3/07/2007

noticias

Elaboran reglamento de ley contra violencia hacia mujeres

Tendrán que esperar al menos un año para ser protegidas por Ley Federal de Acceso a una Vida Libre de Violencia, admitió el Inmujeres

Liliana AlcántaraEl UniversalCiudad de MéxicoMiércoles 07 de marzo de 2007

12:00 Las mujeres de México tendrán que esperar por lo menos un año para que sean protegidas a través de la Ley Federal de Acceso a una Vida Libre de Violencia, reconoció la presidente del Instituto Nacional de las Mujeres, Rocío García Gaytán.

Informó que aún está en proceso de elaboración el reglamento de la legislación y para que entre en vigor en el corto plazo se requerirá de la voluntad política por parte de los gobierno y los congresos estatales, para que realicen las reformas que sean necesarias.

García Gaytán señaló además que a partir del próximo año se podría asignar un presupuesto especifico a fin de que la Secretaría de Seguridad Pública pueda elaborar la base de datos sobre violencia en contra de la mujer en México, como lo establece dicha legislación.

mvc/grg

http://www.eluniversal.com.mx/notas/410873.html

Hay avances, pero muchos rezagos aún, alerta EalyEstablece premio ´María Teresa Ortiz Garza de Ealy´
Liliana AlcántaraEl UniversalMiércoles 07 de marzo de 2007

En el último siglo, la mujer mexicana se posicionó en diversos ámbitos de la vida nacional y ha influido de manera destacada en las políticas públicas como las relacionadas con el desarrollo ambiental, destacó el Presidente y Director General de EL UNIVERSAL, licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz.

Dijo que desde 1857, fecha en la que un grupo de trabajadoras que luchaban por sus derechos fueron reprimidas en Nueva York, y por lo que cada año se celebra el Día Internacional de la Mujer, han ocurrido guerras y desastres, pero "de lo que no puede quedar duda es que la revolución más importante en el último siglo ha sido la transformación del papel de la mujer en nuestra sociedad".

"Grandes avances han sido logrados, pero muchas demandas legítimas siguen vigentes en los temas de género", destacó Ealy Ortiz.

Esta casa editorial organizó ayer la celebración del Día Internacional de la Mujer, y para ello invitó a 91 mujeres que se desarrollan en distintos campos, pues este año, EL UNIVERSAL también festeja sus 91 años de existencia.

Entre las asistentes estuvieron la esposa del presidente Felipe Calderón, Margarita Zavala; la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación Olga Sánchez Cordero; y las secretarias de Desarrollo Social, Beatriz Zavala, y de Educación Pública, Josefina Vázquez Mota, así como la señora Perla Díaz de Ealy.

También la diputada del PRD Maricela Contreras; la presidenta de la Sociedad Internacional de Valores de Arte Mexicano, Pepita Serrano; la dramaturga Sabina Berman; la campeona olímpica Soraya Jiménez, y la senadora y colaboradora de este diario Rosario Ibarra.

Así como la niña Daniela Patricia Landa González, estudiante de cuarto grado de primaria del estado de México, que obtuvo el promedio nacional más alto en español en la prueba Enlace 2006.

En su discurso, Ealy Ortiz explicó que este año EL UNIVERSAL determinó destacar el papel que ha desarrollado la mujer en la ciencia, sobre todo, ante los nuevos desafíos ambientales, como el cambio climático.
Por ello, anunció la agenda de trabajo que asume este diario para alentar a la sociedad a combatir ese problema ecológico; entre las 10 acciones están la participación institucional en el Green Forum -en abril próximo, en Miami, Estados Unidos- en el que se analizará el impacto en Latinoamérica del cambio climático; una campaña nacional de recuperación de áreas verdes, dirigida a escuelas primarias y secundarias públicas y privadas; así como la participación de estudiantes de preparatoria y universidad en la discusión de medidas para enfrentar el impacto del calentamiento global.

Acompañado de sus hijos, Juan Francisco Ealy Jr, vicepresidente ejecutivo, y Juan Carlos Ealy, consejero delegado de esta casa editorial, el Presidente y Director General de EL UNIVERSAL también anunció el establecimiento del premio María Teresa Ortiz Garza de Ealy, el cual será entregado cada año a organizaciones civiles que desempeñan una labor en beneficio de las mujeres.

Informó que este año el premio, que consta de 50 mil dólares en efectivo, se entregó a la asociación civil Semillas, de Marta Lamas, que se dedica a apoyar a organizaciones dirigidas por mujeres que desarrollan proyectos productivos.


