1/30/2009

Estamos ante la demostración palmaria de que la humanidad no ha renunciado a su parte bestial


Dr. José Enrique González Ruiz, compañero mexicano, luchador por los Derechos de Hombres y Pueblos afirma que solo a través de la Educación conseguiremos un mundo igualitario para todos.

Me preocupa el futuro de la Humanidad. ¿Cómo ves ese devenir?

En la juventud, tuve la ilusión de que la especie humana, caminaba siempre hacia adelante. Hoy, a los 63 años, no estoy tan seguro. Somos capaces de realizar las acciones más sublimes, pero también las más brutales.

El ejemplo más doloroso es lo que ocurre en Palestina, donde el poder israelí masacra sin misericordia a un pueblo digno y valiente, con el único fin de apoderarse de un territorio ajeno. Me causa horror imaginar que esta misma bestialidad podríamos estarla aplicando un día los mexicanos, al “recuperar” la mitad de país que Estados Unidos nos robó a mediados del siglo XIX. No quiero decir que los palestinos hayan robado a los judíos, sólo poner de relieve lo absurdo del argumento que mueve al sionismo.

Crees que los seres humanos somos, insaciables, que prima siempre el afan de notoriedad, de poder, de riqueza?

La brutalidad de los seres humanos no conoce límites. Para “justificarla”, recurren a algún tipo de argucia religiosa, política, racial o ideológica. Por encima de otros valores, las personas privilegian su seguridad. En aras de ésta, están dispuestas a sacrificar la justicia, la igualdad y la democracia. Por eso perviven los gobiernos autoritarios y dictatoriales, disfrazados de democráticos.

Te conozco, me consta que res optimista a pesar de todo, ante la vida, ante el hombre

Creo en la persona humana y en su potencia creadora; lo es tanto, que puede inventar dioses a su imagen y semejanza. Confío en que cada generación hará lo necesario para sobrevivir y salir adelante, y deseo que lo haga con base en la comunión con sus semejantes.

Tú, profesor universitario, ¿Cómo analizas la situación político-económica de tu país?

Aunque suena a cliché gastado, México es un país inmensamente rico con una multitud inexplicable de pobres. Contamos con gran cantidad de recursos naturales, que no se distribuyen de forma adecuada, buena parte de la población se debate en condiciones de miseria y marginación, existe una pésima distribución de los bienes terrenales.

Padecemos, como la mayor parte de la Humanidad, los efectos de un sistema político-económico intrínsecamente perverso, que es el capitalismo. Ya se sabe que en éste, los frutos del trabajo colectivo se concentran en muy pocos, que por añadidura detentan el poder político. No soy ingenuo para creer que la igualdad absoluta reinará algún día sobre la tierra; pero personalmente desearía que fuese posible alcanzarla, para que los hombres y las mujeres pudiésemos vivir en paz y armonía
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El hombre es un ser depredador, destruye, arrasa la Naturaleza

El hombre es el lobo del hombre. Y esto es más evidente en el capitalismo que en cualquier otro sistema inventado por el ser humano. La sociedad perfecta sólo existe en nuestros ideales. Son hermosos los tratados que buscan “la Ciudad de Dios” o “El Reino de la Justicia”, pero la convivencia es mucho más que aspiraciones y deseos. Son los intereses y las apremiantes necesidades los motores primordiales de la conducta humana; las fraternidades y las utopías son siempre metas por conseguir. Admiro la sagacidad de Eduardo Galeano que nos propone caminar incesantemente en pos de ellas.

México en el Siglo XX vivió una revolución democrático-burguesa, muchos muertos

Costó un millón de muertos en una población de o­nce millones. Ese gran movimiento social nos trajo algún reparto de los bienes materiales, y propició el crecimiento de una amplia clase media, donde encontramos acomodo los que accedimos a la educación superior. Sólo que los que ascendimos en nuestro nivel de vida (yo soy el feliz tercer integrante de una familia de doce hermanos), lo hicimos a costa del campo, que nunca progresó. Las ciudades surgieron y se expandieron a costa de los pobladores del agro, para los que no alcanzó el banquete del “modelo de desarrollo estabilizador”. Tuvimos una especie de “dictablanda”, con un régimen que oprimía y negaba la democracia, pero que compartía con sectores amplios de la población los beneficios del crecimiento económico. Como toda sociedad capitalista, la nuestra creció basada en la injusticia y la explotación del trabajo, pero para ciertos sectores hubo participación.

