia empleos formales en las empresas para las que laboraban. Y frente a la evasión patronal en términos salariales para pagar menos cuotas, resulta útil que los trabajadores puedan acceder a sus cotizaciones en el IMSS para dar seguimiento a su situación laboral.

Acuse de recibo

La ministra de la Suprema Corte, Ana Margarita Ríos Farjat, se aventó al ruedo mediático para justificar la corrupción en el Poder Judicial y defender su idea sobre la reforma judicial, que ya forma parte de la Constitución: “Las expectativas de que va a combatir la corrupción (…) vamos a dejar de ser humanos y de estar en el planeta Tierra, y lo digo muy respetuosamente; creo que nada en este planeta está alejado de ser susceptible a contaminación; al contrario, se abren espacios para mayores corrupciones, no previstas, no imaginadas; la reforma puede complicar las cosas y es poco responsable”… Hasta Mexicanos Contra la Corrupción, de Claudio X. González Guajardo, documentó en 2018 (“El poder familiar de la Federación”) el nepotismo imperante entre los jueces federales… Y a la que no dedicaron una sola palabra Leo Zuckermann y sus analistas de los lunes. ¿Tienen consigna de Televisa o forman parte del entramado de la corrupción de la dictadura mediática y los dueños de México?... Más de 10 000 personas participaron el domingo 3 en una peregrinación convocada por la diócesis de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, para celebrar los 100 años del nacimiento del obispo Samuel Ruiz García. El Tatic nació en Irapuato, Guanajuato, el 3 de noviembre de 1924, tuvo el cargo de obispo de San Cristóbal del 25 de enero de 1960 a mayo de 2000 y falleció el 24 enero de 2011.

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Columnas y opinión del periódico La Jornada miércoles 6 de noviembre 2024


Definitivo: los ciudadanos elegirán a sus jueces
Claudia podrá cumplir su promesa de campaña
Derrota de la corrupción y el nepotismo

Al final de la reunión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación quedaron claras tres situaciones: 1) los ciudadanos elegirán a sus jueces, magistrados y ministros; 2) la tan anunciada crisis constitucional en realidad es la crisis personal de ministros que van a perder poder y negocios y 3) la presidenta Claudia Sheinbaum podrá cumplir su promesa de campaña de realizar la reforma judicial. Siete ministros votaron a favor de invalidar una parte de la enmienda, pero necesitaban ocho votos. Es importante nombrarlos, porque son protagonistas de un episodio oscuro de la historia nacional: la presidenta Norma Piña, Luis María Aguilar, Jorge Pardo Rebolledo, Margarita Ríos Farjat, Javier Laynez Potisek, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Juan Luis González Alcántara. Los cuatro ministros que emitieron su voto a favor de la reforma, con base en que la Corte no tiene facultades para modificar el texto de la Carta Magna, son Lenia Batres, Yasmín Esquivel, Loretta Ortiz y Alberto Pérez Dayán. El voto de las señoras ministras se conocía de antemano, pero la sorpresa fue Pérez Dayán. Habrá que mencionar que la presidenta Sheinbaum, apenas cumplido un mes de su gestión, se ha anotado un triunfo importante. Mostró fe en sus principios, temple y paciencia.

Ministros en crisis de identidad
Los catedráticos de la Facultad de Derecho de la UNAM Mario de la Cueva (derecho constitucional), Jesús Reyes Heroles (teoría del Estado) e Ignacio Burgoa Orihuela (garantías y amparo) nos enseñaron a los estudiantes que tomamos clases con ellos en la década de los 70 que la Suprema Corte de Justicia no puede hacer cambios al texto de la Carta Magna, es una facultad exclusiva del Poder Legislativo. Alumno de alguno, o de los tres, fue el tantas veces citado por la presidenta Sheinbaum, Diego Valadés; pertenece a la generación ‘63. El libro que escribió el maestro Burgoa Orihuela titulado El Juicio de Amparo sigue siendo hoy un imprescindible para funcionarios, abogados y estudiantes… excepto para los ministros de la Suprema Corte que sufrieron una crisis de identidad y se sintieron legisladores. Si hubieran ido a la Facultad en aquellos tiempos, ¿los hubieran reprobado? No creo. Algo tan obvio debieron haber aprendido. Han actuado sospechosamente, tal vez defendiendo intereses sucios. Pero perdieron el caso. Quedaron exhibidos ante la opinión pública como defensores de la corrupción y el nepotismo.

Resisten moneda y reservas
La mayoría de los analistas financieros prevén que el dólar cerrará el año en 19.80 pesos. Es creíble, aunque se equivocan con frecuencia. Nuestra moneda ganó terreno ayer después de que se conoció la noticia de que un grupo de ministros de la Corte no pudo desvirtuar la reforma judicial. Por otro lado, las reservas del Banco de México, de acuerdo con el reporte de la semana anterior, se mantienen en 226 mil 24 millones de dólares.

Díselo a Claudia
Asunto: la consulta en el Issste de Ecatepec
Para ser atendido o agendar una consulta en la clínica del Issste de San Cristóbal, Ecatepec, se debe llegar antes de las 3 de la mañana a formarse. Uno puede tener el 4º o 5º lugar, y ya cuando se registra viene tocándole del 18 en adelante. ¿De dónde salieron?
Constantino López

Twitterati
No hay que olvidar que fue gracias a la postura del ministro Alberto Pérez Dayán, quien estuvo en contra del proyecto aberrante de Alcántara Carrancá, que el cartel de la toga de la @SCJN no se salió con la suya. Los otros siete son unos apátridas, violadores de nuestra Constitución, de la soberanía del pueblo, de nuestras instituciones democráticas, del estado de derecho. Y sí, merecen irse sin nada, merecen juicio político para que no se lleven sus pensiones millonarias, para que no vivan con lujos a costa del pueblo al que traicionaron.
@Monicao2712 (maestra de derecho)

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Norma Piña, ¿seguirá de presidenta?
Desgastada y autoexhibida
Tentativa de fraude numeral
Pérez Dayán, traidor
La ministra Norma Lucía Piña Hernández quedó ayer inhabilitada, cuando menos en términos políticos (es decir, operativos, de respetabilidad, por no hablar de ética), para seguir de presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal.

No a causa de la derrota sufrida en una sesión histórica, pues a fin de cuentas no alcanzar la victoria en una votación o competencia es un riesgo que se puede correr con prestancia, sin desdoro. Pero sí es desgastante el haber llevado con tal incapacidad la conducción de un episodio clave del proceso nacional en busca de mejoría institucional y, en particular, la exhibición de torpeza, imprecisión e incluso desmayada marrullería que fue mostrada a lo largo de la sesión plenaria de ayer.

Piña Hernández pareció ser descolocada por el giro de Alberto Pérez Dayán, que era considerado parte del bloque de ocho ministros que se suponía votarían a favor del proyecto político, no principalmente jurídico, de Juan Luis González Alcántara Carrancá, con el cual se pretendía acotar la reforma judicial desde la Corte, sacrificando a los ministros (que así mantendrían sus jugosos haberes de retiro), pero conservando la amplia estructura de segundo y tercer niveles, constituida por jueces y magistrados. Una negociación, abiertamente proponía el ministro GonzAlCa.

Todo cambió a partir del posicionamiento de Pérez Dayán, pues sin ese voto no se conseguiría la mayoría calificada (dos terceras partes de las decisiones expresadas), que buscaría modificar la reforma constitucional en mención. Pero la ministra presidenta, de bromeliáceo apellido, trató de tener otros datos, intentó habilitar una maroma aritmética aberrante, la cual esbozó con imprecisión para mandar la sesión a receso gastronómicopolítico (¿habrán pedido tacos al pastor, en aras de rapidez, pero… sin piña?) en busca de ajustar la trampa: que seis votos pudieran hacer, como mayoría simple, lo que siete no habrían alcanzado como mayoría calificada (dado que a los ocho originalmente necesitados se debía descontar al escindido Pérez Dayán).

