11/17/2024

Columnas y opinión del periódico La Jornada domingo 17 noviembre 2024

Nuevos parámetros geoestratégicos de la hipercompleja era Trump, según Thierry Meyssan
         
Thierry Meyssan (TM), director del connotado portal de “izquierda ( sic)” Réseau Voltaire y rankeado como el primer geopolítico global (https://bit.ly/3UPMVeL), desecha las dicotomías obsoletas de derecha e izquierda o intervencionismo y “aislacionismo (https://bit.ly/4ewNUrp)”, como también ha evocado el ilustre jázaro (https://bit.ly/3QqemJr) Jeffrey Sachs y un servidor desde hace más de cinco años en mi libro Nacionalismo contra globalismo. Dicotomía del siglo XXI antes de la inteligencia artificial (https://bit.ly/46irEyl)”.

En la tónica del esquema del nuevo orden tripolar geoestratégico del general retirado Mark Milley sobre el nuevo orden tripolar (https://bit.ly/4hSRvD1), TM, sin mencionar a China, aborda los triunfos de Putin y Trump relectos con fuerte apoyo popular, quienes van a retomar su antigua relación, sólo que ahora Rusia es más fuerte que EU en el plano militar.

En efecto, mientras Rusia, China, Irán y hasta los guerrilleros del paleolítico inferior de Ansarolá de Yemen ostentan misiles hipersónicos; en forma inverosímil, EU ha fracasado en todas sus pruebas alusivas.

TM juzga que las relaciones internacionales están cambiando extremadamente rápido y en varios frentes al mismo tiempo y alude al éxito del BRICS+ como nuevo grupo planetario, al unísono de Alastair Crooke, ex-diplomático británico, que da por vencedor al BRICS+ (https://bit.ly/4fvgUku), mientras la Cumbre Iberoamericana en Ecuador se encontraba desértica y las cumbres de la APEC –donde brilló la inauguración del megapuerto de Chancay en Perú por el mandatario Xi (https://bit.ly/3ZaLbQ7), que equivale a un nuevo canal de Panamá– y la próxima Cumbre del G-20 que padece una crónica irrelevancia desde hace más de 10 años. ¡Las famosas cumbres se expresan por sí solas! Jajajá.

TM advierte que aquellos que pierdan el nuevo tren del futuro pasarán a la irrelevancia o se tendrán que esperar al siguiente: no es momento de cometer errores que practican los ignaros en geopolítica cuando se redistribuyen (sic) las cartas.

Más allá de que la Cumbre de Kazán cambió el orden del mundo, a expensas de las “reglas anglosajonas del G-7 (https://bit.ly/4fsXA7K)”, TM considera a Trump como un fiel seguidor de Andrew Jackson (https://amzn.to/4i31rKq) –el nuevo Trump merece un juicioso escrutinio debido a su hipercomplejidad no-lineal de varios niveles– y aduce que también triunfó en el seno del Partido Republicano –a mi juicio–, frente a una pléyade de omnipotentes adversarios: desde los Cheney (padre e hija), la dinastía Bush, el mormón Mitt Romney, la hija de McCain. ¡Piedad por quienes se extravíen en la simplona linealidad maniquea!

El nuevo Trump tiene que pagar facturas electorales, mientras TM juzga que la consecuencia más probable debería ser el cese de las guerras de EU en Ucrania y en Medio Oriente, y su sustitución por una guerra comercial generalizada.

TM hace el recuento de la debacle de los gobiernos de Reino Unido, y el canciller Olaf Scholz, en Alemania, mientras en Francia se anuncia el derrumbe del casi recién creado gobierno del primer Michel Barnier.

El panorama noratlántico es tétrico, sumado al vaticinio de Elon Musk –quien prácticamente cogobierna con el nuevo Trump– quien pronostica la caída en Canadá de Justin Trudeau, apalancado por el megaperdedor George Soros y sus palafreneros regionales.

TM elabora que la única incógnita está en que no sabemos qué concesiones (¡mega-sic!) tuvo que hacer Trump esta vez para alcanzar la victoria, como los fétidos donativos de Miriam Adelson, incondicional de los sionistas revisionistas. TM aconseja que para analizar la política de Trump ya no servirán las categorías ni esquemas políticos que han moldeado nuestra reflexión desde el siglo XVIII.

Suena a perogrullada tautológica redundar en la derrota del globalismo cuando Trump enarbola el fenómeno de la desglobalización –que pronostiqué desde 2007 (https://bit.ly/3JTJRbM), hace 17 años–.

Trump no viene de la nada: leyó perfectamente el fenómeno de la desglobalización.

http://alfredojalife.com, Facebook: AlfredoJalife

Brunswick y la pasión por el cine
La ciudad de Braunschweig, conocida en el mundo anglosajón como Brunswick, se distingue de otras capitales del estado federado de Baja Sajonia por una especial pasión por el cine de todas las generaciones.

Con cerca de 250 mil habitantes, cuenta con una universidad, un bello centro histórico que posee edificios de la típica arquitectura alemana y una historia que documenta su fundación por el año 1300.

Es conocida como la ciudad de Heinrich der Löwe, Enrique el León, el duque que sería el personaje a quien se atribuye su fundación. Es una atractiva urbe que sin desbordar en cuanto a ofrecer grandes capitales tiene un carácter un tanto acogedor con una interesante oferta histórica, comercial y cultural.

En el ámbito cultural se distingue por ser sede del Festival Internacional de Cine de Braunschweig, el BIFF, que desde 1987 se realiza de tal manera que ofrece una atractiva oferta del séptimo arte en diferentes salas del centro de la ciudad.

Este año, en su edición 38, presentó una selección de más de 200 filmes de diferentes países europeos, estrenos mundiales, de cine alemán y diversos premios dotados por más de 70 mil euros que lo hacen tentador para jóvenes cineastas a quienes se ofrece un apoyo especial. El de contenido LGBT+ es también objeto de apoyo y difusión promoviendo el respeto y la tolerancia para este sector de la población.

Cuenta la historia que la iniciativa fue de un grupo de estudiantes de la carrera de cine inconformes con la oferta fílmica de la ciudad, que sólo tenía producciones que se alejaban del cine Arthaus, el término en alemán para el cine de autor.

Lo que se inició como un acto de descontento ha tenido un desarrollo admirable al lograr que no sólo empresas como Volkswagen lo patrocinen, sino también iniciativa de ciudadanos cinéfilos o grupos de mujeres para premiar el realizado por ellas, así como representantes de la economía local.

El legendario Cine Universum, que se encuentra en el centro de la ciudad, fue donde empezó el festival, que ha alcanzado tal prestigio que otras cadenas se han integrado como lugares de exhibición.

El Universum es ahora una de las salas de cine más prestigiadas de Alemania y ha sido acreedora a diversos premios. En octubre recibió dos por parte del Ministerio de Cultura, el primero por un programa sobresaliente durante 2003 y el segundo por la seleccionada difusión de cintas documentales.

