10/12/2011

¿PRÍNCIPES O POLÍTICOS?

INVESTIGACIONES

En México, cada año aumentan los sueldos de los políticos y gobernantes, sus percepciones salariales son excesivas y desmesuradas. Esto es un oprobio frente a un país que vive en crisis económica y al que no se le han cumplido las promesas de empleos de calidad y bien remunerados, por lo que la austeridad en el gasto público debiera ser una respuesta. El oneroso gasto corriente no se atribuye tan solo al Poder Ejecutivo Federal, se da también en los salarios de los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en los Magistrados del Tribunal Electoral Federal, en los Consejeros del IFE, en los Diputados Federales, en los Senadores, en el Ombudsman de los Derechos Humanos y un largo etcétera. Tampoco es exclusivo del nivel federal, los excesos están presentes a nivel estatal y municipal.

Por:

En el paquete fiscal de 2012, el Poder Ejecutivo plantea incrementar salarios para el próximo año y, con este aumento, algunos funcionarios, sobre todo del Poder Judicial de la Federación, percibirán los ingresos más altos del mundo por cargos públicos similares.

Los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), por ejemplo, ganarán 5 millones 892 mil 778 pesos anuales, incluidos sueldo base, compensación, prestaciones de previsión social, prima vacacional, aguinaldo, seguros de vida de gastos médicos mayores y de separación individualizada, estímulo de antigüedad, ayuda para anteojos y hasta un “estímulo del Día de la Madre” por mil pesos.

Los Consejeros de la Judicatura percibirán 3 millones 999 mil 413 pesos; más 5 millones 892 mil 778 pesos, y los Magistrados de la Sala Superior 3 millones 999 mil 413 anuales.

Los Consejeros Electorales ganarán 3 millones 33 mil 617 pesos y bruta de 4 millones 124 mil pesos anuales. En el Instituto Federal Electoral, el Secretario Ejecutivo obtendrá 221 mil pesos mensuales; el Secretario Particular del Consejero Presidente, 186 mil 492; los líderes de proyecto, 145 mil 216, 5 mil pesos menos que un diputado federal, y los coordinadores de enlace institucional, 120 mil.

El ombudsman de la Comisión Nacional para los Derechos Humanos, Raúl Plascencia, tendrá una percepción bruta anual de 4 millones 70 mil 340 pesos y neta de 2 millones 942 mil. El presidente del INEGI, Eduardo Sojo, percibirá un salario bruto de 3 millones 312 mil 686 pesos y neto de 2 millones 395 mil 172.

Los 128 senadores obtendrán una percepción bruta de 2 millones 709 mil 51 pesos y neta de un millón 978 mil 250; el secretario general del Senado, 3 millones 200 mil 69 pesos, en términos brutos y 2 millones 30 mil 850 netos.

Los 500 diputados federales tendrán un ingreso bruto de un millón 218 mil 840 pesos y neto de un millón 520 mil 151, mientras el secretario general ganará un sueldo bruto de 3 millones 567 mil 161 pesos y neto de 2 millones 640 mil 676.

Sueldos exhorbitantes para una triste realidad

Tenemos una burocracia cara, en un país en donde el gasto corriente para 2011 será de casi dos billones de pesos, inaceptable porque hay 60 millones de pobres y cada año crece la pobreza, y porque el salario mínimo en México es de 57.46 pesos diarios, el equivalente a unos mil 723 pesos mensuales. De acuerdo con estadísticas de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, organismo que decide el aumento anual a los sueldos de los trabajadores, se calcula que alrededor de 15% de la población trabajadora recibe un salario mínimo por su trabajo. La CNSM fija cada año un aumento al salario mínimo que ronda en uno o dos pesos anuales, en un país en donde la mitad de su población vive con menos de un dólar al día.

Estos políticos, funcionarios y gobernantes no desquitan el sueldo que cobran. Su productividad es baja, su legitimidad poca y su prestigio endeble.

Mientras una familia mexicana no puede adquirir una canasta básica con 55.84 pesos diarios, que es lo que le queda de salario neto menos impuestos, mucho menos pueden vivir un mes con ese ingreso y pagar comida, colegiaturas, agua, luz y gasto en salud, como lo dijo Ernesto Cordero, ex secretario de Hacienda.

México tiene una administración “obesa” y “despilfarradora”, amparada por la opacidad y la falta de transparencia. Las nóminas de las cúpulas políticas rebasan, en muchas ocasiones, el tope salarial impuesto por el decreto de la Presidencia de la República del 22 de julio de 2009, oponiéndose así a la reforma constitucional del artículo 127 que ordena que “ningún” servidor público puede recibir remuneración mayor a la establecida para el Presidente de la República, que asciende a 16 mil dólares como percepción bruta anual. La justificación de dicho decreto presidencial era de que el sueldo correspondiera a la responsabilidad del trabajo, cuestión que no parece suficiente.

Opacidad y discrecionalidad

En 2009, la propia Auditoría Superior de la Federación (ASF) criticó que en algunos cargos de los Poderes de la Unión (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) y de los organismos autónomos se opera con “opacidad y un exceso de discrecionalidad” la asignación de sueldos y salarios. Esto, ante la carencia de un tabulador universal. Hace falta un tope salarial a todo aquel que ejerza un cargo de la administración pública. La reforma al artículo 27 constitucional decreta: “Ningún servidor público podrá recibir remuneración… por el desempeño de su función, empleo, cargo o comisión, mayor a la establecida para el Presidente de la República en el presupuesto correspondiente”. Este renglón obliga a todos los servidores públicos de la Federación, de los estados, del Distrito Federal, de los municipios y dependencias. Asimismo afecta a los funcionarios que laboran en administraciones paraestatales y paramunicipales, fideicomisos públicos, instituciones y organismos autónomos y cualquier otro ente público. Por ello, todos los funcionarios “recibirán una remuneración adecuada e irrenunciable por el desempeño de su función, empleo, cargo o comisión, que deberá ser proporcional a sus responsabilidades”. A las remuneraciones en efectivo se incluyen dietas, aguinaldos, gratificaciones, premios, recompensas, bonos, estímulos, comisiones, compensaciones y cualquier otra percepción que sea propia del desarrollo del trabajo.