La machincuepa numeral intentada por Piña no fue acompañada ni siquiera por el ministro GonzAlCa, pues es evidente que una mayoría calificada de seis votos corresponde a la futura integración de la Corte, con nueve miembros y no 11, como sucede actualmente. Con tal tentativa de marometa la ministra presidenta terminó de confirmarse como promotora y buscadora de tretas de baja estofa.

Al cierre tan apresurado de la muy importante plenaria, derrotados los ocho hasta entonces dominantes (incluso Pérez Dayán, el villano o traidor, a ojos de quienes antes lo apoyaban), se produjo una escena significativa, pues parte de los asistentes comenzaron a despedirse antes de que Piña Hernández diera por terminada la sesión, con ella tratando de imponer un orden protocolario que parecía ya a esas alturas lo menos importante.

Antes, en un momento no sólo anecdótico, la ministra Lenia Batres había expresado (wow, wow, wow) al escuchar el planteamiento piñal de que con seis votos se podría invalidar parcialmente la reforma judicial que no había podido ser tocada con siete. Es probable que en delante le sea difícil a la ministra Piña mantener respeto y autoridad para conducir sesiones y para seguir presidiendo una Corte que se le fue de las manos.

En otro escenario del supermartes de las definiciones, la elección presidencial estadunidense se mantenía, a la hora de cerrar esta columna, en el terreno del procesamiento oficial y del subibaja de versiones sobre avances o retrocesos de Kamala Harris y Donald Trump. Ya se verán los números y los significados de lo vivido esta noche electoral en el vecino país, además de las consecuencias prácticas en la política mundial y, desde luego, en el caso mexicano, particularmente en los temas de crimen organizado y migración. ¡Hasta mañana!

X: @julioastillero, Facebook: Julio Astillerojuliohdz@jornada.com.mx

Más allá de las polémicas elecciones de EU
¡76 días de ominoso suspenso!
Los polémicos encuestadores en general y, en Estados Unidos en particular, cada día atinan menos a los resultados cuando también existen idiosincráticas cuan interesadas hermenéuticas locales.

En Israel, Netanyahu, cercano a Trump, apuesta al triunfo del republicano al despedir el mismo día de la elección en Estados Unidos, a su ministro de defensa Yoav Gallant, gran alia-do de la dupla Kamala/Biden (bit.ly/3NSPwRx).

Tanto en Israel como en su omnipotente diáspora en Estados Unidos se trasluce la colisión de dos bloques con sus antagónicas cosmogonías: por un lado, George Soros, de 94 años, y su muy agitado hijo Alexander (39 años) –presuntos controladores de Obama, los Clinton y Nancy Pelosi– apoyando a Kamala, esposa del jázaro (bit.ly/3QqemJr) Doug Emhoff, abogado de Hollywood, y, por otro lado, Netanyahu, sumado de Elon Musk, apuntalando al petrolero Trump, quien ostenta dos yernos a seguir: el especulador inmobiliario Jared Kushner y el libanés Michael Boulos, casado con Tiffany, quien ahora brilló más que Ivanka, su media hermana ausente.

Elon Musk ha tildado a George Soros de “misántropo (cnn.it/48EwDLz)”.

En Europa, Annalena Baerbock, la des-pistada ministra de relaciones exteriores de Alemania –cuyo novato partido Verde no entendió el diferimiento generacional de la agenda verde –acudió a Kiev a instruir al comediante jázaro Zelensky que llegó su tiempo de despedida (bit.ly/4hyimnL)– sin contar el colapso del gabinete de coalición del canciller Olaf Scholz, quien parece cederle la batuta del Partido Social Demócrata al ex canciller Gerhard Schröder, aliado de Putin.

Cada quien lee y se anticipa a los resulta-dos oficiales de la crucial elección, donde se haignorado la dinámica del resultado en el Congreso, tan determinante para la gobernabilidadde cualquier ungid@ en las urnas electorales para unos y en las urnas funerarias para otros.

Las cada vez menos creíbles encuestas en Estados Unidos aseveran que el Senado será descolgado por los republicanos, mientras en la Cámara de Representantes existe un empate técnico: el epílogo de ambos casos alentará la imperativa gobernabilidad del controvertido sistema plutocrático, o su ingobernabilidad, dependiendo de los escenarios presidencial y legislativo.

La clave de la elección será cuádruple: desenlaces en la Presidencia, Senado y Cámara de Representantes y su (in)gobernabilidad subsecuente, que será epitomizada por la aceptación de triunfos y derrotas de los contrincantes.

María Zakharova, portavoz de la cancillería rusa, señala puntualmente que lo que está en juego es la monstruosa crisis de la seudodemocracia en Estados Unidos que se ha vuelto antípoda de sí misma, profundizando las divisiones sociales (bit.ly/48EQgTC).

Lo más transcendental subyace en la crisis consubstancial al sistema estadunidense, que es mucho más profunda de lo que dejan ver las querellas en su punta de iceberg cuando faltan “76 días peligrosos entre la elección y la toma de posesión (bit.ly/3CfEoLY)”, según aduce Brian Michael Jenkins, prominente consejero del presidente del think tank RAND Corp –ONG financiada por el Pentágono–, quien recientemente publicó su reporte Abordando la amenaza de la violencia política en Estados Unidos (bit.ly/4hz9wGq).

El planteamiento de Jenkins suena lúgubre, pero algo ha de saber en el seno del Pentágono cuando comenta que se puede escenificar violencia electoral a partir del día de la elección hasta el ritual de unción, el 20 de enero: ¡76 días agonizantes! Abundarán sospechas de fraude, rumores y fake news, que serán azuzados por agentes de gobiernos foráneos (sic) que intentan fomentar discordia y caos.

Pensilvania, que cuenta con preciados 19 votos electorales,es gobernada por el jázaro Joshua David Shapiro, quien fue “voluntario (sic) en el ejército israelí (bit.ly/4fcaqqB)” y es el gran aliado de George Soros.

Desde ayer por la tarde, Trump denunció fraude masivo en Filadelfia (la ciudad más poblada de Pensilvania; bit.ly/4fBI6h5).

Esto apenas empieza. Ya pasó un día estrujante. Faltan otros 75 de suspenso.

http://alfredojalife.com, Facebook: AlfredoJalife

SCJN: ¿cuánto por su retiro?
Dignidad multimillonaria
Todo pagado por los mexicanos
¿Cuánto pagarán los mexicanos por las renuncias adelantadas que el pasado 30 de octubre, por dignidad, presentaron ocho ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación? (SCJN) Cerca de 32 millones de pesos anuales (64 millones en el primer bienio) y 25.5 millones a partir del tercer año de retiro, y alrededor de 2.4 millones adicionales anuales por cada uno de ellos por una serie de beneficios que tienen garantizados. Este último concepto implica una erogación de 19.2 millones de pesos cada 12 meses.

Quiéranlo o no, los mexicanos pagarán esa voluminosa cantidad para que los dignos ministros vivan cómodamente y a plenitud, a pesar de tratarse de un grupo de togados que intentó convertirse en poder político, no judicial, violentó la decisión popular y se convirtió en grupo de choque para defender los intereses de la oligarquía.

En promedio, cada uno de los dignos renunciantes (según ellos mismos) se embolsará 4 millones de pesos anuales (en el primer bienio) por concepto de retiro y 3 millones 187 mil 500 pesos a partir del tercer año, de acuerdo con lo que ellos mismos aprobaron (100 por ciento de su último ingreso durante los dos primeros años y 80 por ciento de éste a partir del tercero).

A ello se suma que cada uno de ellos recibirá 2.4 millones anuales por beneficios por una labor que ya no realizarán, toda vez que decidieron retirarse de forma adelantada. Entre ellos se cuentan vehículo blindado (renovable cada cinco años), chofer, apoyo para gasolina, seguridad personal (mínimo dos elementos) y ayudante personal (secretario particular).

