4/03/2009

Las Reinas Chulas llegan a Sonora a dar un respiro a la censura


Y se burlan de la misoginia del gobierno de Bours

Por Silvia Núñez Esquer/corresponsal

Hermosillo, Son., 2 abril 09 (CIMAC).- Programadas para cerrar el Noveno Festival de Teatro Universitario, Las Reinas Chulas, compañía independiente invitada, dio un respiro a la censura mediática y cultural que se ha vivido en los últimos cinco años en el estado de Sonora.

Las artistas, especialistas en sátira política, brindaron un espectáculo abierto a la crítica de la mercadotecnia electoral que ha servido para llevar al poder a los personajes más alejados de la idoneidad profesional y de experiencia, en un sexenio caracterizado por eliminar a las mujeres de la esfera pública.

Ana Francis Mor, Marisol Gasé y Cecilia Sotres, riendo durante tres horas en el Teatro Emiliana de Zubeldía de esta ciudad, lo mismo hicieron mofa de los supuestos nexos que existen entre el actual gobernador Eduardo Bours y el narcotráfico, como se ha publicado en algunos medios, que se burlaron de cómo las y los electores acuden a votar por un candidato convencidos sólo por las estrategias de propaganda.

Lleno de ironía en los contenidos de su guión, “Petróleo en la sangre” es un espectáculo que evidencia la misoginia y machismo patriarcal que permea en los discursos y mensajes en la industria cultural expresados en las telenovelas y películas mexicanas.

Con personajes femeninos lejanos a los estereotipos de mujeres que el Gobierno de Sonora se empeña en encasillar en el papel de madre, las Reinas Chulas incluyen personajes que muestran mujeres instruidas, analíticas, críticas, con deseo sexual en la tercera edad, y el único personaje que tiene una hija, la repudia, como ocurre en la vida real con muchas mujeres que han sido obligadas a ser madres.

En forma sutil y a través de recursos audiovisuales, quienes han sido becarias del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) ponen en la discusión la violencia exacerbada hacia las mujeres, expuesta en los programas de televisión, principalmente los de Televisa.

Quienes se hacen llamar “cabareteras mexicanas”, han logrado a través del Teatro Cabaret, que la crítica especializada las considere las mejores en el género. Las también artistas feministas, colaboran en actividades por la diversidad sexual, la democracia inclusive de las mujeres, y en la defensa del petróleo y otros recursos naturales mexicanos.

HUMOR INTELIGENTE

Entrevistada en la Ciudad de México, Cecilia Sotres, integrante de la compañía de Teatro Cabaret Las Reinas Chulas, nos contó que a raíz de una beca del FONCA, realizó una investigación sobre el humor de las y los mexicanos.

Dos veces becaria de FONCA, Cecilia afirma que el humor es su herramienta de trabajo por medio de la cual pasan los sucesos a las ideas, al análisis y la reflexión.

Para ella no hay nada nuevo bajo el sol, ya que Aristófanes fue “el primer cabaretero” que tomaba lo que estaba ocurriendo en la sociedad y pasaba esas ideas a través del humor, la risa y la farsa, porque es como la gente “abre el corazón”.

Sotres habla del humor que enferma y del que sana. El primero nos hace evadirnos, irnos hacia otro lado, y repite los mismos prejuicios y estereotipos. Es ese humor que sigue con los chistes misóginos, que vuelve a los mismos vicios, prejuicios de la sociedad, la discriminación, misoginia, homofobia, etcétera.

El otro humor que sana nos hace reflexionar, pensar, amplía el punto de vista, abre otras puertas y ventanas, despierta la conciencia, despliega la percepción y la conciencia, opina quien en otro espectáculo personifica a “La Barbie”.

Aunque no estés de acuerdo, el hecho de acercarte a una visión diferente de las situaciones por medio de la risa es una forma de de disertar y aprovechar el don de la risa, porque los humanos somos los únicos mamíferos que nos reímos. Reír te sube las endorfinas, es como hacer el amor, es un placer trabajar a través de la risa, afirma.

En algún momento la risa es dolorosa, señala, al parafrasear a su maestra Jesusa Rodríguez, quien opina que la risa corta o hiere, cuando nos preguntamos por qué seguimos permitiendo determinada situación. Pero el chiste es no quedarse allí, sino accionar, comenta.

-- ¿Cuál es el problema en México más doloroso para las mujeres?

-- Titubea y emite un preámbulo a su respuesta: “¡qué fuerte pregunta!” y contesta: creo que a las mexicanas y a todas las mujeres nos aqueja la cultura, ver a las mujeres como seres de segunda. No tenemos los mismos derechos, no se nos ve igual, nosotras mismas de pronto no nos vemos igual, es una cultura de años, de siglos que traemos casi en la sangre.

