La muerte del rector destituido de la Universidad de Guadalajara, Carlos Briseño Torres –todo apuntaba a un suicidio– hace emerger nuevamente los perfiles sombríos del funcionamiento de universidades públicas dominadas por grupos mafiosos que controlan la vida académica (promociones, plazas, cargos, entre otros puntos) y ejercen los presupuestos que provienen del dinero colectivo con absoluta opacidad e irresponsabilidad, supuestamente amparadas esas operaciones faccio- sas por aires de autonomía que en esos casos significan corrupción, discrecionalidad e impunidad.
Briseño fue parte distinguidísima del grupo que durante décadas ha controlado a la UdeG, el encabezado por Raúl Padilla López, y envuelto en la aureola de ser uno de quienes más solían elogiar y proclamar lealtad al jefe máximo fue convertido, en 2007, en otro más de los rectores peleles del padillismo. Briseño, sin embargo, tejió alianzas con el gobernador formal del estado, el acólito Emilio González Márquez, y el mandatario real, el cardenal Juan Sandoval, más un sector del priísmo, del que destacaba el abogado Arturo Zamora, quien había sido candidato a gobernador de la entidad por el PRI y hoy es diputado federal por ese partido (para ayudarle en ese proyecto, el entonces rector llevó a Guadalajara al periodista Marco Levario, para que le ayudara a manejar medios de información, sobre todo nacionales).
Con esos emplazamientos, abrió las puertas a la cúpula clerical, abrigó la esperanza de ser candidato a gobernador por el PRI en la siguiente elección y declaró una extraña guerra contra su re- ciente tutor, con quien había roto a partir de las instrucciones que éste le había dado para tratar con sentido protector el asunto de un médico especialista en trasplantes al que habían pillado en irregularidades administrativas relacionadas con la operación clínica de esa universidad. La desproporción en la pelea era evidente, pero Briseño transitó hipnóticamente ese tramo, confiado en sus presuntos aliados, atenido a una hipotética razón jurídica que le asistiría cuando el Grupo Universidad lo destituyera y él acudiera a instancias judiciales federales. Finalmente, perdió de calle, fue depuesto y la justicia federal no lo restituyó.
Pero la historia de ese pleito solamente hace luz (mortecina) sobre una realidad cotidiana, constante y, hasta ahora, impune, la de los grupos políticos universitarios que se han encaramado en las casas de estudios superiores y han pervertido sus funciones, instaurando camarillas basadas en la mediocridad leal e impedido el desarrollo libre de la creatividad, la crítica y el auténtico compromiso social (las elites que dominan a las universidades de Guadalajara y de Colima se han especializado en aparentar posturas progresistas e incluso izquierdistas, cortejando a intelectuales mediante múltiples métodos y usando el presupuesto venido de lo público para fintas culturales y artísticas varias).
Justamente cuando el asun- to de los dineros públicos, su captación y su reparto están en el centro de la atención ciudadana, es necesario plantear la importancia de que haya verdaderas auditorías (plurales, confiables, cotejables) en esos centros de estudios y que dejen de ser anacrónicas cuevas presupuestales manejadas a contentillo por estructuras políticas formadas en muchas ocasiones por grillos, porros y profesionistas grises, pero manipulables. Esa realidad universitaria secuestrada o adocenada existe en muchas partes del país y, desde luego, en instituciones nacionales. Si la muerte de Briseño ayudara a analizar y corregir esos temas, podría considerarse que ese desenlace lamentable habría servido para algo más que para demostrar el terrible destino fatal al que, entre soledad, frustración y fracaso extremo, llevan esos forcejeos universitarios por el poder mafioso.