El paquete de retiro de los ocho ministros tiene una estructura semejante al que durante su estancia en Los Pinos armó y aprobó Miguel de la Madrid para autorizar jugosas pensiones para los ex presidentes, siendo él mismo, por una mera casualidad, el primero en gozar de esas mieles. Con ese criterio (por llamarle de alguna manera), los integrantes de la SCJN se subieron al carro de los beneficios a los que creen tener derecho.

La Jornada publicó la detallada información que se cita, y especifica que los vehículos blindados que utilizan cada uno de los ministros tiene una vida útil de cinco años, por lo que cada lustro será necesario un gasto de 4 millones 200 mil pesos para su renovación, es decir, una erogación de 33 millones 600 mil pesos cada cinco años para que los retirados con dignidad viajen cómodamente.

Además, refiere La Jornada, es necesario manifestar que en la SCJN existe un área dedicada específicamente a brindar atención logística y administrativa a ministros en activo y en retiro, la cual implica una erogación de recursos importante para el erario, pues está conformada por varios trabajadores.

Luis María Aguilar Morales, defensor de evasores fiscales entre otras gracias, recibirá cerca de 5 millones de pesos anuales durante el primer bienio de retiro y 4.3 millones a partir del tercero, más sus 2.4 millones anuales por beneficios y apoyos, es decir, 7.4 millones en total en los primeros dos años y casi 6. 7 millones cada 12 meses a partir del tercer año. Este inenarrable personaje también renunció por adelantado, aunque su periodo como ministro concluye el próximo día 30.

Norma Piña, quien dice ser presidenta de la SCJN y del Consejo de la Judicatura Federal, en el primer bienio de retiro se embolsará 4 millones 427 mil pesos anuales y a partir del tercero 3 millones 821 pesos (más los citados 2.4 millones cada 12 meses) para que viva dignamente, como cada uno de los retirados califican este saqueo. Eso costará a los mexicanos la dignidad de la pandilla de los ocho.

Por cierto, ayer la presidenta Sheinbaum recordó un estudio publicado en 2018 por Mexicanos contra la Corrupción (en ese momento presidido por Claudito El tóxico), titulado El poder familiar de la Federación (que entregó al Consejo de la Judicatura y a los ministros de la SCJN), en el que desnuda, señala la mandataria, “el nepotismo imperante en el Poder Judicial de la Federación: al menos 500 jueces y magistrados de todo el país tienen trabajando en tribunales y juzgados a esposas, hijos, papás, sobrinos, tíos, cuñados y hasta suegras. Estas ‘redes clientelares’ se extienden a más de 7 mil servidores públicos de 31 circuitos que también tienen familiares en la nómina”, con lo que desvirtúan facultad constitucional. Pero ayer el júnior apoyó a quienes seis años atrás desnudó.

Las rebanadas del pastel

Buena relación con quien resulte ganador de la elección presidencial en Estados Unidos, dice la presidenta Sheinbaum.

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Por Muertos
Para donde va la vida, / para allá quisiera ir, / pero me toca morir. // Vaya la vida sin mí / a do su deber la lleve. / Yo debo quedarme aquí, / en este silencio leve. / De limón quiero mi nieve / pero no se va a poder. / Es mucho y otro el quehacer / al que debo dedicarme. / Moriré, sin un adarme / de dolor. No hay más que hacer. // Para donde va la vida, / para allá quisiera ir, / pero me toca morir. // Si no he cumplido, ya estuvo, / ya me debo retirar. / Una ilusión me entretuvo / y he perdido mi lugar. / No soy ni cielo ni mar, / no soy ni arena de río, / todo es ajeno, no mío, / y a otra cosa, mariposa. / Sobre mi tumba una rosa / arderá, en eso confío. // Para donde va la vida, / para allá quisiera ir, / pero me toca morir. // Me despido, ni contento / ni disgustado conmigo, / de vivir hice el intento / y ya para qué le sigo. / A mis amigos les digo / que fracasé, pero a orgullo / lo tengo. Vida, soy tuyo / aunque me toque morir. / Muerto, vivo he de seguir, / porque por ti me destruyo. // Para donde va la vida, / para allá quisiera ir, / pero me tocó morir.

Calavera:

Detente, Muerte, en la puerta, / no entres hasta mi aposento. / Vienes hambrienta, presiento, / de almas… Aquí estoy alerta. / Cuidaré que, aunque tú experta / en levantones siniestros, / no me lleves. Que estos diestros / versos sirvan de conjuro / contra ti –no lo aseguro–, / contra tus golpes maestros. // Calaca, detente, para, / engarróteseme ahí, / ya sé que vienes por mí, / mas la versada me ampara. / Como ves, te doy la cara, / no te me escondo, calaca. / Calaca siquirisiaca, / te espero para decirte / que hoy sin mí habrás de irte, / así te cause resaca. // Me tiras el agarrón / y yo presto me retiro. / Todavía soy gallo giro / no obstante el de años montón / que me cargo. El espolón / afilado bien lo tengo… / Pero es más, ni te convengo, / búscate otro a quien marear, / yo aquí estoy a todo dar. / Ni para qué te entretengo. // Dioquis no vengo, me dice, / vine por ti, ¿cómo pues / irme sin presa? Al revés: / avise el golpe o no avise / se ha de dar tal como quise / y quiere mi voluntad. / Ay, Ricardo, la verdad, / la maldad ya te la hice. // Requiescat in pace, escucho, / descanse en paz el que tanto / alborotó con su espanto / –que negó y bastante, mucho– / por más que se puso trucho. / Adiós, Ricardo, ¿ya viste? / En fiambre te convertiste. / ¿No oyes ya las golondrinas? / Un cortejo de catrinas / te acompaña, y bien, ya fuiste.

George Harrison está aquí ahora
Inmediatamente después de que El Sueño Terminó y cuando cada Beatle tomaba su camino, George Harrison protagonizó tres hechos: en 1970 –año de la disolución del cuarteto– publicó el disco All Things Must Pass; en agosto del 71 organizó El Concierto para Bangladesh y en 1973 apareció Living in the Material World, elepé que en el surco dos de la cara B contenía Be here Now. Este 2024 y como parte del 50 aniversario de Living in the Material World ha sido remezclado y editado en diversos formatos físicos y digitales y en una llamada Super Deluxe edition Box set. De este lanzamiento, el primer sencillo fue una versión acústica de Give Me love ( Give Me Peace On Earth), y ahora, ha sido elegida la emotiva Be Here Now, canción que transporta a la onda mística y placenteramente circular creada por George en plena época convulsa, como fueron los inicios de los años setenta. El Harrison inmarcesible dejó una versión de Be Here Now con un arreglo simple pero pródigo en matices sonoros ahora enriquecidos, bajo la supervisión de Olivia y Dhani, con los recursos tecnológicos actuales. Este trabajo del autor de Something no es sólo para sus seguidores, también es para quien busca rescatar historial musical y letrística del rock del siglo pasado. George canta: Una mente que quiere vagar / a la vuelta de una esquina / es una mente poco sabia / Ahora, es, estar aquí ahora: https://youtu.be/ oSYmD6kHdKo?si=LsUIA95w8jw LR1os

El Haragán y Cía en el Vive Latino

Con un historial de más de 35 años permeados por el rock y vivencias alrededor de este ritmo Luis Álvarez, líder de Haragán y Cía, regresa al Festival Vive Latino. El grupo será el único representante del rocanrol generado en el barrio. Y no es casual su presencia, porque Luis ha sabido capturar, nítidamente con palabras y sonidos, cuadros citadinos desde su primer disco, Valedores juveniles. Y han quedado como testimoniales canciones como Él no lo mató, Mi muñequita sintética y otras más. Esta presentación en el Vive es una más de Haragán. Luis recuerda: un momento importante me sucedió en un Vive Latino (2018). Estaban, imagínate, Gorillas y en otro escenario Cartel de Santa en el cierre; qué reto me pusieron, tenía miedo, pánico escénico. ¿Cómo me ponían con ellos? Me deprimí. Por fortuna nos fue bien: tuvimos lleno total, la gente fue fiel a Haragán, no nos dejó. Fue inolvidable. O sea, Haragán y Cía, la hará chida donde lo pongan.

