Una cercenadura presupuestal de esa magnitud implicaría reducir la posibilidad de cumplir diversos compromisos de índole internacional pero, sobre todo, de atender con eficacia la crítica situación nacional que se vive en la materia, con industrias extractivistas a la conquista ruda de más negocios y grupos del crimen organizado que fungen como depredadores por sí mismos o como sicarios contra defensores del medio ambiente y grupos ecologistas.
Las anunciadas penurias de la Semarnat alientan las expectativas revanchistas de grupos que durante la administración de López Obrador fueron contenidos en sus proyectos expansivos. En San Luis Potosí, por ejemplo, los empresarios que tenían todo listo para construir un lujoso fraccionamiento residencial en la Sierra de San Miguelito están reactivando a campesinos que les son afines para que apoyen un presunto resultado judicial que les permitiría retomar el proyecto.
La acometida inmobiliaria ha sido frenada en lo inmediato, pues este viernes estuvo en la capital potosina el titular de la Procuraduría Agraria, Víctor Suárez Carrera, para reunirse, durante más de seis horas, con ejidatarios y comuneros de la Sierra de San Miguelito que acusan a jueces de distrito y abogados en SLP de buscar la anulación del decreto presidencial que protege la zona.
Suárez Carrera aseguró que en conjunto, Semarnat, Procuraduría
Agraria, Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas y Registro
Agrario Nacional defenderán dicha sierra, así que no hay posibilidad de autorizar el cambio de uso de suelo en áreas de uso común, y mucho menos para proyectos inmobiliarios
(https://goo.su/yqDC4L).
Aun así, los intereses empresariales, con apoyo de instancias del
gobierno estatal, encabezado por Ricardo Gallardo, creen posible vencer
el compromiso del gobierno federal, sobre todo ante el debilitamiento
presupuestal en la administración claudista.
Otro punto crítico está en la bahía de Ohuira, donde se han multiplicado las empresas que desean instalar plantas de producción. Ya no es solamente Gas y Petroquímica de Occidente (el proyecto original, apoyado por los tres niveles morenistas de gobierno), sino Pacífico Mexinol, Vista Pacífico NLG, Gasoducto Corredor Norte y Productos Pesqueros de Topolobampo.
Con el añadido de que el gobierno municipal de Ahome (al que pertenece la citada Bahía de Ohuira), a cargo del morenista
Gerardo Vargas Landeros (fue secretario general de Gobierno con Mario López Valdez),
insiste en agudizar más el problema, porque aunado a todo este
escenario (...) acaba de autorizar un nuevo Programa Municipal de
Ordenamiento Territorial, Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, donde
propone que el corredor Mochis-Topolobampo sea su vocación industrial,
utilizando este instrumento para favorecer intereses particulares por
encima del bienestar colectivo
.
A las comunidades indígenas en resistencia ante estos proyectos nocivos no se les ha escuchado o abiertamente se les ha engañado: Luisa María Albores, cuando era titular de la Semarnat, prometió varias veces ir personalmente a la bahía de Ohuira a escuchar a los afectados y nunca cumplió; Adán Augusto López Hernández, entonces secretario de Gobernación, también prometió e incumplió.
Ahora, el movimiento ¡Aquí No! y los nativos de Ohuira invitan a la secretaria Bárcena a que vaya allá y los escuche y atienda. Tal vez el presupuesto de Semarnat, aunque muy recortado, alcance para algún boleto de avión que permita a Alicia Bárcena ir a tomar el pulso de un problema candente. ¡Hasta mañana!
X : @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, juliohdz@jornada.com.mx
La creación de estas estructuras es relativamente fácil, ya que sólo dependen de las necesidades y de los presupuestos. Sin embargo, deshacerse de ellas es lo más difícil que se pueda imaginar. Aunque ya no sean necesarias, la mayor parte de trabajos y oficinas permanecen por tiempo indefinido, y cuando se tratan de suprimir o de cambiar de funciones, los empleados y los grupos de poder se oponen a su desaparición. Este proceso sucede ahora en el Poder Judicial, en el que sus trabajadores se oponen a cualquier transformación. A escala internacional se presenta el mismo fenómeno de rechazo, sobre todo si los cambios que se pretenden son radicales. Pero ahora, en América se presentan dos casos en los que las estructuras gubernamentales se transformarán a fondo. La primera es la de Argentina, con Javier Milei, y la segunda es la de Estados Unidos con Donald Trump.
En el caso de Argentina, el proceso comenzó con recortes al gasto público y al empleo. Este ajuste ha generado un fuerte rechazo en la estructura gubernamental, porque muchos trabajadores del Estado comienzan a perder sus empleos. En el caso de Estados Unidos, Trump creó el departamento de eficiencia gubernamental, al mando de dos empresarios, Elon Musk y Vivek Ramaswamy, quienes tendrán la tarea de reducir la burocracia, bajar los gastos y suprimir regulaciones que afecten la actividad productiva.
El objetivo en las administraciones de Milei y de Trump es mejorar la actuación de la administración pública, en la que se prevé premiar la productividad, el esfuerzo y el talento. Pero el gran problema en ambos casos es el olvido del cuidado ambiental y de la justicia social. Ahora en nuestro continente se enfrentan dos visiones contrapuestas para el desarrollo: una que privilegia el apoyo a los pobres con dinero y políticas públicas, mientras el otro privilegia el desarrollo empresarial, la eficiencia gubernamental y la meritocracia. En poco tiempo veremos cuál beneficia más a la población.
no sé con qué armas se luchará en la tercera guerra mundial, pero la cuarta será con palos y piedras.