Ha ideado una amable manera de hacerse de fondos y acercarse al público ofreciendo la personalización de un asiento en una de sus tres salas. Por una donación de 250 euros –alrededor de 5 mil pesos mexicanos– en la parte superior del respaldo de uno de los cómodos asientos es bordado el nombre del donante.

No significa un derecho de exclusividad, pues las entradas son generales, pero no deja de ser agradable para el cinéfilo ver su nombre impreso en una sala de cine.

Alia Lira Hartmann, corresponsal

Martí en Bosques
Una de las preocupaciones más personales de Gilberto Bosques era la educación.

Nacido en Chiautla, Puebla, de una familia rural, era poeta y tenía profundo interés por la enseñanza.

Ya mayor, escribió el soneto La barranca de Chiautla para recordar el pueblo donde nació el 20 de julio de 1892, y volver por la palabra a aquella barranca que estaba al lado de su casa y donde pasó sus primeros años de infancia:

Fue mi casa natal en la
barranca
donde el agua suspira, viaja
y sueña.
Imán para la luz de hebra
sedeña,
para la nube matinal y
blanca.

Bosques recuerda a su madre tiernamente, doña María de la Paz Saldívar, como la dignidad femenina, segura de sí misma, de sonrisa fluida, de armonía en su vida cotidiana y con un entorno espiritual.

Su padre, don Cornelio Bosques, no fue un charro con las atribuciones propias de un jinete de reata y floreos, sino de costumbres hogareñas, de natural serenidad, y era dado a la lectura en la calma familiar. Se dedicó a diversas actividades comerciales.

Casi al final del siglo XX, el joven Gilberto dejó Chiau-tla y se trasladó a Puebla con el fin de estudiar para maestro normalista. Los estudiantes normalistas poblanos estaban aportando contingentes al movimiento antireleccionista. Un día memorable fue la visita a Puebla del candidato a la Presidencia de la República, don Francisco I. Madero, en 1910.

Se vinculó muy joven con los hermanos Serdán, Carmen, Aquiles y Máximo, en la lucha maderista.

Su carrera magisterial lo llevó al estudio, a la lucha social y a la política. Ya tenía lo que él mismo llamó una conciencia revolucionaria y el compromiso por defender los principios de la Revolución Mexicana, nos recuerda Alberto Enríquez Perea, uno de los promotores más importantes de la obra del embajador Bosques.

Evidentemente, fue natural que al llegar a Cuba se concentrara en estudiar las raíces del Moncada, de sus actores y llegara muy rápidamente a la inspiración que los asaltantes, los mártires y los sobrevivientes tuvieron en José Martí.

Al estudiar a José Martí encontró un sentido que coincidió con su pensamiento de formador, con su magisterio.

Compartió que los valores que le dan sentido de la vida, elevando la personalidad, habían de traducirse en conducta. Que Martí no es un mero teórico que construye castillos de sólo palabras. Que las ideas significan un compromiso de realización. No cumplirlas es deshonrar a éstas y la propia vida.

Martí concede al carácter un valor supremo. Bosques se identificó y asumió este pensamiento. Bosques reconoció la visión de Martí de la educación para la libertad.

Encontró que la vocación de Martí, como la suya, era la de maestro, en su profundo y trascendental sentido, como orientador y diseñador de un estilo de vida.

Descubrió que Martí ejerció el magisterio durante gran parte de su vida y que su obra política es, en esencia, trasmitir su doctrina de formación de conciencias para unir voluntades y abrir cauces a la búsqueda de la libertad.

Una definición lo conmovió: educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido: es hacer a cada hombre resumen del mundo viviente, hasta el día en que vive; es ponerlo a nivel de su tiempo, para que flote sobre él, y no dejarlo debajo de su tiempo, con lo que podrá salir a flote; es preparar al hombre para la vida.

Convencido de esa necesidad de que las escuelas enseñen a vivir, José Martí se mostró partidario de la educación científica, con la idea de que la república está en el ciudadano.

Bosques trabajó por formar en México la educación socialista.

El prócer cubano recomendó la creación de un cuerpo de maestros ambulantes.

En México, José Vasconcelos y la generación de Gilberto Bosques alentaron las misiones culturales que llevaron por todo país el apetito del saber y la curiosidad intelectual. Bibliotecas además de maquinaria, semillas y mejoras a la tierra.

Gilberto Bosques estudió a fondo a José Martí y reconoció en su lectura que pesa enormemente su originalidad. Una originalidad esencial. Vitalidad en general y luego vitalidad tropical –decía Gabriela Mistral. Martí era muy vital, y su robustez el fundamento de su independencia.

Cuando Bosques revisó Nuestra América, vio su gran actualidad y vigencia:

Injértese en nuestras repúblicas el mundo; pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas.

Dio nueva lectura y halló la actualidad de sus palabras:

“Oh, México querido. Oh, México adorado, ve los peligros que te cercan ¡Oye el clamor de un hijo tuyo, que no nació de ti!

“Por el norte un vecino avieso se cuaja. Tú te ordenarás, tú te entenderás, tú te guiarás; yo habré muerto, oh, México, por defenderte y amarte…”

Martí lo iluminó.

Al seguir el juicio a los combatientes del Cuartel Moncada, el embajador Bosques entendió nítidamente las palabras de Fidel que el autor intelectual de esa acción era Martí. Desde muy joven, Castro defendió sus ideales y acciones con las doctrinas de Martí.

“Parecía que el apóstol iba a morir en el año de su centenario, que su memoria se extinguiría para siempre, pero su pueblo es fiel a su recuerdo; hay cubanos que han caído defendiendo su doctrina… para que él siga viviendo en el alma de su patria”–sentenció Fidel.

Bosques entendió todo el sentido de estas palabras.

Tenía que actuar en consecuencia.

Y así hizo durante sus 11 años en Cuba.

Bosques escribió:

“llegaste al bello paraje
para levantar tu tienda
para esperar las auroras
y dormir en las estrellas.”

*Embajador de México en Cuba

Albero rojo, magnífico espectáculo de baile y cante lorquianos, a cargo del grupo Flamenco con Solera, el próximo viernes 22 en el Cortijo Miguel Ortas 
Mientras los nuevos benefactores de la humanidad, los protectores de seres humanos (no de todos), de los animales (los que no se comen), de las plantas (las que no se cortan) y del resto de los seres sintientes, discurren nuevas leyes sustentadas en principios de justicia más o menos hipócritas (lo que no vemos puede sacrificarse de cualquier manera, lo que sí, prohibido sacrificarlo a la vista, mejor en rastros donde el sangrerío sólo salpica a los empleados), otras personas, con una visión más amplia de sí mismas, continúan ejerciendo su vocación y desarrollando sus talentos.