PD: El pasado sábado 2 de noviembre se montó en el Tianguis del Chopo; una ofrenda dedicada a los 44 integrantes del Tianguis del Chopo fallecidos. Faltaron los consuetudinarios asistentes al Chopo: periodistas: Víctor Manuel Alatorre, Paco Zamudio, Ricardo Hernández; jornaleros: Manuel Ahumada, Félix Carapia y Arturo Cruz; músicos: Lalo Tex, Arturo Huizar, Pablo Cáncer, Charlie Monttana; chavas: Rita Guerrero, Maru Enríquez y Ángela Martínez; banda chida: Paco Pérez, Pillo Cano, Jorge Díaz, Bernardo Flores, Juan Heladio, Muni y Aurelio. Y mis extrañados Paco, Bruno y Angelina. Luminoso viaje a Mictlán a todos. Salú.

EDITORIAL
Ayer fracasó el intento de una mayoría de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de crear una ruptura constitucional invalidando partes de la reforma al Poder Judicial promulgada el pasado 15 de septiembre. Al no reunir los votos de ocho de los 11 integrantes del máximo tribunal, se desechó el proyecto de Juan Luis González Alcántara Carrancá para admitir las controversias constitucionales impulsadas por el PRI, el PAN, MC, la minoría opositora del Congreso de Zacatecas y un partido local de Coahuila, por lo que llegó a su punto final la aventura golpista emprendida por el propio González, la ministra presidenta, Norma Lucía Piña Hernández, Javier Laynez Potisek, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Margarita Ríos Farjat, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Luis María Aguilar Morales y, hasta el último momento, Alberto Pérez Dayán.

La decisión de Pérez Dayán de respetar la ley –sin por ello abandonar su rechazo a la reforma ni ocultar su deseo de que otras instancias anulen la voluntad popular– dejó desencajada a Piña Hernández y la llevó a cometer una postrera tentativa de violación de las reglas: al darse cuenta de que el bloque conservador había perdido la mayoría calificada de ocho ministros, propuso bajar el umbral a sólo seis, pese a que hace apenas un mes el pleno del máximo tribunal había confirmado la primera cifra.

Aunque con este desenlace concluye uno de los procesos más vergonzosos e inquietantes en la historia política y jurídica de México, es imprescindible conservar en la memoria los atropellos y despropósitos perpetrados por los ministros referidos, así como por miles de jueces y magistrados, a fin de que la ciudadanía sea consciente de hasta qué punto era impostergable la reforma a la Judicatura promovida por el ex presidente Andrés Manuel López Obrador. En defensa de su ideología, de sus adscripciones políticas y de sus intereses personales, buena parte del Poder Judicial se embarcó en una ruta de despropósitos que le hizo perder en el transcurso de unas semanas su ya lastimada legitimidad. Aunque la Ley de Amparo especifica que este mecanismo no puede usarse para suspender reformas constitucionales, los togados los otorgaron a un ritmo frenético. Y aunque nunca se habían aceptado a trámite controversias constitucionales presentadas por partidos políticos, esta vez se hicieron verdaderas maromas jurídicas para admitirlas. Todos los ministros sabían perfectamente que no pueden revisar la constitucionalidad de la Constitución, pero siete de ellos estuvieron dispuestos a hacerlo. La ministra presidenta fue más allá al amedrentar a los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para que mantuvieran al frente de dicho órgano a un personaje de largo pasado panista.

En suma, la sesión pública celebrada ayer por la Suprema Corte nunca debió haber tenido lugar y, afortunadamente para México, su único efecto fue consagrar el hundimiento moral de González, Piña, Laynez, Gutiérrez, Farjat, Pardo y Aguilar. De manera paradójica, la ministra presidenta abrió la discusión afirmando cualquiera que sea la decisión a la que arribemos, será retomada por los libros de historia de nuestro país, en lo cual no se equivocó: ella y seis de sus colegas ya están inscritos en el registro de los prevaricadores, traficantes de influencias y defraudadores de la democracia. En contraste, se reconocerá el apego irrestricto a la Constitución de las ministras Lenia Batres Guadarrama, Loretta Ortiz Ahlf y Yasmín Esquivel Mossa, así como la rectificación –aunque fuera tardía y a regañadientes– de Pérez Dayán.

El orden constitucional, la división de poderes y la voluntad popular han triunfado. La sociedad mexicana puede congratularse por ello, pero debe permanecer atenta e informada para asumir la gran responsabilidad que tendrá en sus manos al elegir a los juzgadores el año entrante. El país tiene ante sí una oportunidad inapreciable para lograr un Poder Judicial verdaderamente justo.

Trump, de nuevo

De acuerdo con las últimas proyecciones conocidas al cierre de esta edición, el candidato republicano, Donald Trump, se enfilaba claramente al triunfo en la elección presidencial celebrada ayer en Estados Unidos, en tanto que su partido llevaba ventaja en el número de senadores, representantes y gobernadores a elegir. El vuelco del electorado hacia la derecha implicaría incluso que, en la muy imperfecta democracia estadunidense –en la que la ciudadanía vota por electores que a su vez elegirán al titular del Ejecutivo–, el magnate derrotaría a su rival demócrata, Kamala Harris, incluso en el terreno del llamado voto popular, lo que representaría un hito, dado que tanto Trump como el republicano que lo antecedió en la presidencia, George W. Bush, llegaron a ella a pesar de haber obtenido menos votos ciudadanos que sus adversarios.

De confirmarse, este resultado deberá ser interpretado, en primer lugar, como un voto de castigo a la administración de Joe Biden –en el que Harris ha fungido de vicepresidenta– por defraudar las expectativas que la sociedad progresista del país vecino depositó en ella. Debe recordarse que en el país más rico del mundo, la pobreza alcanza niveles escandalosos; que la globalidad neoliberal ha devastado las regiones industriales –como las de Wisconsin y Michigan, que en la elección anterior se inclinaron por Biden y esta vez se volcaron hacia el aspirante republicano–; que las desigualdades se han incrementado en forma sostenida en las décadas recientes, tanto con gobiernos republicanos como demócratas, y que la mayor parte de la riqueza generada en el país se ha quedado concentrada en un puñado de corporaciones.

Ante este saldo de desastre, el discurso trumpiano ha prometido el regreso a un pasado mítico, nebuloso y, en buena medida, inexistente, de prosperidad, lo que le permitió ganar para su causa a importantes núcleos obreros y agrarios, e incluso a grandes filones de las comunidades negra y latina, que hasta hace ocho años votaban de manera abrumadora a favor de los demócratas. A lo que puede verse, la fabricación de enemigos y de amenazas por parte de Trump –la maniobra discursiva de depositar en chinos, mexicanos o europeos la responsabilidad de los problemas generados por la propia configuración de la sociedad, la institucionalidad y el poder político estadunidense– surtió efecto.

En contraste, Kamala Harris cometió un error elemental: en un entorno polarizado apostó por ubicarse en la moderación de un centro político prácticamente extinto. En lugar de comprometerse con las mujeres, las minorías étnicas, las comunidades migrantes y los sectores depauperados del país, pretendió erigirse en defensora de una democracia desacreditada, meramente formal y desprovista de contenidos sociales.

Para la sociedad estadunidense la inminente victoria de Trump es una tragedia, porque son nulas las posibilidades de que un segundo gobierno suyo aporte mejoría a las mayorías y a los marginados a los que engatusó con su retórica beligerante y bravucona. Estará por verse en qué medida logra concretar sus estridentes amenazas hacia el resto del mundo, México incluido. Aunque, a juzgar por antecedentes –es decir, por su primera presidencia–, tal eventualidad es más bien remota. Porque, con todo y su verborrea de campaña, hostil y ominosa, el republicano restó a la política exterior de la Casa Blanca mucho del belicismo que le imprimió su antecesor demócrata.