Astillas
Se ha producido una serie de descalificaciones internacionales a la manera como ha manejado la crisis económica quien todavía el año pasado fanfarroneaba con ser el capitán de un barco de gran calado al que emocionaban los retos y dificultades fuertes porque así podría demostrar la habilidad propia y de su equipo de reacción inmediata ante catarritos... El berrinche felipista por esas descalificaciones se ha expresado a través de Carstens, tratando de refutar al Nobel Stiglitz y, de manera tragicómica, por la vía de alguien que dice ser secretario de Desarrollo Social del gobierno federal y que ha recomendado al citado premio Nobel que mejor se ponga a leer un poquito más de México... Vicente Reyes de León considera respecto de las trascendentales coincidencias que reveló Calderón, entre el astronauta José Hernández Moreno y él mismo, que hay una más que no se dijo: los dos han viajado al espacio exterior, sólo que uno de los dos sigue en la luna... Demetrio Sodi propone construir dos deprimidos en la delegación Miguel Hidalgo. Uno de ellos podría suponerse que está en Los Pinos, y ¿el otro?... La PGR está muy activa en la indagación del oscuro incidente del robo de cheques de caja para liquidar a trabajadores del SME, que por muchas razones ni siquiera podrían ser cobrados, y de los posibles sabotajes que habrían provocado problemas de servicio eléctrico en algunos lugares del estado de México... Otra vez, desorden peligroso en el Zócalo, ahora por la cancelación apenas anunciada horas antes de un espectáculo multimedia. Quienes no se enteraron con oportunidad de esa decisión, se toparon con agentes federales, miembros del Estado Mayor Presidencial, vallas y otras formas de entorpecimiento del tránsito ciudadano. Todo es a cuenta del desfile de caballería y carros alegóricos con que el calderonismo tratará de aparentar que de cierta manera conmemora y enaltece un aniversario más del, gulp, movimiento revolucionario... Y, mientras los líderes de las principales bancadas legislativas reparten con Los Pinos el pastel de los nuevos ministros de la Supremamente Corta, ¡feliz fin de semana, con la vista puesta en el acto del domingo en el Zócalo, luego que AMLO ha terminado su larga gira por Oaxaca!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Briseño fue parte distinguidísima del grupo que durante décadas ha controlado a la UdeG, el encabezado por Raúl Padilla López, y envuelto en la aureola de ser uno de quienes más solían elogiar y proclamar lealtad al jefe máximo fue convertido, en 2007, en otro más de los rectores peleles del padillismo. Briseño, sin embargo, tejió alianzas con el gobernador formal del estado, el acólito Emilio González Márquez, y el mandatario real, el cardenal Juan Sandoval, más un sector del priísmo, del que destacaba el abogado Arturo Zamora, quien había sido candidato a gobernador de la entidad por el PRI y hoy es diputado federal por ese partido (para ayudarle en ese proyecto, el entonces rector llevó a Guadalajara al periodista Marco Levario, para que le ayudara a manejar medios de información, sobre todo nacionales).
Con esos emplazamientos, abrió las puertas a la cúpula clerical, abrigó la esperanza de ser candidato a gobernador por el PRI en la siguiente elección y declaró una extraña guerra contra su re- ciente tutor, con quien había roto a partir de las instrucciones que éste le había dado para tratar con sentido protector el asunto de un médico especialista en trasplantes al que habían pillado en irregularidades administrativas relacionadas con la operación clínica de esa universidad. La desproporción en la pelea era evidente, pero Briseño transitó hipnóticamente ese tramo, confiado en sus presuntos aliados, atenido a una hipotética razón jurídica que le asistiría cuando el Grupo Universidad lo destituyera y él acudiera a instancias judiciales federales. Finalmente, perdió de calle, fue depuesto y la justicia federal no lo restituyó.
Pero la historia de ese pleito solamente hace luz (mortecina) sobre una realidad cotidiana, constante y, hasta ahora, impune, la de los grupos políticos universitarios que se han encaramado en las casas de estudios superiores y han pervertido sus funciones, instaurando camarillas basadas en la mediocridad leal e impedido el desarrollo libre de la creatividad, la crítica y el auténtico compromiso social (las elites que dominan a las universidades de Guadalajara y de Colima se han especializado en aparentar posturas progresistas e incluso izquierdistas, cortejando a intelectuales mediante múltiples métodos y usando el presupuesto venido de lo público para fintas culturales y artísticas varias).
Justamente cuando el asun- to de los dineros públicos, su captación y su reparto están en el centro de la atención ciudadana, es necesario plantear la importancia de que haya verdaderas auditorías (plurales, confiables, cotejables) en esos centros de estudios y que dejen de ser anacrónicas cuevas presupuestales manejadas a contentillo por estructuras políticas formadas en muchas ocasiones por grillos, porros y profesionistas grises, pero manipulables. Esa realidad universitaria secuestrada o adocenada existe en muchas partes del país y, desde luego, en instituciones nacionales. Si la muerte de Briseño ayudara a analizar y corregir esos temas, podría considerarse que ese desenlace lamentable habría servido para algo más que para demostrar el terrible destino fatal al que, entre soledad, frustración y fracaso extremo, llevan esos forcejeos universitarios por el poder mafioso.
