4/20/2018

Los periodistas pal café. . .

Más que un debate, será un momento de definición. Este domingo, cuatro candidatos presidenciales de variopinta suerte tratarán de propiciar tropiezos del hasta ahora muy adelantado Andrés Manuel López Obrador (AMLO) con la esperanza de crear las condiciones que permitan el armado de una campaña mediática y política de feroz desacreditación del aspirante tabasqueño, cuya enorme ventaja en intención de voto (según las encuestas de opinión, que obviamente pueden comenzar a ser cambiadas a partir de este debate-cacería) no permite medias tintas a sus adversarios, para quienes el reloj político corre en contra.
Hasta ahora, los opositores a AMLO no han encontrado el punto de despegue para una campaña unificada de ataque contra el adversario que les causa pesadillas, desvelos, preocupación y miedo. Los intentos de debilitar al peje creciente han topado con un alto blindaje social y han derivado en francos pitorreos en memes, redes sociales y comentarios populares.
La aparición declarativa de Carlos Slim ha sido hasta ahora el intento más serio de dar cohesión a la corriente que desea frenar a como dé lugar a López Obrador. Luego de la conferencia de prensa del magnate se produjo el deslinde del Consejo Coordinador Empresarial, al cancelar una mesa de análisis que había convenido voluntariamente con el aspirante presidencial de Morena. Esa definición en las alturas empresariales pretende otorgar bandera a los antipejistas y hacer acopio de recursos para una cruzada contra el indeseado.
El debate de este domingo podría suministrar el parque adecuado para soltar metralla política contra el máximo jefe de Morena. Al dúo original de persecutores, Meade y Anaya, el tribunal electoral federal agregó a un par de condenados a la derrota electoral que, sin embargo, pueden prestar especiales servicios de provocación. Margarita Zavala y, en especial Jaime Rodríguez Calderón, obtuvieron candidaturas enlodadas por el conjunto de trampas que practicaron en la recolección de firmas de apoyo a sus postulaciones presidenciales. No tienen probabilidades de triunfo, con intenciones de voto reducidas a un dígito, pero podrán aportar dosis de enredo y desaseo para complicar el camino de AMLO.
Para José Antonio Meade no parece haber mucho tiempo político disponible más allá del citado debate. Está anclado en un tercer lugar, con riesgo de ir más a la baja, lastrado por el PRI y por Enrique Peña Nieto, de cuyas pésimas calificaciones sociales no ha podido deshacerse el tecnócrata, sino todo lo contrario. Si no logra un golpe espectacular este domingo, exhibiendo la superioridad técnica y expositiva que sus cercanos le adjudican, Meade tendrá que valorar que su candidatura inhibe la posibilidad de presentar un solo frente contra López Obrador, y que el panista Ricardo Anaya podría ser la figura a apoyar por el conjunto de intereses del sistema, en un ejercicio de desesperado voto útil.
A Ricardo Anaya, significativamente, lo ha dejado en paz el gobierno que le detonó el escándalo de la nave industrial queretana y los indicios de lavado de dinero. Su distanciamiento de Los Pinos se manifestó en el curso de la elección del estado de México (luego que fueron dados a conocer expedientes contra la entonces candidata, Josefina Vázquez Mota, contra sus familiares, en un caso y, en otro, relacionados con dinero federal otorgado a la panista para atención a migrantes) y se agravó con la develación en Chihuahua de la triangulación delictiva de recursos federales para campañas priístas, denuncia a cargo del gobernador Javier Corral, antes opositor y ahora aliado de Anaya, a quien los priístas reprochan el haber apoyado las posturas de Corral.
En tanto, se ha aprobado en San Lázaro el retiro del fuero a legisladores y al futuro presidente de la República, con los priístas como taimados impulsores (Ley Meade, le dicen ellos, pues fue propuesta por el candidato tridorito, llamado así en esta sección por los tres triángulos de su propaganda, parecidos a los utilizados por Doritos, la marca de los totopos agringados, producidos por la firma estadunidense Frito-Lay, subsidiaria de PepsiCo). La paternidad de esa abolición del fuero es peleada también por los panistas, quienes aseguran que Ricardo Anaya fue el proponente. En realidad, la decisión de una de las dos cámaras del Poder Legislativo federal atendió a las más de 30 iniciativas sobre el tema presentadas en diversas fechas.
Como si fuese una herencia envenenada, el priísmo avanza a marchas forzadas en busca de agilizar los trámites para poder sujetar a procesos penales a diputados y senadores de las próximas cámaras e incluso para enderezar juicios contra el presidente de la República (el venidero, no el actual ni los anteriores a este: la ley no permite retroactividad en perjuicio de alguien). Falta que esa Ley Meade sea aprobada en el Senado y, luego, por cuando menos la mitad más uno de los congresos estatales.
El sentido original del fuero buscaba impedir que la libre expresión de los legisladores pudiera ser coartada mediante chicanas, como la presentación de fabricadas acusaciones de índole penal contra los adversarios del régimen. Ese sentido fue escandalosamente distorsionado por una clase política que utilizó el fuero como un mecanismo de influyentismo y virtual impunidad. Pero, en el contexto actual, permitir que una mayoría legislativa pueda abrir las puertas de un proceso penal contra el Presidente de la República, puede servir para venganzas y desestabilización si el ocupante de esa silla de poder afecta intereses de otros poderes.
Y, mientras José Antonio Meade y Ernesto Cordero comían este jueves en un restaurante de Polanco, en una reunión sugerente de entendimientos del aspirante tridorito con el ala calderonista tan dispuesta a decantarse en favor del candidato pripanista, ¡hasta el próximo lunes, con una inseguridad pública galopante en Jalisco, donde los secuestros y asesinatos se multiplican!
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El primer debate presidencial será este domingo 22 en el Palacio de Minería a las 8 de la noche y será trasmitido por televisión e Internet. Participarán cinco candidatos: tres postulados por partidos/alianzas debidamente registrados y dos cachirules sin partido, es decir, independientes, que fueron subidos a la boleta electoral a pesar de las irregularidades en que incurrieron en el proceso de cumplir con los requisitos que marca la ley. El INE premió a Margarita Zavala y el TEPJF a El Bronco Rodríguez. El objetivo de los cinco candidatos es ganar, hacer puntos con miras al primero de julio, pero las estrategias son diferentes: 1. El Bronco ya dijo sin ningún empacho que va sobre López Obrador, 2. Margarita Zavala tiene en la mira al tramposo y deshonesto Ricardo Anaya (vean abajo lo que su esposo Felipe Calderón dice en Twiteratti) y también a López Obrador, 3. Anaya se declaró ganador del debate desde dos días antes, fiel a su sinuosa trayectoria (para decirlo suavecito); Meade va sobre López Obrador y López Obrador va a defenderse de todos. Ya dijo que no se va a enganchar en un pleito con ninguno de ellos. Lo que la gente responsable quisiera ver es una exposición y discusión de ideas sin provocaciones ni insultos. Los ciudadanos van a castigar al o los candidatos que usen el escenario para ofender, humillar o hacer ludibrio de cualquiera de su contendientes. Quieren escuchar ideas, pero también, el porqué, el cómo y el cuánto va a costar llevarlas a cabo.
¿De veras ya murió el fuero?
Con un prolongado aplauso de pie y con mayoría calificada –dicen las crónicas–, el pleno de la Cámara de Diputados, aprobó en lo general con 370 votos a favor y cero en contra, la eliminación del fuero constitucional incluido el que protege al Presidente de la República. La iniciativa había sido avalada por la Comisión de Puntos Constitucionales y pasada al pleno. En el dictamen se deroga el artículo 108 constitucional, referido a que el Presidente de la República, durante el tiempo de su encargo, sólo podrá ser acusado por traición a la patria y delitos del fuero común. ¿Será verdad tanta belleza? Un momento: falta que la legislación aprobada por la Cámara de Diputados sea palomeada en el Senado. Ahí hay varios personajes que no simpatizan con la idea, uno de ellos es el poderoso priísta Emilio Gamboa Patrón. Falta que eventualmente le hagan algún cambio y regrese el proyecto a la Cámara de origen. Falta que ésta convalide las modificaciones del Senado. Todavía faltaría que el presidente Peña Nieto no vetara la nueva legislación y que ordenara su promulgación y publicación en el Diario Oficial de la Federación. Como ven, hay muchos falta. Este proceso puede llevarse dos meses y medio o más (se atraviesan el primero, el 5 y el sagrado 10 de mayo). Para entonces ya pasaron las elecciones del primero de julio. Y el expediente puede ser enviado al archivo. Es una historia que hemos vivido antes, ojalá no repita. Sin fuero la clase política perdería el paraíso.

