8/04/2008

Criminal que el gobierno “ahorre” presupuesto y destruya servicios de salud y educación


Pedro Echeverría V.

1. ¿Qué pasaría en México si se obligara a todos los funcionarios a reducir a la tercera parte sus salarios y a los empresarios a obtener sólo la tercera parte de las ganancias que acostumbran para que ese dinero del presupuesto público y de las ganancias se usara para crear los 10 millones de empleos que se necesitan? En primer lugar se acabaría el desempleo y los multimillonarios, así como automáticamente los secuestros. No habría mucha necesidad de secuestrar ni multimillonarios secuestrables. Pero tampoco habría familias con gigantescas mansiones, con coches de lujo, con constantes viajes al extranjero, paraísos fiscales ni grandes clubes de ricos. Pero cerrarían fábricas de automóviles, grandes empresas joyeras, las líneas aéreas quebrarían así como los restaurantes de lujo. Se acabarían los pleitos por cargos políticos porque los salarios serían como los de trabajadores especializados y mejorarían los servicios de salud y educación pública porque los hoy privilegiados no tendrían para pagar servicios particulares. ¿Para qué secuestrar si no hay dinero para pagar rescate?

2. Ahorrar recursos (sobre todo los del presupuesto público que pertenecen a la población), no realizar gastos suntuosos, evitar todo derroche o dilapidación, es una disciplina que debe extenderse (quizá hasta imponerse) en todo el país; pero es criminal que en nombre del ahorro se deje sin comida, sin empleo, servicios de salud y educación a la población mexicana, 70 por ciento en la pobreza y la miseria. Mientras los funcionarios y empresarios dilapidan sin fin enormes recursos naturales en aviones, automóviles, viajes de placer y multitud de servicios particulares, ordenan a secretarios de gobierno que no se gaste en asistencia social ni en inversiones que no tengan que ver con la productividad. Los mismos funcionarios foxistas, hace unos años, declaraban como un “desperdicio” asignar presupuestos altos a los jubilados y a los servicios sociales de “corte populista” porque eran “recursos desperdiciados”. Pensaba Fox: ¿Para qué se les destina presupuesto si pronto morirán y ya no son capaces de producir? Por eso escribí entonces que Fox y sus funcionarios no tenían madre… ni abuelos, ni vergüenza.

3. Los gobiernos del PRI hicieron y deshicieron del presupuesto público como les vino en gana; los poderes y los medios de información, dado que de manera incondicional actuaban al servicio del Ejecutivo silenciaron, durante muchas décadas, los tejemanejes en la distribución del dinero de los mexicanos. A partir de los noventa del siglo pasado, con el crecimiento de los medios de información y el surgimiento de cierta oposición política, los datos duros que antes se escondían comenzaron a filtrarse y la opinión pública comenzó a enterarse cada vez más acerca de la distribución del presupuesto. El gobierno del PAN comenzó a pedir a sus funcionarios que ahorren para que el gobierno de Calderón obtenga lo que necesita para emplearlo en otras cosas políticas, tal como la propaganda en los medios de información. Los funcionarios sumisos, para hacer méritos y demostrar fidelidad al presidente “ahorran” de su presupuesto y lo devuelven. En tanto no hay médicos, medicinas, enfermeras, camas de hospital, y en educación no aumenta la matrícula de alumnos, se desatienden las escuelas y no se contratan a maestros.

4. Se ha informado que en el primer semestre del año, el gobierno federal registró un subejercicio presupuestal por 17 mil 422 millones de pesos al dejarse de aplicar el gasto destinado, pese a que estos recursos fueron autorizados por el Congreso y el Ejecutivo en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el presente año. ¿Puede olvidarse acaso que tanto durante el Gobierno panista de Fox como ahora en el de Calderón los legisladores de otros partidos tuvieron que aumentar presupuesto para educación, salud, UNAM, campo, porque ambos gobiernos habían presupuestado un cantidad muy inferior en inversión social? La realidad es que la distribución del presupuesto público, así como la forma de su integración, son la medida para conocer claramente a qué clase social sirve la clase gobernante. Un gobierno empresarial como el de México integra su presupuesto con productos de trabajo no de capital y lo distribuye siempre para beneficiar a los grandes empresarios y no a la población mayoritaria. Por falta del presupuesto necesario las clínicas y hospitales públicos, así como las escuelas y universidades, sufren enormes carencias y abandono.

