2/27/2009

Arrestan a 28 inmigrantes en primera redada de la era Obama

Se aleja el sueño de cambio, reclaman activistas

Por Leticia Puente Beresford/corresponsal

Nueva York, EU, 26 febrero 2009 (CIMAC).- El reclamo no se hizo esperar: “Las redadas no significan ningún cambio”, estamos recibiendo más de lo mismo que en la era de Bush. Esta es la respuesta que dan defensores y defensoras de los derechos humanos de los y las sin papeles, quienes el martes pasado fueron víctimas de la primera redada migratoria en el mandato del primer presidente afroamericano de Estados Unidos, Barack Obama.

En este operativo, los policías arrestaron a 25 hombres y tres mujeres, en su mayoría mexicanos, excepto un hondureño, un salvadoreño y un guatemalteco. Todos trabajadores y trabajadoras indocumentadas de la fábrica manufacturera de motores Yamato Engine Specialists ubicada en Bellingham, Washington.

Sólo tres personas fueron puestas en libertad por razones humanitarias, el resto están detenidos en espera de ser deportados.

"El presidente Obama nos dijo que creyéramos en el cambio, a la vez que él trabajaba en nombre de todos y todas las estadounidenses’ precisó en un comunicado Jorge-Mario Cabrera, director de Educación de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes en Los Ángeles. "Las redadas no son cambio", remata.

La agencia de noticias AP informa que ayer miércoles la secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano, ordenó de inmediato una investigación.

"Estas redadas son restos de las fallidas políticas migratorias que no han hecho nada para resolver la problemática de inmigración indocumentada que enfrentamos", agregó el portavoz de la organización con sede en Los Ángeles.

"Necesitamos acciones inmediatas que respalden el compromiso personal del presidente con el electorado estadounidense, incluyendo a los más de 10.5 millones de sufragios de hombres y mujeres hispanos, (acerca de) que es prioritaria una solución migratoria humana".

Napolitano, quien ha dicho que fue informada sobre el operativo el miércoles por la mañana, ha pedido un reporte sobre lo ocurrido a la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés).

"Yo también quiero llegar al fondo de esto", apuntó la Secretaria, quien añadió que el control migratorio en centros laborales necesita enfocarse en los empleadores.
En tanto, la portavoz de ICE Lorie Dankers, en Seattle, no quiso comentar al respecto.

El Consejo de Federaciones Mexicanas en Norteamérica, con sede en Los Ángeles, dijo a través de un comunicado que "las redadas tratan injustamente a la misma gente que ayudó a traer el cambio a la Casa Blanca y elegir al presidente Barack Obama".

"Acudimos a las urnas para votar por Obama. Escuchamos las promesas de cambio. Hemos visto los reportes innumerables que indican que las tácticas de inmigración de la era de (ex presidente George W.) Bush son financieramente y humanamente costosas. Y ahora, estamos recibiendo más de lo mismo", dijo la organización de grupos de inmigrantes.

"En este tiempo de apuro económico es completamente inaceptable que la administración de Obama esté ejecutando redadas contra nuestros trabajadores, negocios y comunidades".

Obama ha dado indicios de que quiere cambiar la política migratoria para que dependa menos en control de centros laborales y se enfoque más en empleadores que contratan a indocumentados y en una reforma migratoria integral.

En un comunicado enviado el martes, ICE dijo que muchos de los detenidos y las detenidas consiguieron trabajos tras obtener números falsos de Seguridad Social y otros documentos apócrifos.

NYT DENUNCIA ABUSOS VS MEXICANOS

‘Desigual justicia para alguien’, así titula su editorial del 25 de febrero el New York Times que le dedica al mexicano Ignacio Carlos Flores Figueroa, uno de los y las 12 millones de trabajadores indocumentados que viven en este país, quien es acusado del delito de robo de identidad.
De tal suerte que la Suprema Corte, escucha este miércoles los argumentos de su caso y el prestigiado diario neoyorkino, opina: ‘no debe de ser condenado’.
La intención del indocumentado trabajador mexicano, no era la de robar la identidad de ninguna persona, el gobierno, acusa el matutino, sólo utiliza la acusación como una ‘treta’ para deportarlo. El diario sostiene que el caso de Flores Figueroa, "no es sino una aplicación equivocada de las leyes federales, y un ejemplo de la aplicación desigual de la justicia".
Flores obtuvo un número de seguridad social y tarjeta de residencia falsas en Chicago para poder trabajar en una fábrica en East Moine, Illinois. La fábrica lo reportó a la Agencia de Inmigración y Aduanas, que determinó que los números de identidad pertenecían a otras personas.
Flores Figueroa ya se declaró culpable de haber entrado de manera indocumentada a Estados Unidos y de haber utilizado documentos no apropiados, pero lo más importante: el mexicano, se declaró inocente de robo de identidad afirmando que no sabía que esos números pertenecían a otros. Y además, no hay evidencia de que esa gente fue dañada.
De tal suerte, señala el NYT que fue sentenciado a 51 meses de cárcel por los cargos que el admitió, pero, además, también lo sentenciaron a dos anos de cárcel por los cargos por los cuales se declaró inocente.
El matutino neoyorkino indica que la acusación de robo de identidad se diseñó para castigar a quienes "toman las identidades de otras personas a fin de causarles perjuicios, generalmente vaciarles sus cuentas bancarias. El señor Figueroa no tenía esta intención. Es culpable de fraude de identidad, un delito distinto y menor".
El diario opina que "la Corte Suprema debe revocar el fallo culpatorio e impedir que unos fiscales empleen celo excesivo para ir mas allá de lo que la ley permite, y para asegurar de que el castigo se ajuste al delito cuando se trata de robo de identidad".
Una de las tareas más importantes de la ley criminal es la de clasificar los grados de culpabilidad. Gente como Flores Figueroa entró sin documentos al país, a trabajar en empleos que pagan menos y seguido son peligrosos. Las acciones son ilegales, pero no caen en el robo específico de identidades de personas libres para vaciarles sus cuentas.

