traidor
No a causa de la derrota sufrida en una sesión histórica, pues a fin de cuentas no alcanzar la victoria en una votación o competencia es un riesgo que se puede correr con prestancia, sin desdoro. Pero sí es desgastante el haber llevado con tal incapacidad la conducción de un episodio clave del proceso nacional en busca de mejoría institucional y, en particular, la exhibición de torpeza, imprecisión e incluso desmayada marrullería que fue mostrada a lo largo de la sesión plenaria de ayer.
Piña Hernández pareció ser descolocada por el giro de Alberto Pérez
Dayán, que era considerado parte del bloque de ocho ministros que se
suponía votarían a favor del proyecto político, no principalmente
jurídico, de Juan Luis González Alcántara Carrancá, con el cual se
pretendía acotar la reforma judicial desde la Corte, sacrificando
a los ministros (que así mantendrían sus jugosos haberes de retiro),
pero conservando la amplia estructura de segundo y tercer niveles,
constituida por jueces y magistrados. Una negociación
, abiertamente proponía el ministro GonzAlCa.
Todo cambió a partir del posicionamiento de Pérez Dayán, pues sin ese voto no se conseguiría la mayoría calificada (dos terceras partes de las decisiones expresadas), que buscaría modificar la reforma constitucional en mención. Pero la ministra presidenta, de bromeliáceo apellido, trató de tener otros datos, intentó habilitar una maroma aritmética aberrante, la cual esbozó con imprecisión para mandar la sesión a receso gastronómicopolítico (¿habrán pedido tacos al pastor, en aras de rapidez, pero… sin piña?) en busca de ajustar la trampa: que seis votos pudieran hacer, como mayoría simple, lo que siete no habrían alcanzado como mayoría calificada (dado que a los ocho originalmente necesitados se debía descontar al escindido Pérez Dayán).
La machincuepa numeral intentada por Piña no fue acompañada ni siquiera por el ministro GonzAlCa, pues es evidente que una mayoría calificada de seis votos corresponde a la futura integración de la Corte, con nueve miembros y no 11, como sucede actualmente. Con tal tentativa de marometa la ministra presidenta terminó de confirmarse como promotora y buscadora de tretas de baja estofa.
Al cierre tan apresurado de la muy importante plenaria, derrotados los ocho hasta entonces dominantes (incluso Pérez Dayán, el villano o traidor, a ojos de quienes antes lo apoyaban), se produjo una escena significativa, pues parte de los asistentes comenzaron a despedirse antes de que Piña Hernández diera por terminada la sesión, con ella tratando de imponer un orden protocolario que parecía ya a esas alturas lo menos importante.
Antes, en un momento no sólo anecdótico, la ministra Lenia Batres había expresado (wow, wow, wow
)
al escuchar el planteamiento piñal de que con seis votos se podría
invalidar parcialmente la reforma judicial que no había podido ser
tocada con siete. Es probable que en delante le sea difícil a la
ministra Piña mantener respeto y autoridad para conducir sesiones y para
seguir presidiendo una Corte que se le fue de las manos.
En otro escenario del supermartes de las definiciones, la elección presidencial estadunidense se mantenía, a la hora de cerrar esta columna, en el terreno del procesamiento oficial y del subibaja de versiones sobre avances o retrocesos de Kamala Harris y Donald Trump. Ya se verán los números y los significados de lo vivido esta noche electoral en el vecino país, además de las consecuencias prácticas en la política mundial y, desde luego, en el caso mexicano, particularmente en los temas de crimen organizado y migración. ¡Hasta mañana!
X: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, juliohdz@jornada.com.mx
En Israel, Netanyahu, cercano a Trump, apuesta al triunfo del republicano al despedir el mismo día de la elección en Estados Unidos, a su ministro de defensa Yoav Gallant, gran alia-do de la dupla Kamala/Biden (bit.ly/3NSPwRx).
Tanto en Israel como en su omnipotente diáspora en Estados Unidos se trasluce la colisión de dos bloques con sus antagónicas cosmogonías: por un lado, George Soros, de 94 años, y su muy agitado hijo Alexander (39 años) –presuntos controladores de Obama, los Clinton y Nancy Pelosi– apoyando a Kamala, esposa del jázaro (bit.ly/3QqemJr) Doug Emhoff, abogado de Hollywood, y, por otro lado, Netanyahu, sumado de Elon Musk, apuntalando al petrolero Trump, quien ostenta dos yernos a seguir: el especulador inmobiliario Jared Kushner y el libanés Michael Boulos, casado con Tiffany, quien ahora brilló más que Ivanka, su media hermana ausente.
Elon Musk ha tildado a George Soros de “misántropo (cnn.it/48EwDLz)”.
En Europa, Annalena Baerbock, la des-pistada ministra de relaciones exteriores de Alemania –cuyo novato partido Verde
no entendió el diferimiento generacional de la agenda verde
–acudió a Kiev a instruir al comediante jázaro Zelensky que llegó su tiempo de despedida (bit.ly/4hyimnL)–
sin contar el colapso del gabinete de coalición del canciller Olaf
Scholz, quien parece cederle la batuta del Partido Social Demócrata al
ex canciller Gerhard Schröder, aliado de Putin.
Cada quien lee y se anticipa a los resulta-dos oficiales de la crucial elección, donde se haignorado la dinámica del resultado en el Congreso, tan determinante para la gobernabilidadde cualquier ungid@ en las urnas electorales para unos y en las urnas funerarias para otros.
Las cada vez menos creíbles encuestas en Estados Unidos aseveran que el Senado será descolgado por los republicanos, mientras en la Cámara de Representantes existe un empate técnico: el epílogo de ambos casos alentará la imperativa gobernabilidad del controvertido sistema plutocrático, o su ingobernabilidad, dependiendo de los escenarios presidencial y legislativo.
