6/22/2012

Los periodistas pal café.....


No fue el papá, sino el hijo. Aprehensión en diminutivo: no El Chapo, pero sí el Chapito o, mejor dicho, uno de los chapitos. Ha sido el máximo golpe dado hasta ahora en la temporada de especulaciones electorales relacionadas con el uso a conveniencia de los instrumentos institucionales de combate al crimen organizado (de los ex gobernadores tamaulipecos no ha habido nada, hasta ahora). Barajas negociables bajo la mesa para lucimiento de la casa apostadora o para mayor enturbiamiento de un proceso de por sí denso y preocupante.
La captura de terciopelo realizada ayer en Zapopan, municipio que es parte de la zona conurbada de Guadalajara, cumple simbólicamente la profecía filtrada de que el calderonismo convertiría a Joaquín Guzmán Loera en pieza de cambio electoral para dar fuerza a la candidatura presidencial panista y para regalarse los propios ejecutores un falso bono de supremo éxito en la macabra obsesión guerrera del sexenio.
El hijo y no el padre (también faltaría el Espíritu Santo), porque tal vez en Los Pinos ya no consideran necesario darle tanques judiciales de oxígeno a Josefina Vázquez Mota, irremediablemente destinada a perder, según todas las estimaciones, sobre todo del calderonismo, que nunca la apoyó de verdad (sino todo lo contrario). Entonces no habría sido importante llamar a comparecer tras las rejas al mero empresario trasnacional emblemático que está por cumplir dos sexenios completos de impunidad y prosperidad. Bastaría con atrapar y exhibir a uno de los hijos del poderoso Chapo, para así tratar de empujar a la ex vendedora de pinturas Comex al segundo lugar de la contienda, pues actualmente languidece en el tercero y, en dado caso, vitaminarla para que acabe cumpliendo su triste papel designado: convalidar el triunfo de Peña Nieto si el aparato de los poderes unidos (el salinismo-peñanietista y el calderonismo-panista, con el gordillismo operativo en medio) logra imponer al mexiquense este uno de julio próximo.
También serviría el episodio del Chapito para instalar mecanismos de contención por si las pasiones electorales se desbordaran y hubiera necesidad de súbitas acciones colaterales. Cualquiera entendería la natural vocación de terrible venganza del padre del joven recolectado ayer en Jalisco. Es decir, justamente en el tramo final de un proceso de por sí tan accidentado, el felipismo (especializado en usar la violencia contra el narcotráfico, o proveniente de éste, para sus propósitos políticos circunstanciales) da un golpe quirúrgico al avispero del cártel que hasta ahora siempre se ha considerado el favorito de los gobiernos panistas, el del foxismo que lo puso en la calle a trabajar (luego de aquella fuga de caricatura del penal de Puente Grande) y el del calderonismo que dio continuidad al próspero negocio protegido.
La ruptura de los entendimientos históricos con el factor de gobernabilidad apellidado Guzmán (haya sido esa ruptura real o convenida) pone a disposición de los jefes pinoleros las compuertas de la violencia inducida. Bastaría un amago en forma del Chapo para disminuir notablemente los ánimos cívicos rumbo a las urnas e incluso llevar hasta a la afectación grave de la legalidad electoral ya desde ahora muy en entredicho. Y resulta impredecible el nivel que podría alcanzar una guerra (genuina o acordada) entre los dos bandos, el oficial y el de Sinaloa, en los días u horas previos a los comicios.
Una mente siniestra podría incluso ubicar con intención electoral los escenarios bélicos, pasando por los territorios totalmente PRI hasta aterrizar en el propio Jalisco, donde un personaje singular, Enrique Alfaro, tiene en jaque a factores tan disímbolos como El Yunque (con un Fernando Guzmán virtualmente difuminado), el grupo dominante de la Universidad de Guadalajara y el PRI (con Aristóteles Sandoval, una suerte de clon de Peña Nieto) apoyado por el PRD de Raúl Padilla (que postuló a un panista para gobernador, con tal de favorecer al tricolor y dañar a Alfaro, postulado por Movimiento Ciudadano). A Emilio González Márquez, acusado largamente de alojar en la metrópoli occidental a los jefes del cártel de Sinaloa (Ignacio Coronel, el más conocido, asesinado en julio de 2010 también en una operación de marinos en tierra), se le acusa de traicionar al panismo, supuestamente por apoyar a Alfaro y, de carambola indeseada, a López Obrador.