En el siglo XX, nos urbanizamos: los jóvenes de hoy conocen la leche, mas no la vaca; y comen huevos, pero no saben que salen de una gallina. Nos invadió con fuerza la cultura del Imperio gringo, sobre todo por medio del cine y la música. Y los gobiernos priistas, corruptos hasta la médula, nos endeudaron hasta la total imposibilidad de pago. El Imperio nos dejó crecer un poco, a cambio de encadenarnos con una deuda impagable.

Luego vino la crisis capitalista de principios de los años 80

Se expresó expresó con dureza: caímos en estado de insolvencia, al no poder pagar los intereses de la deuda externa. Y nos cayó una plaga peor que las bíblicas de Egipto: el neoliberalismo. Aarrasó con la clase media y generó una desastrosa polarización social sin resistencia,se había derrumbado la Europa del este y en el mundo, los experimentos del socialismo real. Las cadenas que nos unen al Imperio se apretaron más.

¿Cuenta México con alternativas al modelo neoliberal?¿Habria sido distinto si hubiese ganado López Obrador la Presidencia de la República?

Como en todo el planetas on débiles, dispersas y poco claras en sus propuestas políticas y económicas. Algunas se dirigen más a la sanción del capitalismo que a la búsqueda de opciones de transformación sustancial. En 2006 Andrés Manuel López Obrador, podía haber sido, como Presidente, el centro gravitacional del poder en México. No fuimos capaces de impedir que la derecha impusiera a Felipe Calderón Hinojosa, el cual se ha encargado de aplicar a sangre y fuego la “medicina” privatizadora. Es un joven ambicioso, rodeado de similares y conexos, que viene de la tradición histórica del panismo umbilicalmente ligado a la jerarquía católica. Nada de extraño tiene, que se haya puesto de rodillas ante el Imperio, al firmar el “Plan Mérida”, versión para nosotros del “Plan Colombia” que tantos éxitos ha hecho cosechar al genocida Álvaro Uribe en Colombia.

Hubo polémica respecto a la votación con fraude comprobado

El pueblo mexicano no pudo parar el fraude electoral, y Calderón “gobierna” en beneficio exclusivamente de la plutocracia mexicana y de sus patrones norteamericanos y europeos. Cuenta con la colaboración de los jerarcas católicos y de los profetas de los medios radiofónicos y televisivos, que a diario denostan a López Obrador y a sus seguidores. Estamos pagando las consecuencias, con una país sumido en la violencia que desató la “guerra al narcotráfico”, cuyos perfiles son abiertamente contrainsurgentes. Atenco y Oaxaca, donde personeros del gobierno cometieron crímenes de lesa humanidad, siguen impunes.

Hay quienes piensan que México se mueve por un reloj secular: en 1810 hizo su independencia y en 1910 su revolución. Esperan que en 2010 dé una batalla formidable por el Nuevo Socialismo.

Por lo que respecta a la Universidad, ¿cuál es el nivel de vuestros estudiantes, en cuanto a sensibilidad, capacidad, de análisis, de crítica?

Hablamos de quienes habrán de conducir esta sociedad, que se desenvuelven en un complicado entorno que ha privado a los jóvenes no únicamente de oportunidades, sino hasta de esperanzas. Parte importante de la juventud ha caído en el pesimismo y vive para el momento, para lo inmediato. Se da cuenta de que, en la sociedad actual “triunfan” los inescrupulosos y los defraudadores, y por eso aspira a parecerse a ellos para ser “triunfador”. Con el agravante de la droga, que es un poderoso instrumento de anulación de la voluntad, y al que muchos recurren para escapar de una realidad que no les gusta. Otra forma de evasión es emigrar al “Primer Mundo”.

Enrique, así le llamamos los amigos, muestra su esperanza cuando habla de algunos jóvenes, y de sorpresas agradables.

De cuando en cuando aparecen muchachos brillantes como estrellas. Se preocupan por los problemas sociales, se organizan y actúan. Así sucedió en la huelga de la Universidad nacional Autónoma de México de 1999-2000, cuando la llamada “Generación X” defendió la educación popular.