La clave de la elección será cuádruple: desenlaces en la Presidencia, Senado y Cámara de Representantes y su (in)gobernabilidad subsecuente, que será epitomizada por la aceptación de triunfos y derrotas de los contrincantes.
María Zakharova, portavoz de la cancillería rusa, señala puntualmente que lo que está en juego es la monstruosa crisis
de la seudodemocracia en Estados Unidos que se ha vuelto antípoda de sí misma
, profundizando las divisiones sociales (bit.ly/48EQgTC).
Lo más transcendental subyace en la crisis consubstancial al sistema
estadunidense, que es mucho más profunda de lo que dejan ver las
querellas en su punta de iceberg cuando faltan “76 días peligrosos entre
la elección y la toma de posesión (bit.ly/3CfEoLY)”, según aduce Brian Michael Jenkins, prominente consejero del presidente del think tank RAND Corp –ONG
financiada por el Pentágono–, quien recientemente publicó su reporte Abordando la amenaza de la violencia política
en Estados Unidos (bit.ly/4hz9wGq).
El planteamiento de Jenkins suena lúgubre, pero algo ha de saber en
el seno del Pentágono cuando comenta que se puede escenificar violencia
electoral a partir del día de la elección hasta el ritual de unción, el
20 de enero: ¡76 días agonizantes! Abundarán sospechas de fraude,
rumores y fake news, que serán azuzados por agentes de gobiernos foráneos (sic) que intentan fomentar discordia y caos
.
Pensilvania, que cuenta con preciados 19 votos electorales,es gobernada por el jázaro Joshua David Shapiro, quien fue “voluntario (sic) en el ejército israelí (bit.ly/4fcaqqB)” y es el gran aliado de George Soros.
Desde ayer por la tarde, Trump denunció fraude masivo
en Filadelfia (la ciudad más poblada de Pensilvania; bit.ly/4fBI6h5).
Esto apenas empieza. Ya pasó un día estrujante. Faltan otros 75 de suspenso.
http://alfredojalife.com, Facebook: AlfredoJalife
Dignidadmultimillonaria
renuncias adelantadasque el pasado 30 de octubre,
por dignidad, presentaron ocho
ministrosde la Suprema Corte de Justicia de la Nación? (SCJN) Cerca de 32 millones de pesos anuales (64 millones en el primer bienio) y 25.5 millones a partir del tercer año de retiro, y alrededor de 2.4 millones adicionales anuales por cada uno de ellos por una serie de
beneficiosque tienen garantizados. Este último concepto implica una erogación de 19.2 millones de pesos cada 12 meses.
Quiéranlo o no, los mexicanos pagarán esa voluminosa cantidad para que los dignos ministros
vivan cómodamente y a plenitud, a pesar de tratarse de un grupo de
togados que intentó convertirse en poder político, no judicial, violentó
la decisión popular y se convirtió en grupo de choque para defender los
intereses de la oligarquía.
En promedio, cada uno de los dignos renunciantes
(según ellos mismos) se embolsará 4 millones de pesos anuales (en el primer bienio) por concepto de retiro
y 3 millones 187 mil 500 pesos a partir del tercer año, de acuerdo con
lo que ellos mismos aprobaron (100 por ciento de su último ingreso
durante los dos primeros años y 80 por ciento de éste a partir del
tercero).
A ello se suma que cada uno de ellos recibirá 2.4 millones anuales por beneficios
por una labor que ya no realizarán, toda vez que decidieron retirarse
de forma adelantada
.
Entre ellos se cuentan vehículo blindado (renovable cada cinco años),
chofer, apoyo para gasolina, seguridad personal (mínimo dos elementos) y
ayudante personal (secretario particular).
El paquete
de retiro
de los ocho ministros
tiene
una estructura semejante al que durante su estancia en Los Pinos armó y
aprobó Miguel de la Madrid para autorizar jugosas pensiones para los ex
presidentes, siendo él mismo, por una mera casualidad, el primero en
gozar de esas mieles. Con ese criterio (por llamarle de alguna manera),
los integrantes de la SCJN se subieron al carro de los beneficios
a los que creen tener derecho.
La Jornada publicó la detallada información que se cita, y especifica que los vehículos blindados que utilizan cada uno de los ministros
tiene una vida útil de cinco años, por lo que cada lustro será
necesario un gasto de 4 millones 200 mil pesos para su renovación, es
decir, una erogación de 33 millones 600 mil pesos cada cinco años para
que los retirados con dignidad
viajen cómodamente.
Además, refiere La Jornada, es necesario manifestar que en
la SCJN existe un área dedicada específicamente a brindar atención
logística y administrativa a ministros en activo y en retiro, la cual
implica una erogación de recursos importante para el erario, pues está
conformada por varios trabajadores
.
Luis María Aguilar Morales, defensor de evasores fiscales entre otras
gracias, recibirá cerca de 5 millones de pesos anuales durante el
primer bienio de retiro
y 4.3 millones a partir del tercero, más sus 2.4 millones anuales por beneficios y apoyos
,
es decir, 7.4 millones en total en los primeros dos años y casi 6. 7
millones cada 12 meses a partir del tercer año. Este inenarrable
personaje también renunció por adelantado, aunque su periodo como ministro
concluye el próximo día 30.
Norma Piña, quien dice ser presidenta de la SCJN y del Consejo de la Judicatura Federal, en el primer bienio de retiro
se embolsará 4 millones 427 mil pesos anuales y a partir del tercero 3
millones 821 pesos (más los citados 2.4 millones cada 12 meses) para que
viva dignamente
, como cada uno de los retirados
califican este saqueo. Eso costará a los mexicanos la dignidad
de la pandilla de los ocho.