El candidato de las izquierdas, en tanto, se dice muy confiado en que en esta ocasión no habrá fraude electoral que le afecte. Encuentra mejorado el Instituto Federal Electoral, a diferencia de 2006, cuando el gordillismo tenía a Luis Carlos Uh Fraude como presidente, y a otro personaje transgresor en el área de capacitación electoral. Fundamental será la vigilancia de los representantes que tendrá en todas las casillas y la difusión a través de redes sociales. Dice tener plena conciencia de los intentos de fraude que se van sembrando, pero cree que esta vez le respetarán el triunfo, que estima alcanzar con un buen margen.
Convicción parecida en cuanto a la limpieza electoral por venir expresa el candidato priísta, Enrique Peña Nieto, aunque éste no contempla al tabasqueño como un auténtico cruzado por la democracia marca IFE, sino todo lo contrario. EPN está leyendo a destajo las tarjetas discursivas que le han preparado para denunciar que el perredista es demócrata convenenciero y que sólo aceptará los resultados oficiales si le favorecen, pues en situación contraria habrá de desatar toda su furia masiva contra las sacrosantas instituciones electorales.
Y, mientras el cuñado de Calderón acusa a Yeidckol Polevnsky Gurwitz de tener cuentas bancarias abultadas, que le hacen sospechar que la empresaria pudiera ser fachada de financiamiento para actividades de AMLO (la acusada podría acogerse ahora a los beneficios de su doble nomenclatura, pues en realidad se llama Citlali Ibáñez Camacho, como lo reveló esta columna en febrero de 2005 bit.ly/L9yxRM), ¡feliz fin de semana, en la Iglesia electoral de los santos ciudadanos de los últimos días antes de las urnas!
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En el artículo de casi 50 mil palabras dedicado al Chapo Guzmán que el Magazine del periódico estadunidense The New York Times publicó el pasado fin de semana, titulado Cocaína SA, se dice que su organización tiene ingresos por 3 mil millones de dólares anuales. Son relativamente pocas las compañías dedicadas a operaciones lícitas que registran ingresos de tal magnitud. Algunas cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores. También dice el artículo que el pasado mes de febrero escapó, o lo dejaron escapar, de una redada policial en Los Cabos, Baja California Sur –el mismo lugar donde acaba de celebrarse la reunión del G-20. El partido del presidente Felipe Calderón –agrega el rotativo– va atrás en las encuestas para la elección del próximo primero de julio y algunos han especulado que para mantener el poder sería necesario que El Chapo fuera eliminado o capturado. Algo sabe de estas cuestiones el autor del artículo, Patrick Radden Keefe: fue asesor del secretario de la Defensa de Estados Unidos los años 2010 y 2011. Sin embargo, el gobierno se quedó corto. Capturó a un supuesto hijo del Chapo Guzmán, pieza importante posiblemente de la organización, mas no al mero jefe. Vamos, ni en esto pudieron ayudar a Josefina, que se encamina a una derrota de este domingo en ocho días.
¿Cuál partido no aceptaría perder?
Esta semana preguntamos a los miembros de El Foro México: ¿cuál partido, o candidato, creen que no aceptaría los resultados de la elección presidencial en caso de salir derrotados? El 74 por ciento de los encuestados opina que sería el PRI-Verde los que no los admitirían; 15 por ciento, el PRD, PT y MC; 10 por ciento cree que el PAN no aceptaría un resultado adverso, y 1 por ciento opina que el Panal. Enviamos 3 mil cuestionarios por correo electrónico; contestaron mil 914. Enseguida, algunos puntos de vista.
Opiniones
Más bien la pregunta debería decir: ¿qué institución no acepta ni aceptaría la derrota del PRI? La respuesta es obvia: el IFE. Leonardo Valdés va que vuela para ser el protagonista de la historia