El gobierno estadunidense ha violado todos los acuerdos con Rusia,
comenzando con aquel de 1990 (pacto Baker-Gorbachov, y subsecuentes) de
que la OTAN no avanzará ni una pulgada hacia el este
europeo, pero desde entonces la Casa Blanca y sus títeres de esa zona geográfica decidieron avanzar no pulgadas
, sino miles de kilómetros hacia las fronteras rusas a grado tal que la fuerza militar (misiles incluidos) de la Alianza Atlántica
se ha posicionado a milímetros de dichas fronteras.
A Biden –con la industria militar feliz porque su caja registradora no deja de tintinear– no le bastó apoyar y alimentar –financiera, política y militarmente– al gobierno de Israel para el genocidio en Palestina, sino que violó todos los pactos y brincó todas las fronteras europeas hasta llegar a la rusa, lo que motivó la intervención militar de esta última nación en Ucrania. Y de cereza, hoy estaría dispuesto a iniciar la tercera guerra mundial, al autorizar al gobierno títere de Kiev el uso de misiles estadunidenses de largo alcance para golpear a Rusia.
Hasta ahora la Casa Blanca no ha confirmado ni desmentido la decisión
de Biden, y han sido las versiones periodísticas agarradas con
alfileres (un funcionario estadunidense y tres personas familiarizadas con el asunto
, según The New York Times)
las que han corrido como reguero de pólvora. Lo mismo en el caso de
Francia y Gran Bretaña que se habrían sumado a la citada decisión:
tampoco se ha confirmado oficialmente, pero el periódico Le Figaro lo publicó en el mismo tenor.
Como parte del juego de las versiones encontradas, uno de los peones
de la Casa Blanca (el alto representante para Asuntos Exteriores y
Política de Seguridad de la Unión Europea, Josep Borrell) aseguró que
los miembros de esa organización no han llegado a un acuerdo para
permitir a Ucrania usar armas occidentales de largo alcance para atacar
objetivos dentro del territorio de Rusia
, aunque dijo que el gobierno estadunidense ha autorizado a Ucrania el uso de misiles de hasta 300 kilómetros de alcance para atacar territorio ruso; es mejor que nada
.
En el mar de contradictorias, el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, “rechazó en rueda de prensa que su país hubiera actualizado su política sobre los ataques al territorio ruso. ‘Hemos dejado claro que siempre adaptaremos y ajustaremos las capacidades que proporcionamos a Ucrania cuando sea apropiado hacerlo, y nos han visto respaldarlo con las medidas que hemos tomado en los últimos años. Pero hoy no tengo ninguna actualización sobre esa política’”, según dijo (Rusia Today/ Sputnik).
De cualquier suerte, el presidente Vladimir Putin refrendó su postura: si
se tomara la decisión de permitir que Ucrania ataque con armas
occidentales de largo alcance la parte profunda del territorio ruso, eso
significaría que los países de la OTAN están en guerra con Rusia
, lo que significará,
nada menos, que la implicación directa de los países de la OTAN en la
guerra de Ucrania. Esa es una implicación directa
. De hecho, de tiempo atrás el mandatario ruso fijó esa posición, no sin antes plantear, desde diciembre de 2021: ¿qué pensarían los estadunidenses si, por ejemplo, decidiéramos desplegar misiles en sus fronteras con Canadá y México?
Por su parte, Donald Trump promete (¿?) un fin rápido
a la
guerra en Ucrania, pero el discapacitado Biden le heredaría una enorme
papa caliente con nefastas consecuencias, en medio de un ambiente
mundial de por sí caldeado.
Las rebanadas del pastel
Mientras unos insisten en espolear la tercera guerra
mundial y la consecuente devastación del planeta, otros proponen
destinar una parte del presupuesto bélico mundial a fines pacíficos y
socialmente productivos. En la reunión del G-20, la presidenta Claudia
Sheinbaum planteó destinar uno por ciento del gasto militar mundial para llevar a cabo el programa de reforestación más grande de la historia
, tomando como base el programa mexicano Sembrando Vida. Se trata, dijo, de
dejar de sembrar guerras; sembremos paz y vida; con ello, ayudaríamos a
mitigar el calentamiento global y restauraríamos el tejido social
ayudando a las comunidades a salir de la pobreza
.
Twitter: @cafevega, cfvmexico_sa@hotmail.com
La propuesta de México, en boca de la Presidenta, puso a pensar a más
de uno. Abandonar la idea de matar –aunque sea solamente uno por ciento
del gasto en la guerra– para sembrar vida no parece algo descabellado;
es más, sin exagerar, resulta una convocatoria salvadora ahora que ya
sabemos cuáles son los resultados de nuestra civilización
.
El grupo de los 20, más los invitados, fueron convocados, entre otras cosas, para tratar los problemas de la pobreza y el hambre en el mundo como tema central, pero hasta donde sabemos fue la posibilidad de una gran guerra entre las potencias dominantes lo que dio sustancia a la reunión.
La cumbre de Río, ésta, la de hoy, deriva de aquella que se llamó De la Tierra o Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, en la que estuvieron presentes representantes de 179 países y también algo así como 17 mil personas que asistieron a un foro de ONG que se efectuó en paralelo.