REGIDORA Hay que disminuir el maltrato en mujeres. Es prioridad la equidad de género
Claudia Orantes Palomares: "Es necesario abrir más espacios". Jesús Hernández. CP Toni Moreno CP. En vísperas de la celebración del Día Internacional de la Mujer, la regidora panista Claudia Orantes Palomares afirmó que es necesario darle más espacios a las mujeres, dentro de los ámbitos político, económico y social.La regidora panista dijo que el proceso de igualdad no se ha venido dando de la manera que se quisiera, ya que actualmente existe mucha discriminación. "Las mujeres no han alcanzado ni un 30 por ciento en los puestos políticos", dijo.Indicó que se ha implementado la cuota de género para darle participación a la mujer, pero la idea es hacer desaparecer tal cuota, porque no es necesario que se den espacios por requisito, sino por el trabajo realizado."La cuota de género es un porcentaje mínimo que exigen los partidos políticos tanto para candidatos, como para ocupar espacios en el gabinete de gobierno", dijo.Enfatizó que existen partidos donde no se aplica la igualdad de género, porque la participación de los hombres es mayor que las mujeres; y es que en esos casos la equidad no se respeta, sólo se actúa a conveniencia, por lo que en ese sentido, dijo, aún falta mucho por avanzar.Por otra parte, mencionó que es urgente que se disminuya el número de mujeres maltratadas que viven en la sumisión de los hombres; "debe pugnarse por una nueva propuesta en beneficio de las mujeres".Por último, apuntó que es necesario abrir y dar más espacios a este sector, que las mujeres somos las formadoras de los futuros ciudadanos.



TAPACHULA Denuncia ONG, violencia contra mujeres en la frontera

Alberto Noriega CP. Juana López, vocera de la Red de Mujeres por la Igualdad, se manifestó preocupada por los feminicidios ocurridos en las últimas dos semanas en diferentes puntos de la geografía chiapaneca, por lo que hizo un llamado a las autoridades de gobierno y a la sociedad, "a frenar la violencia contra las mujeres".Y es que de acuerdo con el organismo, al menos en las dos últimas semanas se han registrado tres asesinatos de féminas en distintas partes de la entidad como: Tapachula, Soyaló y Tuxtla Gutiérrez.Es urgente, dijo, "que se formule una política de Estado con programas, acciones, recursos y presupuestos específicos para combatir la violencia de género en sus múltiples manifestaciones, ya que se ha incrementado a tal grado, que actualmente cobra la vida de decenas de mujeres en Chiapas". Tomando como parámetro un estudio realizado en 2004 (el cual es válido en la actualidad, ya que los datos no han variado), y que fue realizado por la LIX Legislatura de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión el año 2004, se reporta que en Chiapas ocurrió el asesinato de 611 mujeres en un periodo de 10 años.Es decir, cinco mujeres asesinadas al mes, hechos en los que resalta la violencia sexual y la saña con que fueron cometidos, indicó Juana López. "De ahí la inquietud que los sucesos recientes genera entre nosotras, porque ha quedado demostrado".

La revolución del siglo, la transformación del papel de la mujer: Ealy OrtizAnuncia el Presidente y Director General de EL UNIVERSAL el establecimiento del Premio María Teresa Ortiz Garza de Ealy, para organizaciones civiles con labor en beneficio de las mujeres

Liliana AlcántaraEl UniversalCiudad de MéxicoMartes 06 de marzo de 2007

13:06 El Presidente y Director General de EL UNIVERSAL, Juan Francisco Ealy Ortiz, señaló este martes que la revolución más importante en el último siglo "ha sido la transformación del papel de la mujer en nuestra sociedad".

En compañía de su esposa Perla Díaz de Ealy, explicó que este año, en el marco de la celebración del Día Internacional de la Mujer que se realizará el próximo 8 de marzo, esta casa editorial se enfocó al papel que ha desarrollado la mujer en el ámbito científico, sobre todo ante nuevos desafíos para el planeta como el cambio climático.

"Es la madre naturaleza la que está en creciente peligro y esto representa un desafío que debe unir a los distintos sectores sociales, a hombres y mujeres, en un compromiso con el estado del medio ambiente", destacó.
Ealy Ortiz anunció una serie de medidas que se llevarán a cabo en EL UNIVERSAL para alentar a la sociedad a que actúe frente al deterioro ecológico.

