5/31/2013

Productividad, la nueva convocatoria

 

Utopía

 

 

Eduardo Ibarra Aguirre

 

Construir “un gran acuerdo nacional” para incrementar la productividad con el objetivo de que México alcance “todo su potencial”, compita en la aldea global yque así “cada mexicano pueda escribir su propia historia de éxito”; tal es la nueva convocatoria del titular del Ejecutivo federal, al instalar el comité presidido por el secretario de Hacienda, coordinado por el del Trabajo, y del que forman parte un dirigente cetemista, el presidente del electoralmente faccioso Consejo Coordinador Empresarial y el rector José Narro.

Bajo el enunciado de “democratizar la productividad” en un país donde decreció al 0.7 por ciento anual en las últimas tres décadas (las del capitalismo salvaje de compadres), Enrique Peña estableció que “el gran reto” sólo puede afrontarse si se comprometen el Ejecutivo en sus tres niveles, los trabajadores, los empresarios desde el micro hasta el socio o dueño de una trasnacional, los académicos y la sociedad.

Para Peña Nieto una economía “sólo puede crecer de manera sostenida cuando es productiva”. Explica que Chile y Corea del Sur han logrado desarrollarse gracias a sus crecientes niveles de productividad, de 1.1% y 2.4% respectivamente cada año. Mientras que el costo de la caída mexicana es enorme y para explicarlo el mexiquense se instala en el inexistente hubiera: “Si en ese periodo hubiéramos incrementado nuestra productividad como Estados Unidos, el producto interno bruto per cápita de México sería hoy 50% superior. Por sí solo esto constituye el principal obstáculo para alcanzar nuestro máximo potencial”. Sin demérito del gran crecimiento de Seúl, es pertinente subrayar que encabeza el índice de suicidios en la aldea.

Con sencilla fórmula, Enrique Peña explica que “ser más productivos no significa trabajar más, sino trabajar mejor”. El concepto productividad tiene varias connotaciones, sostienen especialistas, pero la definición más telegráfica consiste en “lograr más con menos”. O más elaborado: Es la relación entre la cantidad de bienes y servicios producidos y la cantidad de recursos utilizados; la productividad es un indicador que refleja que tan bien se están usando los recursos de una economía en la producción de bienes o servicios. Expertos advierten sobre la frecuencia con que se confunde la productividad con la eficiencia, la eficacia y la intensidad del trabajo. Un intérprete de Carlos Marx dice que para el genio alemán “(…) el grado social de productividad del trabajo se expresa en el volumen de la magnitud relativa de los medios de producción que un obrero, durante un tiempo dado y con la misma tensión de la fuerza de trabajo, transformada en producto…”

Narro llamó la atención sobre el lugar mediano que ocupa México entre las naciones porque no puso suficiente atención en lo educativo y porque “no hemos ampliado con suficiencia las capacidades científicas y tecnológicas, y a que la innovación no ha ocupado un papel destacado en las políticas públicas”.

De acuerdo a la OCDE, México es el país, entre sus integrantes, donde más se trabaja, y reconoce Peña que los trabajadores “no ganan lo suficiente”.

Los instrumentos para estimular la productividad son, a juicio del inquilino principal de Los Pinos: La reforma educativa –que hasta hoy consiste en enunciados constitucionales–, la reforma laboral que “facilitará la generación de empleos formales mejor remunerados” y para varios laboralistas apunta a todo lo contrario, “la reforma financiera (que) democratizará el acceso al crédito (¿por decreto?) y la reforma de competencia y telecomunicaciones (que) promoverá la oferta de insumos de mejor calidad a precios más bajos”.

El diagnóstico acaso es compartible, pero los instrumentos son más que polémicos. 

Acuse de recibo

“Despenalizar las drogas con fines lúdicos acarrearía un grave problema de salud pública, como lo que ha sucedido con la diabetes; ahora, cuánto presupuesto se destinaría a rehabilitar a estos lúdicos narcotizados. Cuestión de nunca acabar”; comenta Benjamín Espinosa Mercado sobre Narcóticos, despenalización y frivolidad (29-V-13)… Los legisladoresAlejandro Ojeda y Aleida Alavez denunciaron ante la Procuraduría General de la República “mas de 30 casos” de usuarios de la Comisión Federal de Electricidad que fueron “procesados y encarcelados por no pagar” el recibo de la luz, “criminalizando la pobreza”, pese a que se trató de “cobros excesivos” de la “La empresa de clase mundial”… Consumo que en el caso de este escribidor pasó a 627 pesos en el último bimestre, cuando el anterior cobro fue de 282 pesos. La CFE como instrumento de recaudación del gobierno… Porfirio Muñoz Ledo relata en El Universal: “Comencé a tener relación política y amistosa con Arnoldo Martínez Verdugo hacia 1988, en el momento estelar de la transición mexicana.” Y todo porque en los años 70 declinó la invitación de Hugo Tulio Meléndez Preciado para que se encontrara con el líder del Partido Comunista. “Ya conversé con Martínez Nateras”, adujo Muñoz Ledo como secretario de Educación Pública.

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