4/30/2018

Los periodistas pal café. . .

AAndrés Manuel López Obrador (AMLO) le han expropiado el discurso. En busca de ganar la anuencia electoral de segmentos sociales y fuertes factores de poder que, a fin de cuentas, ni le creen ni le creerán su conversión discursiva de temporada, ha ido diluyendo los puntos programáticos que de alguna manera podrían quedar encuadrados en un polo fantasmal llamado izquierda. El batidillo táctico del tabasqueño baraja opciones y posturas conforme a las necesidades del momento, todo en apuesta a galope por la Presidencia de la República concebida como talismán: lo mismo hace candidatos a puestos de elección popular a quienes no regeneran sino degeneran la vida pública que amaga con decisiones drásticas respecto de un aeropuerto internacional por construir, las cuales luego regatea consigo mismo y transmuta en ánimo de concesionar a capitales privados ese punto de interés estratégico nacional.
El episodio más reciente de ese zigzagueo ha tenido como protagonista al escritor y activista Paco Ignacio Taibo II, quien cuenta con un cargo en la directiva nacional del partido Morena pero tiene una voz política propia, ajena a un sometimiento acrítico a encuadres partidistas. El creador literario del detective Héctor Belascoarán Shayne habló siete meses atrás, durante una presentación de su libro Patria (homónimo del escrito por el español Fernando Aramburu, referido este a las roturas sociales derivadas del conflicto político en el País Vasco), respecto de la nada forzada hipótesis de una presión política y económica extrema por parte de los dueños del gran capital en México para evitar, amenazando con llevarse sus empresas a otros países, que el presidente López Obrador (siempre en esta hipótesis) avanzara en la ruta que él pretendiera trazar.
A la campaña en curso de desesperada descalificación mediática de López Obrador cayeron muy bien las palabras de Taibo II quien, en ese mismo ejercicio de imaginación política, planteó que al mismo tiempo que los grandes empresarios estuvieran presionando al tabasqueño en una reunión privada, en las calles deberían estar millones de mexicanos presionando al presidente de la República para que siguiera adelante, con un mensaje político claro: si te quieren chantajear Andrés, exprópialos, chinguen su madre, exprópialos.
La invocación del verbo expropiar ha sido utilizada de inmediato para alimentar la hoguera del miedo social inductor del voto conservador (el que representan Meade y Anaya). No lo dijo AMLO, pero sí uno de los directivos de su partido; no es el peligro para México de 2006 pero sí el fantasma expropiador del castrismo y el chavismo.
Estos malabarismos bajo pauta propagandística no quedan en el mero terreno inmediato de lo electoral. Buscan, sobre todo, arrinconar y comprometer al candidato hasta ahora delantero, para que renuncie expresamente a facultades jurídicas y políticas que son legítimas y que han construido a esta nación: la expropiación como recurso final del Poder Ejecutivo federal ante las maniobras ilegales de poderes económicos y políticos, como fue el caso histórico de la expropiación petrolera cardenista que le dio sustento a un proyecto de nación. Durante décadas, México tuvo riqueza (entre corrupción de políticos y líderes sindicales) gracias al petróleo expropiado. Ejemplo contrario, las desexpropiaciones realizadas del salinismo a la fecha, con el remate de las propiedades públicas para beneficio de élites económicas y camarillas políticas (lo más reciente, el gran negocio de cúpulas con la riqueza energética bajo reformas peñistas).
Pero, tal como lo plantea Taibo II y por encima del repliegue de AMLO en función de sus explicables cálculos electorales, la eventual llegada al poder del candidato de Morena requerirá de la organización y la acción sociales, en demanda del cumplimiento de las expectativas de cambio generadas. De poco habrá de servir un presidente de la República que llegue con gran apoyo popular en urnas pero deba ejercer el cargo bajo condicionamiento de los poderes fácticos, condenado a doblegarse ante las amenazas y chantajes de éstos y a sobrellevar con pragmatismo una realidad que no deba modificar. Expropiar o no expropiar no es la clave, sino presión social o esperanza inmóvil.
El especialista en temas de comicios Jorge Alcocer Villanueva presentó ante el Instituto Nacional Electoral (INE) una queja contra la organización civil Mexicanos Primero y contra Televisa, por infracciones a disposiciones electorales a partir de un video difundido con la intención de influir en el sentido del voto popular (https://goo.gl/QYiTg9).