Luego de años, Flamenco con Solera sabe que tradiciones, usos y costumbres se nutren, más que de la mera modernización de imaginación y creatividad artística, del compromiso individual y colectivo por buscar la excelencia. Nuestro grupo ha alcanzado ese nivel porque cada uno de sus elementos no sólo se supera a sí mismo, sino que trata de superar a sus compañeros, antes que por competir por un compromiso que contagia y fortalece. El arte es expresión interior de cada uno y la suma de energías lo que le da carácter a este conjunto, comienza Rocío Ortas, productora artística, bailaora y escenógrafa, que junto con su hermana Mariluli inició y anima hace años al grupo.

“Sin saber lo que vendría –añade Rocío– hace tiempo decidimos convertir la plaza grande del cortijo, totalmente techada, en centro de espectáculos multiusos, con mesas en el ruedo para comer y beber cómodamente al tiempo que se disfruta de cerca un espectáculo. En esta ocasión presentamos Albero rojo, una nueva producción en toda forma, con gran despliegue de baile, sonido e iluminación y una puesta en escena con matices lorquianos, repito, con las sugerencias, cuestionamientos y sensibilidad de cada uno de los elementos del grupo.

“Soy una fan de Lorca –prosigue Rocío, cuyo entusiasmo impide terminar la pregunta– y una convencida de que tauromaquia y flamenco siempre han ido de la mano o incluso son cómplices por sus similitudes expresivas y sobre todo de pasión. Si en su escenario respectivo bailaor y torero no sienten y hacen sentir a cuantos miran, la cosa no va. Lorca fue un genio porque era músico, poeta, dramaturgo, ensayista y taurófilo agudo, no memorioso, que supo ver y sentir la liturgia del toreo, percibir sus resonancias espirituales y escribirlas.

Iniciamos el grupo un guitarrista-cantaor y dos bailaoras y hoy somos diez elementos de planta. El más joven y de reciente incorporación es Mauricio Cante, de Apizaco, estupendo violinista y gran improvisador. Emmanuel Navarro es un virtuoso de las percusiones que ha incorporado el udu, vasija con un sonido mágico de origen africano. César Romero, guitarrista y actor, con un toque exquisito. Adrián Juárez, cantaor y guitarrista. José Bramasco, zacatecano, cantaor, bailaor y declamador. Anabel Heredia es una estupenda cantaora de Almería. Las otras bailaoras son Giovana Cervantes y Denise, dos talentosas mujeres que acompañan muy bien los versos de Lorca e incluso una carta de Neruda a Federico. Mariluli es resiliente y persistente, con mucho dominio técnico y yo, bueno, procuro siempre creérmela para hacer creer a otros en lo que hago, empaparlos de mi ego para exaltar el de ellos, un ego que no estorbe sino que libere, remata Rocío. La cita es este viernes 22 de noviembre a las ocho de la noche en el Cortijo Miguel Ortas, Blvd. López Mateos 70, Atizapán de Zaragoza, estado de México. El costo es de 300 pesos por persona. Informes y venta: 55-3503-65-11 y en el cortijo. Habrá venta de alimentos y bebidas. Asista, tendrá una gran oportunidad de emocionarse.

EDITORIAL
El magistrado de la sala superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) Felipe Fuentes Barrera elaboró un proyecto de sentencia en el cual se considera constitucionalmente inviable suspender la elección de juzgadores porque en materia electoral no opera la institución de la suspensión en los actos de autoridad, es decir, amparos. En este sentido, se otorga garantía de continuidad a los preparativos para que el próximo 1º de junio sean elegidos de manera libre, directa y secreta por la ciudadanía los nueve ministros o ministras de la Suprema Corte de Justicia; dos magistraturas de la Sala Superior del TEPJF, así como todas las correspondientes a las salas regionales de este mismo tribunal, con base en los plazos expresamente previstos en la Constitución y leyes secundarias.

De aprobarse, el proyecto que posiblemente será votado el próximo miércoles invalidaría los amparos expedidos de manera ilegal por jueces que buscan frenar el proceso democrático. En particular, pondría final a las amenazas y extorsiones dirigidas al Instituto Nacional Electoral (INE), cuyos consejeros fueron amagados por el Juzgado Segundo de Distrito con sede en Colima para que suspendan la organización de las elecciones de togados: según ese tribunal, en caso de que no acaten la medida se le exigirá a cada uno el pago de una multa de 54 mil pesos y se dará vista al Ministerio Público Federal para que inicie una carpeta de investigación y los sancione por desacato a una determinación judicial.

Al otorgar un amparo a sabiendas de que carece de asideros jurídicos, el tribunal colimense da la impresión de que únicamente se busca posponer un resultado inevitable, que ya fue tramitado con apego a las normas por el Congreso de la Unión y que cuenta con el aval de la voluntad popular expresada en las urnas. Ante estas tretas dilatorias, la presidenta Claudia Sheinbaum tiene razón al exhortar a la ciudadanía para que vigile y denuncie la corrupción judicial en forma de año de Hidalgo, es decir, la intención de jueces, magistrados y ministros de emprender un saqueo sistemático antes de dejar sus cargos en 2025. De hecho, ya existen antecedentes de la codicia de los juzgadores y de su determinación de arrasar con lo que encuentren a su paso: el pasado 11 de septiembre, el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) aprobó por unanimidad un sistema que otorga compensaciones vitalicias que se suman a las pensiones otorgadas por el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste); mientras en julio el ex presidente Andrés Manuel López Obrador advirtió que el Poder Judicial estaba vaciando a marchas forzadas los multimillonarios fideicomisos en los que ha ido depositando recursos públicos con los que la cúpula de la Judicatura financia sus derroches y privilegios.

La demostración reiterada de que gran parte de los miembros del Poder Judicial tienen como únicos móviles la acumulación de riqueza y poder personales, así como de su carencia de sensibilidad social, sentido republicano y respeto por las leyes de las que se dicen garantes, confirma la necesidad de la reforma puesta en marcha y de avanzar en el proceso de elección del que surgirán los nuevos juzgadores. Cabría esperar de los togados salientes que cesen sus artimañas y tengan un gesto de postrera dignidad ante el clamor popular por sanear el aparato de impartición de justicia.

El martes 12 al rendir protesta como secretario de Hacienda en el nuevo gobierno, Rogelio Ramírez de la O pintó un panorama promisorio, al decir que el presupuesto sería un reflejo “fiel de las prioridades de la nueva administración y (…) un esfuerzo para consolidar y profundizar el modelo de desarrollo mexicano”. ( El Financiero, 12/11). Pero, de acuerdo con los primeros datos conocidos tras su entrega al Congreso el viernes 15, no se advierte ni un panorama propiamente promisorio, ni mayores apoyos a las golpeadas universidades y al desarrollo de la ciencia sino: un déficit fiscal de 3.9 por ciento; la deuda pública se mantendrá al 51.4 por ciento del PIB; un crecimiento entre 2 y 3 por ciento; ingresos por ocho billones de pesos teniendo a la recaudación tributaria como principal fuente de generación. No sin puntualizar que el presupuesto “(…) tiene una visión (…) de crecimiento económico con justicia social, donde el Estado juega un papel activo como promotor del bienestar colectivo”. ( La Jornada, 15/11).