Necesitamos, dice, una limpieza interna de alma y de corazón, casi una transfusión para quitarnos eso que traemos y poder decir: todas y todos somos iguales. Ese es nuestro principal problema, la cultura misógina, la cultura discriminatoria contra la mujer.

CABARET Y FARSA POLÍTICA

Todo lo que tenga que ver con crítica y con farsa, describe el trabajo de Las Reinas Chulas, así lo considera Marisol Gasé, integrante de esa compañía, cuyo trabajo además de los escenarios teatrales y eventos alternativos ha trascendido a la radio en su programa “El Weso” en la W FM, de la Ciudad de México.

Ella platica que haber trabajado primero con Tito Vasconcelos y después con Jesusa Rodríguez ha sido fundamental, incluso porque Jesusa les dejó su teatro bar El Hábito, hoy El Vicio, momento en que ellas empezaron con sus propios proyectos.

Las presentaciones y sus contenidos van cambiando, ya grabaron un disco, y siempre están creando nuevas cosas, aunque el acento siempre está en la crítica. Los temas son las mujeres, la discriminación y la violencia.

Marisol cuenta que la canción “Lo Hecho en México”, inspirada en el feminicidio es un parteaguas, incluso la periodista Carmen Aristegui lo utilizaba cada vez que hablaba de la impunidad en la violencia feminicida en nuestro país.

Para hablar de los asuntos que más nos duelen a las mujeres a través de su trabajo, han sido invitadas a Europa, y a algunos países de América Latina. Las Reinas Chulas siempre tratan de difundir estos temas, en sinergia con otros géneros del arte y crítica periodística, convocando a representantes del Arte y activismo o “Artivismo”.

LA POBREZA POSTERGA DERECHOS DE LAS MUJERES

Nora Huerta, actriz, cantante, instructora de Teatro Cabaret, y una más de Las Reinas Chulas, afirma que ese proyecto es su manera de existir. En el camino se han visto involucradas, y se han encontrado en el activismo, cuenta la actriz de profesión.

En entrevista afirma que todas han encontrado en el cabaret político su mejor manera para expresarse. Nora siente que las mujeres debemos seguir peleando para que se acabe la violencia en este país, y la pobreza es nuestra peor enemiga.

La pobreza nos obliga a ser mujeres sin educación, sin acceso a la salud, sin acceso a la información, a la justicia, y mientras no tengamos acceso a ninguna de las cosas que protegen nuestros derechos humanos básicos, vamos a seguir “atoradas”.

Responsabiliza al Gobierno federal de no tomar cartas en el asunto, y opina que mientras éste no ponga a las mujeres en un lugar de equidad, vamos a seguir olvidadas. Sin embargo, aclara que en México la pobreza hiere por igual a mujeres y a hombres.

El humor lo considera justo como la manera de decir estos problemas “yo quiero que las mujeres tengamos acceso a la salud”, “quiero que las mujeres puedan ir a la escuela”, “yo necesito que las mujeres tengamos información para no ser agredidas, para no ser violadas, para no ser torturadas, para no ser abusadas, para no ser asesinadas”, ejemplifica.

A partir de ahí, el humor ha sido su mejor herramienta para decirles: “chicas pongámonos las pilas, está en nuestras manos alzar la voz, que no nos callen nunca y está en nuestra vida luchar por ello”.

Detrás de cualquiera de los espectáculos de Las Reinas Chulas, se evidencia una investigación minuciosa. Cada uno de los personajes, de las situaciones, lugares, frases, discursos, ha sido documentado previamente por estas mujeres que han demostrado que el humor inteligente es posible.

Las cuatro escriben las canciones y los guiones de sus espectáculos. Llevan seis años organizando el Festival Internacional de Cabaret en el teatro bar El Vicio, y en el más reciente, cada una presentó un show: Ana Francis Mor, “Fraudestein, el monstruo sigue vivo”, Cecilia Sotres con “Fragmentos de un discurso chistoso”, Nora Huerta con “El efecto lobotómico”, y Marisol Gasé con “Todos somos Emos, o semos los que somos”.

Cecilia, Nora y Marisol, son egresadas del Centro Universitario de Teatro de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y Ana Francis Mor, de la escuela desaparecida de Ludvic Margules. Estudiaron música, trabajaron cinco años con Tito Vasconcelos y casi cuatro años con Jesusa Rodríguez, en lo que era el teatro bar El Hábito, hoy El Vicio.

Y sin duda las cuatro Reinas Chulas vinieron por primera vez a Sonora a dar un respiro a la censura.

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