No se trata de un acto inocente ni de un libre ejercicio del derecho de expresión, sino de claras violaciones a preceptos de la Constitución y de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, los cuales prohíben a particulares, sean personas físicas o morales, la contratación de propaganda en radio y televisión dirigida a influir en las preferencias electorales de los ciudadanos, ni a favor o en contra de partidos políticos o de candidatos a cargos de elección popular. Por ello, Alcocer, director de la revista Voz y Voto, solicita al INE investigar los hechos y que se implementen medidas cautelares para hacer cesar los actos denunciados.
Las objeciones al mencionado video no son menores. Mexicanos Primero, cuya influencia económica e ideológica se ha extendido a ciertos proyectos periodísticos, trata de abrir la puerta de los medios de comunicación electrónicos a la injerencia de grupos empresariales y económicos para promover a su(s) candidato(s) y criticar a otro, tal como en 2006 lo hizo el Consejo Coordinador Empresarial, como fachada para la guerra propagandística sucia contra el mismo López Obrador. El video en mención está siendo exhibido en salas cinematográficas, lo cual ha generado una reacción de rechazo en redes sociales mediante la etiqueta #NoALaPropagandaEnCines. ¡Hasta el miércoles!
Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

Foto
La propuesta del presidente de la Coparmex nacional, Gustavo de Hoyos, de subir el salario mínimo en forma inmediata (de 88.36 a 98.15 diarios), recibió el apoyo del candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador. Según Coneval, en esa cifra está trazada la línea de bienestar. Sin embargo, hay otras estimaciones, como la del Observatorio del Salario de la Universidad Iberoamericana de Puebla, que establecen un sueldo tres o cuatro veces mayor como el necesario para que una familia pueda vivir de manera satisfactoria. El presidente de Coparmex argumenta que la inflación ha bajado (o perdido velocidad) lo suficiente para que pueda incrementarse el salario mínimo. Por otro lado, hay un acuerdo que data del último aumento de diciembre pasado (cuando subió de 80.04 a 88.36) en el sentido de aplicar otro incremento en abril. Hoy expira abril, vale recordar. Por su lado, López Obrador, durante su discurso en el mitin de Comalcalco, Tabasco, dijo: me enviaron de la Coparmex una propuesta para que yo acepte el aumento de salario mínimo y yo ya estoy de acuerdo en eso, con la Coparmex. ¿Qué sigue? Un acuerdo en ese sentido de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, y desde luego, que los demás partidos y el gobierno no lo obstaculicen.
Titubeos
El aplausómetro en la reunión anual de los consejeros de Citibanamex del pasado fin de semana se lo llevó el candidato postulado por el PRI, José Antonio Meade. Hasta entonces el sector financiero lo apoyaba sin dudar. El ex secretario de Hacienda pertenece a ese sector. Sin embargo, comenzaron los titubeos. Aunque los financieros siguen creyendo que sería el mejor presidente, ya han transcurrido cinco meses en campaña (desde noviembre que renunció a su cargo en el gabinete) y sigue en tercer lugar. Comenzaron a ver hacia otros lados. De ahí que le hayan preguntado a Lorenzo Córdova, presidente del INE, si es posible que un candidato decline por otro. Tal vez unos pensaron que Anaya podría declinar por Meade, o viceversa. Córdova les aclaró que ya expiró el plazo para la formación de alianzas entre partidos, pero nada impide que un candidato se retire e invite a sus seguidores a votar por otro. Meade tuvo que salir a precisar que no se retira, seguirá hasta el primer de julio. No tan seguro se vio Anaya, habló de la posibilidad de construir algo con otros. ¿Pero cómo reaccionarían los electores? El priísmo tradicional no está con Meade. Un gran sector del panismo considera que Anaya traicionó la doctrina del partido al aliarse con el PRD. Y el perredismo duro no está con Anaya, jamás votaría por un panista. Volviendo al principio del tema: el sector financiero está huérfano de candidato.
¿Sufrió demoras su transferencia?
El sistema de pagos SPEI (Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios) operó con lentitud los días recientes tras ciberataques al sistema bancario del país. Tres bancos reportaron incidentes mientras operaban el sistema, por lo que tuvieron que conectarse a dicha red bajo esquemas de contingencia, dijo el viernes Banxico en un comunicado. Los afectados fueron Banorte, Citibanamex y Banjército.