Concluyó que “faltan criterios universales que sean aceptados y observados en toda la administración pública”, en materia de percepciones de los servidores públicos. “La existencia de regímenes distintos, y en algunos casos de excepción en los Poderes de la Unión y en los órganos constitucionalmente autónomos, complica, confunde y refleja una alta opacidad y un exceso de discrecionalidad en materia de remuneraciones”, dice el máximo órgano de fiscalización del país en un análisis de 2009.

El Ejecutivo federal no ha adelgazado, como lo prometió, su gasto corriente, para tapar el gran boquete en las finanzas públicas. Y mientras los políticos y funcionarios públicos se aumentan el salario exponencialmente, y justifican el por qué de estos altos sueldos. “Yo creo que para que tengamos servidores públicos de alto nivel que estén comprometidos, que estén dispuestos a sacrificar mucho de su tiempo para estar comprometidos en los temas y atender a la ciudadanía, y que sea gente muy preparada, creo que debe tener sueldos muy buenos, porque si no el riesgo que corremos es que la iniciativa privada nos los empiece a robar”, dijo en una ocasión el legislador por el Partido Verde Ecologista, Pablo Escudero, entonces Presidente de la Comisión de la Función Pública de la Cámara de Diputados.

México, además de registrar el descenso del poder adquisitivo más grave de Latinoamérica, sufre una“desigualdad salarial” sin par, en la que hay una gran disparidad entre 80% de la población que está ocupada, 37 millones de personas que ganan menos de cinco salarios mínimos y la alta burocracia. En este país, el Presidente de la República percibe, en términos brutos (antes de impuesto y con prestaciones) 150 veces el salario mínimo y, neto, 93 minisalarios por día. Asimismo, el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación percibe 223 veces el minisalario, en tanto que un magistrado del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación gana el equivalente a 220 salarios mínimos, según el informe titulado “El salario mínimo”, elaborado por los investigadores Miguel Santiago Reyes, Juan Carlos Domínguez, y Samuel Amador, del Observatorio del Salario de la Universidad Iberoamericana de Puebla.

Este informe indica también que el poder adquisitivo del salario mínimo actual es equivalente a la cuarta parte del salario de 1976. “Por tanto, sin deterioro del poder adquisitivo, el salario mínimo de hoy tendría que ser de 6 mil 536 pesos mensuales y no de mil 634 (para la zona C) como es ahora”. En cuanto a la pérdida de poder adquisitivo que ha tenido esta remuneración, establece que de 1939 a 1951 este salario tuvo una tendencia descendente, pues perdió más de la mitad de su poder al pasar de 100.23 a 44.84 pesos; de 1951 a 1976 su tendencia es ascendente: el salario pasó a 170.13 pesos. Sin embargo, desde 1976 a la fecha ha mantenido un descenso. (Ver también: “Programa de Presupuesto y Gasto Público CIDE”; VER LINK).

El “sueldazo” del “gabinetazo”

En el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para 2011, los diputados aprobaron que el presidente Felipe Calderón tuviera una percepción ordinaria mensual de 247 mil 055 pesos, un 0.5% más que el año pasado. Su salario base, con algunas prestaciones, alcanza hoy los 198 mil 870 pesos. Sin embargo, el aumento sustancial estuvo en las prestaciones. El otorgamiento de un pago extraordinario por riesgo supera 18% y el presidente Calderón recibe por ese concepto 813 mil 427 pesos al año. Por tanto, sus percepciones anuales son superiores a los 3 millones 324 mil 819 pesos, lo que representa un aumento de 24.2% respecto de 2010, cuando era de 160 mil pesos al mes. Este aumento se debe el Anexo 16 del decreto presupuestal para el ejercicio fiscal 2011, referente a los límites de percepción ordinaria total en la administración pública federal. Se trata de un bono de riesgo que se entregó a mil servidores públicos, en total 377 civiles y 623 militares de alto rango. En este aumento también se consideran algunas otras prestaciones, como la prima vacacional, aguinaldo y aportaciones al ISSSTE, Fovissste, seguro institucional y SAR; seguros de gastos médicos privados y de separación individualizada, y apoyos económicos para vehículos y gastos de gasolina y de celular, entre otros.

Con el aumento al salario del Presidente de la República se incrementaron las percepciones de todos los funcionarios públicos. Por ejemplo, los Secretarios de Estado del Gobierno Federal cobran sueldos de 3 millones 273 mil 593 pesos en el año. Un Secretario de Estado gana 196 mil 847 pesos mensuales a partir del 1 de enero de 2011.

Los ex presidentes que “sirvieron” a la Patria

Existe una falta de normatividad que regule montos y partidas por los millones de pesos que eroga cada año el gobierno federal de manera discrecional para el pago de pensiones y jubilaciones de ex presidentes. Las prestaciones a los ex titulares del Poder Ejecutivo fueron un legado de dos acuerdos presidenciales, uno de Luis Echeverría ­–el 25 de noviembre de 1976–, y otro de Miguel de la Madrid –signado el 31 de marzo de 1987–. Felipe Calderón, al igual que sus antecesores, no etiquetó recursos económicos para ese rubro. Por tanto, no se sabe de dónde sale esta partida ni su monto, aunque se conoce que cada año el pago de pensiones de cinco ex mandatarios cuesta más de 259 millones 115 mil 269 pesos anuales en pensiones y prestaciones, mediante los que son recompensados los ex presidentes durante el resto de su vida, so pretexto de “haber servido a la Patria”. Estos personajes tienen una remuneración mensual equivalente al salario de un secretario de Estado en funciones, y beneficios que incluyen un equipo de 103 personas, para atenderlos, por cada uno de los ex mandatarios. Los sueldos de sus asistentes también son sufragados con cargo al erario. De acuerdo con una investigación realizada por el Senado de la República en 2007, mantener a Luis Echeverría, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo y Vicente Fox cuesta, en promedio, significan 51 millones 823 mil pesos anuales por cada uno de ellos. Con esta tendencia, al terminar el sexenio del presidente Felipe Calderón, el gasto en Luis Echeverría, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo y Vicente Fox rebasaría los mil 554 millones 691 mil pesos.