Por cierto, ayer la presidenta Sheinbaum recordó un estudio publicado
en 2018 por Mexicanos contra la Corrupción (en ese momento presidido
por Claudito El tóxico), titulado El poder familiar de la Federación
(que entregó al Consejo de la Judicatura y a los ministros de la SCJN), en el que desnuda
,
señala la mandataria, “el nepotismo imperante en el Poder Judicial de
la Federación: al menos 500 jueces y magistrados de todo el país tienen
trabajando en tribunales y juzgados a esposas, hijos, papás, sobrinos,
tíos, cuñados y hasta suegras. Estas ‘redes clientelares’ se extienden a
más de 7 mil servidores públicos de 31 circuitos que también tienen
familiares en la nómina”, con lo que desvirtúan facultad constitucional
. Pero ayer el júnior apoyó a quienes seis años atrás desnudó
.
Las rebanadas del pastel
Buena relación
con quien resulte ganador de la elección presidencial en Estados Unidos, dice la presidenta Sheinbaum.
Calavera:
Detente, Muerte, en la puerta, / no entres hasta mi aposento. / Vienes hambrienta, presiento, / de almas… Aquí estoy alerta. / Cuidaré que, aunque tú experta / en levantones siniestros, / no me lleves. Que estos diestros / versos sirvan de conjuro / contra ti –no lo aseguro–, / contra tus golpes maestros. // Calaca, detente, para, / engarróteseme ahí, / ya sé que vienes por mí, / mas la versada me ampara. / Como ves, te doy la cara, / no te me escondo, calaca. / Calaca siquirisiaca, / te espero para decirte / que hoy sin mí habrás de irte, / así te cause resaca. // Me tiras el agarrón / y yo presto me retiro. / Todavía soy gallo giro / no obstante el de años montón / que me cargo. El espolón / afilado bien lo tengo… / Pero es más, ni te convengo, / búscate otro a quien marear, / yo aquí estoy a todo dar. / Ni para qué te entretengo. // Dioquis no vengo, me dice, / vine por ti, ¿cómo pues / irme sin presa? Al revés: / avise el golpe o no avise / se ha de dar tal como quise / y quiere mi voluntad. / Ay, Ricardo, la verdad, / la maldad ya te la hice. // Requiescat in pace, escucho, / descanse en paz el que tanto / alborotó con su espanto / –que negó y bastante, mucho– / por más que se puso trucho. / Adiós, Ricardo, ¿ya viste? / En fiambre te convertiste. / ¿No oyes ya las golondrinas? / Un cortejo de catrinas / te acompaña, y bien, ya fuiste.
El Haragán y Cía en el Vive Latino
Con un historial de más de 35 años permeados por el rock y
vivencias alrededor de este ritmo Luis Álvarez, líder de Haragán y Cía,
regresa al Festival Vive Latino. El grupo será el único representante
del rocanrol generado en el barrio. Y no es casual su presencia, porque
Luis ha sabido capturar, nítidamente con palabras y sonidos, cuadros
citadinos desde su primer disco, Valedores juveniles. Y han quedado como testimoniales canciones como Él no lo mató, Mi muñequita sintética y otras más. Esta presentación en el Vive es una más de Haragán. Luis recuerda: un
momento importante me sucedió en un Vive Latino (2018). Estaban,
imagínate, Gorillas y en otro escenario Cartel de Santa en el cierre;
qué reto me pusieron, tenía miedo, pánico escénico. ¿Cómo me ponían con
ellos? Me deprimí. Por fortuna nos fue bien: tuvimos lleno total, la
gente fue fiel a Haragán, no nos dejó. Fue inolvidable
. O sea, Haragán y Cía, la hará chida donde lo pongan.
PD: El pasado sábado 2 de noviembre se montó en el Tianguis del Chopo; una ofrenda dedicada a los 44 integrantes del Tianguis del Chopo fallecidos. Faltaron los consuetudinarios asistentes al Chopo: periodistas: Víctor Manuel Alatorre, Paco Zamudio, Ricardo Hernández; jornaleros: Manuel Ahumada, Félix Carapia y Arturo Cruz; músicos: Lalo Tex, Arturo Huizar, Pablo Cáncer, Charlie Monttana; chavas: Rita Guerrero, Maru Enríquez y Ángela Martínez; banda chida: Paco Pérez, Pillo Cano, Jorge Díaz, Bernardo Flores, Juan Heladio, Muni y Aurelio. Y mis extrañados Paco, Bruno y Angelina. Luminoso viaje a Mictlán a todos. Salú.
La decisión de Pérez Dayán de respetar la ley –sin por ello abandonar su rechazo a la reforma ni ocultar su deseo de que otras instancias anulen la voluntad popular– dejó desencajada a Piña Hernández y la llevó a cometer una postrera tentativa de violación de las reglas: al darse cuenta de que el bloque conservador había perdido la mayoría calificada de ocho ministros, propuso bajar el umbral a sólo seis, pese a que hace apenas un mes el pleno del máximo tribunal había confirmado la primera cifra.
Aunque con este desenlace concluye uno de los procesos más vergonzosos e inquietantes en la historia política y jurídica de México, es imprescindible conservar en la memoria los atropellos y despropósitos perpetrados por los ministros referidos, así como por miles de jueces y magistrados, a fin de que la ciudadanía sea consciente de hasta qué punto era impostergable la reforma a la Judicatura promovida por el ex presidente Andrés Manuel López Obrador. En defensa de su ideología, de sus adscripciones políticas y de sus intereses personales, buena parte del Poder Judicial se embarcó en una ruta de despropósitos que le hizo perder en el transcurso de unas semanas su ya lastimada legitimidad. Aunque la Ley de Amparo especifica que este mecanismo no puede usarse para suspender reformas constitucionales, los togados los otorgaron a un ritmo frenético. Y aunque nunca se habían aceptado a trámite controversias constitucionales presentadas por partidos políticos, esta vez se hicieron verdaderas maromas jurídicas para admitirlas. Todos los ministros sabían perfectamente que no pueden revisar la constitucionalidad de la Constitución, pero siete de ellos estuvieron dispuestos a hacerlo. La ministra presidenta fue más allá al amedrentar a los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para que mantuvieran al frente de dicho órgano a un personaje de largo pasado panista.
