2/02/2008

Manú y Pedro opinan....

ECONOMIST: CALDERÓN SE VANAGLORIA DE “SU” MILITARIZACION

El 80% de la producción de “The Economist”, famoso e influyente periódico inglés, está destinada al extranjero. El diario tiene alta credibilidad entre el público común porque coquetea hábilmente con la derecha y con la izquierda, pero su helado corazón es reaccionario y el neoliberalismo que lanzó su mami Margaret Thatcher y su papi Ronald Reagan le vino como guante. El periódico fue fundado por el colmilludo político británico James Wilson en 1843. Algunas de las publicaciones del actual y sagaz grupo editorial van dirigidas por ejemplo a funcionarios de Washington, tal es el caso de Roll Call. Es hábil, pero a veces menosprecia la memoria de sus lectores. Llama “gangster” a Putin por no permitir que compañías extranjeras exploten el petróleo ruso y se le olvida que a la criminal invasión de Iraq para apoderarse del petróleo iraquí la llamó “Cruzada por la libertad”. Los artículos nunca están firmados y supuestamente “el consejo de redacción se hace responsable de los análisis y opiniones expresados”. Es decir nadie da verdaderamente la cara o un nombre. Sin embargo, como en toda publicación hay artículos enmarcados, lo que significa pa-ga-dos. Uy, deben ser muy caros. Pero cuando se cuenta con el dinero de México para autoglorificarse ¿qué importa? En la edición “Courrier Internacional” para FranceInfo, en edición hors série (fuera de serie) No 22, de diciembre 2007 a febrero 2008, Felipe Calderón se promueve como el maxihéroe de Latinoamérica. Que Hugo Chávez ni que nada. En un artículo escrito sin asomo de pudor, sin respeto a la inteligencia de sus posibles lectores europeos y mexicanos, en primera persona y en puro estilo foxista ¿o salinista?, afirma Felipe que “México ha escogido entre el pasado y el porvenir, entre el regreso a sistemas autoritarios y el fortalecimiento de la democracia, entre el proteccionismo y mercados más abiertos, entre la inutilidad de medidas populistas y el equilibrio responsable de las finanzas públicas”. Y francamente Calderón, el espurio, no puede hablar de democracia ni de “regímenes autoritarios”. La democracia la canceló en el país al no querer contar los votos para aclarar su “triunfo” en la elección. Y dentro de la misma línea hoy la ha cancelado en su propio partido el PAN, al imponer descaradamente al presidente del mismo, su sospechoso amigo Germán Martínez Cázares, quien imita a su jefe y también paga propaganda (aunque aún no en The Economist). Grita en la radio “Los panistas me han elegido” cuando todos sabemos que como en el viejo PRI sólo fue Calderón quien “pompó”. También sabemos que no hay empleo en México por lo que continúa la sangría de la emigración y aumentan los porcentajes de pobreza, que hay huelgas que el gobierno rompe y marchas de protesta a todas horas contra el TLCAN y contra la entrega del país, que los precios se están disparando con el gasolinazo sin que la propaganda oficial logre ocultarlo. Que México acabó de perder com el panismo su campo y de lo que quedaba de industria nacional a manos de las transnacionales. Pero sonriente y cínico, Calderón declara a la versión en francés de The Economist : “Desde el principio de mi mandato en diciembre 2006, mi gobierno se emplea en poner a México en el camino del desarrollo”. Bueno, bueno, bueno… Se vanagloria mentirosamente de inexistentes victorias, pero lo peor es que considera la militarización anticonstitucional que ha impuesto a México como EL GRAN LOGRO. En su propaganda afirma que los mexicanos que consideraban que la inseguridad era el peor problema del país han disminuído de 50% a 25% No se percata de que el combate al narcotráfico que ha abrazado como cruzada, haciendo de hecho “el trabajo sucio a los gringos”, lejos de tranquilizar a los mexicanos, tiene exasperados y asustados (estilo Bush en el caso) a todos los que viven en ciudades militarizadas, víctimas de los enfrentamientos. Están horrorizados por la sangre y las cabezas que corren por sus calles, sea de quien sea, por los cientos de ejecuciones de traficantes o de policías. ¡Ya miles de ejecuciones! Se ufana Calderón de que “más de 10 000 individuos ligados a la droga