12/24/2017

Problemas nacionales e internacionales, relacionados

Antonio Gershenson


El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) rechazó la decisión unilateral de Estados Unidos de reconocer a Jerusalén como capital de Israel, contraria a múltiples acuerdos internacionales. Lo más novedoso es que, de los 15 miembros de este Consejo, 14 votaron contra la posición del presidente Donald Trump quien se quedó solo.

De los países mencionados, Gran Bretaña, Francia, Italia, Japón y Ucrania habían sido aliados clave de Estados Unidos en ese organismo.

El jueves pasado hubo sesión plenaria en la misma ONU, oponiéndose al acto estadunidense sobre Israel 128 naciones, nueve en contra y 35 se abstuvieron, incluyendo a México, que en casos similares anteriores los había aprobado.

Ya antes hubo en la ONU, como habíamos mencionado, 132 países en contra del bloqueo de Cuba por Estados Unidos, y a favor de esa medida sólo votaron esta última nación e Israel, el primero de noviembre.

En mi artículo del pasado domingo, mostramos el aislamiento de Estados Unidos, por ejemplo en los casos de Irán y Corea del Norte.

La relación del gobierno mexicano con el país de Trump ha sido especial. Está en negociación, sin que se haga pública ésta, y ha seguido la política del país del norte, especialmente en sus relaciones con Venezuela.

Ya hemos hablado de China y los 16 países de Asia-Pacífico. También hay otras 16 naciones que se les acercan, en este caso de Europa Oriental. Incluyen a 11 de la Unión Europea (Lituania, Letonia, Estonia, Croacia, Polonia, Hungría, Eslovaquia, República Checa, Rumanía, Bulgaria y Eslovenia) y a cinco que habían aspirado a formar algún día parte del club de Bruselas, aunque cada vez con menos esperanzas (Bosnia Herzegovina, Serbia, Macedonia, Montenegro y Albania).

La ONU y otros organismos internacionales se han pronunciado en contra de la Ley de Seguridad Interior, lo mismo que numerosas organizaciones y personas de México, quienes el pasado lunes se sumaron a llamados a que se haga el veto a esa ley. Sin embargo, hubo votación a su favor.

Ante una justificación indirecta de esa ley por Andrés Manuel López Obrador, Elena Poniatowska y otros periodistas de este diario expresaron críticas. Dice, el dirigente de Morena que la Ley de Seguridad Interior no va a causar daño porque él va a ganar las elecciones y no la va a aplicar. No ve que uno de los posibles usos de esta normatividad es el de impedir que gane los comicios.

Otro organismo internacional, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), por conducto de su secretaria ejecutiva, la connacional Alicia Bárcena, también critica al gobierno mexicano, ahora por su sistema de pensiones.

Señaló que en América Latina, la privatización del sistema de pensiones empezó con la dictadura de Chile, en 1981. Se fue extendiendo por el continente, incluyendo a México. Ahora, nuevamente en el país sudamericano se está cambiando sin eliminar la privatización, pero aumentando el monto de las pensiones. México, El Salvador y República Dominicana son las naciones que no han hecho este cambio, parcial, pero en beneficio de los pensionados.

En este marco, la situación nacional en México es complicada. Un elemento claro es que el PRI sigue cayendo. No sólo por las encuestas. En las elecciones está decayendo y tiene que recurrir a un fraude electoral cada vez más claro. Ya citamos el caso de Honduras, que puede ser un ensayo del fraude frente al de México.

También López Obrador exagera en alianzas con derechistas y con gente desacreditada, por ejemplo, anunció a Villalobos como su secretario de Agricultura, cuando éste promovió la ley monsanto y otras medidas de ese orden.

Esas medidas impopulares no le preocupan a López Obrador, como lo muestran sus declaraciones. Confía en que no hay otro candidato a su izquierda. Pero esas palabras pueden hacer que haya menos votantes y más abstenciones.

¿Quién gana con más abstenciones? El PRI, porque sus posibles votantes incluyen a los que estánamarradosy va a perder menos de la abstención que los otros candidatos.

Debemos razonar adecuadamente sobre las elecciones, y no abstenernos, sino ver cuál es el candidatomenos peor. Y apoyar el movimiento de las organizaciones democráticas sociales.

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