6/12/2009

De nuestros compañeros de Forum en linea...



México vive

Jorge Meléndez Preciado
jamelendez44@gmail.com

Se acabó el optimismo. Ni la Selección Nacional avanza, ni la lucha contra el narcotráfico se va ganando –a pesar de los operativos como el de Michoacán–, ni la influenza se erradicará, pues vivirá entre nosotros largo tiempo, ni mucho menos la economía va por el rumbo correcto, no obstante que hace poco tiempo se insistía: estamos cerca de repuntar.
Tanto Agustín Carstens como Felipe Calderón tuvieron, a regañadientes, que aceptar: hay una grave crisis. Algo en lo que coinciden tanto el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, los mandatarios de los países industrializados y hasta el simulador Ángel Gurría, jefe de la OCDE.
Pero no sólo. El oficialista INEGI, a cargo de Eduardo Sojo, fue contundente. Dos millones 288 mil trabajadores están en paro forzoso, 540 mil más que al inicio del sexenio y la tasa de desempleo saltó de 3.8 por ciento a 5.1. Curiosamente quienes no encuentran ninguna chamba son aquellos que tienen estudios universitarios, es decir, los más preparados para construir una mejor nación.
En el turismo la situación es de nerviosismo extremo. Dicho sector lo conforman 4 millones de personas, entre formales e informales; 150 mil que laboran en hoteles han causado baja. Muchos sitios han cerrado, en otros la ocupación ha caído hasta al 5 por ciento y en algunos más esperan que lleguen visitantes por medio de promociones que hace tiempo eran inimaginables.

La culpa en este último caso fue del manejo equivocado en la comunicación del famoso virus A-H1N1. Pero no debemos soslayar, las recriminaciones de Felipe Calderón a diversos países, los cuales, es cierto, tomaron medidas equivocadas y no entendieron que el asunto de las epidemias será algo inevitable, problema que debe encararse mundialmente.
Frente al reclamo porque hay una situación desesperante en el ingreso de divisas, ya que el turismo es la cuarta receptora de dólares luego de Pemex –a la baja–, remesas de paisanos en Estados Unidos en caída leve– y el narcotráfico –sin mengua–, se ideó una campaña mediática, con el apoyo de las televisoras, que lleva por nombre “Vive México”.
La mayoría de los asistentes a la reunión inicial fueron artistas y deportistas. En este último ramo, la devoción de Calderón es manifiesta, ya que no sólo juega futbol sino asiste a encuentros como el reciente entre Indios y Pachuca. El que debía ser árbitro nacional y cohesionador de todos, se ubicó con la directiva de los Tuzos.
Pero no se crea que la otra faceta, de tertuliano con celebridades, le vaya a la zaga. Hace poco convivió en Los Pinos con Joaquín Cortés, el bailador de flamenco, y el decano cantante Raphael. Y más recientemente con un popular actor, Hugh Jackman, quien encarna a fiero héroe.
Regresando a “Vive México”, los promotores de la iniciativa serán lo mismo el retirado Chespirito que el abuelo-niño Chabelo, Marco Antonio Solís, El bucky, y la ventaneadora y “defensora de la información”, Paty Chapoy, entre muchos otros.
Mientras que por los jugadores profesionales están: Javier Aguirre, Óscar El conejo Pérez, El hijo del Santo y Erick El terrible Morales, et al.
Por cierto, el cantante Alejandro Fernández no estuvo en el acto porque se había adelantado a la iniciativa oficial, lanzando camisetas donde se autopromocionaba, diciendo que “muñecos” como él “vacacionan en México”. Otra muestra de la lenta respuesta gubernamental en todo.
Pocos intelectuales presentes: Sabina Berman, Silvia Molina y el infaltable Enrique Krauze, aunque pasado el sexenio, fustigará a Calderón por sus decisiones.
Felipe dijo que somos una nación fuerte y “México está unido, México está saliendo adelante”. Nuevamente el optimismo desbordado, sin tratar de curar heridas, evitar fracturas, hacer un proyecto donde se incluya a todos. Pues como señaló en un artículo (Milenio Diario, 25 de mayo), el exdirector de Radio Educación, José Antonio Álvarez Lima, nada se está haciendo para ayudar a los desempleados en Cancún. Y plantea dos propuestas simples: dar pasaje a quienes llegaron de diferentes partes a laborar a Quintana Roo y no tienen para su regreso (más ahora que los transportes van con 50 por ciento de asientos vacíos) e instalar comedores populares con el objeto de rescatar a los que, literalmente, se mueren de hambre.
Lo fundamental, empero, es utilizar, nuevamente, a la televisión para otra campaña a favor de México (la enésima sin resultados efectivos) y calmar a las trasnacionales hoteleras molestas ya que nuestro país tiene el sello de película ficción: hombres con tapabocas.
México vive, pero en sus ciudadanos que a pesar de las adversidades no han caído en el desánimo. “Vive México” es un simple programa de oropel con los que han despreciado la cultura y al ciudadano.
Ejemplos recientes: “Hazme reír” y su homofobia y la manipulación de la supuesta entrevista a Demetrio Sodi, el candidato del PAN en la delegación Benito Juárez, sitio donde están Los Pinos.
“Vive Dios, qué nos pasa”, diría un clásico.

