10/01/2024

Columnas y opinión del periódico La Jornada martes 1o de Octubre 2024


Sube el peso, confianza en Claudia // Biden espera reunirse pronto con la Presidenta // 35 nuevos nombramientos
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Los mercados financieros dieron una muestra de confianza a la presidenta Claudia Sheinbaum –asumirá su cargo hoy a las 11 de la mañana en el Palacio Legislativo de San Lázaro–. El peso se apreció 0.67 por ciento en la víspera. Tomen nota: Claudia comienza su gestión con una cotización de 19.57 pesos por dólar, será un referente imprescindible en los tiempos por venir. Es la tercera divisa que presentó mayores ganancias frente al dólar. Desde diciembre, el peso había venido depreciándose, la divisa estadunidense llegó a cotizarse a más de 20 pesos. El avance que registra al comienzo de su mandato fue interpretado como una muestra de confianza.

Llegó la esposa de Joe Biden

El canciller designado, Juan Ramón de la Fuente, y el embajador Ken Salazar recibieron en el aeropuerto de Zumpango a la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, enviada a la investidura de Claudia Sheinbaum Pardo como representante del presidente del país vecino. “Me siento honrada de estar aquí para celebrar la fortaleza y la relación entre ambos países en momentos históricos … gracias a Ken Salazar por darme la bienvenida a su casa una vez más, Joe (Biden) y yo hemos visto su liderazgo para fortalecer los lazos con México”, manifestó en la recepción que le ofreció el embajador pausado por hacer declaraciones injerencistas sobre asuntos internos de México. Respiró hondo después del espaldarazo. Ya le levantaron el castigo. Desde Washington, Biden dijo que espera reunirse pronto con la mandataria mexicana. Todavía no se han precisado fechas. Hay elecciones en noviembre.

Habrá cambios en el equipo inicial

Claudia dio a conocer 35 nuevos nombramientos de funcionarios de distintas áreas y niveles. Causó extrañeza el de Jesús Ramírez Cuevas como coordinador de asesores, porque, probablemente, le endosará las enemistades que se ha ganado en medios de comunicación. Claudia expresó palabras tranquilizadoras: A partir de enero se hará un cambio muy importante en el gobierno: algunos compañeros tendrán un puesto y luego se irán a otro. Y también vamos a disminuir el gasto en el gobierno y en alguna medida a cambiar su estructura orgánica para que pueda funcionar mejor. El tema de la reducción de los egresos gubernamentales será uno de los que más atención ocupen las próximas semanas, porque la nueva administración ha heredado una deuda pública muy importante.

Actividades inmediatas

Mañana miércoles: mañanera y reuniones. Por la tarde viaja a Acapulco, seriamente afectado por el huracán John, con el gabinete para un encuentro con la gobernadora y la presidenta municipal. También estará presente el gobernador de Michoacán. Harán una revisión de lo que está pasando en el puerto y zona afectada y ver ‘hasta dónde han avanzando y cómo podemos seguir avanzando para apoyar a los damnificados’. Aún no saben si van a viajar en auto o en avión, depende de las condiciones climatológicas. Jueves: mañanera en la Ciudad de México. Viernes: probablemente viaje a Veracruz. Sábado: acompañará a Clara Brugada en su toma de posesión como jefa de Gobierno de la Ciudad de México y luego irá a Morelos, a reunirse con Margarita González, nueva gobernadora, ambas morenistas. Domingo: Ciudad de México.

El emblema

Una joven mexicana que porta en su mano la bandera nacional será la imagen de México, anunció la Presidenta. Es la estampa de una bella morena, con rasgos indígenas y largo pelo obscuro.

Tuiteratti

El presidente López Obrador lloró en su mañanera de despedida. Con un video y La Paloma, interpretada por Beatriz Gutiérrez Müller y Eugenia León le despiden, para concluir la última mañanera del sexenio.

Salvador Zaragoza Andrade @SalvadorZA

X: @galvanochoa, FaceBook: galvanochoa, Correo: galvanochoa@gmail.com

AMLO: clamorosa despedida // Claudia: cambios en enero // Catalina, Yáñez, Nieto // Toma de posesión: Piña y ministros

Andrés Manuel López Obrador recibió, durante el último día de su mandato, abundantes muestras de afecto personal y de solidaridad política. Consumió su cuota de poder constitucional al extremo, con una reconfortante conferencia mañanera de asistencia récord y un ambiente relajado; se reunió con mandatarios visitantes y anunció su salida vespertina de Palacio Nacional, para ir no directamente a su finca chiapaneca de retumbante nombre, sino a su casa en Tlalpan en busca de un aclimatamiento de días.

Sus últimas horas al mando formal del país reafirmaron la fuerza política (con su traducción electoral) del personaje que sobre todo en las dos y media décadas recientes ha sido central en la vida política del país. Es él, en lo personal, con amplio respaldo social, un factor de poder que no puede disolverse ni de golpe ni en definitiva, por más que el poseedor de tal preponderancia y potencia así lo deseara o dijera.

Por su parte, Claudia Sheinbaum, quien asumió la Presidencia de la República el primer minuto de hoy, se declaró plenamente lista para ejercer la función más importante de su vida, cenó con mandatarios y se alistó para el acto ceremonial de transmisión del cargo con nuevos nombramientos secundarios en su gabinete y grandes expectativas respecto a sus primeras acciones de gobierno (irá mañana a Acapulco a atender los daños dejados por el huracán John).

Incluso hizo un adelanto enigmático en cuanto a los detalles: Vamos a hacer un cambio muy importante a partir de enero, del gobierno; entonces, algunos compañeros y compañeras que entran a un puesto, después irán a otro. ¿Ajustes en las secretarías?

En todas, vamos a disminuir todavía más el gasto del gobierno y también algunas a cambiar su estructura orgánica, que pueda funcionar mejor con los nuevos programas. Ya se verá si tales cambios forman parte de un enfoque técnico, enfocado en el organigrama o manuales de operación, o será una forma de revertir o constreñir nombramientos del gabinete entrante.

Por lo pronto, ayer mismo dio a conocer una tanda de designaciones de menor calado, entre las que destacan la vuelta de César Yáñez a Gobernación como subsecretario (ya lo fue, brevemente, con Adán Augusto López Hernández); el gobernador saliente de Tabasco, Carlos Merino (pieza de Adán Augusto), a Aeropuertos y Servicios Auxiliares; Jesús Ramírez Cuevas, a la coordinación de asesores de la Presidencia; el ex secretario de Finanzas de Miguel Mancera, Édgar Amador, a una subsecretaría de Hacienda, y Paulina Silva a la Coordinación de Comunicación Social.

Además, Santiago Nieto, quien fue mediático titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, al Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual; Catalina Monreal (derrotada en la alcaldía Cuauhtémoc, miembro de la expansiva dinastía zacatecana), al Instituto Nacional de la Economía Social. Y las ratificaciones en el Fondo de Cultura Económica de Paco Ignacio Taibo II, lo cual ya se conocía, y en el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos de Jorge Mendoza Sánchez (hijo del ex vicepresidente de Televisión Azteca Jorge Mendoza Garza, luego senador de la bancada Azteca).

Otro nombramiento indicativo: el vicealmirante Juan Carlos Vera como director general del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (ya era jefe de la Unidad de Coordinación de la Secretaría de Marina para asuntos del citado lugar).

