2/04/2009

Periodistas pal cafe.....


Astillero
Julio Hernández López

Fax: 5605-2099

■ Atípicos SA
■ Autoridades bonsái
■ Refinación electorera

Devaluado de origen y sabidamente pequeño de talla política para enfrentar los rudos comicios venideros, el consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE) tiene una oportunidad de reivindicación y crecimiento en el escándalo de los espots dolosamente transmitidos en irritante paquete por las rejegas televisoras unidas. Si el IFE bonsái, y su presidente V (¡ah!) Zurita, no son capaces de demostrar sapiencia y mando para doblegar al gigante mediático bicéfalo, entonces a nadie deberá sorprender que el proceso comicial en curso transcurra bajo explícita e impune conducción de los poderes de facto a los que las autoridades electorales prestarán dócil marco de mera convalidación práctica.
Nada hace suponer, sin embargo, que los consejeros del citado ife (realmente debe ir con minúsculas) estén en condiciones de oponerse a las maniobras marrulleras del poder televisivo que va en campaña contra los espots institucionales que si hubiesen sido pagados habrían encontrado inmejorable colocación y ánimo sonriente. Ayer mismo, el sucesor de Luis Carlos Ugalde hizo saber que lo hecho por Televisa y Televisión Azteca son conductas “atípicas” que deberán ser analizadas por un comité de radio y televisión para ver si más delante se toman algunas decisiones en torno al tema (eso sí, hubo un enérgico e implacable ultimátum de esa instancia del IFE para que quienes violentaron su normatividad expliquen en 24 horas sus razones). Esa postura timorata de quien más ofendido debería estar por el grave maltrato tendencioso que se dio a material e instrucciones del IFE, fue reproducida por el abogado de las ricas causas de la nación, el dieguista Fernando Gómez Mont, que hizo anunciar la instalación de “mesas de trabajo” para tratar de que “concilien posiciones” tanto uno de los elementos del poder electoral, el IFE, como las dos principales entidades del poder televisivo constituido. Cual si fuesen partes iguales, cual si el instituto no fuese una entidad pública y privado el duopolio mediático, el bufete de ricos actualmente apoderado de Bucareli pretende sentar en igualdad de circunstancias a ambas partes.
Equidad en el trato y justicia en la decisión es lo que piden los gobernadores de los estados que aspiran a que la nueva refinería sea construida en sus demarcaciones. Provistos de estudios y justificaciones múltiples, esos mandatarios estatales temen, sin embargo, que la resolución federal sea atípica o, más bien, típica del felipismo: que se entregue la importante obra a Campeche como una suerte de contratista homenaje póstumo al desaparecido Juan Camilo Mouriño y que incluso los grandes beneficios socioeconómicos de esa inversión sean manipulados para presentarlos como incentivo a favor del PAN a los votantes de la entidad sede del Grupo Energético del Sureste. Por lo pronto, ayer Calderón estuvo en la entidad sureña, a unos días del escandaloso y punible destape del candidato oficial de la familia Mouriño al relevo campechano y, aparte de insistir en sus desmesurados elogios al madrileño muerto, recordó que éste impulsaba en Campeche las inversiones, la justicia fiscal e “incluso los proyectos asociados a una posible nueva refinería”. Atipicidades típicas, como la desmemoria galopante exhibida ayer, cuando aquel que fanfarroneaba con tener todo para enfrentar en excelentes condiciones la catástrofe económica por venir (catarrito mexicano frente a la neumonía gringa: ¡pobrecitos poderosos que no se habían preparado para la crisis como los sorprendentes tercermundistas del traspatio!) ahora acepta que, bueno, pues, en realidad, sí viene una tormenta financiera (ante la cual la preocupante tipicidad calderónica se sueña como jinetes roqueros, Felipe como Jim Morrison; el gabinete como The Doors) que no se debe desestimar, y que él, el optimista de ayer, ni quiere ni piensa ni desea “engañar a nadie” sobre los rayos y centellas ya desatados.

El día atípico se completó con el cantante de banda sinaloense Julio Preciado olvidando la letra del Himno Nacional en la inauguración de un torneo de beisbol (“al sonoro rugir del bridón”, entre otras innovaciones), con un general de brigada asesinado en Cancún donde tan alto grado militar asesoraba en materia de seguridad pública a una presidencia municipal, la de ese centro de operaciones del narcotráfico internacional, y con centenares de personas participando en un cerco cívico a una de las pirámides de Teotihuacán en protesta por las faenas destructoras de Quique Gaviotón y su INAH desalmado a cuenta de un espectáculo de resplandores de monedas.

Astillas

Hoy habrán de anotarse los aspirantes a la candidatura priísta para gobernar Nuevo León. La convocatoria del partido de tres colores ha sido largamente discutida en sus ámbitos cupulares ante el riesgo de ruptura entre Rodrigo Medina Cruz, el joven que es el favorito de Natividad González Parás, el actual mandatario, y Abel Guerra, también funcionario, pero de inferior nivel (Rodrigo es secretario general de Gobierno), de la administración de Nati. Otro pretendiente es Benjamín Clariond Reyes Retana, que ya tuvo el cargo pero de manera interina. El fantasma que ronda las elecciones de julio próximo en aquella región norteña es el de los arreglos entre los dueños de la entidad para que el próximo mandatario sea el senador panista Fernando Elizondo, bien visto por el foxismo (fue secretario de Energía, y la esposa fue directora de Vamos México), el calderonismo (que lo impulsa con mañas propias del PRI más primitivo), y los grandes capitalistas regiomontanos. Hay quienes creen que el empeño de Nati en hacer candidato a su tierno delfín, Medina Cruz, tiene como propósito el ofrecer una opción débil y doblegable que acepte sin problema su derrota ante el predestinado Elizondo, cuyo ascenso ya estaría negociado entre todos los factores reales de poder de aquella estratégica entidad… Y, mientras la Sedeso inicia con fuerza la ejecución de sus programas de rentabilidad electoral, ¡hasta mañana, con el dólar casi a 15 pesos, lo que a muchos hace exclamar “¡A veinte!”

Clase Política
Miguel Ángel Rivera

■ Revisión sobre el tope

Si anteriormente el exiliado dirigente del sindicato minero Napoleón Gómez Urrutia generó rencores en los altos niveles del gobierno federal, su actitud de rebeldía seguramente le acarreará nuevos problemas, pues violó, en plena crisis, el extraoficial tope al aumento de salarios.

En efecto, en la primera revisión de contrato colectivo del presente año 2009, los trabajadores de la sección 270 del sindicato minero obtuvieron de la empresa Luismin-Gold Corp, por conducto de su empresa Minera Nucay, de Mezcala, Guerrero, 9 por ciento de aumento directo al salario, otro 9 por ciento en bonos y, adicionalmente, 40 por ciento de incremento promedio en la retabulación de categorías de los trabajadores.
Adicionalmente obtuvieron otras mejoras, como 20 por ciento más en seguros de vida.