Calderón favorece a los sátrapas de siempre

Eduardo López Betancourt
elb@servidor.unam.mx

Supuestamente, de manera objetiva y sin interés de por medio, se decidió que la tan traída y llevada nueva refinería se instalará en Tula, Hidalgo, pese a que ya existe una en esa entidad, la cual, sin duda quedará en desuso para dar paso a la que según se afirma, será una de las mejores del mundo.
Para quienes poco conocemos del tema, resulta inexplicable la decisión; sí en Tula ya hay una refinería, por qué no mantenerla y mejorarla, situando la nueva en otra parte de la República, básicamente para impulsar la economía en regiones marginadas por el gobierno; aunque analizando con toda objetividad, los habitantes de la zona de los atlantes para nada se han beneficiado con dicha refinería, o por lo menos ha sido modesto el avance, situación que evidencia la putrefacción imperante en Petróleos Mexicanos, así como la mezquindad de un nefario sindicato.
México reclama no sólo una refinería, sino dos o más, mismas que bien pudieron haberse erigido con las ganancias obtenidas del petróleo durante la época de bonanza; pero para nadie es secreto, mandatarios abyectos llenaron sus alforjas de oro. Un caso reciente lo constituye Vicente Fox, junto con su esposita y familia de ésta.
Aquí cabe apuntar, casi al finalizar la administración foxista, tuve una gratísima entrevista con el entonces secretario de Hacienda Francisco Gil Díaz, a quien le pregunté por qué durante todo el sexenio me persiguieron sin tregua, violentando flagrantemente la ley, haciéndome presa de una auditoría encarnizada; tales revisiones a lo sumo toman seis meses, no obstante, en mi caso fueron más de dos años. Gil Díaz me explicó con gran valor, que se vio presionado por quien fungía como secretario de Seguridad Pública federal; dicho sujeto sistemáticamente le hablaba para pedirle revisara mis cuentas bancarias, así como la de mi esposa, hijos y madre; definitivamente le agradecí al funcionario su información. Por otro lado, tocamos también el tópico de los impresionantes porcentajes por la venta del petróleo y me dijo: “lamentablemente Fox gastó el 70% de los miles de millones de dólares que ingresaron”, agregando, en un gesto de innegable patriotismo, que guardó (Gil Díaz) el restante 30%; tachó al hombre de las botas de manirroto, aunque el adjetivo correcto sería vil ladrón; obviamente el exgerente de Coca-Cola tiene ese dinero en el extranjero, es más, hace poco supe de buena fuente que uno de los inversionistas más perjudicados por el fraude de Stanford, fue precisamente el guanajuatense, lo grave es que no fue su dinero, sino el perteneciente al pueblo mexicano, circunstancia por demás condenable.

Retomando el asunto de la refinería, Felipe Calderón designó a Jesús Reyes Heroles, director de Petróleos Mexicanos, individuo sin la más mínima experiencia en la materia, empero ¿eso qué importa? Reyes Heroles es hijo de un personaje que se hizo fama de intelectual, quien irrefutablemente estuvo al servicio de políticos corruptos como Luis Echeverría y José López Portillo. Reyes Heroles asegura que las emisiones contaminantes se reducirán ostensiblemente con la nueva refinería, lo cual en verdad nos parece imposible, lo cierto es que la contaminación se incrementará con o sin la nueva refinería y enfermedades epidémicas no faltarán, demostrando una vez más la irresponsabilidad de los hombres del poder.
Tal como hemos señalado, no sólo era conveniente una refinería, sino varias, tal vez no tan grandes, pero sí estratégicamente ubicadas; aparentemente, la tesis de Calderón iba en ese sentido; el engaño se hallaba en que el michoacano pretendía entregárselas a sus amigos y compromisos, incuestionablemente era la mejor forma de privatizar Pemex; la clave estaba en la obtención de créditos; nadie en absoluto puede negarlo, hay suficientes recursos monetarios en el planeta para construir una buena cantidad de refinerías, los créditos serían factibles, empero nunca se buscó el beneficio nacional, sino el de grupo.
Calderón, bien sabemos no ganó las elecciones, tampoco el terrible Peje, ambos hicieron trampa, por ende, lo debido jurídicamente era anular los comicios sucios y nombrar un presidente interino, quien debía convocar a elecciones extraordinarias; no se realizó así y Calderón, como en su momento Carlos Salinas de Gortari, ha sido un presidente impuesto, con sinnúmero de compromisos, favoreciendo a los sátrapas de siempre, a ingentes e insaciables empresarios y a voraces banqueros, inequívocamente para ellos estaba destinada la concesión en lo tocante a las refinerías, hecho que logró evitarse; sin embargo, el peligro sigue latente.