Como si México estuviera en jauja y los escasos recursos públicos no fueran necesarios para impulsar el crecimiento y el desarrollo del país, el gobierno calderonista decidió utilizar el dinero de los mexicanos para (¡sorpresa!) fortalecer la capacidad de respuesta y de maniobra del Fondo Monetario Internacional, y contribuir a una recuperación más rápida de la estabilidad y de la capacidad de crecimiento de la economía mundial. Así, por la libre y con peligrosísima alegría, el inquilino de Los Pinos puso a disposición del FMI 10 mil millones de dólares, monto que nada tiene que ver con el reciente incremento de la cuota mexicana en el citado organismo financiero.
Se supone que la jugada es al revés: los países ricos y los organismos financieros multilaterales (que de multilaterales no tiene nada, porque son dominados por las naciones del primer mundo) deben ayudar a los que están en vías de desarrollo (eufemismo fondomonetarista por pobres y subdesarrollados), y a cambio de esas desinteresadas aportaciones imponen severísimas condiciones y draconianos ajustes (México es un caso ejemplar, porque sirvió de laboratorio para todas las perversidades del modelo neoliberal, con las consecuencias por todos padecidas).
Pero no, porque ahora resulta que, sin condicionamiento alguno, los fregados rescatan a quienes los friegan y contribuyen a que los países ricos libren la zarandeada económico-financiera y salgan a flote. El del sexenio calderonista es el que reporta el peor resultado económico desde Miguel de la Madrid, y de todas perdió todas: la deuda social se incrementó a paso veloz; el país no creció en términos reales, la desocupación es elevada, la informalidad creciente y la pobreza campea la geografía nacional. Espeluznante balance, pero a Felipe Calderón no se le ocurrió mejor idea que aportar 10 mil millones de dólares para que terceras naciones salgan del hoyo, limpien la casa y superen el trance.
El inquilino de Los Pinos está fascinado con el FMI, tanto que decidió, y el Congreso aceptó, destinar algo así como 10 por ciento (14 mil millones de dólares) de las reservas internacionales del país para elevar la cuota mexicana en el fondo y así lograr –según él– empoderarse y aumentar su poder de voto (de 1.47 a 1.8 por ciento) en ese organismo financiero. Eso fue en abril pasado, y dos meses después decide inyectar 10 mil millones adicionales, monto que, como precisa el Banco de México, no es, en modo alguno, un incremento de la citada cuota.
Allá por octubre-noviembre de 2008, cuando el catarrito devino en pulmonía triple, el propio inquilino de Los Pinos rápidamente intentó deslindarse de la sacudida internacional, y una y otra vez repitió: mi gobierno no es responsable de la crisis, porque es externa; nada tiene que ver mi administración. En aquel entonces, el ojo del huracán se localizaba en Estados Unidos, y cuatro años después en Europa, zarandeo este último (en realidad segundo tiempo de la misma crisis) del que también el mismo personaje se hizo a un lado, porque no somos los causantes y la economía mexicana está más sólida que nunca. Pues bien, si supuestamente nada tuvo que ver y la sacudida de la eurozona nos pela los dientes, ¿qué necesidad hay de arriesgar el dinero que no es de él, sino de los mexicanos, para rescatar a los europeos? Y no se trata de una bicoca.
La versión oficial dice así: “mediante un acuerdo de préstamo bilateral, el Banco de México pondría a disposición del FMI hasta 10 mil millones de dólares, recursos a los que la mencionada institución podría acceder durante los siguientes dos años. Dicho plazo podría ser prorrogado por dos años más. De darse el crédito referido, sólo significaría una modificación en la cartera de inversión de los activos internacionales del Banco de México. En efecto, en la eventualidad de que el FMI requiera de dichos recursos, éstos seguirán reportándose como reserva internacional de México, con todos los beneficios que dichas reservas representan para la economía mexicana… Es importante recordar que México se ha visto beneficiado en más de una ocasión de la cooperación internacional articulada a través del FMI”. Esta última frase es de colección, y el Banco de México la celebra alegremente, obviando el espeluznante costo social que dejó cada coperacha fondomonetarista.
Como se ha comentado en este espacio, el gobierno mexicano se ha negado rotundamente a utilizar parte de las sacrosantas reservas internacionales para reactivar la economía nacional, atemperar la pobreza y/o atender la devastación producto de fenómenos naturales. Ni un solo peso, porque el guardadito es intocable. En cambio, sí son utilizables, y rapidito, para fortalecer la capacidad de respuesta y de maniobra del FMI, y contribuir a una recuperación más rápida de la estabilidad y de la capacidad de crecimiento de la economía mundial. Pésimos inquilinos de Los Pinos ha tenido el país, pero el actual se lleva la palma.
Las rebanadas del pastel:
Desfachatado y bocón, como siempre, Vicente Fox se ha puesto la playera tricolor y llama a votar por Enrique Peña Nieto. Pues bien, recordemos algunos pasajes de este personaje de ideas cortas, lengua larga y memoria inexistente: como cada seis años, pasados los efectos más visibles de la crisis sexenal en turno, quieren volver a engañarnos. Quieren borrar de nuestra memoria los errores del pasado. Quieren hacernos creer que el modelo aplicado es un éxito y que al final de tantos problemas ya encontramos el camino adecuado. Tan grande es el engaño que terminaron por engañarse a sí mismos, y hoy el candidato del PRI, del nuevo PRI, del viejo PRI, del PRI de siempre, nos ofrece más de lo mismo. Creen que somos tontos. Creen que no nos damos cuenta de que más de lo mismo significa más desempleo y menor seguridad en nuestras calles, más atraso, más estancamiento, mayor corrupción y mayor impunidad. Hoy se declaran tristes e indignados por la miseria que ellos propiciaron y la corrupción que ellos generaron. Creen que los mexicanos no tenemos memoria. Creen que no nos damos cuenta de que, más allá de las celebraciones de cada seis años y de las pirotecnias estadísticas de todos los sexenios, las cifras oficiales ocultan la realidad de miseria y falta de oportunidades que han dejado las administraciones priístas. Estamos convencidos de que no es con la conducción del PRI como podemos asegurar la inserción exitosa de México en el concierto de las naciones desarrolladas (Cámara Americana de Comercio, noviembre 30, 1999)… a mí se me podrá quitar lo majadero, pero a ustedes (los del PRI), lo malo para gobernar y lo corruptos, nunca (abril 2000, durante el debate presidencial).