Ombudsman social

Tal como quedamos en la pasada columneta, hagamos hoy un reconocimiento a dos jóvenes ciudadanas que intervinieron en el primer debate llevado a cabo entre los aspirantes a jefe de Gobierno de nuestra ciudad. Ellas son: Mariana Boy, postulada por el PVEM (nobody is perfect), y Lorena Osornio, candidata independiente. No es, en lo más mínimo, falta de reconocimiento a sus propuestas, ni siquiera a su modesto desempeño durante el debate. En lo absoluto. Las escuché con atención y las vi, con altibajos, salvar (rogando para mis adentros que encontraran en el momento preciso la palabra o la imagen deseada para terminar coherentemente una idea. Sufría con ellas su desconcierto y novatez. Me enojaba que a Boy no la hubieran acuerpado lo suficiente, aunque fuera tan sólo por lo lucrativo que a la familia Sesma le han resultado todos los negocios que la producción de la propaganda de los candidatos verdes ha implicado. Aquí las licitaciones, las opiniones de los interesados, están sujetas no a las estrategias convenientes para su triunfo, sino a las utilidades que les reditúa a los ignaros Sesma la producción de la más estúpida, delictiva y mal hecha propaganda política.
El capítulo de la industria automotriz que opera en México ha sido central en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y el salvaje de la Casa Blanca lo ha utilizado para lanzar todo tipo de amenazas, chantajes y condicionantes.
A su vez, el gobierno peñanietista defiende la plaza como si fuera propia, al negocio como si fuera nacional y a los píngües beneficios como si fueran para el país, por mucho que son extranjeras todas las armadoras que operan en el país, pagan salarios 10 tantos inferiores a los que cubren en sus respectivas naciones de origen y gozan de todo tipo de cortesías y beneficios fiscales.
En ese contexto, no hay que dejar a un lado la advertencia de la Cepal en el sentido de que el salario medio que reciben los trabajadores de la industria automotriz en México es de 2.38 dólares por hora, mientras que sus homólogos estadunidenses ganan cerca de 24 dólares por el mismo tiempo; la fabricación en México en lugar de Estados Unidos genera (a las empresas) ahorros laborales de entre 600 y 700 dólares por vehículo. Esto representa cerca de la mitad de los costos que se ahorran al producir en México vehículos que se venden en Estados Unidos.
El hecho es que los tres gobiernos participantes aún no aterrizan –si en realidad lo lograrán-– la modernización del TLCAN, pero en vía de mientras el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados ofrece un paseo por la industria automotriz que opera en México y sus retos ante los cambios en los bloques comerciales. Va, pues.
A escala internacional, en 2017 México ocupó el escalón número siete en la producción de vehículos automotores, con poco más de 4 millones de unidades, un monto siete veces inferior al registrado por China, tres tantos por abajo del reportado en Estados Unidos y 2.5 menos con respecto de Japón. De hecho, estas tres naciones (dos asiáticas y una norteamericana) concentran 52 por ciento de la producción mundial.
De las 25 marcas con presencia en el país, tres concentran 56 por ciento de las ventas totales: Nissan (23.8), General Motors (16.9) y Volkswagen (15.3). Continúa la lista con Toyota (6.8), FCA México (6.6), Honda (5.8) y KIA (5.7), que que desplazaron a Ford Motors, que pasó del sexto lugar en 2016 al octavo un año después con 5.3 por ciento de las ventas. En conjunto, las últimas cinco marcas representan 30 por ciento de las ventas nacionales. El 14 por ciento restante está integrado por marcas asiáticas, como Mazda y Hyundai, cuatro de origen europeo y segmentos de lujo con porcentajes menores a uno para cada uno.
Durante 2017, del total de ventas en México poco más de 984 mil unidades correspondieron a automóviles (64.3 por ciento), mientras 546 mil 236 unidades fueron camiones ligeros (35.7 por ciento). Al primer trimestre de 2018, las ventas al mercado nacional sumaron 337 mil 229 unidades, cifra menor en 10.8 por ciento a la registrada en el primer trimestre de 2017. Del total acumulado al primer trimestre, 40 por ciento se produjo en nuestro país, mientras 60 por ciento es de origen extranjero.