Desde entonces, cuando la cumbre alcanzó resonancia mundial, nada
parecía poder mover las grandes estructuras económicas culpables del
deterioro del medio ambiente y de la vida en el planeta. Eso, en la
larga noche neoliberal, no era más que la consecuencia sana del legítimo
enriquecimiento de unos cuantos.
Pero ahora, cuando los tambores de la guerra generan temor en todo el mundo, la mexicana, en sólo cinco minutos le pide al mundo dejar de gastar recursos económicos en la muerte y adoptar un programa que no afecta a nadie, pero que se puede convertir en la tabla de salvamento.
Sembrar vida
. El concepto debió haber sonado extraño.
¿A quién pedirle que sus misiles permanezcan quietos? ¿A Biden? ¿A
Macron? Sin pronunciar nombres, pero con la idea firme de que sembrar
vida ya es un programa probado y exitoso, Claudia Sheinbaum exigió una
nueva oportunidad para el mundo.
Ya era hora de que México volviera a los escenarios internacionales con propuestas importantes, trascendentes. La idea que dejó CSP entre quienes tendrán que decidir el mañana en el mundo busca eso –sin obligar a nadie a realizar sacrificios–: invertir un porcentaje ínfimo en darle otra oportunidad a la tierra.
De pasadita
Sucedió hace algunos martes en el Zócalo. La abogada buscaba el auxilio de la Fiscalía de la Ciudad de México para resolver un caso que involucra a importantes militantes del Partido Verde que ahora, cómplice de Morena, se ha vuelto intocable.
Tal vez por eso la licenciada en leyes fue recibida por el fiscal general, Ulises Lara López, con gesto de disgusto y hasta con majaderías, según testigos.
Se trata de un caso en el que va de por medio la salud mental de unos menores a quienes su padre, hermano de un verde famoso, ha llevado a extremos muy difíciles de explicar.
Pero en fin, la abogada quería el apoyo de la justicia, pero se encontró con un muro de intereses creados que impiden que eso tan deseado en el país, la justicia, se convierta en un bien de todos.
Y lo peor: si bien es cierto que la audiencia de los martes en el Zócalo se ha convertir en una acción popular muy importante para todos, la actitud de ciertos funcionarios como el caso que nos relatan en donde el fiscal condenó antes de escuchar argumentos puede echar por tierra un muy buen proyecto. Nada más.
Cuando Gonzalo Aguirre Beltrán publicó el breve, pero importante artículo, llamado Baile de negros
(1970), en el que aporta datos sobre aspectos históricos relativos a
danzas de negros prohibidas en la Colonia, figuras representativas de la
investigación musical en México, como Gerónimo Baqueiro Foster y
Vicente T. Mendoza, le restaron importancia, negando la innovadora
hipótesis hispano-africana ante la aceptada procedencia
hispano-indígena de lo social mexicano.
Lo que sorprende, nos dice el investigador del Instituto de Antropología e Historia (INAH) Carlos Ruiz Rodríguez, es que Vicente Teódulo Mendoza, el mayor representante de los estudios sobre el folclore musical en México, nunca le puso interés al aporte africano en la música tradicional nuestra. “Pese a la extensión de su obra y el amplio rango temático que ésta abarcó, sólo publicó un breve artículo sobre el tema llamado ‘Algo del folclor negro en México’ (1956), en el que hace algunas menciones sobre ‘música de negros’ halladas en archivos coloniales (…), señalando algunos sones, guarachas y danzas habaneras que aún se practican y cuya procedencia africana se puede rastrear como en el maracumbé de Jalisco, el toro viejo de Nayarit o el son quebrantado y el son recortado de las costas de Guerrero y Oaxaca”.
El tema de los bailes prohibidos en la Nueva España lo retomó más adelante Pablo González Casanova en su libro La literatura perseguida en la crisis de la colonia,
(Colegio de México, 1958), texto fundamental que ofrece cuantiosos
datos procedentes de documentos del Archivo General de la Nación; de
esa fuente rescata toda clase de coplas, bailes y sones deshonestos
prohibidos durante el Virreinato por la Santa Inquisición. Asimismo,
ofrece abundante información sobre los espacios y tiempos en que se
hacían estos bailes durante el siglo XVIII, cuando la religión de la
Corona era profusamente expuesta a sátira explícita en vísperas de
los movimientos independentistas del país. Eso mismo refirió la
etnóloga e historiadora Noemí Quezada Ramírez en su ponencia Bailes prohibidos por la Inquisición
, presentada en el marco de la 15 Mesa Redonda de la Sociedad Mexicana de Antropología: La
diferencia de motivos que arguyó el Santo Oficio de la Inquisición
para reprimir algunos bailes se inscribe en el intento por restringir el
erotismo, la sátira de ministros religiosos y la mezcla de elementos
sagrados con profanos
.
En su exposición hizo mención a sones y bailes como el Chuchumbé, el Totochín y el Juégate con canela, todos ellos sones lascivos, torpes e impuros
(calificados así por las autoridades), destacando la participación de
negros y mulatos que a su vez realizaban ejecuciones musicales de raro
sincretismo con instrumentos de origen indígena como el teponaxtle.
En 1980, investigadores del INAH publicaron un artículo colectivo que subraya la presencia de un instrumento tradicional en México de claro origen africano: el marimbol (ubicado en el son jarocho). En este estudio se ofrecen antecedentes del instrumento vinculándolo a la historia de la sanza o kalimba africana.