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Continuando la numeración de la entrega anterior (6/4/18), presento conclusiones parciales adicionales en las entregas de esta serie. En el cuadro sintetizo las de la entrega anterior. 12) Santiago Levy (SL) y Evelyne Rodríguez reseñan los cálculos del Consejo Nacional de Población (Conapo) que estimó que en 1997 había en México 20.2 millones de hogares, de los cuales 4.8 millones (24 por ciento), integrados por 27.5 millones de personas (29.3 por ciento de la población) vivían en pobreza extrema (PE); 15.4 millones habitaban en el medio rural (60.9 por ciento de los habitantes del campo) y 12.1 millones en el urbano (sólo 17.7 por ciento del sector citadino). Conapo definió una LPE (línea de PE) multiplicando el costo de la canasta de alimentos crudos por 1.34, después de corregir arbitrariamente el resultado original que había obtenido, de 1.67. En ambos casos se trata de datos que reflejan las proporciones de gasto en alimentos del decil más pobre del medio rural. Es un doble sinsentido convertir las carencias duras de los más pobres en normas para identificar a los desposeidos beneficiarios de un programa de lucha contra la pobreza; aún así, como el resultado no era políticamente correcto se corrigió a la baja. Se elige el factor de expansión más bajo, igual que el decil uno rural como patrón de observación para minimizar y ruralizar la pobreza. 13) En su inicio, Progresa limitó su campo de acción al medio rural. Además, dentro de este sector, lo acotó a localidades de muy alta y alta marginación que contaban con escuela y clínica en un radio de cinco kilómetros. Seleccionó en ellas a los hogares en PE mediante una identificación inicial basada en la LPE antes explicada. Se divide así, provisionalmente a los hogares en PE y no PE. Con esta separación provisional se construye, usando el AD, un perfil medio de cada grupo construyendo una variable multidimensional, llamada Z, que es una media ponderada de las variables discriminantes (VD). Estas VD deberían ser características del nivel de vida (NV) o de necesidades básicas insatisfechas (NBI) para que el método tuviese consistencia conceptual, pero sus autores eligieron un grupo de variables heterogéneas, muchas de las cuales no expresan NV (como índice de dependencia, número de niños entre cero y 11 años, ocupación del jefe del hogar, presencia de discapacitados). Estas listas heterogéneas se suelen derivar de la no distinción entre variables constitutivas (VC) y explicativas (VE). Para medir el NV deben usarse sólo VC; para explicarlo, sólo VE. Si las mezclamos, ni medimos ni explicamos. Pero la razón estadística no distingue entre ellas. Los ponderadores de las VD son determinados por el modelo para maximizar la distancia estándar entre las medias de los pobres, ZP, y la de los no pobres, ZNP. Cada familia se clasifica en el grupo respecto de cuya Z guarde menor distancia. Pero al no aplicar el procedimiento ortodoxo de AD, que requiere un abanico de LPEs, sino sólo la LPE más baja, se subestiman los hogares en PE y se excluyen hogares en PE de los beneficios del programa, incluso en estas localidades.