Según la revista Contralínea, los ex mandatarios tienen derecho a 78 elementos de las fuerzas federales para cada uno de ellos, desglosados en 45 elementos del Ejército: 32 de tropa, ocho oficiales, cuatro jefes y un general; 22 elementos de la Armada: 16 de tropa, cuatro oficiales y dos jefes, y 11 elementos de la Fuerza Aérea: ocho de tropa, dos oficiales y un jefe. También tienen a su disposición a 25 empleados de la Federación: tres choferes y personal para montar una “pequeña oficina”. Su despacho se integra con los siguientes puestos: un director general, dos directores de área, cuatro subdirectores, cuatro jefes de departamento, una secretaria para el director general, una secretaria para el director de área, dos secretarias para los subdirectores, tres técnicos especializados y cuatro auxiliares administrativos. El disfrute de la pensión y de los seguros son extensivos a su cónyuge y a sus hijos, mientras vivan, y equivalente al sueldo total que corresponde a los servidores públicos que ocupan el cargo de secretarios de Estado. Dicha pensión se otorgará con cargo al erario federal y se incrementará en la misma temporalidad y proporción. Tendrán derecho a percibir las pensiones de seguridad social que corresponden a los servidores públicos que ocupen el cargo de secretarios de Estado, consistentes en seguro de vida y gastos médicos mayores.

Al fallecimiento de un ex Presidente, su cónyuge se queda con 80% de la pensión y 60% de lo seguros. Los hijos lo recibirán hasta cumplir la mayoría de edad. Los ex presidentes desde su retiro gozan de otras prestaciones: seguro de gastos médicos, 160 mil 602 pesos e inmuebles propiedad del Estado e inmuebles arrendados a su servicio que incluyen el pago de todos los servicios: predial, agua, gas, jardinería, cortinas, alfombras, luz, limpieza, mobiliario, rentas y material de reparación. Además tienen derecho a un equipo de transporte, que por cada ex mandatario incluye: una camioneta blindada para él, otra más para su esposa, una de dichas unidades para sus hijos y tres automóviles para sus escoltas; también se les pagan las tenencias, la verificación, el seguro, el mantenimiento de las unidades y la gasolina. Además se les costea el servicio de telefonía y comunicación. Tienen “derecho” a realizar viajes nacionales e internacionales. En viajes en el interior de nuestro país, elevado a seis por año, por los cinco ex presidentes se eroga 5 millones 191 pesos. Por los viajes al extranjero, una cifra superior a los 7 millones 576 mil pesos. Además reciben remuneraciones por las primas mensuales, aguinaldo, otros bonos mensuales, prima vacacional, estímulo especial y “apoyo” para compra de despensa.

Sólo Ernesto Zedillo Ponce de León renunció, en junio de 2002, a su pensión vitalicia, pero no a los apoyos administrativos y de seguridad personal. Este ex Presidente priísta, el último hasta el momento de ese partido, tiene ingresos propios porque trabaja en universidades, en la ONU y en organismos internacionales de desarrollo. Además recibe una pensión del Banco de México. Pero en otros casos, por ejemplo, la viuda de Lázaro Cárdenas Del Río, Amalia Solórzano, recibió hasta 2008 una pensión de 81 mil 277 pesos al mes, y Alejandra Acimovc Popovic, mejor conocida como Sasha Montenegro, viuda de José López Portillo, percibe del erario 115 mil 187 pesos mensuales.

Fox: el “pobre” presidente que necesita pensión

El único ex presidente que se ha declarado porque no se le quite su pensión vitalicia es el panista Vicente Fox, quien al final de su sexenio ganó 21 millones 240 mil pesos de sueldo bruto; es decir casi 2 millones de dólares, a pesar de que en los primeros cinco años de su sexenio la economía creció menos de 2 por ciento. Netos, sin prebendas, Fox ganó 11 millones 309 mil 609 pesos o un millón 28 mil 146 dólares. “El de Fox es un salario de príncipe, mientras la mitad de la población mexicana permanece en la pobreza y un millón se va cada año a buscar trabajo a Estados Unidos”, aseguró en 2006 el académico estadounidense George W. Grayson. En 2004, en la mitad del sexenio de Vicente Fox, de acuerdo con el último estudio que hizo al respecto, había 59 mil 110 funcionarios en el gobierno federal, entre mandos superiores y medios (presidente, secretarios, subsecretarios, jefes de unidad, directores, etcétera), con un costo salarial de 35 mil millones de pesos. A estos datos hay que sumar 18 mil millones de pesos por las prestaciones sociales, como prima vacacional, aguinaldo y aportaciones al ISSSTE, Fovissste, seguro institucional y SAR. Otras dos prebendas de los funcionarios públicos son los seguros de gastos médicos privados y de separación individualizada, en donde si ahorran 10% de su salario, el gobierno les pone otro tanto. Ese dinero genera intereses y se entrega al término de su gestión. Hay otros beneficios que no aplican a todos, pero a muchos funcionarios sí, como apoyo económico para vehículos y gastos de gasolina y de celular, entre otros.

Los millonarios ministros de la SCJN

El Ministro Presidente de la Suprema Corte ganará 5 millones 989 mil pesos durante 2011. Son 11 millones 882 mil pesos, si sumamos sueldo tabular, prestaciones de ley, condiciones de trabajo contractuales, fondo, seguros de ahorro y seguridad social. Sin embargo, su salario tendrá una ligera disminución por impuestos, por lo cual recibirá 8 millones 647 mil pesos netos. El Ministro, tiene por ley, la capacidad de recibir anualmente un salario de 5 millones 989 mil pesos, además de otros 5 millones 892 mil pesos por su labor dentro del Consejo de la Judicatura Federal.