Astillas

Significativo que la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña, y los demás ministros estén presentes en la ceremonia de toma de posesión de la presidenta Sheinbaum… Como parte de reacomodos del poder panista en Guanajuato, presentó su renuncia (cuando se cumpla el primer día del año próximo) el fiscal de justicia Carlos Zamarripa, quien durante una década y media ha ocupado el cargo de procurar justicia, desde 2009 como procurador y desde 2019 como fiscal (en una entidad de creciente e impune crimen organizado). Su periodo estaba programado para terminar en 2028… ¡Hasta mañana!

X : @julioastillero, Facebook: Julio Astillerojuliohdz@jornada.com.mx

Guerra y poder
Tal como señaló Aristóteles hace más de 2 mil años, el hombre es un animal político. En consecuencia, busca el poder, el dominio sobre sus semejantes, el control de la sociedad y la naturaleza. El poderoso impone sus condiciones y recurre a todos los medios a su alcance para lograrlo, desde la diplomacia hasta la violencia, por lo que la guerra siempre acompaña al ser humano y así será por los siglos de los siglos.

Por ello, no sorprenden las guerras de Israel con sus vecinos palestinos y países que los acompañan, ni la de Rusia con Ucrania. Se trata del ejercicio del poder en el que los más fuertes imponen sus condiciones a los débiles. Ambos conflictos se justifican a través de ideologías, de religiones o de agresiones reales o imaginadas. Pero lo que hay detrás es el deseo de controlar territorios y personas para concentrar riqueza y poder entre los vencedores.

Las guerras actuales siguen patrones del pasado y contrastan con el dominio que ejercen las potencias modernas sobre otras sociedades. Países ricos como Estados Unidos, Japón, China y naciones europeas dominan al mundo por medio de la diplomacia y el mercado, a través de la venta de mercancías, de inversiones y de financiamiento a todo tipo de proyectos productivos.

En cambio, Israel y Rusia no son grandes potencias económicas, y en lugar de ganar presencia a través del mercado, lo tratan de hacer por medio de las armas, de la muerte y del despojo de territorios que no les pertenecen, pero que reclaman como si fueran propios.

Lo que perdura en las relaciones internacionales es el dominio de unos pueblos sobre otros; así ha sido siempre. Parte de la riqueza generada a nivel global se traslada a las zonas dominantes. Para lograr este objetivo hay dos caminos: la diplomacia y la guerra. Cuando no prosperan las negociaciones entre los pueblos, la muerte y la expropiación de territorios es la última instancia para apropiarse de la riqueza ajena.

Esto es lo que hay en el fondo de estos dos conflictos y lo que justifica la multiplicación de inversiones en tecnología y en armamento para la guerra por parte de las grandes potencias, uno de los negocios más redituables en estos momentos de gran incertidumbre internacional.

AMLO cierra el sexenio // Ayer, última mañanera // Batean a Salinas Pliego
Mil cuatrocientos treinta y ocho capítulos después, llegó a su fin el ejercicio comunicacional cuasi cotidiano de la conferencia conocida como mañanera tal cual se conoció desde su primera entrega, hace casi seis años. Ayer en Palacio Nacional, justo la víspera del cambio de gobierno, el presidente López Obrador encabezó la última de su gobierno y, lejos de su costumbre, no aceptó preguntas ni ofreció respuestas.

Eso sí, López Obrador presentó una numeralia sobre los aspectos por él considerados más relevantes en su sexenio, no sin antes agradecer mucho por participar en este diálogo circular que hoy concluye. Me da muchísimo gusto que continúe este ejercicio de auténtica comunicación, de mensajes de ida y vuelta, como lo ofreció la presidenta electa, Claudia Sheinbaum. No puedo dejar de decir que me voy muy satisfecho por el cariño de muchos mexicanos, mujeres, hombres, cosa que agradezco de todo corazón. Me dediqué a servir al pueblo. Me siento muy orgulloso, muy contento, que atendimos a todos, escuchamos a todos, respetamos a todos, pero le dimos preferencia a los más necesitados.

Algo más: “llevamos a la práctica nuestro principio de que, por el bien de todos, primero los pobres, y no sólo fue una proclama, no sólo fue un lema; se convirtió en una realidad porque logramos –y ese es otro timbre de orgullo– reducir la pobreza y la desigualad en nuestro país, a pesar de la pandemia que tanto dolor nos causó y nos tumbó la economía como no sucedía en más de sin siglo; nos levantamos y se logró recuperar el crecimiento económico, aun limitado por esa crisis económica externa. Y aun cuando creció poco la economía, como hubo una distribución de la riqueza, del ingreso, del presupuesto, justa, como se distribuyó el presupuesto a todos, como se aumentaron los salarios como no sucedía en muchas décadas, como no se permitió la corrupción, como no hubo lujos en el gobierno, se pudieron mejorar las condiciones de vida y las condiciones de trabajo de la mayoría de los mexicanos”.

Y antes de comenzar a ofrecer números, el mandatario firmó, para su publicación, las últimas dos reformas constitucionales que su gobierno envió al Congreso y éste las aprobó: la relativa a que la Guardia Nacional forme parte de la Secretaría de la Defensa Nacional y la que tiene que ver con el México profundo, con los derechos de los pueblos indígenas: se garantizan los derechos a todas las comunidades, a todos los pueblos originarios, a la verdad más íntima de nuestro país.

Entre las cifras por él presumidas, aparecen las relativas a la creación de empleo formal (récord en el sexenio: 2 millones 409 mil nuevas plazas; ahora suman 22 millones 490 mil trabajadores inscritos en el IMSS; la tasa de desocupación de México está entre las más bajas del mundo y la informalidad laboral se redujo 2.25 puntos porcentuales en el sexenio.

No hubo devaluación, como sucedía en México desde los tiempos de Echeverría, quien depreció la moneda 80 por ciento; López Portillo, 127; De la Madrid, 4 mil 462; Salinas, 50.7; Zedillo, 172; Fox, 17; Calderón, 17; Peña Nieto, 56, y con nosotros no hubo devaluación, se apreció 3.3 por ciento, primera vez en cerca de medio siglo.

Por el lado de los paisanos, destacó que las remesas, récord también. Agradecerles mucho a nuestros hermanos migrantes. El año pasado fueron 63 mil 319 millones de dólares, y en lo que llevamos, hasta agosto, con la proyección que tenemos, va a haber un incremento de 4 por ciento, es decir, vamos a estar arriba de 65 mil millones de dólares este año de remesas. Esta es la principal fuente de ingresos que tiene nuestro país. Un aplauso para los migrantes.

Y como las referidas, muchísimas más (becas del Bienestar, reducción de la deuda de Pemex en casi 30 por ciento, récord en inversión extranjera directa, creciente inversión para los jóvenes, el precio de la gasolina Magna se redujo 5.1 por ciento en términos reales, el del cilindro de gas cayó 21 por ciento y el de la energía eléctrica ,1.1 por ciento).

Las rebanadas del pastel

Quien no quita el dedo del renglón en su intento por evadir al fisco es Ricardo Salinas Pliego, quien ahora, por medio de su Grupo Elektra, pide a la Suprema Corte de Justicia de la Nación aplicar las nuevas reglas de la reforma al Poder Judicial de la Federación para que no sea la Segunda Sala sino el pleno de ese alto tribunal la instancia que resuelva las dos impugnaciones que presentó contra créditos fiscales, en los que el gobierno le reclama un pago de alrededor de 35 mil millones de pesos. Pero las peticiones fueron desechadas por notoriamente improcedentes.

X: @cafevegacfvmexico_sa@hotmail.com

 Hacia un segundo piso sin baches
México despertó hoy comandado por una mujer.