En suma, la sesión pública celebrada ayer por la Suprema Corte nunca
debió haber tenido lugar y, afortunadamente para México, su único efecto
fue consagrar el hundimiento moral de González, Piña, Laynez,
Gutiérrez, Farjat, Pardo y Aguilar. De manera paradójica, la ministra
presidenta abrió la discusión afirmando cualquiera que sea la decisión a la que arribemos, será retomada por los libros de historia de nuestro país
,
en lo cual no se equivocó: ella y seis de sus colegas ya están
inscritos en el registro de los prevaricadores, traficantes de
influencias y defraudadores de la democracia. En contraste, se
reconocerá el apego irrestricto a la Constitución de las ministras Lenia
Batres Guadarrama, Loretta Ortiz Ahlf y Yasmín Esquivel Mossa, así como
la rectificación –aunque fuera tardía y a regañadientes– de Pérez
Dayán.
El orden constitucional, la división de poderes y la voluntad popular han triunfado. La sociedad mexicana puede congratularse por ello, pero debe permanecer atenta e informada para asumir la gran responsabilidad que tendrá en sus manos al elegir a los juzgadores el año entrante. El país tiene ante sí una oportunidad inapreciable para lograr un Poder Judicial verdaderamente justo.
De acuerdo con las últimas proyecciones conocidas al
cierre de esta edición, el candidato republicano, Donald Trump, se
enfilaba claramente al triunfo en la elección presidencial celebrada
ayer en Estados Unidos, en tanto que su partido llevaba ventaja en el
número de senadores, representantes y gobernadores a elegir. El vuelco
del electorado hacia la derecha implicaría incluso que, en la muy
imperfecta democracia estadunidense –en la que la ciudadanía vota por
electores que a su vez elegirán al titular del Ejecutivo–, el magnate
derrotaría a su rival demócrata, Kamala Harris, incluso en el terreno
del llamado voto popular
, lo que representaría un hito, dado que
tanto Trump como el republicano que lo antecedió en la presidencia,
George W. Bush, llegaron a ella a pesar de haber obtenido menos votos
ciudadanos que sus adversarios.
De confirmarse, este resultado deberá ser interpretado, en primer lugar, como un voto de castigo a la administración de Joe Biden –en el que Harris ha fungido de vicepresidenta– por defraudar las expectativas que la sociedad progresista del país vecino depositó en ella. Debe recordarse que en el país más rico del mundo, la pobreza alcanza niveles escandalosos; que la globalidad neoliberal ha devastado las regiones industriales –como las de Wisconsin y Michigan, que en la elección anterior se inclinaron por Biden y esta vez se volcaron hacia el aspirante republicano–; que las desigualdades se han incrementado en forma sostenida en las décadas recientes, tanto con gobiernos republicanos como demócratas, y que la mayor parte de la riqueza generada en el país se ha quedado concentrada en un puñado de corporaciones.
Ante este saldo de desastre, el discurso trumpiano ha prometido el regreso a un pasado mítico, nebuloso y, en buena medida, inexistente, de prosperidad, lo que le permitió ganar para su causa a importantes núcleos obreros y agrarios, e incluso a grandes filones de las comunidades negra y latina, que hasta hace ocho años votaban de manera abrumadora a favor de los demócratas. A lo que puede verse, la fabricación de enemigos y de amenazas por parte de Trump –la maniobra discursiva de depositar en chinos, mexicanos o europeos la responsabilidad de los problemas generados por la propia configuración de la sociedad, la institucionalidad y el poder político estadunidense– surtió efecto.
En contraste, Kamala Harris cometió un error elemental: en un entorno polarizado apostó por ubicarse en la moderación de un centro político prácticamente extinto. En lugar de comprometerse con las mujeres, las minorías étnicas, las comunidades migrantes y los sectores depauperados del país, pretendió erigirse en defensora de una democracia desacreditada, meramente formal y desprovista de contenidos sociales.
Para la sociedad estadunidense la inminente victoria de Trump es una tragedia, porque son nulas las posibilidades de que un segundo gobierno suyo aporte mejoría a las mayorías y a los marginados a los que engatusó con su retórica beligerante y bravucona. Estará por verse en qué medida logra concretar sus estridentes amenazas hacia el resto del mundo, México incluido. Aunque, a juzgar por antecedentes –es decir, por su primera presidencia–, tal eventualidad es más bien remota. Porque, con todo y su verborrea de campaña, hostil y ominosa, el republicano restó a la política exterior de la Casa Blanca mucho del belicismo que le imprimió su antecesor demócrata.
En este contexto precario, ¿las tendencias religiosas del voto ayudarían a comprender mejor el comportamiento final de los votantes? La variable religiosa, que los sociólogos integran como factor de identificación partidista, ¿podría ser un indicador seguro?
El prestigioso Pew Research Center asevera que las intenciones de voto de los grupos religiosos nos ayudarán a definir al ganador de esta contienda. Los politólogos estadunidenses están divididos frente al alcance e impacto del factor religioso en los comicios.
Existe una clara división entre los votantes: un bloque republicano de votantes blancos, cristianos evangélicos y católicos. Por otro lado, una argamasa de votantes demócratas, compuesta por cristianos, católicos latinos, votantes étnicos, no cristianos, pero también sin religión.
La división religiosa es también política e ideológica. Los protestantes y católicos blancos son la población adinerada en EU. La clase media, urbana y con mayor escolaridad estará con Kamala Harris.
El ascenso de los llamados sin religión ha aumentado notoriamente y
replantea el mapa político religioso del país. Algunos llaman, la
irrupción de un nuevo eje ideológico que atraviesa todas las
confesiones. Así como entre los progresistas y conservadores. Esta nueva
configuración incide la práctica religiosa, es decir, la asistencia a
los servicios religiosos es un buen indicador. Los asistentes más
frecuentes a los servicios religiosos votan por los republicanos,
mientras los practicantes más ocasionales o de plano inasistentes, muy
probablemente votarán por demócratas. A este fenómeno cultural le llaman
algunos observadores la brecha de Dios
( God gap).