Pero él no es el único que goza de jugosos salarios. Por ejemplo, los otros Ministros de la Suprema Corte ganan hasta 3 millones 999 mil pesos anuales. Un Magistrado del Tribunal Electoral federal percibe 5 millones 892 mil pesos al año. El secretario general de Acuerdos de la SCJN, Rafael Coello Cetina, gana 3 millones 694 mil 137 pesos anuales. El Oficial Mayor de la SCJN, Rodolfo Lara Ponte, obtiene 3 millones 670 mil 137 pesos anuales. El subsecretario general de Acuerdos de la SCJN, Mario Alberto Esparza Ortiz, gana 3 millones 665 mil 238 pesos anuales. El Secretario Ejecutivo de la SCJN, percibe 3 millones 524 mil 187 pesos anuales. El secretario general de la Presidencia de la SCJN, Alberto Díaz Díaz, gana 3 millones 514 mil 549 pesos. El Director General de la SCJN, obtiene 3 millones 424 mil 144 pesos anuales. El coordinador de Asesores de la Presidencia de la SCJN, Alfredo Orellana, percibe 3 millones 415 miles 577 pesos anuales.

En 2006, el sueldo neto anual de un Ministro era de un millón 792 mil pesos, más prestaciones por un millón de pesos y apoyos para el ahorro por 647 mil pesos. En total, 3 millones 439 mil al año; es decir, 286 mil 583 pesos mensuales. Un sueldo superior al del Presidente de México y un poco menos que el de Estados Unidos. En 2009, se publicó en el Diario Oficial de la Federación un Manual de Procedimientos de la Suprema Corte que señalaba que el sueldo de los ministros sería equivalente a 347 mil pesos al mes. Los Consejeros de la Judicatura Federal ganan 337 mil pesos mensuales; los Magistrados de Circuito, 200 mil pesos al mes, y los Jueces de Distrito, 176 mil pesos mensuales.

Chóferes de la SCJN ganan más que profesionistas

Hasta los chóferes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación gozan de los privilegios de un buen sueldo. Un chofer de la SCJN ganó 685 mil pesos en 2010, entre sueldos, salarios y prestaciones. Con un nivel de plaza 34, un chofer de la Corte tiene una programación de 347 mil 661 pesos de sueldos y salarios. A los que se suman 337 mil 419 pesos de prestaciones. En total, 685 mil pesos, recursos que están muy por encima de lo que ganan muchos profesionistas especializados en México, pues cada mes perciben 57 mil pesos.

El Legislativo, gigantesco aparato burocrático

Mientras el sistema político mexicano gasta un promedio de mil 200 millones de pesos anuales para mantener a la estructura de los partidos políticos (cuando son elecciones esa cifra se incrementa), sus representantes en el Poder Legislativo, Diputados y Senadores, le cuestan al erario público más de lo que rinden por su trabajo. En el Congreso de la Unión se encuentran en la “congeladora” 87.6% de las iniciativas, según Luis Carlos Ugalde, director de Integralia, SC, empresa que en su “Reporte Legislativo” plantea que la actual legislatura ha desahogado sólo 12.4% de las iniciativas de ley recibidas, y las cámaras abordaron sólo 45.4% de los temas que agendaron. Esta misma legislatura acumula ya 2 mil 094 iniciativas sin resolver, que ya superan al rezago legislativo de toda la legislatura anterior. Lo anterior se debe, en parte, a que los diputados y senadores inician sus sesiones con más de una hora de retraso y ni siquiera permanecen el tiempo que duran, pues los primeros permanecen en promedio 85.7% y los últimos 58.2%; muy poco rendimiento para un Poder Legislativo que cuesta 9 mil millones de pesos al año.

Diputados federales, los principitos del reino

Los Diputados Federales tienen actualmente un salario mensual de 105 mil 370 pesos, que menos impuestos les dejan 77 mil 745 pesos, además de que los impuestos sobre ese salario se los paga la propia Cámara, a cargo del mismo presupuesto legislativo. De su ingreso pueden ahorrar 12% para un fondo de retiro y la misma Cámara aporta otro 12 por ciento. A esto suman dos pagos mensuales más: 28 mil 772 pesos de ayuda ciudadana y otro –de escándalo– por 45 mil 786 pesos más por ¡asistencia legislativa! Es decir, otro sueldo por hacer lo que ya es su obligación. Reciben gratis, además, un seguro de gastos médicos mayores para ellos, sus padres, su cónyuge y sus hijos, y el pago de gastos médicos que abarcan dentista, optometrista y lentes gratis. Además de gastos funerarios para la misma parentela, que representa un mes de dieta. Cupones de avión con la tarifa más alta para cambiar por cuatro boletos mensuales, tres si están en receso. Ayuda terrestre de hasta 10 mil pesos mensuales a los que viven en un radio menor a 300 kilómetros –¡los del Distrito Federal incluidos!–, y una tarjeta IAVE para cada uno de ellos para no pagar cuota en las autopistas. A esto hay que añadir aguinaldo, vacaciones, ayuda para gasolina, pago de celular y asistentes. En algunos casos coche y chofer. Y un bono de retiro por 1.6 millones de pesos.

En general, se les pagan a estos 500 legisladores 190 millones de pesos anuales en teléfonos fijos, 32 millones de pesos anuales en celulares. Además, 670 millones de seguro médico, 613 millones en boletos de avión, 126 millones en comidas en eventos y vales de alimentos, 6.8 millones en botellas de agua. La anterior 60 Legislatura gastó de 2006 a 2009 un total de 12.72 millones de pesos en galletas, café y leche. No es todo. Excélsior documentó opacidad en 12% del presupuesto. Es decir, de los 5 mil millones que cuesta la Cámara de Diputados, los coordinadores apartan 600 millones, cuyo gasto no revelan, que es conocido como “asignación a grupos parlamentarios”. Y como son ciudadanos “de otra especie”, los diputados no sólo tienen fuero, sino que no pagan impuestos. Milenio calculó que nuestros Diputados gana dos mil pesos por hora laborada, por sesión de martes y jueves.