La presidenta Shein-baum recibió de manos de López Obrador la responsabilidad de llevar al país por un sendero de bienestar, o como ella ha dicho, por el segundo piso de la 4T.

Sí, pero antes de eso y para transitar con éxito se deben tapar los baches, algunos muy profundos, que tiene el primer piso. La tarea no promete ser grata, por el contrario, enfrentar odios y venganzas sin mentiras ni demagogias requiere necesariamente del arte de la política, y de eso Claudia Sheinbaum también sabe bastante ahora.

Reconocer deudas con la población será parte del trabajo. Salud, el tema es prioritario. Ya se tienen los hospitales y hasta un sistema de distribución de medicamentos que no funciona del todo bien, pero que sirve, junto con el ejército de profesionales contratados para brindar el servicio para todos que requiere ajustes, pero que ya da resultados.

En educación, los claroscuros. Por lo que hace a la construcción de espacios para el estudio, la cosas van bien, la universidades del bienestar construidas hasta ahora y los apoyos económicos a los estudiantes evitaron la catástrofe que provocó un gobierno, un sistema nini que ni daba empleo ni brindaba educación, pero que culpaba a los jóvenes de sus profundas fallas.

En ese renglón las cosas parecen estar bien, pero todo indica que en lo que toca a la educación primaria se quedó a deber mucho. Las escuelas no son los centros de enseñanza que debería tener un país como México y por más que la tradición albergue la lucha magisterial –que también se olvidó de los niños–, las grandes fallas persisten.

Algo tendrá que pasar con la comunicación institucional. La guerra de papel en la caja de cristal, si bien no podrá zanjarse en su totalidad por la diferencia en la naturaleza de cada cual, sí debe contemplar el deber de informar y no mentir, porque más que hacerle daño al poder político, la mentira confunde y la confusión es mala consejera.

Así que, para arribar al segundo piso muchos baches tendrán que ser remediados, no todos, muchos ya no tienen importancia, pero sí aquellos que se pueden extender hacia el piso siguiente donde la presidenta Sheinbaum tendrá, como bien decía don Daniel Cosío Villegas, su muy personal estilo de gobernar, de eso nadie debe tener dudas.

De pasadita

Nadie dijo que trabajar en el gobierno, cuando menos en el que acaba de terminar ni en el que empieza, sería miel sobre hojuelas. Las tareas son muchas y las 24 horas del día a veces apenas alcanzan.

Una hojeada a lo que fue la agenda de la nueva secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, el último día del gobierno de López Obrador y el primero en la era Sheinbaum da idea del compromiso.

Rodríguez empezó el día con la coordinación de la reunión del gabinete de seguridad, después se integró a la mañanera y antes de que finalizara salió del salón para tomar el avión que la llevó a Tabasco a la toma de posesión de Javier May como gobernador del estado.

Al término del evento, regresa apurada a la Ciudad de México para reunirse y agradecer al equipo que la acompañó en su paso por la Secretaría de Seguridad. Después una cena en la que la presidenta Sheinbaum se reunió con los mandatarios e invitados de otras naciones.

A eso de las 23:30, ya en la casona de Bucareli, ceremonia oficial en la que recibió la Secretaría de Gobernación, entregó la de Seguridad y atestiguó el arribo de Ernestina Godoy como consejera jurídica de la Presidencia de la República. De ahí a Palacio Nacional, donde presenció el traspaso de mando de López Obrador a Claudia Sheinbaum, y si no hay nada más, tendrá unas horas para dormir porque el siguiente día empieza a las 4 de la mañana. Nada más.

EDITORIAL
Independientemente del punto de vista desde el cual se observe a Andrés Manuel López Obrador, el sexenio que terminó ayer ha marcado un parteaguas en la historia de México.

Las transformaciones emprendidas en estos seis años a un ritmo vertiginoso dejan un país profundamente diferente al que fue hasta 2018, cambios que afectan la política, la economía, la sociedad y las relaciones entre el país y el mundo, así como las del Estado con la sociedad

Un rápido y apretado recuento de este proceso obliga a recordar la demolición de la presidencia hierática e inalcanzable que existió hasta entonces y durante toda la vida de la República independiente; la política de austeridad republicana; la reversión de las reformas antilaborales impuestas en el gobierno anterior; la relación entre el Ejecutivo federal y los medios, ámbito en el que destaca el florecimiento de un debate muchas veces ríspido, pero abierto, entre el mandatario y sus críticos; la recuperación de billones de pesos que se perdían en la corrupción, la evasión fiscal, el robo de combustibles y los dispendios y su reorientación presupuestal hacia vastos y extensos programas sociales y más obras de infraestructura que las realizadas durante los seis sexenios anteriores; la generación de empleos y la política de fortalecimiento salarial; la estabilidad económica y cambiaria o la recuperación de las industrias eléctrica y petrolera propiedad de la nación; el acotamiento del poder que ostentaban las mafias farmacéuticas, hospitalarias y carcelarias; la proscripción de la subcontratación u outsourcing y el combate al pingüe negocio de las llamadas factureras.

Si ha de hablarse de política social, debe admitirse que el gobierno de López Obrador cumplió sustancialmente su lema –por el bien de todos, primero los pobres–, y la prueba más fehaciente de ello es la reducción del número de pobres en cerca de 9 millones y medio de personas. Debe admitirse, también, que su propuesta de reactivar la economía desde abajo ha tenido efectos positivos, si se considera que la inyección de recursos billonarios en programas sociales, el fortalecimiento de la capacidad adquisitiva de los salarios y la ejecución de obras de infraestructura –que han sido generadoras masivas de empleos– han permitido, junto con el crecimiento de las remesas, reactivar el consumo y el mercado interno, lo que terminó beneficiando a los grandes capitales comerciales, industriales y financieros, los cuales lograron, en este sexenio, utilidades sin precedente, a pesar de que han sido compelidos a pagar los impuestos que establece la ley.

Los avances en materia de recuperación de la soberanía están a la vista: la misma integración económica de México con Estados Unidos da a nuestro país una carta fuerte para contener medidas y políticas injerencistas y para reducir las asimetrías que han caracterizado la relación bilateral. Pero además de la existencia de tales condiciones económicas, debe apuntarse que el fortalecimiento de la soberanía ha requerido de una voluntad política que estuvo ausente en las presidencias precedentes, cuyos titulares se caracterizaron por actitudes claramente entreguistas.

Desde luego, no todos los objetivos se lograron, y muchos de los logros resultan insuficientes: ello es particularmente claro en el caso de la inseguridad y la violencia, en el que el cambio de una política de guerra a la delincuencia fue sustituida por una lógica de construcción de la paz. Pero, por más que los índices delictivos remitieron en estos seis años, siguen existiendo regiones con fuerte predominio de organizaciones criminales y sometidas a la amenaza constante de bandas delictivas, y aún es mucho lo que falta por hacer en esta materia. Es lamentable, asimismo, el escaso avance de la lucha contra la impunidad, y particularmente, la falta de resultados de la investigación oficial de la atrocidad perpetrada en Iguala hace 10 años en contra de estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa. Ciertamente, un factor que obstaculizó sistemáticamente los intentos de esclarecimiento y justicia ha sido un Poder Judicial que se erigió en protector de infractores, repartidor de impunidades y encubridor de corruptelas; se consiguió, al menos, sentar las bases legales, mediante la aprobación, en las postrimerías del sexenio, de la reforma judicial, la cual permitirá corregir muchas de las perversiones que imperan en los tribunales.

Respuesta de Pável Granados a artículo de Iván Restrepo

Señora directora, le suplico publicar esta respuesta al artículo Canal 22: irregularidades en plena austeridad republicana, firmado por Iván Restrepo (30/9/24) y publicado en las páginas de La Jornada.