En síntesis, no tiene sentido la creación de una refinería en el mismo lugar donde ya existe otra, de tal absurdo algún día sabremos los motivos, confirmando por enésima ocasión, la ausencia de patriotismo en sinfín de actos gubernamentales.

Los presos políticos hablan

Feliciando Hernández
felicianohg@yahoo.com.mx

Mientras apresura su fatal destino, el régimen calderonista sigue acumulando déficit en materia de protección a los derechos humanos sin importarle que los más relevantes organismos internacionales, además de los nacionales, le hayan presentado balances oportunos y precisos en cuanto a los pendientes en la materia. Pero el tiempo pasa y nada se resuelve sino todo lo contrario, se complica, ante la indiferencia de los dirigentes partidistas y frente a la impotencia de una Comisión Nacional de los Derechos Humanos que agota sus esfuerzos en simples recomendaciones contra los violadores de las garantías constitucionales.
En medio de la crisis económica y de los escándalos de corrupción, aderezados por la epidemia de influenza, la atención pública se distrae inevitablemente y en muchos casos como resultado de la premeditación de los intereses partidistas.

Pero a pesar de todo, la voz de los presos políticos se abre paso valiente y conmovedora, como siempre ha sido y en las peores circunstancias históricas. Aquí están las palabras para quienes quieran prestar un poco de atención en esta hora crucial para México: “La lucha por la justicia siempre es natural en cualquier lugar, enfrentándose invariablemente ricos contra pobres, escribiendo con su sangre y ejemplo de dignidad que sí es posible un mundo de justicia para todos”.
Es la voz de Ignacio del Valle, el dirigente de San Salvador Atenco, preso político del foxiato, a quien el actual régimen mantiene enclaustrado por exigencia de los intereses más adversos de México y quien desde el infierno que es el Penal de la Palma levanta los machetes de la dignidad para recordarle al país que es posible un mundo con justicia para todos.
El caso de Ignacio del Valle es paradigmático de los mayores abusos que se cometen cada día en México por los jueces que condenan por consigna, como fuel el caso de los hermanos Cerezo Contreras, también de antología. Un modesto líder de colonos que se rebela junto con sus seguidores contra una arbitrariedad gubernamental, genera uno de los actos represivos de autoridades locales y federales más infames de que se tenga memoria: golpean, intimidan, ofenden, violan física y moralmente a cientos de lugareños, y dan pie a una persecución judicial contra los líderes comuneros que culmina encarcelándolos en un penal de máxima seguridad, junto a verdaderos y temibles criminales del país, y sentenciados a una de las penas de prisión más absurdas, de cientos de años para algunos de ellos, como es el caso de Ignacio del Valle.
Pero estos corruptos y mezquinos jueces, podridos ejemplos de lo que es el Poder Judicial en México, en lugar de aniquilarlos han contribuido a labrarles un pedestal a Del Valle y compañeros. Por eso la voz del activista (a través de
Forum, Desde el penal de La Palma, en la siguiente página) reanima a unos y sin duda golpea duramente a otros cuando advierte: “Zapata vive en cada puño levantado, en cada grito encabronado con el corazón al viento. Como machete desenvainado, pintando de rojo el horizonte que nos llama a cumplir, ¡Aquí, allá, la lucha seguirá!
Así de contundente, con el arma superior que significa la poesía para quienes saben que para luchar hay recursos mayores al poder del dinero y de los machetes físicos, sentencia: “La recompensa brillará en la sonrisa eterna de nuestros nietos, que de pan y miel se saciarán y en recuerdos luminosos encenderán sus días.”