POLÍTICAS AFECTAN A ESTADOUNIDENSES

El llamado de ‘no más detenciones y deportaciones’ es totalmente humanitario, afirman legisladores y activistas que piden a Estados Unidos apoyo a sus iguales para terminar con el miedo que viven diariamente.

La Campaña Nacional de Unidad Familiar "es un primer paso para dar un rostro humano al problema de cómo el actual sistema de inmigración impacta a los hombres y mujeres en Estados Unidos", asegura la representante Nydia Velazquez de Nueva York, presidenta del grupo de legisladores hispanos.

Las reuniones informativas comunitarias se realizan en iglesias de 17 ciudades, que dio inicio el viernes pasado en Provid.

En tanto, el representante demócrata Luis Gutiérrez, de Illinois, señaló que el modelo de la campaña es para concentrarnos en las familias y poner el asunto en una perspectiva bíblica y moral.

Antes de la campaña presidencial, el debate se centró en el combate a la inmigración indocumentada --construir barreras fronterizas, realizar redadas y ampliar las detenciones--, más que en propuestas para crear un camino hacia la ciudadanía para los aproximadamente 12 millones de inmigrantes que están sin papeles migratorios en el país, apunta la Agencia AP.

El incremento de las operaciones de las agencias migratorias ha llevado a historias, como las de Diego Lino, un ciudadano estadounidense, y su esposa, Francisca Lino, que ingresaron al país indocumentadas. Sus cuatro menores de edad, incluyendo dos mellizas que sufren problemas de salud, tienen ciudadanía estadounidense.

Francisca Lino fue arrestada cuando acudió a una entrevista de inmigración para la residencia legal, disponible a través de un programa para inmigrantes indocumentados casados con estadounidenses creado durante el gobierno de Bill Clinton. Ella va a ser deportada a México el 15 de marzo, dice la oficina de Gutiérrez.

Gutiérrez y otros legisladores esperan que el público comprenda que las políticas de inmigración de años recientes no sólo han afectado a las y los inmigrantes indocumentados, sino también a ciudadanos estadounidenses. Muchas familias norteamericanas incluyen matrimonios entre personas de distinto estatus, en las que uno de los padres es ciudadano estadounidense o residente legal y el otro esta indocumentado, o las niñas o niños son ciudadanos y los padres están ilegalmente en el país.

Los organizadores de la campaña esperan atraer a legisladores de otras minorías al subrayar que las separaciones familiares están sucediendo a inmigrantes, documentados y documentadas e indocumentados e indocumentadas, y a sus familiares que son ciudadanos y ciudadanas, que pueden ser negros, asiáticos, irlandeses o de otros orígenes.

"Cuando finalicemos esta gira por 17 ciudades, ustedes escucharán testimonios de ciudadanos estadounidenses en todo el país. Nuestro objetivo es alzar la bandera de una reforma amplia de la inmigración", dijo Gutiérrez.

Pero el representante republicano Brian Bilbray, de California, ofreció sus propias historias trágicas para contrarrestar los argumentos por inmigración.

"Yo he rescatado a indocumentados cuando se estaban ahogando y he recuperado cadáveres en carreteras", dijo. "Cuando ellos y ellas (los y las activistas) vayan a las iglesias, ¿por qué no van a ver lo que está pasando en la frontera y entonces van a América Latina y ven lo que está pasando en los pueblos allí? Nadie está hablando de la forma en que la inmigración indocumentada está separando a las familias".

Bilbray dijo que el grupo de legisladores hispanos está hablando de un síntoma de las políticas de inmigración, cuando debería asegurarse de que los empleadores no contratan a indocumentados.

09/LPB/LAG/GG

No hay comentarios.:

Publicar un comentario