Habrá de revisar bien el contenido del presupuesto pero, por lo pronto es necesario insistir en un dato central: la ya larga falta de crecimiento de la economía. Si contabilizamos la economía, desde la perspectiva de sus cuentas nacionales, prácticamente no ha crecido, en las últimas tres décadas, el crecimiento ha sido de 1.98 por ciento, mientras en lo que va del siglo, 1.49 por ciento, por debajo del crecimiento de la población (en 2023 estaba un 5.71 por ciento por arriba del registrado en 2000).

Entre 2018 y 2024 la fuerza laboral creció en seis millones (sólo se crearon dos millones de empleos en el IMSS), lo que refleja una brecha significativa entre la oferta y la demanda de trabajo. Tampoco se han generado los excedentes necesarios para redistribuir los frutos del magro crecimiento, como lo ilustran las cifras del sistema público de salud y la propia seguridad social que, supuestamente, tendría asegurada su reproducción gracias a las contribuciones tripartitas. Ahí está, por si hace falta, la alerta de una crisis en las pensiones: el gasto total en pensiones representa el 29 por ciento de los ingresos no petroleros y del gasto programable.

Es verdad que los aumentos en los salarios mínimos han sido importantes, pero insuficientes para sostener de manera firme a una sociedad adulta; el remedo franciscano no ha dejado de ser una burla grosera, así sea practicado a diario por el Hombre de Palenque.

Si por consolidar y profundizar el modelo de desarrollo mexicano, a decir del secretario, entendemos la necesidad de generar capacidades productivas y sociales, entonces habría que plantearse la importancia de contar con un Estado eficiente, con capacidad de gasto suficiente para cumplir, como dice la Constitución, con la obligación de brindar derechos fundamentales para el bienestar y la dignidad de las personas como lo son la salud, la educación o la alimentación. Amén de ser un Estado regulador y monitor del desempeño económico y, en especial, de las finanzas públicas.

De ser este el caso, la presentación del PEF debería ser una oportunidad para que el gobierno convocara a un acuerdo político mayor, a un nuevo pacto fiscal, tributario y hacendario, que contemple la mejora de la distribución del ingreso y la riqueza, la superación pronta de la pobreza extrema y el estímulo al desarrollo.

La reforma hacendaria, propuesta y pospuesta, debe encontrar su viabilidad política en un consenso nacional acerca del uso transparente y adecuado de los recursos públicos; en particular, debería enfocarse en asegurar el cumplimiento de derechos sociales básicos y, también, ampliar la inversión en infraestructura para incrementar la capacidad productiva para recuperar la senda de desarrollo. De hecho, aumentar la inversión pública y mejorar la eficiencia del gasto público son indispensables para impulsar el crecimiento económico y el empleo y, con ello, alcanzar de modo sostenible mejores niveles de equidad social.

La reforma del Estado, tan postergada por los demócratas de ocasión y transición, ve llegar su hora. Sin embargo, no avanzaremos en esta crucial misión sin contar con los vínculos que sólo puede darnos un auténtico Estado constitucional de derecho. Eso que los gobiernos de ayer y hoy se han dedicado a no hacer y deshacer y por lo cual reclaman aplausos y adhesiones. Hasta la estolidez como la acaecida hace unos días en el Senado de la República.

El modelo de desarrollo que el secretario quiere mexicano, sólo será si cuenta con un Estado social solvente y articulado, comprometido con la mejores causas nacionales –educativas, laborales y productivas– con justicia social. Ni más ni menos.

Voto particular: que los errores lamentables en que incurrió Hacienda, en el subsidio a nuestras universidades, no se vaya a normalizar como parte del modelo de desarrollo mexicano pintado hace unos días por el secretario de Hacienda.

¿Hay más que dos sopas? ¿Hay que elegir? Menudo dilema.

Ya pasó una vez, en mayo de 2019, cuando Mr. Trump amenazó con poner aranceles de 15, 20 o 25 por ciento a los productos mexicanos, si el país no reducía significativamente el flujo migratorio que había llegado a 130 mil capturados, por mes, por la patrulla fronteriza.

Y Marcelo Ebrard, entonces secretario de Relaciones Exteriores, fue a Washington a negociar, pero en realidad no llegó a hacerlo, tuvo que someterse y prometer que en tres meses bajaría la cifra de migrantes a 30 mil. Según William Bar, a la sazón procurador general, nunca había visto a un político humillarse de esa manera. Luego se la cobrarían a Bar, un par de años después, cuando tuvo que devolver, sin cargos, al general Cienfuegos, acusado de narcotráfico, cuando pretendía pasear con su familia en Disneylandia y fue arrestado y acusado de narcotraficante. Una por otra.

Hay dos meses para preparar una respuesta al asunto de los aranceles prometidos por Trump, si no se controla, por parte de México, el tráfico de drogas y de personas. Desde hace años, el país tiene diseñado un plan para contrarrestar una medida similar e imponer aranceles semejantes a productos estadunidenses, donde más les duele, es decir, en los estados donde ganaron los republicanos.

Por otra parte, durante la pandemia, los circuitos comerciales se entorpecieron y México sabe, perfectamente, qué productos e insumos requerían con urgencia las empresas estadunidenses, dada la dependencia de cientos de manufacturas de la cadena de producción. En esa época, se pudo comprobar la gran interdependencia que existe entre la industria de ambos países. En una guerra comercial, ambos países saldrían perdiendo.

Unos años después del chantaje de los aranceles, supinos que fue un bluf y que se mataban de risa Trump y su yerno, de haber lanzado el albur. Muchos analistas dicen que Trump cumple sus promesas, otros que no lo hace, que es parte de su retórica electoral. De hecho, Trump deportó mucho menos migrantes, que el buenito de Obama. Veremos qué pasa, ese primer día de su mandato, para el que se propone cerrar la frontera y deportar de manera masiva migrantes irregulares.

Por su parte, muchos economistas afirman que los aranceles repercuten en los consumidores, que no hay manera de evitarlo, por lo que esa medida es contraproducente. Pero el punto es, que Trump no hace caso de sus asesores y casi siempre le funciona.

¿Es posible encontrar una tercera vía? De hecho, Andrés Manuel López Obrador bajó la cabeza en 2019, pero luego salió erguido y pudo firmar el T-MEC. Pasó, algo así, como con la fábula del león y el cronopio Androcles, de Cortázar.

Un cronopio que anda por el desierto se encuentra con un león, y tiene lugar el diálogo siguiente: León. –Te como.

Cronopio (afligidísimo pero con dignidad). –Y bueno.