Durante 2017, las exportaciones de automóviles y camiones ligeros registraron una cifra récord al sumar 3 millones 102 mil 604 unidades, 12.1 por ciento más que en 2016. El principal mercado es Estados Unidos, a donde se dirigió 75.3 por ciento de las exportaciones; seguido de Canadá con 8.6 por ciento; América Latina, 7.7; Europa, 5.4, y Asia, 1.3 por ciento; el 1.6 por ciento (50 mil 299 unidades) restante correspondió a otros países; mientras África representó el destino con menores compras, con 0.1 por ciento o 2 mil 383 unidades.
Al cierre de ese año las exportaciones automotrices acumularon un monto de 126 mil 671 millones de dólares, con lo que se alcanzó un nuevo máximo histórico. El saldo de la balanza comercial del sector automotriz durante 2017 permaneció superavitario, sumando 70 mil 766 mil millones de dólares. Con estos datos, la industria automotriz se consolida como el sector exportador más relevante del país (aunque los beneficios también se exportan).
La industria automotriz se encuentra inmersa entre lo que podría ser un proceso de transición ante los posibles cambios vinculados a la estructura de los bloques comerciales y a las prácticas comerciales con tendencias proteccionistas a escala internacional, pero que, sin embargo, no se concretan del todo. Ello hace que se puedan enfrentar nuevos retos en los que se vean reasignaciones de los flujos de capital entre las naciones y una reorganización de las cadenas productivas y su logística.
Resulta paradójico que ante una industria altamente globalizada, como es la automotriz, se pretendan implementar medidas proteccionistas; sin embargo, el dinamismo comercial y las ventajas que ofrecen los tratados comerciales han hecho que el Reino Unido y Estados Unidos reconsideren mantener algunos de estos beneficios. En el caso estadunidense, el gobierno de Trump evalúa la posibilidad de reintegrarse al CPTPP.
Para el cierre de 2018 existe cierta incertidumbre ante los escenarios que se pudieran observar. De concretarse exitosamente el TLCAN se podría esperar que continúe un crecimiento favorable de las exportaciones. En caso contrario, las exportaciones reducirían su dinamismo en función de la demanda estadunidense, al disminuir sus ventas nacionales o excluir de algún modo las importaciones mexicanas ante los nuevos acuerdos y el impacto de la reforma fiscal estadunidense que podría afectar negativamente a las empresas instaladas en territorio mexicano.
Los mandatarios de los países socios del TLCAN pretenden concluir las negociaciones en la primera mitad de mayo, aunque se desconocen varias de las modificaciones que podría tener el tratado en el capítulo automotriz, pero da mayor certidumbre a la industria. Asimismo, independientemente de los resultados, las recientes inversiones extranjeras parecen enviar un mensaje explícito acerca de su permanencia en territorio nacional, como la alemana, que inyectó recursos e instaló nuevas plantas en el país.
América Latina, otrora orgullosa región depositaria de altas expectativas de desarrollo, unida en su historia y multiracialidad, en el mestizaje de sus grandes culturas con las de Europa y Medio Oriente; esa región pionera que hace más de medio siglo parecía haber encontrado su camino en la asociación de naciones hermanadas en la causa común del desarrollo compartido y el progreso social;... esa América Latina es hoy... una piltrafa.
Contra aquel subcontinente – que en cierta forma se perfilaba como lo que es hoy Asia – poderosos intereses extrarregionales en colusión con las aldeanas élites locales conspiraron para fracturar su unidad, fraccionarla en estancos y neutralizar sus fortalezas, su modernización y un avance político-democrático que desplazaría a los oligarcas del poder. Así, la ilusión bolivariana de Nuestra América colisionó con las armas y el dinero, con gorilas, golpes de estado antes cruentos y ahora leguleyos, bloqueos y agresiones económicas,... la perversión de la democracia, y la sustitución de asociaciones genuinas por agrupaciones de la globalización.
Del gran desarrollo económico y social, América Latina ha sido hundida en las sombras, la mediocridad, la criminalidad y el despojo. Ante la sumisión de los pueblos, la canalla arrasa con cuanto hay y se apropia del poder a como sea. En el último lustro América Latina promedia un crecimiento que no llega ni al uno por ciento anual (0.9%) (Gráfico 1) y un desarrollo social nulo o regresivo.
