11/28/2014

Marcia continúa lucha de Emeteria para encontrar a migrantes


CARAVANA DE MADRES CENTROAMERICANAS “PUENTES DE ESPERANZA”
   Hija de activista fallecida ayuda a centenares de familias

A la derecha Marcia Martínez, hija de Emeteria, una de las fundadoras de la Caravana 



Marcia Martínez celebró su cumpleaños 45 buscando migrantes desaparecidos y continuando el legado de su madre, Emeteria Martínez, una de las fundadoras de las caravanas de madres centroamericanas, quien invirtió más de dos décadas de su vida en esta causa y murió en 2013.

Este 25 de noviembre, día de su cumpleaños, no hubo fiesta pero sí algarabía porque Marcia recibió uno de los mejores regalos: atestiguar el reencuentro entre el hondureño Yanel y su madre, Maria Delmi, que se volvieron a ver tras 15 años de no saber uno del otro.

Desde 2011, esta hondureña se avocó a la búsqueda de migrantes desaparecidos y aunque en su movimiento no hay mujeres con estandartes, ella acompaña a las madres centroamericanas en cada caminata. Así lo hizo ayer en un recorrido silencioso de unos cinco kilómetros desde esta capital jalisciense a la Basílica del municipio  conurbado de Zapopan.

La inspiración para sumarse a la búsqueda fue Emeteria. “Mi madre, que en gloria esté, fue una persona luchadora que anduvo 13 años en el comité luchando por encontrar a mi hermana y también a los demás desaparecidos que hay en nuestro país. Gracias a Dios tuvo buenos resultados porque encontró a mi hermana en 2010”, rememora.

Dos décadas le costó a Emeteria Martínez, hondureña del departamento (estado) de Yoro, encontrar a su hija Ana Marlén Ortiz, quien salió de su país con rumbo a Estados Unidos. Sin embargo, en el camino se quedó a vivir en México. Fue hasta 2010 que nuevamente se tocaron las manos.

Frente a la iglesia, algunas madres de Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua hablaron de su resistencia y denuncia. Allí estuvo Marcia, quien hoy integra el Comité de Familiares Migrantes Desaparecidos de El Progreso (Cofamipro).

Por 15 años y tres meses, esta mujer trabajó en una maquila de ropa pero en noviembre de 2010, después del reencuentro entre su madre y su hermana, ella quedó desempleada y aprovechó para ayudar a Emeteria, de entonces 75 años de edad, que en ese momento era una convencida de seguir trabajando en defensa de las personas migrantes.

En 2011 Marcia participó en su primera caravana, en un recorrido que comenzó en El Ceibo, en la frontera de México con Guatemala. Ella y Ana Marlén se reencontraron. “A raíz de esto me uní al comité y seguí en esta lucha. Vi que valía la pena (porque) nunca me imaginé los lugares donde se metía mi madre con tal de encontrar a su hija”, destaca.

A Marcia le sorprendió que Emeteria entrara a los albergues, caminara por las vías del tren y recorriera las rutas más peligrosas como la del estado de Tamaulipas (fronterizo con EU). “Fue una señora que nunca se quejó, nunca dijo no, siempre dijo sí, siempre estuvo presente”, narra.

Madre de tres hijos, Marcia replica las palabras de su madre. En cualquier lugar que puede habla del fenómeno migratorio y de los riesgos de llegar a México. Para ella, que ya encontró a su hermana, es importante seguir trabajando por estos casos.

La satisfacción es saber que documentar historias, guardar expedientes, hacer trámites migratorios o de repatriación es ayudar a las familias de los más de 600 hondureños desaparecidos de los que tienen conocimiento. En 15 años, el Cofamipro ha encontrado a 230 de sus compatriotas gracias a las caravanas y el trabajo diario.

Esta tarde, Marcia y las demás mujeres centroamericanas estarán en la ciudad de Celaya, en el estado de Guanajuato, para después ir al Distrito Federal, donde realizarán diversas actividades de difusión de su lucha para encontrar a sus hijas e hijos migrantes.


CIMACFoto: Anayeli García Martínez, enviada
Por: Anayeli García Martínez, enviada
Cimacnoticias | Guadalajara, Jal.- 

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