12/29/2009

En algún lugar....en el umbral de la década......




Laura M. López Murillo (especial para ARGENPRESS.info)

En algún lugar cíclico,donde el tiempo se desplaza en saltos excéntricos, la historia se compendia en rangos decimales y lamemoria se fragmenta en periodos y épocas; por eso, en el umbral de todas las décadas se agudiza el afán retrospectivo yes inevitable recapitular...

La memoria colectiva se configura con los eventos que repercuten en la vida de los individuos, porque alteran el estilo de vida o el orden de las ideas, porque provocan reacciones yactitudes generalizadas, porque conmueven o indignan, porque inciden en la visión del mundo.

Y en el compendio de la historia y en el registro de la memoria colectiva, influye la concepción decimal del tiempo. La vida sobre el planeta se estudia por siglos y milenios, las crónicas pormenorizadas se ajustan al rango de las décadas.

Y justamente ahora, a unos cuantos días de incursionar en una nueva década, en un evento mediático extraordinario, abundan los recuentos y las retrospectivas; pero detrás de las cifras y de los nombres, en la línea impronunciada de una nota informativa, yace el elemento que desencadena la reflexión.

La década de los dosmiles trascenderá a la posteridad como un periodo de crisisqueprodujo millones de desempleados, que incrementó alarmantemente el índice de la desesperanza. Contrastes grotescos, fundamentalismos y una soledad expansiva son algunos delos rasgos que caracterizarán a esta década.

En una de las paradojas de la posmodernidad, las redes globales de comunicación han propiciado el aislamiento y entorpecido el contacto entre los individuos; la realidad se digitaliza y la vida se desvirtúa ante un monitor.

Al leer el mensaje subyacente en las cifras, se identifican los excesos y los contrastes que alcanzaron niveles grotescos: la combinación de la crisis económica y la alimentaria ha elevado la cifra de víctimas del hambre en el mundo a niveles históricos: 1.000 millones de personas sufren hambre crónica; pero en las antípodas del desamparo, otros mil millones de individuos con sobrepeso conforman la epidemiade la globesidad que ha reducido las expectativas de vida. Y al margen de los extremos, en la tangente del hambre y la obesidad, en un entorno indiferente y materialiazante, la anorexia, la bulimia, la vigorexia y la ebriorexia destrozan la salud y la integridad de millones de personas obsesionadas con un concepto inhumano de belleza.

En pleno siglo XXI se actualizó el instinto legendario del troglodita: la necesidad de dominio, sobre el entorno, sobre los recursos y los congéneres, desencadenó las guerras del fundamentalismo. Iraq, Afganistán, Paquistán y elconflicto Palestina-Israel polarizaron al planeta, confrontaron dogmas y despedazaron la vida de millones de personas. Ocho años de ocupación estadounidense en Irak exacerbaron las diferencias hemisféricas y resucitaron las convicciones nacionalistas en las regiones invadidas.

Y en un entorno cambiante, se desmoronan paradigmas y emergen modelos e identidades; la migración por motivos de trabajo,la generalización de los divorcios, condiciones laborales demandantes, las inclinaciones afectivas alternativas, propician el surgimiento de hogares diferentes.

Y ahora, como siempre, la historia se escribe con avances y retrocesos, el devenir se configura con luces y sombras, y en el porvenir aguardan ideales y obsesiones. La única constante en todas las décadas, los siglos y los milenios, ha sido la imperiosa necesidad de vencer el miserable miedo a vivir. Por eso, la humanidad se reinventa de cuando en cuando, ejerciendo uno de sus atributos inalienables: la asombrosa facultadpara olvidary la prodigiosa determinación para empezar de nuevo…

A todo aquel que lea esta columna por costumbre, por lealtad o mera casualidad, motivado por la censura o la afinidad: le agradezco su invaluable intervención en este diálogo ubicuo y asincrónico, porque su mirada le confiere sentido a estas líneas y le concede un significado a mi existencia.

A mis lectores, a mis editores, a mis productores, a mis colegas docentes, y a quien tenga la bondad de leerme, les deseo:

Un feliz año 2010… una década extraordinaria… y un venturoso porvenir!


Laura M. López Murillo es Lic. en Contaduría por la UNAM. Con Maestría en Estudios Humanísticos, Especializada en Literatura en el Itesm.

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