Réplica a nota sobre entrega de viviendas
Acerca de la publicación del pasado lunes en la sección Capital sobre la entrega de departamentos del Invi, yo, Juan Leonardo Martínez, le manifiesto que soy representante de tal proyecto, el cual Jesús Miranda Barrera vendió a Finesa Construcciones SA DE CV el 24 de noviembre de 2011 ante el notario número 57 de esta ciudad, con la escritura 10914. Pasados seis años, dicha empresa firmó con el Invi un fideicomiso el 20 de junio de 2017, con escritura 25622. Hoy la obra se encuentra con un avance de 98 por ciento gracias al apoyo solidario de Grupo Constructor y Consultor DIC; el 18 de abril de 2023 se firmó la conciliación de obra. Por todo lo anterior, le manifiesto que le fue negado un amparo al quejoso con número 1409/2021, donde dice: acto reclamado oscuro e impreciso, para lo cual, quien me alude en sus galimatías, sólo busca evadir la responsabilidad contraída con el Invi, intentando no pagar lo que las propias reglas de operación marcan y obligan a cada beneficiario que está por recibir su vivienda.
Juan Leonardo Martínez

Respuesta del reportero
Además de Jesús Miranda Barrera, son al menos nueve personas más las que denuncian que Juan Leonardo Martínez condiciona la entrega de las llaves de sus departamentos a cambio de pagos por conceptos como excedente de obra, dado que los departamentos rebasaron entre 3.35 y 5.97 la medida de 47 metros cuadrados finan-ciados por el organismo, pero aseguran que el monto reclamado es discrecional y excesivo y mostraron dos escritos con propuestas distintas de pago, uno por 147 mil 323.38 pesos de un departamento de 52.97 metros cuadrados y otro por 93 mil 38.83 pesos. A esto suma presuntos adeudos de cooperaciones y gastos de representación que elevan el cobro a 200 mil.
Ángel Bolaños Sánchez, reportero

Décima
Que si Harris, que si Tron
hay quien está preocupado,
por saber el resultado,
de la gringa votación.
Finalmente en la elección,
de nosotros, nadie gana.
Lo sabremos ya, mañana.
Pa’ qué le piensan, en serio,
el imperio es el imperio.
¡¡Lo mismo es Chana que Juana!!
Raymundo Reyes Ángeles

Invitaciones
La Reforma Fiscal en México
Invitamos a la Conferencia-Debate con el tema La Reforma Fiscal en México, con el economista Alejandro López Bolaños, el sábado 9 de noviembre del 2024, a las 11 horas, en el Parque del Mestizaje, ubicado en avenida Insurgentes Norte, esquina Cantera, colonia Santa Isabel Tola - cerca Metro Indios Verdes- Alcaldía Gustavo A Madero.
Gabriela Hernández, Ignacio Monsalvo, Consuelo Flores y Federico García Valdez

Presentación editorial
Nadie puede ser amigo de todos. Testimonios de un revolucionario. Editorial Plaza y Valdés, de Gilberto López y Rivas. Presentan: Delia Salazar Anaya | DEH, INAH; Alejandro de la Torre Hernández | DEH, INAH; Miguel Orduña Carson | FFy L, UNAM.
Modera: Edgar Omar Gutiérrez López | DEH, INAH.
Jueves 7 de noviembre a las 12 horas, en la Dirección de Estudios Históricos del INAH, ubicada en Allende 171, Centro Tlalpan, Ciudad de México.Transmisión por el canal de YouTube de INAH TV https://www.youtube.com/inahtv

Invitan a escuchar El otoño del patriarca
Llegaron a Colombia los 135 lectores de: El otoño del patriarca, de Gabriel García Márquez. Transmisión de lunes a viernes a través de: Radio UNAL, emisora de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá, Medellín y en La Red: https://radio.unal.edu.co/ Escúchenos en dos horarios: 08:55 horas y 20:55 horas, (horario de México) 

Protesta por la represión contra activistas nigerianos
El régimen de Bola Tinubu en Nigeria ha reprimido brutalmente a quienes protestan contra las medidas hambreadoras impuestas por el FMI y el Banco Mundial, dejando decenas de muertos y miles de detenidos. Once de ellos enfrentan cargos de traición y una posible pena de muerte. Los juicios comienzan el 8 de noviembre. Convocamos a una protesta en la Embajada de Nigeria, Sierra Gorda 145, colonia Lomas de Chapultepec, el 8 de noviembre a las 13 horas. Abajo los cargos contra todos los activistas nigerianos.

Grupo Espartaquista de México, Núcleo Trotskista Internacionalista, Movimiento de Trabajadores Socialistas, Pan y Rosas, Agrupación Juvenil Anticapitalista. José Ángel Briseño Morales. 

Las elecciones estadunidenses han sido muy polarizadas. Las casas encuestadoras no dan ganador a nadie. Por tanto, hasta anoche imperaba la incertidumbre. Los proyectos de país de cada candidato son muy distintos. Impera la polarización que puede desbordarse o terminar en tribunales. La pregunta que me hice anoche es si el voto religioso puede jugar un papel decisivo en la elección. EU es el país más religioso de Occidente. Más de 60 por ciento se declara cristiano, pero hay una tendencia secularizante de jóvenes que se dicen sin religión y sin creencias.

En este contexto precario, ¿las tendencias religiosas del voto ayudarían a comprender mejor el comportamiento final de los votantes? La variable religiosa, que los sociólogos integran como factor de identificación partidista, ¿podría ser un indicador seguro?

El prestigioso Pew Research Center asevera que las intenciones de voto de los grupos religiosos nos ayudarán a definir al ganador de esta contienda. Los politólogos estadunidenses están divididos frente al alcance e impacto del factor religioso en los comicios.

Existe una clara división entre los votantes: un bloque republicano de votantes blancos, cristianos evangélicos y católicos. Por otro lado, una argamasa de votantes demócratas, compuesta por cristianos, católicos latinos, votantes étnicos, no cristianos, pero también sin religión.

La división religiosa es también política e ideológica. Los protestantes y católicos blancos son la población adinerada en EU. La clase media, urbana y con mayor escolaridad estará con Kamala Harris.

El ascenso de los llamados sin religión ha aumentado notoriamente y replantea el mapa político religioso del país. Algunos llaman, la irrupción de un nuevo eje ideológico que atraviesa todas las confesiones. Así como entre los progresistas y conservadores. Esta nueva configuración incide la práctica religiosa, es decir, la asistencia a los servicios religiosos es un buen indicador. Los asistentes más frecuentes a los servicios religiosos votan por los republicanos, mientras los practicantes más ocasionales o de plano inasistentes, muy probablemente votarán por demócratas. A este fenómeno cultural le llaman algunos observadores la brecha de Dios ( God gap).

La relevancia del voto religioso viene desde los años 80 bajo la era de Ronald Reagan. Es el resultado del momento político internacional marcado por líderes conservadores como Margaret Thatcher y el papa Juan Pablo II, así como el progresivo derrumbamiento del bloque socialista. Las iglesias se politizan y determinan casi en bloque el voto de sus fieles.

El Partido Republicano desde los 80, y Donald Trump desde su entrada en política, no escatimó esfuerzos para crear bloque republicanos cristianos. Parece haberse transformado en el partido de Dios. El Dios estadunidense. Los republicanos ahora parecen ser restauracionistas, al afirmar que las instituciones y sociedades de ese país son originalmente de carácter cristiano. Se ha creado una nebulosa política religiosa. Los republicanos han creado una heterogénea red de organizaciones, grupos de presión y empresarios religiosos. La derecha, los fundamentalistas y la ultraderecha hermanan objetivos y recursos.

El aborto en la disputa presidencial. ¿Qué pasa con el aborto? En junio de 2022, la Corte Suprema de EU anuló el derecho constitucional al aborto, conocido como el fallo Roe vs Wade, dejando la decisión en manos de cada entidad. Como resultado, 14 de los 50 estados de EU prohibieron el aborto en todas las etapas del embarazo con muy pocas excepciones. Cuatro lo han prohibido después de aproximadamente seis semanas de embarazo.