León. –Ah, eso no. Nada de mártires conmigo. Échate a llorar, o lucha, una de dos. Así no te puedo comer. Vamos, estoy esperando. ¿No dices nada?

El cronopio no dice nada, y el león está perplejo, hasta que le viene una idea.

León. –Menos mal que tengo una espina en la mano izquierda que me fastidia mucho. Sácamela y te perdonaré.

El cronopio le saca la espina y el león se va, gruñendo de mala gana: –Gracias, Androcles.

La carta que López Obrador le escribió a Trump en 2019 es reveladora. En algún momento le dice que si hay un enfrentamiento entre los dos países, ambos podrían quedar ciegos o chimuelos. Que no tenía caso…

Cómo encontrarle el modo a Donald Trump, resulta complicado. De entrada, mueve su primera ficha de manera agresiva. Pero no deja de ser un negociador, lo que no acepta públicamente es ser un perdedor.

Su amenaza de cerrar la frontera no sabemos exactamente qué significa y afectaría a los dos países. Sobre el tránsito de personas, ya lo experimentamos con la pandemia y no fue una catástrofe, como se pensaba, le afectó más al lado americano. Cerrar la frontera al tránsito de 300 mil vehículos diarios afecta mucho a los productos perecederos de ambos lados, pero más a México, y en cuanto a componentes afecta más a Estados Unidos.

México no es ninguna amenaza para Estados Unidos, pero los puntos de conflicto no sólo son temas recurrentes de su campaña electoral, en este caso, son casi asuntos personales para Trump, que es un puritano respecto a las drogas y la bebida y, por otra, cree personalmente en aquello de que los migrantes están envenenando la sangre de su pueblo, y forma parte de su profundo racismo, que raya en la eugenesia.

El pasado 11 de noviembre falleció Juan de la Fuente Hernández, académico adscrito a la Universidad Autónoma Chapingo y uno de los más incisivos historiadores de la acción colectiva campesina. De la Fuente se formó originalmente en la carrera de economía y pasó a cursar un posgrado en París. Durante los últimos años sostuvo un espacio de reflexión sobre la acción colectiva a partir de autores como Sidney Tarrow o Donatella della Porta, pero ampliando sus referencias hacia Albert O. Hirschman y Baruch Spinoza, al tiempo que investigó la experiencia cooperativa de El Grullo. Sin embargo, su verdadera pasión fue la historia de la lucha agraria.

De la Fuente se empeñó en pluralizar el recorrido de la concepción progresista y libertaria del mundo campesino. Así, reconociendo que la ciencia social era producto de la acción de colectividad, buscó comprender el derrotero de las alternativas del liberalismo, mostrando que el socialismo, el nacionalismo y el anarquismo dieron respuestas tempranas y sólidas a la cuestión agraria. De esta búsqueda nació el volumen colectivo El pensamiento agrario radical mexicano, que trazó desde finales del siglo XIX al advenimiento de la posrevolución las formas de comprensión de la temática agraria.

La intervención política de los agrónomos fue también una preocupación constante en su despliegue intelectual. En los años 90, junto a un equipo de investigación, produjo las primeras obras que abordaban la presencia de la Fundación Rockefeller en el proceso de modernización a partir de instituciones como el INIA, lo que le valió ser un pionero en el estudio del nacimiento mexicano de la Revolución Verde en el libro La investigación agrícola y el Estado mexicano: 1960-1976. La atención a la disidencia agronómica la planteó, en coautoría con Diana Méndez, en el breve pero sustancial volumen Haciendas sin hacendados, mismo que recupera la experiencia práctica y teórica de la Liga de Agrónomos Socialistas entre 1938 y 1950.

Como todo buen advenedizo en el campo de la historia, no respetó las barreras conservadoras asociadas al gremio, atreviéndose a plantear desde problemas contemporáneos preguntas al pasado. Dos fueron los motivos que le acompañaron en ese periplo. Por un lado, que en el transcurso del periodo 1959-1965, las izquierdas mexicanas pudieron reinventarse, al horadar la hegemonía de la ideología de la Revolución Mexicana, en buena medida gracias al impulso de la movilización campesina. Entre los avatares del Congreso Agrario de Toluca y la irrupción armada de Madera, De la Fuente siguió la movilización campesina por todo el país, mostrando como fue ella el revulsivo que nutrió una nueva época estratégica para las izquierdas. De todo esto nació el volumen, escrito a cuatro manos, titulado El invierno social llega a su fin: las izquierdas frente al resurgir campesino.

El segundo fue la firme convicción de que la explicación clasemediera de la transición no alcanzaba para captar la raíz popular de la conquista democrática. A diferencia del consenso generalizado que coloca el énfasis en la acción contestataria universitaria, De la Fuente insistió en mirar en la alborada campesina no sólo en su demanda por la tierra, el agua o el crédito, sino, ante todo, como una praxis libertaria y justiciera realizada por los desposeídos. Para ello indagó en Contra viento y marea: la pertinaz historia de las izquierdas y el movimiento campesino, los motivos que dieron origen a la Central Campesina Independiente y al Frente Electoral del Pueblo, mismo que llevó a Ramón Danzos Palomino como candidato presidencial. Libro clave, restableció el lugar del compromiso de los comunistas y de la acción agraria en pos de la igualdad y la democracia. Una extensión de este trabajo, de nuevo a cuatro manos, planteó una explicación más ambiciosa de este periodo bajo el título La raíz plebeya de la democracia mexicana, que quedó en proceso de gestión para su publicación.

De la Fuente fue un académico de viejo estilo, de los que casi no quedan hoy. Lejano a cualquier tipo de protagonismo o del aspiracionismo de la pertenencia a los sistemas de evaluación, convertidos en identificador de una jerarquía académica, entendió el quehacer intelectual como algo más profundo que la producción de papers. Quizá fuera su temprana militancia en el grupo Estrategia, comandado por Aguilar Monteverde, al cual abandonó con un grupo amplio para pasar al Partido Comunista Mexicano (PCM), en el segundo lustro de la década de 1970, lo que dejó esta impronta antiacademicista, pero nunca antintelectual. En el PCM, además, incursionó como corresponsal del quincenal Oposición, en un breve paso por el periodismo militante.

La partida de De la Fuente deja un hueco enorme en el estudio de la raíz agraria de las conquistas democráticas, así como del compromiso de los comunistas del siglo XX para ampliar los derechos y libertades. Descanse en paz.

* Investigador UAM

Antonio Gershenson: La soberanía nacional crece

Todos los días nos damos cuenta, a veces no, de lo mucho que tenemos por aprender. Los sindicatos, las organizaciones no gubernamentales, las asociaciones en favor de la paz mundial y de la local, los movimientos por el alto el fuego en muchos lugares y grupos que la ciudadanía forma para enfrentar las agresiones de todo tipo, como las que lanzan el presidente electo de Estados Unidos y su amigo Elon Musk; nos mantienen alerta y estimulan la búsqueda de mejores armas de defensa ciudadana.

