7/29/2022

Del “dedazo” al “dedito” que elije candidato después de aprobarlo empresarios y embajada


Pedro Echeverría V.

1. Como una payasada de circo, durante 62 años, he observado los movimientos que se dan alrededor de la imposición de los candidatos presidenciales. Desde el candidato López Mateos en 1958, siendo secretario de Trabajo, al parecer era el indicado porque el gobierno de Ruiz Cortines estaba enfrentando huelgas de ferrocarrileros vallejistas, de maestros othonistas, a estudiantes por la clausura del internado del Politécnico y muchos movimientos solidarios. Sin embargo antes, como había sido y será hasta hoy, tuvo que consultar a los empresarios y al gobierno yanqui para tomar la decisión a favor del político mexiquense.

2. Luego López Mateos, al final de su sexenio, él que se decía progresista, pensó que el ultraderechista Díaz Ordaz podría frenar el avance de movimientos en apoyo de la revolución cubana en el país que habían desatado guerrillas en unos 10 países de América. Obvio la consulta a empresarios y al imperio era obligatoria. Ese año de 1963, por la selección del derechista, pensamos en la izquierda que Díaz Ordaz sería el último gobierno del PRI y que las guerrillas de América pronto se extenderían a México. Qué ilusos éramos entonces, por dejarnos llevar por nuestros deseos y por ignorar la enorme fuerza del capitalismo.

3. A estas imposiciones, la población en tono de burla, le llamó “el dedazo”, es decir usar el simple dedo para designar al futuro presidente. Luego llegó la designación de Echeverría Álvarez (LEA) que estaba en la antesala (la secretaría de Gobernación), y así hasta que Zedillo del PRI –quien había colocado panistas en su gobierno- entregó su amor a Vicente Fox del PAN para echar abajo a su partido que impuso su dictadura desde 1929. No podía olvidar el presidente Zedillo que fue Salinas el que mando asesinar en 1994 al candidato en gira presidencial Colosio, entonces el más fiel seguidor de su matador. ¿Se indisciplinó Colosio como antes lo hizo Echeverría con Díaz Ordaz?

4. El presidente López Obrador ya no usará “el dedazo” del PRI sino que sólo obedecerá “lo que diga su dedito”. Ha estado impulsando, apuntando a la persona que le sucederá y esconderá con eficiencia (como siempre) lo malo de su gobierno. AMLO ha estado buscando la aprobación total de los empresarios y de la embajada yanqui a partir de ofrecer garantía y total apoyo a las inversiones. No sólo intervienen los magnates Slim, Larrea y Salinas Pliego, sino también otros deben dar su visto bueno por la persona parapresidencial. Aprobado el candidato por empresarios y embajada, entonces saldrá de la Presidencia la orden de quién “ganará” las encuestas por estados, sectores y con porcentajes.

5. Cuando el PRI, después de consultar a empresarios y al imperialismo, al fin “parió a su candidato presidencial”, llamaba al líder de la CTM, el cacique Fidel Velázquez. Éste en conferencia de prensa gritaba desde la tribuna que “los tres sectores de nuestro partido, el PRI (el obrero, el campesino y popular) se había reunido y masivamente había proclamado a (fulano de tal) nuestro candidato porque era el más honrado, trabajador, amigo, compañero, defensor, hermano, y mucho más, a quien tenemos que llevar a la Presidencia porque es la esperanza de México que cambiará todo en beneficio de los trabajadores.

6. A López Obrador no lo escogieron de esa manera, pero sí empresarios y embajada lo hicieron sufrir “perdiendo” dos elecciones: la de 2006 y 2012 y en la tercera (la de 2018) lo dejaron ganar para probarlo. AMLO demostró a los capitalistas que no fue un presidente expropiador y que –por el contrario- impulsó la inversión capitalista y aprobó las múltiples ganancias millonarias. No subió impuestos y el salario mínimo de los trabajadores continuó siendo el más miserable del mundo. Estas son pruebas de que la llamada izquierda electoral o socialdemocracia ayuda a limpiar el camino del capital. (27/VII/22)


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