y una veintena de narcotraficantes de primer plano fueron capturados”. Dos líneas después dice “diez de los dirigentes más peligrosos del crimen organizado han sido extraditados a Estados Unidos”. Eso es lo importante para el que campantemente dice junto a su foto sonriente: “He explicado a los mexicanos que es un problema complejo (acabar con las organizaciones criminales) que no tiene solución a corto término y que nos tomará mucho tiempo, mucho dinero y lamentablemente muchas vidas humanas”. Y en el mismo párrafo hace del asunto de Ye Gon, el encuentro el año pasado de 215 millones de dólares en efectivo, otra “victoria” de su régimen, cuando en ese sucio dinero está embarrado hasta el cuello Lozano, su secretario del Trabajo, y Ye Gon afirma que esa fortuna de misteriosa procedencia perteneció a la campaña electoral de Calderón. El asunto no ha sido totalmente sofocado y el prepotente secretario del Trabajo, esclavo de ricos indecentes como los Larrea (“Ralea”) del minero Grupo México, no ha sido conminado a aclararlo. Pero volvamos a los 10 000 individuos “ligados a la droga”, según Calderón, que han sido capturados. Habría que probar que esos miles de personas detenidas efectivamente pertenecen a los carteles de la droga y para ello habría que demostrar con investigaciones dentro de la ley que efectivamente es así, porque si no cualquiera puede ser acusado de narco y ajusticiado sin más. ¿Hubo tiempo y voluntad para realizarse? No, la prisa que tiene Calderón de autolegimitimarse con la magna gesta que significa ese “trabajo sucio para los gringos” y de vanagloriarse de ello como vemos en The Economist, no ha permitido un trabajo judicial serio. Hay que recordar también que el procurador Medina es conocido como Mister Atenco aquel que por capricho de Fox, al que le habían negado el regalo de sus tierras para hacer el aeropuerto del DF, se lanzó contra los vendedores de flores de Atenco y organizó contra los pobladores rebeldes del estado de México un operativo atroz amenizado con violaciones y por el cual hoy están en prisión con sentencias hasta de 67 años líderes campesinos, que de estar libres hubieran participado en la megamarcha : “Sin maíz no hay país y sin frijol tampoco” contra la apertura del TLCAN. El gobierno de Calderón está aprovechando la cacareada lucha contra la droga y la anticonstitucional militarización de las calles para la represión “legal” de la enorme disidencia que hay en el país y que desde luego los medios de comunicación al servicio del PAN minimizan cuando no la esconden. Esto es especialmente evidente en uno de los estados desde siempre más castigados por los militares, Guerrero, el de la Guerra Sucia que nunca se aclaró y que sigue aplicándose actualmente a través de la “limpieza” de Calderón, estado hoy mal gobernado por Zeferino Torreblanca, un falso perredista, amigo de Fox y de Calderón, que no atiende los gravísimos problemas sociales de su entidad y sólo se hace de la vista gorda. El 28 de enero, La Jornada de Guerrero publicó que organizaciones sociales defensoras de los derechos humanos acordaron solicitar a Louise Arbour, Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, una tercera reunión adicional a las que tiene previstas. Arbour estará muy brevemente el 7 de febrero en la capital del estado, Chilpancingo y luego en Tlapa, en la paupérrima región de La Montaña, “Y no sólo en La Montaña se violan los derechos humanos”, claman las ONG. En dos años, hubo 70 desaparecidos sin vínculos con el narco: En efecto, en los dos últimos años se han registrado más de 300 asesinatos sin aclarar y han sido desaparecidas 70 personas que no tenían vínculo con la delincuencia organizada y las autoridades no dan ninguna respuesta a la demanda de encontrarlas con vida, denunciaron integrantes del Comité de Familiares de Desaparecidos, Secuestrados y Asesinados”. Este breve e incompleto panorama de la realidad de México debería llegar a manos del “consejo de redacción que se hace responsable de los análisis y opiniones expresados” en The Economist, al que habría que preguntarle si también avala la propaganda pagada de los políticos que lo utilizan para autoglorificarse. Y de paso, solicitarles sus tarifas.