En su desesperado intento por lograr que el esquizoide de la Casa Blanca no cancele el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y que la firma del nuevo y moderno acuerdo sea ya, en este instante, ahora mismo, antes de las elecciones de julio próximo, el aprendiz Luis Videgaray e Ildefonso Guajardo prácticamente viven en Washington, dejando que otros se hagan bolas con los asuntos de sus respectivas carteras.
Siempre con la ilusión de que Trump les dé una palmadita en la espalda y les regale un caramelito, porque la modernización va muy bien (léase más beneficios para los gringos), ayer el citado dúo dinámico de nueva cuenta agarró el avión hacia la capital estadunidense para entrevistarse con funcionarios del gobierno de Estados Unidos cuando sólo han transcurrido dos semanas desde que realizaron una gira de trabajo similar (La Jornada, Susana González y Patricia Muñoz), lo que confirma –como si hiciera falta– que la administración peñanietista nunca tuvo –ni siquiera en la imaginación– un plan B ante la eventual desaparición del TLCAN.
Pero la urgencia peñanietista es doble: que Trump no tire al bote de la basura el acuerdo –supuestamente– trilateral y que la firma y ratificación del nuevo TLCAN se den antes de los comicios del primero de julio, no vaya a ser el chamuco de que el candidato de los triangulitos y el de los moches pierdan las elecciones, y el ganador no sólo arrase, sino que le apeste el jugoso negocio al pequeño grupo que se beneficia de citado mecanismo comercial.
Otra vez en Washington, pues, con todo y que se pasan por el arco del triunfo las reglas que ellos mismos aceptaron a la hora de acordar las rondas de negociación, en las que, dicho sea de paso, no lograron mayor cosa. Por ejemplo, días atrás el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, reconoció, al estilo de la Universidad Cantinflas, que hay avances en los capítulos de obstáculos técnicos al comercio, telecomunicaciones y energía, así como medio ambiente; teníamos seis apartados cerrados y ahorita, con excepción de un detallito en alguno, estamos prácticamente en 10 capítulos concluidos (de 30 que se discuten desde agosto de 2017); pierde importancia informar si cierran uno o dos capítulos cuando lo importante es anunciar, en su momento, si se logra un acuerdo para modernizar el TLCAN.
Y fue más allá: “Hay que estar muy atentos de que si aquí habrá conejo p’al guisado va a ser a fin de abril; el conejo ya está amarrado y lo importante es que nos toquen buenas partes del conejo, no nada más las orejas”.
Pero más allá de las ansias de cocinero que manifiesta el titular de Economía, el desafío para México trasciende por mucho la negociación del TLCAN, pues, como bien lo advierte el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico –de cuyo análisis se toman los siguientes pasajes– hoy la guerra comercial entre China y Estados Unidos tiene a la manufactura en el centro del debate.
La industria mexicana deberá enfrentar nuevos desafíos globales e internos que le imponen la elaboración de una estrategia de política económica y de colaboración público-privada-académica no observada durante las pasadas décadas, de tal suerte que el desafío externo va más allá de la renegociación del TLCAN que impulsó el presidente estadunidense.
El gobierno chino no ha dudado en responder con medidas similares: aranceles a productos de origen estadunidense. Si bien China lo ha hecho en menor cuantía, el mensaje es claro: no cederá ante la presión estadunidense. En dicho contexto la Organización Mundial de Comercio ha permanecido con bajo perfil: las dos naciones más poderosas del orbe han decidido actuar de manera directa y el organismo no tiene la capacidad para frenar dicho ímpetu y actuar como negociadora.
Ello tendrá repercusiones en el marco institucional que regula el comercio internacional: representa el fin de la luna de miel del libre comercio, Estados Unidos y China han decidido actuar en función de su interés nacional.
Por su parte, China ha instrumentado una política industrial de carácter nacional que aprovecha la globalización en su beneficio. El proyecto Hecho en China 2015 refleja claramente su objetivo central: elevar el contenido nacional de 40 a 70 por ciento en industrias estratégicas al mismo tiempo que lo hace con tecnología avanzada propia. Así, el objetivo de 50 por ciento para el sector automotriz de Donald Trump parece modesto frente a lo planteado por China.
Por otro lado, se tiene al conocido como TPP-11, un acuerdo que, sin Estados Unidos, tiene pocas ventajas para México. El principal socio comercial de los países asiáticos involucrados en el TPP, salvo Japón, es China. La razón no se encuentra en el monto económico entre dichas naciones, también radica en la profunda integración industrial que han alcanzado y que seguirá avanzando bajo el proyecto One belt, one road, un ambicioso proceso de integración que supera a la visión comercial de los años 80 y 90 que prevalece en los países occidentales y bajo los cuales se ha negociado el TPP-11.
Si México no instrumenta una política industrial que eleve la capacidad productiva de las empresas nacionales, que sea globalmente competitiva y tenga al progreso tecnológico como columna vertebral, difícilmente podrá enfrentar exitosamente la conformación de regiones industriales que se están generando en Asia y los cambios operados en Estados Unidos, Francia, Alemania,Gran Bretaña e India.