La cosecha

El IFE inició la impresión de los documentos electorales con los emblemas de los partidos políticos, cuyos representantes dieron el visto bueno de las muestras presentadas por Talleres Gráficos de México. Los documentos fueron aprobados por los representantes de los partidos Nueva Alianza, Convergencia, Verde, Revolucionario Institucional y Acción Nacional…

Luego de indicios de conflictos internos, la dirigencia del PRI en Nuevo León parece haber llegado a un acuerdo para postular un candidato de unidad al gobierno del estado. El designado será el ex secretario de Gobierno Rodrigo Medina de la Cruz, a quien sus seguidores insisten en ubicar entre las figuras jóvenes del tricolor. Como parte del acuerdo, su principal contendiente en lo interno, Abel Guerra, irá por la alcaldía de Monterrey...

Acompañado por el rector de la UNAM, José Narro Robles, y la presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias, Rosaura Ruiz Gutiérrez, el gobernador de Tabasco, Andrés Granier Melo, atestiguó la firma de un compromiso de esas instituciones con la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco tendiente a crear el Centro de Investigaciones en Energía, Agua y Cambio Climático, el cual permitirá formar académicos altamente calificados y atender graves problemas regionales...

El director de CFE, Alfredo Elías Ayub, y el alcalde de Los Ángeles, California, Antonio Villaraigosa, firmaron un acuerdo para hacer posible la exportación de energía eléctrica generada con fuentes renovables de México a esa ciudad. Este convenio se suma al suscrito recientemente con Belice y otro próximo con Guatemala, los cuales permitirán que a fines de 2010 la CFE obtenga 100 millones de dólares por concepto de exportación de energía eléctrica, aseguró el titular de la CFE…

Como parte de su estrategia “desarrollo comunitario sustentable”, Pemex reportó en 2008 donativos para obras a gobiernos estatales y municipales por mil 901 millones de pesos, principalmente a las entidades de mayor influencia petrolera como Campeche, Chiapas, Tamaulipas, Tabasco y Veracruz…

Dinero
Enrique Galván Ochoa

■ Roza el dólar los 15 pesos
■ Sin freno, la especulación
■ Sobredosis tóxica de espots

Ayer el dólar rozó la cotización de 15 pesos y el Banco de México subastó 400 millones de dólares a $14.59 cada uno para detener el desplome, mientras crece la percepción de que políticos panistas protegen la especulación. Ya salieron de las reservas internacionales 16,566 millones de dólares (ver gráfica) y el banco central ha tenido que ser reabastecido por Hacienda y Pemex. Hay un salvavidas de la Reserva Federal de Estados Unidos por 30 mil millones más, en caso de emergencia extrema. Transcurrieron casi cuatro meses desde que Agustín Carstens, después de la primera embestida contra el peso, en octubre, dijo en Washington que el gobierno mexicano había detectado que un grupo de empresas realizó “operaciones especulativas para tener utilidades”. El presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, Guillermo Babatz, tomaría a su cargo la investigación. Hubo una reacción fuerte del Consejo Coordinador Empresarial. Expresó que bajo un régimen de libre oferta y demanda de divisas, es “legítimo” que las empresas compren dólares para atender sus compromisos financieros. ¿Y también es legítimo que el banco central siga subastando dólares de la reserva y no revele el nombre de los bancos que los adquieren, y, a su vez, los bancos oculten la identidad de los compradores finales, que pudieran ser ellos mismos? ¿Por qué tanto misterio? El silencio ya dura más de cuatro meses.

Limpiar la casa

¿Puede superarse una crisis económica sobre las viejas estructuras de corrupción? El presidente Obama cree que no: primero hay que limpiar la casa. Los altos ejecutivos de Citigroup se disponían a comprar un jet de 50 millones de dólares cuando recibieron una llamada de la oficina del Tesoro que los disuadió. Ahora están siendo presionados para que se salgan de un patrocinio a los Mets de Nueva York por 400 millones. Sencillamente repugna a los contribuyentes que los banqueros usen asi el dinero del Fobaproa americano. Pero hay más: Citigroup ha sido forzado a revelar detalladamente cómo está empleando los miles de millones de dólares de su rescate. Los contribuyentes han podido enterarse de que invirtió 43 mil para renegociar hipotecas de sus clientes, 2.5 mil en préstamos personales y empresariales, mil en créditos estudiantiles y 5.8 mil millones en tarjetas de crédito. También son sometidos al escrutinio los demás bancos rescatados, porque el dinero proviene de la gente y el gobierno siente la obligación de informar. Con un presidente que exige cuentas claras no es difícil entender por qué sus decisiones tienen el apoyo de la opinión pública.

Tercermundismo

Es casi seguro que Citigroup se cuente entre los bancos a los que el Banco de México ha subastado parte de las reservas internacionales. ¿Por qué no tuvo reparos para informar cómo usó el dinero que recibió del Fobaproa americano y, en cambio, no revela cuántos millones ha adquirido en las subastas de México y a quiénes los ha revendido? Posiblemente lo haría pero ¿para qué molestarse si no se lo exigen las autoridades de un país tercermundista? Y lo mismo pensarán los demás bancos. Guillermo Ortiz tal vez tiene la idea de que los más de 80 mil millones de dólares de las reservas totales son de su propiedad, no del pueblo mexicano, y puede manejarlas a su antojo. En ese esquema de secreto pueden ocurrir todos los fenómenos de corrupción imaginables.

Bajo la Lupa
Alfredo Jalife-Rahme

■ Munich: en la búsqueda del “nuevo orden mundial”

El nuevo orden mundial tendrá que ser dual por necesidad: tanto geoestratégico como financiero y económico.

El Foro Económico Mundial en la necrópolis de Davos acabó en la catatonia, donde los asistentes exhibieron una perturbadora parálisis mental, incapaz de superar los grilletes del neoliberalismo global.

En la necrópolis de Davos, a la que no asistieron Barack Obama ni ningún alto funcionario de su administración (ver Bajo La Lupa, 01/2/09), llamó la atención la prudencia del primer ministro ruso, Vlady Putin, quien se vio muy conciliador hacia Obama para cooperar en energía, economía, seguridad y desarme. Putin definió que el mundo vive la “tormenta perfecta” de la crisis financiera: “Nos encontramos todos en el mismo barco” (IHT, 28/1/09).
Pareciera que entre la importante reunión geoestratégica del 6 de febrero, en Munich, con una duración de tres días, hasta la cumbre del G-20 en Gran Bretaña, el próximo 2 de abril, se buscan fincar los cimientos del “nuevo orden mundial” entre los grandes del planeta.
Todo el mundo está de acuerdo en que el viejo orden mundial, de la unipolaridad estadunidense y la globalización financiera anglosajona, ha fenecido y urge reconfigurar un “nuevo orden mundial” sobre cuyos alcances y destino aún no existe un común denominador.

Aun en el seno de la anglósfera difiere la visión del “nuevo orden mundial” entre el primer ministro británico Gordon Brown y su homólogo australiano Kevin Rudd. Para el británico Brown, el “nuevo orden mundial” debe reformarse sin tocar prácticamente el dominio financiero anglosajón, lo cual será repelido por los países poderosos de Europa (Alemania y Francia), ya no se diga por el BRIC (Brasil, Rusia, India y China). Como previamente lo había proferido Henry Kissinger (ver Bajo La Lupa, 18/1/09), ahora Brown critica el peligro del “mercantilismo” y su concomitante neoproteccionismo (The Sydney Morning Herald, 26/1/09).

Resulta asombroso que un país quebrado como Gran Bretaña (“Islandia en el Támesis”, Der Spiegel Online, 30/1/09) se atreva a propinar consejos a los demás y pretenda todavía conservar una parte del liderazgo global. Hasta David Cameron, líder de la oposición británica del Partido Conservador, se desmarca asépticamente de las políticas económicas del desbocado thatcherismo con la promesa de un “sentido de responsabilidad” en lugar del “espíritu empresarial” de la década de los 80 (The Observer, 1/2/09).

Kevin Rudd, premier australiano, ha denunciado el “capitalismo desbocado” de las pasadas tres décadas, de las que culpó al thatcherismo, y reclama la nueva era de un “capitalismo social (¡súper sic!)”, cuyas características sean la intervención y la regulación del gobierno (The Sydney Morning Herald, 31/1/09).
Rudd es muy rudo en su crítica a los neoliberales, a quienes imputa la crisis financiera global por haber colocado “toda su fe (sic)” en la autorregulación del mercado: “el tiempo ha llegado para proclamar que el gran experimento neoliberal de los pasados 30 años ha fracasado y que el emperador se quedó sin vestimenta”. Se burla del neoliberalismo y del fundamentalismo del libre mercado, disfrazados de “filosofía económica”: “la ironía es que ahora la democracia social impide que el capitalismo neoliberal se devore a sí mismo”.

Concluye Kebin Rudd que el Estado debe ser “activo” y cuya intervención sirva para “reducir las grandes desigualdades que los mercados competitivos generan inevitablemente”.

Nunca como en sus anteriores reuniones la Conferencia de Seguridad, a celebrarse en Munich, ha despertado tantas expectativas para la “búsqueda de un nuevo orden mundial”, según Gerhard Spoerl, analista del Der Spiegel Online (30/1/09). En la reunión de este año, Obama, a diferencia de la despreciada necrópolis de Davos, envía una impresionante delegación al más alto nivel que será encabezada por el vicepresidente Joe Biden. En forma espectacular se pudiera escenificar, al margen de la relevante reunión de Munich, un “diálogo informal con Irán”. Me da pena recalcar que ni Calderón ni Zedillo ni Gurría fueron invitados a esa prestigiosa reunión de ligas mayores.

Gerhard Spoerl acentúa que la conferencia de Munich este año “eclipsará a Davos”. A estas alturas del colapso neoliberal global, cualquier reunión aldeana o regional es más productiva que Davos. El analista alemán comenta que Obama envió a su plana diplomática y militar mayor, como Richard Holbrooke (nuevo emisario en Afganistán y Pakistán), el general David Petraeus (quien consiguió detener la hemorragia estadunidense en Irak) y el general James Jones (consejero de Seguridad Nacional).

La robusta delegación estadunidense comprende a dos pesos pesados y anteriores candidatos a la presidencia: el republicano John McCain y el demócrata John Kerry (ahora presidente del influyente Comité de Relaciones Exteriores del Senado). Spoerl comenta que del lado europeo tomarán la batuta el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller y anfitriona, Angela Merkel.
La naturaleza previa de la Conferencia de Seguridad de Munich ha sido superada cuando reflejaba los contenciosos de la guerra fría; ahora ha pasado de ser un “pequeño círculo de expertos en defensa estratégica” a una “más extensa reunión política”.

Por cierto, uno de los temas a tocar –además de Afganistán y el tránsito europeo del gas ruso, la OTAN, el Medio Oriente– será “¿es posible el cero?”, es decir, “¿es posible tener un mundo sin armas nucleares?”

Sonará muy utópico, pero, a juicio de Gerhard Spoerl, “Obama deberá decidir si de una vez por todas renueva el Tratado de Misiles Antibalístico (ABM, por sus siglas en inglés)”, rechazado unilateralmente por Baby Bush. También Obama “tendrá que clarificar su posición sobre el despliegue del sistema de escudo misilístico en la República Checa y en Polonia, tema que configurará las relaciones estadunidenses con Rusia”.

De allí quizá nazca la postura conciliatoria de Vlady Putin hacia Estados Unidos en la necrópolis de Davos cuando no hay que olvidar que el primer ruso, en su calidad de presidente todavía, había lanzado su célebre discurso en Munich el año antepasado sobre la “nueva era multipolar”.

Por lo pronto, Rusia ha lanzado una operación seducción dirigida a Obama y ha reconsiderado la instalación de misiles en Kaliningrado (entre Polonia y Lituania), a solamente 600 kilómetros de Berlín.
En el aspecto geoestratégico y en medio del tsunami financiero global, en Munich se pueden fincar los primeros cimientos del “nuevo orden mundial”: desde la mejoría de las relaciones de Obama con Rusia, hasta la reanudación de relaciones de Estados Unidos con Irán después de tres décadas.

En Munich se pueden tejer trueques interesantes entre Estados Unidos y Rusia sobre misiles, energía y territorios.

México SA
Carlos Fernández-Vega

■ Se anota el gobierno federal cifra histórica en devaluación
■ Faltan cuatro años, ¿resistirá el país?

Felipe Calderón y su “muy buen equipo económico, probablemente uno de los mejores del mundo” (él mismo dixit), entra por la puerta grande de los gobiernos devaluadores: ayer, el tipo de cambio quedó en 14.76 pesos por dólar (léase 14 mil 760), esa sí una verdadera cifra histórica. Así, en los últimos 32 años y medio el tipo de cambio peso-dólar se incrementó la friolera de 118 mil por ciento, a favor, obvio es, del billete verde.

Cuando, tras 22 años de estabilidad cambiaria, Luis Echeverría Alvarez devaluó la moneda mexicana aquel 31 de agosto de 1976, Felipe Calderón recién cumplía 14 años de edad. Tal vez era muy pequeño (de edad) para darse cuenta de lo que sucedía y del brutal efecto que tal disposición monetaria tendría entre los mexicanos. En aquel entonces ni el propio Felipillo aventuraba pensar en su futuro inquilinaje en Los Pinos, mucho menos que pasaría a formar parte de los gobiernos que, como el de LEA, devaluaron el peso y se devaluaron a sí mismos.

A los 26 años, ya como asambleísta del Distrito Federal, Felipe Calderón pudo criticar públicamente y a plenitud el rotundo fracaso económico de Miguel de la Madrid, su modelo económico y la permanente devaluación del peso a lo largo y ancho de su sexenio. Más adelante, como funcionario, dirigente o legislador de su partido actuó en igual sentido, y extendería el cuestionamiento a los subsiguientes gobiernos priístas, en especial con el de su renovado amigo Ernesto Zedillo, tiempo en el que el michoacano despachó como presidente nacional del blanquiazul.

Pero, las vueltas que da la vida, los panistas también saben de esto. Tanto que criticó Felipillo a los gobiernos priístas (en el de Fox se quedó callado), y ahora él recorre la misma ruta. Tan sólo en los últimos meses de estadía en Los Pinos su gobierno se ve en la penosa necesidad de reconocer una devaluación de 49.5 por ciento (hasta ayer), a pesar de que en octubre pasado aseguraba que el uso de reservas internacionales “ha permitido atemperar ya la volatilidad del tipo de cambio y limitarán las fluctuaciones de la divisa”.
Casi 50 por ciento de devaluación en sólo seis meses no es un marcador despreciable para Felipe Calderón en el concurso del sexenio más incompetente. Ese porcentaje, por ejemplo, supera el registrado por Adolfo Ruiz Cortines, quien a dos años de iniciado su gobierno devaluó 44.5 por ciento la moneda nacional frente al dólar (de 8.65 pasó a 12.50), aunque allí lo dejó hasta entregar la estafeta.
De hecho, se acerca peligrosamente a Luis Echeverría Alvarez, quien a escasos tres meses de concluir su gobierno devaluó el peso 59.6 por ciento (de 12.50 a 19.95 por dólar). Sin embargo, hay que reconocer que Calderón aún está lejos de la marca de otro político-empresario (o viceversa), Miguel Alemán Valdés, quien en su segundo año de gobierno depreció 78.35 por ciento la moneda nacional frente al billete verde (de 4.85 a 8.65). La ventaja para el veracruzano fue que así concluyó el sexenio, de tal suerte que al michoacano le restan casi cuatro años para romper ese récord.

Con respecto a la marca de su amigo Ernesto Zedillo, a quien “ahora comprendo mucho mejor” (de acuerdo con la serenata de amor que le dedicó en Davos), Calderón aún está rezagado. A lo largo de su sexenio, el presidente que nunca tuvo cash (hasta que las trasnacionales por él ampliamente beneficiadas lo contrataron como asesor, consejero y conexos al término de su mandato) acumuló una devaluación de 273 por ciento (de 3.45 –léase 3 mil 449.8– a 9.41 –en realidad 9 mil 415.5), una de las mayores de los últimos sexenios. Salinas y Fox no lo hicieron mal, aunque nunca mejor que los citados: como inquilinos de Los Pinos devaluaron el peso en 23 y 17 por ciento, respectivamente, con la salvedad de que el hijo predilecto de Agualeguas simple y sencillamente le heredó la decisión a su sucesor.

Quien hasta ahora indiscutiblemente mantiene el cetro (y los mexicanos exigen que nadie ose competir con él para quitárselo) es Miguel de la Madrid, más de 3 mil por ciento de incremento en el tipo de cambio (a favor de la divisa estadunidense) durante su estadía en Los Pinos: de 70 pesos por dólar que le heredó José López Portillo (quien a su vez devaluó 251 por ciento, una proporción, aunque parezca mentira, inferior a la de Zedillo) cerró en 2 mil 810 pesos por billete verde.

Por cierto, Miguel de la Madrid, el campeón de las devaluaciones, en sus seis informes de gobierno sólo en tres ocasiones utilizó la palabra devaluación: una para referir la que en 1982 decidió José López Portillo; las otras dos para subrayar la depreciación de algunas monedas europeas. ¿Y sobre la del peso mexicano? “Ajuste necesario; deslizamiento adecuado” y “tipo de cambio realista” fueron las frases utilizadas, que se repiten hasta nuestros días.
Lo cierto es todos los mandatarios citados dieron lo mejor de sí para que en 32 años el tipo de cambio peso-dólar se incrementara 118 mil por ciento, a favor, claro está, del billete verde, y queda claro que en ese periodo ninguno de los seis inquilinos de Los Pinos logró revertir el tipo de cambio a favor del peso mexicano. Pero qué más da, si como el propio Calderón ha dicho “para eso están las reservas internacionales”. Eso sí, el michoacano lleva ventaja, porque le restan cuatro años de mandato, si el país resiste.

Las rebanadas del pastel:

Que en eso de la crisis y sus devastadoras consecuencias “yo no quiero, ni pienso, ni deseo engañar a nadie”, asegura el inquilino de Los Pinos, el mismo que no ceja en su empeño de engañar a todos. ¿Alguien recuerda la “gripa”, el “catarrito” y lo que el viento a Juárez en este “navío de gran calado”?... De la lectoría sobre lo mismo: “parece ser que el único equipo que funciona en Los Pinos es el que saca las castañas del fuego y se ocupa de enmendar los errores de un jefe ‘distraído’. De otra manera no se explica que, en unas cuantas horas, ágilmente haya declarado el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, que se utilizarían las reservas para paliar la crisis, modificando así la agenda política y que ya no se discutiera entre la opinión pública el tema del Fobaproa internacional. Lo que no contaban era que en el ínterin se suscitaría la rebelión de las televisoras, cambiando el panorama mediático. El equipo de Los Pinos debe haber respirado tranquilo. Se olvidaría la burrada de Davos y ya nadie recordaría ese lapsus brutus, aunque sin duda hay muchos muertitos que desenterrar y que ya hieden; sólo hay que rascarle” (Ricardo García Ortega, chispolito@ prodigy. net.mx)... Y si de cínicos se trata, allí están los barones del duopolio televisivo, las famiglias de la radio, y a todo pulmón sus jilgueros mediáticos, desquitando su jugoso contrato.

José Steinsleger

México y Palestina: ¿el golpe avisa?

Con una población levemente inferior a la de Iztapalapa (1.5 millones), el territorio palestino de Gaza ocupa una superficie similar a la del municipio de Tlalpan. A inicios de diciembre pasado, People’s Aid (Ayuda para los pueblos, organización humanitaria de Noruega) estimó que a Gaza le faltaba poco “… para estar en la ‘Edad de Piedra’”. Simultáneamente, Egipto y otros países de la Liga Árabe (casi todos aliados de Estados Unidos) pedían al gobierno de Tel-Aviv el levantamiento del bloqueo y el fin de la agresiva colonización israelí en Gaza y Cisjordania. Richard Falk, estadunidense judío y relator especial de la ONU para los Territorios Palestinos, viajó el 14 de diciembre pasado con el propósito de monitorear la situación sobre el terreno.

La policía israelí retuvo a Falk en una celda de confinamiento del aeropuerto internacional Ben Gurion (Lod). Quince horas después, lo expulsó del país. El 27 de diciembre, empezó el matadero. Con armas prohibidas de última generación, las Fuerzas de Defensa (sic) de Israel bombardearon Gaza (4.2 mil personas por kilómetro cuadrado), densidad que en las urbes de mayor concentración supera la del Distrito Federal (5.7 mil por kilómetro cuadrado).
Durante 21 días con sus noches, el fuego se concentró en la infraestructura civil, arrasando con 2 mil 500 objetivos: escuelas y centros de ayuda a refugiados de Naciones Unidas, un par de edificios donde transmitían medios de comunicación internacionales, 16 centros médicos, 16 ambulancias, 4 mil viviendas, 16 mil edificios residenciales, mil 500 fábricas, tiendas y comercios, 51 edificios gubernamentales, 18 centros educativos, 20 mezquitas y 50 kilómetros de carreteras. Saldo inicial: mil 400 muertos (mitad, niños ancianos y mujeres) y 5 mil heridos.

En medio de la masacre y el silencio cómplice de las “democracias modernas” (Cuba, Venezuela y Bolivia fueron digna excepción), el cardenal Renato Martino, presidente del Pontificio Consejo para la Justicia y la Paz del Vaticano, declaró el 7 de enero que Gaza se había convertido en “el campo de concentración más grande del mundo”. Ajustado al guión, Israel lo calificó de “antisemita”. ¿Cómo era posible que el cardenal no entendiese una situación “tan compleja”?
Un vocero del genocidio israelí, el señor Elhud Golan (consejero político y de prensa de la embajada de Israel en México), declaró que en su país hubo menos muertos “…porque una vez que suena la alarma, todos los ciudadanos se refugian en sótanos y detrás de paredes blindadas, mientras que para algunos palestinos extremistas su objetivo principal es la muerte y convertirse en mártires” (sic, entrevista, La Jornada, 15/1/09).

Cisjordania, el otro territorio de Palestina (que a diferencia de Gaza es gobernado por una camarilla de palestinos corruptos y sumisos), ocupa una superficie poco mayor que la de Aguascalientes (el segundo estado más pequeño de México) y cuenta con una población ligeramente superior a los municipios de Iztapalapa y Gustavo A. Madero juntos (2.5 millones). En Cisjordania viven 400 mil colonos israelíes muy bien armados en 200 asentamientos ilegales y 150 mil palestinos en 19 campamentos de refugiados.

México y Palestina. Geográficamente lejanos… y geopolíticamente vecinos de potencias militares intervencionistas y agresivas. Cisjordania está cercada por un muro de 721 kilómetros de concreto, zanjas de cuatro metros de profundidad y sensores electrónicos. Y en su frontera sur, Washington tiene un muro de 800 kilómetros, que a mediados del año llegará a mil 100 kilómetros.

El ex secretario de Seguridad Interior de Estados Unidos, Michael Chertoff, declaró a mediados de diciembre de 2008 que gracias al muro limítrofe “…venía cayendo la cifra de indocumentados que entran en Estados Unidos”. Al día siguiente, sin querer, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) confirmó el comentario de Chertoff: 10 mil indocumentados muertos en la frontera en los pasados 14 años.

Entre los muchos análisis que trataron con lucidez el lento y programado holocausto palestino, destaca “Gaza: ensayo general” (Gustavo Esteva, La Jornada, 26/1/09). Esteva citó un comentario revelador del criminal de guerra Ehud Olmert, primer ministro de Israel: “… La verdadera lección (nr, de la invasión a Líbano, 2006) es que en las guerras contemporáneas el frente interno es el frente, el frente interno está envuelto en la batalla”.
Fijemos esa idea de Olmert, y preguntémonos cuán “lejos” estamos de Palestina, pues en un informe reciente, el Pentágono auguró el “colapso rápido y repentino” de dos países del orbe: Pakistán y… México.

El informe sostiene: “… cualquier descenso de México al caos, demandará una respuesta estadunidense basada únicamente en las serias implicaciones para la seguridad de la patria (home’s land security)” (La Jornada, 16/01/09).

¿Qué futuro nos aguarda? ¿”Autoridades nacionales” como la de Cisjordania en Sinaloa, Chihuahua, Tamaulipas, Michoacán, Oaxaca, Chiapas? En todo caso, y llegado el momento, los politólogos volverán a explicarnos que en la “democracia moderna”, la soberanía es cosa del pasado

Luis Linares Zapata

El señor Calderón y su banda

Inmerso en un deseo de trascender al mundo de la política hemisférica y hasta global, el señor Calderón se lanzó canturreando al foro de Davos, Suiza. Quiso poner ahí su indeleble marca personal y lo logró. Fue un verdadero salto al vacío que aterrizó en una reunión plagada de fracasos y cadáveres. Lo primero de ideas y lo segundo de luminarias: unas, porque no asistieron a tan sonada cita, y otras, porque ya son estrellas en extinción. Pero el señor Calderón, y la banda de resonancia que lo acompañó, no calibraron ni entendieron tanto la sustancia como el envoltorio que condicionaba dicho foro. Ahí se juntaron, durante largos y frívolos años de frenesí expoliador, todos aquellos que ahora son señalados, con sobradas razones, como los culpables directos de la crisis planetaria en proceso. El ocaso de un modelo diseñado para conservar y agrandar privilegios y la inequidad.

Las consignas de apertura de las economías a los flujos del capital trasnacional fueron repetidas hasta el cansancio en el Davos de los primeros tiempos, los de bonanza y esplendor. Pero otras más fueron redondeando el modelo en boga: la entrega de los bienes y servicios públicos a manos privadas. El papel protagónico del empresariado como fuerza transformadora y guía indiscutible del crecimiento, desembocó en concertados saqueos de piratas internacionales con ribetes de decencia que la crisis actual ha desenmascarado por toda su patanería y ambición desmedida.
La inserción subordinada a la globalización de las economías, llamadas en desarrollo, se impuso sin contemplaciones ni misericordia para con los desvalidos. Los estándares, llamados de clase mundial, se mostraban como procesos a imitar por los mercados emergentes junto con el comedido y caro sometimiento a las calificadoras, que fueron complementos para facilitar el pillaje santiguado por el foro de Davos.

Ahí se fueron a meter, con candor inocente, el señor Calderón y su troupe de acompañantes, seguros de su papel que creen histórico. Para ello invirtieron amplios recursos en propaganda de fulgurante mercadología. Fueron con el ánimo de revertir la mala imagen que ya inunda los medios decisorios, por la galopante inseguridad, un clima poco propicio para los negocios y las inversiones que son tan necesarias, según la opinión de entreguistas distinguidos.
Proclamaron la firmeza, la solidez de un sistema bancario que resistirá, según difundieron, los más pesados o negativos efectos de la crisis actual. El refuerzo de la línea de crédito por 30 mmdd extendida por el Tesoro estadunidense asegura el valor del peso, afirman sin titubeos.

Pero la cúspide, el momento estelar del señor Calderón, se presentó cuando, con desparpajo notorio, con facilidad de palabra en lengua inglesa, se identificó con ese otro personaje asiduo concurrente a esta clase de aparejos: Ernesto Zedillo, de infausta memoria para los mexicanos que padecen y seguirán sufriendo el demoledor efecto de sus ventas de garaje a cualquier postor (de preferencia extranjero) y el dramático error de diciembre (Fobaproa-IPAB.) ¿Cuál es la diferencia entre estos dos sujetos? O, más aún, de ellos con sus similares Salinas o Fox. Se tiene que concluir que no hay ninguna. Las variaciones son de matiz, de circunstancias, pero, en el fondo, son idénticos. Son comparsas de un grupo de poder autoritario, depredador, cleptómano, ineficiente, que ha incautado al Estado nacional.

Las diferencias entre tan insignes actores de la escena pública mexicana son ridículas, las igualdades son majestuosas, ahora incrementadas por la sobremesa y los mutuos elogios que se dieron en el foro citado. La coincidencia entre los partidos donde por parejas militan (PAN y PRI) los ex presidentes y el señor Calderón son totalizadoras. Ambas organizaciones, junto con otra chiquillería adicional (Verde, Panal y ciertas facciones de la izquierda) son franquicias detentadas por la plutocracia gobernante de este México decadente.

También quedó redondeada la escasa o, cuando menos, parcial, comprensión de la crisis actual tanto del señor Calderón como del encargado de la hacienda pública. Aun en el aspecto meramente técnico les falla la precisión, pues la reducen a los meros circuitos financieros. Se olvidan, o peor aún, desconocen sus vertientes sociales, tan dañinas en materia de seguridad colectiva. De las derivadas culturales ya para qué hablar, pues no apresan, con su poca o escasa sensibilidad, los temores ante la violencia y los horizontes cerrados que atosigan a las mayorías. La crisis mundial, que navega sobre esa otra, prolongada y continua, de naturaleza interna, tendrá efectos insospechados en la política y su desdoblamiento electoral. El proceso de competencia que culminará en julio hará evidente ciertos efectos que ya se hacen notorios. El despertar de una masiva conciencia de los daños y de la incapacidad del sistema establecido para darles cauce y salida, o de las malformaciones estructurales que se reproducen a sí mismas con ferocidad inauditas, es un fenómeno novedoso insertado en las entrañas mismas de la crisis y que no tiene comparación con el pasado. Algo, o mucho de ello, aflorará en las urnas venideras.

Arnoldo Kraus

Morelos: ¿dignidad o indignidad?

Cuernavaca ha dejado de ser La ciudad de la eterna primavera. Colonizada por los defeños expulsados de la otrora región más transparente e invadida por los cada vez más numerosos y más pobres morelenses o vecinos del estado, en Cuernavaca el aroma y la luz de la primavera han quedado en el olvido. Quizás por eso el gobierno estatal ha publicado sendos manuscritos en el Diario Oficial Tierra y Libertad. El cabildo capitalino de Morelos impone, desde enero de 2009, arresto y multa a las personas que ejerzan sus labores en la calle. No importan las razones por las cuales trabajan en la vía pública ni que ésa sea su única forma de sobrevivir.
“Vender chicles –copio de La Jornada del 28 de enero–, periódicos, dulces o cualquier otra mercancía en la vía pública; limpiar parabrisas, pedir limosna o hacer malabares serán faltas administrativas sancionadas con arresto de hasta 36 horas y multa.” El bando policial deberá ser vigilado y cumplido por algunas de las secretarías municipales de seguridad. El leitmotiv de la nueva reglamentación, de acuerdo con el ideario del secretario municipal Carlo de Fernex Labardini es que diminuya la inseguridad en la vía pública, así como evitar la extorsión y el abuso de los franeleros y otras personas que se han apropiado de las calles.

En contra del nuevo bando policial morelense, considero que la población que tenga interés por los productos que se venden en todos los semáforos de la República Mexicana debería comprarlos, para impedir que nuestros semaforistas, no sólo no se mueran de hambre, sino para evitar que roben o maten por desesperación. En países como el nuestro es ético y quizás obligatorio comprar en la calle. Si a la autoridad le preocupa que los semaforistas no paguen impuestos más se debería intranquilizar por los políticos o empresarios que conocen todos los artilugios para evadir sus responsabilidades fiscales.

Aunque es obvio, no sobra recordar que los semaforistas (entrada del Diccionario de las Infamias, de próxima publicación) no son producto de la serendipia ni de la flojera; son resultado de la irresponsabilidad del gobierno mexicano para generar empleos dignos en lugar de fomentar la indignidad de laborar en las calles o de migrar hacia el Norte para alimentar a sus familiares.

Aunque no tengo acceso al texto completo del Diario Oficial Tierra y Libertad, estoy seguro que nada se dice acerca de las obligaciones del gobierno de Morelos hacia sus conciudadanos. El bando debería contener ofertas para dignificar las vidas de las probables víctimas que laboran en las calles y no sólo subrayar los castigos a los que serán sujetos de contrariar la nueva ley. Además, en caso de detención, y suponiendo que no se violentarán los derechos humanos de las personas arrestadas, muchos de ellos seguramente se convertirían en reincidentes consuetudinarios en caso de que se les alimente tres veces por día y se les ofrezca cama y techo. Menudo problema aguarda al gobierno de Morelos: alimentar y tratar dignamente a los morelenses apresados.

En aras de la transparencia concuerdo en que es molesta la actitud de los franeleros y que las personas que viven alrededor de los semáforos pueden entorpecer la circulación. En aras de la misma transparencia estoy seguro de que si no se ganasen la vida de esa forma no podrían sobrevivir.

Al gobierno morelense le parece (y es) obvio que las personas que trabajan en las calles lo hacen en condiciones indignas y que la explotación de menores y discapacitados es frecuente. Lo que no queda claro es esa tozudez mexicana (definida por un gen por descubrir, el gen azteca) de negar lo evidente: el darwinismo social que se vive en Morelos y en el resto de la República es responsabilidad de quienes han dirigido y dirigen la nación.

El bando de policía y buen gobierno morelense es un inmenso dislate. Antes de haberlo promulgado deberían haber disecado las vidas de los posibles infractores, que antes que infractores son sus ciudadanos. La justicia, se sabe, no se ejerce en el papel. Se ejerce en las calles.

Alejandro Nadal

Crisis, proteccionismo y batallas cambiarias

La cámara de representantes ya aprobó la Ley de recuperación y reinversión, el paquete de estímulo fiscal de la administración de Obama. Entre sus objetivos destacan: “preservar y crear empleos, invertir en infraestructura, eficiencia energética, ayudar a los desempleados, así como proveer a la estabilización fiscal local y estatal”.

Con esa lista tan nutrida de objetivos no puede evitarse recordar el refrán: el que mucho abarca, poco aprieta. El paquete está respaldado sólo por 819 mil millones de dólares. Desde el punto de vista del tamaño del problema, esa cantidad se antoja modesta. Un ejemplo: el paquete busca conservar y crear 3 millones de empleos a lo largo de los próximos meses, pero hoy Estados Unidos tiene 11 millones de desempleados.

Para maximizar el impacto sobre el empleo, la ley tiene una sección sobre “compras nacionales”. Esta parte de la ley establece la prohibición de usar los recursos del paquete en proyectos de construcción, mantenimiento o reparación de un edificio u obra pública “a menos que el hierro y el acero utilizado sean producidos en Estados Unidos”. Esto es incompatible con compromisos adquiridos en el seno de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Para los fundamentalistas comprometidos con el mantra del libre comercio, esta disposición podría resucitar el “espectro” del proteccionismo. Esos temores ya habían surgido con el rescate de la industria automotriz en Detroit, aprobado en diciembre del año pasado. Ese salvamento involucra 17 mil millones de dólares y (en el colmo del cinismo) provocó el enojo en Europa y Japón por considerar se trata de un regreso a una política industrial desleal.
Algo positivo de esta crisis es que puede contribuir a poner en su lugar a la OMC. Después de todo, ese organismo ha causado mucho daño y tiene su dosis de responsabilidad en esta crisis global. Así que si la recuperación pasa por tirar al tacho algunos acuerdos de la OMC, enhorabuena. Pero habrá que proceder con cautela. Las interdependencias económicas existentes complican la aplicación de políticas macroeconómicas para la recuperación.

Una muestra: un crédito fiscal puede llevar a un consumidor al Wal-Mart más cercano, pero eso no quiere decir que compre productos producidos en Estados Unidos. Si provienen de China, el estímulo al empleo estará en ese país, no en Ohio. Si observamos que la economía estadunidense necesita 2 mil millones de dólares diarios para poder financiar su déficit externo, podemos concluir que el ejemplo no es una metáfora.

Una creencia muy arraigada es que la Gran Depresión fue provocada por el proteccionismo. La historia es como sigue. En 1930 el Congreso estadunidense aprobó la Ley Smoot-Hawley que fijó aranceles astronómicos para más de 20 mil productos. Las represalias contra las exportaciones de Estados Unidos no tardaron. El comercio internacional se contrajo de manera dramática, lo que invita a pensar que el proteccionismo fue responsable de la Gran Depresión.

Barry Eichengreen, experto en economía internacional, piensa que la Ley Smoot-Hawley no sólo llegó después del colapso de 1929, sino que no explica la intensidad de la contracción económica estadunidense. Lo mismo opina del papel de las devaluaciones de los años 30, aunque sí redistribuyeron a nivel internacional los efectos de la crisis. Según Eichengreen, las raíces de la Gran Depresión están más del lado de los bancos centrales que del proteccionismo.
Para los grandes exportadores (Alemania, Japón, China) una guerra comercial sería desastrosa. Probablemente responderían con medidas muy difíciles de digerir para Estados Unidos. Aunque eso suena catastrófico, la verdad es que la sección “compre nacional” del paquete Obama todavía no constituye una conflagración comercial. Pero podría ser un detonador.

Es claro que China necesita mantener sus niveles de exportaciones. Las disposiciones de compra nacional en el paquete Obama podrían agravar la presión en China para devaluar. De hecho, en lugar de seguir apreciando el renminbi (20 por ciento en los últimos tres años), Pekín parece estarse preparando para devaluar. En diciembre el banco central modificó la banda de flotación de la moneda china y los mercados de futuros ya descuentan una devaluación del renminbi de 6 por ciento este año.

Timothy Geithner y Obama han acusado a China de manipular su moneda. Según la ley estadunidense, eso se castiga con represalias comerciales. Pero deben andarse con cuidado. La tasa de crecimiento en China ya cayó a niveles insuficientes para mantener en calma el mercado laboral: hay más de 20 millones de trabajadores migratorios que no encuentran empleo. El descontento en las zonas rurales podría salirse de control.

A ver si una vez que se aplaque la polvareda, Washington y Pekín pueden diseñar formas de cooperación que permitan superar la crisis. Una cosa es segura: no será fácil ni rápido. Las relaciones económicas internacionales tendrán que reconfigurarse, y el proceso no será sin consecuencias para los acuerdos de la OMC.

Mauricio Merino
El Estado impotente
Hace ya varios días que comenzó el debate sobre la tesis del Estado fallido. “México no es Paquistán”, dijo el presidente Calderón en Davos, Suiza, ante la comparación que surgió de Estados Unidos. De acuerdo. ¿Pero tiene México un Estado con autoridad suficiente para garantizar el derecho y la viabilidad del país?

Bastaría un pequeño recuento de las noticias publicadas en los últimos días para dudarlo con seriedad. Esta misma semana, por ejemplo, las grandes televisoras han vuelto a desafiar las reglas del juego. Inconformes con la reforma electoral de 2007, han decidido producir el mayor encono posible hacia las elecciones de 2009, manipulando los tiempos destinados a la divulgación de la propaganda del IFE y de los partidos.

Saben que cuentan con la complicidad de un amplio sector de la clase política y están aprovechando los agujeros legales que se quedaron abiertos tras la reforma, para emprender una nueva rebelión calculada. Esos símbolos implacables de los poderes fácticos mexicanos están demostrando, una vez más, su falta de respeto a las decisiones tomadas por el Legislativo, para que todo el mundo se entere.

En otro terreno, EL UNIVERSAL nos informó el lunes de que los vecinos del municipio de Villanueva, Zacatecas, exigieron la presencia del Ejército mexicano para vigilar sus calles en sustitución de la policía local, que según ellos ha sido cómplice de los secuestros que han sufrido en los últimos días. Es el mismo patrón que está minando la viabilidad política de todo el federalismo: autoridades locales que no pueden, que fracasan o se corrompen, y deben ser sustituidas por el Ejército, convertido en policía preventiva. Esa noticia, hoy, es apenas parte de nuestra rutina.

Y no es para menos, si se recuerda (como lo publicó este periódico el domingo pasado) que en lo que va del año se han registrado ya 508 ejecuciones vinculadas con el crimen organizado: más del doble que las ocurridas en el mismo periodo del año anterior.

Ni tampoco resulta extraño, en un entorno como este, que Vicente Fox convoque a los alcaldes panistas a dejar las oficinas municipales para hacer campañas políticas, siguiendo el ejemplo que él mismo dio durante seis años. Si lo hacen, los regidores que escucharon a Fox estarían vulnerando la ley y desafiando la autoridad del Estado, animados por quien fuera, precisamente, el jefe de ese Estado al que estarían burlando de manera deliberada.

Estos ejemplos nos dicen que por arriba y por abajo, por dentro y por fuera, la autoridad del Estado está en entredicho. Y conste que ninguno de ellos atañe a la crisis económica que completa el entorno en el que estamos viviendo.

Hace poco releí las dos obras centrales de Hermann Heller: Teoría del Estado y La soberanía. Decía Heller que cuando un poder fáctico derrota la autoridad del Estado, todos los demás grupos siguen la misma pauta. Y de ser así, la cooperación social se quebranta y el Estado fracasa.

Los hechos históricos que siguen a esa ruptura pueden desenvolverse de modos distintos. Pero una vez quebrada la autoridad, todo lo demás es cuestión de tiempo.

Sin embargo, Heller también advertía que el mayor riesgo es confundir al Estado con un instrumento faccioso, al servicio de alguien.

El Estado no sólo fracasa cuando deja de cumplir sus funciones fundamentales (la seguridad, la cohesión social, la garantía del derecho y la procura existencial), sino cuando deja de ser de todos. Cuando pierde su condición de organización soberana sobre todos los demás intereses; no para que uno solo decida, sino para que todos convivamos en orden.

El verdadero Estado fallido es, así, el Estado parcial e impotente. Como el que tenemos en México.

Profesor investigador del CIDE

Alejandro Gertz Manero
Jubilaciones, trinquetes y afores

La “dictadura perfecta” que nos gobernó durante casi un siglo, y que anda cerca de volverse a quedar con el botín nacional, creó el sistema de pensiones y jubilaciones a través del IMSS y del ISSSTE, imponiendo obligaciones recaudatorias al sector privado, al propio gobierno y a los trabajadores, mientras la enorme mayoría de la población quedó en estado de abandono e indefensión en seguridad social.

Los capos de la burocracia convirtieron al IMSS y al ISSSTE en un botín interminable de saqueo inmisericorde que les permitió derrochar verdaderas fortunas en proyectos faraónicos, puentes aéreos absurdos, contratos de suministro que enriquecieron brutalmente a quienes ahora quieren ser salvadores de la patria, y colusiones sindicales que produjeron a cínicos magnates multimillonarios.

Esta alegre e irresponsable juerga de ladrones e ineptos continuó sin freno hasta que el negociazo tronó, las finanzas públicas quebraron y ya no hubo dinero para pagar las jubilaciones, las pensiones y los servicios de salud; aunque sí quedó algo para los trinquetes de proveedores, líderes sindicales y burocracias.

Fue entonces cuando la banda de rateros salió a ver a quién le echaba la culpa del horror del que era responsable, y para ello sus “magos de la comunicación social” con sus cómplices mediáticos se lanzaron a una campaña nacional para atribuirle este fracaso a que los asegurados se habían “hecho viejos”, y por tanto ya no había fondos para pagar las pensiones, lo cual era falso, ya que los cálculos actuariales y sus previsiones siempre dieron la información oportuna para saber cuáles eran las necesidades de capitalización, que nunca fueron atendidas porque el botín era suculento y la impunidad absoluta.

Ante esa crisis, el poder público aparentó cortarse uno de sus tentáculos para entregárselo a sus cómplices de la iniciativa privada, formando las afores, que iban a ser la panacea privatizadora que habría de resolver la tragedia.

Han pasado muy pocos años y las afores, después de enriquecer con sus comisiones a los impolutos miembros de la iniciativa privada, están en camino de quebrar estrepitosamente dejando a los trabajadores nuevamente sin pensiones, en razón de que este asalto especulador, globalizador, liberal, transnacional y moderno, pero siempre corrupto, ratero y abusivo, está acabando con una buena parte de los fondos que habían aportado los trabajadores, las empresas y el propio gobierno; en otras palabras, “la misma gata vuelta a revolcar”.

editorial2003@terra.com.mx
Doctor en Derecho

Lorenzo Córdova Vianello
Falacias y juego rudo

El fin de semana tuvimos la enésima constatación de que las televisoras no están dispuestas a olvidar la afrenta que el poder público (encarnado en el órgano reformador de la Constitución) propinó a sus intereses al aprobar la reforma electoral en 2007.

Que la reforma los haya fastidiado no es difícil de entender. El nuevo modelo de comunicación política centrado en la prohibición absoluta de compra de publicidad política en radio y televisión y en el uso de los tiempos del Estado representó, para los intereses mediáticos, una merma económica (pues los priva de ingresos hasta ahora cautivos), pero sobre todo una pérdida de poder (pues les quita, en gran medida, la capacidad de chantaje e, incluso, de sojuzgamiento que habían llegado a tener sobre los políticos).

Hasta ahora ese rechazo había sido evidente, tanto por la campaña de desinformación que desencadenaron contra la reforma como por haber recurrido a vías jurídicas (legítimas, sin duda) para impugnarla. Sin embargo el abuso —que no es otra cosa— en el que incurrieron en la transmisión de promocionales de los partidos y del IFE el fin de semana demuestra que las televisoras están dispuestas a escalar la confrontación contra el Estado y las normas constitucionales que rigen la materia a niveles inusitados.
Durante la transmisión de una serie de eventos de máxima audiencia, los concesionarios suspendieron abruptamente sus emisiones para presentar durante minutos interminables una sucesión encadenada de varios de los spots que el IFE les había remitido. Además, lo hicieron enmarcándolos con cortinillas en las que se achaca sin medias tintas la culpabilidad del hecho al IFE, a los partidos, al Congreso y a las normas constitucionales.

La maniobra es tan burda que revela, sin tapujos, la intención que persigue: crear entre los televidentes un contexto de hartazgo, animadversión y repudio frente a la reforma, sus autores y la autoridad encargada de instrumentarla.

El hecho no pasaría de ser anecdótico si no se tratara de instituciones todas, guste o no, que con sus imperfecciones son indispensables para la democracia. La apuesta de las televisoras es claramente autoritaria: apuesta por erosionar a la política, a las reglas del juego y, de paso, a las instituciones que, con todos sus defectos, hacen posible la convivencia democrática.

Y todo sustentado en un par de falacias que deben ser evidenciadas: ni las normas ni el IFE ordenaron “empaquetar” varios spots y tampoco ordenan la transmisión de los spots en un momento determinado de las emisiones, y mucho menos interrumpir la programación como ocurrió. Es más, hace un año, en febrero de 2008, en una reunión con funcionarios del IFE para discutir la instrumentación de la reforma, los representantes de la CIRT le solicitaron expresamente al instituto no pautara con precisión (en minutos y segundos) el momento de transmisión de los spots de los partidos y les permitiera ajustarlo a lo largo de las fracciones de una hora que mandata la ley, respetando con ello las particularidades de la programación (algo sin duda lógico).

Así se acordó. Hoy, abusando de esa concesión, las televisoras, con una sincronía asombrosa, decidieron transmitir no uno sino varios spots conjuntamente y no en las pausas de la publicidad, como mandaría la razón, sino en los momentos centrales de la programación.

Ayer, un defensor de los intereses mediáticos decía en la radio que la medida de las televisoras no estaba exenta de jiribilla, pero que era claro que los políticos se lo habían buscado. Si eso es cierto, entonces todo se reduce a un mero desafío de los poderes privados al Estado y eso, simple y sencillamente, es inaceptable.

Investigador y profesor en la UNAM

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