Una de ellas es la participación institucional en el Green Forum, que se realizará en abril próximo en Miami, Estados Unidos, en donde se analizará el impacto del cambio climático en Latinoamérica.

En materia de género, el Presidente y Director General de EL UNIVERSAL también anunció el establecimiento del Premio María Teresa Ortiz Garza de Ealy, el cual será entregado cada año a organizaciones civiles que desempeñan una labor en beneficio de las mujeres.

Informó que este año, el premio, que consta de 50 mil dólares en efectivo, se entregó a la asociación civil Semillas que encabeza Marta Lamas y la cual se dedica a apoyar a las organizaciones de mujeres.

Entre las mujeres que asistieron a la celebración en esta casa editorial se encuentran: Margarita Zavala, esposa del presidente Felipe Calderón; la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Olga Sánchez Cordero; las secretarias de Desarrollo Social, Beatriz Zavala, y de Educación Pública, Josefina Vázquez Mota; la presidenta de la Sociedad Internacional de Valores de Arte Mexicano, Pepita Serrano; la dramaturga Sabina Berman, y la senadora y colaboradora de este diario, Rosario Ibarra.

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Brillan las sazones femeninasReconocidas chefs mexicanas hablan sobre la proyección de su género en el ámbito restaurantero y los factores que les han permitido crecer
Marichuy Garduño y Nadia Luna Ávila
El UniversalCiudad de MéxicoLunes 05 de marzo de 2007

13:41 “Mi desarrollo ha sido una evolución de 40 años. Después de incursionar en banquetes y dar clases, hemos pasado por muchos obstáculos que tuvimos que vencer, porque a veces no sabemos cómo manejar las cosas al principio. Tenía una escuela que abrí con mucho esfuerzo en 1980, pero la cerré porque tuve un accidente. También escribir libros ha sido un reto, todo es un reto, pero poco a poco se pueden ir haciendo las cosas para poder dar a conocer a México y a su cocina en su máxima expresión”.

Patricia Quintana, Chef propietaria del restaurante Izote

“Yo que soy madre de familia, además de empresaria, veo que una mujer que trabaja tiene una mejor relación con sus hijos, creo que se vuelven más responsables. La mujer reúne a seres independientes en un solo techo, ya no es el papel eterno de mamá. Los hombres se sienten amenazados, porque su lugar era arriba de la pirámide. Tenía mujer, amante, hijos, negocios, caballos y automóviles. La mujer era un objeto más. Los hombres jóvenes lo están entendiendo. Ellos nos admiran”.

Mónica Patiño, Chef propietaria de MP Bistro

“Siempre ha habido una presencia de la chef mujer, como las llamadas mayoras, aunque no han sido reconocidas, pero son ellas las que están continuando con las tradiciones de nuestra cocina mexicana, están atrás de las fondas, las comidas corridas y también de recetas importantes como los chiles en nogada. A nivel alta cocina, también tenemos mujeres que han logrado destacar, aunque el camino es más difícil que para el hombre, porque muchas sacrifican su vida personal”.

Paola Garduño, Chef del restaurante Café O

“En 1989 las cocinas profesionales estaban manejadas por hombres que venían del extranjero, en especial franceses, eran como los reyes. La mujer estaba en un papel secundario, eran mayoras y eran pagadas como una ayudante de cocina por no tener estudios, aunque eran profesionales. Mónica Patiño fue la que nos abrió el paso. Creo que la mujer es más responsable, al ser madres solteras no pueden llegar borrachas, eso se daba muchísimo en nuestro medio, el alcoholismo era el pan diario”.

Lula Martín del Campo, Chef y gerente del comedor de directores del banco HSBC

“Si alguien piensa que los grandes cocineros son hombres, comete una injusticia. Las mujeres tenemos seriedad. No nos distraemos en la parranda y programamos bien el trabajo de una cocina. La mujer no tiene la indiferencia de un hombre. Es capaz de mantener un hogar, trabajar y estar pendiente de los hijos. Cuando los señores llegaban y bebían de más, les decía: ‘Aquí se acabó la bebida’. Se ponían pesados, pero controlé la situación. Hace 35 años era aun más difícil dirigir un restaurante”.

Carmen Ramírez Degollado, Propietaria del restaurante El Bajío

“Cuando empecé el restaurante me di cuenta que no solamente no tenía categoría el chef, tampoco el hombre en México lo tenía. La categoría de chef como personaje importante dentro de la industria empezó cuando se formó el diplomado en la Universidad Iberoamericana. Había un desconocimiento de la cocina mexicana y además no se apreciaba el papel de la mujer, sobre todo de personas como Mayita, o la investigadora Josefina Velázquez. Una de las innovadoras fue Mónica Patiño. Ahora estamos a la altura del hombre”.