A uno le tiembla la mano escribiendo, reportando, ciertas cosas. Y uno duda si dar aún más detalles sobre lo más oscuro y bárbaro sólo sirve para alimentar el nihilismo, o a fin de cuentas sólo lo normaliza más, o si acaba funcionado como anestesia. O peor, que nos volvemos sólo simples mirones del paisaje del horror. Antes uno hacía eso leyendo el Alarma o yendo a ver ciertas películas (ahora resulta que tal vez algunos de los filmes de horror más extremos son documentales).
Pero según algunos sabios, hay que confrontar el horror para superarlo y transformarlo, ya que no hacerlo, no reportarlo, no responder, no actuar, es volverse cómplice.
El jueves pasado se inauguró el Monumento Nacional por la Paz y la Justicia en Montgomery, Alabama. Ahí están instaladas 805 columnas de acero suspendidas de un techo, cada una representando un condado, y grabadas sobre ellas los nombres de más de 4 mil 400 afroestadunidenses y otros que fueron linchados entre 1877 y 1950. Fueron espectáculos públicos, a veces con miles de espectadores, y además de ahorcados, a veces fueron quemados vivos, castrados o desmembrados, casi siempre en público, a veces en frente de tribunales. Las razones para algunos de estos actos brutales: por caminar demasiado cerca a una mujer blanca, por tener la foto de una mujer blanca, o una mujer embarazada que se atrevió a protestar por el linchamiento de su esposo.
Es parte del terrorismo racial que forma parte de la historia de este país, afirma Bryan Stevenson, fundador de la Iniciativa de Justicia igualitaria que diseñó y construyó el monumento y un museo dedicado al asunto y cuyos bisabuelos eran esclavos. “No hemos creado espacios en este país que ofrezcan la historia de la desigualdad racial, de la esclavitud, del linchamiento, de la segregación que motive a la gente a decir ‘nunca más’”, comentó en entrevista con el Washington Post.
Afirmó que los afroestadunidenses, “a pesar de la brutalidad, a pesar del odio a pesar de la violencia, seguimos insistiendo ‘busquemos un camino para avanzar adelante’. Y es una historia notable de una comunidad de gente que desesperadamente sólo desea la paz”, afirmó Stevenson. Agregó que parte de la visión para el museo es crear un país donde de aquí a 100 años, la gente negra y café no serían presuntos peligrosos y culpables, donde reconocemos esta historia, donde logramos recuperarnos de ella. Indicó en entrevista con el New York Times: no me interesa hablar de la historia estadunidense porque quiero castigar a Estados Unidos. Quiero liberar a Estados Unidos.
Areserva de volver sobre el infame formato impuesto a los debates entre los amontonados candidatos presidenciales, reflejo de la poca experiencia democrática de México, vale la pena reflexionar sobre algo que incide directamente en la vida y en la muerte de los seres humanos: la memoria, esa capacidad mayor o menor de recordar, de conservar a través del tiempo las lecciones de pasajes anteriores para evitar tropezarse con la misma piedra, hábito tan extendido en individuos y en naciones.
De ahí la importancia de legislar y preservar la memoria de los pueblos, expuestos como nunca a los embates del pensamiento único y del neocolonialismo disfrazado de globalismo, por no hablar de la sistemática manipulación de la sociedad a cargo de los medios electrónicos locales, en lugar de su aprovechamiento cabal en beneficio de las personas, no del consumismo irreflexivo como dudoso andamiaje económico.


Tras el encuentro sostenido el viernes pasado por Kim Jong-un y Moon Jae-in, jefes de Estado de Corea del Norte (República Popular Democrática de Corea) y Corea del Sur (República de Corea), se dio a conocer que durante la entrevista el primero prometió desmantelar sus instalaciones para ensayos nucleares el mes próximo y que está dispuesto a invitar a observadores surcoreanos y estadunidenses a verificar el cumplimiento de tal oferta. Este sorpresivo gesto de distensión se agrega al encuentro mismo, a la programación de una reunión entre Kim Jong-un y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y al propósito formulado por ambos mandatarios coreanos de avanzar hacia la desnuclearización total de la península.