“El artículo es significativo por ser una de las primeras menciones al instrumento en la literatura etnomusicológica del país –además de destacar su proce-dencia africana– y retomar cierta orien-tación en el estudio musical afromexicanista”, apunta Ruiz Rodríguez.
Por esa época, Robert Garfias abor-daba el tema del origen de La marimba en Centro América y México
,
que pre-sentó argumentos etimológicos y orga-nológicos que
demostraban el origen africano del instrumento, en oposición a la tesis
de algunos autores que lo asumen como un aporte prehispánico.
A fines de los 80, la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el
Instituto de Antropología e Historia (INAH) publicaron la colección
multitemática Atlas Cultural de México, en la que, en el
volumen dedicado a la música, a cuyo cargo estuvo el investigador Juan
Guillermo Contreras Arias, se reconoce el aporte africano a nuestra
cultura musical en presencia de instrumentos de uso indígena como el
bule palmoteado, el cajón de tapeo, la jícara de agua, el marimbol, la
quijada equina, el bote frotado o bote del diablo
, la corneta de
bule, el cántaro, el arco musical, los ya citados marimba y marimbol y
algunos tambores bimembranófonos y sonajas que tienen fuerte
influencia o definitiva procedencia africana.
Continuará...
uno por ciento del gasto militar de nuestros países para llevar a cabo el programa de reforestación más grande de la historia, con base en la experiencia de Sembrando Vida. La mandataria destacó que con su propuesta para dejar de sembrar guerras y, en su lugar, sembrar paz y vida
ayudaríamos a mitigar el calentamiento global y restauraríamos el tejido social ayudando a las comunidades a salir de la pobreza.
En su segundo mensaje a los dirigentes de las 20 mayores economías del mundo, insistió en que las
absurdas guerras deben detenerse; para eso sirve la política, y aquí
nos sentamos para hacer política, para construir la paz y proteger a los
desprotegidos, a los que sufren
, porque, dijo, se niega a pensar
que somos capaces de crear la inteligencia artificial e incapaces de dar
la mano al que se quedó atrás.
Tanto el proyecto de reforestación como su enfoque multidimensional de reversión del daño ambiental, combate a la pobreza, desarrollo sostenible y fijación voluntaria de las personas en sus lugares de origen, han sido aplicados en el territorio nacional e internacionalizados con éxito desde el sexenio pasado. Al ser la propia mandataria quien lo expone y promueve ante sus pares, potencia la fuerza de su mensaje y brinda al mundo una salida esperanzadora a algunos de los desafíos más acuciantes, desde el cambio climático y la alarmante pérdida de cubierta forestal, hasta la migración y el riesgo de un conflicto bélico de escala global azuzado por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Como resaltó la presidenta Sheinbaum, bastaría con una centésima parte de lo que el G-20 destina al sector castrense para apoyar
a 6 millones de sembradores de árboles que reforestarían 15 millones de
hectáreas, algo así como cuatro veces la superficie de Dinamarca; o
toda la de Guatemala, Belice y el Salvador juntos
.
Con estas declaraciones, la presidenta Sheinbaum inauguró una nueva etapa del papel mexicano en la comunidad internacional en la que continúa el liderazgo fincado durante el sexenio anterior en la solidaridad, el respeto y la defensa irrestricta de la soberanía, pero le añade el elemento de la participación presencial de la titular del Ejecutivo en foros multilaterales. Prosigue así la recuperación de una voz autónoma y progresista que se extravió en la larga noche neoliberal, cuando México se alineó de manera deplorable con Washington y los presidentes se redujeron a ejecutores de los designios de la Casa Blanca.
Es indudable que México se encuentra en un momento estelar de su liderazgo internacional, el cual cobra mayor relevancia por su capacidad de reanimar a América Latina ante los extravíos de buena parte de los dirigentes de la región. Ojalá que éstos sean capaces de rectificar y hagan suyo un proyecto benéfico para sus conciudadanos y para el conjunto de la humanidad.
Ahora, es necesario apoyar la propuesta del gobierno federal mexicano y afinar sus mecanismos de realización, ya sea que México se desempeñe como asesor a partir de los resultados incuestionablemente positivos obtenidos en seis años de aplicarla, o que se limite a presentar su experiencia y cada país integrante del G-20 la retome con base en sus circunstancias y particularidades.
El título de estas líneas habla de un plazo que nunca se cumplirá
porque los griegos no contaban el tiempo en calendas, como lo hacían los
romanos. Las calendas eran el primer día de cada mes, que coincidía con
la luna nueva. La reforma fiscal en México tendrá lugar para las
calendas griegas; eso lo saben los economistas supervivientes de los
años 60 del pasado siglo, porque se entusiasmaron con la propuesta de
reforma que en 1960 formulara Nicholas Kaldor, contratado por el
secretario de Hacienda, Antonio Ortiz Mena; el estudio lo produjo Kaldor
en una estancia de tres meses. Los economistas de El Colegio de México,
encabezados por Victor Uriquidi, se animaron como nadie y algunos de
ellos trabajaron una propuesta de reforma a partir del estudio de
Kaldor, hasta bien entrado el año 1964. Nunca nada pasó en esta materia…
con el tiempo y un ganchito
.