Alicia Gironella De’ Angeli, Chef propietaria de El Tajín

Regresando al trabajoLa dramaturga mexicana reflexiona en torno a la evolución del feminismo en los tiempos actuales y sus consecuencias en el ámbito social

Para Sabina Berman el feminismo es una revolución peculiar que ha ido sucediendo por olas con un ritmo amigable, muy al estilo de las mujeres(Foto: Especial)



Sabina BermanEl UniversalCiudad de MéxicoLunes 05 de marzo de 2007
10:08 ¿Ha muerto el feminismo? A veces una se pregunta cuando menciona la palabra y un coro de mujeres veinteañeras resopla. O para precisar: ¿Más bien el feminismo triunfó y por eso ya es irrelevante?
Hace dos años me encontré a mí misma hablando de feminismo en un aula universitaria y contando los resoplidos de mis alumnas. Los alumnos sencillamente tenían expresiones vacías, seguramente pensaban en algo distinto, jugueteaban con sus plumas, miraban a la ventana: esperaban que el tema de la clase volviera a ser universal.

Al sexto resoplido decidí afrontar el asunto y pregunté:

—¿Quiénes son feministas en esta clase? Un muchacho y una muchacha levantaron tímidamente las manos. Otra alumna murmuró: —Mi mamá era feminista.

Otra dijo: —Eso ya pasó, ¿no? Nosotras somos la prueba de que ya pasó y con éxito.

Pregunté:

—¿Quiénes son antifeministas? Ni pío: nadie dijo ni hizo nada. Estábamos después de todo en la Universidad de Berkeley, el bastión del liberalismo norteamerica- no. Ni más ni menos donde se forjó el Movimiento de los Derechos Civiles, la protesta contra la guerra de Vietnam y también el Feminismo, en la lejana década de los años 60 del siglo pasado.
Dije entonces:

—Esto va dirigido a las mujeres.

¿Quiénes de ustedes no quieren ganar menos dinero por el mismo trabajo que los varones? Se alzaron todas las manos femeninas con cierto desgano. Era obvia la respuesta.

Pregunté:

—¿Quién no quiere que su género sexual le impida accesos al Poder político? Todas las manos, con aire rutinario.

—¿Quién no quiere ser discriminada en ningún sentido por su género sexual? Todas las manos.

—¿Quién quiere no ser golpeada, violada, amputada u obligada a la prostitución? Todas las manos, por supuesto. Y mis alumnas parecían estar despertando.

Una dijo:

—Habría que ser feminista para defender a esas mujeres. Es decir, las golpeadas, violadas, amputadas, prostituidas: las mujeres de los estratos bajos económicamente del Primer Mundo, las mujeres de los países africanos y árabes y las mujeres de las maquiladoras del Tercer Mundo.

Seguí preguntando:

—¿Quiénes de ustedes están atormentadas por la opción de ser madres o tener éxito en el mundo? De pronto las manos femeninas se fueron alzando con brío. Varias alumnas se miraron entre sí e intercambiaron frases. “Te dije que es un tema feminista”, murmuró una a la otra. Otra más me dijo: “Tenemos un grupo para discutir el asunto cada viernes”.
Yo seguí atizando el fuego:

—¿Quiénes no encuentran en sus gobiernos el apoyo para ser madres y además trabajar y tener un gran éxito? Los rostros se habían llenado de espíritu aguerrido y las manos se alzaron a un tiempo.

—¿Quiénes quisieran condiciones de trabajo que les permitan ser madres y ciudadanas productivas?; ¿quiénes creen que debieran haber guarderías públicas de calidad?; ¿quiénes creen que los hombres debieran asumir la mitad del trabajo doméstico y del cuidado de los niños?; ¿quiénes creen que el trabajo doméstico debiera ser un tema de Estado?; ¿quiénes creen que el Estado se hace tonto cuando el tema es el bienestar de las mujeres?
Todas las manos de mujeres hasta arriba y por primera vez los hombres del aula despertaron, inquietos. No les gustaba para nada el ambiente bullicioso de sus compañeras y el tema empezaba a entrometerse en sus vidas masculinas.

—Dos cosas -dije.
-Una: les tengo una noticia, son todas ustedes feministas. Y la segunda: por fin de verdad siento que estoy en la Universidad de Berkeley.