Astillas
Se ha producido una serie de descalificaciones internacionales a la manera como ha manejado la crisis económica quien todavía el año pasado fanfarroneaba con ser el capitán de un barco de gran calado al que emocionaban los retos y dificultades fuertes porque así podría demostrar la habilidad propia y de su equipo de reacción inmediata ante catarritos... El berrinche felipista por esas descalificaciones se ha expresado a través de Carstens, tratando de refutar al Nobel Stiglitz y, de manera tragicómica, por la vía de alguien que dice ser secretario de Desarrollo Social del gobierno federal y que ha recomendado al citado premio Nobel que mejor se ponga a leer un poquito más de México... Vicente Reyes de León considera respecto de las trascendentales coincidencias que reveló Calderón, entre el astronauta José Hernández Moreno y él mismo, que hay una más que no se dijo: los dos han viajado al espacio exterior, sólo que uno de los dos sigue en la luna... Demetrio Sodi propone construir dos deprimidos en la delegación Miguel Hidalgo. Uno de ellos podría suponerse que está en Los Pinos, y ¿el otro?... La PGR está muy activa en la indagación del oscuro incidente del robo de cheques de caja para liquidar a trabajadores del SME, que por muchas razones ni siquiera podrían ser cobrados, y de los posibles sabotajes que habrían provocado problemas de servicio eléctrico en algunos lugares del estado de México... Otra vez, desorden peligroso en el Zócalo, ahora por la cancelación apenas anunciada horas antes de un espectáculo multimedia. Quienes no se enteraron con oportunidad de esa decisión, se toparon con agentes federales, miembros del Estado Mayor Presidencial, vallas y otras formas de entorpecimiento del tránsito ciudadano. Todo es a cuenta del desfile de caballería y carros alegóricos con que el calderonismo tratará de aparentar que de cierta manera conmemora y enaltece un aniversario más del, gulp, movimiento revolucionario... Y, mientras los líderes de las principales bancadas legislativas reparten con Los Pinos el pastel de los nuevos ministros de la Supremamente Corta, ¡feliz fin de semana, con la vista puesta en el acto del domingo en el Zócalo, luego que AMLO ha terminado su larga gira por Oaxaca!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Esta semana fue pródiga en distinciones para México, aunque no exactamente las que quisiéramos. Transparencia Internacional volvió a extender boleta de calificaciones reprobatoria al gobierno. Desde 1999 que comenzó a darle seguimiento, nunca ha pasado ni de panzazo. Las calificaciones son del cero al 10, ningún año ha alcanzado un cuatro. Por otro lado, el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, profesor de la Universidad de Columbia e implacable crítico de la globalización, dijo que entre todos los países del mundo, el que peor ha enfrentado la crisis es México. Y para rematar, la firma de consultoría Pricewaterhouse-Coopers lo coloca en el incómodo cuadro de deshonor de las cinco naciones donde el delito de fraude ha crecido más en el interior de las empresas durante el prolongado periodo de crisis.
Observatorio ciudadano
Con este telón de fondo manchado por la corrupción, el sector privado propone la creación de un observatorio ciudadano para fiscalizar el gasto del gobierno. La idea es buena; fue expuesta por Armando Paredes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, al mismo tiempo que criticó que los diputados dieran manga ancha a los gobernadores en el manejo de los recursos. Coincide con la idea compartida por muchos mexicanos de que el presupuesto se repartió como si fuera botín, sin considerar el interés general, sino las elecciones del próximo año y la presidencial. Días antes se había dado un enfrentamiento verbal entre Felipe Calderón y Paredes a raíz del señalamiento del mandatario de que los grandes empresarios no pagan impuestos en una medida justa. La idea del observatorio ciudadano puede ser fructífera si los líderes empresariales son capaces de llevarla a cabo sin prejuicios de carácter político e ideológico: se requiere atarles las manos a todos los políticos, sin excepción.
La antesala al paraíso
No quiso meterse en muchos problemas Felipe Calderón para llenar los lugares que dejarán vacantes dos ministros de la Suprema Corte. Para sustituir a Mariano Azuela propuso a tres miembros del Consejo de la Judicatura: Luis María Aguilar Morales, María Luisa Martínez Delgadillo y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Y en lugar de Genaro Góngora Pimental a tres académicos: Jorge Carlos Adame Godart, Eduardo Ferrer McGregor Poizó y Fernando Zaldívar Lelo de Larrea. De los seis sólo dos recibirán boleto de entrada al paraíso presupuestal, con la bendición del Senado
Observatorio ciudadano
Con este telón de fondo manchado por la corrupción, el sector privado propone la creación de un observatorio ciudadano para fiscalizar el gasto del gobierno. La idea es buena; fue expuesta por Armando Paredes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, al mismo tiempo que criticó que los diputados dieran manga ancha a los gobernadores en el manejo de los recursos. Coincide con la idea compartida por muchos mexicanos de que el presupuesto se repartió como si fuera botín, sin considerar el interés general, sino las elecciones del próximo año y la presidencial. Días antes se había dado un enfrentamiento verbal entre Felipe Calderón y Paredes a raíz del señalamiento del mandatario de que los grandes empresarios no pagan impuestos en una medida justa. La idea del observatorio ciudadano puede ser fructífera si los líderes empresariales son capaces de llevarla a cabo sin prejuicios de carácter político e ideológico: se requiere atarles las manos a todos los políticos, sin excepción.
La antesala al paraíso
No quiso meterse en muchos problemas Felipe Calderón para llenar los lugares que dejarán vacantes dos ministros de la Suprema Corte. Para sustituir a Mariano Azuela propuso a tres miembros del Consejo de la Judicatura: Luis María Aguilar Morales, María Luisa Martínez Delgadillo y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Y en lugar de Genaro Góngora Pimental a tres académicos: Jorge Carlos Adame Godart, Eduardo Ferrer McGregor Poizó y Fernando Zaldívar Lelo de Larrea. De los seis sólo dos recibirán boleto de entrada al paraíso presupuestal, con la bendición del Senado
En unas cuantas horas el gobierno calderonista recibió una paliza de época, propinada por un par de organismos multilaterales –de los que México forma parte–, por el contundente análisis del premio Nobel de economía 2001 y, de pasadita, por la señal de alarma lanzada por el presidente estadunidense. En resumen, el inquilino de Los Pinos, junto con su muy eficiente equipo económico, quedó como palo de gallinero, aunque –hay que reconocerlo– la respuesta oficial, por medio de los jilgueros de siempre, fue científica, puntual e irrebatible.