Aplausos y abucheos

Al margen de quien resulte ganador en los comicios del 5 de julio próximo, lo que resulta claro es que la pretendida democracia perderá y con ella todo México. El mal papel de las autoridades electorales, el IFE y el Tribunal; el intervencionismo de los grupos de poder, políticos y empresariales, llegaron a un punto de descaro totalmente inadmisible y sólo explicable por la fuerza de atracción que sobre ellos ejerce el gran botín que significa administrar y repartir el presupuesto oficial y los cuantiosos recursos de la economía subterránea. Una gran reforma fiscal, apartidista y con equidad social, y otra que penalice la responsabilidad de los servidores públicos en torno al manejo de los recursos nacionales es la condición para que se reduzca al mínimo tanta podredumbre. Pero no se aprecia a nadie con los tamaños para emprenderlas.


Desde el penal de La Palma

Ignacio del Valle
forum@forumenlinea.com

Hombres y mujeres de todas las edades y de cada rincón de esta patria nuestra, en la ciudad, en el monte, en la selva, en la escuela, en la fábrica, en la mina, en el destierro, en el valle, en el encierro, desde el lugar donde nos encontremos, nuestra obligación es sobreprotegernos para seguir la marcha en este gran proyecto de nación, donde juntemos nuestras coincidencias del quehacer, haciendo a un lado intereses particulares o de grupo, sin aislar ninguna lucha por pequeña que parezca.
¡No tenemos que olvidar que los grandes incendios tienen su origen en una pequeña chispa! Y en estos momentos los incendios surgen por doquier y nuestra obligación es alentarlos y dirigirlos a los rumbos de unidad, respetando sus formas de organización, señalando siempre causas y efectos, poniendo siempre al enemigo común al descubierto y los medios de los que siempre ha hecho uso para mantenernos adormecidos, engañados, sometidos siempre a su antojo, calculando todo siempre en función de ganancias económicas, sin que les importen la humillación y el dolor de los jodidos, apropiándose de los medios de producción y explotando la fuerza de trabajo, manejando a su conveniencia desmedida el derecho de propiedad privada, acumulando riquezas a costa de sudor y sangre de esclavos, de plebeyos, de obreros, de campesinos jornaleros, quienes en su momento siempre han levantado la voz de la inconformidad, de rebeldía.

La lucha por la justicia siempre es natural en cualquier lugar, enfrentándose invariablemente ricos contra pobres, escribiendo con su sangre y ejemplo de dignidad que sí es posible un mundo de justicia para todos.
No tenemos que esperar ningún aniversario más para llorar ni lamentar la muerte de Zapata ni afinar discursos; vamos para decir: aquí estoy de palabra y no de corazón.
El mejor recuerdo a Zapata es la construcción de la unidad, organizada y consciente, donde sea que nos encontremos, porque la lucha es de todos, hombres y mujeres. Y ésta no da tregua ni se da sus vacaciones, ni tiene días de guardar; hasta cuando duermes tienes que soñar en la revolución. No importa de quién venga esa disposición de luchar, si en su esencia se compone de fe y unidad. Tenemos los motivos necesarios para no ceder nada, de ninguna especie, al enemigo al que no hay que dar tregua alguna.
Hasta cuando nos encontremos solos, la lucha sigue aún en nuestro interior, con nuestra actitud de indiferencia, de autosuficiencia, de soberbia, de ira incontrolada, envidia, pereza; de hierro y rabia en el combate hasta la victoria; generoso y digno con el pueblo, sin pedir a cambio nada, más que el honor de poder servirle.
La recompensa brillará en la sonrisa eterna de nuestros nietos, que de pan y miel se saciarán y en recuerdos luminosos encenderán sus días.
Zapata vive en cada puño levantado, en cada grito encabronado con el corazón al viento.
Como machete desenvainado, pintando de rojo el horizonte que nos llama a cumplir, ¡aquí, allá, la lucha seguirá!

Desestabilizar para amedrentar

Carlos Cáceres R.
ccaceresr@prodigy.net.mx

La actual posición política de quienes se escudan en el gatopardismo para asumir el cambio (neoliberalismo) sin modificar (continuar pensando en el golpe de Estado, hoy llamado golpe de Estado técnico), no desestiman que la comunidad internacional (desde Estados Unidos hasta la Unión Europea), rechazarían tal absurdo que sólo se puede homologar con la actividad del cangrejo (caminar hacia atrás), y hoy es en Guatemala, la acción desesperada de diferentes grupos que, en forma consciente, han asumido la imposibilidad de ganar el próximo proceso electoral y tratan de imponer su proyecto político utilizando el crimen y la violencia. Su posición se enfrenta a amplios sectores de la población guatemalteca que no piensan como ellos. Esos sectores económicos y políticos no han comprendido que en Guatemala ciudadanos y ciudadanas hacen esfuerzos para desarrollar una política democrática (elecciones libres y alternabilidad en el poder, entre otros factores), la cual se fortaleció con la firma de los Acuerdos de Paz.