Cuando estuvo en México, Kaldor era fellow del King’s
College en la Universidad de Cambridge. Había sido estudiante de John
Maynard Keynes y era un polemista temido por su bisturí lógico en los
arduos debates de aquellos años sobre la teoría del capital. Luigi
Passinetti, heredero de los poskeynesianos de Cambridge, alguna vez
rememoró las amargas y airadas palabras expresadas por Kaldor respecto a los abogados de Ortiz Mena
que frustraron su trabajo. Unos abogados analfabetos en la materia.
Han muerto los involucrados de aquellos años, Kaldor, Víctor Urquidi, Antonio Ortiz Mena (y desde luego Keynes y Passinetti, y también los abogados de Ortiz Mena), y nadie pudo ver la famosa reforma de Kaldor… ni ninguna otra digna de llamarse reforma fiscal. En 2022 la carga tributaria de México (la relación entre los ingresos tributarios y el PIB) era de 16.9 por ciento, la más baja de la OCDE, institución a la que México pertenece. Las cargas más altas correspondían a Francia con 46.1 por ciento y a Noruega con 44.3 por ciento. En rangos superiores a 38 por ciento, Finlandia, Italia, Dinamarca, Suecia, Alemania, Países Bajos. Todos, países desarrollados. La carga de EU es de 27.7, aunque Trump se propone derribarla. La de Chile, de 23.9, por encima de la de México.
El crecimiento futuro del país depende en gran medida del aumento de la carga tributaria. La expansión de la infraestructura para el crecimiento del producto depende de la carga tributaria; el combate a la desigualdad y su impacto en la expansión del mercado interno, también. Nadie mínimamente informado puede estar en contra. El aumento de los recursos públicos, provenientes de una reforma, impulsarían el ingreso nacional, por la vía del multiplicador de la inversión y la citada expansión del mercado interno.
La reforma, además, debería reducir la enorme economía informal existente; tendríamos un gran aumento de los ingresos públicos para operar el desarrollo. En los últimos años la economía informal ha mantenido una tendencia al crecimiento. De acuerdo con el Inegi, equivalía a 22.6 por ciento del PIB en 2016 y a 24.4 por ciento en 2022. Pero la cifra de la ocupación laboral en la economía informal, en 2022, llegó a 55.4 por ciento de la ocupación total del país. A gritos, pide manos a la obra. Puede dejarse como está el cuentapropismo individual o familiar, y llevar a la formalidad a las empresas, al menos las que cuenten con 10 trabajadores o más. Se les puede detectar por el suministro de energía eléctrica, o el del agua.
Según mi lectura de la declaración arriba transcrita, la Presidenta no está en una negativa absoluta a la reforma fiscal. Es de celebrar que el SAT tenga detectados a los causantes que deben cumplir las normas tributarias. Más allá de esa acción, México debería procesar una reforma fiscal de gran alcance: una nueva era para la economía mexicana. Es preciso saber cuál será el efecto de la postura de Trump para la economía internacional, para no moverse en un pantano; nuestra dependencia de la economía del vecino tiene que ser parte de la estrategia. La reforma debiera ser un pacto político entre el gobierno y todos los sectores socioeconómicos. Un pacto para un nuevo desarrollo con justicia social de fondo. Nuevas ramas de la economía; una sustitución de importaciones para integrar a las empresas maquiladoras; alcanzar la autosuficiencia alimentaria; aumentar decisivamente el grupo etario que alcanza educación superior… Precisar los fines específicos (ramas de la economía) para los que serían usados los recursos adicionales. Las mejoras estimadas en el nivel de vida de los asalariados. La prefiguración de una nueva economía, mediante un pacto político nacional.
El plazo de las calendas debe terminar.
Según el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, ya nos dieron el
resultado preliminar de maíz, todavía no termina el proceso, terminará
en diciembre (el 14), pero a lo mejor nos ganan
. Lo cierto es que,
desafortunadamente, lo que dice el funcionario es un eufemismo. En los
hechos, las cartas están marcadas y México sufrirá un descalabro. Más
allá de la propaganda con la que se le acompañó, desde que se dio a
conocer el decreto presidencial resultaba evidente que, aparte las
buenas intenciones de frenar la expansión del maíz Frankenstein aquí, la
pelea estaba perdida. Ana de Ita analizó con absoluta crudeza y sin
ilusión este diferendo en su artículo Maíz transgénico y T-MEC
(https://shorturl.at/Gl19v).
No me da gusto este desenlace. Desde junio de 2001 he tratado de documentar en La Jornada el daño provocado a la agricultura campesina por esas semillas (https://shorturl.at/mZvUu) y por la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados (Lbogm), de 2004, conocida como ley Monsanto (https://shorturl.at/ilfaR). Pero, cualquiera que conozca mínimamente las reglas del T-MEC (y antes del TLCAN) que nuestro país firmó, en medio del regocijo del conjunto de la clase política y la defensa a ultranza del libre comercio, podía prever que el golpe era inevitable.
Y lo es, fundamentalmente, porque contraviene cláusulas del T-MEC, que, nos gusten o no, son el marco legal con que los gobiernos acordaron jugar. Pero, también, por la enorme importancia que la producción maicera tiene en Estados Unidos, por el peso político de sus agricultores (y el monto de los subsidios que reciben), así como por los descalabros que México tuvo para aumentar su cosecha del grano.