Lo cierto es que el feminismo se ha dormido sobre los laureles de sus logros. Pero necesariamente está por despertar de nueva cuenta a saldar los asuntos pendientes para que de verdad exista equidad entre los géneros.

Los temas pendientes:

a) erradicar la violencia contra las mujeres,

b) replantear las responsabilidades en la crianza de los hijos,

c) solucionar el trabajo doméstico y

d) criminalizar definitivamente la discriminación.

Según cifras recientes, la violencia contra las mujeres en el mundo ha subido, no bajado, la última década. En contra de la creencia de mis alumnas de Berkeley, la violencia también ha escalado en el Primer Mundo, notablemente en países como España, Francia y Canadá.
También, aunque el nivel de escolaridad de las mujeres es equivalente al de los hombres, las mujeres siguen atoradas en un escalafón inferior: están ganando mucho menos dinero y ocupando mucho menos puestos de poder.

Resulta que entre la escuela donde las mujeres se preparan y los trabajos donde pueden ganar dinero y poder, se abren todavía dos trampas. La trampa del trabajo doméstico y el cuidado de los hijos, que siguen siendo responsabilidades exclusivamente femeninas. Y la trampa de la discriminación, que ahora opera silenciosa pero casi igualmente de efectiva que hace una década.

Nunca como ahora hubo tantos universitarios sin ejercer sus profesiones. La mayor parte de estos universitarios desempleados son mujeres que interrumpen sus ambiciones profesionales porque tienen hijos y no encuentran ayuda, ni de sus parejas ni del Estado, para que su cuidado no las encierre en las casas, otra vez como si fueran sus abuelas sin estudios.
El feminismo es una revolución peculiar. Ha ido sucediendo por olas. Con un ritmo despacioso y amigable muy del estilo de las mujeres.

La primera ola, la sufragista, luchó a principios del siglo XX para que las mujeres pudieran votar. La segunda ola, ocurrida en los años 40, sacó a las mujeres de sus casas, para que estudiaran y se incorporaran al trabajo. La tercera ola, iniciada en los años 70, intentó llevar a las mujeres al Poder, al poder político y social, en la misma medida que los hombres. Es una ola congelada, detenida, que no termina por cumplirse.

Para de verdad festejar que las mujeres somos ciudadanos de primer orden, nos falta una cuarta ola, un cuarto impulso feminista.

Nos falta otra vez organizarnos. Para empezar, nos urge abrir grupos de debate, como aquel donde cada viernes mis alumnas en Berkeley conversan (y que sólo después de nuestra plática se han animado a llamar “feminista”): grupos para imaginar nuevas formas de vivir.
¿Cómo solucionar la maternidad sin perder el mundo? ¿Qué quiere decir solucionar la maternidad? ¿Cómo unir las cuestiones domésticas con lo social y lo político? ¿Qué nuevo tipo de alianzas entre mujeres debemos establecer?

Apuntaba Gloria Steinem hace ya tantos años que parecen imposibles, 30 años: “La revolución de las mujeres es una verdadera revolución”.

En aquel entonces sonaba atractivo, pero improbable. Y sin embargo el tiempo le viene a dar la razón a la señora Steinem. Parece ser que para que las mujeres sean ciertos ciudadanos de primer nivel, hace falta terminar de cambiar la sociedad humana por completo. Desde sus estratos de Poder hasta sus humildes cimientos: la vida familiar en las casas y la maternidad, de la que cada ser humano proviene.

Bueno entonces, es tiempo de regresar al trabajo. Es tiempo de que todas esas universitarias enclaustradas en casas, salgan. Es tiempo de que las mujeres más jóvenes se enteren que todavía el mundo no está hecho para ellas. Es tiempo de despertar a la palabra feminismo. Y por fin, de una vez por todas, acabar el trabajo pendiente.
Sabina Berman (1956- )
Quienes la conocen aseguran que a los seis años ya gozaba el escribir poemas, aunque en su infancia su mayor sueño era ser pintora. Estudió sicología en la Universidad Iberoamericana y abrió horizontes de conocimiento con su entrada a la compañía de teatro del maestro Héctor Azar. Su participación en la dramaturgia también estuvo marcada por Hugo Argüelles y Abraham Oceransky. Ha obtenido en varias ocasiones el Premio Nacional de Literatura Dramática, otorgado por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). De igual forma tiene publicados libros de poesía y obras infantiles. “Entre Villa y una mujer desnuda” es su obra más conocida que incluso saltó, con su apoyo en la dirección, al cine.

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