En resumen, la Cepal (Panorama social de América Latina 2009, difundido ayer) advirtió que en lo que se refiere a caída regional en las condiciones sociales sobresale el caso de México, que registraría (en 2009) el mayor incremento en sus niveles de pobreza e indigencia en consonancia con su elevada reducción del producto interno bruto y deterioro de la situación de empleo y salarios. De hecho, antes del reconocimiento oficial de la crisis, el único país en que se registró un empeoramiento de la situación de pobreza fue México, con un incremento de 3.1 puntos porcentuales entre 2006 y 2008 (sólo para 2009, el Banco Mundial ha estimado 4.5 millones adicionales de pobres, que se suman a los 6 millones registrados en el primer bienio del calderonato).
A su vez, la OCDE (Panorama económico mundial 2009, divulgado ayer) congeló el triunfal discurso calderonista, al subrayar que en 2011 la tasa de desempleo en México será 6 por ciento más elevada que antes de las crisis, toda vez que el desempleo es un problema que va creciendo y continuará haciéndolo de acuerdo con nuestro pronóstico hacia mediados de 2010, y esto evidentemente será un lastre para el consumo privado y la demanda interna. Mayor desempleo, pobreza creciente y economía famélica dibujan un panorama verdaderamente preocupante. Pero si lo anterior fuera poco, el organismo ratificó su pronóstico de que la economía mexicana se desplomará 8 por ciento en 2009, y adelantó que en el mejor de los casos, y sólo en el mejor, la perspectiva señala que en el calderonato el promedio anual de crecimiento económico no pasará de 0.6 por ciento, proporción que simple y llanamente equivale a un sexenio perdido, el de para vivir mejor.
Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía 2001, subrayó que el desempeño que el gobierno de México ha tenido para enfrentar la recesión ha sido uno de los peores en el mundo... Las estadísticas de crecimiento han sido muy débiles y pesimistas para este país, y la combinación de una recuperación muy débil para Estados Unidos y una política fiscal que no estimule la economía mexicana es una fuente de preocupación... Los aumentos a los impuestos al valor agregado (IVA) y sobre la renta (ISR), que entrarán en vigor en 2010 tendrán un efecto muy negativo en la economía... La situación de la economía mexicana es contraria a la que se observa en aquellos países que tuvieron la reacción gubernamental más fuerte y rápida posible.
Y la roja cereza del pastel la aportó Barack Obama, inquilino de la Casa Blanca, quien advierte sobre la posibilidad de una recesión en forma de W, es decir, una doble recesión: en 2008-2009 se desplomó la economía, la que tímidamente resurgiría en 2010, aunque se corre el riesgo de que prácticamente de inmediato vuelva a caer, para recuperarse a saber cuándo. Por ello, recomendó contener los crecientes déficit de Estados Unidos, pues acumular demasiado endeudamiento gubernamental podría llevar a una recaída en la recesión. Existe temor de que el exceso de gasto para ayudar a reanimar la economía socave la frágil recuperación estadunidense y provoque una doble recesión. Como es obvio, el mensaje del mandatario va en riguroso sentido contrario al fatuo discurso del inquilino de Los Pinos, quien ya decretó el fin de la recesión.
Paliza de época para el gobierno calderonista, el cual, si bien no ve ni escucha a quienes en México plantean advertencias y reclamos como los citados, a las primeras de cambios brinca a la palestra cuando se trata de responder a las críticas externas, aunque es su costumbre hacerlo de forma por demás primitiva. Así, soltó a sus jilgueros de siempre para ofrecer una respuesta científica, puntual e irrebatible, pero de momento enfocada a los señalamientos del premio Nobel de Economía 2001:
A) Ernesto Cordero Arroyo, secretario de Desarrollo Social (el mismo que no hace mucho recomendó a los mexicanos brincarse una o dos comidas al día para combatir eficazmente la crisis): yo creo que Joseph Stiglitz no conoce a detalle las políticas contracíclicas que instrumentó el gobierno mexicano, no conoce la realidad de las finanzas públicas mexicanas, yo creo que mejor que se ponga a leer un poquito más de México;
B) Gustavo Madero, el carismático presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República y pastor de la bancada panista en Xicoténcatl: pues al premio Nobel no sé qué jabón lo patrocina;
C) Agustín Carstens, secretario de Hacienda, el inefable doctor catarrito, quien de todas, de plano, no atina a ninguna: el gobierno mexicano actuó de manera responsable; parece que Stiglitz desconoce que México fue azotado por dos golpes: la desaceleración económica global, incluida la de Estados Unidos, así como la caída de la producción petrolera en 800 mil barriles diarios (le faltó mencionar el tercer azote: el inquilino de Los Pinos y su muy eficiente equipo económico, tal vez el mejor; según su propio chistorete de principios de año); no teníamos la opción de contratar más deuda. Uno tiene que actuar responsablemente y eso fue lo que hizo y decidió Felipe Calderón”.