La prohibición se basa en la creencia religiosa alimentada por iglesias conservadoras de que la vida humana comienza en el momento de la concepción y que los niños no nacidos tienen derecho a la vida. Aunque el nuevo fallo fue celebrado por muchos republicanos y conservadores cristianos que querían prohibir el aborto en el país, las encuestas muestran que la mayoría de los estadunidenses en realidad apoyan el acceso al aborto. Harris ha expresado su firme apoyo al derecho al aborto en todo el país, mientras Trump ha reculado en el tema reclamando que se les ha pasado la mano. El poderoso bloque de cristianos republicanos empieza, electoralmente, a resquebrajarse.

De ganar Trump en esta elección se extenderá un manto conservador en todo el mundo, en especial en América Latina. Es preocupante que el concepto de supremacismo blanco se puede presentar como una ideología política o una religión. La supremacía de la raza blanca es un conjunto de dogmas que sustentan a las personas blancas como superiores a todas las otras razas y etnias. EU, el país elegido por Dios a expandir una noción del cristianismo y de la palabra de Dios. Por tanto, tienen el derecho del dominio político, económico, racial y religioso. Dicha supremacía blanca combate a otras etnias como los afroestadunidenses, latinos y judíos.

En EU, dicha hegemonía blanca la encontramos desde los orígenes de la nación al justificar la extinción de los grupos originarios y amparar la esclavitud. Pese a los históricos movimientos por la igualdad y defensa de los derechos humanos de las minorías, el supremacismo persiste en el sustrato de un país marcado por las continuas olas migratorias de todo el mundo. Un importante repunte de la preponderancia racial blanca se mostró en las elecciones de 2016 con el advenimiento de la administración Trump.

Para América Latina, el eventual triunfo de Trump sería un verdadero invierno, un desastre bajo una capa oscura de regresiones.

El 6 de noviembre de 1911, Francisco I. Madero tomó posesión como presidente de la República. Ese día comenzó el primer gobierno democrático del siglo XX mexicano. Madero había arrasado en la elección presidencial, con más de 99 por ciento de los votos. Era el líder de una revolución popular triunfante que en seis meses había terminado con la dictadura de Porfirio Díaz. El país veía con esperanza a un gobierno que resolvería los problemas que afectaban a la mayoría de la sociedad, sumida en la pobreza, la marginación y la falta de libertades.

Ese día después de rendir protesta como presidente, Madero expresó: “Mi gobierno principia bajo augurios favorables, pues el pueblo mexicano ha dado pruebas de su gran capacidad para ejercer sus derechos políticos y gobernarse por sí mismo. La casi unidad de votos con que me ha honrado ese mismo pueblo para el alto puesto de presidente de la República me hace concebir la esperanza de que para llevar a cabo la ardua tarea que me ha sido confiada, contaré con la energía de todos los buenos mexicanos… Esta circunstancia me permitirá gobernar sin ningún género de compromisos y atento única y exclusivamente a vigilar que la voluntad del pueblo se respete y procurar la prosperidad y el engrandecimiento de nuestra patria”.

El gobierno de Madero respetó a los poderes Legislativo y Judicial, a los gobiernos estatales y municipales. Permitió una absoluta libertad de expresión. No podía traicionar sus principios, a pesar de que el Congreso federal era totalmente porfirista y que los periódicos y revistas, casi todos, eran contrarios a su causa. Estaba convencido de que había llegado la hora de instaurar la democracia, de que el pueblo podría elegir libremente a sus gobernantes y que éstos se encargarían de hacer las reformas que el país necesitaba para desarrollarse y resolver las demandas agrarias, laborales y educativas de la mayoría de la población. Madero atendería esas demandas, buscando resolverlas dentro de la ley y las instituciones. Su responsabilidad era garantizar elecciones libres y equitativas. El pueblo elegiría a los diputados y senadores federales, a los gobernadores y diputados de los estados y a los magistrados. Madero respetaría a esas autoridades y se coordinaría con ellas. Enviaría al Congreso las reformas que considerara necesarias, buscaría convencer a los legisladores y respetaría la decisión de ese poder soberano. No iría más allá de las facultades que le permitía la Constitución.

El gobierno de Madero fue ejemplo de democracia, libertad y respeto a la ley. Los trabajadores aprovecharon esa libertad para organizarse y luchar por sus demandas. Hubo gran efervescencia y movilización obrera. Estallaron muchas huelgas, la más grande, de los trabajadores textiles. Madero apoyó sus demandas. Los campesinos se movilizaron por tierras y comenzó a discutirse una ley agraria. Fue un gobierno en favor del pueblo, inspirado en ideales humanistas, en la legalidad y en las instituciones. No reprimió, no censuró, respetó el voto popular, creó instituciones, como el Departamento del Trabajo.

Sin embargo, desde los primeros días constató que su gobierno enfrentaría múltiples resistencias. Las clases dominantes, los grandes empresarios, hacendados, comerciantes, profesionistas exitosos, los dueños de la prensa temían que sus intereses y privilegios fueran afectados y que la etapa dorada de la que habían gozado con Díaz llegara a su fin. Los altos mandos el Ejército, humillados y ofendidos, no confiaban en el nuevo presidente, al que consideraban una traidor a su clase y un peligro para sus intereses como casta militar. Sufrió una brutal embestida de la prensa.

A Madero no lo dejaron gobernar. En los escasos 15 meses que duró su gobierno estallaron cuatro rebeliones. Emiliano Zapata y Pascual Orozco se rebelaron por considerar que Madero no resolvía con prontitud las demandas agrarias y laborales. Madero pudo derrotar la rebelión de Orozco, pero no la de Zapata. Las otras dos fueron rebeliones en el Ejército, encabezadas por Bernardo Reyes y Félix Díaz, levantamientos fácilmente derrotados.

Una quinta rebelión estalló el 9 de febrero de 1913, un alzamiento apoyado por mandos del Ejército, por los grupos conservadores y la jerarquía católica. Madero fue obligado a renunciar por la traición de Victoriano Huerta, quien ordenó asesinarlo. Terminó así el experimento democrático maderista, cuyo sueño, de hacer de México un país democrático, tardó muchas décadas en cumplirse.

La democracia mexicana debe mucho a Madero. Fue el primero en crear un partido político moderno, con base en principios y una estructura nacional de clubes democráticos. Él hizo la primera campaña política moderna, reco­rriendo buena parte del país con su credo democrático. Defendió por primera vez el voto y denuncio el fraude electoral de Díaz. Cuando se le cerraron las vías legales, llamó a la insurrección. Fue una gran rebelión que terminó con el Estado oligárquico, con su ejército, con su Constitución, y que sembró la semilla del Estado social que surgió de la Revolución. Madero es, con justicia, el padre de la democracia mexicana.

* Director general del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México

En aquella extraordinaria película de Luis Buñuel, Él, el personaje principal sufre una serie de alucinaciones visuales y acaba horrorizado ante el influjo de otras de carácter auditivo. En la deslumbrante novela de Henry James Otra vuelta de tuerca, un niño y una pequeña creen observar a dos adultos cuidadores ya desaparecidos que les habían infligido el mal en sus entrañas.

Una alucinación es una distorsión cognitiva producida por alteración de los sentidos que puede ser de carácter espontáneo o producida por el interés de quienes padecen esas distorsiones. Así, uno puede creer ante la presencia de un simple roedor la idea de que se trata de un animal con rabia o bien se puede suponer que una persona parecida a alguien quien nos agredía en la infancia es un enemigo permanente nuestro.

Actualmente vivimos un siglo de grandes diásporas se presentan múltiples migraciones de diversos tipos y las naciones dejan de ser autárticas para llenarse de colores, olores y sabores de muy diferentes orígenes. Ante tal situación, racistas y xenófobos empiezan a sufrir especies de delirium tremens al concebir a los migrantes como seres repelentes, detestables e indeseables. Aquí nos encontramos con una contradicción: multitud de grandes empresarios sobre todo en el mundo más desarrollado requieren a los migrantes por ser trabajadores que ofrecen mano de obra barata, requieren de poca o nula asistencia social, sufren sobrexplotación, y son fácilmente desechables y deportables, cuando las circunstancias lo requieren. Pero los grandes magnates se encuentran actualmente ante la desagradable sorpresa de que millones de migrantes y refugiados huyen de sus lugares de origen, incrementándose de manera protuberante, lo que es peor, organizándose para exigir sus derechos laborales y culturales procurando la equidad con los trabajadores nativos de los países receptores.