Al parecer, a estos dos millonarios, autoposicionados como casta divina financiera, les encanta espantar a la gente; eso les da poder. Aunque si analizamos la situación en el caso del aumento de los aranceles a los productos mexicanos, esta amenaza directa es poco probable de llevar a cabo.

La gente malvada está en todas partes y la ciudadanía ha aprendido a cerrar filas para no ser agredida. Por ejemplo, las redes sociales progresistas se han multiplicado para informar los asuntos que son silenciados por las empresas televisivas privadas.

Han logrado desmentir en corto tiempo, por ejemplo, las barbaridades que difunden las televisoras nacionales en contra de la Guardia Nacional, el Ejército y, también, de la Marina. Y en la mayoría de las veces han ganado la razón y la verdad. Un ejemplo de ello es el triunfo de la reciente ley judicial, decretada por la necesidad manifiesta durante sexenios, que exigía una renovación total en la estructura del Poder Judicial. Durante años no se supo qué pasó con la justicia pronta y expedita.

No sólo es cambiar o modificar leyes por capricho ciudadano, como lo han calificado las bancadas Mcprianistas, sino que es un derecho logrado con grandes esfuerzos de la población en contra de esas viejas prácticas torcidas que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha llevado a cabo al aplicar las leyes según su conveniencia.

Durante sexenios anteriores, la SCJN ha favorecido al mejor postor. Las injusticias cometidas por el personal judicial, en todos sus niveles, convirtió a la Suprema Corte en un poder cuestionable y sin la confianza profesional a la hora de juzgar y de dictar sentencias. Los jurados de la Santa Inquisición y de la Suprema Corte compitieron en la cantidad de injusticias y absurdos llevados a cabo en contra de ese principio importantísimo de justicia pronta y expedita. Aunque todavía podemos aseverar que la Inquisición les ganó en la rapidez para condenar injustamente.

¿Qué podemos esperar de la actual SCJN cuando se trate de defender la soberanía económica, la energética, la industrial y especialmente la científica ante las arremetidas de los millonarios Trump-Musk, que nos ven como más mortales que ellos?

El T-MEC se ha perfilado como un campo de tiro al blanco o un campo minado para México, donde los enormes intereses estadunidenses y canadienses se frotan las manos para dar el primer zarpazo a nuestra participación. Sin embargo, confiamos en la estrategia que han llevado a cabo primero el ex presidente López Obrador y actualmente la mandataria Claudia Sheinbaum. Hasta el momento, ha quedado clara la política llevada a cabo para cumplir con este compromiso y obtener de este tratado los mayores beneficios para nuestro país.

Por otro lado, con el avance de la tecnología del país, el respaldo a la soberanía creciente, se perfilan metas prometedoras que, tarde o temprano, ayudarán a consolidarnos como una sociedad avanzada, informada y participativa en las decisiones del gobierno.

Nos referimos al proyecto tecnológico que mostrará al gobierno de Sheinbaum como uno de mayor accesibilidad, transparencia y eficiencia en todos sus aspectos. Los trámites, casi de cualquier tipo, tendrán resultados con menor tiempo de gestión para todas las personas que lo necesiten. Sheinbaum y Pepe Merino demuestran que la digitalización es el medio de información de mayor importancia, hasta el momento, así como método poderoso, que logrará cerrar brechas y acercar a la ciudadanía al gobierno.

La digitalización de la vida común será un medio para combatir la corrupción. Quienes delinquen tendrán menos posibilidades de vivir de las conductas ilícitas. Aunque las mafias de alguna forma encuentran salidas para romper las leyes, la digitalización tiene algoritmos y fórmulas que son verdaderos candados para la gente que vive de los vicios antisociales.

Muy pronto, la Ley General de Simplificación y Digitalización será un obstáculo para la burocracia y las extorsiones. Aunque dudamos que los millonarios aludidos conozcan del respeto a la ética y a la soberanía tecnológica, tendrán que respetar, sí o sí, todos los compromisos que integran el T-MEC.

Tendrán, además, que aceptar la independencia y soberanía del gobierno de Sheinbaum, quien les demostrará que, aun con las enormes diferencias monetarias, el mandatario estadunidense y la presidenta mexicana están al mismo nivel: presiden un gobierno y los respalda la mayoría de votos.

(Colaboró Ruxi Mendieta)

X: @AntonioGershensantonio.gershenson@gmail.com

A mediados de noviembre, la atención mundial podría desplazarse de los conflictos en Ucrania y Medio Oriente a Brasil, donde se reunirán los líderes del G-20.

En el proceso de formulación del G-20, en 1999, no había una lista codificada de criterios para determinar qué países serían invitados a unirse al nuevo foro. Finalmente fueron 19 y un representante regional (la Unión Europea), que representan casi 90 por ciento de la economía mundial. El nombre G-20 fue adoptado sobre la base de que era un número redondo, fácil de decir y no difícil de memorizar.

La crisis de las hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos en 2007 se convirtió en una crisis financiera internacional en 2008. Los líderes del G-20 celebraron su primera cumbre en Washington DC a mediados de noviembre de 2008 para abordar la crisis y evitar el casi colapso de los sistemas financieros de varios países avanzados. A partir de entonces, la cumbre del G-20 se celebra casi todos los años en territorio de los diferentes miembros.

Como anfitrión de la presidencia rotatoria, Brasil ha establecido este lema como el tema central del G-20: Construir un mundo justo y un planeta sostenible. Para lograr este objetivo, también ha anunciado tres prioridades: (1) Lucha contra la desigualdad, promoción de la inclusión social y lucha contra el hambre; (2) Lucha contra el cambio climático, promoviendo la transición energética y el desarrollo sostenible, y 3) la reforma de las instituciones de gobernanza mundial.

Vale la pena decir que estos temas de discusión para el G-20 son todos pertinentes y necesarios. La pregunta es, ¿cómo lograr estos nobles objetivos?

El buen funcionamiento de una organización internacional requiere tres elementos: eficacia, eficiencia y legitimidad. Esto quiere decir que lo que la comunidad internacional desea ver no es sólo una declaración conjunta al final de la cumbre, sino acciones colectivas con los pies en la tierra. ¿Seguirá el G20 comportándose como una tertulia o será un equipo de acción?

Las cinco cuestiones siguientes podrían ser pertinentes:

En primer lugar, el G-20 debería mejorar su imagen. Si bien hizo un buen trabajo al hacer frente a la crisis financiera mundial de 2008 coordinando las políticas macroeconómicas de sus miembros de manera concertada, no ha logrado pasar del papel de bombero a un comité directivo para abordar cuestiones tan importantes como la aceleración del crecimiento mundial, el impulso de la gobernanza económica global, frenar el proteccionismo comercial, etcétera.