1. Mi nombramiento como director del Canal 22 estuvo debidamente hecho y formalizado por el Consejo de Administración de la empresa.

2. No existe ninguna contratación de servicios digitales que tengan que ver con el proceso de producción de la televisora. Y, contrario a lo que dice Restrepo, se produce con archivo del canal, se transmite cotidianamente y se trabaja en un proyecto de investigación y difusión llamado Memoria Canal 22 en pantalla y en las redes sociales.

3. Contrario a lo que sostiene el autor del artículo, el área administrativa del canal ha realizado un trabajo de limpieza y de agilización de los procesos internos, reconocidos por el Consejo de Administración. En tanto que el área jurídica por primera vez gana juicios laborales, los cuales cotidianamente se perdían con anterioridad.

4. Todas las áreas del canal tienen el tamaño que exige su funcionalidad y responden al Manual de organización aprobado por el Consejo de Administración.

5. No realicé varios viajes a París acompañado de nadie. Hice un viaje pagado por mí. Las personas que viajaron a España lo hicieron invitadas por el Festival de Calanda, con los gastos pagados, para realizar la grabación de material para el canal 22.2, MX Nuestro Cine.

6. La videoteca no está debajo de las escaleras: tiene una bóveda en la planta baja del canal, y se encuentra administrada por un área especializada. No hay filtraciones en las zonas de edición de video: las goteras a que se refiere fueron causadas una sola vez durante una lluvia luego de que se tapara una salida de agua en la azotea.

Carta completa en el siguiente link: https://bit.ly/4gMoWGH

Pável Granados, director general de Canal 22

AMLO: seguiremos en lucha por un país mejor, asegura

Presidente: aquí la mayoría se quedará luchando como se pueda, con lo que se pueda y hasta donde se pueda por que prosiga tu legado. Eres fe; esperanza hecha realidad; creador de felicidad palpable; libraste como muy pocos el canto de las sirenas; nunca claudicaste a las mieles del poder; jamás pudieron apagar tu llama de libertad y de justicia; muchos en esta lucha quedaron en el camino al ser presa de la mano fascista y otros más por las circunstancias letales de la vida; honraste a los caídos que lucharon por un México justo; dejas huella imborrable de que un país y un mundo mejor son posibles; tu gracia de la verdad inspira a los demás; con los poderosos avanzas con cautela, sometiéndolos con el poder del pueblo, y así el tigre asesta el zarpazo final. No te vas del todo, sólo cambias la forma, eres esperanza hecha realidad, tu fortaleza es la honestidad, te debes a las masas y nosotros a ti.

Daniel Nájera

Se despide de López Obrador

Escribo estas líneas por mandato de mi espíritu, herido porque ya no será presidente el licenciado Andrés Manuel López Obrador. La nostalgia me invade al saber que ya no estará, como siempre lo ha hecho, impregnando a todos de su fuerte carácter, de su admirable comprensión de la realidad y su sano buen humor en el espacio que él inventó: las mañaneras. Con la sonrisa y las frases en los momentos precisos nos ha ganado, y jamás ha dejado de ser enérgico y de condenar lo injusto. Nuestro presidente, ha sabido cumplir con su palabra y les ha devuelto la dignidad a millones de mexicanos. Se ha enfrentado a la vida con el optimismo de los recios y de los grandes, haciendo felices a quienes lo rodean. Claro, el terrible vacío que dejará no lo llenará nada y adivino cómo estarán desgarrados los corazones de quienes tuvimos el honor de luchar a su lado hasta que alcanzó la Presidencia. Deseo que sirvan estos renglones sinceros, en algo, de bálsamo y sosiego para los que, como yo, estamos agradecidos con su trabajo y entrega. Ha de vivir eternamente entre nosotros. ¡Gracias, presidente!

Dennis Saúl Miranda Palomares

Gracias AMLO, bienvenida, Claudia Sheinbaum

¡Dictador, dictador! gritaban a coro algunos inconformes, alimentados en su paranoia por las certezas difundidas por los comentócratas del derrotado régimen prianista. Les espantó saber que termina con 77 por ciento de aprobación a su mandato. Millones de mexicanos celebramos la consolidación y profundización del cambio, y seguiremos haciendo de México un mejor país. Gracias AMLO, bienvenida, Claudia.

Raúl Martínez Santiago

Aviso

Ciudadanos publican libro de agradecimiento a AMLO

Decenas de mexicanos se dieron a la tarea de escribir un libro testimonial para agradecer, desde su experiencia personal, haber sido reconocidos, valorados, incluidos y apoyados en las políticas públicas que impulsó el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) durante los seis años de su gestión.

El texto lleva por título Gracias a usted, señor presidente y contiene poco más de 100 reflexiones escritas por jóvenes, niños y personas adultas mayores de distintos segmentos sociales y entidades de la República Mexicana. Se trata de trabajadores del campo, obreros, amas de casa, estudiantes, profesores, investigadores, profesionistas y servidores públicos que, además de expresar libremente sus particulares puntos de vista acerca de los logros alcanzados en la administración lopezobradorista, también impulsaron el financiamiento de la obra mediante cooperación voluntaria.

Este ejercicio de participación ciudadana tuvo como antecedente el libro denominado ¡Gracias!, que el mandatario publicó en febrero pasado, en el cual presenta un agudo balance de la vida política en México durante las últimas tres décadas e incluye pormenores de cómo se fue construyendo la Cuarta Transformación (4T).

En esa publicación, López Obrador aseguró que el movimiento que se sintetizó en la 4T es obra del pueblo mexicano. Por ello, no dudó en manifestar su gratitud a la gente, y en forma por demás modesta, simplemente escribió: “…a todos y todas de corazón. Gracias”.

Ese agradecimiento presidencial fue visto como un acto genuino, profundo y humano entre quienes participaron en la edición de Gracias a usted, señor presidente, documento que tiene como común denominador el reconocimiento a la acción gubernamental de distribuir de mejor manera la riqueza nacional, con el evidente propósito de hacer justicia. Una urgente necesidad postergada durante la etapa del neoliberalismo.

Los testimonios también evidencian la necesidad de construir otros marcos y narrativas políticas; asimismo, documentan la identificación de la base social con un liderazgo inobjetable, al tiempo que constituyen una evidencia del compromiso ciudadano para continuar y consolidar el actual proyecto de nación.

Los agradecimientos conservan el tono privado y amistoso, de misiva personal, un grado de espontaneidad que implicó no alterarlos ni tergiversarlos, por lo que pueden contener errores de edición y erratas inevitables. La obra está disponible en formato impreso y digital

Los interesados pueden solicitar un ejemplar en versión digital al correo electrónico graciaspresidenteamlo@gmail.com


Este 1º de octubre es una de las fechas más importantes en la historia de México. Por primera vez, luego de 200 años, la sociedad mexicana decidió, masivamente, tener a una mujer, la doctora Claudia Sheimbaum Pardo, como Presidenta de la República. Es la culminación de un largo proceso, centenario, de organización, de lucha, de movilización, de toma de consciencia y de participación de las mujeres mexicanas que han ido conquistando espacios, derechos y libertades. Es el resultado de una larga historia construida por el esfuerzo de generaciones de mexicanas por construir una sociedad más justa, equitativa, libre y democrática.

La historia de la nación que hoy es México no hubiera sido posible sin la participación de las mujeres. Desde la etapa prehispánica las féminas tuvieron un papel importante en la organización social, en la economía, en la cultura, en la formación y preservación de la identidad de sus pueblos y comunidades. Con la conquista y colonización, la formación de la sociedad novohispana tuvo en ellas uno de sus pilares centrales.