Ya no existen más las zonas monoculturales en casi todo el mundo; en casi todas partes el pluriculturalismo va imponiéndose como algo habitual en lo cotidiano. Los migrantes mexicanos, por ejemplo, que en Estados Unidos se calculan entre 12 y 18 millones según cifras diversas, han dejado de supeditarse al melting pot y van enriqueciendo al vecino país con una enorme cantidad de rasgos y complejos culturales. La manera más eficaz de combatir el racismo y xenofobia alucinantes es comprender la otredad, entender al diferente como alguien cercano y llegar a constituir una serie de acuerdos comunes, como una especie de denominador común existencial a pesar de lo disímbolo de las trayectorias personales de los sujetos implicados.

Las migraciones contemporáneas necesariamente ocasionarán cambios cualitativos en las relaciones entre capital y trabajo y en lo que atañe al desarrollo de nuevas formaciones culturales en las distintas naciones del mundo. Estos cambios, por supuesto, provocarán serios conflictos interétnicos y entre diversos grupos nacionales; lamentablemente no podrán descartarse en un futuro próximo embates genocidas como el que desarrolla el gobierno de Israel en la franja de Gaza y en Líbano. Si se da la luz verde a estos multihomicidios, no será nada extraño que en un próximo futuro diversas poblaciones puedan llegar a sufrir las mismas agresiones y crímenes que padecen los palestinos; al respecto, no sería sorprendente que en algunos días por venir muchos compatriotas nuestros padezcan incluso agresiones armadas por supremacistas blancos partidarios del señor Donald Trump y energúmenos aún peores. Y recordemos que el gran cantante Joan Manuel Serrat ha declarado que el mar Mediterráneo es un gran sarcófago de migrantes, muchos de los cuales han muerto no solamente por disturbios accidentales, sino por ataques deliberados en su contra.

En los momentos en que escribo este texto pienso en el notable evento que el Instituto Nacional de Antropología e Historia llevará acabo del 5 al 8 de noviembre del presente año; transmitido de manera virtual por YouTube INAH Tv de 10 a 15:30 horas. Se trata del tercer coloquio El impacto de las migraciones en el mundo globalizado, en el cual de forma virtual importantes especialistas en temas relacionados con los flujos migratorios, tratarán esta materia con la mayor profundidad posible tratando de sentar bases para el establecimiento de políticas migratorias de carácter democrático teniendo como soporte el apoyo de los propios sectores de migrantes y sus negociaciones y acuerdos con la notoria variedad de estados que existen en este planeta.

* DEAS-INAH

Finalmente, la oposición, en preciso los críticos mediáticos, ha encontrado en una averiguata sin (o con muy poco) sustento jurídico, su piedra filosofal. Y a ese delantal arrugado se han afiliado en última instancia para salvar a la República de una supuesta crisis constitucional. No hay ni habrá alguna situación de esta naturaleza. Los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sabrían este martes a cuál alternativa se afilian con sus pocos votos (ocho). Tienen dos posibilidades. Una, autonombrarse modificadores de la Constitución o reconocer con sus posturas la letra y mandato, bien impreso, en la Constitución.

Decidir por la primera opción conducirá, en el extremo, a que sea ignorado su atrevimiento de alzarse por encima de sus capacidades y mandatos expresos de ministros. La segunda alternativa es precisamente eso: un cauce por el que recuperar lo que han extraviado en su pugna política frente a los otros dos poderes de la República. Insistir en que, el ingenioso ministro Carrancá, le dio al clavo negociador, es una actitud ingenua y bastante simple. Tal pergamino, sin lustre ni efectiva sensibilidad o inteligencia, no encausa la ya prolongada disputa por un sendero comprensible, legal o justo. Este ministro quiso mostrar, a descampado, cómo se elabora lo que bien puede ser un sabadazo cualquiera: airear una intención pretendidamente conciliadora. Aspira, este ministro maniobrero, lanzar una zanahoria a la Presidenta y a los legisladores, envuelta con sus ­autosacrificios. Posiciones que, de toda forma perderán los ocho (tal vez menos) rebeldes alzados en ­armas retóricas contra la capacidad de un reformador. Uno que es, con todas sus potencialidades en regla, un constituyente permanente.

Poco importan las aisladas voces que tratan a las calladas restarle legitimidad a este órgano institucional. Habría que recordarles que justamente para estos menesteres el electorado, les concedió 85 por ciento de las curules en juego. No consta, además, sólo de mayorías inscritas en la ley, sino el conjunto formado por el Congreso de la Unión y los similares de los estados. Eso es parte, quizá lo esencial, de la división de poderes. Ya verá si lo que queda fuera (SCJN) encabeza al resto del Poder Judicial. Poder que se encuentra en rebeldía constitutiva de delito o desacato a sus deberes. Recordar que los funcionarios públicos, y los jueces lo son, sólo pueden llevar a cabo lo explícitamente ordenado por la ley. Aserto que han estirado por arriba y por abajo, sólo para poner la culpa de ello, en los demás órganos de la unión.

Alegar que se vive una crisis constitucional porque, sostienen, no existe certeza sobre cuál es el derecho vigente, quién es la autoridad encargada de aplicarlo y cuales son las consecuencias de las decisiones tomadas. Vaya colección de frases sin sentido alguno. El derecho vigente está plasmado en el pacto constitucional y de él emanan las leyes que nos rigen. La autoridad encargada es, justamente, el actual conjunto judicial que anda protestando y que será reformado en pocos meses. Las consecuencias serán variadas. Las que corresponden a los huelguistas y opositores están siendo procesadas por la ciudadanía y no tardarán en mostrarse con claridad meridiana. La potestad que ejerza el pueblo elector de jueces, magistrados y ministros, acomodará las piezas faltantes. Elementos que hablarán con independencia efectiva, como lo hacen respecto de los legisladores o del mismo Ejecutivo federal y local.

Todos y cada uno de ellos usa, ese legítimo mandato popular, justamente ante cualquier intento de someterlos. Fincar la aparente defensa de los jueces en los modos tradicionales de ser nombrados es, con mucho, una ruta probadamente sinuosa y sometida a presiones, corrupción y conjuras. El actual es un tinglado de componendas que implican a poderes fácticos, partidos y medios de comunicación, que claman por el retorno de la acostumbrada impunidad: baste cuantificar las condenas o castigos a juzgadores que han tergiversado sus ordenamientos para justificar buena parte de las razones de su reforma integral.

Este martes se discutió lo declarado, concertadamente unánime por la oposición, como documento propositivo, sensible y correcto, para zanjar la disputa en curso. Sólo que únicamente sea la disputa, porque la Constitución ya es ley suprema con sus actuales modificaciones. La ruta que los críticos han elegido, de nueva cuenta, basada en argumentos vagos o francamente equivocados, acarrea la cantaleta que cataloga, al actual gobierno, como autocrático. Vuelven así a las apreciaciones erradas que los distancian del pueblo y sus necesidades. Se espera que algunos ministros retomen la sensatez y se apeguen a la llamada supremacía constitucional, cauce muy distinto al de las torpes negociaciones.

Las elecciones en Estados Unidos son importantes para China: el candidato Trump ha destacado aranceles de hasta 60 por cieno para las importaciones chinas (y hasta de 25 por ciento para el resto, incluyendo a México). Estas medidas pudieran afectar el crecimiento económico de China, esperado en alrededor de 5 por ciento en 2024 y a mediano plazo, aunque hasta el tercer trimestre del año el crecimiento del PIB ha sido más bien cercano a 4 por ciento.

