11/06/2008

Hace tres lustros


Utopía
Eduardo Ibarra Aguirre

Un día como el domingo 9, pero de 1993, fue secuestrado en Hermosillo, Sonora, el general José Francisco Gallardo Rodríguez.

Escribí secuestrado porque al ser detenido en el Cuartel General de la IV Zona Militar, sede también de la Comandancia del 4º. Cuerpo de Caballería de Defensas Rurales, responsabilidad que cubría Gallardo, no le presentaron ninguna orden de aprehensión, requisito indispensable también para los más que parciales tribunales castrenses. En éstos, los mandos militares son juez y parte, y por ello se hace la voluntad del secretario de la Defensa Nacional en turno, antes y durante los gobiernos de la alternancia en la Presidencia de la República.

“¡Con que muy defensor de los derechos humanos! ¿Verdad cabrón? A ver qué cuentas le rindes al jefe”.
Tal fue la frase con la que consumaron el operativo, a cargo del jefe de la Policía Judicial Militar, general Guillermo Álvarez Nahra, quien lo amenazó con tirarlo al mar durante el vuelo de la capital sonorense al Distrito Federal. Simultáneamente, en el DF se presentaron en las oficinas de la revista Forum --en la colonia Obrero Popular de la delegación Azcapotzalco--, el mayor David Espinoza Alvarado y un escribano vestidos de militares, para recabar toda la información que se les antojó al intimidar al dueño e impresor del mensuario que publicó el ensayo Las necesidades de un ombudsman militar en México, en el número 22 de octubre de 1993.
Trasladado al cuartel general de la PJM, Gallardo Rodríguez quedó en calidad de prisionero en el Campo Militar Número Uno, por la Averiguación Previa SC/167/93/II en la que se le fincaban responsabilidades penales por difamación al Ejército y faltas al Código de Honor Militar, al publicar la síntesis de la tesis de maestría, cursada en la Universidad Nacional Autónoma de México.
El 11 de noviembre, el general Mario Guillermo Fromow García, procurador general de Justicia Militar y padre de María de los Ángeles Fromow Rangel, cometió el despropósito anticonstitucional de citar a comparecer --bajo amenaza, por escrito y con su firma--, ante la Segunda Agencia Investigadora del Ministerio Público Militar a quien esto escribe.
Mi presencia en las dos comparecencias ante la PGJM y después como testigo en descargo del general prisionero, rompió el errático esquema a los hombres de Antonio Riviello Bazán, acostumbrados como están a aterrorizar a conciencias críticas o comprarlas.
Dos errores elementales cometió el poderoso grupo castrense que aún influye en la Sedena y del que forma parte Rafael Marcial Macedo de la Concha: procesar a Gallardo por presuntos delitos de opinión e implicar al editor de Forum. La torpeza suscitó la irritación generalizada en el ámbito periodístico, aunque no necesariamente se reflejaba públicamente por razones obvias, y el protagonismo creciente de las organizaciones civiles defensoras de los derechos humanos.
La justicia de la Unión amparó a José Francisco Gallardo y propinó un revés al grupo castrense que sació sus apetitos de venganza sometiéndome, durante tres años, a la condición de indiciado en la Procuraduría General de República. El grupo litigó en forma siniestra para mantener al general tras las rejas durante más de ocho años, incluidos dos años y medio de mazmorra por órdenes de Enrique Cervantes Aguirre, a través de 27 averiguaciones previas, nueve causas penales, nueve autos de formal prisión y dos sentencias de 28 años y 14 meses.
En tanto que Forum fue sometida a intentos de boicot publicitario –ni remotamente parecido al actual que es draconiano--, un asalto a las oficinas y los números telefónicos intervenidos hasta la fecha. Tres lustros después le comparto, generoso lector, esta vivencia. Si usted quiere con el sistema nervioso deteriorado, mas con la capacidad de ver de frente, escribir sin autocensuras, además del derecho ganado a pulso para escudriñar a las fuerzas armadas.
Acuse de recibo
Para la periodista María Concepción Salcedo Meza “Mientras en México la solidaridad se exprese, florecerán las libertades democráticas, como la de ejercer la expresión de las ideas. Debemos congratularnos de que aún existe un gremio periodístico lúcido, solidario y firme que no baja la guardia ante los embates del poder. Una vez más, me uno ante el boicot a Forum”… Maby Fregoso Zepeda responde al listado de 131 Pronunciamientos sobre el boicot a Forum, remitiendo lo siguiente: “El Consejo Nacional del Colegio de Periodistas de Chile condena los frecuentes y horrorosos asesinatos de periodistas que vienen produciéndose en México desde hace tiempo. La Comisión Nacional de DDHH de México informó el 25 de octubre que en los 10 meses transcurridos de 2008 han ocurrido nueve muertes y dos desapariciones de periodistas, la cifra más alta desde 2006, cuando se dieron 10 muertes e igual número de desapariciones”…
El filósofo y ensayista Carlos Pereyra Boldrini recibió un homenaje en la UNAM, de la que fue un brillante y joven profesor durante un cuarto de siglo en la Facultad de Filosofía y Letras.


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