Algo acerca del Populismo
En términos muy generales, el populismo es una corriente de pensamiento que se puede traducir en un movimiento social, que se presenta como alternativa para atenuar la creciente desigualdad y pobreza de la población rural, principalmente durante el desarrollo del capitalismo. De esta manera, los populistas son quienes asumen esta corriente de pensamiento y se proponen abrir un sendero para la población pobre al logro de sus propios valores culturales, aspiraciones e instituciones tradicionales, fundiéndolas con la adopción selectiva de oportunidades modernas y manteniendo la identidad cultural, a partir de la puesta en marcha de proyectos que garanticen la equidad en el ingreso económico y mejoren el nivel de vida de la población marginada. Para lo cual se requiere el apoyo decidido del gobierno y de profesionales comprometidos que desarrollen proyectos conjuntamente con la población organizada para que los conduzcan y les den seguimiento. Actualmente, a partir de grandes esfuerzos y lucha, se tienen proyectos rurales exitosos promovidos y administrados por los miembros de las localidades rurales. Por tanto, hacen falta personas que se interesen realmente en mejorar las condiciones de vida de la población pobre. En muchas ocasiones, cuando alguien (como, ya saben quién) tiene el interés efectivo y razonable de apoyar desde el gobierno la mejora en el nivel de vida de la población en condiciones de pobreza se le critica y ponen adjetivos peyorativos de atrasado, populista y hasta autoritario. Lo cual a todas luces es injusto intelectualmente, así como que se satanice al populismo como corriente de pensamiento, más aún, cuando es una vía para resolver algunos de los muchos problemas que padece la gente pobre. ¿Cómo se llama cuando desde el gobierno se otorgan concesiones y jugosos contratos a empresarios y banqueros que son los hijos predilectos del régimen? Saludos cordiales

No le fue muy bien a Donald Trump la semana pasada debido a que en por lo menos tres frentes sufrió tremendos descalabros: el primero, en el marco de la visita del presidente de Francia; el segundo, producto de la decisión de un juez federal que determinó que el gobierno debería aceptar nuevas solicitudes en el programa DACA, que ampara a los jóvenes cuyos padres los llevaron a Estados Unidos cuando eran niños, y el tercero, en lo que apunta como una posible rectificación por parte de la Suprema Corte a la orden del presidente, mediante la que prohíbe la entrada a ciudadanos de seis países cuya población es musulmana, en su mayoría.
Por estos días en las ciudades veracruzanas de Coatzacoalcos y Córdoba se recuerdan tragedias causadas por la negligencia y corrupción de funcionarios y empresarios. Y, además, donde los derechos humanos fueron ignorados olímpicamente por las instancias ­oficiales.
La democracia es una forma civilizada de tomar decisiones políticas; su esencia es la igualdad de los ciudadanos y el respeto a su dignidad. En la democracia participamos todos con derechos plenos e iguales, nadie tiene privilegios. No sirve para determinar la verdad o la falsedad de una teoría o de una ley natural, la democracia no define o resuelve nada que no esté relacionado con la política. Votando se toman exclusivamente decisiones colectivas sobre candidatos y propuestas.
Una primera cuestión que salta la vista de quienes siguen con atención el proceso electoral es, sin duda, su muy baja calidad política e intelectual. Por supuesto, no quisiéramos unas elecciones, ni a candidatos de los partidos políticos, que fueran simplemente como maestros de alguna escuela de nivel medio superior. No, no se trata de enseñar sino de convencer y de mostrar a la ciudadanía los caminos que ofrecen los candidatos para el próximo futuro del país.
Hoy –y muchos años por venir– los jóvenes (18-34 años) constituyen el electorado más numeroso, conformando casi un tercio de los votantes, pero tanto los candidatos como el sistema democrático en general no capturan su interés político.
Para comprender el proceso de crecimiento de la economía y así provocar la expansión productiva del ingreso y su mejor distribución es necesario distinguir de la manera más clara posible el asunto del valor.
En el Pueblo de Dios, en los límites de la Montaña de Guerrero con la Mixteca oaxaqueña, en 1989 nos fueron revelados grandes misterios y milagros y su comprobación fotográfica. Allí la verdad se revelaba en fotos. Frente a la ermita del profeta Juan, giré en redondo. Una multitud silenciosa quería ver, o más bien vernos ver los milagros, que contemplamos en amplificaciones de Instamatic sobrexpuestas. Puro charolazo, nos había prevenido antes el biólogo Alejandro Casas. De las manchas y veladuras surgían demonios y condenados, cruces, vírgenes y, en un pliegue de la camisa del profeta, la silueta del Espíritu Santo. En la foto, Juan Crecencio sostenía una Polaroid indescifrable y le brotaba sangre de la boca.

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