En tanto, el personal de la Cámara de Diputados recibe cada mes entre 18 mil 668 y 31 mil 560 pesos en el caso del jefe de Departamento, 31 mil 801 a 51 mil 900 el subdirector y de 53 mil 109 a 83 mil 789 el director de Área. El director general de cada área que labora al interior de la Cámara Baja percibe al mes entre 91 mil 203 pesos y 119 mil 220 pesos, el contralor recibe 122 mil 38, el secretario 136 mil 832 y el secretario general ganan 157 mil 702 pesos. Mientras, el nuevo esquema de contratación para personal de honorarios establece que los contratos laborales para este año sean por sólo de seis meses, con lo que se les deja sin la posibilidad de acceder a prestaciones sociales, como fue aprobado y etiquetado en el presupuesto del PEF 2011. Por ejemplo, el Comité de Administración de la Cámara de Diputados le paga 22 millones de pesos anuales por “outsourcing” a la empresa Grupo Alfa Sol, SA de CV, dedicada a suministrar el servicio integral de limpieza en oficinas, edificios, y plantas industriales, y que es la encargada del servicio de limpieza en San Lázaro. Pero a los y las trabajadores de limpieza, dicha empresa les paga tan sólo 2 mil 400 pesos mensuales por su trabajo, aunado a que no tienen seguridad social. Además de dichos abusos laborales, la empresa Alfa Sol despidió a 154 trabajadores en San Lázaro y al resto les redujo el salario base de 2 mil a mil 900 pesos mensuales.

El “Rey de reyes” en San Lázaro

Es el Secretario General de San Lázaro y gana 3 millones 389 mil 571 pesos anuales. Se llama Guillermo Haro Bélchez y gana un millón 104 mil 358 pesos más que el presidente Felipe Calderón en cuanto a sueldos y prestaciones se refiere. Es un hombre poderoso, con suficiente discrecionalidad para definir contratos tanto de obras, como de proveedores, así como de manejo de personal, principalmente de honorarios, donde dispone e impone a su arbitrio, colocándose incluso por encima de los diputados y órganos de gobierno. La Auditoría Superior de la Federación detectó diversas anomalías en las obras realizadas en 2007 en el Palacio Legislativo de San Lázaro, como el hecho de gastar más de 109 millones de pesos en obras públicas plagadas de irregularidades, sin licencias de construcción, con supervisiones inexistentes y pagos sin justificación. El “Rey de reyes” de San Lázaro, Haro Bélchez, es el encargado de la administración financiera de la Cámara, de la información parlamentaria y los asuntos jurídicos, además de controlar al personal de seguridad interna. Para realizar su trabajo cuenta con un numeroso staff de asesores y asistentes, según documentó el periódico Reforma. La Cámara de Diputados informa en su página electrónica que en la oficina de la Secretaría General colaboran 14 personas, pero no detalla su sueldo. Sin embargo, Reforma divulgó que la nómina de la secretaría suma los 314 mil 730 pesos al mes. Según el Estatuto de la Organización Técnica y Administrativa y del Servicio de Carrera de la Cámara de Diputados, Haro Bélchez tiene derecho a una Secretaría Particular, una Coordinación de Asesores, una Secretaría Privada y un Asistente Administrativo.

Los senadores: ricos y opulentos

Con información de 2009, un Senador de la República gana 126 mil 800 pesos mensuales y recibe otro tipo de aportes económicos si es Presidente del Senado o si coordina a un partido político o si preside comisión; pero esa información no está precisada en la página de transparencia del Senado de la República. En 2008, el Senado de la República dio a conocer en el Diario Oficial de la Federación los sueldos y prestaciones de los legisladores y de los servidores públicos de mando que operan en la Cámara Alta. En su Manual de Percepciones indicaba que un Senador obtenía como dieta neta mensual 125 mil 500 pesos y prestaciones como seguro de vida institucional equivalente a 40 meses de su dieta y de gastos médicos mayores igual a mil 500 salarios mínimos generales mensuales del Distrito Federal. Además, una gratificación de fin de año o aguinaldo equivalente a 40 días de dieta y un seguro de separación individualizado, que se constituye con aportaciones propias y del órgano legislativo, equivalente a 10% de su dieta más sus rendimientos.

El Secretario General del Senado gana al mes 124 mil 900 pesos; el Contralor Interno, Tesorero y Coordinador del Senado perciben de 103 mil 200 a 123 mil 100 pesos, según el nivel que tengan. Los cuatro cargos tienen seguros de vida institucional de 40 meses de sueldo integrado; colectivo de retiro, que va de 12 mil a 25 mil pesos, según los años de servicio; de gastos médicos mayores igual a 295 salarios mínimos generales mensuales del Distrito Federal, y de separación individualizado. Tienen una prima vacacional igual a seis días de sueldo base; prima quinquenal, que va de 46 a 136 pesos, según los años de servicios; aguinaldo equivalente a 40 días de sueldo base; pagas de defunción; 20 días de vacaciones, y estímulo de fin de año, que suma 40 días de la percepción ordinaria. Tienen a su disposición un vehículo o apoyo económico para transporte, y equipo de telefonía celular, radiolocalización y/o radiocomunicación. A su vez, el director general puede recibir al mes desde 79 mil 700 hasta 96 mil 200 pesos, y el Jefe de Unidad de 61 mil 900 a 71 mil 700 pesos. En tanto, un Director de Área percibe de 39 mil 200 a 61 mil 500 pesos; seguido por un Subdirector, quien recibe de 26 mil 400 a 38 mil 500 pesos, y un Jefe de Departamento obtiene entre 18 mil 100 y 26 mil 300 pesos.

Plebeyos en el reino del Senado

Los anteriores sueldos descritos, altos y opulentos, contrastan con la situación laboral de los trabajadores de confianza, que por más de 10 años han prestado sus servicios en el Senado de la República, que solamente cobran en la modalidad de honorarios y no tienen acceso a las prestaciones establecidas por la ley y por la Cámara de Senadores, como acceso a la seguridad social que brinda el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, tampoco al estímulo semestral derivado de una evaluación a su desempeño de hasta 17 días de salario, ni vales de despensa y mucho menos, de prima vacacional.

