3/01/2012

Brutal represión contra el pueblo que protesta en España, EEUU, México






Pedro Echeverría V.

1. En todo el mundo los salvajes gendarmes “del orden” –bajo mandatos de gobiernos fascistas- forrados y armados hasta los dientes, someten a campesinos, obreros, estudiantes, al pueblo, que protesta por defender sus condiciones de vida. En las fotos vemos a los valientes estudiantes de Barcelona, Madrid, Valencia, que salieron a las calles resistiendo a los salvajes policías del gobierno español franquista de Rajoy para expresar su indignación frente al gobierno ante recortes y medidas de austeridad que están –dijeron– “hipotecando nuestro futuro”. Sucede en España, en Grecia, en Italia, en EEUU. En Nueva York las llamadas fuerzas del orden capitalista golpearon a los jóvenes de Wall Street y de Madison que protestaban frente a los bancos y la estación central. En México, con el pretexto de la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, se reprimen a campesinos, obreros y fuerzas de izquierda. Pero las batallas de resistencia continúan.

2. Después de ver una docena de fotografías acerca de la represión en España y Grecia, los cráneos ensangrentados de jóvenes y a uno que otro jinete policíaco usando su sable, me pregunto: ¿Cómo es posible que siendo nosotros los manifestantes los más numerosos no hacemos correr a la policía, tal como debería ser? Bueno pues porque ellos están pertrechados con cachiporras, gases lacrimógenos, armas largas y cortas, así como poseen caballos y perros para introducirlos de emergencia cuando sea necesario; por el contrario los manifestantes vamos sin cargar alguna piedra o algún palo para que no nos acusen de que estábamos armados. Pareciera que los gendarmes arrojan toda su furia contra los manifestantes y se piensa que para eso están muy preparados. Me recuerda el entrenamiento de militares de EEUU en la película de Kubrick Cara de guerra. ¿Bastará una ideología anticomunista para el salvajismo en la represión?

3. En España las cosas se han puesto al rojo vivo. La movilización social aumenta porque tiene la cifra de desempleo más alta de su historia –5 millones 300 mil personas, 23 por ciento de la población económicamente activa–, el aumento de pobreza –con 21 por ciento de los habitantes en riesgo de exclusión social– y una economía agonizante, que está al borde de entrar en recesión. La construcción, que una vez fue el motor del crecimiento de España, se encuentra paralizada. Mariano Rajoy y su gabinete han puesto en marcha un programa neoliberal para reducir al máximo la función del Estado y suprimir gastos en pos de la reducción del déficit. Los sindicatos y los trabajadores están indignados con el gobierno de Rajoy por el decreto de la reforma laboral, que abarata el despido y otorga todo el poder de la negociación al empresario frente al comité de empresa o el sindicato.

4. En tanto, Banco Mundial publicó ayer cifras alarmantes sobre las condiciones de vida de los habitantes de México y América Latina; elementos tan injustos que deberían sacudirnos y ponernos a luchar o, por lo menos, defendernos. Veamos: “En México, mientras el 20 por ciento más pobre de la población sólo realiza 3.79 por ciento del consumo, el segundo grupo de 20 por ciento de personas que se ubica en la siguiente escala de la pirámide realiza 9 por ciento del gasto; el grupo posterior, también en dirección ascendente, aporta 12.54 por ciento del consumo; el cuarto grupo, 19.48, y el último, el de mayor ingreso, 56.17 por ciento del total. México es comparable con la que se observa en países de la región como Guatemala, Nicaragua, Panamá o Paraguay, donde la quinta parte de sus habitantes en la punta de la pirámide realizan 58 por ciento del consumo, en el primer caso, y 57 por ciento en cada uno de los siguientes.

5. Mientras en México y Centroamérica se vive esta terrible desigualdad entre el enorme ingreso de los ricos y la profundización de la pobreza en millones de seres humanos, la Europa –particularmente en España, Grecia, Italia, Francia- parece encenderse por el descontento de los trabajadores luchan en las calles contra la ley laboral, la falta de trabajo, el atraco de los banqueros y demás condiciones económicos y financiera que sufren. En México estos datos demuestran que los gobiernos del PRI y del PAN -durante más de un siglo- nada han hecho para solucionar el problema de la desigualdad en México o por hacerla menos grave. Por el contrario el crecimiento del país demuestra cada año una gigantesca acumulación de la riqueza entre los poderosos empresarios y políticos, así como el crecimiento de la pobreza entre el 70 por ciento de la población. Sin embargo la respuesta de los mexicanos es mínima comparada con Europa y EEUU.

6. EEUU –país culpable de las grandes guerras, saqueos y crisis en el mundo desde hace un siglo- parece entrar a un largo periodo de protestas en las calles parecidas y aún superiores a las de los años sesenta y setenta contra la guerra de Vietnam y la discriminación racial. Desde las concentraciones en Wall Street contra los bancos y las bolsas de valores el año pasado en Nueva York, los jóvenes han vuelto a tomar las calles y su alto nivel de conciencia anuncia que van a estar mucho tiempo. Policías de a pie, así como en motonetas y patrullas –fuertemente armados- han buscado destruir las barricadas que los jóvenes ha construido. Dice la prensa: “Cuando la policía dejó desprotegido por un momento un lado del edificio de Pfizer, un contingente de trabajadores del sector salud que se hace llamar “doctores por el 99 por ciento” logró colocarse valientemente a la entrada del enorme edificio”.

7. No sabemos bien la fase del capitalismo que vivimos. Aunque Obama sea reelecto, los EEUU están siendo derrotados en Afganistán y buscan pretextos para invadir Irán, si es que acaso no se le adelanta el ejército asesino de Israel. Todavía no medimos bien la irrupción de la fuerza económica y política de los chinos, aunque sí vemos que los yanquis están muy preocupados por los avances que cada día logra China en los mercados. Las batallas de las fuerzas progresistas en las calles de Europa, Asia y América para contribuir a que los yanquis limiten sus intervenciones y sus saqueos. En apariencia sufren los EEUU una crisis terminal como imperio, pero desconocemos las alianzas que pudieran hacer para seguir dominando en las próximas dos décadas. Las batallas van a continuar por las condiciones de vida de los pueblos; esperamos que estas sean cada día más grandes y combativas.

Blog: http://pedroecheverriav.wordpress.com

Correo: pedroe@cablered.net.mx

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