¡Zas! Como se aprecia, los pronunciamientos de la Cepal, la OCDE, Stiglitz y Obama fueron opacados con la contundente respuesta de los tres jilgueros del inquilino de Los Pinos, quienes podrán seguir diciendo sandeces, finalmente es su derecho. El problema real es cómo atenderá la oscura perspectiva, cuándo superará el pánico y reaccionará, si algún día lo hace. Obvio es que no puede con el paquete, que el combate a la crisis fue de saliva y que su muy buen equipo económico ni siquiera en tiempos de vacas gordas resulta útil.
Las rebanadas del pastel
Entrados en gastos, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos aplaudió al inquilino de Los Pinos por su atinada designación de Arturo Chávez Chávez al frente de la Procuraduría General de la República, pues advirtió: “México, culpable de casos de feminicidio en Ciudad Juárez, Chihuahua; el Estado no realizó indagatorias pertinentes, debe reparar el daño y arrestar a los culpables”. El del doble apellido fue subprocurador y procurador de aquella entidad, y delegado de la PGR durante el auge de esos crímenes en Ciudad Juárez.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
En resumen, la Cepal (Panorama social de América Latina 2009, difundido ayer) advirtió que en lo que se refiere a caída regional en las condiciones sociales sobresale el caso de México, que registraría (en 2009) el mayor incremento en sus niveles de pobreza e indigencia en consonancia con su elevada reducción del producto interno bruto y deterioro de la situación de empleo y salarios. De hecho, antes del reconocimiento oficial de la crisis, el único país en que se registró un empeoramiento de la situación de pobreza fue México, con un incremento de 3.1 puntos porcentuales entre 2006 y 2008 (sólo para 2009, el Banco Mundial ha estimado 4.5 millones adicionales de pobres, que se suman a los 6 millones registrados en el primer bienio del calderonato).
A su vez, la OCDE (Panorama económico mundial 2009, divulgado ayer) congeló el triunfal discurso calderonista, al subrayar que en 2011 la tasa de desempleo en México será 6 por ciento más elevada que antes de las crisis, toda vez que el desempleo es un problema que va creciendo y continuará haciéndolo de acuerdo con nuestro pronóstico hacia mediados de 2010, y esto evidentemente será un lastre para el consumo privado y la demanda interna. Mayor desempleo, pobreza creciente y economía famélica dibujan un panorama verdaderamente preocupante. Pero si lo anterior fuera poco, el organismo ratificó su pronóstico de que la economía mexicana se desplomará 8 por ciento en 2009, y adelantó que en el mejor de los casos, y sólo en el mejor, la perspectiva señala que en el calderonato el promedio anual de crecimiento económico no pasará de 0.6 por ciento, proporción que simple y llanamente equivale a un sexenio perdido, el de para vivir mejor.
Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía 2001, subrayó que el desempeño que el gobierno de México ha tenido para enfrentar la recesión ha sido uno de los peores en el mundo... Las estadísticas de crecimiento han sido muy débiles y pesimistas para este país, y la combinación de una recuperación muy débil para Estados Unidos y una política fiscal que no estimule la economía mexicana es una fuente de preocupación... Los aumentos a los impuestos al valor agregado (IVA) y sobre la renta (ISR), que entrarán en vigor en 2010 tendrán un efecto muy negativo en la economía... La situación de la economía mexicana es contraria a la que se observa en aquellos países que tuvieron la reacción gubernamental más fuerte y rápida posible.
Y la roja cereza del pastel la aportó Barack Obama, inquilino de la Casa Blanca, quien advierte sobre la posibilidad de una recesión en forma de W, es decir, una doble recesión: en 2008-2009 se desplomó la economía, la que tímidamente resurgiría en 2010, aunque se corre el riesgo de que prácticamente de inmediato vuelva a caer, para recuperarse a saber cuándo. Por ello, recomendó contener los crecientes déficit de Estados Unidos, pues acumular demasiado endeudamiento gubernamental podría llevar a una recaída en la recesión. Existe temor de que el exceso de gasto para ayudar a reanimar la economía socave la frágil recuperación estadunidense y provoque una doble recesión. Como es obvio, el mensaje del mandatario va en riguroso sentido contrario al fatuo discurso del inquilino de Los Pinos, quien ya decretó el fin de la recesión.