El lamentable asesinato de un ciudadano, como es el caso del abogado Rodrigo Rosenberg, es un ejemplo más de cobardía y degradación moral cometido por quienes tratan de regresar al pasado haciendo más sofisticados sus crímenes. Se equivocan quienes asumen que con ese acto amedrentarán al presidente de la República, Álvaro Colom, para presentar su renuncia. Sin ocultar el impacto político, a nivel nacional e internacional de esa acción, los criminales han resentido un efecto contrario pues mujeres y hombres de Guatemala que apoyan al presidente, han respondido con movilizaciones de solidaridad que han contrarrestado las manifestaciones organizadas mediante una planificación previamente elaborada, esgrimiendo la culpabilidad del presidente Colom y otros funcionarios sin presentar evidencias. Le adjudican culpabilidad sin respetar lo estipulado por las leyes (debe asumirse inocencia hasta comprobar lo contrario). Los dirigentes del partido en el poder Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) han denunciado el hecho y llaman a fortalecer la unidad para enfrentarse a un enemigo sin argumentos. Los militantes y quienes apoyan a la UNE no van a esconderse del terror psicológico ni ante el criterio de decir mil veces una mentira para ostentarla como verdad. Esto se llama fascismo.
Guatemaltecas y guatemaltecos conocen las condiciones en que se expresa la gobernabilidad (en especial con el estado de derecho); sin embargo, la inadecuada ética –con la democracia– de algunos partidos políticos y dirigentes derrotados en las elecciones (y los intereses económicos que representan), los impulsa a romper el criterio de gobernabilidad para tratar de anular la relación gobernante-gobernados. Su propósito es anular la confianza en las instituciones democráticas del país. Antes lo hacían con balazos, cañones o helicópteros y aviones junto a la consabida cadena nacional de radio. Ahora es con la acción psicológica, en el momento en que la lucha contra el narcotráfico es más decidida por parte del gobierno.
Por esta razón, persiguen demostrar que no hay capacidad en las instituciones y ponen en la calle, entre otros, a jóvenes de universidades privadas.
¿Dónde están los resultados de quienes anteriormente tuvieron la responsabilidad de la seguridad guatemalteca y hoy se esconden detrás de confabulaciones para ocultar su propia incapacidad. Acaso encontraron a los responsables de crímenes con cuerpos ostentando señales de tortura. ¿Quiénes son los culpables de las balaceras? ¿Dónde están los cabecillas del narcotráfico? Y los crímenes contra choferes de autobuses. Estos hechos contra la población no los ha desarrollado Álvaro Colom. Es parte de la acción desestabilizadora con el propósito de demostrar ingobernabilidad. Se han trazado el objetivo de romper con la calidad del desempeño gubernamental. Por esta razón, crearon una crisis.
A las acciones de desestabilización en Guatemala se debe incorporar, en la actualidad, el incremento de la violencia política relacionada con la lucha por asumir el poder. Es una forma de intervención no desconocida en Guatemala y se presenta en forma deshumanizada con un gran desprecio a la vida. Los impulsores del asesinato contra un ser humano –como al abogado Rosenberg–, pretenden evitar el desarrollo de la democracia anulando los valores que permiten la convivencia pacífica porque tratan de crear incertidumbre, desesperanza y fragmentación social. El propósito es crear un conflicto más en un país saturado de problemas para señalar las dificultades de la solución institucional y justificar la anulación del adversario electoral por medio de la violencia. Son elementos reales que permiten afirmar la presencia de una emergente cultura de violencia política (se sustenta en la intolerancia al no aceptar la presencia divergente de ideas y concebir soluciones a través de la eliminación del otro), con el propósito de anular la paz, negarse al diálogo y la negociación, actuar sin respeto a las leyes, anular la dignidad de las personas y restringir la libertad.

Los impulsores de la violencia política en Guatemala serán derrotados en el campo de la propia lucha política y esto sucederá con la participación de hombres y mujeres haciendo uso todos de sus derechos, impulsando la democracia como una forma de vida, desarrollando y defendiendo –según las leyes del país– el proceso electoral, debatiendo ideas y propuestas; pero nunca, con la violencia.

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