12/31/2009


Reporta Unifem progresos en Leyes y formulación de políticas

Falta de servicios básicos, afecta desarrollo de las mujeres

Por Anayeli García Martínez

México, DF 30 dic 09 (CIMAC).- Servicios públicos como el agua, de educación, salud y propiedad de la tierra, entre otros, son el ámbito donde se pone a prueba la eficacia de los sistemas de rendición de cuentas para las mujeres, pues si los servicios fallan, su bienestar puede correr graves riesgos, afirma un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer (Unifem).

Las deficiencias en la prestación de los servicios afectan tanto a las mujeres como a hombres, pero las primeras resultan afectadas de manera diferente y de forma más aguda, particularmente si son pobres, señala el documento El progreso de las mujeres en el mundo 2008/2009: ¿Quién responde a las mujeres?

De acuerdo con el estudio, en general las mujeres tienen menores posibilidades de sustituir los deficientes servicios públicos pagando para obtener otros mejores, por ello es que el informe dedica un capítulo para analizar cómo se diseñan los servicios y cómo se asignan los recursos necesarios para el acceso a ellos.

Unifem hace especial énfasis en que los compromisos asumidos por los países con el fin de lograr la igualdad de género y la potenciación de la mujer, sólo pueden llevarse a la práctica si se ofrecen los servicios necesarios.

Aún cuando en 2008 hubo notables progresos en cuanto a la aprobación y promulgación de leyes y la formulación de políticas públicas relacionadas con el tema, la medida en que se ha cumplido con las consecuentes responsabilidades se refleja en el precario presupuesto de los servicios estipulados por esas leyes y políticas, así como en la prestación de tales servicios, señala.

SERVICIOS Y DERECHOS BÁSICOS DE LA MUJER

Los servicios son importantes para las mujeres porque promueven los derechos de estas a la salud, la educación y a una vida digna, por ello cuando los gobiernos realmente se esfuerzan por proporcionar servicios a las mujeres, no sólo contribuyen al bienestar de estas, sino que también reconocen sus derechos.

Cuando los hogares más pobres tienen que sufragar los servicios de salud o de educación, es probable que las mujeres y las niñas se vean perjudicadas, revela el documento, dado que por lo común los hogares pobres reservan el dinero para pagar la atención médica y la educación de los hombres y de los hijos varones.

Además, la carga de muchas tareas domésticas que realizan las mujeres puede aliviarse sustancialmente mediante la mejor provisión de servicios públicos, como ejemplo el acceso al agua, que en algunos países puede mejorar ya sea con pozos de agua no contaminados o adecuados sistemas de abastecimiento de agua y saneamiento.

En varios países, las políticas para aumentar el acceso de las niñas a la educación fueron reforzadas cuando los gobiernos, los líderes políticos y la comunidad internacional expresaron claramente que la educación de las niñas es cuestión de vital interés.

Como resultado de ello, en varios países de bajos ingresos disminuyó la brecha en las tasas de deserción escolar en el nivel primaria entre niñas y niños, de 18 por ciento en 1990 a 13 por ciento en el 2000.

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