3/18/2008

La sucia personalidad de Alvaro Uribe......


Denuncia Ecuador campaña mediática del gobierno colombiano en su contra
■ El periódico identifica al funcionario ecuatoriano en una plática con Raúl Reyes; Patricio Etchegaray, líder del Partido Comunista argentino, confirma que es él quien aparece en la imagen
Dpa, Afp y Reuters

Quito, 17 de marzo. El gobierno de Ecuador denunció hoy que la administración del derechista Álvaro Uribe, de Colombia, sostiene una “campaña mediática maliciosa y de desinformación”, que este lunes fue puesta en evidencia cuando el diario conservador El Tiempo de Bogotá trató de asociar al ministro ecuatoriano de Seguridad Interna y Externa, Gustavo Larrea, con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), al identificarlo en una fotografía con el líder guerrillero Raúl Reyes, muerto el primero de marzo en un bombardeo de las fuerzas militares colombianas.

La persona fotografiada en un campamento insurgente con Reyes es en realidad el secretario general del Partido Comunista de Argentina, Patricio Etchegaray, quien confirmó a la corresponsal de La Jornada en Buenos Aires, Stella Calloni, que hace tres años sostuvo, efectivamente, una larga entrevista con Reyes en una zona bajo control rebelde dentro de Colombia.

Tras la difusión de la noticia, que circuló en momentos en que Ecuador exigía en la Organización de Estados Americanos (OEA) una “condena” a la agresión militar colombiana sobre su territorio, Larrea dijo que la acción propagandística del gobierno colombiano es un nuevo intento por desprestigiar al gobierno ecuatoriano.

La administración de Uribe busca “distraer la atención sobre la violación a la soberanía de Ecuador”, dijo a su vez el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Según El Tiempo, la fotografía es uno de los archivos contenidos en una de las computadoras portátiles supuestamente halladas por tropas colombianas durante la incursión en el campamento guerrillero ubicado en un paraje de la provincia ecuatoriana de Sucumbíos, a dos kilómetros de la frontera con Colombia.

Las computadoras, “fábricas de noticias”
Desde que dio a conocer los resultados de la operación militar en el norte de Ecuador, las autoridades colombianas informaron de la existencia de los equipos de cómputo, que se han convertido en “fábrica de noticias”, toda vez que de ellas se han extraído diversos archivos que El Tiempo ha publicado desde hace dos semanas, incluidos los documentos que intentan exhibir los supuestos nexos de funcionarios de Ecuador y Venezuela con las FARC.

Otro de los archivos almacenados en las computadoras sirvieron, según los gobiernos de Colombia y Costa Rica, para localizar el pasado sábado una vivienda en San José donde estaban escondidos 480 mil dólares, que supuestamente servirían para financiar actividades de las FARC fuera de Colombia.

El Tiempo es copropiedad de la familia Santos en sociedad con el grupo editorial Planeta de España. Dos miembros de esa familia ocupan actualmente puestos en el gobierno colombiano: Francisco Santos Calderón, vicepresidente de la República, y Juan Manuel Santos Calderón, ministro de Defensa desde julio de 2006. Eduardo Santos Montejo, ex dueño del periódico y director hasta 1976, fue presidente de Colombia (1938-1942).

“Es una maniobra burda que pretende golpear al más grosero estilo de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos y busca perjudicar al gobierno de un país que fue agredido”, dijo Etchegaray al comentar la publicación de la fotografía.
Etchegaray, que en 1998 publicó en La Jornada (
www.jornada.unam.mx/1998/09/17/las.html) una entrevista con el comandante de las FARC, Manuel Marulanda (Tirofijo), dijo que no le sorprendería que más fotografías aparezcan en los próximos días, dado que gente de todo el mundo ha viajado a Colombia para hablar con los dirigentes insurgentes colombianos.
Por la tarde, El Tiempo rectificó la información y aseguró que la identidad de las personas mostradas en la fotografía fue proporcionada por la policía colombiana.

Luis Hernández Navarro
Álvaro Uribe, señor de las sombras y Los Pinos

La colombiana Virginia Vallejo es una mujer peculiar. Nacida en 1949, dotada de una belleza notable, fue presentadora de televisión, modelo, actriz y reportera. En julio de 2006 un avión de la DEA la sacó de su país natal para que declarara en Estados Unidos en el juicio contra los hermanos Rodríguez Orejuela. Era, además, testigo clave en el asesinato de un candidato presidencial y la masacre del Palacio de Justicia.
Célebre más por su vida amorosa que por sus cualidades profesionales, Virginia fue una verdadera diva. Cortejada por hombres del poder y del dinero, en 1982 cayó profundamente enamorada de otro personaje singular: el narcotraficante Pablo Escobar, jefe del cártel de Medellín. Durante más de cinco años fue su amante.

Al calor de la intimidad, la presentadora de televisión se enteró de la obra y milagros de su amado capo. También de la de muchos de sus amigos, importantes políticos incluidos. Supo así los estrechos lazos que unen con la droga al actual presidente de Colombia, Álvaro Uribe.

Muerto Pablo Escobar, guardó silencio durante 20 años. Hasta que en 2007 publicó Amando a Pablo, un libro escandaloso, no por las aventuras sentimentales que narra, sino porque presenta una dramática radiografía de los vínculos que existen entre la droga y la política en Colombia.