Don Gilberto Bosques (1892-1995) es uno de los mexicanos más ilustres de nuestra historia y un diplomático ejemplar cuya trayectoria se agiganta con el paso de los años. Gracias a su decisiva intervención, más de 40 mil judíos y republicanos españoles que vivían en Europa durante la Segunda Guerra Mundial y huían del nazismo y el régimen franquista, consiguieron salvar sus vidas.
Era el sexenio del general Lázaro Cárdenas, quien nombró a don Gilberto su enviado personal en Europa a fin de abrir las puertas de la representación diplomática en Francia (París, Bayona, Marsella) a los perseguidos políticos y raciales y brindarles la documentación necesaria para llegar a nuestro país. En esa tarea, el también profesor y político arriesgó su propia libertad (lo arrestaron los nazis junto con su familia y el personal del consulado en 1943) y hasta su vida. Llegó a alquilar dos castillos en el sur de Francia y los convirtió en centros de asilo de los perseguidos mientras se arreglaba su salida hacia México. Bosques regresó a nuestro país en 1944. Tras la guerra fue nuestro representante diplomático en Portugal, Finlandia, Suecia y de 1953 a 1964, en Cuba.
Precisamente en la capital de la isla caribeña, hace una semana les otorgaron el premio Embajador Gilberto Bosques al afamado guitarrista y compositor cubano Leo Brouwer y al cellista mexicano Carlos Prieto, en reconocimiento a sus excepcionales carreras y aportes a las culturas de ambos países.

