9/18/2017

Impulsan proyecto de ley para castigar a quienes contraten a prostitutas


Si en vez de inhibir, regula, el Estado se vuelve proxeneta

Fernando Camacho Servín
Periódico La Jornada

Un grupo de académicas feministas está preparando una iniciativa de ley para que en México se adopte una norma similar al llamado modelo nórdico, mediante el cual se prohíbe la prostitución y se castiga a los consumidores de la misma, pero no a quienes la ejercen, con el objetivo de combatir la trata de personas.
En entrevista con La Jornada, la abogada y luchadora social Andrea Medina afirmó que, históricamente, el Estado nunca ha podido dar una respuesta adecuada a las necesidades de las personas que ejercen el trabajo sexual, a quienes ha tratado de encasillar con esquemas de prohibición o de reglamentación.
El primero, subrayó la colaboradora de la Red Mesa de Mujeres de Ciudad Juárez, está basado en una postura de doble moral, mientras que el segundo plantea que, ante la supuesta imposibilidad de erradicar la prostitución, es necesario administrarla, lo cual ha conformado un Estado proxeneta que obtiene beneficios de la explotación sexual de las mujeres, sobre todo.
La reglamentación, añadió, desde sus inicios ha generado formas muy claras de corrupción y violación a los derechos humanos de las personas que se encuentran en prostitución, además de hacer que se pierda la línea de lo que significa la explotación sexual y la trata de personas.
Por tal razón, surgieron propuestas como el modelo nórdico –llamado así porque se creó en Suecia, en 1999–, que ilegaliza la contratación de servicios sexuales y castiga a quienes los buscan, pero no a las personas que los brindan.
A partir de este esquema, el colectivo Mujeres Pensando –integrado por antropólogas, economistas, sociólogas, historiadoras y activistas– se encuentra afinando una iniciativa de ley para replicar el modelo nórdico, primero en la Ciudad de México, para después estudiar la viabilidad de aplicarlo en el resto del país.
Muchas de las mujeres que están en prostitución iniciaron desde la infancia y no ven alternativas, por eso se tendrían que crear programas específicos de acceso al trabajo y de recuperación de sus relaciones sociales, además de medidas inmediatas de seguridad para quienes estén en riesgo de sufrir violencia, incluso el cambio de su identidad, explicó.
Medina subrayó que el modelo nórdico ha sido exitoso en los países donde se ha aplicado, y aunque la sanción a los consumidores de servicios sexuales es un elemento importante, sería necesario trabajar en la prevención de este fenómeno y hacer un debate serio sobre la masculinidad que concibe como normal violentar a las mujeres.

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