La nación mexicana surgió de una victoriosa revolución popular: la Independencia. Esa revolución acabó con el yugo colonial, con la esclavitud, la servidumbre, el tributo y la sociedad dividida en castas. La lucha insurgente tuvo una importante participación de mujeres. Las más conocidas, Josefa Ortiz, Leona Vicario, Carmen Camacho, Gertrudis Bocanegra y muchas más, encarnaron los anhelos de justicia y libertad que animaban al pueblo de México y fueron fundamentales para el triunfo de la causa.

La reforma liberal avanzó en crear una sociedad más libre y justa acabando con los fueros y privilegios del clero y del ejército, estableciendo el Estado laico y conquistando la segunda independencia de México. Fue posible también por la participación de mujeres como Margarita Maza, ejemplo de patriotismo y compromiso con la causa liberal.

La Revolución fue un gran movimiento social que terminó con el Estado oligárquico, destruyó su ejército, dio la tierra a los campesinos y estableció una avanzada legislación que garantizó las demandas de las y los campesinos, las y los trabajadores y las mujeres y hombres de los sectores populares. En ella las mujeres tuvieron una participación decisiva. Muchas de ellas se incorporaron a los ejércitos revolucionarios y llegaron a tener mando de tropa. Organizaron clubes políticos, asociaciones laborales, ligas de resistencia.

Muchas fueron periodistas, propagandistas, profesionistas que realizaron importantes tareas revolucionarias. En esa gran generación de mujeres revolucionarias destacan Sara Pérez, Carmen Serdán, Dolores Jiménez y Muro, Ana Belem Gutiérrez, Hermila Galindo, Elvia Carrillo Puerto, y muchísimas más que no solamente contribuyeron al triunfo de la revolución para construir una sociedad más justa, libre y democrática, sino que también lucharon por los derechos de las mujeres, sociales, políticos, laborales, educativos y culturales.

La lucha de las mujeres mexicanas ha logrado importantes avances después de la Revolución, ya que alentó el movimiento sufragista. Aunque en el Congreso Constituyente no se reconoció el derecho de las mujeres a votar y ser votadas, por el prejuicio machista de los diputados constituyentes que temían que el voto femenino fuera manipulado por los grupos conservadores, a nivel local, en estados como Yucatán, la lucha de las yucatecas, encabezadas por Elvia Carrillo Puerto, logró que se reconociera ese derecho. Ahí se eligieron las primeras diputadas mexicanas: la propia Carrillo Puerto, Raquel Dzib y Beatriz Peniche. Desde entonces, las mexicanas no han dejado de organizarse y de luchar por ampliar esos derechos y libertades. Gracias a ello han podido acceder al trabajo, a la educación, a la política.

Con avances y retrocesos, las mujeres obtuvieron finalmente en 1953 el reconocimiento de sus derechos políticos. A partir de entonces, han podido conquistar cargos de representación popular en los ayuntamientos, en los gobiernos municipales, en las diputaciones locales, después, en el Congreso Federal, tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores y más tarde en los gobiernos estatales.

Con su ingreso a los puestos de representación popular y a los gobiernos, poco a poco incorporaron temas fundamentales a la agenda nacional, como su derecho a la salud, a la educación, mejores salarios, seguridad social, a combatir la discriminación, a no sufrir violencia, a decidir sobre sus cuerpos, a despenalizar el aborto. Más recientemente han logrado conquistar la paridad de género en el gobierno, en el Congreso y en los organismos autónomos.

Su ingreso a la política detonó la movilización y la lucha para alcanzar todos estos logros, obtenidos con mucho esfuerzo, venciendo múltiples resistencias. En esa larga lucha, centenaria, faltaba la culminación: que una mujer obtuviera la Presidencia de la República.

Rosario Ibarra de Piedra, una extraordinaria luchadora social, fue la primera mujer que se postuló para conducir los destinos del país desde el más alto cargo. Su lucha, pionera, abrió la ruta por la que otras congéneres buscaron alcanzar ese objetivo. Finalmente, una mujer, Claudia Sheimbaum Pardo, logró vencer y llegar a esa meta histórica, que representa la culminación de una lucha iniciada por generaciones y generaciones de mujeres extraordinarias. Ese triunfo es un triunfo colectivo, que tiene historia, que es la culminación de avances paulatinos, sostenidos, incansables, por construir una sociedad más equitativa, justa, libre y democrática. Una sociedad en la que las mujeres van a tener un papel central en el desarrollo de la sociedad mexicana.

No escribiré sobre el sainete del señor Pedro Sánchez, palafrenero del rey cuyo único mérito para serlo es que su padre es aquel corrupto al que impuso Francisco Franco: suscribo este editorial (https://www.jornada.com.mx/2024/09/25/index.php?section=edito). Sí recordaré que el rey no puede pedir perdón a las naciones originarias, porque “la invasión española a América –seguida de la bestial guerra de exterminio y ocupación y del posterior establecimiento de un sistema explotador colonial sin ambages– constituye la clave de la cultura, la sociedad, la política y la identidad de los españoles” (https://www.jornada.com.mx/2023/05/16/opinion/014a1pol).

Fincan su identidad en el orgullo imperial: guerras de conquista y saqueo, picas en Flandes y galeras en Lepanto (por el control de Europa y el Mediterráneo)… y como héroes simbólicos: Colón y Cortés. No importa que la mayoría de los españoles descienda de siervos, campesinos y trabajadores: demasiados han comprado el discurso de sus gobernantes. Y no parece haber diálogo posible, porque para ese discurso nunca hubo invasión, genocidio, colonialismo ni extracción, por más que estén irrefutablemente documentados. No: llegaron a civilizar, a salvar… porque (aunque a veces lo escondan) creen que salvaron las inmortales almas de los indios trayéndoles la única y verdadera religión. A este orgullo imperial (y religioso) le siguió una monarquía cada vez más esperpéntica en los siglos XIX y XX; el colonialismo que quiso continuar a costa de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Marruecos; la esclavitud que se abolió en 1870 en España y hasta 1886 en Cuba. Y sólo hay dos grandes momentos de insurrección popular en las discusiones y la gran literatura española: 1808-1812 y 1936-1939. El problema de la primera –en términos de su discurso identitario– es que tomó como símbolo a un cobarde tradicionalista, Fernando VII. El problema de la segunda es que la actual monarquía surge del cuartelazo militar, conservador y fascista, respaldado por Alemania nazi e Italia fascista, que ahogó en sangre esa revolución social. Y no es una figura: el corrupto rey Juan Carlos lo fue por decisión del dictador Francisco Franco. Dicen que se hizo un referéndum y se votó la monarquía: sí, una vez, bajo las armas de la dictadura y hace casi medio siglo.

¿Cómo se construyó nuestro discurso histórico? Aunque la derecha conservadora añora a Iturbide y Maximiliano (y a Zedillo, duque de Acteal y marqués de Fobaproa), aunque aman a Porfirio Díaz, aunque leen (los pocos que leen y no se guían por youtuberos) a Vasconcelos, que escribió un manual de historia pensado para hacer propaganda nazi, el discurso se construyó por otro lado: arranca con el nacionalismo del siglo XVIII (el jarocho Clavijero, el regiomontano Servando de Mier, el guanajuatense Hidalgo) y desde entonces se eligió reivindicar a México-Tenochtitlan como origen y a Cuauhtémoc como héroe, y si bien he insistido en que fue un error construir a Tenochtitlan como la raíz de la nación, sí es interesante analizar por qué se eligió a Cuauhtémoc: no es la soberbia militarista de un Ahuízotl ni cobardía entreguista de Motecuzoma (aunque hemos demostrado que eso no ocurrió)… no, se eligió a Cuauhtémoc porque es quien resiste a la adversidad, al destino, a una invasión impulsada por el afán de oro y dominio (en su Segunda carta de Relación, Cortés escribe la palabra oro más de 50 veces y esclavos o sus variantes más de 20).