La relevancia del voto religioso viene desde los años 80 bajo la era de Ronald Reagan. Es el resultado del momento político internacional marcado por líderes conservadores como Margaret Thatcher y el papa Juan Pablo II, así como el progresivo derrumbamiento del bloque socialista. Las iglesias se politizan y determinan casi en bloque el voto de sus fieles.
El Partido Republicano desde los 80, y Donald Trump desde su entrada
en política, no escatimó esfuerzos para crear bloque republicanos
cristianos. Parece haberse transformado en el partido de Dios. El Dios
estadunidense. Los republicanos ahora parecen ser restauracionistas
,
al afirmar que las instituciones y sociedades de ese país son
originalmente de carácter cristiano. Se ha creado una nebulosa política
religiosa. Los republicanos han creado una heterogénea red de
organizaciones, grupos de presión y empresarios religiosos. La derecha,
los fundamentalistas y la ultraderecha hermanan objetivos y recursos.
El aborto en la disputa presidencial. ¿Qué pasa con el aborto? En junio de 2022, la Corte Suprema de EU anuló el derecho constitucional al aborto, conocido como el fallo Roe vs Wade, dejando la decisión en manos de cada entidad. Como resultado, 14 de los 50 estados de EU prohibieron el aborto en todas las etapas del embarazo con muy pocas excepciones. Cuatro lo han prohibido después de aproximadamente seis semanas de embarazo.
La prohibición se basa en la creencia religiosa alimentada por iglesias conservadoras de que la vida humana comienza en el momento de la concepción y que los niños no nacidos tienen derecho a la vida. Aunque el nuevo fallo fue celebrado por muchos republicanos y conservadores cristianos que querían prohibir el aborto en el país, las encuestas muestran que la mayoría de los estadunidenses en realidad apoyan el acceso al aborto. Harris ha expresado su firme apoyo al derecho al aborto en todo el país, mientras Trump ha reculado en el tema reclamando que se les ha pasado la mano. El poderoso bloque de cristianos republicanos empieza, electoralmente, a resquebrajarse.
De ganar Trump en esta elección se extenderá un manto conservador en todo el mundo, en especial en América Latina. Es preocupante que el concepto de supremacismo blanco se puede presentar como una ideología política o una religión. La supremacía de la raza blanca es un conjunto de dogmas que sustentan a las personas blancas como superiores a todas las otras razas y etnias. EU, el país elegido por Dios a expandir una noción del cristianismo y de la palabra de Dios. Por tanto, tienen el derecho del dominio político, económico, racial y religioso. Dicha supremacía blanca combate a otras etnias como los afroestadunidenses, latinos y judíos.
En EU, dicha hegemonía blanca la encontramos desde los orígenes de la nación al justificar la extinción de los grupos originarios y amparar la esclavitud. Pese a los históricos movimientos por la igualdad y defensa de los derechos humanos de las minorías, el supremacismo persiste en el sustrato de un país marcado por las continuas olas migratorias de todo el mundo. Un importante repunte de la preponderancia racial blanca se mostró en las elecciones de 2016 con el advenimiento de la administración Trump.
Para América Latina, el eventual triunfo de Trump sería un verdadero invierno, un desastre bajo una capa oscura de regresiones.
Ese día después de rendir protesta como presidente, Madero expresó: “Mi gobierno principia bajo augurios favorables, pues el pueblo mexicano ha dado pruebas de su gran capacidad para ejercer sus derechos políticos y gobernarse por sí mismo. La casi unidad de votos con que me ha honrado ese mismo pueblo para el alto puesto de presidente de la República me hace concebir la esperanza de que para llevar a cabo la ardua tarea que me ha sido confiada, contaré con la energía de todos los buenos mexicanos… Esta circunstancia me permitirá gobernar sin ningún género de compromisos y atento única y exclusivamente a vigilar que la voluntad del pueblo se respete y procurar la prosperidad y el engrandecimiento de nuestra patria”.
El gobierno de Madero respetó a los poderes Legislativo y Judicial, a los gobiernos estatales y municipales. Permitió una absoluta libertad de expresión. No podía traicionar sus principios, a pesar de que el Congreso federal era totalmente porfirista y que los periódicos y revistas, casi todos, eran contrarios a su causa. Estaba convencido de que había llegado la hora de instaurar la democracia, de que el pueblo podría elegir libremente a sus gobernantes y que éstos se encargarían de hacer las reformas que el país necesitaba para desarrollarse y resolver las demandas agrarias, laborales y educativas de la mayoría de la población. Madero atendería esas demandas, buscando resolverlas dentro de la ley y las instituciones. Su responsabilidad era garantizar elecciones libres y equitativas. El pueblo elegiría a los diputados y senadores federales, a los gobernadores y diputados de los estados y a los magistrados. Madero respetaría a esas autoridades y se coordinaría con ellas. Enviaría al Congreso las reformas que considerara necesarias, buscaría convencer a los legisladores y respetaría la decisión de ese poder soberano. No iría más allá de las facultades que le permitía la Constitución.
El gobierno de Madero fue ejemplo de democracia, libertad y respeto a la ley. Los trabajadores aprovecharon esa libertad para organizarse y luchar por sus demandas. Hubo gran efervescencia y movilización obrera. Estallaron muchas huelgas, la más grande, de los trabajadores textiles. Madero apoyó sus demandas. Los campesinos se movilizaron por tierras y comenzó a discutirse una ley agraria. Fue un gobierno en favor del pueblo, inspirado en ideales humanistas, en la legalidad y en las instituciones. No reprimió, no censuró, respetó el voto popular, creó instituciones, como el Departamento del Trabajo.