No es de extrañar que algunas personas se quejen de que la cumbre del G-20 es una pérdida de tiempo para los líderes mundiales, y sugieran que se reúnan y hablen por teléfono o video como lo hicieron varias veces durante la pandemia de covid-19, sin volar miles de millas a una sala de conferencias en el país de presidencia rotatoria y así contribuir a reducir la huella de carbono. Este tipo de críticas han ido demasiado lejos, pero el grupo realmente necesita demostrar que puede cumplir con las expectativas de la comunidad internacional.

En segundo lugar, el G-20 debe promover la cooperación entre sus miembros con el espíritu de unidos resistimos y divididos caemos. No es extraño que cada país tenga sus propios intereses e ideales nacionales, pero no deben ser la causa de acciones egoístas que potencialmente puedan perjudicar a una comunidad de futuro compartido para la humanidad. Una vez más, en muchos temas importantes, como el cambio climático, la reforma de las organizaciones financieras internacionales, etcétera, los países desarrollados a menudo no logran tomar las mismas acciones de cooperación. Por ejemplo, en la cumbre del G-20 celebrada en Roma en octubre de 2021 se acordó que los integrantes deben tomar medidas significativas y eficaces para limitar el aumento de la temperatura media mundial a 1.5 °C por encima de los niveles preindustriales, pero no hubo compromisos específicos para cumplir ese objetivo debido a la obstinada posición de los poderosos miembros del bloque. De hecho, el G-20 no se ha convertido en una plataforma para la consulta y la cooperación, sino en un escenario en el que los países desarrollados eligen encontrar fallas en los demás.

En tercer lugar, hay que determinar claramente las cuestiones más urgentes de la cooperación. De hecho, cada miembro del grupo tiene su propia prioridad de cooperación. Esta diferencia puede observarse tanto en los desarrollados como en los países en desarrollo, lo que da lugar a una amplia gama de cuestiones que deben abordarse en cada cumbre o en las reuniones ministeriales. La declaración conjunta publicada por cada cumbre del G-20 muestra claramente que el bloque desea convertirse en un dios que pueda lograr todos los objetivos, desde la protección de la paz mundial hasta el estímulo del crecimiento económico mundial, desde la reforma de la OMC hasta la mejora del sistema financiero internacional, pasando por la seguridad alimentaria y energética, así como la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030. No es fácil resolver todos los problemas globales. Por tanto, se debe establecer una prioridad de cooperación. Por el momento, y en el futuro cercano, se deben redoblar los esfuerzos para impulsar la gobernanza económica mundial.

En cuarto lugar, los países desarrollados deben dar un buen ejemplo de promoción del crecimiento mundial. Sin duda, la economía global se enfrenta a muchos obstáculos y el más pernicioso es el proteccionismo, que perjudica tanto a la inversión internacional como al comercio mundial.

Lamentablemente, los países desarrollados se han convertido en la vanguardia del proteccionismo, en lugar de ser los promotores de la justicia económica. El caso más conocido en la actualidad es la aplicación de las llamadas medidas antisubsidios contra los vehículos eléctricos (VE) fabricados en China, perjudicando a la industria mundial de autos eléctricos y también a los esfuerzos globales para hacer frente al cambio climático. Por tanto, se puede concluir que, aunque las declaraciones conjuntas anteriores emitidas por los líderes del G-20 apuntan a oponerse al proteccionismo, en realidad se ha intensificado, con los países en desarrollo como principales objetivos.

Por último, pero no menos importante, el grupo debería realizar la institucionalización lo antes posible. En términos generales, la cooperación entre países adoptaría dos formas, a saber, la no institucionalización y la institucionalización.

La no institucionalización se refiere a la cooperación sin una organización formal, sin un propósito y estatuto definidos, aunque se celebran reuniones en la cumbre con regularidad y se emiten declaraciones o comunicados conjuntos después de ellas. Sin un mecanismo establecido de institucionalización, el G-20 tiene que limitar su función a las discusiones o a la palabrería entre los líderes mediante la producción de documentos no vinculantes.

Al igual que una persona, el grupo podría no ser capaz de remodelar su hábito o personalidad, pero esperemos que a partir de la cumbre en Brasil este año, este bloque se comporte más como un equipo de acción que como una tertulia. De lo contrario, su imagen internacional se debilitará aún más.

*Investigador sénior del Instituto Charhar

jiangshixue@126.com

El Museo Archivo de la Fotografía (MAF), que se encuentra en el corazón del Centro Histórico, junto al Templo Mayor, presenta la exposición Para que la cuña apriete, de Francisco Mata Rosas, excepcional fotógrafo capitalino que ha plasmado su amor por la Ciudad de México en imágenes notables, ha sido también viajero curioso que lo ha llevado a recoger con su lente momentos y lugares que conforman una obra vasta y emotiva.

Sus inicios en la fotografía profesional se remontan como fotoreportero a lo largo de seis años en el periódico La Jornada. Estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y la maestría en artes visuales en la UNAM.

Ha recibido diversos reconocimientos desde 1988 con el Premio de Adquisición en la Bienal de Fotografía Mexicana, hasta el más reciente: Honor of Distinction in Photojournalism, Black and White Spider Awards en el 2006. Su obra se ha publicado en varios de los principales periódicos y revistas de Estados Unidos, España, Canadá, Italia, Francia, Inglaterra y México en donde también ha exhibido sus trabajos.

En esta exposición, a través de 67 imágenes, se muestra la labor de cuatro series fotográficas de las más representativas de su trayectoria profesional de casi cuatro décadas: La Ciudad de México: su primer gran amor; Al extremo; Disyuntiva agua/tierra y Encuentro de miradas.

Sus fotografías reflejan más allá de rostros y lugares, historias que rodean al autor que, como declaró en una entrevista, fotografiando al otro nos retratamos a nosotros mismos.

La fuerza de las imágenes invitan a establecer un diálogo y tienen múltiples lecturas que propician una confrontación de miradas. Mata Rosas ha dicho que más allá de cómo se ve la imagen, es más importante cómo se lee.

Las fotografías que recogen escenas de los migrantes en su lucha por cruzar son profundamente conmovedoras y muestran, como varias otras, la esencia de la esperanza y resiliencia en el México actual.

La edificación que alberga el MAF se conoce como Casa de las Ajaracas, por la ornamentación de yesería tipo mudéjar de la fachada y data del siglo XVIII, aunque el interior fue totalmente modificado en los años 40 del siglo XX.

Es casi seguro que fue parte del Templo Mayor, ya que en el predio adjunto se encontró la escultura monumental de la diosa Tlaltecuhtli. Un tiempo se le conoció como Casa del mayorazgo Nava Chávez, prominente familia con orígenes en el siglo XVI.