Entre otras reglas, Estados Unidos apeló al capítulo 9 del T-MEC, dedicado a medidas sanitarias y fitosanitarias, en el que puede solicitar el razonamiento científico cuando la medida de otro país restringe el comercio, o tiene el potencial para hacerlo, y la medida no se basa en una norma, directriz o recomendación internacional relevante (https://shorturl.at/IQGy).
Demostrar el daño provocado por las semillas transgénicas es una
pelea de David contra Goliat. Las grandes empresas biotecnológicas han
destinado cuantiosos recursos a financiar estudios que muestran
la inocuidad de sus monstruos genéticos, y a estigmatizar las pocas
investigaciones serias, elaboradas con muy poco financiamiento, que
demuestran el daño que provocan.
EU es la principal potencia agropecuaria en el mundo y tiene en el maíz un producto de agroexportación clave. Es el productor líder del grano en el planeta, seguido por China y Brasil. Según el Servicio Nacional de Estadísticas Agrícolas del Departamento de Agricultura de ese país (USDA), la cosecha del cereal en 2023/2024 fue de 389 millones 694 mil toneladas. Su rendimiento promedio es formidable: casi 11 toneladas y media por hectárea. Exportó cerca de 60 millones de toneladas, seguido por Brasil y Argentina. En su mapa de intereses geopolíticos, las ventas de comida a otras naciones no son sólo comercio, sino un arma de presión y dominio.
En EU, el maíz se siembra, principalmente, con semillas genéticamente modificadas. Para ellos no es sólo alimento para el consumo humano. Es materia prima de una amplia y diversificada cadena industrial. Sirve como pienso para ganado, insumo para combustibles, fabricación de edulcorantes de alta fructosa, alcoholes, aceites y botanas. Los granjeros que lo cultivan y las grandes empresas que lo comercializan y procesan son una muy importante fuerza política con indudable capacidad de cabildeo en Washington.
Todo esto significa, en breves palabras, que el pleito por el cereal con México no es mera disputa comercial. Es mucho más que eso. Es una guerra de grandes proporciones de actores económicos y políticos poderosos (desde grandes agricultores hasta empresas de biotecnología) para tener acceso indiscriminado al mercado mexicano, que actúan en el marco de una conflagración en la que las exportaciones de comida son parte de una apuesta estratégica de la Casa Blanca.
Los efectos de importaciones masivas de maíz transgénico de EU (pero, también de otros países) han dejado huella profunda entre nuestros consumidores. Un estudio de 2017, de investigadores de la UAM y la UNAM, muestra la presencia de transgenes en más de 90 por ciento de las tortillas analizadas. Asimismo, encontró que 82 por ciento de los alimentos procesados con componentes de maíz industrial estaban contaminados.
Pese a tener todos los instrumentos de política gubernamental para hacerlo, durante los primeros seis años de la 4T el gobierno no pudo revertir las crecientes importaciones de maíz amarillo, ni las pérdidas en la superficie cosechada (se redujo 3.3 por ciento, al pasar de 7.15 millones de hectáreas en 2019 a 6.92 en 2023). Durante los primeros cinco años, disminuyó también la producción 1.9 por ciento. El programa de precios de garantía tuvo un impacto casi nulo. La autosuficiencia alimentaria quedó en buenos propósitos.
Nuestro modelo agropecuario está sujeto a la dinámica del T-MEC. Se ha orientado a cultivar productos de exportación. ¿Queremos producir más maíz? ¿Queremos evitar la invasión de transgénicos? No es sólo asunto de leyes o decretos. Sin un cambio en las reglas globales de comercio y sin otro modelo agrícola que modifique el actual no habrá forma de hacerlo.
X: @lhan55
conservación voluntariade áreas naturales, que evitó conceder una categoría de conservación para ejidos y comunidades. Fueron los tiempos de lo anticampesino.
Hoy, además del Corredor Biocultural de Guerrero existe el Corredor Biocultural Estuarino en Sonora y Sinaloa, formado por seis esteros que además son Sitios RAMSAR de conservación internacional, y que pertenecen a tres comunidades indígenas: comcaac (seri), yoeme (yaqui) y yoreme (mayo). En conjunto, este corredor costero conserva ballenas, delfines, lobos marinos y tortugas, además de la flora de los manglares, y promueve la organización intercomunitaria y la defensa de los territorios.
Otra iniciativa es el Corredor Biocultural del Manatí de Quintana Roo (https://www.facebook.com/profile.php?id=100088405605470) dedicado a la educación, turismo sustentable y cuidado comunitario del manatí. Esta iniciativa ciudadana ha realizado tres talleres de capacitación en comunidades costeras y otras acciones, encabezadas por la ONG One Earth.
Similarmente, pero antecediendo a los corredores, seis municipios mayas del estado de Yucatán en otra alianza intercomunitaria (Muna, Ticul, Santa Elena, Oxkutkab, Tekax y Tzucacab) decidieron crear la Junta Intermunicipal del PUUC y la primera Reserva Biocultural del país, llevando como testigo de honor al gobierno de Yucatán a través de su Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente. Esta iniciativa, que nace desde abajo, conserva selvas, flora, fauna y monumentos arqueológicos en 135 mil de un total de 562 mil hectáreas que forman el territorio común.