Exiliada en Miami, declaró el año pasado al periódico El País que “el narcoestado soñado por Escobar en Colombia tiene más vigencia que nunca”. Según ella, “los narcotraficantes prosperaron en Colombia no porque fueran unos genios, sino porque los presidentes eran muy baratos”.

Virginia Vallejo asegura que Pablo Escobar idolatraba a Álvaro Uribe. Cuando el hoy presidente era director de Aeronáutica Civil, concedió decenas de licencias para pistas de aterrizaje y centenares de permisos para aviones y helicópteros sobre los que se construyó la infraestructura del narcotráfico. “Pablo solía decir –declaró al diario español–: ‘si no fuera por este muchacho bendito, tendríamos que estar nadando hasta Miami para llevar la droga a los gringos’”.

A la agencia Efe le confesó que Carlos Holguín, ministro de Justicia, es la cuota en el gobierno colombiano de los narcotraficantes del cártel de Cali, y que el asesor presidencial José Obdulio Gaviria es primo de Pablo Escobar.
Los testimonios de la diva sobre el mandatario colombiano coinciden con buen número de investigaciones. Unos años antes, en 1987, el periodista Fabio Castillo publicó el libro Los jinetes de la cocaína. Allí documenta cómo, siendo Uribe alcalde de Medellín en 1982, cortó el listón con el que se inauguró un programa de viviendas de bajo costo financiado por Pablo Escobar.

En marzo de 2002, el periodista Al Giordano escribió en Narco News un reportaje titulado “La subida de Uribe desde Medellín: el precursor del narcoestado”. Entre otras revelaciones, Giordano mostró un documento firmado por el jefe de la DEA Donnie R. Marshall el 3 de agosto de 2001, que notificaba la captura de varios aviones con cargamentos de insumos para la producción de coca. Las naves se dirigían a Medellín, a nombre de una empresa llamada GMP Productos Químicos. Las 50 toneladas del precursor químico eran suficientes para fabricar 500 toneladas de hidroclorato de cocaína, con un valor en la calle de 15 mil millones de dólares. El dueño de la empresa era Pedro Juan Moreno Villa, jefe de campaña presidencial, ex secretario de gobierno y, por mucho tiempo, mano derecha de Álvaro Uribe Vélez.

En 2004 la revista Newsweek dio a conocer un informe de inteligencia del Departamento de Defensa de Estados Unidos que ubica a Álvaro Uribe en el lugar 82 de una lista de los 104 personajes vinculados con el negocio de la cocaína en Colombia. Según el documento, el hoy mandatario “ha trabajado para el cártel de Medellín y es amigo cercano de Pablo Escobar.”

Los periodistas Joseph Contreras y Fernando Garavito publicaron en 2002 Biografía no autorizada de Álvaro Uribe Vélez, el señor de las sombras, detallada investigación de la trama secreta que muestra el poder detrás del poder del presidente colombiano. La investigación narra con lujo de pormenores las relaciones de Uribe con el narcotráfico. La aparición del libro obligó a Fernando Garavito a salir exiliado de su país.

¿Por qué, a pesar de las múltiples evidencias que ligan al mandatario colombiano con el tráfico de cocaína, Estados Unidos no hace nada contra él? Pues porque es el principal y más fiel aliado de la administración de George W. Bush en la región.

No lo es de toda la clase política estadunidense. En abril de 2007 Al Gore, el hoy premio Nobel, se negó a participar en una conferencia sobre medio ambiente realizada en Miami para no sentarse al lado de Álvaro Uribe, por los vínculos del presidente con los grupos paramilitares.

El señor de las sombras es también el mejor amigo de Felipe Calderón en Sudamérica. A pesar de las continuas declaraciones de Los Pinos sobre la guerra sin cuartel contra el narcotráfico, la política colombiana de “seguridad democrática” es tomada como ejemplo a seguir por la administración calderonista. Por eso la cancillería mexicana no ha expresado una sola protesta por el asesinato de cuatro jóvenes en Ecuador, a manos del ejército colombiano. Una vergüenza.

El diario colombiano afirmó mediante una fotografía que un ministro ecuatoriano se reunía con las FARC adjudicándole la identidad del ministro a un líder social argentinoSe destapa la campaña de mentiras del diario El Tiempo contra el gobierno ecuatoriano

Pascual Serrano
Rebelión

La operación del diario colombiano El Tiempo, cercano al gobierno de Uribe, difundiendo una foto el pasado 17 de marzo del comandante de las FARC Raúl Reyes acompañado, decían, del ministro ecuatoriano Gustavo Larrea fue desmontada ese mismo día.

Se trataba de una fotografía con la que el gobierno colombiano pretendía demostrar las relaciones de Ecuador con la guerrilla y que, incluso, fue distribuida entre la sesión de cancilleres de la OEA.

La información publicada por el diario también detallaba en el texto la presencia del ministro ecuatoriano con el líder de las FARC: “La imagen en la que aparece el ministro de Seguridad de Ecuador y conocido por El Tiempo, corrobora el correo enviado por el extinto guerrillero a ‘Manuel Marulanda’, máximo comandante de las FARC, sobre el encuentro que mantuvo con el Ministro”

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