A lo largo de los siglos la mansión tuvo diversas modificaciones; una de las primeras la realizó el canónigo Pedro de Nava para habitarla y rentar locales. Otra fue después de la inundación de 1629, que mantuvo la ciudad anegada durante cinco años. La última remodelación se realizó entre 1755 y 1756 y es el exterior que básicamente conserva en la actualidad.

Se dice que aquí estaba la vecindad donde nació el destacado fotógrafo Manuel Álvarez Bravo, quien falleció en 2002, a los 100 años de edad. En este sitio privilegiado se encuentra el MAF, cuyo acervo está compuesto por imágenes poco conocidas de distintos autores nacionales e internacionales, lo que le permite exponer muchos de los momentos más relevantes de la historia de México,

Esta ubicado en República de Guatemala 34 y la exposición de Mata Rosas va a estar abierta al público hasta el 26 de enero de 2025, así es que hay tiempo para verla.

A unos pasos, en el número 30 de la misma calle, otra antigua casona alberga el restaurante La Boquería Centro, que ofrece sabrosuras de mar, entre otras, distintas recetas de aguachiles; el de la casa me encantó, con los camarones ligeramente tatemados. También hay tiraditos, tacos y tostadas que pueden ser de atún, salmón, pulpo, camarón y pescado.

Hay ricos desayunos que seguramente son muy apreciados por los huéspedes del Hostal Mexiqui Zócalo, que queda en la parte de atrás. Una gran opción para viajeros con presupuesto limitado.

La casona que lo alberga es muy antigua y bien restaurada, y conserva muros de piedra del siglo XVI. Tiene una agradable terraza exterior desde donde se admira un costado de la Catedral.

Elena Poniatowska: Los pasos a desnivel

–¡Papá, no se puede pasar!

–¡Espérense, por algún lado debe estar la escalera!

El hombre y su caravana de niños siguen caminando.

–¡Papá, papá, allá está la escalera, pero bien lejesotes!

Muchos barrios pobres quedaron partidos a la mitad. El viaducto, los pasos a desnivel, dividieron su vida en dos. A ellos no les tocaron más que las escaleras. Los ropavejeros, los niños que van a la escuela, los jornaleros que tienen que pasar por arriba o por abajo del ancho cauce de los automóviles para llegar al otro lado, prefieren la escalera elevada. Desde allí se ven los coches, los techos de las casas, da el sol, sopla el aire… Doña Indolina teme a los pasajes subterráneos porque allá adentro hacen su guarida pandillas de muchachos holgazanes. Una vez hasta la asaltaron. Le quitaron sus misérrimas provisiones. Pero, pues, ¿qué le vamos a hacer? La miscelánea La Suriana quedó del otro lado, y don Mariano es el único que fía a Indolina.

Los viaductos, el anillo periférico, se hicieron pensando en los señores automovilistas y no en los señores que habitan las vecindades. Sin embargo, mientras se construían los pasos a desnivel, todos los señores automovilistas echaban pestes. ¡Me lleva la que me trajo! ¡Otra vez no hay paso! Esta ciudad es una calamidad. ¡Parece queso gruyer; agujero y agujero, bache y bache!

En cualquier punto de la ciudad aparecía un letrero de madera: Perdone usted las molestias que le ocasiona esta obra. Hoy por hoy, la Dirección General de Tránsito sigue repartiendo sus letreros, pero la fusión de agujeros y pasadizos ha hecho surgir una boa constructora, metálica y ondulante, que se estira, forma tréboles, se enrosca, bosteza, y, finalmente, abre su temible hocico. Los coches salen destapados del túnel costillar rumbo a Puebla, a Cuernavaca, a Querétaro. Tal parece que los conductores temen a la asfixia en el interior de los anillos concéntricos. ¡Esta carcacha está mal carburada! ¡Ojalá y no me falle aquí adentro! La boa periférica tritura el coche, quebranta el ánimo y el taponamiento se vuelve definitivo. Pero eso no quita que los habitantes de San Jerónimo Lídice, los de Barrilaco y de Lomas Altas afirmen, como encantadores de serpientes: Se hacen 10 minutos de aquí al centro.

En realidad, el pionero de los pasos a desnivel es el de San Juan de Letrán y 16 de Septiembre. Cuando lo construyeron ningún peatón quedó convencido de su utilidad. A nadie le gusta subir y bajar escaleras y ni quién quisiera descender al paso construido especialmente para los andariegos. En el túnel se habían instalado puestos de fritangas y refresquerías; olía a aceite recalentado y el humo se estancaba ennegrecido. A riesgo de morir entre las ruedas de coches y camiones, los peatones se pusieron a torear aletas y carrocerías. Atravesaron indemnes. Ni sudaron ni se acongojaron. La Dirección de Tránsito puso cadenas en las aceras, pero aún así, los de a pie se salieron con la suya; las franqueaban de un salto, por arriba, por abajo, como fuera. ¡Pero esto fue hace 20 años! Hoy hasta los perros han dejado de enfrentarse a los coches; la velocidad los ha hecho doblar la cabeza. ¿Quién puede con una avalancha de motores y de ruedas, de defensas y de cláxones cuya velocidad obligatoria es de 80 kilómetros por hora? ¿Y quién puede con una obra tan apantalladora? Fíjense ustedes, los ingenieros dicen que los túneles, los pasos subterráneos son costosísimos porque es necesario instalar un subsistema de bombeo para evitar que se llenen de agua.

Algunos pasos hasta tienen tres bombas y con todo y eso son numerosas las filtraciones. En la esquina de José T. Cuéllar y de Juan de Dios Peza, una caseta de bombas y un generador de 440 voltios jalan el agua del cárcamo y la arrojan al colector de agua de la ciudad. Cada ocho horas un vigilante releva a otro para mantener el buen funcionamiento de la maquinaria. Estos guardianes bien pudieron cultivar chinampas. Hoy custodian el asfalto, los postes, la electricidad y la costra de chapopote que todo lo uniforma (hasta son de chapopote los terrenos de juego infantil que se asoman como parches entre los contoneos del anillo periférico). Hoy los indios cuidan muros y cables. El jardín ha quedado sumergido. Tenochtitlan se doblega y da flores acuáticas que crecen para adentro. Sin embargo, a veces el anillo periférico tiene resplandores de río. Ondea bajo el viento. Su superficie adquiere brillos extraños, fulgores engañosos. Se eriza de olas azules minúsculas y graves, y los coches van meciéndose suavemente, los rayos del sol se estrellan en el parabrisas y el conductor se frota los ojos que se llenan de mil pedacitos de vidrio; agua congelada.

Dicen que hace poco hubo una víctima del espejismo. Una joven confundida se tiró desde el puente de los de a pie. Cayó en un mar de coches; la cubrió un aluvión de ruedas. Los periódicos no quisieron dar publicidad al hecho. El periférico estaba recién estrenado. Pero algunos testigos aseguran que la mano de la muchacha permaneció extendida en el concreto y que en el meñique llevaba un anillo –baratija cualquiera–, periferia de su dedo.

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