En el país hay, además, otras regiones que pueden y deben constituirse en corredores o reservas bioculturales. Este es el caso del corredor de los wixarika (huicholes) para la recolección del peyote ( Lophophora williamsii) que va de Nayarit y Jalisco hasta la región de Wirikuta, en San Luis Potosí. La de la región de los Chimalapas, en Oaxaca. La de las comunidades de alrededor de la Reserva de Montes Azules, en Chiapas. Y la de las poblaciones de la Sierra Norte de Puebla, que han creado ya una alianza geopolítica de 234 comunidades nahuas y totonakús en defensa del territorio desde hace una década.
El concepto de bioculturalidad que en nuestro país tuvo su inicio académico con la publicación de dos obras en 2008 ( El patrimonio biocultural de los pueblos indígenas, de Eckart Boege, y La memoria biocultural, escrito por un servidor con la coautoría de N. Barrera-Bassols), siguió su expansión y multiplicación con la Red sobre el Patrimonio Biocultural en 2011, consorcio apoyado por Conacyt y que hoy agrupa a casi 200 investigadores, además de haber sido adoptado por varios programas gubernamentales. Hoy, como hemos visto, está ya en el imaginario y las acciones de los propios pueblos, y felizmente habrá de distribuirse por todos los rincones de la patria en los años que vienen.
Agradezco la información proporcionada por Javier Bailón, Mayolo Hernández, Diana Luque y Geraldine Patrick.
no será letra muertay que ya se están trabajando las propuestas de legislación secundaria. Incluso comentó que sí se darán recursos a los pueblos indígenas;
poquitos, dijo, para empezar. También asume los Planes de Justicia que promovió el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI) como propuesta universal de los pueblos y va señalando al INPI que se incluya, por ejemplo, la electrificación de las comunidades indígenas. Se tendría que revisar si esa es la propuesta de todos los pueblos y si los planes en curso han sido previamente consultados.
Por otra parte, habrá que considerar que la reciente reforma constitucional excluyó como letra viva
el tema crucial de los territorios de los pueblos indígenas, porque de
por sí para el Estado seguirán siendo letra muerta aun cuando nunca
hayan vivido
en la Constitución.
No olvidemos que hasta hoy no se ha logrado reglamentación alguna de
las reformas constitucionales en materia indígena, ni la de 1992, la de
2001 y ya veremos cómo se concreta la de 2024, que tiene un plazo de
seis meses, según su transitorio. En especial si tienen previstas
consultas en serio y con los pueblos de manera previa, libre e informada
sobre sus propuestas reglamentarias. Ya veremos los cómos
sobre
las diversas temáticas enunciadas en la nueva reforma , muchas de ellas
retomadas de lo que establece el Convenio 169 de la Organización
Internacional del Trabajo y la Declaración de la Organización de
Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indígenas. Otras son de
creación propia, diremos del Congreso de la Unión y legislaturas de los
estados, que validaron la iniciativa presidencial, como el hecho de
reconocer la jurisdicción indígena y a la vez señalar que la ley
determinará los criterios de validación de las resoluciones indígenas o
reconocer a los lugares sagrados previamente declarados así por el
Estado y, el colmo, los criterios relativos a las consultas y el costo
cubierto por los promotores del proyecto en cuestión o si éstos obtienen
beneficio deberán indemnizar.
Pero tenemos un contraste para poner el espejo a la reforma mexicana reciente. La Asamblea General de la ONU aprobó el pasado 11 de noviembre una resolución que busca proteger y promover los derechos de los pueblos indígenas (168 votos a favor , siete abstenciones y, el único voto en contra de Argentina).
Señalaron que se trata de ampliar el mandato del Fondo de Contribuciones Voluntarias de la ONU para los pueblos indígenas, pero su base es la declaración de la ONU mencionada arriba. La mayoría de las delegaciones destacaron, en la Asamblea General, el impacto desproporcionado del cambio climático en los pueblos indígenas debido a su dependencia directa de los ecosistemas. La resolución busca reforzar el compromiso internacional para proteger y promover los derechos de las comunidades originarias. La propuesta de resolución fue presentada el pasado 22 de octubre, por varios países latinoamericanos y africanos: Bolivia, Venezuela, Dominica, Ecuador, Liberia, México y Paraguay. Aborda áreas claves, como el acceso a la justicia, la protección del ambiente y la preservación de culturas y lenguas indígenas. Además, destaca la importancia de reconocer el derecho de los pueblos indígenas a mantener sus propias instituciones políticas, jurídicas, económicas, sociales y culturales.
La resolución enfatiza que los pueblos indígenas deben participar plenamente en la toma de decisiones sobre asuntos que afecten sus derechos
En especial, los relacionados con sus territorios y recursos naturales.
Destaca el reconocimiento del consentimiento libre, previo e informado y
sostiene la relevancia de respetar sus tradiciones y conocimientos
ancestrales.
El documento aprobado, manifiesta la preocupación por el aumento de la discriminación, el discurso de odio y la violencia contra los miembros de comunidades indígenas. Además, se condenan prácticas como invasiones de tierras y desalojos forzosos. En síntesis, la resolución refuerza el compromiso internacional de promover el acceso a la justicia, la protección del ambiente y la preservación de culturas y lenguas de los pueblos originarios.
La práctica del Estado mexicano, de reconocer
sólo aquello que
no implique su transformación, nos recuerda lo que señaló la indígena
guatemalteca Brisna Caxaj retomando la noción de Charles Hale sobre el
indio permitido: en mi país puedes pedir el uso de las lenguas, puede
ser que no te cumplan y no pasa nada, pero si demandas territorio, ahí
si te criminalizan, tal parece que hay sólo unos derechos permitidos
. Así es: te concedo
derechos siempre y cuando no tengas poder. Y sí los pueblos quieren el
poder para detener el despojo de sus tierras y territorios: letra viva
hoy ausente en la Constitución mexicana.