5. ¿Ese comportamiento no es acaso una actitud criminal e irresponsable del gobierno? Dada las crecientes necesidades de atención a la población en rubros tan importantes como educación, salud y construcción de obras de infraestructura, es indiscutible. El 70 por ciento del total del gasto no ejercido se concentró en las Secretarías de Educación Pública, Salud y Comunicaciones y Transportes, con casi 13 mil millones de pesos del total. En el contexto de una mayor necesidad para elevar el nivel educativo de los maestros y estudiantes de educación primaria y secundaria y de una mayor contratación de profesores, la secretaría dejó de ejercer recursos por 6 mil 187 millones de pesos. Mientras que en el sector salud, que es uno de los puntos más débiles en la atención de la población, se dejaron de gastar 897 millones de pesos, solamente en la primera mitad del año. En Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación se dejaron de ejercer mil 365 millones de pesos, en un escenario de alta inestabilidad de precios de los granos y alimentos a nivel internacional, mientras los campesinos mueren de hambre.

6. En el gobierno de Fox, por ejemplo, se registraron escandalosos fraudes en varias secretarías de gobierno y entre los mismos familiares del presidente: la esposa, sus entenados, sus mismos hijos y hermanos; los famosos “amigos de Fox” y el invento “Vamos México” fueron gigantescos atracos tanto en México como en el extranjero que los insulsos, y hasta oportunistas legisladores y sus comisiones partidarias, nunca pudieron probar porque, según dijeron, les bloquearon todos los caminos de la investigación. Fue precisamente durante ese sexenio cuando las cloacas en salud y educación comenzaron a destaparse ubicando a México entre los países de mayor atraso y de más bajas inversiones económicas en esos campos. Sin embargo a los funcionarios de más alta jerarquía les importó un bledo puesto que ellos siempre han contado con servicios médicos en el extranjero y en hospitales privados del más alto nivel, así como ellos y sus hijos gozan de las atenciones educativas en colegios privados de México, los EEUU y Europa. ¿Para qué entonces atender la salud y la escuela públicas?

7. Queda muy claro que con estos datos otorgados por la secretaría de Hacienda, en el sentido de que varias secretarías devuelven sin ejercer parte de su presupuesto, que al gobierno federal panista le importa un bledo las necesidades de vida de la población. La famosa reforma energética, en la que el gobierno de Calderón ha dilapidado miles de millones de pesos para pedir la aprobación de “su propuesta”, sólo busca cumplir con las promesas hechas por el gobierno federal a los grandes inversionistas nacionales y extranjeros. Con ello se demuestra que aunque haya mucho o poco dinero del petróleo, para los gobernantes “el pueblo, mientras trabaje, puede vivir en la miseria”. ¿Para que han servido los miles de millones de pesos que ha aportado el petróleo por ingresos extras sino para gastos corrientes del gobierno y abultados salarios de funcionarios? Me parece que los funcionarios deberían ir a la cárcel porque no están cumpliendo con su trabajo, pero es mucho más responsable el presidente al exigirles que devuelvan parte del presupuesto. ¿Para qué sirvió el aumento que logró el legislativo?

8. De ninguna manera debe permitirse “gastar por gastar” el presupuesto, tal como lo hacen muchos funcionarios que cada fin de período presupuestal inventan gastos superfluos, los realizan o se los roban y luego se dan la tarea de buscar comprobantes falsos para justificarlos. Son igual de delincuentes que los que los “ahorran” para devolvérselos al secretario de Hacienda con el fin de que éste lo aplique donde políticamente le rinda al presidente. Sin embargo en México no pasa nada. Los funcionarios del presidente son de él no del pueblo. Las luchas sociales aún no alcanzan tener el nivel para interesarse por estos problemas. Fox hizo y deshizo, encabezó el saqueo del presupuesto público durante su sexenio y nadie pudo nada contra él y su extensa familia. Hoy el mismo Fox vuelve a ser una figura política en el país porque al parecer continúa gozando de popularidad. Con toda su ignorancia política Fox parece haber superado al mismísimo Salinas de Gortari. ¿Cuándo en la izquierda lograremos tener la fuerza suficiente para que estos funcionarios no hagan lo que les dé la gana?

pedroe@cablered.net.mx


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