La apabullante presencia del creativo guitarrista, cantante y autor Thurston Moore, así como de la bajista y cantante Kim Gordon, como líderes de la extinta e influyente banda neoyorquina Sonic Youth, usualmente ha opacado al guitarrista de apoyo Lee Ranaldo y del magnífico baterista Steve Shelley, sus otros dos integrantes Sin embargo, la disolución del grupo en 2011 ha significado un reto para que ambos muestren lo mejor que tienen. En el caso de Ranaldo, quien en total lleva una veintena de trabajos solistas o en colaboración, tras el quiebre de su banda estrella ha editado cinco álbumes de brillo particular. Destaca el que editó en 2017, Electric Trim, con un sonido diferente a su trabajo previo, inesperado, cálido, reflexivo, lleno de texturas y bellos pasajes atmosféricos, que en ocasiones recuerda al más denso R.E.M.


El hasta ayer vicepresidente cubano Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, ingeniero electrónico de 57 años, fue proclamado nuevo jefe de Estado de su país por la Asamblea Nacional, en sustitución de Raúl Castro, quien se mantiene como primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC). En la misma sesión legislativa se conformaron los nuevos consejos de Estado y de Ministros, con la inclusión mayoritaria de una nueva generación de dirigentes. Sólo tres integrantes de la nueva cúpula institucional pertenecen al grupo histórico que participó en la Revolución Cubana. Se trata, pues, de un relevo generacional en toda la línea en las máximas instancias de conducción de la isla. Por primera vez en seis décadas, el gobierno de La Habana no estará encabezado por uno de los insurgentes que pelearon en la Sierra Maestra a mediados del siglo pasado. 

Exigen justicia y verdad para el caso Bautista Andalón 
El 16 de abril de 1977 en horas de la madrugada, fue detenido el estudiante y obrero, Guillermo Bautista Andalón, entonces de 17 años, por agentes de la ex Dirección Federal de Seguridad. Ingresaron a su domicilio forzando la puerta, amenazando a su madre y a sus seis hermanos menores. Su familia nunca ha vuelto a saber nada de él, víctima de desaparición forzada, jamás fue presentado a los tribunales ni llevado a juicio, fue torturado según testimonio de sobrevivientes del terror del Estado. En los primeros meses de 1977 fueron desaparecidos al igual que Guillermo, otros jóvenes de la misma localidad, conocidos por todos, pues se trataba de familias extensas, eran vecinos, amigos, primos, la agresión fue contra cientos de familias. La respuesta de los sucesivos gobiernos de la República ha sido negar justicia y verdad, mantener en la impunidad a los responsables y que todo caiga en el olvido. Por más de 40 años seguimos exigiendo justicia, por lo mismo no son crímenes del pasado. Diversas voces han señalado que atender el tema de las desapariciones cometidas tanto por particulares como por autoridades, deberá estar en el centro de la estrategia contra la impunidad de la próxima administración. Por nuestra parte, los ciudadanos debemos seguir luchando por la libertad, la justicia, la verdad y la paz, frente a instituciones y gobiernos negligentes en materia de derechos humanos. Seguimos exigiendo justicia y verdad para el caso de Guillermo Bautista Andalón y todos los desaparecidos. ¡Vivos los llevaron, vivos los queremos! 

En estos recientes días una avalancha de noticias sobre Cuba y la histórica reunión de la Asamblea del Poder Popular realizada el miércoles 18 de abril han venido repitiendo la misma afirmación sin sustento, por no decir llanamente mentira: su carácter histórico descansa en que por primera vez en 59 años ninguno de los Castro será presidente de Cuba. Todos los medios, tv, radio y prensa escrita lo han repetido, y digo todos porque incluso nuestro periódico por algún desliz reproduce la nota de AFP, DPA, AP y Sputnik, que textualmente dice: El ingeniero electrónico de 57 años, se convertirá en el primer gobernante de la isla que no lleva el apellido Castro en casi seis décadas, al suceder al actual mandatario Raúl Castro. 