Sin embargo, desde los primeros días constató que su gobierno enfrentaría múltiples resistencias. Las clases dominantes, los grandes empresarios, hacendados, comerciantes, profesionistas exitosos, los dueños de la prensa temían que sus intereses y privilegios fueran afectados y que la etapa dorada de la que habían gozado con Díaz llegara a su fin. Los altos mandos el Ejército, humillados y ofendidos, no confiaban en el nuevo presidente, al que consideraban una traidor a su clase y un peligro para sus intereses como casta militar. Sufrió una brutal embestida de la prensa.
A Madero no lo dejaron gobernar. En los escasos 15 meses que duró su gobierno estallaron cuatro rebeliones. Emiliano Zapata y Pascual Orozco se rebelaron por considerar que Madero no resolvía con prontitud las demandas agrarias y laborales. Madero pudo derrotar la rebelión de Orozco, pero no la de Zapata. Las otras dos fueron rebeliones en el Ejército, encabezadas por Bernardo Reyes y Félix Díaz, levantamientos fácilmente derrotados.
Una quinta rebelión estalló el 9 de febrero de 1913, un alzamiento apoyado por mandos del Ejército, por los grupos conservadores y la jerarquía católica. Madero fue obligado a renunciar por la traición de Victoriano Huerta, quien ordenó asesinarlo. Terminó así el experimento democrático maderista, cuyo sueño, de hacer de México un país democrático, tardó muchas décadas en cumplirse.
La democracia mexicana debe mucho a Madero. Fue el primero en crear un partido político moderno, con base en principios y una estructura nacional de clubes democráticos. Él hizo la primera campaña política moderna, recorriendo buena parte del país con su credo democrático. Defendió por primera vez el voto y denuncio el fraude electoral de Díaz. Cuando se le cerraron las vías legales, llamó a la insurrección. Fue una gran rebelión que terminó con el Estado oligárquico, con su ejército, con su Constitución, y que sembró la semilla del Estado social que surgió de la Revolución. Madero es, con justicia, el padre de la democracia mexicana.
* Director general del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México
Una alucinación es una distorsión cognitiva producida por alteración de los sentidos que puede ser de carácter espontáneo o producida por el interés de quienes padecen esas distorsiones. Así, uno puede creer ante la presencia de un simple roedor la idea de que se trata de un animal con rabia o bien se puede suponer que una persona parecida a alguien quien nos agredía en la infancia es un enemigo permanente nuestro.
Actualmente vivimos un siglo de grandes diásporas se presentan múltiples migraciones de diversos tipos y las naciones dejan de ser autárticas para llenarse de colores, olores y sabores de muy diferentes orígenes. Ante tal situación, racistas y xenófobos empiezan a sufrir especies de delirium tremens al concebir a los migrantes como seres repelentes, detestables e indeseables. Aquí nos encontramos con una contradicción: multitud de grandes empresarios sobre todo en el mundo más desarrollado requieren a los migrantes por ser trabajadores que ofrecen mano de obra barata, requieren de poca o nula asistencia social, sufren sobrexplotación, y son fácilmente desechables y deportables, cuando las circunstancias lo requieren. Pero los grandes magnates se encuentran actualmente ante la desagradable sorpresa de que millones de migrantes y refugiados huyen de sus lugares de origen, incrementándose de manera protuberante, lo que es peor, organizándose para exigir sus derechos laborales y culturales procurando la equidad con los trabajadores nativos de los países receptores.
Ya no existen más las zonas monoculturales en casi todo el mundo; en casi todas partes el pluriculturalismo va imponiéndose como algo habitual en lo cotidiano. Los migrantes mexicanos, por ejemplo, que en Estados Unidos se calculan entre 12 y 18 millones según cifras diversas, han dejado de supeditarse al melting pot y van enriqueciendo al vecino país con una enorme cantidad de rasgos y complejos culturales. La manera más eficaz de combatir el racismo y xenofobia alucinantes es comprender la otredad, entender al diferente como alguien cercano y llegar a constituir una serie de acuerdos comunes, como una especie de denominador común existencial a pesar de lo disímbolo de las trayectorias personales de los sujetos implicados.
Las migraciones contemporáneas necesariamente ocasionarán cambios cualitativos en las relaciones entre capital y trabajo y en lo que atañe al desarrollo de nuevas formaciones culturales en las distintas naciones del mundo. Estos cambios, por supuesto, provocarán serios conflictos interétnicos y entre diversos grupos nacionales; lamentablemente no podrán descartarse en un futuro próximo embates genocidas como el que desarrolla el gobierno de Israel en la franja de Gaza y en Líbano. Si se da la luz verde a estos multihomicidios, no será nada extraño que en un próximo futuro diversas poblaciones puedan llegar a sufrir las mismas agresiones y crímenes que padecen los palestinos; al respecto, no sería sorprendente que en algunos días por venir muchos compatriotas nuestros padezcan incluso agresiones armadas por supremacistas blancos partidarios del señor Donald Trump y energúmenos aún peores. Y recordemos que el gran cantante Joan Manuel Serrat ha declarado que el mar Mediterráneo es un gran sarcófago de migrantes, muchos de los cuales han muerto no solamente por disturbios accidentales, sino por ataques deliberados en su contra.
En los momentos en que escribo este texto pienso en el notable evento que el Instituto Nacional de Antropología e Historia llevará acabo del 5 al 8 de noviembre del presente año; transmitido de manera virtual por YouTube INAH Tv de 10 a 15:30 horas. Se trata del tercer coloquio El impacto de las migraciones en el mundo globalizado, en el cual de forma virtual importantes especialistas en temas relacionados con los flujos migratorios, tratarán esta materia con la mayor profundidad posible tratando de sentar bases para el establecimiento de políticas migratorias de carácter democrático teniendo como soporte el apoyo de los propios sectores de migrantes y sus negociaciones y acuerdos con la notoria variedad de estados que existen en este planeta.