Paliza de época para el gobierno calderonista, el cual, si bien no ve ni escucha a quienes en México plantean advertencias y reclamos como los citados, a las primeras de cambios brinca a la palestra cuando se trata de responder a las críticas externas, aunque es su costumbre hacerlo de forma por demás primitiva. Así, soltó a sus jilgueros de siempre para ofrecer una respuesta científica, puntual e irrebatible, pero de momento enfocada a los señalamientos del premio Nobel de Economía 2001:
A) Ernesto Cordero Arroyo, secretario de Desarrollo Social (el mismo que no hace mucho recomendó a los mexicanos brincarse una o dos comidas al día para combatir eficazmente la crisis): yo creo que Joseph Stiglitz no conoce a detalle las políticas contracíclicas que instrumentó el gobierno mexicano, no conoce la realidad de las finanzas públicas mexicanas, yo creo que mejor que se ponga a leer un poquito más de México;
B) Gustavo Madero, el carismático presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República y pastor de la bancada panista en Xicoténcatl: pues al premio Nobel no sé qué jabón lo patrocina;
C) Agustín Carstens, secretario de Hacienda, el inefable doctor catarrito, quien de todas, de plano, no atina a ninguna: el gobierno mexicano actuó de manera responsable; parece que Stiglitz desconoce que México fue azotado por dos golpes: la desaceleración económica global, incluida la de Estados Unidos, así como la caída de la producción petrolera en 800 mil barriles diarios (le faltó mencionar el tercer azote: el inquilino de Los Pinos y su muy eficiente equipo económico, tal vez el mejor; según su propio chistorete de principios de año); no teníamos la opción de contratar más deuda. Uno tiene que actuar responsablemente y eso fue lo que hizo y decidió Felipe Calderón”.
¡Zas! Como se aprecia, los pronunciamientos de la Cepal, la OCDE, Stiglitz y Obama fueron opacados con la contundente respuesta de los tres jilgueros del inquilino de Los Pinos, quienes podrán seguir diciendo sandeces, finalmente es su derecho. El problema real es cómo atenderá la oscura perspectiva, cuándo superará el pánico y reaccionará, si algún día lo hace. Obvio es que no puede con el paquete, que el combate a la crisis fue de saliva y que su muy buen equipo económico ni siquiera en tiempos de vacas gordas resulta útil.
Las rebanadas del pastel
Entrados en gastos, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos aplaudió al inquilino de Los Pinos por su atinada designación de Arturo Chávez Chávez al frente de la Procuraduría General de la República, pues advirtió: “México, culpable de casos de feminicidio en Ciudad Juárez, Chihuahua; el Estado no realizó indagatorias pertinentes, debe reparar el daño y arrestar a los culpables”. El del doble apellido fue subprocurador y procurador de aquella entidad, y delegado de la PGR durante el auge de esos crímenes en Ciudad Juárez.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
El cantautor argentino Gustavo Cerati tiene ya ganado un lugar histórico entre los creadores más respetables de rock en español de los pasados 20 años, debido a sus célebres momentos como compositor central de Soda Stereo, sus proyectos paralelos (Colores Santos, Plan V, Ocio, Roken) y sus discos aparte como Amor amarillo (1994) o el deslumbrante y sofisticado Bocanada (1999). Sin embargo, a partir de Siempre es hoy (2003), la creatividad e influencia de Cerati se han ido diluyendo, no por falta de entusiasmo u honestidad, sino porque pareciera no poder rebasar sus propios clichés.
Así, en 2009, el jovial Gustavo Adrián Cerati ofrece, a sus 50 años de edad, Fuerza natural, un álbum más acústico y relajado que Ahí vamos (2006), disco anterior en el que se rindió ante las guitarras eléctricas, pero también ante la grandilocuencia chocante, luego de haberse regodeado con los ritmos digitales y el pop sonriente del citado Siempre es hoy.
Así, en 2009, el jovial Gustavo Adrián Cerati ofrece, a sus 50 años de edad, Fuerza natural, un álbum más acústico y relajado que Ahí vamos (2006), disco anterior en el que se rindió ante las guitarras eléctricas, pero también ante la grandilocuencia chocante, luego de haberse regodeado con los ritmos digitales y el pop sonriente del citado Siempre es hoy.
A la orilla del río
El 7 de julio de 2005, la ciudad de Londres padeció una serie de atentados terroristas dirigidos a su transporte público, cuyo saldo fue de 50 muertos. El realizador francés de origen argelino Rachid Bouchareb (Baton rouge, 1985; Indigènes, 2006), ofrece en A la orilla del río (London river), su sexto largometraje, la evocación de dicha tragedia a partir de la experiencia íntima de dos seres que buscan a sus hijos, posibles víctimas de las explosiones.
Elizabeth Sommers (Brenda Blethyn), residente de la isla de Guernsey, madre de la joven Jane que cursa sus estudios en Londres, acude apesadumbrada en busca de su hija al no obtener noticias suyas. Como en su caracterización más memorable, Secretos y mentiras (Mike Leigh, 1996), la madre es de nueva cuenta un manojo de gesticulaciones y llantos contenidos, que Bouchareb aprovecha muy bien para elevar paulatinamente la intensidad dramática del relato. Como contrapeso inteligente, propone la personalidad sobria y emotiva de Ousmane (Sotigui Kouyaté), personaje africano en busca del hijo que no ha visto en muchos años, y cuya súbita desaparición deja en suspenso toda posibilidad de reconciliación afectiva.