Ya en la Ciudad de México su inteligencia precoz y justiciera lo hizo
afiliarse a los 14 años al Partido Comunista Mexicano (PCM). A los 15
fue detenido por repartir propaganda en el Zócalo. En la época de la
Gran Depresión se le acusó de rebelión, sedición y motín, y fue
confinado en un reformatorio. A los 20 fue enviado a las Islas Marías
por subversivo
. Fruto de esa experiencia nació su novela Los muros de agua.
El joven José Revueltas publicó en la revista Taller de abril de 1939 el primer capítulo de El quebranto, pequeño escrito de juventud intenso, confuso, relampagueante
, a decir de Octavio Paz. Son los meses previos al inicio de la Segunda Guerra Mundial.
Paz, quien también reseñó en la revista Sur de julio de 1949 El luto humano,
recordó en un ensayo que en mayo de 1936 durante una asamblea de la
Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios se cuestionaba el sentido
de la poesía sin causa. Paz, Efraín Huerta y José Revueltas escucharon
frente a un público hostil y ante los antenas de algunos obispos y
coadjutores, cómo Cardoza y Aragón defendió a la poesía, no como una
actividad al servicio de la Revolución, sino como la expresión de la
perpetua subversión humana
.
Según José Emilio Pacheco, Revueltas tuvo la facultad de percibir en su obra el espanto, la desolación, la inhumanidad de nuestro tiempo; de ver las cosas que otros nos ocultamos para seguir viviendo
. La vida para él era dolor y desgracia, y detrás de nosotros no hay nada sino pavor. Un día llegó a decir fundamentalmente, esencialmente, soy pesimista; en el fondo de mí hay una profunda desesperación sin remedio
.
El crítico Phillip War afirma que El luto humano es una de sus obras mejor logradas. Yo añadiría El apando, su novela más conocida. Un libro compacto e intenso. El apando es la celda de castigo de la cárcel, pero también una fortísima metáfora: el lugar de castigo en el que todos, víctimas y verdugos, estamos presos en nuestro aislamiento, en nuestra soledad, a decir de Pacheco.
Ahora que en México se habla de militantes puros de izquierda, Revueltas ha sido el más, tal vez el único.
En 1949 publicó la novela Los días terrenales, que provoca
acaloradas polémicas. En ella, critica la rigidez ideológica, la
disciplina paramilitar de los comunistas. Uno de sus personajes, Fidel, es una horrible máquina de creer, una horrible máquina sin dudas
, un dogmático estalinista, un sectario reduccionista.
La novela fue una bomba para la izquierda de entonces. La tacharon de reaccionaria y decadente. Evodio Escalante afirma que la izquierda de la época la condenó de manera unánime
. Hasta Pablo Neruda, que fue su amigo, la condenó. Marco Antonio Campos cita al poeta chileno: Las
páginas de su último libro no son suyas. Por las venas de aquel noble
José Revueltas que conocí circula una sangre que no conozco. En ella se
estanca el veneno de una época pasada, con un misticismo destructor que
conduce a la nada y a la muerte
.
Fue tal la polémica, que Revueltas retiró de circulación Los días terrenales y la obra de teatro El cuadrante de la soledad, que versaba sobre el mismo tema. Quería hacer una autocrítica.
Para Octavio Paz, su crítica a la ortodoxia comunista lo convirtió en un hereje de la izquierda. Su honradez escrupulosa lo hizo criticar a la ideología de izquierda que opera como ciencia, más cercana a las estructuras religiosas con sus órdenes y sectas, donde cada una se cree poseedora de la verdad.
Fue tal su coherencia política, que su familia ha dicho que a José Revueltas se le recuerda más por su pureza ideológica que por su genio literario. Tienen razón: fue militante, sí, pero fue, y sigue siendo, sobre todo, un gran escritor.
En su obra de teatro Nos esperan en abril, a decir de la crítica Aurora Ocampo, nos muestra que el PCM nunca renunció a los intereses creados y contubernios con el poder
.
En manos de Revueltas, según José Emilio Pacheco, la novela y el cuento fueron instrumentos de la crítica radical. Su hija Andrea Revueltas decía en 1987 que los partidos de izquierda todavía no superan los problemas que planteó su padre. Y tal vez aún no lo han logrado.
En 1968, José Revueltas fue detenido y condenado a 16 años de prisión en la cárcel de Lecumberri. Lo acusaron de incitación a la rebelión, asociación delictuosa, sedición, daño a la propiedad, ataques a las vías de comunicación, robo, acopio de armas, homicidio y lesiones, por su participación en el movimiento estudiantil. El 10 de diciembre de 1969 inició junto con sus compañeros una huelga de hambre por tiempo indefinido que afectó brutalmente su salud.
El dramaturgo estadunidense Arthur Miller pidió al presidente Díaz Ordaz su excarcelación. Finalmente, fue liberado en mayo de 1971. Murió cinco años después, a los 61, el apasionado, generoso, enamorado, vital, inolvidable José Revueltas, a decir de Carlos Fuentes, el mismo sobre quien Julio Cortázar había dicho que tendría que haberse incluido en el boom latinoamericano. A 110 años de su nacimiento su obra sigue viva.
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