Como lo muestra la última columna de la gráfica, cuando a la población se le preguntó (pregunta 3.10), en la Encuesta Nacional de Preferencias Electorales realizada por el Observatorio Universitario Electoral (ENPE-OUE) y levantada por Berumen, con cuál de tres formas de completar la frase “el país necesita que…” (el PRI regrese al gobierno, el PAN continúe en el gobierno, o gobierne una opción distinta a las dos anteriores), está más de acuerdo, la proporción bruta (incluyendo la no respuesta): 38.1 por ciento, y 43.6 por ciento efectiva (excluyéndola), elige la tercera opción, mostrando con ello que mucho más de la tercera parte, más de 40 por ciento, quiere un cambio de partido en el gobierno federal y rechaza la alternancia reducida a dos opciones de la similar política neoliberal. 



La Cámara de Diputados de Paraguay aprobó ayer, casi por unanimidad y en una sesión de apenas cinco horas, el inicio de un juicio político contra el presidente de ese país, Fernando Lugo, por presunto mal desempeño de sus funciones. El mandatario afirmó en un mensaje televisivo que no va a presentar renuncia al cargo, dijo que se someterá con absoluta obediencia a la Constitución y las leyes a enfrentar el juicio político con todas sus consecuencias, y denunció que la voluntad popular está siendo objeto de un ataque inmisericorde por sectores que siempre se opusieron al cambio para que el pueblo sea protagonista de su democracia.

Humillante trato de la rectoría de la UNAM a profesores
El lunes pasado la Asamblea #YoSoy132-Académicos decidió trasladarse a la rectoría de la UNAM con el propósito de conocer la respuesta del rector sobre la solicitud que le hicimos para que el canal de la televisión y las frecuencias de radio de la UNAM transmitieran el debate de los candidatos presidenciales, organizado por el movimiento #YoSoy132.

El presidente Barack Obama decidió otorgar la suspensión temporal de la deportación a aquellos jóvenes extranjeros que llegaron a Estados Unidos cuando tenían menos de 16 años y que ahora no tengan más de 30. Algunos requisitos son que hayan residido en el país durante por lo menos cinco años consecutivos antes de esta decisión, que tengan un diploma de preparatoria o más, o que hayan servido en las fuerzas armadas. Barak Obama ha sido muy enfático en que no se trata de una amnistía, ni es la inmunidad, ni da derecho a la ciudadanía, pero da esperanza y alivio a gente talentosa. Se trata de una medida temporal que se aplicará por dos años, lo que elimina en lo inmediato la posibilidad de la deportación y puede extenderse para subsecuentes renovaciones. Según señala Janet Napolitano, se trata de un ejercicio discrecional. La justificación que da Obama para su actuación fue la ausencia de acciones del Congreso, que se niega a arreglar el sistema de migración que, según afirma, en los hechos está roto.

No es políticamente correcto decir en campaña electoral que tenemos seis años de guerra. Ese tema y el de las víctimas no lo comentan los partidos en los gobiernos, porque se agarran los dedos con la puerta. Pero si alguien de oposición osa mencionarlos, de inmediato sobrevienen los linchamientos mediáticos, por estar lucrando políticamente con tanto asesinato, o la descalificación sumaria de violento a quien menciona la realidad de muerte que vivimos.
Llegó el momento de abandonar el espejismo de las encuestas para ubicarnos en el escenario de un conflicto electoral. Tras varias semanas de ir en último lugar, el PAN declaró este lunes, después del cuchi cuchi, que Josefina había rebasado a López Obrador. Y así lo mostró la más reciente encuesta de Excelsior, que la puso dos puntos arriba de AMLO. Es seguramente la última jugada de Josefina, porque parece inverosímil que después de su desabrida campaña electoral haya regresado a una elección de tres. De cualquier manera, tres candidatos buscarán la victoria el primero de julio.

“Yo sé muchas cosas, es verdad.
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto;
Que la cuna del hombre la mecen los cuentos
Que los gritos de angustia
del hombre los ahogan con cuentos
Que el llanto del hombre lo taponan con cuentos
Que los huesos del hombre los entierran con cuentos
Y que el miedo del hombre
ha inventado todos los cuentos
Yo sé muy pocas cosas, es verdad
Pero me han dormido con todos los cuentos
Y sé todos los cuentos...”


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