11/05/2008

Irresponsabilidad y traición dejar morir la lucha de Morelos



Por: Pedro Echeverría V

1. En 2006 se dejó sola, por las izquierdas “dispuestas a morir en la raya”, la lucha de los profesores y la APPO en Oaxaca. Fuera de dos o tres comisiones de “apoyo moral” y de algunas declaraciones de prensa, los compañeros de Oaxaca tuvieron que batirse solos contra el gran poder del gobernador asesino del PRI (Ulises Ruiz), de la cacique sindical del SNTE (Esther Gordillo) y los abiertos apoyos de los gobiernos panistas de Fox y Calderón. Aunque esa heroica batalla ha ido consolidando una gran fuerza, después de más de seis meses (mayo/diciembre) debería reconocerse, que fue casi aniquilada por la brutal represión. La clase en el poder se unió y cumplió con su cometido de defender sus instituciones; por el contrario, cada grupo de la izquierda siguió preocupado por defender sus intereses particulares traicionando a Oaxaca.

2. Ahora, con las mismas características que las batallas oaxaqueñas, desde hace dos meses y medio (13 de agosto) el 90 por ciento de los 25 mil profesores de Morelos se encuentran en paro y en guardia en el centro histórico de Cuernavaca, la capital del estado. Han recibido el apoyo en sus marchas de miles de profesores de Oaxaca, Michoacán, DF, Puebla, etcétera (apoyo que no recibió Oaxaca), pero de todas maneras resulta poco ante las amenazas de otro gobierno con tendencias fascista que, como panista, cuenta con todo el apoyo del gobierno federal. López Obrador tiene fuerza en Morelos, los electricistas, los de la UNT, los campesinos en lucha, los zapatistas del EZLN y otras organizaciones de izquierda tienen presencia en Morelos. ¿Qué esperan para dar su apoyo concreto y militante? ¿Esperan acaso que el gobierno fascista los reprima como en Oaxaca?

3. ¿No se recuerda acaso que los días 6, 7, 8 y 9 de octubre los gobierno estatal y federal utilizaron toda la fuerza del estado de Morelos para militarizar con elementos del Ejército Federal Mexicano y tropas de la Policía Federal Preventiva con el pretexto de desalojar y reabrir las carreteras en Tres Marías, Amayuca y Xoxocotla y así garantizar el libre tránsito? Pero aprovechando se cometieron toda clase de abusos de poder, violaciones graves a los derechos humanos, con una gran cantidad de heridos, detenidos, allanamientos de morada, agresiones a niños y mujeres, ancianos y pueblo en general, estableciendo por lo tanto una represión generalizada que representa más que un acto de justicia y de reestablecimiento del orden y la legalidad un verdadero acto de venganza, como lo documentamos de Comisión Independiente de Derechos Humanos de Morelos y el Centro de Derechos Humanos Digna Ochoa con la participación de decenas de promotoras.

4. La batalla de los profesores de Morelos es la misma que la de la APPO, la de los Michoacanos, guerrerenses o las de las secciones 9, 10 y 11 del DF; pero también es la misma que la de los lópezobradoristas, electricistas o zapatistas. Hoy puede dirigirse contra la llamada “Alianza por la Calidad Educativa” (ACE) que buscan imponer el sindicato charro (vendido) y el gobierno ilegítimo de Calderón, así como antes fueron batallas por defender la educación pública, gratuita, laica, por la democracia y la independencia sindicales o por becas, desayunos y libros gratuitos para los alumnos. La lucha por la educación en México ocupa, junto a la batalla por los servicios de salud, un primer lugar entre la izquierda. Por eso es un poco inexplicable que la izquierda esté ausente y que los estudiantes de la UNAM, UAM, CCH, Bachilleres no estén “echando toda la carne al azadón” por Morelos.

5. Los gobiernos federal y estatal panistas tienen el dedo en el gatillo; están dispuestos a dar la orden para reprimir a los profesores que hoy están a la vanguardia de la lucha nacional. Sin embargo deben saber que si dan ese paso se puede “incendiar la pradera” porque en los últimos dos años (entre las luchas de Oaxaca y Morelos) las cosas han cambiado porque el hecho que ejército que esté en las calles y que el pueblo esté siendo acosado agudiza las contradicciones. ¿Tendrá capacidad el gobierno derechista para entender la realidad? Los profesores solamente están demandando la suspensión de la llamada ACE (tal como lo lograron los oaxaqueños y michoacanos porque, según han demostrado con amplitud, lesionan directamente los intereses de los profesores y de la educación) Sin embargo la terquedad gubernamental de Calderón y Esther Gordillo por imponer ese proyecto demuestra que no tienen otras ideas que presentar.

6. ¿Acaso cree el gobierno de Calderón que con reprimir las luchas de Morelos, incluso encarcelando a sus líderes, va a calmar todo el descontento? Si después de la brutal represión en Oaxaca los meses de noviembre y diciembre de 2006 Calderón, el PRI y el gobernador Ulises Ruiz reconfirmaron su fuerza, no se puede esperar lo mismo en Morelos. ¿Qué tal si estallan otros movimiento armados y se fortalecen los existentes? De la lucha de los profesores, que evidentemente cuenta con el apoyo del pueblo de Morelos (tal como hemos visto en las manifestaciones del 2 y 24 de octubre) se pueden esperar varias cosas imprevistas. ¿Se olvida que ese estado vio nacer a Emiliano Zapata y dio cobijo a sus luchas que sólo pudieron derrotar por el carrancismo mediante la traición? ¿No sabe acaso el gobierno que las raíces comunitarias y solidarias campesinas tuvieron terreno propicio en ese heroico estado?

7. López Obrador, junto al neozapatismo agrupado en el EZLN, los trabajadores electricistas y los de la UNT tienen la oportunidad de dar una batalla conjunta y de derrotar contundentemente al gobierno fascista de Morelos. Las demandas serían las mismas: educación y salud al servicio del pueblo, lucha contra la carestía y la privatización y libertad inmediata a los presos de Atenco. ¿Cuántos días sin carreteras, sin luz, sin teléfonos y sin bancos podrá aguantar el estado y el gobierno de Calderón? A veces pienso que la obediencia del gobierno (ejecutivo, legislativo y judicial) depende de la actitud que tome el pueblo. No es una simple frase decir “que el gobierno obedezca al pueblo” sino que puede hacerse realidad cuando el pueblo organizado lo quiera. ¿Puede el 90 por ciento de 25 mil maestros, apoyados por los padres de familia y otros sectores de la población exigir en un estado la renuncia de su gobernador?

8. ¿Qué tal si nos hemos pasado más de medio siglo en la izquierda diciendo que nuestro pueblo no está dispuesto a luchar a fondo (por no estar preparado para ello) y quienes hemos frenado las luchas, las hemos negociado por cobardes, somos quienes en algún momento teníamos alguna influencia en ellas? ¿Qué tal si la izquierda y centroizquierda estuviera realmente comprometida, fuera decidida y acompañara la justa indignación del pueblo como casi nunca lo ha hecho? ¿Y qué tal si nuestras innumerables lecturas en vez de hacernos más conscientes y luchadores han contribuido a domesticarnos, a paralizarnos y a ser muy respetuoso del mundo establecido? Quizá tengamos que hacer una profunda revisión de nuestras teorías políticas, pero entre tanto dejemos de pensar mucho las cosas y permitamos que los trabajadores, o los acompañemos como Marx planteó en 1871 en París, a tomar con toda la pasión el cielo.

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