Y tras ello, se monta nuestro discurso historiográfico: la resistencia y luego la lucha por la libertad, la igualdad y la justicia encarnada en Hidalgo y Morelos. Y con los grandes románticos (Guillermo Prieto, Vicente Riva Palacio, Ignacio Ramírez, Ignacio Manuel Altamirano) los insurgentes y los chinacos alcanzaron estatura de gigantes. Luego, el porfiriato, y el PRI con mayor eficacia, se robaron esa historia, pero los mexicanos la recuperamos en las calles y las trincheras.

La derecha repite que los mexicanos estamos acomplejados y resentidos. Respondo en primera persona: es un orgullo fincar mi identidad en la resistencia contra la opresión, la lucha contra el colonialismo, la guerra contra el imperialismo, la rebeldía, la revolución. Es un orgullo descender de mixtecos y nahuas, andaluces y vascos, moros y cristianos, africanos esclavizados, libaneses, nicaragüenses y hasta algún pirata inglés. Y a este mosaico pluricultural agrego los combatientes antifascistas a los que abrimos la puerta y se fundieron con México por amor: judíos europeos, españoles republicanos, sudamericanos fugados de dictaduras genocidas...

El mío es el México de las mujeres tlatelolcas que enfrentaron a los españoles en agosto de 1521; cimarrones de Veracruz; pames y mixes, que nunca aceptaron el yugo colonial; la horda de Hidalgo, soldados de Morelos; las mujeres que en Pénjamo desafiaron a Iturbide; los pintos de las montañas del sur; los indios de Tetela, los Lanceros de la Libertad y los Cazadores de Galeana que hicieron morder el polvo al francés; mayas y yaquis que nunca se doblaron; obreros de Río Blanco y Cananea; las Violetas del Anáhuac; magonistas, coronelas zapatistas, dorados de Villa; las mujeres del primer Congreso Feminista; muralistas, maestras rurales de la década de 1920, petroleros de 1938, ferrocarrileros de 1958, estudiantes de 1968-1986-1999; la Brigada Campesina de Ajusticiamiento, las madres del Comité Eureka, las señoras de San Miguel Teotongo, las costureras del 19 de septiembre, zapatistas de Chiapas, maestras que durmieron en el Monumento a la Revolución en 2013, madres y padres de los 43… y los 36 millones que votamos por Claudia Sheinbaum, y el 79 por ciento que respaldamos su actitud ante el rey y su palafrenero Sánchez.

Un mismo nombre para realidades diferentes. Aunque la Nueva Escuela Mexicana (NEM) es el término utilizado para denominar la política educativa de la 4T, en los hechos ha tenido contenidos distintos a lo largo del sexenio. El concepto fue acuñado en el periodo en el que Esteban Moctezuma estuvo al frente de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Se dijo entonces que fue producto de 32 fotos y 64 mil ponencias de 2019, que dieron vida al Acuerdo Educativo Nacional. Según el titular del ramo: El objetivo primordial de la Nueva Escuela Mexicana es reorientar al sistema educativo nacional para poner en el centro de su esfuerzo el aprendizaje de niñas, niños, adolescentes y jóvenes (https://shorturl.at/1ak07).

La NEM fue incorporada al Título Segundo de la Ley General de Educación de septiembre de 2019. Con distintas palabras, se conservó en ella buena parte del espíritu de la reforma educativa de Enrique Peña Nieto. En el artículo 19 establece que el Estado, a través de la NEM, buscará la equidad, la excelencia y la mejora continua en la educación, para lo cual colocará al centro de la acción pública el máximo logro de aprendizaje de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes. Tendrá como objetivos el desarrollo humano integral del educando, reorientar el Sistema Educativo Nacional, incidir en la cultura educativa mediante la corresponsabilidad e impulsar transformaciones sociales dentro de la escuela y en la comunidad. En los hechos, fue la fachada para un edificio sin construir.

El año y cinco meses que Delfina Gómez estuvo al frente de la SEP (2021 a 2022) transcurrió con más pena que gloria. Con mucho ruido y pocas nueces, la definió como el espacio idóneo para una educación con visión de futuro, donde la armonía, la empatía y el trabajo colaborativo permitirán la equidad, pertinencia y mejora continua en el aprendizaje (https://shorturl.at/Fxxkw). Ya de salida, anunció un nuevo plan de estudios. Los borradores filtrados apenas y mencionaron a la NEM.

La salida de la profesora Gómez de la SEP y la llegada de la maestra Leticia Ramírez coinciden con la promulgación del Plan de estudio para la educación prescolar, primaria y secundaria en agosto de 2022.

La NEM comienza entonces a tocar piso, no sin disputas dentro de la SEP sobre las características, alcance y conducción del proyecto. Entre muchas más, sobresale una contradicción: los funcionarios que conciben que la NEM se materializa, básica y esencialmente, en los nuevos libros de texto, y quienes, como lo señala el doctor Gabriel Cámara, director general de Conafe, consideran que la propuesta del nuevo modelo educativo no sólo plantea los libros, sino también un nuevo plan de estudios, programas sintéticos y analíticos, y prácticas didácticas para quienes están frente a grupo (https://shorturl.at/l13Z1).

Dígase lo que se diga, en los hechos, los nuevos libros de texto y la enseñanza por proyectos se echaron a caminar sin la participación de los maestros, sin gradualidad, sin pilotaje, sin actualización ni formación docente. El resultado está a la vista, como señala Pedro Hernández: la NEM no ha aterrizado en las escuelas. Nunca se explicó realmente y a fondo la metodología, por lo que los profesores no la tienen clara. Además, como explica Lev Velázquez, hay un choque burocrático con directores e inspectores, que reivindican los documentos oficiales sin comprenderlos, pues su función se ha convertido en algo meramente administrativo. Por si fuera poco, no hay coherencia entre proyectos y campos de conocimiento.

De manera que, para cumplir con los requerimientos de sus autoridades y quitarse de problemas, muchísimos maestros optan por comprar guías con planes didácticos, exámenes, evaluación diagnóstica de aprendizajes, programas analíticos, cuadernillos de ejercicios y hasta el desglose del plan nacional. Editoriales como Lainitas y DM, youtuberos, webinars y talleristas ofrecen a los profesores el trabajo hecho. La oferta es muy amplia. Incluso, algunos viejos defensores de la educación por competencias han entrado al negocio de hacer la chamba de la NEM.

Ciertamente, los maestros acostumbrados a trabajar por proyectos o en educación alternativa han utilizado este nuevo espacio para seguir haciendo lo que ya hacían. Más aún, algunos de ellos han asesorado solidariamente a sus colegas en este camino, sin retribución alguna. Algunos más, le han entrado con sus propios recursos a experimentar esta ruta. Pero son una minoría.

La NEM ofrece formalmente a los maestros autonomía curricular. Sin embargo, los mantiene sujetos a una pesada carga de obligaciones burocráticas y disciplinas institucionales, que hacen de esta autonomía un espejismo. Habla de liberación pero no cuenta con un aparato crítico ni un proyecto de emancipación social. En los hechos, aumenta la carga de trabajo docente no remunerado.