Atención médica de lujo para legisladores

Según Reforma, para 2012 el costo de percepciones y prestaciones para los Diputados Federales se incrementará 5.25%, y las de los Senadores 1.2%, debido “al alza prevista en el pago de los seguros de vida y de gastos médicos mayores, así como en las aportaciones de seguridad social”. Dichos aumentos en sus seguros de vida y médicos origina el aumento de sus remuneraciones para el próximo año. Por ejemplo, los incrementos en las prestaciones de los diputados cuestan 38 millones al erario público. Los diputados aumentarán el gasto en los seguros de vida, al pasar de 35 mil 530 pesos la cuota por diputado, a 66 mil 818 pesos. Es un aumento de 88% en el costo de tal seguro, lo que significa 31 mil 288 pesos adicionales en la prima anual por cada integrante de la Cámara Baja, que equivale a 15 millones 644 mil pesos más para los seguros de vida de los diputados. En cuanto al seguro de gastos médicos mayores, los diputados prevén un incremento de 25% en el costo de la prima. De 88 mil 478 pesos por cada uno en 2011, para el próximo año se prevé elevar el costo a 110 mil 610 pesos, una diferencia de 22 mil 132 pesos por legislador. Por este concepto del seguro de gastos médicos mayores, el presupuesto de la Cámara de Diputados gastará 11 millones más para el 2012. En otro rubro de las prestaciones de los diputados se advierte un aumento de más de 100% en las aportaciones de seguridad social. Para 2011 se estableció una cuota de 20 mil 623.56 pesos por diputado al año.

En tanto, las prestaciones de los Senadores de la República se incrementarán en 2 millones 994 mil 688 pesos. Los integrantes de la Cámara Alta también reportan un alza en la prima de los seguros de vida, pues de 27 mil 157 pesos en este 2011, se piden 49 mil 371 pesos por legislador en 2012. Este aumento es de 88% en el costo de la prima por parlamentario; debido a ello, la Cámara Alta gastará en ese rubro 2 millones 843 mil 392 pesos más para atender el requerimiento del seguro de vida. Respecto a las aportaciones de seguridad social, hay una diferencia mayor para el próximo año de mil 712 pesos por cada senador.

El Jefe de Gobierno del DF y su familia

El Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, gana un salario mensual neto de 76 mil 068 pesos, de acuerdo con el área de Transparencia de la Ciudad de México. Su ex primera esposa, Francesca Ramos Morgan, con quien tiene tres hijos, y quien también labora en el GDF desde mayo de 2009 como actual Coordinadora General de Asuntos Internacionales del Distrito Federal, obtiene un sueldo mensual de 71 mil 828 pesos. Rosalinda Bueso, actual esposa de Ebrard, ganaba un sueldo bruto de 53 mil pesos mensuales, cuando laboróa en la Oficialía Mayor del GDF durante siete meses (de mayo a diciembre de 2010) en el “Programa de control de recursos de aplicación automática por convenios”.

Virreyes y caciques estatales

Según un comparativo realizado por la empresa aRegional y difundido por Cinthya Rocha, directora de Federalismo y Rendición de Cuentas de la consultoría, la percepción mensual neta del ex gobernador Enrique Peña Nieto ascendía a 203 mil 68.8 pesos. Los gobernadores de los estados de Aguascalientes, Jalisco y Nuevo León tienen un sueldo mensual de entre 156 mil y 237 mil pesos, mayor al del Presidente de la República y de los mandatarios de Argentina, Brasil y Chile, cuyos ingresos mensuales son de 46 mil 500, 70 mil 900 y 150 mil 300 pesos, respectivamente. Según los resultados del “Índice de Transparencia y Disponibilidad de Información Fiscal de las Entidades Federativas (ITDIF)”, el promedio salarial de los gobernadores es de 121 mil 129 pesos al mes, siendo 14 mandatarios los que reciben un salario por encima del promedio y 16 los que tienen un sueldo por debajo de éste. Con base en la información que las propias entidades divulgan a través de su página en Internet, el sueldo más alto corresponde al gobernador de Aguascalientes, con 237 mil 900.5 pesos al mes. Le siguen los mandatarios del Estado de México, con 203 mil 68.8 pesos; Jalisco, con 166 mil 195 pesos, y Nuevo León, con 156 mil 624 pesos mensuales. En 2010 había algunos ejemplos de salarios muy ostentosos como el del gobernador de Campeche, Fernando Ortega, con un salario de 165 mil 378 pesos mensuales; del ex Gobernador Zeferino Torreblanca, de Guerrero, con un salario mensual de 163 mil 240 pesos; de Rodrigo Medina, de Nuevo León, con 156 mil 624 pesos; de Mario Marín, de Puebla, con 147 mil 183, y de Ivonne Ortega, gobernadora de Yucatán, con 141 mil 152 pesos mensuales, entre otros.

Los funcionarios de la administración de Enrique Peña Nieto percibían un salario neto mensual de 116 mil pesos. Los 16 titulares de las Secretarías y el Procurador General de Justicia de la entidad obtenían más salario que los gobernadores de Tlaxcala, Sonora, Jalisco, Nuevo León, Campeche, Colima, Durango, Hidalgo, Zacatecas, Sinaloa, Nayarit, Veracruz, Morelos, San Luis Potosí y Michoacán. El que mejor ganaba después de Peña Nieto era el secretario general de Gobierno, Humberto Benítez Treviño, con un sueldo mensual 131 mil 790 pesos.

Alcaldes, cómplices de la ambición de sus cabildos

En el Estado de México, donde se calcula que 10 millones de personas viven en la pobreza, hay alcaldes, como el de Zinacantepec, Raúl Espinoza Velázquez, quien en 2010 cobró 246 mil 476 pesos mensuales, todo con la anuencia de su cabildo. En casi todos los 2 mil 436 municipios del país existen nóminas secretas y partidas especiales para los regidores. La opulencia municipal, parece pues, un mal generalizado.