Los semilleros-conversatorios organizados por el EZLN, como el que tiene lugar esta semana en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, constituyen espacios abiertos al pensamiento crítico sobre lo que ocurre en México, –y en el ámbito planetario–, con la imposición de la globalización neoliberal basada en la guerra social, el despojo y la violencia sistémica y cotidiana propios de un proceso de recolonización de nuestros países. 

Imposible soslayar que El Bronco es signo de una descomposición política difícil de calcular en sus alcances. La postración que exhibe se inició con el insólito fenómeno que fue Fox y que hoy culmina con el aparatoso naufragio de Peña Nieto. Lo más lamentable es que tal descomposición no se limitó a esos niveles, si no que, como humedad, se filtró a segmentos de la sociedad juvenil que, estando ya en su madurez cívica no tienen más referentes para su comportamiento político que lo visto en estos casi 20 años de quebranto. 

La persistencia. Boaventura de Sousa Santos pone el dedo en la llaga: las luchas de liberación anticolonial del siglo XX no pusieron fin al colonialismo: éste apenas cambió de forma. Lo que (casi) acabó con ellas fue una forma específica del colonialismo y no un modo de dominación. Terminó (casi) el colonialismo histórico, el de la ocupación territorial cuyos últimos vestigios son el Sáhara Occidental, la colonia hispano-marroquí y la ocupación de Palestina por Israel, pero el modo de dominación colonial siguió bajo otras formas. Así, el colonialismo hoy es tan vigente y violento como antes. Su punto central: la degradación ontológica de los dominados por razones etnorraciales. Los cuerpos racializados son inferiores, subhumanos, sus vidas son desechables, con poco o ningún valor para quien los domina, habitan en zonas de sacrificio que en todo momento pueden convertirse en zonas de no ser. Las nuevas formas del colonialismo –insidiosas, invasivas y evasivas a la vez– pasan no detectadas porque funcionan en un entorno regido por un –supuesto– antirracismo, igualdad y la no-discriminación: sólo así, por ejemplo, el supremacismo blanco en Sudáfrica enraizado por excelencia en la dominación colonial –con todas sus cuasi teorías del genocidio blanco y con amplios vínculos con grupos parecidos en el mundo– puede pasarse por un movimiento de la defensa de las minorías (bit.ly/2vbGCZC). Hay también otra razón por la invisibilidad del colonialismo: la subsistencia de la misma línea abisal (geopolítica, ideológica, epistemológica) que separó una vez las metrópolis y las colonias y que no desapareció con el fin del colonialismo territorial y “hoy justifica, el racismo, la xenofobia, la islamofobia, el encarcelamiento masivo de los jóvenes negros en EU, el trato inhumano a los refugiados, la destrucción de Irak, Libia o Siria y la ‘solución final’ [sic] de Palestina, perpetrada por víctimas convertidas en agresores” (http://bit.ly/2ISKEYQ). 

Al conocerse la conclusión del periodo gubernamental de 10 años del presidente de Cuba, Raúl Castro Ruz, y al elegir la Asamblea Nacional del Poder Popular de aquel país hermano al primer vicepresidente del Consejo de Estado, Miguel Díaz-Canel, de 57 años, como nuevo presidente de la República, del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros de Cuba, se vislumbra para el futuro de la principal isla de las Antillas y del Caribe el arribo de una nueva generación en el liderazgo y el gobierno cubanos, y de una nueva era en todos los órdenes, de mayor innovación, creatividad, productividad, crecimiento, apertura, participación y prosperidad, lo que significará una nueva evolución en el proceso revolucionario iniciado tras el triunfo de la Revolución Cubana en enero de 1959, con el liderazgo del legendario comandante en jefe, Fidel Castro Ruz, cuyo lugar en la historia es indiscutible. 

Cipión y Berganza, los perros de don Miguel Cervantes Saveedra, movidos desde su espontaneidad generan las primeras investigaciones profanas previas al descubrimiento del sicoanálisis; y a la vez, viven la suprema sencillez y la turbulenta exaltación romántica del Quijote. Envuelta en la fascinación del mundo de la fantasía, la visión delirante, evocadora que borra la distinción de los tiempos y los espacios que se esfuman en las sombras, y que años después empleará Sigmund Freud para bucear en ese sujeto que se forma y deshace en franco delirar.

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