12/01/2011

Familia de Adriana Morlett exige esclarecer asesinato de la joven


Tras confirmación de identidad de restos, SIEDO debe indagar


Por Anayeli García Martínez

México, DF, 30 nov 11 (CIMAC).- El grupo Antropólogas Forenses Argentinas confirmó –en tan sólo dos meses– que los restos óseos de Adriana Morlett Espinosa, estudiante de arquitectura que desapareció en septiembre de 2010 en esta ciudad, sí son de ella, algo que las autoridades mexicanas no hicieron a pesar de tener las evidencias desde diciembre pasado.

La Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC, por sus siglas en inglés) informó en un comunicado que luego de que se confirmara que los restos son de la joven desaparecida el 6 de septiembre de 2010, se suman a la lucha para exigir justicia y encontrar a los asesinos.

La conclusión a la que llegó Antropólogas Forenses Argentinas, un grupo de expertas que en septiembre pasado llegó a esta capital para recoger las muestras óseas –encontradas en la delegación Tlalpan el 17 de diciembre de 2010–, y analizarlas en un laboratorio en Estados Unidos, se dio tras la exigencia de justicia por parte de la familia de la víctima.

Las y los familiares de la joven emitieron un comunicado pidiendo respeto a su duelo, al tiempo que exigieron justicia y agradecieron las muestras de solidaridad. “…Albergábamos la esperanza de recuperar a nuestra hija. Ahora lanzamos un grito desgarrador que exige justicia para Adri”, enfatizaron.

Agregaron: “Las lamentables y violentas circunstancias en las que fueron encontrados una parte de sus restos y el papel de las autoridades, nos lleva a pedir con mucha más rabia e indignación el esclarecimiento de estos hechos. Lo que la familia Morlett Espinosa solicita a la Procuraduría General de la República (PGR) es que sea la SIEDO la que continúe con la investigación de los hechos hasta su total esclarecimiento”.

La estudiante de la UNAM Adriana Morlett Espinosa desapareció el 6 de septiembre de 2010 luego de salir de la Biblioteca Central de Ciudad Universitaria (CU). Ese día la joven se encontró con Mauro Rodríguez, principal testigo del caso y quien la vio por última vez antes de que ella desapareciera.

La versión de Mauro ante la PGJDF es que al salir de la biblioteca ambos caminaron por CU, subieron al Metro y fueron a la casa de él, luego Adriana abordó un taxi entre avenida Aztecas y Delfín Madrigal, donde se supone fue secuestrada.

Desde entonces no se supo de ella, por lo que sus padres, Javier Morlett Macho y Adriana Espinosa, denunciaron la desaparición ante la Fiscalía Desconcentrada de Investigación en Coyoacán.

La respuesta del fiscal fue: “No se preocupe, señor Morlett; su hija se fue con el novio, va a regresar en tres o cuatro días”, y no quisieron aceptar la denuncia porque no habían pasado 72 horas desde la desaparición; sin embargo el padre insistió hasta lograr que se levantara la averiguación previa FCY/COY-1/T2/01778/10-09.

Las primeras indagaciones determinaron que Adriana había sido víctima de la delincuencia organizada, por lo que el caso fue atraído por la PGR y se le asignó a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO).

Sin embargo la investigación no logró encontrar con vida a Adriana pese a que el padre de la joven hizo todo por presionar a las autoridades locales y federales, y buscar ayuda de la CATWLAC.

Javier Morlett se reunió con el procurador capitalino, Miguel Ángel Mancera, con la entonces titular de la SIEDO, Marisela Morales, y con el rector de la UNAM, José Narro. A todos les pidió investigar y cruzar información para dar con el paradero de su hija.

Lo único que logró es que se abriera una línea de investigación que apuntara a la delincuencia organizada y que presumía que Adriana podía estar en Colombia o Venezuela. La familia de la joven acudió a embajadas de países de América Latina para pedir ayuda.

Desde diciembre de 2010, cuando el caso se difundió en los medios, empezaron las amenazas de muerte y llamadas de extorsión a la familia Morlett, quien aún tenía la esperanza de encontrar con vida a Adriana, pero la información difundida hoy acabó con esa posibilidad.

Este día la CATWLAC señaló en un comunicado: “Las lamentables y violentas circunstancias en las que fueron encontrados una parte de sus restos, el papel de las autoridades, en muchas ocasiones su negligencia, nos llevan a pedir con mucha más rabia e indignación el esclarecimiento de estos hechos”.

Agregó que para la familia de Adriana es difícil superar esta pérdida, porque albergaban la profunda esperanza de recuperar a su hija, pero ahora lo que sigue es exigir justicia y sumarse a la lucha para encontrar a los asesinos de la joven, y exigir a las autoridades que no quiten el dedo del renglón.

En tanto, en las redes sociales la confirmación de la muerte de la estudiante de arquitectura causó conmoción. El día de hoy el nombre de Adriana Morlett se convirtió en uno de los temas más comentados en Twitter.

El rector José Narro hizo un llamado para exigir justicia a las autoridades, luego de que los medios de comunicación lo cuestionaran sobre el caso tras su participación en la ceremonia de entrega del Premio Nacional de Periodismo.

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