* DEAS-INAH
Decidir por la primera opción conducirá, en el extremo, a que sea ignorado su atrevimiento de alzarse por encima de sus capacidades y mandatos expresos de ministros. La segunda alternativa es precisamente eso: un cauce por el que recuperar lo que han extraviado en su pugna política frente a los otros dos poderes de la República. Insistir en que, el ingenioso ministro Carrancá, le dio al clavo negociador, es una actitud ingenua y bastante simple. Tal pergamino, sin lustre ni efectiva sensibilidad o inteligencia, no encausa la ya prolongada disputa por un sendero comprensible, legal o justo. Este ministro quiso mostrar, a descampado, cómo se elabora lo que bien puede ser un sabadazo cualquiera: airear una intención pretendidamente conciliadora. Aspira, este ministro maniobrero, lanzar una zanahoria a la Presidenta y a los legisladores, envuelta con sus autosacrificios. Posiciones que, de toda forma perderán los ocho (tal vez menos) rebeldes alzados en armas retóricas contra la capacidad de un reformador. Uno que es, con todas sus potencialidades en regla, un constituyente permanente.
Poco importan las aisladas voces que tratan a las calladas restarle legitimidad a este órgano institucional. Habría que recordarles que justamente para estos menesteres el electorado, les concedió 85 por ciento de las curules en juego. No consta, además, sólo de mayorías inscritas en la ley, sino el conjunto formado por el Congreso de la Unión y los similares de los estados. Eso es parte, quizá lo esencial, de la división de poderes. Ya verá si lo que queda fuera (SCJN) encabeza al resto del Poder Judicial. Poder que se encuentra en rebeldía constitutiva de delito o desacato a sus deberes. Recordar que los funcionarios públicos, y los jueces lo son, sólo pueden llevar a cabo lo explícitamente ordenado por la ley. Aserto que han estirado por arriba y por abajo, sólo para poner la culpa de ello, en los demás órganos de la unión.
Alegar que se vive una crisis constitucional porque, sostienen, no
existe certeza sobre cuál es el derecho vigente, quién es la autoridad
encargada de aplicarlo y cuales son las consecuencias de las decisiones
tomadas
. Vaya colección de frases sin sentido alguno. El derecho
vigente está plasmado en el pacto constitucional y de él emanan las
leyes que nos rigen. La autoridad encargada es, justamente, el actual
conjunto judicial que anda protestando y que será reformado en pocos
meses. Las consecuencias serán variadas. Las que corresponden a los
huelguistas y opositores están siendo procesadas por la ciudadanía y no
tardarán en mostrarse con claridad meridiana. La potestad que ejerza el
pueblo elector de jueces, magistrados y ministros, acomodará las piezas
faltantes. Elementos que hablarán con independencia efectiva, como lo
hacen respecto de los legisladores o del mismo Ejecutivo federal y
local.
Todos y cada uno de ellos usa, ese legítimo mandato popular, justamente ante cualquier intento de someterlos. Fincar la aparente defensa de los jueces en los modos tradicionales de ser nombrados es, con mucho, una ruta probadamente sinuosa y sometida a presiones, corrupción y conjuras. El actual es un tinglado de componendas que implican a poderes fácticos, partidos y medios de comunicación, que claman por el retorno de la acostumbrada impunidad: baste cuantificar las condenas o castigos a juzgadores que han tergiversado sus ordenamientos para justificar buena parte de las razones de su reforma integral.
Este martes se discutió lo declarado, concertadamente unánime por la
oposición, como documento propositivo, sensible y correcto, para zanjar
la disputa en curso. Sólo que únicamente sea la disputa, porque la
Constitución ya es ley suprema
con sus actuales modificaciones.
La ruta que los críticos han elegido, de nueva cuenta, basada en
argumentos vagos o francamente equivocados, acarrea la cantaleta que
cataloga, al actual gobierno, como autocrático. Vuelven así a las
apreciaciones erradas que los distancian del pueblo y sus necesidades.
Se espera que algunos ministros retomen la sensatez y se apeguen a la
llamada supremacía constitucional, cauce muy distinto al de las torpes
negociaciones.
Ante la incertidumbre anterior, el Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China lanzó en septiembre de 2024 un grupo de iniciativas para estimular la economía en 2024-2025 y se espera que el Comité Permanente de la XIV Asamblea Popular Nacional culmine el viernes 8 de noviembre con medidas económicas adicionales.
¿Cuál es el contexto de estos estímulos económicos? En 2020 China fue de las pocas economías globales que crecieron (2.2 por ciento del PIB) no obstante el covid-19, aunque desde 2022 tampoco ha logrado superar las expectativas de crecimiento. ¿Las razones? Si bien las exportaciones, el sector manufacturero y múltiples iniciativas para apuntalar la innovación en cadenas globales de valor específicas han logrado resultados notables, particularmente la demanda doméstica en China sigue sin lograr recuperar los niveles previos a la pandemia; el sector inmobiliario juega un papel crucial al respecto.
El Buró Político en septiembre, por un lado, explícitamente buscó
incentivar a los funcionarios a nivel local para hacerse responsables de
nuevos instrumentos para promover el crecimiento e innovar, es decir,
ir más allá de la disciplina política y la toma de decisiones
burocratizadas y, específicamente en torno al mercado inmobiliario en
aras de parar su caída y regresar a la estabilidad
. Desde
entonces se han tomado un grupo de medidas específicas. Por un lado, el
Banco Popular de China redujo sus tasas de interés (de 2.3 por ciento a 2
por ciento), además de aumentar el financiamiento hipotecario, permitir
el significativo relajamiento de las restricciones para la compra de
nuevas casas y reducir el porcentaje de anticipo o desembolso inicial.