Manú Dornbierer
manoudornbierer@gmail.com

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No falta fuerza ni caudillo, falta liderazgo comprometido con los explotados

Pedro Echeverría V.

1. Recuerdo firmemente que en enero de 1959, después de triunfar la revolución cubana contra la sangrienta dictadura de Batista mucha gente, muy apasionada por el arribo de los revolucionarios de Sierra Maestra a La Habana, repetía emocionada: “Necesitamos un líder como Fidel Castro en México…yo estoy dispuesto a agarrar las armas, irme a la sierra, pero es necesario un líder tan convencido y valiente como Castro”. En México el líder más importante en aquel año era Demetrio Vallejo, el que con un “comunicado” paralizaba (día tras día) el sistema ferrocarrilero; el que en una elección logró 50 mil votos contra tres del candidato de gobierno. Pero Vallejo no se había propuesto más que la democracia y la independencia sindicales. Para nosotros, los muy jóvenes, que nos concientizamos con la revolución cubana y las grandes luchas ferrocarrileras, la revolución no era asunto de un líder o caudillo, sino de un liderazgo comprometido.

2. Pensando en ello, ahora que movimientos campesinos, obreros y populares están en la calle, se ha repetido la idea de un liderazgo firme que permita dar continuidad y más coherencia a la lucha de los trabajadores del campo y la ciudad. Ese liderazgo, en los momentos actuales, sólo podría asumirlo una organización (no partido) con visión política de masas que coordine la lucha social y evite que los acuerdos entre bambalinas (entre líderes que mediaticen nuevamente la batalla y el gobierno que les ofrezca prebendas individuales) hagan morir el movimiento. En todo México, además de existir las condiciones objetivas maduras para un cambio revolucionario, se registra un enorme descontento que no se ha podido coordinar. Si más de la mitad de la población sufre explotación y miseria y, al mismo tiempo, busca liberarse de las condiciones en que vive, lo que realmente le falta al país es encontrar ideas y formas de organización.

3. Ayer se realizaron grandes movilizaciones de campesinos, obreros, maestros y organizaciones populares en la Ciudad de México, aunque también las hubo menos concurridas en varios estados de la República para exigir la renegociación del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) Estas concentraciones enseñaron el enorme descontento campesino y de los sectores más castigados del país por una política económica empresarial, privatizadora y productora de pobreza extrema masiva y de riqueza, también extrema, para unos cuantos. Ayer no sólo se expresó con contundencia el descontento social por la entrada en vigor de la desregulación a las importaciones de maíz, frijol, leche en polvo y azúcar, apertura que viene a dar el tiro de gracia a las perspectivas de vida de millones de campesinos; también se puso de manifiesto la cerrazón, la insensibilidad y la ceguera del PAN, pero también del PRI, quienes controlan el poder político, económico y mediático.

4. Según La Jornada, las cúpulas empresariales –el Consejo Coordinador Empresarial, la Confederación Patronal de la República Mexicana, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado– expresaron por enésima ocasión su sorpresa ante una indignación social contra un instrumento comercial que, desde su entrada en vigor, ha permitido al país incrementar en forma exponencial su captación de divisas. El TLCAN ha aportado a México muchos cientos de miles de millones de dólares, pero esas sumas no han servido para atenuar la escandalosa desigualdad social ni la pobreza de la mayor parte de la población. En el campo, el tratado comercial ha sido extremadamente benéfico para unos cuantos agroexportadores como Vicente Fox, su familia y su ex secretario de Agricultura, Javier Usabiaga, pero ha representado la ruina de millones de pequeños agricultores que han determinado: emigrar a la marginalidad informal y miserable de los centros urbanos nacionales, aventurarse al cruce fronterizo con rumbo a Estados Unidos, incorporarse al negocio ilícito de las drogas o morirse de hambre.