Andrés Aubry, un sabio que acompañó durante décadas las luchas indígenas en Chiapas, contaba una fábula sobre lo que representaba para los pueblos originarios la autonomía tutelada por el Estado.

Según su relato, un espléndido caballo tenía un único y embarazoso problema: no podía correr. Su dueño gastó fortunas en consultar a especialistas. Nada logró: seguía sin correr. Pero el mozo que lo cuidaba los miraba a todos con una sonrisa de media burla. Desesperado, el amo le preguntó: –Si creés que sabés, ¿por qué no hablás? ¿Qué decís que tiene?

–¿De veras querés saber? –respondió el mozo.

–¡Pos sí, ándale!

–Pero es que no me vas a hacer caso –insistió el cuidador.

–Decímelo de una vez. Órale, es la vencida, decímelo –respingó el patrón.

–¿No ves, patrón? –dijo el mozo–. Lo que tiene este caballo es que está amarrado. ¿Por qué no lo soltamos?…

Siguiendo la parábola de don Andrés Aubry, la autonomía profesional en la NEM es un vigoroso corcel atado a la burocracia que, para hacerse realidad, necesita desamarrarse.

X: @lhan55

El pasado día 11, en las instalaciones de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, convocados por el Consejo Supremo Indígena de Michoacán, y con el apoyo de diversas instituciones de educación superior, se llevó a cabo un seminario sobre pueblos indígenas y guerrilla. Desde muy temprano comenzaron a llegar hombres y mujeres que participaron de los movimientos armados de los años 70, con la finalidad de dar su testimonio; con ellos arribaron sus familiares y amigos, así como investigadores e investigadoras interesados en la temática. Los presentes llegaron de Oaxaca, de Guerrero, de la Ciudad de México y del mismo estado anfitrión. El interés en el evento fue singular, pues era la primera ocasión en la historia del país en la que este tipo de fenómenos se analizaba desde la mirada de los pueblos, no sólo de los individuos que participaron directamente en la lucha armada por transformar al país.

Desde la inauguración del evento se marcaron las líneas que daban singularidad al acto: aunque todas las organizaciones guerrilleras de esa época se declaraban marxistas-leninistas, o maoístas, en la práctica, su ideología se combinaba con la historia de México, recuperando las enseñanzas de las gestas de la Independencia, la Reforma y la Revolución Mexicana y en gran parte las prácticas conforme a los valores comunitarios de los pueblos. Otro tanto sucedía con la estructura organizativa: aunque todas las agrupaciones guerrilleras, por su carácter militar asumían una estructura vertical en la que participaban miembros de pueblos indígenas, algunas de sus decisiones se tomaban de manera asamblearia y se ejercían de manera horizontal. Esto, naturalmente, generó problemas al interior de las organizaciones guerrilleras, pues aunque la mayoría se pronunciaban por seguir las teorías revolucionarias en boga, había quienes se inclinaban por la voluntad popular.

Los testimonios presentados fueron de diversa naturaleza. La mayoría de ellos señalando cómo no se ha dado la importancia que tiene a la participación de los pueblos en los procesos revolucionarios, sólo porque no estuvieron en los frentes de batalla, aunque sin su actividad, aquella no hubiera sido posible.

Se habló de la relevancia de los pueblos para crear casas de seguridad, dotar de alimentos a los guerrilleros, servir de correos, incluso como mecanismos de inteligencia y contrainteligencia. En estas actividades –se dijo– participaban por igual mujeres y hombres, adultos y niños. Por el mismo motivo, la represión que éstos sufrieron por las fuerzas represivas, salvo casos de extrema brutalidad, han sido ignorados a la hora de contar las afectaciones. Se ignora también que, cuando los hombres se fueron a la guerra, las mujeres se hicieron cargo de la familia; cuando fueron heridos, ellas los curaron, cuando los desaparecieron, ellas comenzaron a buscarlos.

Durante los debates, dos elementos resaltaron porque cruzaban todas las intervenciones. El primero: la participación de los miembros de los pueblos indígenas o los pueblos mismos en la guerrilla no se dio porque fueran indígenas, sino porque, al igual que el resto de los oprimidos del país, eran explotados, aunque a diferencia de otros sectores sociales, éstos imprimían sus conocimientos a la práctica de las organizaciones en las que militaban. El segundo: en la búsqueda de los desaparecidos, víctimas de la guerra sucia, las instituciones gubernamentales se han centrado en los individuos, dejando de lado la participación de los pueblos indígenas. Sólo abren la herida y no hacen nada concreto por resolver el problema, se dijo. Lo anterior se puede ver tanto en las investigaciones que en su momento realizó la Comisión Nacional de Derechos Humanos, como la de Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado o la Comisión de la Verdad.

Un aspecto importante que deriva de lo expuesto en el seminario, y que por lo mismo es deseable que no se olvide, es que si se reconoce la participación de los pueblos indígenas, como pueblos, no a través de sus miembros, en los movimientos armados del siglo pasado, también se les debería reconocer como víctimas, lo que transformaría sustancialmente la óptica con la que se reclama el castigo a los responsables de la guerra sucia, incluida la reparación del daño. En los casos en los que la afectación a los pueblos es evidente se podría, por ejemplo, reclamar la comisión de etnocidio; lo mismo en los casos en los que los líderes eran hablantes de alguna lengua indígena, su desaparición ha generado la extinción de su lengua originaria, como algunos ya reclaman. La reparación del daño, por su lado, no sería sólo a los individuos, sino también a los pueblos. De ese tamaño es la importancia de este reconocimiento.

Bienvenida, Presidenta . Hoy recibe usted la máxima responsabilidad sobre el destino de este complejo país en alegre efervescencia. La agitación de la nación no es para menos: por primera vez en su historia las mayorías del pueblo mexicano han vivido y sentido que no son los olvidados y marginados de siempre.

Quienes no forman parte de los casi 10 millones de mexicanos que han salido de la pobreza, tienen ahora la fuerza que da la esperanza fundada: su momento debe llegar en el próximo futuro. Unos y otros esperan una vida mejor y el gobierno de la República deberá mantener su principal mirilla puesta sobre ellos: por el bien de todos, primero los pobres. Llega usted a su alto cargo respaldada por el cumplimiento cabal de los cauces y normas constitucionales y legales, y con la recia legitimidad construida por casi 36 millones de votos de todos los estratos sociales.

En la presidencia y la secretaría general de Morena estarán dos mujeres: Luisa María Alcalde Luján y Carolina Rangel Gracida. Es tiempo de mujeres y de relevo generacional; la tarea que tienen por delante es formidable. Morena, según sus principios, no quiere representar al pueblo, sino ser el pueblo organizado.

Entre sus definiciones más profundas está la de ser un partido antineoliberal y de izquierda en el campo de la economía. También, que sólo el pueblo organizado puede salvar al pueblo de la opresión, la represión, la marginación, la pobreza, las crisis económicas recurrentes, la corrupción, el incumplimiento de derechos, lainseguridad, la manipulación, ladesinformación y la discriminación. Morena, pueblo organizado, luchará sin descanso al lado del gobierno de Morena, o frente a él si es necesario, para sacudirse esas lacras infames.

El vocablo izquierda figura en los principios de Morena, pero no era (no es) del gusto de AMLO, quien prefiere la voz conservador, término de los liberales del siglo XIX mexicano. Morena tiene entre sus pendientes una etapa de discusión amplia. Despejar qué significa izquierda para Morena, es un debate relevante.