A la orilla del río explora con perspicacia las reacciones de recelo de la pulcra señora Sommers, quien descubre escandalizada que su hija vive en un barrio de inmigrantes, comparte su departamento con un joven africano y, para colmo de enigmas, estudia la lengua árabe. ¿Quién puede querer aprender árabe?, se pregunta con candor y sin vacilar un instante. No hay en realidad racismo en sus palabras, ni en sus gestos de estupor ante personas de credo y color diferentes al suyo, simplemente la extrañeza frente a una realidad urbana para ella insospechada y por el hecho de que una hija suya haya podido asimilarla de modo tan completo. Esta situación, entre cómica y dramática, conduce a un encuentro harto complicado entre ella y Ousmane, el hombre que pacientemente tolera el rechazo inicial de la madre, su desconfianza instintiva, sobre todo cuando una coincidencia irónica lo vuelve un ser muy ligado a la vida sentimental de la joven Jane Sommers, amante de su hijo.
El drama que relata la cinta tiene que ver más con los sentimientos conflictivos de los padres distanciados de hijos que apenas conocen, que con la tragedia evocada tan sólo a través de noticieros. El drama intimista de Bouchareb evita cuidadosamente las salidas fáciles, manteniendo en el espectador la duda sobre el destino real de los jóvenes, a pesar de todas las pistas y convenciones que parecerían tener resuelto el asunto de antemano. Contrariamente al tono más polémico de sus cintas anteriores, algunas verdaderas radiografías de la mentalidad racista, el cineasta de origen magrebí adopta hoy en su narración los tonos más controlados del realismo social de los ingleses Ken Loach y Mike Leigh, y maneja con buen tino los componentes del melodrama urbano. Obtiene también actuaciones formidables que le permiten cerrar ese círculo intimista de reconocimiento afectivo y serenidad que es la materia central de su película.
carlos.bonfil@gmail.cm
El 7 de julio de 2005, la ciudad de Londres padeció una serie de atentados terroristas dirigidos a su transporte público, cuyo saldo fue de 50 muertos. El realizador francés de origen argelino Rachid Bouchareb (Baton rouge, 1985; Indigènes, 2006), ofrece en A la orilla del río (London river), su sexto largometraje, la evocación de dicha tragedia a partir de la experiencia íntima de dos seres que buscan a sus hijos, posibles víctimas de las explosiones.
Elizabeth Sommers (Brenda Blethyn), residente de la isla de Guernsey, madre de la joven Jane que cursa sus estudios en Londres, acude apesadumbrada en busca de su hija al no obtener noticias suyas. Como en su caracterización más memorable, Secretos y mentiras (Mike Leigh, 1996), la madre es de nueva cuenta un manojo de gesticulaciones y llantos contenidos, que Bouchareb aprovecha muy bien para elevar paulatinamente la intensidad dramática del relato. Como contrapeso inteligente, propone la personalidad sobria y emotiva de Ousmane (Sotigui Kouyaté), personaje africano en busca del hijo que no ha visto en muchos años, y cuya súbita desaparición deja en suspenso toda posibilidad de reconciliación afectiva.
A la orilla del río explora con perspicacia las reacciones de recelo de la pulcra señora Sommers, quien descubre escandalizada que su hija vive en un barrio de inmigrantes, comparte su departamento con un joven africano y, para colmo de enigmas, estudia la lengua árabe. ¿Quién puede querer aprender árabe?, se pregunta con candor y sin vacilar un instante. No hay en realidad racismo en sus palabras, ni en sus gestos de estupor ante personas de credo y color diferentes al suyo, simplemente la extrañeza frente a una realidad urbana para ella insospechada y por el hecho de que una hija suya haya podido asimilarla de modo tan completo. Esta situación, entre cómica y dramática, conduce a un encuentro harto complicado entre ella y Ousmane, el hombre que pacientemente tolera el rechazo inicial de la madre, su desconfianza instintiva, sobre todo cuando una coincidencia irónica lo vuelve un ser muy ligado a la vida sentimental de la joven Jane Sommers, amante de su hijo.
El drama que relata la cinta tiene que ver más con los sentimientos conflictivos de los padres distanciados de hijos que apenas conocen, que con la tragedia evocada tan sólo a través de noticieros. El drama intimista de Bouchareb evita cuidadosamente las salidas fáciles, manteniendo en el espectador la duda sobre el destino real de los jóvenes, a pesar de todas las pistas y convenciones que parecerían tener resuelto el asunto de antemano. Contrariamente al tono más polémico de sus cintas anteriores, algunas verdaderas radiografías de la mentalidad racista, el cineasta de origen magrebí adopta hoy en su narración los tonos más controlados del realismo social de los ingleses Ken Loach y Mike Leigh, y maneja con buen tino los componentes del melodrama urbano. Obtiene también actuaciones formidables que le permiten cerrar ese círculo intimista de reconocimiento afectivo y serenidad que es la materia central de su película.
carlos.bonfil@gmail.cm
Descalificaciones y falta de rumbo
Las declaraciones realizadas por el premio Nobel de Economía 2001, Joseph Stiglitz, quien la víspera señaló que el desempeño del gobierno mexicano frente a la recesión económica ha sido uno de los peores en el mundo y que las alzas recientemente aprobadas a los gravámenes tendrán un efecto muy negativo en la economía, levantaron ámpula en la administración federal y desataron una oleada de críticas por parte de funcionarios calderonistas.