Ante la incertidumbre anterior, el Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China lanzó en septiembre de 2024 un grupo de iniciativas para estimular la economía en 2024-2025 y se espera que el Comité Permanente de la XIV Asamblea Popular Nacional culmine el viernes 8 de noviembre con medidas económicas adicionales.

¿Cuál es el contexto de estos estímulos económicos? En 2020 China fue de las pocas economías globales que crecieron (2.2 por ciento del PIB) no obstante el covid-19, aunque desde 2022 tampoco ha logrado superar las expectativas de crecimiento. ¿Las razones? Si bien las exportaciones, el sector manufacturero y múltiples iniciativas para apuntalar la innovación en cadenas globales de valor específicas han logrado resultados notables, particularmente la demanda doméstica en China sigue sin lograr recuperar los niveles previos a la pandemia; el sector inmobiliario juega un papel crucial al respecto.

El Buró Político en septiembre, por un lado, explícitamente buscó incentivar a los funcionarios a nivel local para hacerse responsables de nuevos instrumentos para promover el crecimiento e innovar, es decir, ir más allá de la disciplina política y la toma de decisiones burocratizadas y, específicamente en torno al mercado inmobiliario en aras de parar su caída y regresar a la estabilidad. Desde entonces se han tomado un grupo de medidas específicas. Por un lado, el Banco Popular de China redujo sus tasas de interés (de 2.3 por ciento a 2 por ciento), además de aumentar el financiamiento hipotecario, permitir el significativo relajamiento de las restricciones para la compra de nuevas casas y reducir el porcentaje de anticipo o desembolso inicial. Uno de los elementos fiscales principales permitiría reducir la deuda de los gobiernos locales en casi 300 mil millones de dólares vía financiamiento del Ministerio de Finanzas y recapitalizar a los grandes bancos por hasta 200 mil millones de dólares. Después de casi un lustro de restringir la adquisición de viviendas en contra de la especulación, hoy en día sólo Pekín, Shanghái, Shenzhen y Hainan cuentan con limitaciones al respecto. El contexto es importante: el sector, incluyendo construcción y otros vinculados con la vivienda, participa con casi 25 por ciento del PIB de China y las nuevas ventas anuales de inmuebles con el 6 por ciento del PIB; los precios de viviendas disminuyeron en la actualidad en un 9 por ciento (de su máximo a mediados de 2021) y las ventas de nuevos inmuebles representan en la actualidad el 60 por ciento de 2019.

A diferencia de las medidas fiscales resultantes de crisis anteriores, los estímulos actuales son mucho más cautos y en aras de apoyar a los gobiernos locales para reducir su endeudamiento y mejorar las condiciones y ventas de inmuebles vía políticas macroeconómicas y la eliminación de restricciones para la compra de nuevas viviendas. La expectativa del gobierno central chino es que los activos de las viviendas se recuperen y, así, logren superar el bajo dinamismo de los últimos años. Ante el apoyo a los gobiernos locales, en algunos casos, éstos pudieran adquirir viviendas que no logran venderse (por los desarrolladores privados) para ofrecerlas a precios más accesibles.

Uno de los objetivos del gobierno central en el último lustro fue reducir la especulación (las casas son para vivir en ellas, no para especular) y parece que están logrando avances importantes: los desarrolladores privados de inmuebles en China lograron representar hasta el 60 por ciento de las ventas anuales a mediados de 2021 y se redujo a 30 por ciento. Como contraparte, los desarrolladores públicos incrementaron significativamente su presencia en este sector crucial de la economía china. Los objetivos al respecto son varios. Por un lado, reducir el impacto político de los propietarios de estos desarrolladores privados (por ejemplo de Xu Jiayin, de Evergrande, entre muchos otros) y, por otro, reducir la espiral especulativa e inflacionaria de los inmuebles, también para hacer frente a la exclusión, particularmente para los más jóvenes (sin acceso a viviendas bajo estas condiciones).

Las lecciones para otros países, por ejemplo en América Latina y el Caribe, pueden ser significativas: reducción de tasas de interés, mejoría del acceso a viviendas vía créditos y condiciones hipotecarias, así como una mayor participación del sector público para reducir la exclusión (de jóvenes y otros). ¿Será?

* Profesor del Posgrado en Economía y coordinador del Centro de Estudios China-México de la UNAM

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Cuauhtémoc Medina (Ciudad de México, 1965) es un ejemplo de curador que se reinventa. Después de 11 años de ser el curador en jefe del Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), dejó el cargo para perfilar una libertad intelectual y académica sin objetivo inmediato y sin responsabilidad institucional.

Medina creció en un entorno en el que la historia mexicana y la vida política e intelectual eran constantes referentes. Asumió la educación y la cultura como un gusto y un deber. Tiene el legado de su abuelo, figura destacada en la educación mexicana del siglo XX: José Dolores Medina Delgado fue un campesino sin tierra que aprendió a escribir y se convirtió en profesor en la primera etapa vasconcelista. Escaló todas las funciones del profesorado hasta volverse una autoridad educativa, lo que lo llevó a recibir la medalla Maestro Altamirano (1971-1972) por 50 años de servicio.

Indeciso entre estudiar literatura y filosofía, Cuauhtémoc optó por la historia. En la Universidad Nacional Autónoma de México se preparó con profesores destacados como Eduardo Blanquel y Alfredo López Austin, entre otros. En el Reino Unido obtuvo su doctorado en historia y teoría del arte por la Universidad de Essex, bajo la dirección de Dawn Adès, reconocida especialista en dadá y surrealismo. Además, estuvo en contacto con Jean Fisher y Nikos Papastergiadis; tomó cursos con referentes de la filosofía contemporánea como Jay Bernstein y Simon Critchley.

Posteriormente, tras su doctorado y de vuelta en México, Medina fue el primer curador de arte latinoamericano de la Tate, Galería Nacional de Arte Británico y Arte Moderno, de 2002 a 2008.

Lector devoto desde su juventud, Medina derivó en la crítica y curaduría de arte por dos casualidades: en la huelga del CEU de 1987, aprendió a valorar la práctica política real, pero en el movimiento entendió que la vocación política no era su camino. Poco después, su amigo cercano Renato González Mello lo invitó a trabajar en el Museo Carrillo Gil con el objetivo de evitar que la colección del museo viajara cada vez que el presidente de la República hacía un viaje diplomático.

En el Carrillo Gil, guiado por Armando Sáenz, se convirtió en curador. Fueron años intensos de experimentación y coproducción con artistas, generando exposiciones que fomentaban la interacción con argumentos académicos, descubrimientos intelectuales y críticas políticas y así crear una cultura viva, polémica y contemporánea.

En diciembre de 2000, con el ascenso del PAN al poder, el entonces rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, preocupado por el deterioro en la cultura, convocó a Gerardo Estrada para crear un programa cultural ambicioso. Estrada reunió a Olivier Debroise, Cuauhtémoc Medina y Graciela de la Torre a discutir el futuro, y esa conversación sentó las bases de lo que hoy es el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC).

Según Medina, el MUAC, adonde ingresó como curador en jefe en 2013, es un espacio que da prioridad a la curaduría y la relación entre el museo y la ansiedad del público, propiciando una sinergia entre estética y crítica. El museo buscó combinar formas culturales contradictorias: la representación de arte crítico, la revisión historiográfica y obras que tienden a la inclusión y la justicia social en el ámbito cultural; un modelo mixto que quería activar la complejidad y la diversidad de la sociedad contemporánea. Es un lugar de desacuerdo, afirma Medina, donde confluyen alternativas discordantes, una cacofonía que representa una esperanza social para aquellos que no están convencidos de que los domine la identidad.

Medina considera que, en los 90, el arte contemporáneo era efímero y precario, un campo de clase media en un proceso recurrente de desaparición debido a la pobreza institucional. Sin embargo, esta tendencia minoritaria se convirtió en una cultura dominante, un poder de élite, un verdadero establishment que detenta prestigio y poder tanto global como local, lo que hace que el juego cultural sea significativo e importante para el público.