Uno de los elementos fiscales principales permitiría reducir la deuda de
los gobiernos locales en casi 300 mil millones de dólares vía
financiamiento del Ministerio de Finanzas y recapitalizar a los grandes
bancos por hasta 200 mil millones de dólares. Después de casi un lustro
de restringir la adquisición de viviendas en contra de la especulación,
hoy en día sólo Pekín, Shanghái, Shenzhen y Hainan cuentan con
limitaciones al respecto. El contexto es importante: el sector,
incluyendo construcción y otros vinculados con la vivienda, participa
con casi 25 por ciento del PIB de China y las nuevas ventas anuales de
inmuebles con el 6 por ciento del PIB; los precios de viviendas
disminuyeron en la actualidad en un 9 por ciento (de su máximo a
mediados de 2021) y las ventas de nuevos inmuebles representan en la
actualidad el 60 por ciento de 2019.
A diferencia de las medidas fiscales resultantes de crisis anteriores, los estímulos actuales son mucho más cautos y en aras de apoyar a los gobiernos locales para reducir su endeudamiento y mejorar las condiciones y ventas de inmuebles vía políticas macroeconómicas y la eliminación de restricciones para la compra de nuevas viviendas. La expectativa del gobierno central chino es que los activos de las viviendas se recuperen y, así, logren superar el bajo dinamismo de los últimos años. Ante el apoyo a los gobiernos locales, en algunos casos, éstos pudieran adquirir viviendas que no logran venderse (por los desarrolladores privados) para ofrecerlas a precios más accesibles.
Uno de los objetivos del gobierno central en el último lustro fue reducir la especulación (las casas son para vivir en ellas, no para especular
)
y parece que están logrando avances importantes: los desarrolladores
privados de inmuebles en China lograron representar hasta el 60 por
ciento de las ventas anuales a mediados de 2021 y se redujo a 30 por
ciento. Como contraparte, los desarrolladores públicos incrementaron
significativamente su presencia en este sector crucial de la economía
china. Los objetivos al respecto son varios. Por un lado, reducir el
impacto político de los propietarios de estos desarrolladores privados
(por ejemplo de Xu Jiayin, de Evergrande, entre muchos otros) y, por
otro, reducir la espiral especulativa e inflacionaria de los inmuebles,
también para hacer frente a la exclusión, particularmente para los más
jóvenes (sin acceso a viviendas bajo estas condiciones).
Las lecciones para otros países, por ejemplo en América Latina y el Caribe, pueden ser significativas: reducción de tasas de interés, mejoría del acceso a viviendas vía créditos y condiciones hipotecarias, así como una mayor participación del sector público para reducir la exclusión (de jóvenes y otros). ¿Será?
* Profesor del Posgrado en Economía y coordinador del Centro de Estudios China-México de la UNAM
Medina creció en un entorno en el que la historia mexicana y la vida política e intelectual eran constantes referentes. Asumió la educación y la cultura como un gusto y un deber. Tiene el legado de su abuelo, figura destacada en la educación mexicana del siglo XX: José Dolores Medina Delgado fue un campesino sin tierra que aprendió a escribir y se convirtió en profesor en la primera etapa vasconcelista. Escaló todas las funciones del profesorado hasta volverse una autoridad educativa, lo que lo llevó a recibir la medalla Maestro Altamirano (1971-1972) por 50 años de servicio.
Indeciso entre estudiar literatura y filosofía, Cuauhtémoc optó por la historia. En la Universidad Nacional Autónoma de México se preparó con profesores destacados como Eduardo Blanquel y Alfredo López Austin, entre otros. En el Reino Unido obtuvo su doctorado en historia y teoría del arte por la Universidad de Essex, bajo la dirección de Dawn Adès, reconocida especialista en dadá y surrealismo. Además, estuvo en contacto con Jean Fisher y Nikos Papastergiadis; tomó cursos con referentes de la filosofía contemporánea como Jay Bernstein y Simon Critchley.
Posteriormente, tras su doctorado y de vuelta en México, Medina fue el primer curador de arte latinoamericano de la Tate, Galería Nacional de Arte Británico y Arte Moderno, de 2002 a 2008.
Lector devoto desde su juventud, Medina derivó en la crítica y curaduría de arte por dos casualidades: en la huelga del CEU de 1987, aprendió a valorar la práctica política real, pero en el movimiento entendió que la vocación política no era su camino. Poco después, su amigo cercano Renato González Mello lo invitó a trabajar en el Museo Carrillo Gil con el objetivo de evitar que la colección del museo viajara cada vez que el presidente de la República hacía un viaje diplomático.
En el Carrillo Gil, guiado por Armando Sáenz, se convirtió en curador. Fueron años intensos de experimentación y coproducción con artistas, generando exposiciones que fomentaban la interacción con argumentos académicos, descubrimientos intelectuales y críticas políticas y así crear una cultura viva, polémica y contemporánea.
En diciembre de 2000, con el ascenso del PAN al poder, el entonces rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, preocupado por el deterioro en la cultura, convocó a Gerardo Estrada para crear un programa cultural ambicioso. Estrada reunió a Olivier Debroise, Cuauhtémoc Medina y Graciela de la Torre a discutir el futuro, y esa conversación sentó las bases de lo que hoy es el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC).
Según Medina, el MUAC, adonde ingresó como curador en jefe en 2013, es
un espacio que da prioridad a la curaduría y la relación entre el museo
y la ansiedad del público, propiciando una sinergia entre estética y
crítica
. El museo buscó combinar formas culturales contradictorias:
la representación de arte crítico, la revisión historiográfica y obras
que tienden a la inclusión y la justicia social en el ámbito cultural;
un modelo mixto que quería activar la complejidad y la diversidad de la
sociedad contemporánea. Es un lugar de desacuerdo
, afirma Medina, donde
confluyen alternativas discordantes, una cacofonía que representa una
esperanza social para aquellos que no están convencidos de que los
domine la identidad
.
Medina considera que, en los 90, el arte contemporáneo era efímero y precario, un campo de clase media en un proceso recurrente de desaparición debido a la pobreza institucional. Sin embargo, esta tendencia minoritaria se convirtió en una cultura dominante, un poder de élite, un verdadero establishment que detenta prestigio y poder tanto global como local, lo que hace que el juego cultural sea significativo e importante para el público.
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