En resumen, no hay una sola juventud, sino varias conviviendo. Yo apuesto por aquella que comparte las inquietudes y las necesidades de la mayoría de nuestra sociedad. Confío en que harán las cosas mejor que nosotros y que construirán un mundo más vivible. Cuesta trabajo convencer a los jóvenes de que ser honesto vale la pena en términos de cosecha de largo plazo.

¿Cómo son los doctores y licenciados que prodigan sus enseñanzas a los futuros conductores de tu México?

Mi país cuenta con una masa crítica capaz de formar adecuadamente a las nuevas generaciones. La intelectualidad es, en términos generales, de pensamiento progresista y hasta de izquierda. Durante siglos, los mexicanos hemos construido un fuerte sistema de educación pública, laica y gratuita. Éste se empezó a edificar cuando la derecha fue derrotada por los liberales juaristas, y se consolidó con la decidida participación de los enseñantes. Hoy en día ese sistema resiste exitosamente los embates del neoliberalismo privatizante y fundamentalista.

Tristemente, igual que en nuestro país, tienen un adversario gigantesco: los medios masivos de información al servicio del capital.

Los diarios, la radio y, sobre todo, la televisión difunden basura desculturizante y mediatizadora. Forma parte de los poderes fácticos que moldean conciencias.

Los docentes universitarios tenemos que contender con esa influencia perniciosa, avalada por la jerarquía católica, que sueña con recuperar el control de la educación que tuvo antes de que nos independizáramos intelectualmente. Entre ambos- jerarquía y televisoras- tratan de convertir al ser humano en mero homo mercatur. Muchos académicos se encandilaron con el neoliberalismo individualizante y entraron a la loca carrera por conseguir puntajes que los hagan ver más importantes y sabios. Son coleccionistas de “medallitas”, con las cuales van ganando posiciones en los tabuladores oficiales, diseñados para controlar la producción del saber.

Cómo es la vida en tu país, uno de los más adictos a los señores del Norte.

Somos el producto del mestizaje entre el blanco y la indígena, producto de la expansión imperial de España durante el siglo XVI. No nos sentimos europeos, pero tampoco originarios. La amalgama sigue haciéndose todos los días. La riqueza de nuestra cultura precolombina es inmensa, por más que los conquistadores hayan hecho, por varios siglos, lo indecible por destruirla. La consideraban “diabólica” y “pecaminosa”, por lo que consideraban su cristiano deber, acabarla. No lograron, sin embargo, asimilarnos totalmente a su cosmovisión.El destino nos designó, además, como vecino al Imperio más guerrerista que hayan contemplado los siglos, el cual siempre nos ha considerado como su “patio trasero”; la parte de la casa donde se colocan los telebrejos que ya no funcionan. Padecemos los efectos de la “Doctrina Monroe”, que en 1823 declaró que América era para los americanos (considerando como americanos únicamente a los estadounidenses). Son un pueblo admirable por industrioso y trabajador, pero también temible porque nunca se sacian de consumir recursos naturales.

La influencia de los Estados Unidos es avasalladora; su alto nivel de riqueza nos impacta por todos lados.En nuestro ser interior, somos antimperialistas porque sufrimos el despojo de la mitad del territorio nacional; pero la realidad de la cercanía con el imperio nos ha impuesto fuertes cargas de dependencia pero, hacemos el esfuerzo por construir una patria independiente y soberana.

¿Qué piensas de lo que está sucediendo en Bolivia, para mí un fenómeno curioso, donde el pueblo, sobre todo indígena, ha dicho No más vasallaje, queremos decidir nuestro futuro.

Los bolivianos tienen la oportunidad histórica de zafarse del yugo de la dominación que se les impuso por siglos. No será un proceso sencillo, porque tienen enfrente a una parte de su propia sociedad que no desea el cambio porque es beneficiaria del status quo.
El racismo no es solo una categoría de análisis social, sino una dolorosa realidad. Hay “blancos” que no soportan tener un presidente indígena, porque siguen considerando que es inferior a ellos. Esto agita odios y remueve intolerancias, a las cuales habrá de enfrentar el pueblo de Bolivia.

¿Evo Morales es pués el resultado de la evolución histórica de la lucha popular?