Otros súper salarios

El director general de la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), Javier Gavito, tiene percepciones anuales por 3 millones 730 mil 845 pesos.

La presidenta del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), María Teresa Fernández, gana 3 millones 372 mil 571 pesos anuales.

El auditor especial de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), Juan Manuel Portal, gana 3 millones 372 mil 051 pesos anuales.

El titular de Unidad de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), Raúl Esquerra, gana 3 millones 31 mil 620 pesos anuales.

La ex consejera presidente del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI), Jacqueline Peschard, tenía un sueldo bruto de 217 mil pesos y neto de 145 mil. Aparte, el seguro individualizado de 10 días de salario mensual, prima vacacional, 3 mil pesos de celular, 6 mil 500 pesos de notas de restaurante, vehículo oficial y 6 mil pesos mensuales en vales de gasolina si usaba su vehículo particular.

Los consejeros del IFE

El Instituto Federal Electoral gasta anualmente 7 mil millones de pesos anuales, aunque no se realicen elecciones. La mexicana es una de las democracias más caras del mundo. Para organizar las elecciones presidenciales de 2012, el IFE obtuvo casi 16 mil millones de pesos, monto 35% superior al de los comicios de 2006. De los 15 mil 905.7 millones de pesos que propuso el IFE y que presentó a la Comisión Temporal de Revisión del Anteproyecto de Presupuesto, 10 mil 613.2 millones de pesos se proponen para gastos de operación del instituto y 5 mil 292.5 millones para el financiamiento público de los partidos. Cabe recordar que en los comicios federales de 2006 se aprobaron 4 mil 798 millones para financiamiento a partidos y 7 mil millones para operación. En los años en que hay elección presidencial se asigna 50% más del monto de prerrogativas que el año previo, de acuerdo con la ley. Y cuando hay elecciones de legisladores federales, el aumento es de 30%; además, el Artículo 41 de la Constitución marca que para la partida de 2012 “debutará” una parte de la reforma electoral de 2007, en la que se establece que el monto a otorgar al IFE estará determinado por la cantidad de electores y el Salario Mínimo General del Distrito Federal.

Consejero Presidente: grandes prestaciones

Pero esto no es lo único costoso del IFE; según información recabada del Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal de 2010, el presidente consejero del IFE, Leonardo Antonio Valdés, gana anualmente 3 millones 915 mil 331 pesos. El diario Reforma reportó que la presidencia del Consejo General del IFE encabezada por Leonardo Valdés tiene asignadas 35 personas, de las que 11 son asesores y el resto es personal de apoyo. Sólo para la operación de esta oficina, el organismo solicitó a la Cámara de Diputados un presupuesto de 48.2 millones de pesos para el año electoral 2012; 42.4 millones de pesos es el gasto permanente de esa oficina y 5.7 millones de pesos es el cálculo de recursos extras por el proceso electoral federal del próximo año. Esa suma solicitada por la presidencia del IFE implica un gasto mensual en 2012 de 4 millones de pesos. Entre las plazas asignadas para el consejero Valdés –y que se encuentran desglosadas en el directorio institucional del IFE– está la de su secretario particular, quien gana 2 millones 873 mil pesos al año. Además, el presidente del IFE tiene a su cargo una secretaria técnica, un coordinador de logística, un “líder de proyecto presidencial” (que antes fue registrado como asesor del secretario particular), un “jefe de proyecto de logística”, un especialista y una secretaria del órgano garante de transparencia y acceso a la información, asignados a su oficina. El personal se completa con cinco asistentes, un auxiliar, tres choferes, motociclistas, mensajeros, dos recepcionistas así como dos secretarias registradas con una plaza de “secretaria de dirección ejecutiva, unidad técnica o equivalente”. Entre los gastos extraordinarios para 2012 la oficina del consejero Valdés presupuestó “Estudios, documentos e informes de Apoyo a la Presidencia del Consejo”, por 614 mil 200 pesos, así como “Servicios de entrega de documentos”, por un monto de 167 mil 800 pesos. También presupuestó el pago de 200 mil pesos por “Informes y documentos de análisis en comisiones de asesores en apoyo a la Presidencia del Consejo” y “Gastos de alimentación para el personal de la Presidencia”, por 117 mil 900 pesos. Entre el gasto permanente de la presidencia del IFE, de esos 42.4 millones de pesos unos 28 millones 811 mil pesos están registrados en el presupuesto como “Dirección y Apoyo Administrativo”; 11 millones 994 mil pesos para “Fortalecimiento de los Vínculos del IFE” y un millón 660 mil pesos para el “Órgano Garante” (de la Transparencia y Acceso a la Información).

Consejeros ciudadanos con súper sueldos

En 2010, cada Consejero del IFE ganó 246 mil pesos mensuales. En 2009, el periodista Sergio Sarmiento documentó que la Junta General Ejecutiva del Instituto Federal Electoral (IFE) otorgó a los consejeros de dicha institución, a petición de ellos mismos, un aumento de sueldos que iba de 172 mil a 330 mil pesos al mes. Dice Sarmiento que “desde un principio los consejeros y funcionarios del IFE actuaron con sigilo. El aumento no sería incorporado al sueldo sino que se otorgaría en una serie de bonos, quizá para impedir que los medios de comunicación se dieran cuenta”. Cada Consejero Electoral, es decir, los altos funcionarios del Instituto Federal Electoral (IFE), tiene un equipo de asesores, que significa un gasto al erario de casi medio millón de pesos mensuales. La Nómina de Consejeros Electorales, actualizada a la segunda quincena de junio de 2010, indica que el máximo nivel jerárquico del IFE tiene 67 consultores, que en total significan un gasto mensual de 4 millones 668 mil 790 pesos.

La revista Contralínea documentó que los consejeros electorales María Elizondo, Virgilio Andrade, Marco Antonio Gómez, Francisco Guerrero, Alfredo Figueroa, Benito Nacif y Arturo Sánchez sostienen un grupo de asesores de siete personas cada uno, lo que implica un gasto al mes de 497 mil 79 pesos. Con el mismo presupuesto, el consejero Marco Antonio Baños Martínez sostiene una plantilla de 10 personas para su oficina. Otro de los salarios opulentos es el del secretario Ejecutivo del IFE, Edmundo Jacobo Molina, quien gana 3 millones 329 mil 369 pesos anuales.