5. Aunque los grandes empresarios y la clase política (PAN, PRI y otros partidos) expresen su satisfacción porque les ha ido muy bien en sus negocios e ingresos, no hay duda de que más del 80 por ciento del país, integrado por indígenas, campesinos, obreros, sectores populares, están muy indignados porque cada día su situación de vida empeora. No solo carecen de medios económicos para comprar alimentación y para arreglar su vivienda, sino que los servicios de salud como el IMSS, el ISSSTE, o la SSA no tienen los médicos, las medicinas, los hospitales y los servicios indispensables para atenderlos. Al imponerse la economía urbana al campo, así como un tipo de vida y alimentación distinta, las enfermedades se extendieron y los servicios de salud se hicieron insuficientes. La realidad es que ahora tanto la falta de alimentación como la multiplicación de las enfermedades han agudizado el descontento de la población.

6. Las batallas de hoy contra el TLCAN, la carestía de los artículos de primera necesidad, contra la privatización del petróleo y la electricidad, así como el combate contra la reforma de la ley del trabajo, no son otra cosa que la lucha por la defensa de los derechos de los explotados. En todos los casos los trabajadores sólo tienen un enemigo: el sistema capitalista representado por los gobiernos del PAN y del PRI, por los grandes empresarios y por los intereses yanquis en México. Aunque las clases dominantes y los teóricos a su servicio quieran esconderlo, la realidad es que es claramente una lucha de clases en la que los de abajo (los pobres y miserables) han crecido numéricamente al mismo ritmo en que los de arriba han concentrado sus riquezas en menor cantidad de familias. Es obvio que ante esta situación el liderazgo debe estar muy bien definido, debe ponerse al servicio de los oprimidos.
7. Por lo que se ha visto, el gobierno y los empresarios continuarán imponiéndose con todas sus mañas, engaños y su dinero ante liderazgos campesinos y de asalariados débiles y muy divididos. Los negociadores gubernamentales saben que ofreciendo soluciones particulares a cada organismo se pueden hacer a un lado las demandas profundas como la revisión del TLC, la privatización de empresas básicas o la reforma de la ley del trabajo. No se vislumbra poner un freno en seco y total, a las medidas del gobierno contra los trabajadores. Los líderes y sus asesores conocen bien la problemática del campo pero no tienen unidad para defender a fondo la misma propuesta. Hace algunos años el gobierno “ignorante e incapaz” de Fox logró dividirlos y mandarlos a su casa sin nada y todas las promesas de los líderes de reorganizarse y volver a las calles no se cumplieron “por angas o por mangas”.

8. López Obrador, quien logró reunir a millón y medio de personas en la mejor marcha durante su desafuero, parece interesado solamente en asuntos electorales, y Marcos, quien encabeza el movimiento indígena del EZLN, parece solo preocupado por sus Caracoles de Chiapas. Ninguno de los dos participó o envió contingentes para fortalecer la gran marcha campesina de 200 mil participantes cuyas demandas fueron fundamentales para el momento. Con los campesinos marcharon los electricistas, telefonistas, la APPO, la CNTE y los del nuevo FNCR, así como otras organizaciones menos conocidas. Seguramente en los próximos meses López Obrador y Marcos citarán por su lado a sus fuerzas políticas y pedirán apoyo y solidaridad a otras fuerzas, pero a partir de sus particulares intereses muy localizados. Eso es precisamente lo que aplaude la clase en el poder, que las fuerzas de los trabajadores no se unifiquen.


pedroe@cablered.net.mx

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