Algunos aprendimos con Gramsci y Nicos Poulantzas que el poder del Estado es un campo de la lucha política. Las políticas ejecutadas por el Estado pueden estar orientadas en beneficio de los excluidos de siempre o, como lo hicieron los neoliberales, orientadas hacia su propio beneficio con inhumana exclusión de los más pobres. México prueba que es posible, además de indispensable, que el Estado trabaje por y para los de abajo. Pero, como en tantas cosas, es de discutirse hasta dónde se puede llegar en ese objetivo altamente deseable. En el primer gobierno de Morena los de arriba tuvieron ganancias descomunales y muchos de los más ricos vieron acrecidos sus capitales como nunca en su vida, entre ellos, como pocos, los bancos. Como la izquierda lo ha sabido siempre, tanto los ingresos de los trabajadores como las ganancias de los capitalistas son generados en el proceso de trabajo por los trabajadores. Así que la bárbara desigualdad en la distribución del ingreso muestra que hay un gran espacio para continuar mejorando la vida de los de abajo.

Morena se propone organizar 70 mil 751 comités seccionales; es una tarea aterradora, pero en la medida que avance resultará más aterradora para la oposición. El partido entero está convocado a ese objetivo; aunque la tarea de Andrés López Beltrán marea. Preocupa que el partido quede exhausto y tenga fuerzas escasas para tantos otros objetivos decisivos.

La economía neoliberal debe continuar siendo cercada y reducida. Una tarea con ángulos muy complicados. No se trata sólo de las políticas del Estado. El neoliberalismo está coagulado en instituciones públicas y privadas. Su centro más duro, el sistema financiero, es a la vez dominante, productor de desigualdad y parasitario. Reformarlo exige activismo político internacional en busca de aliados y acuerdos; es preciso incluir a los bancos centrales y a las calificadoras.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha estado activo buscando acuerdos internacionales para gravar a los 3 mil milmillonarios del planeta con un impuesto de 2 por ciento sobre el rendimiento de sus fortunas. Un gravamen suficiente a los bancos, en todos los países, que permitiera compensar los pagos de los gobiernos por concepto de deudas a esas instituciones, liberaría ingentes recursos para la inversión pública y el bienestar de los pueblos. Es menester contar con cancillerías sensiblemente fortificadas.

El gobierno de AMLO fortaleció la postura internacional de México. Puede advertirse que así continuará con el de Claudia Sheinbaum. El primer gesto de firmeza de la Presidenta frente a la cómica monarquía española y sus súbditos (como Pérez Reverte y Enrique Krauze), ha sido festejado extensamente por la sociedad mexicana. Es una buena señal para todos los países.

Desde esa postura de claridad y firmeza, México puede emprender alianzas y acuerdos que, en última instancia, redunden en el bienestar de los pueblos de México. Es preciso construir ese futuro.

Tiempo de mujeres para que no nos sigan las sombras viejas sobre la tierra nueva. La huérfana Jesusa Palancares dejó su vida miserable en Oaxaca y se fue a la Revolución a combatir. Conoció todo el país en la emergencia de la guerra hasta que, ya vieja, terminó sus días en una vecindad insalubre. Su vida se inició y terminó igual. En la zona de los desechables.

Quien visibilizó la vida de Jesusa Palancares, aquella mujer que sobrevivió a la violencia en sus diferentes manifestaciones, también ha sido violentada: por otros escritores, académicos, políticos y militantes que no comparten sus ideas o simplemente por ser mujer.

Con ese panorama, Elena Poniatowska podría no haber escrito más, pero sabe, como la británica Jess Philips, que la violencia contra las mujeres y las niñas comienza y termina con la censura. Todas las formas de violencia contra la mujer dependen del silencio. El silencio es el gran cómplice. Por eso sigue compartiendo sus asombros con su prosa magnética.

En este mundo patriarcal tan normalizado, menos de 10 por ciento de los acervos de los museos en el mundo tienen obra de artistas mujeres, y de ese porcentaje muy poco se exhibe. La Pinacoteca Nacional de España es un buen referente: tiene obra plástica de 53 mujeres contra las 5 mil obras creadas por varones.

La invisibilización de la mujer en la sociedad es muy notoria en todas partes y también alcanza a la dramaturgia, le digo a Estela Leñero, quien acaba de publicar Tiempo de mujeres en el teatro mexicano del siglo XXI.

–Si observas, ves mesas redondas, antologías, participación en congresos, donde la presencia de las mujeres es casi nula… en teatro, directoras, creadoras, dramaturgas, escenógrafas e investigadoras apenas representan 30 por ciento. Entonces, además de la invisibilización, existe la marginación; no nos invitan a montar obras o a participar en mesas redondas; no nos incluyen en antologías.

La ensayista Irmgard Emmelhainz lo tiene claro: callar no es una opción. Tener voz es un elemento central para erradicar las distintas formas de violencia contra la mujer, es construir un espacio político que les ha sido negado. Es por eso que las escritoras, al expresar el mundo desigual entre hombres y mujeres, se convierten en amenaza. Fisuran el muro de silencio. Sor Juana, Rosario Castellanos y Elena Poniatowska han contribuido a que con su voz se escuchen las de otras.

También lo veía con nitidez Rosario Castellanos en los años 70: la mujer ha servido de telón de fondo para que resalte la figura principal: el hombre.

La brecha salarial entre hombres y mujeres es otro indicador que necesita transformarse: los datos estadísticos muestran que en México las mujeres ganan menos. Según el estudio Discriminación estructural y desigualdad social, realizado por la Secretaría de Gobernación, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación y la Comisión Económica para América Latina, los hombres reciben en promedio un ingreso laboral por hora trabajada 34 por ciento mayor al de las mujeres. ¿Es poca la diferencia? Es mucha si consideramos que ellas tienen una doble jornada laboral: además de su trabajo se encargan, en su mayoría, de dar funcionalidad a los hogares.

Ya sabemos que a la mujer no debe definirla la reproducción, que debemos disociar sus cuerpos de la función reproductiva. Aunque La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha emitido sentencias que avalan el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo y su salud reproductiva, y que ha establecido que la objeción de conciencia no puede ser utilizada para negar servicios de salud a las mujeres que solicitan un aborto, en muchas zonas del país se les sigue negando. Sólo en nueve entidades el aborto es legal hasta las 12 semanas de gestación: Ciudad de México, Oaxaca, Hidalgo, Veracruz, Colima, Sinaloa, Guerrero y Baaçja California Sur. La violencia contra la mujer para impedirle decidir sobre su cuerpo también es una forma de control político.

Cuando cayó el régimen del dictador Nicolás Ceausescu, se descubrieron cientos de niños que deambulaban por las calles de Rumania robando aquí y allá en busca de comida. Esos niños de la calle fueron los hijos de Ceausescu. Los hijos de la maternidad forzada. En la Rumania de Ceascescu estaban prohibidas las píldoras anticonceptivas y, naturalmente, el aborto. A las mujeres se les practicaba con regularidad un examen obligatorio para saber si estaban preñadas, y si lo estaban, eran vigiladas por el Estado con policías en los consultorios para que llevaran a buen término su embarazo.

Hoy iniciamos una transición política histórica. Por primera vez tenemos una mujer Presidenta. Su acceso al poder se convertirá en el más fuerte cambio cultural en muchos años. Con ella, nos dice, llegaron todas. Es tiempo de mujeres para que no nos sigan las sombras viejas sobre la tierra nueva. Tenía razón la indómita Elena Garro: La sociedad mexicana no presentará transformaciones hasta que no acepte nuevos modelos de conductas para mujeres.

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