El costo real del voto

En 2009, La Jornada reportaba que a pesar de que uno de los objetivos centrales de la reforma electoral de 2007-2008 fue abatir los costos de los comicios, México se mantiene como la democracia más cara de América Latina. Con el parámetro del costo por voto, el país está 18 veces arriba del promedio que prevalece en el subcontinente, pues el financiamiento mexicano implica que cada sufragio cuesta 17.24 dólares, lo que contrasta, por ejemplo, con los 41 centavos de dólar en Argentina.

El informe de Fundaciones Internacionales Electorales para Sistemas (IFES, por sus siglas en inglés) sobre “la aplicación de la reforma electoral de 2007-2008 en México, desde una perspectiva comparada a escala mundial”, (descargable en: http://www.ifes.org/publication/ 998e28b22943e28ed7738dc88d474a09/Informe_IFES_I.pdf) incluye un análisis del financiamiento público destinado a los comicios y los partidos, según el cual, el promedio que las naciones latinoamericanas destinan a este rubro es de 123 millones 226 mil 896 dólares, que contrasta sensiblemente con los 465 millones 21 mil 714 dólares que se canalizan en México.

En 2009, el politólogo Guillermo Ysusi votó 40% del padrón y cada sufragio costó 457.50 pesos, incluyendo los gastos del IFE y el TEPJF. Según Milenio, en el proceso electoral de 2009 había un padrón de 78 millones 139 mil 847 ciudadanos en edad de votar. Si se toma en consideración el presupuesto 2009 del IFE y el número total de electores en México, podría concluirse que cada voto tuvo un costo de 155.88 pesos. Lo más lamentable es que en cada proceso electoral se desperdicia 70% de las boletas, actas, materiales electorales, horas-hombre y en general el dinero invertido por el aparato electoral en labores que van desde la promoción del voto, hasta la logística inherente al desarrollo de la jornada comicial.

¿Cuánto costó el voto en la elección del Edomex?

La organización Dictamen Ciudadano asegura que cada voto para la elección a gobernador del Estado de México tuvo un costo de entre 60 y 70 dólares, cifra que contrasta con los 15 dólares que asegura el Instituto Electoral del Estado de México (IEMM). Para el Presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), de la zona metropolitana, Marco Antonio Gutiérrez, cada voto en el Estado de México costó poco más de 60 dólares, mediante la suma del financiamiento de los órganos electorales que participaron en el proceso y los gastos de precampaña y campaña de los actores políticos. “Fue el resultante del financiamiento público del Instituto Electoral del Estado de México, de más de mil 600 millones de pesos, más el Tribunal Electoral del Estado de México que tiene cerca de 200 millones de pesos, que divididos entre el promedio de la participación electoral (5 millones), que es históricamente la mitad del padrón electoral calculado en 10.5 millones de ciudadanos”. Además hay que añadir el costo de los más de 270 mil spots; es decir, “27 mil spots que se promocionan en precampañas y campañas, multiplicado por 5 mil pesos cada uno, da la cantidad de mil 350 millones de pesos, por tanto, el promedio de costo por cada voto en el Edomex se dispara por encima de los 60 dólares, eso es una grosería para los ciudadanos, algo se está haciendo mal”, dijo.

Reforma publicó que cada voto en el Edomex costó 388 pesos “los comicios mexiquenses resultaron los más caros del país”. Según el diario, el gasto se derivó de lo que recibió el organismo como de las prerrogativas de los partidos para el gasto electoral y la organización de la jornada, de acuerdo con el presupuesto del Instituto Electoral y la votación emitida, acorde al conteo preliminar oficial.

El DF y el encarecimiento exponencial del voto

En las últimas elecciones realizadas en 2009 en el DF, el alto porcentaje de abstencionismo registrado en la jornada electoral no sólo afectó la legitimidad de los candidatos ganadores, sino que encareció el costo real por votante, pasando de 95.6 a 228.6 pesos, reportó en su momento el periodista Jonathan Villanueva, del diario La Crónica de Hoy.

En aquella ocasión, el Instituto Electoral del Distrito Federal erogó 595 millones 274 mil 699 pesos en el proceso local para renovar las 16 jefaturas delegacionales y diputaciones locales. Dicho presupuesto fue invertido en la promoción del voto mediante carteles en espacios públicos, playeras, plumas, calcomanías, spots en radio y televisión, la logística de la jornada electoral, así como en la impresión de las boletas y actas de escrutinio. Ese costo se sumó a los 104 millones 941 mil 529 pesos que el IEDF entregó a los ochos partidos políticos locales, a fin de promover a sus candidatos a puestos de elección popular. De acuerdo con los partidos políticos, el presupuesto se usó para promover la imagen de sus aspirantes mediante gallardetes, pendones, spots, mantas, renta de lonas, sillas y sonido. El total de la inversión del árbitro local y las prerrogativas de los partidos ascendió a 700 millones 216 mil 228 pesos, que divididos entre los 7 millones 320 mil ciudadanos enlistados en el padrón electoral dio como resultado un costo de 95.6 pesos por elector. Sin embargo, el número de votantes reportado por el Instituto Electoral capitalino fue de 3 millones 62 mil 553. Dicho saldo implicó una votación promedio de 43% del total del padrón. Con ello, la inversión total para el proceso se dividió entre el número de electores que salieron a las urnas, quedando un costo real por voto de 228.6 pesos.

Voto en el extranjero

En 2006, el proceso para que los mexicanos votaran desde otros países costó 270 millones de pesos, unos 25 millones de dólares al tipo de cambio actual. La suma destinada fue entonces motivo de críticas ante la baja respuesta de los votantes, ya que tan solo en Estados Unidos –donde vive el mayor número de ciudadanos mexicanos en el exterior– unos 11.6 millones de mexicanos, apenas sufragaron 32 mil 632 electores.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario