10/19/2009


¿A quien interesa debatir sobre el aborto?
Este debate da mucho que hablar pero también mucho de comer a mucha gente.
Jaime Richart | Para Kaos en la Red

Gente que aparenta defender la vida en camino pero es insensible a la vida que quitan los ejércitos e intereses del imperio y los países asociados. Esa, por un lado. Pero también otra gente que se regodea con responder a la insensatez de los otros, retrasados mentales y maliciosos.

A todos interesa, pues. Tanto a los que agitan como a los que les rebaten. De la polémica hacen una fuente de ganancias al tiempo que descargan adrenalina. Gentes, por un lado, dedicadas de por vida a convocar manifesta­ciones nacionalcatolicistas en la capital más pri­maria, más garrula, más tosca, más atrasada moralmente de todo el Occidente: Madrid. Y, por otro, gentes acostumbradas a con­vivir en la caverna con los otros viendo en esa convivencia un re­curso fácil intelectual y en muchos casos un medio material de vida.

Y digo esto, porque de todos es sabido que el mayor desprecio es no hacer aprecio, no engancharse a polémicas que hartan porque la proposición principal (el aborto es un crimen, por ejemplo) no tiene consistencia, y la premisa mayor (el gobierno obliga a abortar, por ejemplo) es una barbaridad...

De entre toda esa gente que ladra hay un tipo por ahí que dice re­presentar a la familia tradicional que se dedica a "defender" sus ideas y creencias opusdeístas trasladándolas a los temas sociales, como son la educación de la ciudadanía que ataca y el aborto que con­vierte por arte de birlibirloque en asesinato por las buenas. Este tipo pro­mueve todas las manifestacio­nes en contra del gobierno to­mando como pretexto la educación, la homosexualidad, el aborto o la virgi­nidad de maría... abriendo de­bates interminables en todas las televi­siones, todas las radios y todos los periódicos. Medios, a su vez, en­cantados de que así sea porque de ese modo llenan horas y pági­nas que de otro modo ten­drían que dejar en blanco. Asuntos esos que sólo el tiempo podrá enfriar y que sólo la desaparición de la mentalidad cavernaria podrá allanar. Asuntos cuyo planteamiento razonable es imposible, como es imposible lo que tiene que ver con la autodeterminación de Euskadi y el trato que conviene dar a la mentalidad radical sobre el asunto. (Por cierto, ¿os habéis dado cuenta de que, según los medios, nunca se los detiene como “presuntos” a los terroristas deteni­dos en Euskadi como, y sin embargo esos mismos medios no pier­den ocasión de calificar como "presunto" al que todo el mundo está viendo cómo apuñala a su mujer?)

Pero en este asunto del aborto, unos, la inmensa minoría, ve en el proyecto de ley sobre el aborto la obligación de la mujer embara­zada a abortar, y otros, la inmensa mayoría de sensatos, ve en el aborto el simple derecho que es. Pero en esto ocurre como en la “guerra de Aznar”. Unos, los campeones del cinismo y el propio líder dicen, desde que éste nos metió en la guerra de Irak, que "na­die quiere la guerra" pero la hacen. Lo mismo que ahora dicen que es­tán a favor de la vida, que el aborto es un crimen y que el partido socialista obliga al crimen, pero ellos se benefician del aborto sin te­ner que ir a Londres, como antes iban porque podían costearse el viaje. Total, un pandemonium de la tergiversación y de la mala fe.

Lo cierto es que el debate no cesa. Lleva 15 años la ley y un tercio de ellos gobernando "populares", y nadie de ellos ha abierto la boca. Ahora es cuando toca, para ver si se erosiona un poco más el mal­trecho prestigio del gobierno Zapatero de los 4 millones de los de sin empleo. Total, Conferencia Episcopal, Opus Dei, mafiosos y caver­níco­las, todos a una en cuanto ven un resquicio para agitar el pa­tio.

Pero, y aquí viene el argumento de actualidad, ¿qué país europeo que no sea Portugal no tiene una ley de aborto incluso más avan­zada que la que rige actualmente en España donde se quiere des­arrollar ahora? ¿Acaso Francia, Inglaterra, Alemania, Holanda, etc. etc son países que están cometiendo un crimen cada vez que allí se practica un aborto? ¿Acaso son países genocidas? ¿Por qué los al­borotadores de aquí no se pronuncian para apartar a España de esos canallas?

Lo que ocurre es que, aparte de que politizarlo todo y ser el norte de la clerigalla en España, este tema del aborto, como tantos otros, da de comer a muchos millones. Sean periódicos, radios, purpura­dos u ociosos que no tienen otra cosa mejor que hacer que ir a to­das las convocatorias que hacen los líderes del PP y los obispos, todos se enzarzan horas y horas, gastan toneladas de tinta para no salir de la espiral de violencia moral que se promueve deliberada­mente en una jaula de grillos horrorosa para que no decaiga la ten­sión, que es tanto como decir la diversión “nacional”.

Lo que demuestra la manifestación de Madrid, en suma, sea de 200.000 sea de 2 millones, es que Madrid es la capital europea más garrula, más cavernaria, más retrasada por número de habitantes que quepa imaginar en el mundo occidental. En Madrid se producen las exhibi­ciones más obscenas de los asuntos sociales que se re­motan a la mentalidad de siempre de los más intolerantes catolicis­tas y de to­dos los que para contribuir a la bulla se asocian a ellos. Unos dan el grito de ¡adelante!, y centenares de miles se lanzan a la calle sin te­ner la más mínima idea de que la ley del aborto por su­puesto no obliga a abortar. Pero lo mismo les da en cambio a esos mismos que se cercenen horrible­mente millones de vidas en guerras de ocupación de países invadi­dos por los canallas que todos cono­cemos. ¿Dónde estaba ese talibán del Opus Dei, ese tal Benigno, que mueve manifesta­ciones de esta calaña cuando un 98% de es­pañoles se lanzaron a la calle para impedir a Aznar que nos metiera en la afrenta a la humanidad que fue la invasión de Irak? En esto es en lo que se revela el truco de la miserable cata­dura de esta otra canalla nacionalcatolicista que gobierna de hecho, mangonea y ca­ciquea en media España sin haber dado ni un solo paso adelante en su cerebro desde el año 36.

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