Proviene de las filas de los de abajo y a éstos sirve. Quienes en aras de la pureza de sus análisis políticos lo descalifican, cometen un serio error. El Imperio y sus aliados internos no van a darse por vencidos fácilmente. Están en juego sus intereses y van a pelear por ellos. De modo que vienen batallas decisorias, que empiezan por la aprobación de la magnífica Constitución que la Constituyente redactó. Cerremos filas en torno a ese pueblo y su dirigente indígena.

¿El resultado de las elecciones en EE.UU. y el acceso de Obama a la Presidencia modificará las reglas respecto a Latinoamérica ?

Resultó muy gratificante ver cómo perdieron los republicanos encabezados por Bush, culpable de la muerte de cientos de miles de iraquíes, afganos. Es prueba de que los norteamericanos consideran fallida la aventura guerrerista que tanto dolor y devastación llevó a esos países. Pero no podemos sacar conclusiones demasiado optimistas. Porque Obama puede ser un blanco disfrazado de negro; “más de lo mismo”. Quienes lo llevaron a la Presidencia son los miembros del Consejo de Administración del Imperio, del cual él, sólo es el gerente. Ya sabemos que en la democracia del mercado los puestos públicos se ofertan a quien tiene dinero para comprarlos.Quizá las circunstancias de la crisis que están padeciendo lleven a Obama a proponer algunas medidas que atenúen los efectos del neoliberalismo, pero sólo para salvar al sistema capitalista. Y éste funciona bien en el mundo desarrollado, a costa de la explotación del resto del globo.

Siempre se habla de México por temas de represión, de violencia de género, de persecución en contra de los no adictos. ¿Qué hay de cierto? ¿Existen paramilitares?

Un sistema tan opresivo como el neoliberal, sólo puede imponerse con la violencia de Estado. Desde que se desmanteló el “Estado de Bienestar” se agudizó la fuerza contra la población. Nunca hemos vivido un régimen democrático, siempre hemos padecido violencia gubernamental contra los disidentes, los opositores. El sistema electoral está organizado de tal forma que aparenta ser democrático, pero realmente gana las elecciones el que más dinero invierte. Los partidos son franquicias para los grupos de presión de la sociedad. El pueblo no ha podido hacer efectiva su voluntad, para convertirla en leyes y en acciones de gobierno. Se reprime con brutalidad a quien resiste y actúa contra decisiones como la privatización de las aguas, las minas y los servicios públicos. Una novedad en este sentido consiste en que nos han traído, como proyectos de desarrollo, empresas de tratamiento de desechos altamente tóxicos. El paramilitarismo, sí existe en Chiapas, donde el gobierno lo organizó para hostigar permanentemente a las bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Hacen los trabajos más sucios como la matanza de Acteal, que el ejército oficial no podría hacer sin grave desgaste.

Horroriza la situación de Palestina-Israel en este mes de enero de 2009. Es un polvorín que puede hacer estallar el mundo. Allá la vida no tiene precio. El sacrificio de vidas humanas indefensas tiene sin cuidado a los gobiernos.

Mi corazón sangra cuando veo lo que está haciendo el gobierno israelita –apoyado por el Imperio del mal- al pueblo palestino. No entiendo cómo pueden actuar con tanta crueldad, haciendo lo mismo que a los judíos hizo el nazismo. Mi mente no alcanza a comprender cuáles pueden ser los argumentos, las razones, que manejen los agresores.
“El mundo patas arriba”, dijo Galeano: los atacantes diciéndose agredidos; los gobiernos “democráticos” pidiendo prudencia a las víctimas; los organismos internacionales en total parálisis; y los palestinos cargando con un dolor inmenso que nos alcanza a muchos.Estamos ante la demostración palmaria de que la humanidad no ha renunciado a su parte bestial. Con tal de alcanzar sus propósitos, el régimen sionista se permite masacrar inocentes y dar la cara al mundo como si estuviera haciendo una gran acción. Esto anticipa futuras tormentas, porque el daño es tan profundo e intenso, que tardará siglos para desaparecer.

Estamos de acuerdo en que nosotros, los que seguimos creyendo en la justicia y la paz, debemos seguir gritando, aunque nuestra voz clame en el desierto. Nunca renunciaremos al derecho que tenemos de señalar los crímenes y los criminales, de defender lo que creemos justo y de luchar porque un día el mundo sea distinto.

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