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El Correo Ilustrado
Condenan asesinato de líder del Consejo de los Pueblos de Morelos
Queremos informar que la Asociación Gandhi Internacional (Francia) junto al movimiento Ekta Parishad (India) y el Servicio Paz y Justicia en América Latina, expresan por esta vía su más enérgica condena ante al brutal asesinato de Miguel Ángel Pérez Casales, líder del Consejo de Pueblos Morelos.
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Felipe Calderón sigue adelante con la militarizarización de la política nacional. Comenzó con el uso del Ejército en la guerra contra el narcotráfico. Apenas hace poco más de un mes sacó a las fuerzas armadas a las calles junto a la Policía Federal para resguardar las instalaciones de la empresa Luz y Fuerza del Centro. Ahora las va a hacer marchar por las calles de la ciudad de México en el desfile cívico-militar de caballería con el que se celebrará el 99 aniversario del inicio de la Revolución Mexicana.
De manera oficial, desde 1936 y hasta su desaparición en 2006, el festejo fue, en lo esencial, una fiesta cívica en la que desfilaban en casi todos los municipios del país sindicatos y estudiantes, y, en algunos casos, asociaciones de charros y grupos similares. Antes de esa fecha ya se había celebrado el 20 de noviembre con actividades deportivas. Según un boletín de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, en 1928 se efectuó una carrera de relevos para festejar el comienzo de la gesta revolucionaria.
Sin embargo, fue en 1936 cuando adquirió carácter oficial. Ese año, el Senado aprobó un decreto en que se señalaba: Al conmemorarse este acontecimiento histórico con un desfile deportivo se refleja la voluntad pacifista y conciliadora de nuestro pueblo. La intervención del los legisladores no fue caprichosa. La mula no era arisca. El 20 de noviembre de un año antes, durante el gobierno de Lázaro Cárdenas, se suscitó una batalla campal en las calles del centro de la ciudad de México, con varios muertos y 50 heridos, entre el grupo fascista de Acción Revolucionaria Mexicana (ARM), conocido como los camisas doradas, y miembros del Partido Comunista Mexicano y sindicalistas
De manera oficial, desde 1936 y hasta su desaparición en 2006, el festejo fue, en lo esencial, una fiesta cívica en la que desfilaban en casi todos los municipios del país sindicatos y estudiantes, y, en algunos casos, asociaciones de charros y grupos similares. Antes de esa fecha ya se había celebrado el 20 de noviembre con actividades deportivas. Según un boletín de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, en 1928 se efectuó una carrera de relevos para festejar el comienzo de la gesta revolucionaria.
Sin embargo, fue en 1936 cuando adquirió carácter oficial. Ese año, el Senado aprobó un decreto en que se señalaba: Al conmemorarse este acontecimiento histórico con un desfile deportivo se refleja la voluntad pacifista y conciliadora de nuestro pueblo. La intervención del los legisladores no fue caprichosa. La mula no era arisca. El 20 de noviembre de un año antes, durante el gobierno de Lázaro Cárdenas, se suscitó una batalla campal en las calles del centro de la ciudad de México, con varios muertos y 50 heridos, entre el grupo fascista de Acción Revolucionaria Mexicana (ARM), conocido como los camisas doradas, y miembros del Partido Comunista Mexicano y sindicalistas
Si hay algún fantasma recorriendo América Latina, por recuperar la célebre frase que encabeza el Manifiesto comunista, es el de la resistencia india comunitaria, en sierras y selvas, y ahora en la Amazonia sudamericana. En años recientes, naciones enteras resisten la expansión de la minería y la explotación de hidrocarburos, así como los monocultivos que devoran tierras nativas. Esa resistencia ha sido tan potente en el Perú neoliberal de Alan García como en la Venezuela bolivariana de Hugo Chávez y en el Ecuador de la revolución ciudadana de Rafael Correa.
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En 2001 el Congreso de la Unión decidió aprobar modificaciones de carácter constitucional en materia de derechos y cultura. Unilateralmente el Poder Legislativo y el gobierno decidieron cerrar el tema, mediante la aprobación de una reforma legislativa que desnaturalizaba el contenido de lo pactado en San Andrés Larráinzar, entre el gobierno federal y el EZLN, el 16 de febrero de 1996.
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Las anticonstitucionales acciones del gobierno en materia energética y la incapacidad de Felipe Calderón para justificar el desastre de su administración y su afán por desresponsabilizarse, ponen otra vez en el centro de la discusión una cuestión fundamental: ¿quién está tomando las decisiones en México?
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Gabriela Rodríguez: De política y erotismo
Por alguna razón que no alcanzo a comprender las políticas para regular los cuerpos están cobrando gran visibilidad en la actualidad. Cuatro notas de la semana muestran los intentos recientes por regular o liberar el deseo sexual, así como las consecuencias de su expresión:
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Se cumple el aniversario 99 de la Revolución Mexicana. Una revolución fundamentalmente agraria que más allá de ciertos avances que bien podrían haberse logrado sin tanto derramamiento de sangre no cambiaron, en esencia, la miseria de los campesinos.
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