6/26/2012

Mujeres rurales poseen menos del 20 por ciento de la tierra

Urgen políticas para garantizarles acceso a la propiedad: CEPAL


Por la Redacción

México, DF, 25 jun 12 (CIMAC).- Para lograr el desarrollo sostenible en América Latina (AL) y el Caribe se debe incluir a las mujeres como “actores clave” en el diseño e implementación de políticas y programas que les permitan mayor acceso a créditos, capacitación, tecnología y derecho a la propiedad.

En un comunicado, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) señala que para reconocer la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres se requiere un “pacto global” que mejore “integralmente” su inserción en el empleo, y genere políticas públicas de cuidado (infantil y de personas adultas mayores, enfermas o con discapacidad), que les permitan mayor autonomía económica.

De acuerdo con esta agencia de Naciones Unidas, la función de las mujeres es fundamental en la conservación, explotación y aprovechamiento de los recursos naturales “como consumidoras y educadoras”, a pesar de afrontar “serias limitaciones” para su acceso y control.

Por ejemplo las mujeres rurales, quienes en AL poseen menos del 20 por ciento de la tierra, son las principales productoras agrícolas, por lo que “son imprescindibles para sostener la seguridad alimentaria de los países”.

La CEPAL sostiene que si las mujeres tuvieran el mismo acceso que los hombres a la producción agrícola, ésta aumentaría “considerablemente”.

En Ecuador y Guatemala 61.8 y 43.7 por ciento de las mujeres ocupadas en áreas rurales se dedican a la producción de autoconsumo, comparado con 47.8 y 31.7 por ciento de los hombres, respectivamente.

El trabajo no remunerado de autoconsumo lo realizan generalmente las mujeres, especialmente la recolección de leña y el acarreo de agua, ésta es la tendencia regional.

Por ejemplo, las mexicanas realizan el 80.9 por ciento del total de las horas de trabajo no remunerado en los hogares, según el Instituto de Estadística y Geografía (Inegi).

A pesar de que ellas son quienes más trabajan en los 17 países de la región, son quienes tienen menos ingresos propios.

Según la CEPAL, en la región la proporción de mujeres sin ingresos propios de 1994 a 2010 pasó de 54 a 32 por ciento, mientras que la cantidad de hombres en esta condición disminuyó de 16 a 13 por ciento. A pesar de que la población de mujeres sin ingresos propios se ha reducido, sigue siendo más del doble que la de los hombres.

A ello se suma que las mujeres son mayoría entre las poblaciones pobres impactadas por las múltiples crisis (alimentaria, climática, energética y financiera), que generan desigualdades sociales y riesgos ambientales.

En este escenario, concluye la CEPAL, la inclusión de las mujeres como “actores clave” también implica reconocer su contribución “a la reducción del riesgo y el liderazgo femenino para enfrentar los desastres” naturales y sociales.

12/GCJ/RMB

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